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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS

DEPARTAMENTO DE CIENCIAS FÍSICAS Y AMBIENTALES

Estudio de la difusión de la luz en


medios multicapas y sus aplicaciones en
Óptica Biomédica
Trabajo de tesis para optar por el grado de Doctor en Física del

Lic. Héctor A. García

Director: Dr. Juan A. Pomarico

Codirectora: Dra. Daniela I. Iriarte

Lugar de trabajo: Centro de Investigaciones en


Física e Ingeniería del Centro de la Provincia de Buenos Aires

Marzo de 2017
Resumen
En el presente trabajo presentamos un análisis de la propagación de la luz

en medios fuertemente dispersivos y de baja capacidad de absorción, deno-

minados medios turbios, compuestos por capas de características ópticas

bien denidas, haciendo uso de la espectroscopía en el infrarrojo cercano (o

NIRS, por Near InfraRed Spectroscopy ). Esto tiene aplicaciones directas al

análisis de la hemodinámica cerebral, que ofrece información valiosa sobre

la manera en que diferentes tipos de lesiones y/o estímulos externos afectan

al ujo sanguíneo en el cerebro y a la circulación de los distintos compuestos

presentes en ella, como el oxígeno y la glucosa. En este sentido, el cerebro

puede pensarse como un medio recubierto por el cuero cabelludo, el cráneo

y el líquido encefalorraquídeo, entre otros componentes, conformando así

un sistema multicapas. En particular, resulta de interés la determinación

de los cambios de absorción ocurridos en la zona del cortéx y su relación

1
con los estímulos antes mencionados, minimizando la inuencia de las ca-

pas superciales. Experimentalmente, este estudio es posible mediante la

inyección de luz a través de láseres pulsados ultracortos (del orden de los

picosegundos) y el uso de bras de detección que dirigen la radiación re-

colectada hacia fotomultiplicadores adecuados. Las señales allí originadas

son registradas en un sistema de conteo de fotones, y se obtienen así dis-

tribuciones de tiempos de vuelo de los mismos, que guardan información

sobre el comportamiento óptico del sistema bajo estudio.

Planteada en estos términos, la espectroscopía NIR se presenta como una

herramienta promisoria que permite complementar otras técnicas de mues-

treo y detección en tejidos vivos, como la tomografía por emisión de positro-

nes o el monitoreo por rayos X, aportando ventajas propias y minimizando

o incluso paliando las desventajas de estas últimas. Sin embargo, el uso

de la radiación infrarroja en estudios biomédicos aún se encuentra bajo

desarrollo, y su aplicación directa a sistemas in vivo es, todavía, motivo

de estudio. Por ello se suele recurrir preferentemente a simulaciones por

computadora y a experimentos sobre fantomas, que son sustancias prepa-

radas en el laboratorio con el n de emular el comportamiento óptico de

los tejidos biológicos. Luego, el análisis tanto de los datos numéricos como

de los experimentales se realiza a posteriori gracias a la ayuda de modelos

2
teóricos desarrollados especícamente para este tipo de problemas.

En esta línea, el aporte más signicativo de este trabajo es la obtención

de un modelo que describe la propagación de la luz en medios compues-

tos por varias capas, que resulta matemáticamente más simple y compu-

tacionalmente más veloz que otros modelos ya existentes. Este modelo fue

validado, primero, mediante experimentos en fantomas, lo que requirió el

desarrollo de un protocolo de preparación que garantizara, entre otras co-

sas, repetitividad; y segundo, mediante simulaciones numéricas de Monte

Carlo implementadas en placas grácas.

Esta tesis de doctorado se encuentra estructurada de la siguiente manera.

En el Capítulo 1 discutimos las bondades que presenta la Óptica Biomédi-

ca frente a otras técnicas de diagnóstico, y la importancia que tiene para

la misma el estudio de la propagación de la luz en medios fuertemente

dispersivos. En el Capítulo 2 introducimos los principales conceptos que

nos permiten denir un medio turbio, y presentamos también los diferen-

tes enfoques teóricos que ayudan a describir el comportamiento óptico en

diversos tipos de medios, haciendo particular hincapié en el modelo de di-

fusión de la luz en cilindros multicapas con una última capa de espesor

innito. En el Capítulo 3 describimos detalladamente el método de prepa-

ración de fantomas de dos y tres capas, y los experimentos llevados a cabo

3
sobre los mismos mediante la técnica de conteo de fotones correlacionados

temporalmente, en la conguración de optodos fuente-detector conocida

como single-distance. En el Capítulo 4 hacemos mención detallada de las

simulaciones numéricas de Monte Carlo empleadas como complemento de

la parte experimental, e introducimos, en un intento por emular la pre-

sencia del líquido encefalorraquídeo, los pormenores relacionados con la

propagación de la luz en medios de tres capas cuando la capa intermedia

no es difusiva, sino semitransparente. En el Capítulo 5 presentamos y dis-

cutimos los resultados obtenidos tanto de las experiencias de laboratorio

como de las simulaciones de Monte Carlo. Por último, cerramos el trabajo

con las Conclusiones pertinentes, estableciendo hacia el nal algunas líneas

de trabajo a futuro.

4
Índice general
1. Introducción 9

1.1. ¾Por qué es importante la Óptica Biomédica? . . . . . . . . 9

1.2. Registro funcional de la actividad metabólica cerebral . . . 14

1.3. Antecedentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

2. Fundamentos teóricos 23

2.1. Medios turbios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

2.1.1. Denición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

2.1.2. Propiedades ópticas de los medios turbios . . . . . . 24

2.1.2.1. Absorción . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

2.1.2.2. Scattering . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26

2.1.2.3. Anisotropía . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

2.1.2.4. Índice de refracción . . . . . . . . . . . . . 29

5
ÍNDICE GENERAL

2.1.2.5. Propiedades ópticas de los tejidos biológicos 30

2.2. Geometrías de medición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

2.3. Fuentes de radiación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

2.4. Consideraciones analíticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

2.4.1. Ecuación de la transferencia radiativa . . . . . . . . 36

2.4.2. Aproximación difusiva. Ecuación de la difusión . . . 40

2.4.2.1. Soluciones de la ecuación de la difusión para

medios homogéneos . . . . . . . . . . . . . 43

2.4.2.2. Soluciones de la ecuación de la difusión para

cilindros multicapas . . . . . . . . . . . . . 51

3. Desarrollo experimental 59

3.1. Fantomas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

3.1.1. Preparación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62

3.1.1.1. Fantoma de dos capas . . . . . . . . . . . . 63

3.1.1.2. Fantoma de tres capas . . . . . . . . . . . 67

3.2. Adquisición y procesamiento de datos . . . . . . . . . . . . 68

3.2.1. Conteo de fotones individuales correlacionados tem-

poralmente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68

6
ÍNDICE GENERAL

3.2.2. Recuperación de las propiedades ópticas de medios

homogéneos y multicapas . . . . . . . . . . . . . . . 70

4. Simulaciones de Monte Carlo 77

4.1. Denición y usos del método de Monte Carlo . . . . . . . . 78

4.1.1. Descripción del método . . . . . . . . . . . . . . . . 80

4.1.2. Simulaciones de Monte Carlo implementadas en pla-

cas grácas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86

4.2. Simulaciones realizadas en este trabajo . . . . . . . . . . . . 91

4.2.1. Medio de tres capas difusivo . . . . . . . . . . . . . 91

4.2.2. Medio de tres capas mixto . . . . . . . . . . . . . . 92

5. Resultados y discusión 97

5.1. Parámetros de referencia de los fantomas resultantes . . . . 98

5.1.1. Fantoma de dos capas . . . . . . . . . . . . . . . . . 98

5.1.2. Fantoma de tres capas . . . . . . . . . . . . . . . . . 100

5.2. Análisis de las DTOFs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101

5.2.1. Fantoma de dos capas . . . . . . . . . . . . . . . . . 102

5.2.2. Fantoma de tres capas . . . . . . . . . . . . . . . . . 104

5.3. Validación del modelo y del algoritmo de ajuste . . . . . . . 105

7
ÍNDICE GENERAL

5.3.1. Experimentos en fantomas . . . . . . . . . . . . . . 105

5.3.1.1. Fantoma de dos capas . . . . . . . . . . . . 105

5.3.1.2. Fantoma de tres capas . . . . . . . . . . . 109

5.3.2. Simulaciones de Monte Carlo . . . . . . . . . . . . . 121

5.4. Simulaciones de Monte Carlo en un medio de tres capas con

una capa intermedia semitransparente . . . . . . . . . . . . 126

5.4.1. Comparación entre las DTOFs del medio difusivo y

del medio mixto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127

5.4.2. Análisis de los momentos fotónicos en los casos difu-

sivo y mixto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130

5.4.3. Recuperación de las propiedades ópticas de la tercera

capa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141

6. Conclusiones 145

Agradecimientos 161

Bibliografía 169

8
Capítulo 1

Introducción
1.1. ¾Por qué es importante la Óptica Biomé-
dica?

El estudio de la propagación de la luz en tejidos biológicos es un tema

de creciente interés en el campo de la Física Médica. Desde los comienzos

de la teoría de la transferencia radiativa, junto con los primeros análisis

mamográcos y funcionales realizados utilizando radiación lumínica [13]

(Figura 1.1), los intentos por determinar las propiedades ópticas de esta

clase de medios han ido intensicándose notablemente.

9
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Figura 1.1: Transiluminancia de una mama. La mancha oscura indica la presencia de


un hematoma [2].

En la actualidad existe una gran variedad de métodos orientados al estu-

dio de tejidos vivos, entre ellos el monitoreo por rayos X y por ultrasonido,

la tomografía computada (CT), la tomografía por emisión de positrones

(PET) y la resonancia magnética (MRI). Si bien la mayoría de estas técni-

cas cuentan con un alto grado de resolución espacial y proveen información

precisa relacionada con las estructuras internas a analizar, no son capa-

ces de caracterizar ópticamente los tejidos estudiados, es decir, no pueden

determinar sus propiedades ópticas y, por ende, no pueden identicarlos.

Esto es de vital importancia para el paciente que se somete a un eventual

10
1.1. ¾POR QUÉ ES IMPORTANTE LA ÓPTICA BIOMÉDICA?

análisis clínico: si, por ejemplo, se descubre que dicho paciente posee un

tumor, resulta imposible clasicarlo a priori como benigno o maligno, y

como consecuencia se debe recurrir a una intervención quirúrgica, proce-

so que implica un estado de tensión psicológica, tanto para el paciente en

cuestión como para sus allegados.

A su vez, los rayos X cuentan con la desventaja de tratarse de radiación

ionizante; su interacción con materia viva puede alterarla, produciendo mal-

formaciones y tumores. De hecho, se sospecha que el 0.2 % de los cánceres de

mama detectados son inducidos por el uso de rayos X en mamografías [4],

porcentaje que, si bien pequeño, es distinto de cero. Otra desventaja es

que, debido a las incertezas asociadas con la densidad radiográca, las ma-

mografías por rayos X tienen una tasa de falsos negativos de hasta el 22 %,

así como también una alta tasa de falsos positivos en pacientes por debajo

de los 50 años [5].

Asimismo, la resonancia magnética requiere el uso de materiales supercon-

ductores, lo que eleva los costos de esta técnica en demasía. También es

necesario mencionar que el equipamiento característico de estos métodos

de monitoreo y detección suelen ser de gran tamaño y de traslado prácti-

camente imposible.

Se hace evidente, entonces, la necesidad de una técnica que ofrezca la posi-

11
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

bilidad de obtener información tanto estructural como óptica de diferentes

muestras biológicas, en tiempo real, de forma no invasiva, a bajo costo y

de equipamiento fácilmente transportable. Bajo estas condiciones, el uso

de la radiación óptica se presenta como una de las alternativas más pro-

metedoras. Su aplicación al estudio de los tejidos vivos se hace posible al

trabajar en longitudes de onda pertenecientes al infrarrojo cercano (NIR),

aprovechando la baja absorción relativa que presentan estos tejidos en di-

cha región del espectro electromagnético (denominada ventana óptica o

terapéutica, Figura 1.2).

Figura 1.2: Absorción vs. longitud de onda para diferentes compuestos biológicos [6].

Algunas de las posibilidades que ofrece el uso de la radiación NIR son la

tomografía y la topografía óptica, y el monitoreo de distintas funciones

12
1.1. ¾POR QUÉ ES IMPORTANTE LA ÓPTICA BIOMÉDICA?

biológicas del organismo. La tomografía óptica permite obtener imágenes

tridimensionales (o bidimensionales, de tratarse de una topografía) del in-

terior de un medio biológico especíco, y es capaz de determinar las propie-

dades ópticas del mismo, si es homogéneo o si posee inclusiones, y en caso

de poseerlas, también localizarlas y caracterizarlas [711]. El monitoreo de

funciones vitales permite, entre otras cosas, medir el nivel de oxigenación

o la concentración de glucosa en sangre en distintos órganos y, como con-

secuencia, analizar la actividad metabólica local [1217].

En relación con la portabilidad y el costo del equipamiento que caracteri-

zan a las técnicas convencionales, es necesario destacar que gran parte de

la población argentina no se encuentra en condiciones de acceder a trata-

mientos que requieran el uso de este tipo de tecnologías; por un lado debido

a su escaso poder adquisitivo, y por otro debido a la distribución desigual

en términos geográcos de centros médicos especializados, que en la

mayoría de los casos suelen concentrarse en las ciudades más importantes.

Esto último obliga a la gente, cuando cuenta con los medios económicos

necesarios, a desplazarse grandes distancias para conseguir acceso a este ti-

po de terapias. Ambas desventajas podrían, en principio, paliarse o incluso

eliminarse ante el desarrollo de tecnologías basadas en NIRS.

Sin embargo, estas técnicas aún se encuentran bajo desarrollo. Las natu-

13
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

raleza dispersiva de los tejidos hace que la radiación lumínica se vuelva

rápidamente difusa en su interior. Esta difusión (o scattering múltiple ) di-

culta en gran medida tanto la determinación de estructuras absorbentes

internas como también el registro funcional, ya que es responsable de la

alta pérdida de resolución espacial, en lo que respecta al análisis por mé-

todos ópticos. Más aún, el scattering atenúa la señal luminosa de forma

muy similar a la absorción. También es necesario considerar los efectos que

tienen sobre las mediciones variables tales como la longitud de onda de

la radiación incidente (incluso dentro de la región del infrarrojo cercano),

los componentes y las interfases presentes en el medio, la geometría del

mismo, etc. El estudio de la propagación de la luz en tejidos biológicos

necesita entonces de métodos y/o técnicas especícas que permitan sortear

estas dicultades.

1.2. Registro funcional de la actividad meta-


bólica cerebral
Según lo establece la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades

cardiovasculares (ECVs) son la primera causa de muerte a nivel global,

y afectan principalmente a los habitantes de los países pobres o en vías

14
1.2. REGISTRO FUNCIONAL DE LA ACTIVIDAD . . .

de desarrollo [18]. Entre estas enfermedades encontramos los accidentes

cerebrovasculares (ACVs), que tienen sus orígenes en la obstrucción y/o

hemorragia de los conductos sanguíneos del cerebro y que, de acuerdo con

el Ministerio de Salud de la Nación, en nuestro país es la principal causa de

invalidez y discapacidad en personas mayores de edad, pudiendo derivar en

una gran variedad de desórdenes neurológicos, como parálisis y epilepsia,

y llevando frecuentemente al deceso [19].

Figura 1.3: Esquema de la estructura en capas de la cabeza humana [20].

A la luz de estos hechos, la importancia de contar con información acerca

de la hemodinámica cerebral se hace clara: la gran mayoría de las enferme-

dades o disfunciones neurológicas están asociadas a algún tipo de irregu-

laridad en el cerebro, que en muchos casos tiene relación con la irrigación

15
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

sanguínea; por lo tanto, cualquier herramienta que permita monitorear esta

región del cuerpo de manera lo más directa y en tiempo real posible, abre

las puertas para la anticipación y prevención de una eventual complicación

de esta índole.

Como ya hemos mencionado, observar de forma directa lo que ocurre en

el cerebro humano es una tarea imposible debido a los numerosos recubri-

mientos que encontramos por encima del mismo (Figura 1.3). Sin embargo,

algunas de las técnicas previamente descriptas permiten inferir de forma no

invasiva información de carácter cuali-cuantitativo sobre el ujo sanguíneo,

la tasa de extracción y consumo de oxígeno, la concentración de glucosa y

la proporción de oxi- y deoxihemoglobina en sangre, etc., en distintas zonas

del cerebro humano. El registro funcional por medio de técnicas basadas en

NIRS también posibilita, en principio, la adquisición de información de este

tipo. En este sentido, encontramos diversos trabajos que hacen referencia

a modelos que simulan el comportamiento óptico del torrente sanguíneo

en función de la longitud de onda y de la concentración de cromóforos en

sangre, entre otros factores [2125]. No obstante, en este caso se requiere un

cuidado especial debido a las ya mencionadas características dispersivas de

los distintos tejidos biológicos involucrados al utilizar radiación infrarroja.

En lo que sigue no continuaremos profundizando en los aspectos hemodi-

16
1.3. ANTECEDENTES

námicos de la actividad cerebral, pues escapan a los alcances de esta tesis,

sino que nos dedicaremos pura y exclusivamente al enfoque geométrico, en

lo que a constituyentes de la cabeza respecta. En un futuro prevemos la

posibilidad de combinar ambos tratamientos con el n de mejorar la ca-

pacidad de monitoreo y estudio de la hemodinámica cerebral que poseen

actualmente las herramientas y dispositivos basados en la espectroscopía

NIRS.

1.3. Antecedentes

Desde las primeras aplicaciones de la radiación infrarroja al estudio no in-

vasivo de la actividad cerebral [3], se han realizado grandes esfuerzos por

comprender de qué manera la luz se propaga en los tejidos biológicos e inter-

actúa con los diferentes constituyentes de la cabeza. Los primeros modelos

consideran a esta región del cuerpo como un medio ópticamente homogéneo,

en donde los fotones se propagan de manera difusiva. Esta es, por supuesto,

una aproximación bastante irreal, ya que en la cabeza encontramos, entre

otras cosas, cuero cabelludo, cráneo, líquido encefalorraquídeo (o CSF, por

cerebrospinal uid ) materia blanca y materia gris [2628], que pueden ser

considerados como capas en un sistema multicapas. En los últimos veinte

17
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

años han surgido diversos modelos que describen la propagación de la luz

en este tipo de medios [2934]. Entre ellos, el desarrollado por Kienle y

Liemert [35] describe la difusión de luz en cilindros multicapas de exten-

sión axial nita, cuyas propiedades de simetría resultan en expresiones más

simples de trabajar que en el caso de paralelepípedos en coordenadas rec-

tangulares, y por este mismo motivo, los tiempos de cómputo se reducen

considerablemente.

En el caso de sistemas de dos capas, Hallacoglu et al. [28] mostraron que

es posible usar el modelo de de Kienle y Liemert, junto con una adecuada

combinación de fuentes y detectores, en una rutina de ajuste para determi-

nar las capacidades de cada capa de absorber y de dispersar la luz, junto

con el espesor de la primera capa, en algunos casos con errores menores

al 10 %. Aunque el modelo de dos capas es una aproximación interesante,

ya que representa la estructura de la cabeza humana de forma más preci-

sa que el modelo homogéneo, todavía es simplista, dado que no tiene en

cuenta el resto de las capas listadas más arriba. En cambio, un modelo de

tres capas se acerca más a la cabeza humana que el de dos capas, y por lo

tanto resulta más adecuado a la hora de entender la manera en que la luz

interactúa con los diferentes estratos que conforman el medio en cuestión.

En un trabajo previo [36] relacionado con esta tesis, fuimos capaces de im-

18
1.3. ANTECEDENTES

plementar la teoría de la Ref. [35] en una rutina de ajuste para recuperar

las propiedades ópticas de la capa más profunda en sistemas de dos y tres

capas. La teoría en cuestión era generada por un programa ejecutable de

acceso gratuito, que puede descargarse desde el sitio web de la Ref. [37]. Sin

embargo, dado que no contábamos con el código fuente, el procedimiento

resultaba muy ineciente en términos tanto temporales como computacio-

nales, pues la rutina debía llamar recurrentemente al programa externo por

cada iteración. Asimismo, los espesores de las capas del medio estudiado

debían mantenerse acotados, pues en caso contrario el programa colapsaba.

El principal objetivo de este trabajo es obtener un método que permi-

ta recuperar las propiedades ópticas de la capa más profunda en medios

difusivos multicapas. Para tal n, desarrollamos un modelo teórico de cilin-

dros multicapas con una diferencia fundamental respecto del modelo de la

Ref. [35]: en nuestro caso, la capa más profunda es de extensión innita, lo

que provee soluciones análiticas matemáticamente más sencillas y robustas

que en el caso de cilindros nitos (pues no se requiere recaudos excesivos en

lo que respecta a los espesores utilizados, particularmente en el caso de la

última capa), y por ende, los tiempos de cálculo son menores. Este modelo,

integrado en una rutina de ajuste escrita en el lenguaje de programación

Python, fue validado mediante experimentos de laboratorio sobre fantomas

19
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

y mediante simulaciones de Monte Carlo. En el primer caso, además, pre-

sentamos un protocolo de preparación de fantomas, puntualmente de dos

y tres capas. Si bien el sistema de dos capas ya ha sido exhaustivamente

estudiado, resulta interesante considerarlo como control previo al sistema

más complejo de tres capas. En cualquiera de los dos casos, suponiendo que

las propiedades ópticas y los espesores de cada una de las capas superiores

son datos conocidos, evaluamos la conablidad de los resultados dados por

el método que hemos implementado. Esto puede parecer, en principio, una

aproximación un tanto fuerte; sin embargo, si tenemos en cuenta que tanto

la extensión física de las capas más superciales como su comportamiento

óptico permanecen prácticamente jos en el tiempo y sus valores numéricos

pueden encontrarse en la literatura [2628,38], podemos concentrarnos solo

en la capa más profunda, que es donde ocurren los procesos hemodinámicos

que nos interesa estudiar. De esta forma, además, disminuimos la cantidad

de parámetros a recuperar y, por consiguiente, reducimos las incertezas de

los resultados obtenidos y los tiempos de cómputo, siendo este último fac-

tor un detalle no menor a la hora de tener como horizonte las aplicaciones

en tiempo real.

Como dijéramos anteriormente, una de las características del arreglo ex-

perimental aquí empleado y, asimismo, de las simulaciones de Monte

20
1.3. ANTECEDENTES

Carlo consiste en el uso de bras de inyección y de colección de luz. Ve-

remos más adelante que la separación entre ellas juega un rol crucial en

la propagación de los fotones en el medio turbio. Por lo pronto, podemos

decir que una conguración muy comúnmente utilizada es la combinación

de muchos pares de bras fuente-detector, arreglo que en la literatura se

conoce como de múltiples separaciones (multiple-distance, o simplemen-

te multi-distance [28, 3941]). Dicha conguración requiere, por supuesto,

contar con el equipamiento adecuado (las susodichas bras, detectores mul-

ticanales, sistemas ópticos para cada una de ellas, etc.) y además genera un

gran volumen de datos, hecho que se traduce en tiempos de procesamiento

de la información algo elevados. En contraposición, nosotros optamos por

la modalidad de separación única (single-distance [17, 42, 43]), que, si

bien no aporta tanta información sobre todo espacial, sí permite enfo-

carnos en nuestro objetivo de recuperar las propiedades ópticas de la capa

más profunda minimizando los requerimientos instrumentales y los tiempos

de procesamiento, lo que nos acerca aún más a las aplicaciones en tiempo

real.

Por último, y con el n de contemplar una situación más realista en donde

la zona intermedia debe considerarse más bien semitransparente y no tanto

difusiva, desarrollamos un código de Monte Carlo que provee información

21
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

sobre los tiempos de vuelo de los fotones, la cantidad de colisiones que

sufren en el interior del medio estudiado y las distancias que recorren en

cada una de las capas, entre otros datos. Este mecanismo provee, por un

lado, información imposible de obtener por la vía experimental, y por otro,

permite un análisis más detallado y exhaustivo de la propagación de la luz

en medios que no pueden considerarse completamente difusivos.

22
Capítulo 2

Fundamentos teóricos
El estudio de la propagación de la luz en medios turbios requiere, en pri-

mer lugar, establecer qué clase de medios se comportan como tales y qué

parámetros denen dicho comportamiento. Una vez establecidas estas de-

niciones es posible hacer uso de ellas para analizar de qué manera la

radiación ingresa a un medio turbio, qué tipos de interacciones se produ-

cen en su interior, qué información se recupera a la salida y cómo puede

interpretarse para obtener conclusiones acerca del sistema estudiado. Una

de las cantidades más comúnmente utilizadas en estos casos es la distribu-

ción de los tiempos de vuelo de los fotones, cuyo análisis se detalla sobre

el nal de este Capítulo.

23
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

2.1. Medios turbios

2.1.1. Denición

Se dice que un medio es ópticamente turbio cuando la radiación que se pro-

paga en su interior no lo hace de forma directa, sino que es continuamente

dispersada en direcciones diferentes a la de incidencia. Esto se debe a que

el medio turbio se encuentra constituido por pequeñas partículas disper-

soras de posiciones aleatorias y, en muchos casos, variables en el tiempo.

Como se verá más adelante (Sección 2.4), las características de este tipo

de problemas hacen que su análisis a través de las ecuaciones de Max-

well sea elevadamente complicado, por lo que resulta necesario recurrir a

consideraciones de origen más bien heurístico.

2.1.2. Propiedades ópticas de los medios turbios

La propagación de luz en un medio turbio se encuentra determinada por los

parámetros ópticos que lo caracterizan. Estos, a saber, son cuatro: absor-

ción, scattering, anisotropía e índice de refracción. En lo que sigue conside-

raremos solo el scattering elástico, es decir que los eventos de dispersión no

alteran energéticamente a los fotones, sino que solamente se ve inuenciada

24
2.1. MEDIOS TURBIOS

su dirección de propagación. La energía absorbida por el medio se pierde por

completo. Por último, también supondremos que el medio es completamen-

te homogéneo o, en todo caso, homogéneo en regiones los sucientemente

extensas y bien denidas, y que sus constituyentes no interactúan entre sí.

2.1.2.1. Absorción

La Figura 2.1 esquematiza una situación en la que un haz de radiación

infrarroja de intensidad especíca I (x) (potencia por unidad de área y án-

gulo sólido) ingresa en una porción innitesimal de medio turbio de espesor

dx, constituido solo por pequeñas partículas absorbentes de sección ecaz


σa . Si na es el número de absorbentes por unidad de volumen, la variación
en la intensidad especíca al atravesar el medio es [44]:

dI (x) = −na σa I (x) dx = −µa I (x) dx, (2.1)

en donde hemos reemplazado na σa por el coeciente de absorción µa , que

tiene unidades recíprocas de distancia y que expresa la probabilidad por

unidad de longitud de que un fotón sea absorbido. La intensidad de la

radiación, como es de esperar, se reduce al atravesar el medio.

25
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

Figura 2.1: Radiación absorbida dentro de una porción innitesimal de medio turbio
de espesor dx, con na centros absorbentes por unidad de volumen, cada uno de sección
ecaz σa .

2.1.2.2. Scattering

Si ahora suponemos que el medio de la Figura 2.1 también consta de ns

centros dispersores de la radiación, cada uno de sección ecaz σs (Figura

2.2), la ecuación (2.1) debe modicarse de la siguiente manera:

dI (x) = − (na σa + ns σs ) I (x) dx = − (µa + µs ) I (x) dx = −µt I (x) dx,


(2.2)

en donde hemos reemplazado ns σs por el coeciente de scattering µs , que

al igual que µa tiene unidades recíprocas de distancia y que indica la pro-

26
2.1. MEDIOS TURBIOS

babilidad por unidad de longitud de que un fotón sea dispersado. El factor

µt = µa + µs se denomina coeciente de extinción. A diferencia del caso


anterior, ahora los fotones no se propagan en forma rectilínea, sino que

recorren caminos aleatorios que dependen de la cantidad de eventos de

scattering que se produzcan y de la dirección en la que dichos fotones sean

dispersados.

Figura 2.2: Radiación absorbida y dispersada dentro de una porción innitesimal


de medio turbio de espesor dx con na centros absorbentes por unidad de volumen y ns
dispersores por unidad de volumen, cada uno de sección ecaz σa y σs , respectivamente.

2.1.2.3. Anisotropía

Si un fotón incide sobre un centro dispersor según la dirección ŝ, la proba-

bilidad de que emerja en una dirección ŝ0 diferente se calcula mediante la

función de fase p (ŝ, ŝ0 ) tal que [45]:

27
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

Figura 2.3: Relación entre la dirección de incidencia de un fotón, ŝ, la dirección de


scattering al colisionar con un centro dispersor, ŝ0 , y el ángulo de scattering entre ambas,
θ.

ˆ ˆ
0 µs
p (ŝ, ŝ ) dΩ = p (ŝ, ŝ0 ) dΩ0 = 4π . (2.3)
4π 4π µt

Considerando luz no polarizada y dispersión isótropa, la función de fase

depende solamente del ángulo de scattering θ, que es el ángulo entre las

direcciones ŝ y ŝ0 ; es decir, p (ŝ, ŝ0 ) = p (θ) (Figura 2.3). El valor medio

del coseno de dicho ángulo viene dado por:

´
4π´p (θ) cos θdΩ
hcos θi = = g, (2.4)
4π p (θ) dΩ

siendo g el denominado factor de anisotropía. De la expresión (2.4) puede

28
2.1. MEDIOS TURBIOS

verse que, si g = 0, el scattering es completamente isótropo, mientras que

si g = 1, el scattering es completamente direccionado hacia adelante. En la

mayoría de los casos de interés se utiliza la función de Henyey-Greenstein

(Sección 2.4.1).

Existe, además, un parámetro relacionado con el coeciente de scattering

µs y con el factor de anisotropía g , llamado coeciente de scattering redu-


cido, µ0s ; dicha cantidad se calcula como sigue:

µ0s = µs (1 − g) . (2.5)

Este parámetro es un indicador de la distancia que debe penetrar la ra-

diación dentro del medio para que la dispersión se vuelva completamente

isótropa.

2.1.2.4. Índice de refracción

Es bien sabido que la luz se refracta al atravesar una interfase entre dos

medios diferentes. Esto se debe a que la velocidad de las ondas electromag-

néticas depende del índice de refracción n del medio en el cual se propagan.

29
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

Su dirección de propagación, por consiguiente, se ve afectada al atravesar

una interfase formada por dos medios con distintos índices de refracción;

este fenómeno puede ser tenido en cuenta mediante la ley de Snell. Asi-

mismo, debido a la existencia de dicha interfase se producen reexiones y

transmisiones; el balance de energía correspondiente a estos dos fenóneme-

nos puede ser descripto por medio de los coecientes de Fresnel [46].

2.1.2.5. Propiedades ópticas de los tejidos biológicos

Los parámetros ópticos detallados en los párrafos anteriores presentan va-

riaciones que dependen del tipo de tejido estudiado y de la longitud de onda

utilizada para las mediciones, entre otros factores. En medios altamente di-

fusivos, los parámetros ópticos que denen completamente la absorción y el

scattering son µa y µ0s ; algunos valores típicos se detallan en el Cuadro 2.1.

En cuanto a los parámetros restantes, el índice de refracción toma valores

que van desde n =1.33 para el agua (componente principal de la mayoría

de los órganos humanos) hasta n =1.6 para la melanina de la piel [38],

mientras que el factor de anisotropía oscila en el rango comprendido entre

g =0.6 y g =0.98 [47]. En este trabajo utilizamos valores de n y g de 1.33


y 0.8, respectivamente, salvo casos puntuales en los que especicamos lo

que corresponda.

30
2.2. GEOMETRÍAS DE MEDICIÓN

Cuadro 2.1: Tejidos biológicos y sus propiedades ópticas para diferentes longitudes
de onda [38].
Tejido λ (nm) µa (mm−1 ) µ0s (mm−1 )
Brazo 700 0.009 0.814
Piel 700 0.038 2.87
Cráneo 849 0.05 0.9
Mama femenina 753 0.0046 0.89
Esófago (in vitro ) 633 0.04 1.2

2.2. Geometrías de medición

Cuando la radiación incide sobre la supercie de un medio turbio, además

de la reexión especular debida al cambio de índice de refracción, se produ-

ce una reexión difusa y, de ser dicho medio de espesor acotado, también

se produce una transmisión difusa. En ambos casos es posible estudiar la

cantidad de luz reemitida por el medio: si se ubica el detector del mismo

lado que la fuente, se mide la reectancia ; si se ubica del lado opuesto, se

mide la transmitancia. Este hecho demuestra que existen diferentes geome-

trías mediante las cuales es posible atacar el problema de la difusión de la

luz en los medios turbios. A continuación detallamos las más comunes.

31
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

Medio innito (Figura 2.4a): se trata del problema fundamental (equiva-

lente a carecer de condiciones de contorno) en el que tanto fuente como

detector se encuentran en el interior del medio. La radiación es emitida por

la fuente, se propaga dentro del medio y es colectada por el detector. Si bien

es el problema más sencillo de resolver, tiene poca aplicación práctica, ya

que su implementación se torna imposible en tejidos biológicos, siempre y

cuando tengamos en mente la no invasividad en tejidos como una ventaja.

Medio semiinnito (Figura 2.4b): en este caso el medio se encuentra semi-

acotado, es decir, posee una cara sobre la cual se ubican fuente y detector.

La luz ingresa al medio turbio, es dispersada en su interior y parte de la

misma es reejada en forma difusa, luego de lo cual es colectada por el

detector. Evidentemente, solo es posible estudiar esta geometría por medio

de técnicas de reectancia. Si el espesor del medio estudiado es muy gran-

de, esta es la única geometría aplicable; tal es el caso, por ejemplo, de la

cabeza o el cuello humanos.

Bloque o slab (Figura 2.4c): aquí el medio turbio posee una cara de entra-

da y otra distinta de salida de la radiación. Este tipo de geometrías puede

observarse, por ejemplo, en la compresión de mamas para análisis tomográ-

cos. En este caso es posible realizar estudios tanto de transmitancia como

de reectancia. Si la distancia entre fuente y detector es mucho menor que

32
2.2. GEOMETRÍAS DE MEDICIÓN

las dimensiones laterales del medio turbio, las mismas pueden considerar-

se de extensión innita. Esta aproximación permite ignorar los efectos de

borde y, de esta manera, simplicar los cálculos.

Figura 2.4: Geometrías típicas utilizadas en la medición de las propiedades ópticas de


los medios turbios: (a) medio innito; (b) medio semiinnito; (c) bloque o slab .

Otras geometrías no tan comunes son la esférica, la cilíndrica y combinacio-

nes de todas estas. Naturalmente, en la práctica aparecen geometrías más

complejas, que en general no cuentan con propiedades de simetría tan favo-

rables; sin embargo, en muchas situaciones estas pueden reducirse a alguno

de los casos detallados anteriormente. De particular interés para nosotros

es la geometría cilíndrica, sobre la que hablaremos con mayor detenimiento

en la Sección 2.4.2.2.

33
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

2.3. Fuentes de radiación

En cuanto a la fuente de radiación, sus características permiten hacer tres

distinciones: fuente de onda continua (continuous wave, CW) [48,49], fuen-

te resuelta en el dominio de frecuencias (frecuency domain ) [50] y fuente

resuelta en el tiempo (time resolved ) [51].

Con fuentes de onda continua es posible analizar la radiación reejada o

transmitida por un medio turbio, solo como función de la distancia al eje

denido por la dirección de propagación de la luz emitida por la fuente.

Una de las grandes ventajas de este tipo de fuentes es que, en general,

requiere menos equipamiento y más barato que en los otros dos casos. Sin

embargo, en la correspondiente expresión teórica, los parámetros ópticos µa

y µ0s aparecen multiplicados entre sí, hecho que da lugar a una innidad de

combinaciones capaces de satisfacer la misma curva experimental; luego, la

recuperación de ambas cantidades de forma independiente no es posible en

este caso. Aún así, en lo que respecta a detección y ubicación de inclusiones

absorbentes y relativamente superciales, esta técnica se presenta como una

opción robusta, según hemos podido demostrar, por ejemplo, en el trabajo

de la Ref. [7].

En el segundo caso se hace uso de una fuente de intensidad y fase mo-

34
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

duladas; la radiación detectada a cualquier distancia del eje óptico posee

tanto un corrimiento de dicha fase como una variación en la intensidad res-

pecto de la fuente. Estas características permiten recuperar los parámetros

ópticos del medio bajo estudio de forma independiente.

En particular, este trabajo se basa en el uso de mediciones resueltas en el

tiempo, para determinar los tiempos de vuelo de los fotones emitidos por

un láser pulsado al atravesar los medios turbios estudiados1 . Los pulsos

recuperados presentan un ensanchamiento, a partir del cual pueden obte-

nerse, también de forma independiente, los coecientes de absorción y de

scattering reducido que caracterizan al medio en cuestión.

2.4. Consideraciones analíticas


Existen dos maneras diferentes de describir matemáticamente la propaga-

ción de la luz en un medio turbio [47]. Por un lado, la teoría analítica hace

uso de las ecuaciones de Maxwell, que permiten tratar este problema co-

mo ondas electromagnéticas que se propagan en un medio de propiedades

dieléctricas uctuantes [44], para lo cual es necesario tener en cuenta la

1 Esinteresante notar que este enfoque puede reducirse al anterior mediante un análisis de Fourier
apropiado, y también incluye al caso de onda continua si calculamos la cantidad total de fotones
detectados mediante una integración en el tiempo.

35
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

naturaleza estadística del mismo. En principio, esta es la descripción fun-

damental, ya que incluye todos los efectos dieléctricos y de difracción. Sin

embargo, su complejidad matemática es muy elevada y su uso es limitado.

Por otro lado, la teoría de la transferencia radiativa describe el problema

mediante el ujo de energía a través del medio turbio estudiado. A pesar

de que su desarrollo es heurístico y carece del rigor matemático de la teoría

analítica, es aplicable a una gran variedad de problemas prácticos en ra-

mas como la Astrofísica, Física de la Atmósfera y Física Biológica, dando

resultados extremadamente precisos.

2.4.1. Ecuación de la transferencia radiativa


Si bien la expresión (2.2) resulta útil a la hora de introducir los coecientes

µa y µs , no representa de forma realista lo que ocurre con la radiación en


el interior de un medio turbio. En primer lugar, hemos ignorado la depen-

dencia temporal y direccional de la intensidad especíca, que pasaremos a

denotar como I (r, ŝ, t). En segundo lugar, la dependencia direccional da

cuenta de un nuevo fenómeno: la intensidad especíca aumenta debido a

que una parte de I (r, ŝ0 , t) incidente sobre el volumen innitesimal dV ,

proveniente de una dirección ŝ0 diferente y en un ángulo sólido dΩ0 , es dis-

persada en dirección ŝ y en un ángulo sólido dΩ (Figura 2.5). Esto, por

36
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

supuesto, es válido para todas las direcciones que contribuyen positivamen-

te con I (r, ŝ, t), por lo que, teniendo presente la cantidad total de centros

dispersores y absorbentes, podemos escribir [44]:

ˆ
µt
Iscat (r, ŝ, t) = p (ŝ, ŝ0 ) I (r, ŝ0 , t) dV dΩ0 , (2.6)
4π 4π

en donde p (ŝ, ŝ0 ), según lo explicado en la Sección 2.1.2.3, da cuenta de

la anisotropía del medio. Por último, en el caso más general podemos con-

siderar la presencia de una fuente de la forma ε (r, ŝ, t) dV , con lo que la

ecuación (2.2) se ve modicada de la siguiente manera:

1 ∂I (r, ŝ, t)
+ ŝ · ∇I (r, ŝ, t) = −µt I (r, ŝ, t) +
cn ∂t

ˆ
µt
+ p (ŝ, ŝ0 ) I (r, ŝ0 , t) dΩ0 + ε (r, ŝ, t) . (2.7)
4π 4π

37
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

Figura 2.5: La radiación ingresa en un volumen dV de medio turbio, en dirección ŝ0 y


dentro de un ángulo sólido innitesimal dΩ0 , es dispersada en la posición r respecto del
origen de coordenadas, y emerge en dirección ŝ y dentro de un ángulo sólido innitesimal
dΩ.

La ecuación (2.7) es la ecuación de la transferencia radiativa (Radiative

Transfer Equation, RTE), y constituye la forma más general de represen-

tar la propagación de la luz en un medio turbio [4, 44, 45, 47]. En esta

expresión, cn es la velocidad de la luz en el medio, si su índice de refracción

es n, y µt el coeciente de extinción denido en la Sección 2.1.2.2. En la

mayoría de los casos de interés práctico se utiliza para p (ŝ, ŝ0 ) la función de

Henyey-Greenstein [52], originalmente desarrollada para el tratamiento de

atmósferas estelares, pero que da una buena aproximación para la función

de fase en problemas relacionados con la óptica de los tejidos biológicos:

38
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS


W0 1 − g 2
p (θ) = , (2.8)
(1 + g 2 − 2g cos θ)3/2
en donde g es el valor medio del coseno del ángulo θ, según lo indicado por

la ecuación (2.3), mientras que la cantidad W0 = µs /µt se denomina albedo.

La función de Henyey-Greenstein indica que, para g = 0, la función de fase

es constante y el scattering es isótropo, mientras que para g → 1, p(θ) es

proporcional a una función delta y el scattering es altamente direccionado

hacia adelante.

La RTE posee una propiedad muy importante, que se cumple siempre y

cuando la fuente pueda considerarse puntual e isótropa [45]: si la cantidad

I (r, ŝ, t) |µa =0 es solución de la ecuación (2.7) para un medio no absorben-


te, entonces:

I (r, ŝ, t) = e−µa cn t I (r, ŝ, t) |µa =0 (2.9)

es solución de la misma ecuación, con µa independiente de r . Esta pro-

piedad hace posible el estudio de la transferencia radiativa en situaciones

donde µa no depende de la posición, y permite generalizar la solución uti-

lizando simplemente la relación (2.9).

39
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

2.4.2. Aproximación difusiva. Ecuación de la difusión

Si bien es posible encontrar soluciones que satisfacen la ecuación de la trans-

ferencia radiativa, estas suelen ser muy difíciles de obtener. En la mayoría

de los casos es necesario recurrir a técnicas numéricas o aproximaciones

analíticas. Uno de los métodos más utilizados para describir la propaga-

ción de fotones en un medio altamente difusivo es la aproximación difusiva

(Diusive Approximation, DA). Una vez que la radiación ingresa al medio

turbio, la intensidad puede suponerse constituida por una parte coherente

y otra difusa [44]:

I = Ic + Id . (2.10)

La intensidad coherente corresponde a la parte de la radiación que decrece

por scattering y absorción, mientras que la intensidad difusa corresponde

a la parte de la radiación que aumenta dentro del medio por efecto de la

difusión. La Figura 2.6a esquematiza la relación entre ambas cantidades.

En la aproximación difusiva es posible suponer que la intensidad difusa

encuentra una gran cantidad de obstáculos dentro del medio, por lo cual

es dispersada de forma prácticamente isótropa, haciendo que se distribu-

40
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

Figura 2.6: (a) Relación entre la intensidad coherente y la intensidad difusa. (b)
Intensidad difusa en la aproximación difusiva.

ya casi uniformemente en todas direcciones. La dependencia angular, sin

embargo, no puede ser constante, ya que si así fuera no habría propaga-

ción neta de energía. Por lo tanto, la intensidad difusa debe ser mayor en

la dirección del ujo neto que en la dirección opuesta. Esta condición se

escribe matemáticamente expandiendo Id en series de Taylor de ŝ0 · ŝf y

conservando los primeros términos (Figura 2.6b):

3
Id (r, ŝ, t) = Φ (r, t) + F d (r, t) · ŝ. (2.11)

Aquí, Φ (r, t) recibe el nombre de uencia, y representa el valor medio de

la intensidad difusa:

ˆ
1
Φ (r, t) = Id (r, ŝ, t) dΩ, (2.12)
4π 4π

41
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

mientras que F d es el vector de ujo difuso, cuya dirección viene dada por

ŝf :

ˆ
1
F d (r, t) = Fd (r, t) ŝf = Id (r, ŝ, t) ŝdΩ. (2.13)
4π 4π

Nótese que, si bien Φ y F d tienen las mismas unidades (potencia por uni-

dad de área), la primera es una cantidad escalar, mientras que la otra es

vectorial.

A esta altura podemos transformar la RTE en una ecuación de la difusión.

El procedimiento consiste en introducir las intensidades coherente y difusa

en la ecuación (2.7), y a su vez reemplazar Id por la aproximación (2.11).

Los pasos siguientes, si bien no son complicados, sí son algo engorrosos,

por lo que no los detallaremos aquí; para más información, el lector puede

dirigirse a la referencia [44]. Suponiendo que el medio no absorbe radiación

(µa = 0), que la función de fase depende solamente del ángulo entre las
direcciones ŝ y ŝ0 (expresión (2.8)), y que es aplicable la ley de Fick :


1 ∂F d (r, t)

cn µ0
 |F d (r, t)| , (2.14)
s ∂t

42
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

obtenemos la siguiente ecuación, previo reagrupamiento de los términos de

fuente:

 
1 ∂
D∇2 − Φ (r, t) = −Q (r, t) , (2.15)
cn ∂t

−1
siendo D = (3µ0s ) el coeciente de difusión. Si el medio presenta absor-

ción, el efecto de esta puede incorporarse en (2.15) mediante un término

sustractivo de la forma −µa Φ (r, t), con lo cual2 :

 
1 ∂
2
D∇ − − µa Φ (r, t) = −Q (r, t) . (2.16)
cn ∂t

2.4.2.1. Soluciones de la ecuación de la difusión para medios

homogéneos

La solución de la ecuación (2.16), que corresponde al caso representado en

la Figura 2.4a para una fuente puntual y unitaria, ubicada en r 0 y sumer-

gida en un medio de extensión innita, es:

2 En este último caso, el coeciente de difusión debería escribirse como D0 = [3 (µ0s + µa )]−1 . En
general, para medios poco absorbentes, µa  µ0s , por lo que la diferencia entre D y D0 es prácticamente
nula [45].

43
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

 
|r−r 0 |2
− 4Dcn t +µa cn t
cn e
Φ (r, t) = , (2.17)
4π (4πDcn t)3/2

cuando el detector se encuentra en la posición r . Como se mencionara con

anterioridad, este caso es de poco interés práctico y solo se muestra aquí

por completitud.

Cuando el medio es semiinnito resulta necesario considerar un poco más

detenidamente la naturaleza de la fuente. En las situaciones experimentales

más comunes, dicha fuente suele ser un haz láser, y no un punto matemá-

tico perfecto, como hemos supuesto hasta aquí. Sin embargo, teniendo en

cuenta la naturaleza difusiva del medio, podemos pensar sin mayores incon-

venientes que la radiación se vuelve isótropa a una profundidad z0 = 1/µ0s

de la supercie que limita al medio [53]; luego:

1
Q (r, t) = δ (x) δ (y) δ (z − z0 ) δ (t) . (2.18)

La condición de contorno requerida en este caso es Φ (0, t) = 0. Esto surge

de considerar el signicado de Φ: dado que la uencia representa el valor

medio de Id , y a su vez esta se origina en el interior del medio debido al

scattering múltiple que sufre la radiación por la presencia de incontables

44
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

Figura 2.7: Esquema para el cálculo de la reectancia en un medio semiinnito. Nótese


que z toma valores positivos por debajo de la supercie que limita al medio.

centros dispersores, es razonable suponer que fuera del medio Φ debe anu-

larse. Para que esta condición se cumpla, es necesario agregar una fuente

negativa e imaginaria a una distancia z0 por encima de la supercie del

medio (Figura 2.7). La solución de la ecuación (2.16) es, entonces3 :

(    )
(z−z0 )2 +ρ2 (z+z0 )2 +ρ2
cn − −
e−µa cn t × e , (2.19)
4Dcn t 4Dcn t
Φ (ρ, z, t) = 3/2
−e
(4πDcn t)

p
en donde ρ = x2 + y 2 representa la distancia entre la fuente y el detector
sobre el plano denido por la supercie del medio turbio. Si denimos el

eje óptico como la recta normal a la supercie sobre la que se coloca la


3 Generalmente se considera que el medio externo es aire, por lo tanto n1 ≈ 1 y n2 = n.

45
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

fuente, también podemos decir que ρ es la distancia del detector a dicho

eje.

Nuestro interés se centra, en particular, en la radiación que se reeja de

manera difusa dentro del medio y vuelve a la supercie z = 0. Para ello es

posible calcular la reectancia R (ρ, t):

ˆ
1
R (ρ, t) = [1 − Rf (γ)] ×
4π 2π

 
∂Φ (ρ, z, t)
× Φ (ρ, z, t) + 3D cos γ cos γdΩ, (2.20)
∂z z=0

siendo Rf (γ) el coeciente de Fresnel para radiación incidente con un án-

gulo γ respecto de la normal a la supercie. Reemplazando (2.19) en (2.20)

se obtiene, pues:

 
ρ2 +z0
2
− 4Dcn t +µa cn t
e
R (ρ, t) = . (2.21)
(4πDcn )3/2 z0 t5/2

La función R (ρ, t) puede interpretarse como la probabilidad de que un

fotón que ingresa al medio turbio en el origen y en el tiempo t = 0, emerja

46
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

en la supercie z = 0, en un tiempo t y a una distancia ρ del eje óptico, por

unidad de tiempo y por unidad de área. En la Figura 2.8 se observan algunas

grácas de esta función. Como puede apreciarse, se trata básicamente de

histogramas conformados por canales temporales, en cada uno de los cuales

se acumulan fotones a medida que van llegando al detector. Por dicho

motivo, este tipo de curvas reciben el nombre de distribuciones de tiempos

de vuelo (DTOFs).

Figura 2.8: Grácos de R (ρ, t) (normalizados y en escala logarítmica) para un medio


turbio homogéneo y semiinnito, con n =1.4. La distancia fuente-detector es ρ = 30 mm.
(a) Comparación entre diferentes valores de µa , con µ0s =1.0 mm−1 ; (b) comparación
entre diferentes valores de µ0s , con µa =0.003 mm−1 .

Volvamos a la expresión (2.21). Calculando el logaritmo natural de la re-

ectancia y derivando respecto del tiempo, se obtiene un resultado intere-

sante [53]:

47
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS


lı́m {ln [R (ρ, t)]} = −µa cn . (2.22)
t→∞ ∂t

Esta ecuación indica que el coeciente de absorción está directamente re-

lacionado con el anco descendente del pulso temporal. El coeciente de

scattering reducido, en cambio, puede obtenerse mediante el tiempo tmáx

para el cual R (ρ, t) alcanza su valor máximo, en cuyo caso la pendiente se

anula, dando lugar a la siguiente relación:

1
µ0s = 2 2
(2.23)

4µa c n t máx + 10cn t máx − µa .
3ρ2

La manera en la que estos parámetros modican a las DTOFs puede apre-

ciarse en la Figura 2.8. Así, un cambio en µa afecta principalmente el anco

descendente del histograma temporal (Figura 2.8a), mientras que un cam-

bio en µ0s tiene una inuencia mucho mayor en el anco ascendente y en la

posición del máximo (2.8b). Por último, notemos que las expresiones (2.22)

y (2.23) forman un sistema de ecuaciones a partir del cual es posible hallar

unívocamente los coecientes µa y µ0s . De esta manera, el medio homogéneo

semiinnito queda caracterizado por completo.

48
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

Si, en cambio, consideramos un slab de espesor s y de dimensiones laterales

innitamente extensas, es necesario hacer uso de la condición de contorno

de supercie extrapolada [45, 54]. Esta condición requiere que el valor me-

dio de Φ se anule en las dos supercies exteriores al medio, ubicadas a una

distancia ze = 2AD del mismo, siendo A un coeciente que da cuenta de

las reexiones de Fresnel en los límites físicos del slab [45]. Dicha situación

puede satisfacerse solo si se supone que existe no una única fuente del tipo

(2.18), sino una cantidad innita de ellas, tanto positivas como negativas,

dispuestas en forma de dipolos, separadas entre sí una distancia 2 (ze + z0 )

y sumergidas en un medio innito de propiedades ópticas idénticas a las

del slab. Según este esquema, Φ puede separarse en una parte debida a las

fuentes positivas (Φ+ ) y otra debida a las fuentes negativas (Φ− ). Teniendo

en cuenta estas consideraciones, luego de un poco de álgebra es posible

hallar una expresión resuelta en el tiempo para la reectancia R (ρ, t) en la

supercie z = 0 y otra para la transmitancia T (ρ, t) en la supercie z = s,

a una distancia ρ del eje óptico denido por la posición de la fuente física,

para un tiempo t y para cualquier ángulo de salida de la radiación [45]:

ρ2
 
− µa cn t+ 4Dc ∞  2 2

e n t X z3,m
− 4Dc −
z4,m
R (ρ, t) = − z3,m e nt − z
4,m e 4Dcn t , (2.24)
2 (4πDcn )3/2 t5/2 m=−∞

49
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

ρ2
 
− µa cn t+ 4Dc ∞  2 2

e n t X z1,m
− 4Dc −
z2,m
T (ρ, t) = − z1,m e nt − z
2,m e 4Dcn t , (2.25)
2 (4πDcn )3/2 t5/2 m=−∞

donde m es el orden del dipolo y z1,m , z2,m , z3,m y z4,m están dados por:

z1,m = s (1 − 2m) − 4mze − z0 , (2.26)

z2,m = s (1 − 2m) − (4m − 2) ze + z0 , (2.27)

z3,m = −2ms − 4mze − z0 , (2.28)

z4,m = −2ms − (4m − 2) ze + z0 . (2.29)

Las expresiones (2.24) y (2.25) poseen un signicado equivalente al de la

expresión (2.21), y representan, asimismo, las DTOFs de los fotones que

50
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

viajan a través del medio turbio. Por supuesto, cuando el espesor del slab

s → ∞, la diferencia entre (2.21) y (2.24) tiende a anularse.

2.4.2.2. Soluciones de la ecuación de la difusión para cilindros

multicapas

Si nuestro objetivo es estudiar la forma en la que la luz se propaga en un

medio como la cabeza humana, que presenta un alto grado de heterogenei-

dad en cuanto a constituyentes, la solución de la ecuación de la difusión

para medios homogéneos sirve de poco. En su lugar conviene hacer uso de

algún modelo que tenga en cuenta las diversas capas que la constituyen. El

modelo de cilindros multicapas de la Ref. [35] es una buena aproximación,

siempre y cuando trabajemos con distancias fuente-detector lo suciente-

mente pequeñas como para que la curvatura de la cabeza pueda conside-

rarse despreciable. Asimismo, dado que en tal medio los experimentos en

transmitancia son imposibles, podemos modicar el modelo para obtener

cilindros semiinnitos, en cuyo caso las expresiones analíticas resultantes

son más fáciles de trabajar.

Consideremos, pues, un cilindro de N capas y de radio R como el que se

muestra en la Figura 2.9. La capa j tiene propiedades ópticas µa,j y µ0s,j ,

índice de refracción nj y espesor lj , excepto para j = N , en cuyo caso la

51
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

Figura 2.9: Esquema del cilindro turbio de N capas a estudiar.

capa es semiinnita. El origen de coordenadas del sistema se encuentra en

el centro de la tapa superior del cilindro4 . Un haz de luz incide en el punto

(ρ, φ, z) = (0, 0, 0); recordando que la difusión se vuelve isótropa luego de


−1
recorrer una distancia z0 = µ0s,1 , podemos considerar que trabajamos

con una fuente puntual e isótropa ubicada en r 0 = (0, 0, z0 ).

A esta altura es conveniente expresar la ecuación de la difusión (2.16) en el

espacio de frecuencias5 (y en coordenadas cilíndricas) que, para la primera


4 Gracias
a esto nos olvidamos por completo de la dependencia angular de Φ y aprovechamos al
máximo las propiedades de simetría del problema.
5 Dado que, así, el acoplamiento entre las propiedades ópticas de cada capa se maniesta de manera

52
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

capa, resulta ser:

∂2 ∂2
   
1 ∂ µa,1 iω
+ + − + Φ (ρ, ω, z) =
∂ρ2 ρ ∂ρ ∂z 2 D1 D1 cn,1

1
=− δ (ρ) δ (z − z0 ) , (2.30)
D1 ρ

−1
en donde D1 = 3µ0s,1 es el coeciente de difusión de la primera capa,

cn,1 es la velocidad de la luz en la misma, y ω es la frecuencia de la fuente


modulada. Para las otras capas, la difusión queda descripta por ecuaciones

similares a la (2.30), salvo que carecen del término de fuente.

Aplicando la ya mentada condición de contorno de supercie extrapolada,

es posible hallar que la uencia se anula a una distancia zb,1 = 2AD1 de la

cara superior del cilindro, siendo A un factor que depende tanto del índice

de refracción del medio bajo estudio como del índice de refracción del am-

biente que lo rodea [45]. Utilizamos, pues, esta condición de contorno junto

con la siguiente transformada:

más directa.

53
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

ˆ REB
Φ (sk , ω, z) = ρΦ (ρ, ω, z) Jm (sk ρ) dρ, (2.31)
0

en donde Jm es la función de Bessel de primera especie y de orden m,

REB = R + zb,1 , y sk satisface la relación:

Jm (REB sk ) = 0, (2.32)

con k = 1, 2, 3... Aplicando la transformada (2.31) a la ecuación (2.30) se

obtiene una ecuación diferencial ordinaria en z :

∂2
 
1
− α 2
1 Φ (s k , ω, z) = − δ (z − z0 ) , (2.33)
∂z 2 D1

µa,1
siendo α12 = D1 + s2k + i D1ωcn,1 . La función de Green que satisface el sistema
completo es6 :


G1 (sk , ω, z) = A1 eα1 z + B1 e−α1 z + e−α|z−z0 |

2D1 α1 , 0 6 z < l1

. (2.34)
Gj (sk , ω, z) = Aj eαj z + Bj e−αj z

 lj−1 6 z < lj

6 Nótese que ahora j toma valores enteros a partir de 2.

54
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

Las condiciones de contorno que determinan las constantes A1 , B1 , A2 y

B2 son:

G1 (sk , ω, z = −zb,1 ) = 0, (2.35)

n2j+1 Gj (sk , ω, z = Lj ) = n2j Gj+1 (sk , ω, z = Lj ) , (2.36)



∂Gj (sk , ω, z) ∂Gj+1 (sk , ω, z)
Dj = Dj+1 , (2.37)
∂z
z=Lj ∂z
z=Lj

GN (sk , ω, z → ∞) = 0, (2.38)

Pj
con Lj = i=1 li , y j = 1, 2, ..., N . Luego de un poco de álgebra, encon-

tramos la función de Green para la primera capa:

e−α1 |z−z0 | − e−α1 [z+z0 +2zb,1 ]


G1 (sk , ω, z) = +
2D1 α1

sinh [α1 (z0 + zb,1 )] sinh [α1 (z + zb,1 )]


+ ×
D1 α1 eα1 (l1 +zb,1 )

55
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

D1 α1 n21 βN − D2 α2 n22 γN
× , (2.39)
D1 α1 n21 βN cosh [α1 (l1 + zb,1 )] − D2 α2 n22 γN sinh [α1 (l1 + zb,1 )]

En donde las cantidades βN y γN , que dependen del número de capas que

consideremos, toman la forma general:

βN = DN −1 αN −1 n2N −1 cosh (αN −1 lN −1 ) + DN αN n2N sinh (αN −1 lN −1 ) ,


(2.40)

γN = DN −1 αN −1 n2N −1 sinh (αN −1 lN −1 ) + DN αN n2N cosh (αN −1 lN −1 ) .


(2.41)

En particular, para dos capas (N = 2) estas ecuaciones no son necesarias,

y en lugar de ellas tenemos que β3 = γ3 = 1 [35], mientras que para tres

capas (N = 3):

β3 = D2 α2 n22 cosh (α2 l2 ) + D3 α3 n23 sinh (α2 l2 ) , (2.42)

γ3 = D2 α2 n22 sinh (α2 l2 ) + D3 α3 n23 cosh (α2 l2 ) . (2.43)

56
2.4. CONSIDERACIONES ANALÍTICAS

Estas expresiones son más fáciles de manejar que las correspondientes para

un medio cilíndrico axialmente nito, dado que no incluyen ningún término

dependiente del espesor de la última capa. Esto, por supuesto, constituye

un problema en el modelo de la referencia [35], dado que el factor αN lN

aparece como argumento de funciones hiperbólicas, las cuales asumiendo

propiedades ópticas típicas para tejidos biológicos divergen fácilmente

para valores de lN > 20 mm. En cuanto a las funciones de Green para el

resto de las capas, estas no revisten mayor interés para nosotros, pues no

intervienen en el cálculo de la reectancia sobre la supercie z = 0.

Ahora estamos en condiciones de pasar a la uencia resuelta en el tiempo,

para lo cual es necesario aplicar la transformada inversa de Fourier y la

transformada inversa nita de Hankel [55] a la expresión (2.39):

∞ ˆ ∞
1 X J0 (sk ρ)
Φ1 (r, t) = 2 2 2 G1 (sk , ω, z) eiωt dω. (2.44)
2π REB J1 (sk REB ) −∞
k=1

Por último, la reectancia R (ρ, t) en z = 0 y a una distancia ρ del eje

del cilindro puede obtenerse mediante la expresión (2.20); sin embargo, la

siguiente aproximación [56]:

Φ1 (ρ, z = 0, t)
R (ρ, t) = , (2.45)
2A
57
CAPÍTULO 2. FUNDAMENTOS TEÓRICOS

arroja resultados numéricamente similares, con la ventaja de que es ma-

temáticamente mucho más sencilla y, por este motivo, ayuda a reducir en

gran medida los tiempos de cálculo.

El modelo que acabamos de presentar dio origen al trabajo de la Ref. [57],

en donde hemos demostrado que, bajo ciertas condiciones, es posible recu-

perar las propiedades ópticas de la capa más profunda en sistemas de dos

y tres capas, utilizando fuentes resueltas en el tiempo mediante la congu-

ración de single-distance. Los pormenores experimentales y numéricos se

detallan en los próximos Capítulos.

58
Capítulo 3

Desarrollo experimental
Con el n de validar el modelo teórico descripto en la Sección 2.4.2.2, se lle-

vó a cabo una serie de experimentos en los que fue posible controlar, dentro

de cierto rango, los parámetros ópticos de los medios estudiados. Estos ex-

perimentos fueron realizados sobre fantomas, que son sustancias que emu-

lan las propiedades ópticas de los tejidos biológicos. Tanto la fabricación de

los fantomas como los experimentos sobre los mismos se llevaron adelante

en el Laboratorio de Óptica Biomédica del Instituto de Física Arroyo Seco

(IFAS), perteneciente al Centro de Investigaciones en Física e Ingeniería del

Centro de la Provincia de Buenos Aires (CIFICEN); y también en las ins-

talaciones del Physikalisch-Technische Bundesanstalt (PTB), en la ciudad

de Berlín, bajo la supervisión de los Drs. Dirk Grosenick, Rainer Macdo-

59
CAPÍTULO 3. DESARROLLO EXPERIMENTAL

nald y Heidrun Wabnitz, en el marco del proyecto binacional Argentina 

Alemania conanciado por el MinCyT (Argentina) y el BMBF (Alemania):

Near Infrared Spectroscopy for non-invasive detection and characterization

of biomarkers in Biological Tissue (NIRSBiT ), código ARG12 WTZ023.

A continuación, pues, se describen los fantomas y el equipamiento utiliza-

dos, así como también la adquisición y procesamiento de datos.

3.1. Fantomas
Un fantoma es un medio de propiedades ópticas en principio desconocidas,

pero bien denidas, preparado con el n de simular el comportamiento de

la luz dentro de un tejido biológico [5860]. Los fantomas pueden clasi-

carse en dos grandes ramas: sólidos y líquidos. Los primeros cuentan con

la ventaja de ser fáciles de seccionar y manipular, pero sus propiedades

ópticas no pueden variarse a voluntad in situ, sino que estas quedan ja-

das en el proceso de fabricación. Además, las mismas son susceptibles de

sufrir modicaciones debido a procesos de maquinado, ya sea por contami-

nación, sometimiento a altas temperaturas, etc. Los fantomas sólidos más

comúnmente utilizados son resinas plásticas como el Delrinr o el Grilonr .

Como variante de los fantomas sólidos es posible preparar resinas sintéti-

60
3.1. FANTOMAS

cas, como la resina epoxi, cargadas con absorbentes externos (como toner

de impresora o colorantes orgánicos), y agentes dispersores (como partí-

culas de dióxido de titanio en suspensión) [61, 62]. Si bien este método

permite regular las propiedades ópticas del fantoma, su fabricación resulta

altamente compleja.

Los fantomas líquidos son compuestos formados por soluciones acuosas que

contienen una sustancia absorbente y una sustancia grasosa cuyo n es ac-

tuar como agente dispersor [6366]. Naturalmente, estos fantomas son más

prácticos si se busca una manera fácil y rápida de variar las propiedades

ópticas, pero es necesario disponer de los recipientes adecuados para con-

tenerlos. Además, luego de preparados deben ser usados de forma más o

menos inmediata, ya que la solución pierde homogeneidad con el paso del

tiempo, y los componentes pueden alterarse si las condiciones ambienta-

les no son las adecuadas. Dicho problema puede atenuarse si se dispone

de un ambiente de temperatura controlada y si las mediciones se realizan

en tiempos relativamente cortos, procurando homogeneizar la mezcla entre

medida y medida. Este último tipo de fantomas también puede gelicarse

con el agregado de agar o agarosa [58]. La sustancia resultante presenta

las ventajas de un fantoma sólido típico, siendo posible, además, variar sus

propiedades ópticas de manera fácil y controlada durante su preparado.

61
CAPÍTULO 3. DESARROLLO EXPERIMENTAL

3.1.1. Preparación
En este trabajo se realizaron experimentos con dos tipos de fantomas: líqui-

dos y de agarosa. Para la preparación de los fantomas líquidos se utilizaron

los siguientes componentes:

agua destilada como portador;

leche entera como agente dispersor;

tinta china negra como agente absorbente (solución en agua destilada

de 1:1000).

La solución madre utilizada en todos los casos consistió en una mezcla de

agua y leche, de parámetros ópticos nominales, representativos de los teji-

dos biológicos típicos (µa ∼0.002 mm−1 , µ0s ∼1.0 mm−1 ), con las siguientes

proporciones:

1 medidaleche : 3 medidasagua .

Finalmente, en base a esta solución, se varió la concentración de tinta chi-

na para obtener diferentes valores de µa . La preparación de los fantomas

líquidos no requiere extrema precaución: siempre a temperatura ambiente,

se midieron los volúmenes necesarios de agua, leche y tinta utilizando vasos

62
3.1. FANTOMAS

de precipitado y jeringas, para luego mezclar y obtener las concentraciones

buscadas. Como recaudo adicional, la solución de tinta china utilizada fue

sumergida en un baño de ultrasonido durante unos quince minutos, pa-

ra garantizar la distribución uniforme de las partículas absorbentes en la

solución.

En el caso de los fantomas de agarosa, la elaboración consistió en disolver

la agarosa (un total de 2 %, en peso, con respecto al volumen de la solución

nal) en el volumen requerido de agua y calentar hasta una temperatura

de ∼95° C. Posteriormente se calentó el volumen necesario de leche hasta

aproximadamente 60° C y se mezcló con la solución de agua y agarosa.

Por último, se vertió en este preparado el volumen de tinta deseado y se

agitó el líquido resultante para asegurar su homogeneidad, esperando que

la temperatura disminuya hasta los 45° C, luego de lo cual se almacenó en

la heladera, en el recipiente que habría de utilizarse para las mediciones.

3.1.1.1. Fantoma de dos capas

El fantoma de dos capas preparado para estos experimentos consistió en

una combinación de un fantoma de agarosa y otro líquido, ambos conteni-

dos en la cubeta negra esquematizada en la Figura 3.1, de dimensiones 150

mm × 120 mm × 70 mm. El fantoma de agarosa se preparó primero, y de

63
CAPÍTULO 3. DESARROLLO EXPERIMENTAL

Figura 3.1: Esquema (fuera de escala) de la cubeta utilizada para las mediciones sobre
los fantomas multicapas.

tal forma que tuviera una altura de 10 mm (que es un valor razonable para

la totalidad de los tejidos que recubren el cerebro [6769]), colocándose en

la parte inferior de la misma (Figura 3.2), y posteriormente se vertió sobre

esta capa la mezcla líquida cuyas propiedades ópticas se desean obtener.

De esta manera, las bras de la fuente láser y del detector se colocaron

en la parte de abajo a la hora de realizar las mediciones sobre el sistema

completo, con lo que la capa líquida resultaba la última en ser accesible

para la radiación según esta conguración (ver Sección 3.2.2), pero a la vez

era fácilmente accesible desde la parte superior para poder modicar có-

modamente sus propiedades ópticas, brindando una adecuada versatilidad

al montaje experimental.

64
3.1. FANTOMAS

Figura 3.2: Cubeta negra con la capa de agarosa en su interior.

Figura 3.3: Molde para la medición de las propiedades ópticas de referencia del fan-
toma de agarosa a través de sendas mediciones homogéneas, en la modalidad de trans-
mitancia.

65
CAPÍTULO 3. DESARROLLO EXPERIMENTAL

Igualmente, con la misma solución utilizada para preparar la capa de aga-

rosa se fabricó otro fantoma, de geometría tipo slab, y se lo colocó en un

molde aparte (Figura 3.3), de 150 mm × 150 mm × 30 mm. Esto fue nece-

sario dado que nuestro algoritmo de ajuste requiere el conocimiento de las

propiedades ópticas de la capa supercial, cosa imposible de lograr en la

conguración presentada en la Figura 3.1, ya que en dicho caso el espesor

del fantoma de agarosa era demasiado reducido como para garantizar que

la propagación de la radiación se desarrollara en un régimen difusivo. En

la Sección 3.2.2 se dan más detalles al respecto.

Asimismo, las propiedades ópticas de la capa líquida se medían directa-

mente por reectancia desde la parte superior de la cubeta, una vez que la

solución de agua, leche y tinta se encontraba dentro del recipiente, conside-

rando a este medio como homogéneo y semiinnito. Dicho procedimiento

se repitió para cada concentración de tinta, y permitió obtener los valo-

res de referencia de los parámetros ópticos que habrían de ser comparados

posteriormente con los obtenidos en la conguración de dos capas.

Un esquema del arreglo experimental puede apreciarse en la Figura 3.6

(remitimos nuevamente a la Sección 3.2.2). Por otro lado, las propiedades

ópticas de las capas sólida y líquida pueden verse en los Cuadros 5.1 y 5.2,

respectivamente (Sección 5.1.1).

66
3.1. FANTOMAS

Figura 3.4: Cubeta negra con las dos capas sólidas en el fondo y la líquida arriba.
Las bras de entrada y salida se colocaban arriba (para las mediciones de reectancia
homogénea sobre el fantoma líquido) y abajo (para las mediciones sobre de reectancia
el sistema completo).

3.1.1.2. Fantoma de tres capas

El fantoma de tres capas se preparó de forma similar al de dos capas, y se

colocó en la misma cubeta de la Figura 3.1. Primeramente se vertió una

capa de agarosa, aún en estado líquido, hasta alcanzar una altura de 7

mm, y se esperó a que gelique. Una vez solidicado, se vertió la segunda

mezcla hasta completar los 12 mm de altura, y se volvió a esperar hasta

su solidicación. Finalmente, se colocó el líquido encima de las dos capas

previas, con lo que el sistema de tres capas quedó completo (Figuras 3.4 y

3.6).

67
CAPÍTULO 3. DESARROLLO EXPERIMENTAL

Al igual que en el caso del sistema de dos capas, fue necesario preparar

fantomas de agarosa separados a partir de las mismas mezclas utilizadas

para las dos primeras capas del fantoma de tres capas, con el n de medir

independientemente sus propiedades ópticas y utilizarlas como referencia

en el algoritmo de ajuste. Las propiedades ópticas resultantes de cada una

de las capas sólidas y de la líquida pueden verse en los Cuadros 5.3 y 5.4,

respectivamente.

3.2. Adquisición y procesamiento de datos

3.2.1. Conteo de fotones individuales correlacionados


temporalmente

El conteo de fotones individuales por correlación de tiempos (Time Corre-

lated Single Photon Counting, TCSPC) es una técnica que permite ana-

lizar señales luminosas cuando la intensidad de la radiación en estudio es

muy débil. Su principio de funcionamiento se basa en la detección de fo-

tones individuales provenientes de una señal periódica, la medición de sus

respectivos tiempos de detección, y la reconstrucción de los histogramas

temporales correspondientes [73].

68
3.2. ADQUISICIÓN Y PROCESAMIENTO DE DATOS

Figura 3.5: Principio de funcionamiento del TCSPC.

Una forma de visualizar el principio de funcionamiento del TCSPC se mues-

tra en la Figura 3.5. La fuente emite pulsos con una frecuencia de repetición

determinada, simultáneamente con una señal eléctrica de sincronismo que

inicia el reloj interno de la placa TCSPC; estadísticamente, se observa que

en muchos períodos no hay fotones detectados, mientras que en algunos

otros sí los hay. En este último caso, el tiempo de vuelo del fotón es me-

dido (se detiene el reloj de la placa) y almacenado en el canal de tiempo

correspondiente. Después de muchas repeticiones, resulta posible construir

un histograma de conteo de fotones, es decir, un gráco en el que se observa

la cantidad de fotones colectados en cada canal de tiempo, que constituye

69
CAPÍTULO 3. DESARROLLO EXPERIMENTAL

una reconstrucción del pulso ensanchado luego de viajar en el medio bajo

estudio.

3.2.2. Recuperación de las propiedades ópticas de me-


dios homogéneos y multicapas

Para la medición de las propiedades ópticas tanto de los fantomas homo-

géneos como de los multicapas se utilizó como fuente un láser pulsado

Spectra-Physics Mai Tai (ancho del pulso <100 fs, λ =780 nm, tasa de re-

petición de 80 MHz, potencia de 110 mW sobre la supercie del fantoma),

mientras que la detección se llevó a cabo mediante un fotomultiplicador

MCP PMT Hamamatsu R2809-11 (Hamamatsu Photonics K. K.) conecta-

do a un sistema TCSPC Becker&Hickl SPC-150 que reproducía las DTOFs

correspondientes, que constaban de 1024 canales temporales espaciados en

intervalos de 16.29 ps. Si bien la potencia del láser no representaba ningún

tipo de problema para las mediciones sobre fantomas, sí puede resultar ex-

cesiva para aplicaciones in vivo ; por este motivo, al nal de la Sección 5.3.2

damos una breve discusión al respecto.

En el caso de los fantomas homogéneos de agarosa, las propiedades ópticas

fueron medidas en la conguración de transmitancia, colocando las bras

70
3.2. ADQUISICIÓN Y PROCESAMIENTO DE DATOS

Figura 3.6: Esquema del arreglo experimental para la medición de las propiedades
ópticas de la capa líquida, tanto en la conguración homogénea como en la de dos y
tres capas.

de la fuente y del detector a cada lado del medio bajo estudio y colineales

entre sí. En el caso de los fantomas multicapas, ambas bras eran colocadas

en la parte inferior de la cubeta negra (Figura 3.6), con separaciones ρ entre

ellas de 20 mm, 30 mm y 40 mm; de esta manera, la radiación incidía sobre

las sucesivas capas sólidas, penetraba hacia el interior del medio líquido y,

eventualmente, los fotones que habrían de ser detectados regresaban por

reexión difusa hacia la zona de la bra de colección. De esta manera,

se adquirieron diez DTOFs por cada combinación de separación ρ y de

concentración de tinta.

71
CAPÍTULO 3. DESARROLLO EXPERIMENTAL

Por otro lado, como mencionáramos anteriormente, el coeciente de absor-

ción de la última capa fue modicado sucesivamente mediante el agregado

de tinta. La medición de las propiedades ópticas de referencia de dicha ca-

pa se llevó a cabo mediante la adquisición de DTOFs en la conguración

de reectancia para cada concentración de tinta, colocando las bras en la

parte superior de la cubeta negra.

La recuperación de las propiedades ópticas de la capa líquida en todas las

conguraciones aquí presentadas se realizó mediante un algoritmo de ajus-

te basado en el método de Levenberg-Marquardt [74] y escrito en Python.

De acuerdo al tipo de medio inspeccionado (fantomas homogéneos de aga-

rosa, fantoma líquido o fantomas multicapas) se incluyó en el algoritmo

de ajuste la expresión teórica correspondiente en cada caso. Así, para las

DTOFs adquiridas por transmitancia en los fantomas de agarosa, se utilizó

la Ec. (2.25); para las DTOFs adquiridas por reectancia en el fantoma

homogéneo líquido, se utilizó la Ec. (2.21); y por último, para las DTOFs

adquiridas por reectancia en los fantomas de dos y tres capas, se utilizó

la Ec. (2.45).

El funcionamiento de la rutina de ajuste se esquematiza en el diagrama de

ujo de la Figura 3.7. Como primer paso, se proponen valores iniciales de


 
(0) 0(0)
los parámetros ópticos a recuperar, µa,N , µs,N (siendo N = 1, N = 2

72
3.2. ADQUISICIÓN Y PROCESAMIENTO DE DATOS

Figura 3.7: Diagrama de ujo del procedimiento utilizado para recuperar las propie-
dades ópticas tanto de los fantomas homogéneos como de la última capa en los fantomas
de dos y tres capas.

73
CAPÍTULO 3. DESARROLLO EXPERIMENTAL

o N = 3 para DTOFs adquiridas en los sistemas homogéneos, de dos

capas o de tres capas, respectivamente). Con estos parámetros iniciales

se construye la correspondiente DTOF teórica y se convoluciona con la

función instrumento (o IRF, por Instrument Response Function ), que no

es otra cosa que la señal de respuesta del sistema compuesto por todos los

elementos o
pticos, electrónicos y mecánicos, en ausencia de los medios bajo

estudio; esto es necesario ya que las mediciones sobre los fantomas producen

DTOFs que arrastran la inuencia del sistema de medición, siendo dicha

inuencia una convolución [75]. Una vez convolucionados el pulso teórico

y la IRF, el método de ajuste propiamente dicho entra en acción haciendo

una comparación con el pulso experimental correspondiente y buscando los

parámetros ópticos µa,N , µ0s,N que minimicen la diferencia entre ambos.




Cuando la diferencia se hace menor que cierta tolerancia preestablecida por

el usuario, o cuando el algoritmo supera un cierto número de iteraciones,

este nalmente se detiene.

El problema de minimización al que nos enfrentamos es mal condicionado,

por lo que es posible que el espacio de parámetros estudiado presente no

uno sino varios mínimos locales. Por este motivo, las propiedades ópticas

µa,N , µ0s,N a recuperar se limitaron a un rango de valores compatibles con




las de los tejidos vivos [25,38,76]. En detalle, el coeciente de absorción fue

74
3.2. ADQUISICIÓN Y PROCESAMIENTO DE DATOS

limitado a un intervalo dado por 0.002 mm−1 6 µa,N 60.03 mm−1 , mien-

tras que el coeciente de scattering reducido fue limitado a un intervalo de

0.4 mm−1 < µ0s,N <2 mm−1 . También es necesario destacar, en el caso de

los experimentos sobre los fantomas multicapas, que los mismos eran para-

lelepípedos y no cilindros, como exige la teoría desarrollada en la Sección

2.4.2.2, por lo que para reducir al máximo los errores originados por esta

discrepancia, el radio del cilindro modelado según la expresión (2.45) tomó

valores lo sucientemente grandes como para que pueda considerarse un

medio innitamente extenso en el plano xy .

Por último y también siguiendo con el caso de los fantomas multicapas

debido al amplio rango de valores asociado con cada parámetro óptico, así

como también a los valores elevados tanto del radio del cilindro como de la

distancia interbra, resultó necesario tomar un número alto de frecuencias

(1024) y de ceros de Bessel (600) para construir DTOFs lo sucientemente

robustas a partir del modelo teórico (Ecs. (2.44) y (2.45)). Al igual que en el

caso experimental, en las DTOFs teóricas el intervalo temporal resultante

constaba de 1024 canales, cada uno con un ancho de 16.29 ps.

75
CAPÍTULO 3. DESARROLLO EXPERIMENTAL

76
Capítulo 4

Simulaciones de Monte
Carlo
Los métodos numéricos suelen presentarse como una alternativa al enfoque

experimental que reviste especial interés debido a que, en comparación,

presentan una alta facilidad de implementación, una gran versatilidad a la

hora de modelar distintos tipos de situaciones, y un costo en términos

nancieros bastante más reducido.

Los métodos numéricos más comúnmente utilizados en la Óptica de Medios

Turbios son el método de elementos nitos (Finite Element Method, FEM),

el método de las diferencias nitas (Finite Dierence Method, FDM) y el

77
CAPÍTULO 4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO

método de Monte Carlo (MC). En este trabajo utilizamos simulaciones

de Monte Carlo implementadas en placas grácas (Graphics Processing

Units, GPUs), para analizar la propagación de fotones en un medio turbio

compuesto por tres capas, con una capa intermedia de scattering variable,

es decir: o es lo sucientemente elevado como para que la aproximación

difusiva sea válida, o es lo sucientemente bajo como para que deje de serlo1 .

Este procedimiento nos permite, por un lado, complementar los resultados

experimentales de forma independiente (en el caso de las simulaciones sobre

el medio completamente difusivo), y por otro nos lleva a comprender si la

presencia de una región clara de extensión física sumamente acotada afecta

o no al transporte fotónico, y de afectarlo, cuán signicativo es este efecto.

4.1. Denición y usos del método de Monte


Carlo
Las simulaciones de MC se utilizan para describir y entender una gran va-

riedad de fenómenos físicos. Como no existe una única manera de describir


1 Nóteseque, en este último caso, las simulaciones de MC no son otra cosa que una solución de la
RTE (solución numérica, sí, pero solución al n), que no impone limitaciones sobre la geometría del
medio, el número de capas o las propiedades ópticas. En el primer caso, además, pueden considerarse
como una referencia para las soluciones obtenidas por medio del enfoque de la óptica difusa que
describiéramos en la Sección 2.4.2.

78
4.1. DEFINICIÓN Y USOS DEL MÉTODO DE MONTE CARLO

este método y sus aplicaciones a la óptica de medios turbios, hemos decidi-

do adoptar la siguiente denición [77,78]: una simulación de MC consiste en

la confección de un modelo estocástico en el cual el valor esperado de cierta

variable aleatoria (o la combinación de varias de ellas) se asocia al valor

de una cantidad física a determinar. Este valor es estimado mediante el

promedio de múltiples muestras independientes que representan la ya men-

cionada variable aleatoria. Para la construcción de una serie de muestras

independientes se utilizan números aleatorios que obedecen la distribución

de la variable a estimar.

Figura 4.1: Caminos fotónicos calculados mediante simulaciones de Monte Carlo. Los
puntos rojos y negros indican las posiciones de la fuente y del detector, respectivamen-
te. (a) Trayectoria de un único fotón en un medio turbio de µa =0.006 mm−1 , µs =5.0
mm−1 , n =1.4 y g =0.8; distancia fuente-detector: 25 mm. (b) Trayectorias de varios fo-
tones en un medio homogéneo con µa =0.01 mm−1 , µs =5.0 mm−1 , n =1.4 y g =0.8, con
una inclusión cilíndrica absorbente a 5 mm de profundidad; distancia fuente-detector:
20 mm.

79
CAPÍTULO 4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO

El método de MC ofrece una aproximación exible y a la vez rigurosa al

problema del transporte de fotones en medios turbios. En principio, es po-

sible calcular múltiples cantidades físicas, como por ejemplo tiempos de

vuelo, caminos libres medios e imágenes de transmitancia y reectancia en

CW, todo esto en tejidos homogéneos o multicapas de diferentes geome-

trías, y con la posibilidad de tener en cuenta la presencia de inclusiones

(Figura 4.1). Por supuesto, mientras más complejo sea el modelo que se

quiere construir, mayor resulta también la complejidad del código de pro-

gramación y el tiempo que invierte la simulación en devolver información

estadísticamente razonable (aunque este último problema puede reducirse

con el uso de GPUs, como se explica en la Sección 4.1.2).

4.1.1. Descripción del método


Las simulaciones de MC utilizadas en este trabajo consisten en la propa-

gación de haces de fotones innitamente estrechos que inciden de forma

perpendicular sobre la supercie de entrada de un medio turbio de tres ca-

pas semiacotado, colectándose sobre la cara de entrada la radiación difusa

reejada. Estos fotones son lanzados en paquetes a los que se asocia un

peso inicial determinado, W0 . Las reglas de propagación tienen en cuenta

la capacidad del medio en cuestión de absorber fotones (µa ) y de dispersar-

80
4.1. DEFINICIÓN Y USOS DEL MÉTODO DE MONTE CARLO

los (µs ), junto con el camino óptico recorrido entre colisión y colisión (n)

y la direccionalidad característica del sistema (g ). Dado que la situación

modelada en estos casos es mucho más general que la que surge mediante

la aproximación difusiva, resulta estrictamente necesario descartar el uso

de µ0s como parámetro fundamental para considerar, en cambio, µs y g por

separado.

Ahora bien, sea χ una variable física a calcular (por ejemplo, la longitud

del paso de un fotón o el ángulo en que se ve dispersado). Esta variable

obedece a una densidad de probabilidad p (χ) (no necesariamente uniforme)

que dene la distribución de valores de χ en un intervalo determinado [77].

Para simular la propagación, es deseable que χ tome valores a partir de

un generador de números aleatorios. Para ello, un generador de números

aleatorios provee una variable aleatoria ξ distribuida uniformemente en el

intervalo [0, 1). Esto signica que se establece una relación biyectiva entre

las distribuciones de probabilidad deseadas de χ y de ξ , es decir que a cada

valor de χ le corresponde uno de ξ , y viceversa.

Como ejemplo se detalla el cálculo del paso s de un fotón y de los ángu-

los azimutal, ψ , y cenital, θ, de dispersión (Figura 4.2). De acuerdo con

la denición del coeciente de extinción µt , la probabilidad por unidad de

longitud en el intervalo (s0 , s0 + ds0 ) de que un fotón interactúe (sea absor-

81
CAPÍTULO 4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO

Figura 4.2: Un fotón que se mueve en dirección ŝ colisiona, en el punto P , con un


centro dispersor, cambiando su dirección a ŝ0 y, por lo tanto, modicando su paso s y
los ángulos azimutal, ψ , y cenital, θ.

bido o dispersado) con el medio turbio viene dada por:

dP (s > s0 )
µt = − . (4.1)
P (s > s0 ) ds0

Reordenando esta expresión e integrando en el intervalo [0, s1 ] llegamos al

siguiente resultado:

P (s > s1 ) = e−µt s . (4.2)

A esta probabilidad puede asignársele el valor de la variable aleatoria ξ

mencionada líneas atrás, es decir: P (s > s1 ) = ξ . Luego, el cálculo del pa-

82
4.1. DEFINICIÓN Y USOS DEL MÉTODO DE MONTE CARLO

so del fotón se lleva a cabo despejando adecuadamente la expresión (4.2):

ln ξ
s1 = − . (4.3)
µt

Asimismo, el ángulo azimutal ψ , que se encuentra uniformemente distri-

buido en el intervalo [0, 2π), se obtiene de la siguiente manera:

ψ = 2πξ, (4.4)

ya que para este ángulo todas las direcciones son equivalentes. En cuanto

al ángulo cenital θ, necesitamos tener en cuenta que hcos θi debe satisfacer

la función de fase de Heyney-Greenstein (2.8), por lo tanto se cumple que:

   2 
2
1 1−g
 2g 1 + g 2 − 1−g+2gξ g 6= 0


cos θ = . (4.5)

2ξ − 1

g=0

Cada vez que se necesita calcular alguna de estas magnitudes, el código

recurre al generador de números aleatorios para obtener un valor nuevo de

la variable ξ . Una descripción más detallada de estos procedimientos puede

83
CAPÍTULO 4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO

encontrarse en la referencia [77].

El diagrama de ujo de la Figura 4.3 esquematiza la estructura del código

de MC utilizado en este trabajo, para el caso de un medio homogéneo y

sin inclusiones; la extensión al caso de un medio de tres capas es directo.

El programa comienza lanzando paquetes de fotones sobre la supercie de

entrada (z = 0) del medio, con un peso determinado W0 ; el paso inicial s

de los mismos es nulo, y su dirección de incidencia se encuentra orientada

hacia el interior del medio turbio y perpendicularmente a su supercie.

Posteriormente y mediante el uso de un número aleatorio, se actualizan

los valores de s, las direcciones de dispersión (mediante la función SPIN:

Scatter Photon Into New Trajectory) y se contabiliza la absorción sufrida

por el paquete reduciendo su peso.

A esta altura se inicializan las condiciones de continuación o corte del

programa. El paquete de fotones puede alcanzar alguno de los contornos,

en cuyo caso es necesario establecer si se producen reexiones de Fresnel,

o si escapa por la cara de entrada (reectancia difusa, z = 0) o por la de

salida (transmitancia difusa, z = espesor del slab ), y si es colectado por

el detector o no. En los dos últimos casos, el programa debe terminar con

el cálculo para este paquete. Si aún quedan fotones por correr, se vuelve a

producir todo el ciclo nuevamente, en caso contrario se da por terminada

84
4.1. DEFINICIÓN Y USOS DEL MÉTODO DE MONTE CARLO

Figura 4.3: Diagrama de ujo del código de MC utilizado en este trabajo, para el caso
de un medio homogéneo y sin inclusiones.

85
CAPÍTULO 4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO

la simulación.

También puede ocurrir que el peso del paquete se reduzca, antes de alcan-

zar alguno de los contornos, a un valor menor a un umbral previamente

establecido, Wth ; de ser así, es sometido a un proceso de ruleta, en el

cual interviene un nuevo número aleatorio. En este proceso el paquete pue-

de sobrevivir con un nuevo peso, o bien quedar completamente descartado,

en cuyo caso se evalúa si se trata del último paquete o si aún quedan fo-

tones por lanzar. Esto evita que se continúe el cálculo de la propagación

de los paquetes de fotones de peso despreciable2 , hecho que aumentaría los

tiempos de cálculo y la ineciencia del código.

4.1.2. Simulaciones de Monte Carlo implementadas


en placas grácas

Uno de los mayores inconvenientes de las simulaciones de MC es su alto cos-

to temporal. Durante mucho tiempo, los programas basados en el método

de MC se desarrollaron para funcionar en las unidades de procesamiento

central (Central Processing Units, CPU) de las computadoras. La forma

en que estos códigos están escritos solo permiten simular el lanzamiento de


2 Tal
es el caso de aquellos fotones que se alejan demasiado de la zona del detector y cuyo peso es
tan pequeño que la probabilidad de ser detectados es prácticamente nula.

86
4.1. DEFINICIÓN Y USOS DEL MÉTODO DE MONTE CARLO

fotones (o paquetes de fotones) de forma secuencial, es decir, los cálculos

para el fotón i+1 no comienzan hasta que no terminan los del fotón i. Para

cada fotón es necesario calcular, como se ha explicado previamente, la lon-

gitud de su paso por cada evento de scattering, su dirección, la reducción

de su peso, y evaluar diferentes condiciones de seguimiento y nalización

(sin contar que el medio puede ser inhomogéneo y contener inclusiones en

su interior); además, la cantidad de dispersiones que sufren los fotones en el

interior del medio turbio suele ser elevada (típicamente se producen varios

cientos de colisiones). Y, por supuesto, para mejorar la estadística de las

simulaciones, es necesario que la cantidad de fotones lanzados sea razona-

blemente elevada. Todo esto contribuye a aumentar de manera drástica el

tiempo de cómputo de las corridas, por lo que el usuario se encuentra con el

dilema de llevar dicho tiempo al menor valor posible, pero sin descuidar la

estadística de la simulación. Como dato adicional se puede agregar que una

simulación típica puede llevar horas, días o incluso semanas, dependiendo

del número de fotones lanzados, de los parámetros ópticos del medio, de su

complejidad geométrica y estructural, etc.

Es posible atenuar este problema con el uso de GPUs en lugar de CPUs.

Desde hace algunos años, los principales fabricantes de GPUs vienen desa-

rrollando herramientas que permiten a los programadores implementar sus

87
CAPÍTULO 4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO

programas en placas grácas en vez de los típicos microprocesadores. Las

ventajas de las GPUs frente a las CPUs son evidentes: desde sus orígenes

están preparadas para paralelizar el procesamiento de los datos; por lo tan-

to, todo programa paralelizable incrementa su eciencia al ejecutarse sobre

una placa gráca. Las simulaciones de MC para medios turbios constituyen

un ejemplo perfecto: dado que la historia de cada fotón es independiente

de la del resto, en lugar de programar lanzamientos secuenciales es posible

inicializar varios fotones en paralelo, reduciendo enormemente el tiempo de

cálculo.

Este trabajo hace uso de una tecnología denominada CUDATM (Compute

Unied Device Architecture), presentada por NVIDIAr en noviembre de

2006 como una arquitectura de computación paralela de propósito general

[79], que organiza los distintos niveles computacionales de las GPUs de

NVIDIAr con el objetivo de solucionar una gran cantidad de problemas

informáticos de manera más eciente que la dada por las CPUs.

Asimismo, CUDATM hace referencia tanto al compilador como al conjunto

de herramientas desarrollado por NVIDIAr que permiten codicar algo-

ritmos en placas grácas de dicha compañía. Si bien existe la posibilidad

de utilizar CUDATM con diferentes lenguajes de programación, el más co-

múnmente usado es C++, por lo que hemos decidido utilizar dicho lenguaje

88
4.1. DEFINICIÓN Y USOS DEL MÉTODO DE MONTE CARLO

en lo que a simulaciones de MC respecta. El modelo de programación en

CUDATM es como sigue. Se dispone de tres tipos de abstracciones claves:

una jerarquía de grupos de hilos (threads ), memorias compartidas y ba-

rreras de sincronización; estas abstracciones se presentan al programador

como un conjunto de extensiones del lenguaje de programación en uso.

Los threads, que ejecutan diferentes funciones denidas por el usuario, se

organizan en bloques (blocks ), que a su vez se agrupan en grillas (grids ).

La paralelización entra en juego al hacer uso de los threads, pues estos se

ejecutan en forma simultánea dentro de cada bloque. De esta manera se

obtiene una estructura escalable y anidada, que permite correr programas

altamente paralelizables. Los threads pertenecientes a un mismo bloque

también pueden ejecutarse de forma concurrente o serial, sin un orden es-

pecíco, e incluso pueden ser sincronizados (este tipo de implementaciones

también es aplicable a los bloques, aunque en este caso no hay posibilidad

de sincronización).

Como es de esperar, los tiempos de cálculo disminuyen notoriamente me-

diante el uso de GPUs. Así, resulta posible correr simulaciones de MC

lanzando 109 fotones en menos de una hora3 . Una característica en común

3 En un programa de CPU típico, dicha cantidad requiere unos 3 o 4 días de cómputo, es decir que
en este caso el tiempo de cálculo se reduce aproximadamente en dos órdenes de magnitud, aunque en
denitiva esta reducción depende del modelo de GPU utilizado.

89
CAPÍTULO 4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO

que poseen tanto las CPUs como las GPUs es que, como regla general,

al aumentar en un orden de magnitud la cantidad de fotones lanzados, el

tiempo de cálculo también aumenta en un orden de magnitud.

En este trabajo hacemos uso del código de la referencia [80], pero modi-

cado y adaptado a nuestras necesidades especícas, que corre sobre una

placa gráca NVIDIAr GTX480. En este caso, el kernel principal del pro-

grama es ejecutado muchas veces. Cada fotón es inicializado por un thread

especíco, que se encarga de llamar a diferentes funciones relacionadas con

la propagación del mismo dentro del medio turbio. Generalmente ocurre

que, dentro de una misma corrida, el fotón es terminado pero el hilo sigue

activo, de modo que, para evitar que permanezca ocioso (idle ), se le asig-

na el seguimiento de otro fotón. Finalmente, al terminar la corrida, todos

los fotones son nalizados y todos los hilos quedan inactivos, esperando la

siguiente llamada al kernel.

El código en cuestión permite el cálculo de DTOFs numéricas en medios

tanto homogéneos como multicapas, y devuelve la cantidad de fotones de-

tectados, la cantidad de colisiones que sufre cada fotón antes de llegar al

colector, el peso relativo que tiene al hacerlo y el camino que recorre en

cada capa; la utilidad de estas cantidades se verá con todo detalle en la

Sección 4.2.2.

90
4.2. SIMULACIONES REALIZADAS EN ESTE TRABAJO

4.2. Simulaciones realizadas en este trabajo

4.2.1. Medio de tres capas difusivo

Con el n de complementar los resultados experimentales referidos al

fantoma de tres capas mediante la validación del modelo teórico de for-

ma independiente a estos, se llevaron a cabo simulaciones de MC para cada

combinación de distancia interoptodo y de concentración de tinta. Además,

las simulaciones de MC cuentan con la ventaja de que es posible establecer

de forma exacta los parámetros ópticos y los espesores de cada capa, sin

las incertidumbres típicas asociadas al proceso de medición. En cada simu-

lación se lanzaron 2 × 1010 fotones, lo que requería un tiempo de cómputo

de entre 4 y 5 horas. Nuestro objetivo fue reproducir, de la forma más el

posible, todas las condiciones experimentales, a saber: el medio simulado

era lateralmente innito (comparado con su espesor y con las distancias

fuente-detector empleadas) para evitar la inuencia de los contornos, y to-

das las capas tenían los mismos espesores que las correspondientes capas de

agarosa (ver Cuadro 5.3); también se tuvo especial recaudo en reproducir

elmente el intervalo temporal y la cantidad total de canales de las DTOFs

experimentales.

91
CAPÍTULO 4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO

4.2.2. Medio de tres capas mixto

Hasta ahora no hemos hecho otra cosa más que suponer que la luz ingresa de

forma colimada al medio, y luego de recorrida cierta distancia, el scattering

se vuelve completamente isótropo. ¾Qué ocurre cuando hay zonas claras o

semiclaras dentro del mismo? ¾Cómo afecta la presencia de estas regiones

a la propagación difusa en su interior? ¾Cuán crítico es este efecto sobre

las DTOFs adquiridas durante el proceso de medición?

Si pretendemos modelar un sistema como la cabeza humana con cierto

grado de precisión, no podemos dejar de considerar la presencia del líquido

encefalorraquídeo (CSF), que se comporta ópticamente como una pelícu-

la delgada de baja absorción y bajo scattering [68, 7072]. En este caso

también se realizaron simulaciones de MC para cada combinación de sepa-

ración interbra y de concentración de tinta de la tercera capa, emulando

las condiciones de las simulaciones presentadas en la Sección precedente,

con la salvedad de que la segunda capa era semitransparente, con el n de

simular el uido cerebroespinal que se encuentra a mitad de camino entre

la zona exterior de la cabeza humana y el cerebro; los detalles se pueden

encontrar en la Sección 5.4.

Nuestro objetivo en este caso es comprender de qué manera la presencia

92
4.2. SIMULACIONES REALIZADAS EN ESTE TRABAJO

de una región semitransparente afecta a la propagación de la radiación

en un medio turbio, y qué diferencias surgen con respecto a un medio

completamente difusivo, justamente porque es en este tipo de situaciones

donde el método de Monte Carlo resulta valioso, dado que en principio

admite cualquier conjunto de propiedades ópticas. Para ello analizamos los

momentos estadísticos fotónicos que deniremos a continuación:

1. El momento estadístico de orden 0, que es sencillamente la cantidad

total Ntot de fotones detectados, y que puede obtenerse mediante la

suma de los pesos Wi de cada fotón i [32]:

X
Ntot = Wi . (4.6)
i

Nótese que la expresión (4.6) no devuelve valores enteros, como sería

de esperar en el conteo de fotones experimental; esto es una conse-

cuencia del modelo utilizado y no afecta los resultados posteriores.

2. El momento estadístico de orden 1 de las colisiones, que es la cantidad

de colisiones promedio que realizan los fotones durante su trayectoria

desde la fuente hacia el detector, y que se obtiene como el promedio

pesado de las colisiones de cada fotón, Ncol,i :

93
CAPÍTULO 4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO

P
i Ncol,i Wi
hNcol i = P . (4.7)
i W i

3. El momento estadístico de orden 1 de los caminos de los fotones en

cada capa, también llamados caminos parciales medios o MPPs (por

mean partial pathlengths [32]), que es el promedio pesado de los ca-

minos que recorren los fotones en cada capa j 4 :

P
i li,j Wi
M P Pj = hlj i = P . (4.8)
i W i

4. Por último, el momento estadístico de orden 1 de los caminos fotó-

nicos totales, que llamaremos MTPs (por mean total pathlengths ), y

que se calcula como la suma de los MPPs de cada capa:

X
M T P = hltot i = hlj i . (4.9)
j

Además de estos momentos, es posible hacer uso de las DTOFs generadas

y analizar, como ya se ha dicho, las similitudes y diferencias que aparecen

con respecto a la propagación de la luz en el medio de tres capas difusivo.

Esto nos permite, luego, inferir la factibilidad de la recuperación de las


4 Sibien aquí utilizamos el subíndice j para ofrecer una representación general, en nuestro caso
siempre se cumple que toma valores de 1 a 3.

94
4.2. SIMULACIONES REALIZADAS EN ESTE TRABAJO

propiedades ópticas de la tercera capa en el medio mixto, y de ser esto

viable, determinar en qué casos y bajo qué condiciones se puede lograr.

95
CAPÍTULO 4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO

96
Capítulo 5

Resultados y discusión
A continuación presentamos y analizamos los resultados de los experimen-

tos y las simulaciones descriptos en los Capítulos 3 y 4, respectivamente.

En relación con los resultados experimentales, listamos las propiedades óp-

ticas de referencia de los fantomas de agarosa y de las distintas soluciones

líquidas, tanto para el caso de dos capas como para el de tres capas, y pos-

teriormente analizamos el comportamiento de las DTOFs, medidas en los

sistemas compuestos, para cada concentración de tinta. Como paso siguien-

te nos centramos en la recuperación de las propiedades ópticas de la última

capa, tanto para el sistema de dos como para el de tres capas, aunque el

estudio exhaustivo se da exclusivamente para el último caso.

97
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Con respecto a los resultados de las simulaciones numéricas, nos enfoca-

mos únicamente en el sistema de tres capas, en cuyo caso presentamos,

primero, algunos ejemplos de recuperación de los parámetros ópticos de la

más profunda, y luego nos dedicamos a discutir la situación en la que la

segunda de ellas no es turbia, sino semitransparente, lo que da origen a

una serie de comparaciones entre los momentos estadísticos fotónicos de

cada caso. Para nalizar, cerramos el Capítulo con una discusión sobre la

recuperación de los coecientes de absorción y de scattering reducido de la

tercera capa en este último tipo de medio.

5.1. Parámetros de referencia de los fantomas


resultantes

5.1.1. Fantoma de dos capas

El espesor y las propiedades ópticas de la capa de agarosa del fantoma de

dos capas se muestran en el Cuadro 5.1. Asimismo, el Cuadro 5.2 presenta

las propiedades ópticas de la capa líquida, para cada concentración de tinta,

medidas en forma directa. La primera solución líquida carecía por completo

de tinta; a esta solución se le fue agregando tinta de manera que las con-

98
5.1. PARÁMETROS DE REFERENCIA DE LOS FANTOMAS . . .

centraciones, en los tres primeros casos, estuvieran distanciadas en pasos

de 0.8 ml/l, dando como resultado un incremento en µa,3 de ∼ 5 × 10−4

mm−1 . El paso de las últimas tres concentraciones de tinta fue de 3.2 ml/l,

lo que se reejó en una variación de µa,3 de ∼ 2 × 10−3 mm−1 .

Obsérvese, en el caso de la capa líquida, que µ0s,2 disminuyó a pesar de que la

concentración de leche se mantuvo constante; este comportamiento tiene su

origen en el agregado de tinta1 , lo que implica que, en este tipo de fantomas,

se hace imposible variar los parámetros ópticos con total independencia. De

todos modos, la diferencia entre el mayor y el menor valor del coeciente

de scattering reducido ronda el 6 %, por lo que, para los hechos prácticos,

podemos armar que se mantuvo constante. También es posible notar que

µ0s,1 es menor que µ0s,2 en un 27 %; esta diferencia notoria es atribuible a


la presencia de agarosa en la primera capa y puede explicarse utilizando

el mismo razonamiento que el empleado para la disminución de µ0s,2 con el

agregado de tinta.

Cuadro 5.1: Propiedades ópticas de la capa sólida del fantoma de dos capas.
d (mm) µa,1 (mm−1 ) µ0s,1 (mm−1 )
8±1 0.00201±3 × 10−5 0.729±6 × 10−3

1 De hecho, sospechamos que el agregado de tinta favorece el aglutinamiento de las partículas en


suspensión, aumentando de esta manera su tamaño efectivo; esto conlleva un aumento en el factor de
anisotropía g y, por consiguiente, una disminución en µ0s (Ec. (2.5)).

99
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Cuadro 5.2: Propiedades ópticas de la capa líquida del fantoma de dos capas.
Concentración de tinta (ml/l) µa,2 (mm−1 ) µ0s,2 (mm−1 )
0.0 (sin tinta) 0.00248±1 × 10−5 1.004±5 × 10−3
0.8±0.1 0.00294×1 × 10−5 0.999±3 × 10−3
1.6±0.1 0.00341±1 × 10−5 0.995±5 × 10−3
4.8±0.1 0.00526±3 × 10−5 0.977±6 × 10−3
8.0±0.1 0.00711±4 × 10−5 0.960±9 × 10−3
11.2±0.1 0.00896±5 × 10−5 0.942×6 × 10−3

5.1.2. Fantoma de tres capas

Los espesores y las propiedades ópticas de las capas de agarosa del fanto-

ma de tres capas se muestran en el Cuadro 5.3. Nótese que, si bien ambas

capas fueron preparadas con la misma concentración de agua y leche, con

el propósito de mantener µ0s constante, el resultado nal fue µ0s,1 6= µ0s,2 .

Esta pequeña discrepancia se debió probablemente a las diferentes concen-

traciones de tinta en cada mezcla.

Cuadro 5.3: Propiedades ópticas de las capas sólidas del fantoma de tres capas.
Capa d (mm) µa (mm−1 ) µ0s (mm−1 )
1 5±0.1 0.00311±2 × 10−5 0.789±5 × 10−3
2 3±0.1 0.00447±4 × 10−5 0.719±7 × 10−3

En el Cuadro 5.4 se muestran las propiedades ópticas de la capa líquida

para cada concentración de tinta. El protocolo utilizado para la variación

100
5.2. ANÁLISIS DE LAS DTOFS

del coeciente de absorción de esta capa fue idéntico al del caso de dos

capas: partimos de una solución sin tinta, variando sucesivamente la con-

centración de la misma en seis pasos, tal cual se detalla en la Sección previa.

La variación en µ0s,3 para las diferentes concentraciones de tinta dio lugar

a una diferencia relativa del 7 %, por lo que concluimos que se mantuvo

prácticamente constante.

Cuadro 5.4: Propiedades ópticas de la capa líquida del fantoma de tres capas.
Concentración de tinta (ml/l) µa,3 (mm−1 ) µ0s,3 (mm−1 )
0.0 (sin tinta) 0.00252±1 × 10−5 0.904±4 × 10−3
0.8±0.1 0.00299±1 × 10−5 0.918±5 × 10−3
1.6±0.1 0.00347±1 × 10−5 0.904±5 × 10−3
4.8±0.1 0.00535±3 × 10−5 0.874±8 × 10−3
8.0±0.1 0.00736±4 × 10−5 0.886±6 × 10−3
11.2±0.1 0.00919±5 × 10−5 0.861±6 × 10−3

5.2. Análisis de las DTOFs


Como paso previo a la recuperación de las propiedades ópticas de la capa

profunda, resulta de interés llevar adelante un análisis de las DTOFs ad-

quiridas por mediciones en cada uno de los medios estudiados, para cada

distancia interoptodo y para cada concentración de tinta. La utilidad de

este procedimiento radica en que se puede obtener información cualitativa

101
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

y a priori sobre los efectos que pueden provocar los cambios de absorción

en los histogramas temporales, lo que ayuda a predecir en qué condiciones

el algoritmo de recuperación se verá más exigido.

5.2.1. Fantoma de dos capas


Las Figuras 5.1a-c muestran las distintas DTOFs medidas en el fantoma de

dos capas, para todas las concentraciones de tinta y para todas las distan-

cias fuente-detector. Es posible apreciar que la absorción de la segunda capa

afecta principalmente el anco descendente de las DTOFs más que el ascen-

dente, conforme lo explicado en la Sección 2.4.2.1 (Ec. 2.22); nótese también

que el efecto más brusco se produce para la distancia fuente-detector de 40

mm.

Dado que en los experimentos no nos concentramos en modicar el coe-

ciente de scattering reducido de la segunda capa, en la Figura 5.1d mostra-

mos DTOFs normalizadas (obtenidas mediante la Ec. (2.45) para el caso

N = 2) para dos valores bien diferentes de µ0s,2 , con ρ = 20 mm y ρ = 40


mm, y con un coeciente de absorción correspondiente a la cuarta concen-

tración de tinta, según se ilustra en el Cuadro 5.2. Aquí podemos obervar

que el cambio en µ0s,2 tiene un mayor efecto en el anco ascendente y, por

consiguiente, en la posición del máximo de las DTOFs, mientras que el

102
5.2. ANÁLISIS DE LAS DTOFS

Figura 5.1: Comparaciones entre las DTOFs medidas en el fantoma de dos capas,
normalizadas, para todas las concentraciones de tinta. a) ρ = 20 mm; b) ρ = 30 mm;
c) ρ = 40 mm. d) DTOFs teóricas para diferentes valores de µ0s,2 (µa,2 = 0,0053 mm−1 ,
correspondiente a una concentración de tinta de 4.8 ml/l).

anco descendente no sufre perturbaciones [53]; es decir, para una misma

distancia fuente-detector, las caídas de los pulsos se mantienen paralelas.

Del análisis previo es posible armar, en primera instancia, que los cambios

en las DTOFs producidos por la variación en la concentración de tinta son

lo sucientemente notorios como para que sea posible determinar las pro-

piedades ópticas de la segunda capa con un margen de error relativamente

pequeño.

103
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Figura 5.2: Comparaciones entre las DTOFs medidas en el fantoma de tres capas,
normalizadas, para todas las concentraciones de tinta. a) ρ = 20 mm; b) ρ = 30 mm;
c) ρ = 40 mm. d) DTOFs teóricas para diferentes valores de µ0,3 (µa,3 = 0,0054 mm−1 ,
correspondiente a una concentración de tinta de 4.8 ml/l).

5.2.2. Fantoma de tres capas

Las Figuras 5.2a-c muestran las distintas DTOFs medidas en el fantoma de

tres capas, para todas las concentraciones de tinta y para todas las distan-

cias fuente-detector. En este caso, al igual que en el anterior, la absorción de

la tercera capa también afecta principalmente el anco descendente de las

DTOFs más que el ascendente; de la misma manera, el efecto más brusco

se produce para la distancia fuente-detector de 40 mm.

104
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

La Figura 5.2d muestra, asimismo, comparaciones entre DTOFs téoricas

normalizadas (obtenidas mediante la ecuación (2.45) para N = 3) variando

el coeciente de scattering reducido de la tercera capa, con ρ = 20 mm y

ρ = 40 mm, y con un coeciente de absorción correspondiente a la cuarta


concentración de tinta, según se ilustra en el Cuadro 5.4. Aquí, la diferencia

con respecto al medio de dos capas es notable: las variaciones en µ0s,3 no solo

parecen no modicar el anco ascendente de las DTOFs, sino que afectan

exclusivamente, y de forma muy leve, el anco descendente de las mismas.

Este análisis nos permite inferir que, en el caso del fantoma de tres capas,

la recuperación de µ0s,3 constituye una tarea más ardua que la recuperación

de µa,3 .

5.3. Validación del modelo y del algoritmo de


ajuste

5.3.1. Experimentos en fantomas


5.3.1.1. Fantoma de dos capas

Como se mencionara en reiteradas ocasiones, existen diversos estudios en

la literatura sobre el modelo de medios disfusivos de dos capas [2831, 43,

105
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

81, 82], por lo que los resultados aquí presentados no tienen como objetivo

contribuir con material novedoso, sino aportar información relevante para

establecer comparaciones con los resultados correspondientes al caso, no tan

estudiado, del modelo de tres capas. Asimismo, un análisis más detallado

y exhaustivo sobre el método de ajuste, sus bondades y sus dicultades se

presentan en la Sección siguiente.

La Figura 5.3 muestra los coecientes de absorción y de scattering reduci-

dos, recuperados mediante el algoritmo de ajuste presentado en la Sección


 
(0) 0(0)
3.2.2. Los parámetros iniciales utilizados fueron µa,2 , µs,2 =(0.009,0.7)
mm−1 . La dependencia del comportamiento del algoritmo de ajuste con

los parámetros iniciales resultó más bien débil, por lo que no se presenta

aquí un estudio minucioso al respecto (sin embargo, esto sí ha de tenerse

en cuenta para el caso del modelo de tres capas, por lo que en la Sec-

ción siguiente se muestra cómo la elección de dichos parámetros parece

ser crucial para la recuperación apropiada de las propiedades ópticas de la

última capa del fantoma de tres capas). Como referencia hemos gracado

también, mediante sendas curvas negras, los coecientes correspondientes

a cada concentración de tinta que se encuentran listados en el Cuadro 5.2.

En lo que respecta al coeciente de absorción (Figura 5.3a), vemos que,

para las primeras cuatro concentraciones de tinta, las distancias fuente-

106
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

Figura 5.3: Coecientes (a) de absorción y (b) de scattering reducido de la segunda


capa recuperados para cada distancia fuente-detector y para cada concentración de tinta
(ver Cuadro 5.2). La curva negra representa los valores de referencia. Los parámetros
iniciales utilizados fueron µa,2 , µ0s,2 =(0.009,0.7) mm−1 .


detector ρ = 20 mm y ρ = 30 mm devuelven los valores más cercanos

a los verdaderos. En cambio, para las últimas concentraciones de tinta,

la distancia ρ = 40 mm es la que mejor se comporta, mientras que para

ρ = 20 mm los valores recuperados sobreestiman a los verdaderos (con una


diferencia de hasta un 33 % para la última concentración de tinta), y para

ρ = 30 mm los subestiman.

La recuperación del coeciente de scattering reducido, representada en la

Figura 5.3b, parece ser una tarea algo más dicultosa. Para ρ = 20 mm,

todos los valores de µ0s,2 recuperados se encuentran un 20 % por debajo de

los valores verdaderos. Para ρ = 30 mm, en cambio, es posible reproducir

con buena precisión estos valores, si nos limitamos a las primeras cuatro

107
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Figura 5.4: Caminos fotónicos, generados por simulaciones de Monte Carlo, en un


medio homogéneo semiinnito, en la conguración de reectancia, con ρ =30 mm,
µ0s = 1 mm−1 , n =1.4, y diferentes coecientes de absorción. (a) µa =0.003 mm−1 ; (b)
µa =0.01 mm−1 .

concentraciones de tinta, luego de lo cual los coecientes recuperados siguen

la tendencia de aquellos correspondientes a ρ = 20 mm. Es aquí cuando

toma relevancia la separación ρ = 40 mm, posicionándose más cerca de los

valores verdaderos que las otras dos.

Según se aprecia en este análisis, el comportamiento del algoritmo de ajuste

para cada distancia interoptodo y para cada concentración de tinta pare-

ce estar íntimamente relacionado con la capacidad de penetración de los

fotones en el medio estudiado. Para bajas concentraciones de tinta, la can-

tidad de fotones detectados que inspeccionan zonas profundas es mayor

que para altas concentraciones de tinta, por lo cual se requiere separacio-

nes fuente-detector relativamente cortas para obtener información precisa

sobre la última capa. Cuando la absorción de la misma crece, en cambio,

108
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

se requiere una distancia ρ mayor que permita la colección de fotones que

hayan realizado caminos más largos y, por ende, que hayan penetrado más

profundamente en el fantoma. El conjunto de caminos fotónicos resultantes

en este tipo de situaciones se conoce en la literatura como banana [84]. Un

ejemplo del comportamiento de los mismos con la absorción del medio se

ilustra en la Figura 5.4; nótese que, al aumentar la absorción del medio, los

fotones colectados son aquellos que se propagan más cerca de la supercie

de entrada, dando como resultado una banana que se repliega hacia dicha

región.

5.3.1.2. Fantoma de tres capas

Con el n de recuperar las propiedades ópticas de la tercera capa mediante

las DTOFs presentadas en las Figuras 5.2a-c, utilizamos el algoritmo de

ajuste con parámetros de entrada elegidos arbitrariamente. A través de

este procedimiento observamos que el mínimo de una función objetivo tipo

χ2 (y, por ende, la recuperación de µa,3 y µ0s,3 ), dependía fuertemente de


los parámetros de entrada utilizados, hecho que motivó un estudio más

cuidadoso de este comportamiento.

Sea, pues, la función objetivo χ2 :

109
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 2  2 
(V ) (R) 0(V ) 0(R)
  N µa,3 k − µa,3 µs,3 k − µs,3
(0) 0(0)
X
χ 2
µa,3 , µs,3 = − , (5.1)
 
 (R) 0(R)
k=1 µa,3 k µs,3 k

en donde los supraíndices V y R hacen referencia a las propiedades óp-

ticas verdaderas de la tercera capa (conocidas a través de las mediciones

homogéneas) y las propiedades ópticas recuperadas, respectivamente; y el

subíndice k representa cada una de las N DTOFs adquiridas2 . Es necesario

destacar que la dependencia de χ2 con los parámetros iniciales se encuentra


 
(R) 0(R)
implícita en los valores recuperados µa,3 , µs,3 . A partir de la expresión

(5.1) se construyeron planos χ2 como los que se muestran, a modo de ejem-

plo, en la Figura 5.5, para ρ =20 mm, 30 mm y 40 mm, y para los casos

particulares de la primera y la cuarta concentraciones de tinta. El espacio de


 
(0) 0(0)
parámetros iniciales µa,3 , µs,3 muestreado fue el siguiente: 0.0020 mm−1
(0) (0)
6 µa,3 6 0.0115 mm−1 , en 20 pasos de tamaño ∆µa,3 = 5 × 10−4 mm−1 ; y
0(0) 0(0)
0.50 mm−1 6 µs,3 6 1.45 mm−1 , en 20 pasos de tamaño ∆µs,3 = 5 × 10−2

mm−1 .

Según este análisis, la situación ideal correspondería a planos en donde

χ2 = 0 en todo el espacio de parámetros inciales, lo que indicaría una to-

2 Recordamos aquí que se adquirieron diez DTOFs por cada distancia fuente-detector y por cada
concentración de tinta.

110
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

Figura 5.5: Estimación de la función


 objetivo
 χ2 , en escala logarítmica, como función
de los parámetros de entrada µa,3 , µs,3 (Ec. (5.1)), para cada distancia interbra
(0) 0(0)

y para la primera y la cuarta concentraciones de tinta (Cuadro 5.4). El espacio de


parámetros fue recorrido de la siguiente manera: 0.0020 mm−1 6 µ(0) a,3 6 0.0115 mm ,
−1

en pasos ∆µ(0)
a,3 = 5 × 10
−4
mm−1 ; 0.50 mm−1 6 µ0(0) s,3 6 1.45 mm , en pasos ∆µs,3 =
−1 0(0)

5 × 10−2 mm−1 .

111
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 
(0) 0(0)
tal independencia con respecto a los valores de µa,3 , µs,3 elegidos. En

cambio, en todos los planos de la Figura 5.5 observamos que χ2 es siem-

pre mayor que cero, y que el mínimo se alcanza en una zona cercana al

valor verdadero del coeciente de scattering reducido (µ0s,3 =0.90 mm−1

para la primera concentración de tinta, y µ0s,3 =0.87 mm−1 para la cuar-

ta), mientras que la dependencia con el coeciente de absorción de entrada

es prácticamente nula; esto se maniesta como una región de valores mí-

nimos de χ2 orientada según el eje vertical. Dicho de otra manera: para

recuperar correctamente µ0s,3 es preciso utilizar valores de entrada cercanos

(∼ ±10 %) a los verdaderos. Dicho comportamiento es consistente con el

análisis previamente hecho sobre las DTOFs experimentales de la Figura

5.2, que muestran una baja dependencia con el coeciente de scattering

reducido de la tercera capa.

También es posible notar que los valores de χ2 son menores para la menor

concentración de tinta, y que disminuyen conforme aumenta la distancia

fuente-detector: así, el peor caso queda representado para la concentración

de tinta de 4.8 ml/l y para ρ = 20 mm, mientras que el mejor caso es aquel

en que el medio no posee tinta y ρ = 40 mm. Dichos resultados sugieren

que existe una relación muy cercana entre, por un lado, la distancia fuente-

detector y la absorción del medio, y por otro, la capacidad de penetración

112
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

de los fotones a regiones más o menos profundas.

A la luz de estos hechos, la pregunta que surge a continuación es: en un

caso realista, en donde las propiedades ópticas del medio bajo estudio son

totalmente desconocidas, ¾cómo elegir los parámetros de ajuste iniciales de

forma objetiva? Una manera de hacerlo es mediante un muestreo sistemáti-

co y directo del espacio de parámetros µa,3 , µ0s,3 ; es decir, tomando un par




de valores de las propiedades ópticas, generando un pulso teórico según la

expresión (2.45), comparando con la DTOF experimental correspondiente

y calculando χ2M S (MS : muestreo sistemático) como:

T −1  2
X Pexp,i − Pteo,i µa,3 , µ0s,3
χ2M S µa,3 , µ0s,3 (5.2)

= 2 ,
i=0
P exp,i

en donde Pexp,i representa el canal temporal i-ésimo del pulso experimen-

tal, Pteo,i µa,3 , µ0s,3 representa el canal temporal i-ésimo del pulso teórico


construido a partir de los parámetros µa,3 y µ0s,3  y T es la cantidad to-

tal de canales temporales. Los planos χ2M S resultantes de la ecuación (5.2)

para cada distancia fuente-detector y para la primera y cuarta concentra-

ciones de tinta pueden verse en la Figura 5.6. Los límites y el tamaño del

espacio de parámetros recorrido aquí son los mismos que los que se usaron

para la Figura 5.5.

113
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En este caso, la situación ideal no quedaría representada por una región

completamente plana de valores de χ2M S → 0, sino por un único mínimo


 
(V ) 0(V )
localizado en el punto χ2M S,m = µa,3 , µs,3 , correspondiente a las propie-

dades ópticas verdaderas y representado en cada gráco por la cruz roja.

Nótese, sin embargo, que no es esto lo que se observa en cada una de las

Figuras 5.6. Lo que se observa en su lugar es una región de valores míni-

mos extendida en dirección del eje µ0s,3 . Nuevamente, este comportamiento

es reejo del leve cambio producido en las DTOFs por una variación en

el coeciente de scattering reducido. A su vez, puede observarse que esta

región es más extensa en dirección del eje µa,3 para ρ = 20 mm, y decrece

a medida que aumenta la distancia fuente-detector.

No obstante todo esto, en cada caso existe un mínimo unívoco localizado en

dicha región y representado por el asterisco verde. En una situación ideal,

ambas marcas (la cruz roja y el asterico verde) deben superponerse. Sin

embargo, lo que vemos es que la componente µa,3 del valor mínimo χ2M S,m

siempre subestima al valor verdadero del coeciente de absorción, mientras

que la componente µ0s,3 depende de la distancia fuente-detector. Para ρ =

40 mm este último parámetro queda determinado de forma apropiada,


mientras que para ρ = 30 mm resulta levemente subestimado. En cambio,

para ρ = 20 mm, la función objetivo decrece signicativamente para valores

114
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

Figura 5.6: Muestreo sistemático de la función objetivo χ2M S , en escala logarítmica,


como función de las propiedades ópticas µa,3 y µ0s,3 (Ec. (5.2)), para cada distancia
interbra y para la primera y la cuarta concentraciones de tinta (Cuadro 5.4). El espacio
de parámetros fue recorrido de la siguiente manera: 0.0020 mm−1 6 µa,3 6 0.0115
mm−1 , en pasos ∆µa,3 = 5 × 10−4 mm−1 ; 0.50 mm−1 6 µ0s,3 6 1.45 mm−1 , en pasos
∆µ0s,3 = 5 × 10−2 mm−1 . El asterisco verde indica la posición del valor mínimo, χ2M S,m ,
mientras que la cruz roja representa las propiedades ópticas verdaderas.

115
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 
Cuadro 5.5: Parámetros iniciales (0)
(mm−1 ) obtenidos mediante el muestreo
0(0)
µa,3 , µs,3
sistemático de la función objetivo (Ec. (5.2)) y utilizados en la rutina ajuste.
χ2M S
Cc. tinta (ml/l) ρ = 20 mm ρ = 30 mm ρ = 40 mm
0.0 (0.0020,1.45) (0.0020,0.80) (0.0020,0.85)
0.8 (0.0030,1.45) (0.0025,0.80) (0.0025,0.85)
1.6 (0.0040,1.45) (0.0030,0.80) (0.0030,0.90)
4.8 (0.0060,1.45) (0.0050,0.80) (0.0045,0.75)
8.0 (0.0085,1.45) (0.0070,0.80) (0.0065,0.75)
11.2 (0.0110,1.45) (0.0090,0.80) (0.0085,0.75)

de µ0s,3 incluso mayores que el que dene el límite superior de la región

estudiada. Esto implica que no es posible estimar el coeciente de scattering

reducido de forma conable haciendo uso de los datos correspondientes a

la menor de las distancias fuente-detector.

Para la determinación de las propiedades ópticas de la tercera capa uti-

lizamos los pares µa,3 , µ0s,3 que representan los valores mínimos χ2M S,m ,


encontrados mediante el muestreo sistemático previamente explicado, co-

mo parámetros iniciales de la rutina de ajuste (Cuadro 5.5). La Figura 5.7

muestra las propiedades ópticas recuperadas de esta manera versus la con-

centración de tinta, para cada distancia fuente-detector. Los parámetros

ópticos verdaderos están representados por las curvas negras. Analicemos

primero los casos ρ = 30 mm y ρ = 40 mm. En la Figura 5.7a vemos que el

coeciente de absorción es levemente subestimado para todas las concen-

116
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

Figura 5.7: Coecientes (a) de absorción y (b) de scattering reducido de la tercera capa
recuperados para cada distancia fuente-detector y para cada concentración de tinta. La
curva negra representa los valores de referencia. Los parámetros iniciales utilizados en
cada caso se muestran en el Cuadro 5.5.

traciones de tinta, exceptuando la última. En el caso de µ0s,3 (Figura 5.7b),

la mayor distancia fuente-detector da como resultado el menor apartamien-

to respecto de los valores verdaderos; este hecho se hace particularmente

notorio para las mayores concentraciones de tinta. Para concentraciones de

tinta menores (desde 0 hasta 1.6 ml/l), también es posible estimar valo-

res razonables de µ0s,3 mediante la distancia fuente-detector de 30 mm. En

cambio, en el caso de ρ = 20 mm, podemos ver que los parámetros o


pticos

recuperados sobreestiman en gran medida a los verdaderos, exceptuando

el coeciente de absorción para la primera y segunda concentraciones de

tinta. Estos resultados indican que los MPPs (expresión (4.8)) de los fo-

tones que penetran en el medio, y, consecuentemente, la profundidad de

117
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Figura 5.8: Coeciente de absorción de la tercera capa recuperado para cada distancia
fuente-detector y para cada concentración de tinta, con µ0s,3 jo en su valor verdadero
(ver Cuadro 5.4). La curva negra representa los valores de referencia. Los coecientes
de absorción iniciales en este caso son los mismos que guran en el Cuadro 5.5.

penetración media, se ve reducida cuando aumenta la absorción, por lo que

se requieren distancias interoptodos mayores para compensar este efecto,

hecho también consistente con lo ilustrado en la Figura 5.4.

Finalmente, la Figura 5.8 muestra el coeciente de absorción de la tercera

capa, para cada distancia interbra y para cada concentración de tinta,

cuando se mantiene jo el coeciente de scattering reducido según los va-


(0)
lores verdaderos listados en el Cuadro 5.4; asimismo, los valores de µa,3

utilizados en cada caso se encuentran listados en el Cuadro 5.5. Si bien

esta situación resulta, en principio, más sencilla de abordar que la anterior,

en la que buscamos recuperar dos parámetros de ajuste en lugar de uno

118
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

solo, consideramos que todavía reviste cierto interés ya que, en lo que res-

pecta a la hemodinámica cerebral, los cambios de absorción producidos por

cambios en la concentración de cromóforos son mucho más notorios que los

cambios en el scattering [32,83]. De hecho, una de las aplicaciones prácticas

más deseadas es la cuanticación de cambios de absorción en el córtex3 , y

no tanto la obtención de valores absolutos de los parámetros ópticos.

Para la menor concentración de tinta podemos decir que el coeciente de

absorción se recupera correctamente con cualquiera de las tres distancias

fuente-detector, siendo ρ = 20 mm la que da el mejor resultado; desde la

segunda hasta la cuarta concentración de tinta, los mejores valores de µa,3

vienen dados por ρ = 30 mm; y para las últimas dos concentraciones, la

distancia ρ = 40 mm devuelve los valores más cercanos a los verdaderos.

Este comportamiento es razonable si se piensa que, cuando incrementa-

mos la concentración de tinta, los caminos fotónicos tienden a acortarse y,

como consecuencia, no es posible recolectar información en zonas lo su-

cientemente profundas del medio4 . Esto se reeja en la caída abrupta de la

precisión con que se recupera el coeciente de absorción para ρ = 20 mm.

En cuanto a ρ = 30 mm y ρ = 40 mm, la profundidad de penetración

de los fotones parece ser suciente para caracterizar, con cierta precisión,
3 Esto ocurre, por ejemplo, ante variaciones del ujo sanguíneo luego de un ACV isquémico.
4 Remitimos nuevamente al lector a la Figura 5.4.

119
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

la absorción de la tercera capa para todas las concentraciones de tinta; las

desviaciones observadas respecto a los valores verdaderos probablemente se

deben a imprecisiones introducidas por el ruido experimental de los pulsos

y a limitaciones del modelo.

Recordemos que los resultados de la Figura 5.8 se basan en la suposición

de que el coeciente de scattering reducido de la tercera capa es conocido.

Los planos χ2M S de la Figura 5.6 muestran que el coeciente de absorción

esencialmente no cambiarán cuando se usa un valor de µ0s,3 relativamente

mayor que el verdadero, ya que la región azulada se presenta de forma ho-

rizontal y ensanchada sobre el lado derecho de cada uno de estos grácos.

Luego, una elección incorrecta del coeciente de scattering reducido puede

tener un efecto pequeño o incluso nulo en la determinación del coeciente

de absorción, siempre y cuando el valor escogido se encuentre dentro de

la región azul. Esto se cumple para las primeras concentraciones de tinta,

pero deja de ser cierto para las concentraciones de tinta más altas, en cuyo

caso los planos χ2M S (no mostrados aquí) indican que existe una mayor

correlación entre µa,3 y µ0s,3 en el rango de los valores verdaderos. Dicha

correlación se hace visible también al comparar las Figuras 5.7 y 5.8. En

la Figura 5.7b, muchos de los valores de µ0s,3 recuperados se encuentran

por debajo de los verdaderos para altas concentraciones de tinta (ver, por

120
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

ejemplo, los símbolos verdes sobre la derecha de esta Figura). Para obtener

los resultados de la Figura 5.8, estos coecientes fueron sustituidos por los

verdaderos, que son numéricamente más altos (representados por símbolos

negros la Figura 5.7b). Los coecientes de absorción correspondientes, mos-

trados en la Figura 5.8 son mayores que los recuperados que se muestran

en la Figura 5.7a. Por lo tanto, cuando elevamos la concentración de tinta

es importante conocer con mayor precisión el valor de µ0s,3 , lo que puede lo-

grarse trabajando con distancias fuente-detector más grandes, como ρ = 40

mm.

5.3.2. Simulaciones de Monte Carlo


La Figura 5.9 muestra DTOFs numéricas generadas a través de simulacio-

nes de Monte Carlo y ajustadas con el algoritmo descripto en la Sección

3.2.2, para ρ = 20 mm, ρ = 30 mm y ρ = 40 mm, con propiedades ópticas

correspondientes a la menor (rojo) y mayor (azul) concentraciones de tinta

listadas en el Cuadro 5.4. Los parámetros iniciales utilizados en este caso


 
(0) 0(0)
fueron µa,3 , µs,3 =(0.009,0.7) mm−1 . En este análisis, la IRF utilizada
fue una función delta.

Como puede apreciarse en las leyendas de la Figura 5.9, en la peor situa-

ción (correspondiente a la mayor concentración de tinta y la menor sepa-

121
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Figura 5.9: Ajustes de las DTOFs obtenidas a partir de simulaciones de Monte Carlo,
para (a) ρ = 20 mm, (b) ρ = 30 mm y (c) ρ = 40 mm, con las propiedades ópticas
correspondientes a la menor (rojo) y mayor (azul) concentraciones
 de tinta listadas en el
Cuadro 5.4. Los parámetros iniciales utilizados fueron µa,3 , µs,3 =(0.009,0.7) mm−1 .
(0) 0(0)

Las propiedades ópticas verdaderas (MC) y recuperadas (Ajuste) pueden verse en las
respectivas leyendas.
122
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

ración fuente-detector), los parámetros ópticos recuperados se encuentran

muy próximos a los verdaderos, siendo la diferencia de ∼ 8 % para µa,3 y

de ∼ 12 % para µ0s,3 . Esta discrepancia puede ser apreciada en el gráco

respectivo como una desviación entre la DTOF simulada y la teórica que

resulta del ajuste, que se acentúa en la región de fotones tardíos (canales

temporales altos), y comienza a hacerse notoria tres órdenes de magnitud

por debajo del valor máximo de los pulsos. Este resultado contrasta con

el correspondiente caso experimental, en donde la correcta recuperación de

las propiedades ópticas no es posible para concentraciones de tinta supe-

riores a 0.8 ml/l. A primera vista, el hecho de que el algortimo de ajuste

haya respondido mejor a las DTOFs generadas por Monte Carlo que a los

experimentos puede resultar un poco desconcertante; sin embargo, es ne-

cesario tener en cuenta que el método de Monte Carlo hace las veces de

experimento ideal, en donde todos los factores son debidamente teni-

dos en cuenta, mientras que en el caso de los experimentos reales existen

agentes externos díciles y a veces hasta imposibles de controlar5 , que bien

pudieron haber afectado más a las mediciones para ρ = 20 mm que a las

correspondientes a las otras separaciones interbra.

Para ρ = 30 mm podemos observar que los parámetros ópticos recupera-


5 Como pueden ser la presencia de radiación espuria, errores de volumen en el agregado de tinta y
el limitado rango dinámico del sistema de adquisición, por nombrar solo algunos.

123
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

dos se apartan de los de referencia en no más del 10 %. Notemos, en este

caso, que la subestimación de µa,3 lleva a obtener un pulso de ajuste de

menor pendiente en el anco descendente. Para ρ = 40 mm, en cambio,

la diferencia entre las propiedades ópticas recuperadas y las verdaderas no

supera el 4 %. En cuanto a los ajustes de las DTOFs correspondientes a las

otras concentraciones de tinta6 , los resultados son siempre mejores que los

mostrados aquí para la mayor concentración.

Como dijéramos en la Sección 3.2.2, en los experimentos realizados sobre

fantomas, la uencia sobre la supercie de los mismos era elevada, lo que

permitía disponer de tiempos de adquisión relativamente cortos. Sin em-

bargo, en una situación más realista como es el caso de las mediciones en

la clínica, se requieren uencias mucho menores en la piel del paciente,

según lo establecen los límites de seguridad impuestos por las normati-

vas reguladoras [85, 86]. Debido a esto, como una validación adicional de

nuestro algoritmo, simulamos pulsos de Monte Carlo con una cantidad de

fotones detectados bastante menor (∼ 2 × 105 , a diferencia del caso an-

terior, en el que la cantidad de cuentas oscilaba entre los 106 y los 107

fotones), que son comparables o incluso se encuentran por debajo de valo-

res de conteo típico en aplicaciones in vivo [69]. La Figura 5.10 presenta un

6 No presentados aquí por una cuestión de claridad.

124
5.3. VALIDACIÓN DEL MODELO Y DEL ALGORITMO DE . . .

Figura 5.10: DTOF generada por Monte Carlo con pocos fotones detectados
(∼ 2 × 105 ) , y ajustada con el algoritmo presentado en la Sección 3.2.2, para
ρ = 40 mm y µa,3 , µ0,3 = (0,003, 1,0) mm−1 . Los parámetros de entrada fueron

 
µa,3 , µs,3 =(0.009,0.7) mm−1 . Las propiedades ópticas recuperadas pueden verse en
(0) 0(0)

la leyenda.

ejemplo de una DTOF ajustada, para el caso de ρ = 40 mm, µa,3 =0.003

mm−1 y µ0s,3 = 1 mm−1 . Los parámetros de entrada fueron nuevamente


 
(0) 0(0)
µa,3 , µs,3 =(0.009,0.7) mm−1 . Como puede apreciarse, los resultados del
ajuste indican que incluso ante condiciones experimentales tan exigentes

como esta, el algoritmo aún se comporta de forma robusta y es capaz de

recuperar las propiedades ópticas de la última capa, con un error del mismo

orden de magnitud que el correspondiente para DTOFs con mucha mayor

cantidad de cuentas.

125
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

5.4. Simulaciones de Monte Carlo en un me-


dio de tres capas con una capa interme-
dia semitransparente

Las simulaciones de Monte Carlo aquí presentadas fueron realizadas sobre

un medio con las propiedades ópticas de la primera y la tercera capas

del fantoma de tres capas presentado en la Sección 5.1.2 (Cuadros 5.3 y

5.4), pero con un coeciente de absorción de la segunda capa µa,2 = 0,002

mm−1 y un coeciente de scattering reducido µ0s,2 = 0,3 mm−1 , que son

valores típicos registrados en la literatura para el líquido encefalorraquídeo

[71, 72, 87, 88].

Si bien el estudio de la propagación de la luz en un medio de tres capas

con una capa intermedia semitransparente puede aportar, por sí solo, infor-

mación sustancial acerca de la capacidad dispersiva más o menos limitada

de dicho tipo de sistemas, su comparación con el régimen desarrollado en

un medio completamente difusivo lo hace más rico y completo. Por este

motivo, aprovechamos las simulaciones realizadas sobre el medio de tres

capas completamente difusivo de la Sección anterior y ofrecemos, en lo que

sigue, un análisis de las DTOFs y de los momentos estadísticos fotónicos

126
5.4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO EN UN MEDIO DE . . .

denidos en la Sección 4.2.2. Ya hacia el nal, presentamos los resultados

de aplicar el algoritmo de ajuste para recuperar las propiedades ópticas de

la tercera capa cuando la segunda es semitransparente.

5.4.1. Comparación entre las DTOFs del medio difu-


sivo y del medio mixto

En primer lugar presentamos, en la Figura 5.11, una comparación entre

las DTOFs del medio completamente difusivo (curvas negras) y del me-

dio con la capa intermedia semitransparente (curvas rojas), para las tres

separaciones interbra y para las propiedades ópticas de la tercera capa co-

rrespondientes a la primera y a la última concentraciones de tinta listadas

en el Cuadro 5.4.

Como puede apreciarse en la Figura, en todos los casos la diferencia entre

las DTOFs del sistema difusivo y las del sistema mixto se hace más o menos

evidente a simple vista, siendo más notoria para una separación fuente-

detector ρ = 40 mm cuando no hay tinta en la última capa, y menos

notoria para ρ = 20 mm y la última concentración de tinta. En el caso de

ρ = 20 mm, el anco ascendente de las DTOFs es el mismo tanto para el


medio difusivo como para el mixto, mientras que se ve un apartamiento

127
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Figura 5.11: Comparaciones entre DTOFs del medio difusivo (curvas negras) y del
medio mixto (curvas rojas), generadas por simulaciones de Monte Carlo, para las tres
distancias fuente-detector y para la primera y última concentraciones de tinta.

128
5.4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO EN UN MEDIO DE . . .

en la zona del anco descendente inmediatamente posterior a la posición

del valor máximo. Este apartamiento, que se mantiene constante a tiempos

largos para la primera concentración de tinta, disminuye en el caso de la

sexta, en donde los ancos descendentes terminan coincidiendo.

Para ρ = 30 mm y ρ = 40 mm, la diferencia entre DTOFs es mucho más

visible y comienza incluso en el anco ascendente, antes de alcanzar el má-

ximo. En particular, las subidas de las DTOFs del sistema mixto son más

verticales, hecho que posiciona los máximos correspondientes antes que los

de las respectivas DTOFs del sistema difusivo; vemos aquí, nuevamente

aunque quizás de manera no tan directa, que el coeciente de scattering

gobierna la pendiente del anco ascendente de los histogramas temporales.

Por este mismo motivo, las caídas de las DTOFs del sistema mixto comien-

zan antes, aunque se mantienen paralelas a las caídas de las DTOFs del

sistema difusivo en todo momento.

De este análisis podemos concluir que las DTOFs correspondientes al sis-

tema mixto, si bien dieren de las DTOFs del sistema difusivo, conservan

el aspecto de histogramas temporales, por lo que en principio sería posible

realizar un ajuste de las mismas para recuperar las propiedades ópticas de

la última capa. De surgir algún incoveniente, este se presentaría en el caso

de la menor separación interoptodo, que es donde las DTOFs de ambos

129
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

medios se asemejan más entre sí; asimismo, la recuperación del coeciente

de scattering reducido también podría signicar algún tipo de problema,

probablemente debido a la pendiente brusca asociada al anco ascenden-

te cuando el medio es mixto, que se presenta como la mayor discrepancia

frente al caso difusivo.

5.4.2. Análisis de los momentos fotónicos en los casos


difusivo y mixto

Recordemos aquí que los momentos probabilísticos en los que nos hemos

centrado son el de orden 0 (cantidad total de fotones detectados) y el de

orden 1 (de la cantidad de colisiones, por un lado; y de los caminos parciales

en cada capa y del camino total, por otro).

La Figura 5.12 muestra el momento de orden 0 en cada uno de los sistemas

(símbolos negros para el difusivo y símbolos rojos para el mixto) en función

de la concentración de tinta, para cada distancia fuente-detector. En todos

los casos se cumple que la cantidad de fotones detectados es mayor en el

sistema mixto que en el difusivo. Este comportamiento es razonable si se

tiene en cuenta que una menor absorción y un menor scattering del medio

implican una mayor probabilidad del fotón de incursionar en su interior sin

130
5.4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO EN UN MEDIO DE . . .

Figura 5.12: Comparación entre los momentos de orden 0 en los casos difusivo (sím-
bolos negros) y mixto (símbolos rojos), para las tres separaciones fuente-detector.

131
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

que su peso se reduzca, o en todo caso que se reduzca menos, propiciando

la llegada al detector de fotones más directos.

En un análisis más detallado, podemos apreciar que la mayor cantidad de

fotones detectados se consigue para ρ = 20 mm, seguido de ρ = 30 mm

y, por último, de ρ = 40 mm. Esto es consistente con el hecho de que

los fotones que recorren caminos más cortos hasta llegar al detector tienen

una menor probabilidad de ser absorbidos o de dispersarse fuertemente.

Asimismo, vemos que el momento de orden 0 decae a medida que crece la

concentración de tinta y, por ende, el coeciente de absorción de la última

capa. En lo que respecta a la comparación propiamente dicha entre los casos

difusivo y mixto, la mayor diferencia se presenta para la primera distancia

interoptodos (en el caso mixto se detectan aproximadamente 4×105 fotones

más que en el caso difusivo); esta discrepancia disminuye conforme aumenta

la separación fuente-detector, siendo de unos 2×105 fotones detectados para

ρ = 30 mm y de ∼ 8 × 104 para ρ = 40 mm. Es interesante notar que


estas diferencias se mantienen constantes para todas las concentraciones de

tinta, o, dicho de otro modo: las pendientes de las curvas negras y rojas se

mantienen prácticamente paralelas en todo el intervalo de concentraciones

de tinta estudiado.

El análisis de la cantidad de colisiones promedio en función de la concen-

132
5.4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO EN UN MEDIO DE . . .

Figura 5.13: Comparación entre los momentos de orden 1 de las colisiones en los
casos difusivo (símbolos negros) y mixto (símbolos rojos), para las tres separaciones
fuente-detector.

133
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

tración de tinta, para cada valor de ρ, puede apreciarse en la Figura 5.13.

Aquí observamos que los fotones, antes de alcanzar el detector, siempre

sufren menos colisiones en el medio mixto que en el difusivo, hecho perfec-

tamente natural si se tiene en cuenta que el scattering efectivo, y por lo

tanto la capacidad dispersiva, es menor en el primer caso que en el segundo.

Vemos, asimismo, que la diferencia entre un caso y el otro aumenta con la

distancia fuente-detector, siendo de unas 150 colisiones cuando ρ = 20 mm

(Figura 5.13a), ∼300 para ρ = 30 mm (Figura 5.13b) y ∼400 para ρ = 40

mm (Figura 5.13c), manteniéndose aproximadamente constante respecto

de la concentración de tinta. Notamos también que, en ambos sistemas,

la cantidad de colisiones disminuye con el aumento en la absorción de la

tercera capa, hecho que está directamente relacionado con la disminución

en la detección de fotones al incrementar el valor de µa,3 . Por último, vemos

que este momento estadístico aumenta a medida que crece el valor de ρ, lo

cual se explica si se tiene en cuenta que, para distancias interbra mayores,

el tiempo que pasan los fotones dentro del medio es mayor, y por lo tanto

resulta mayor también la probabilidad de sufrir colisiones.

Finalmente, presentamos en la Figura 5.14 el análisis de los caminos medios,

parciales y totales. Cada columna representa una distancia fuente-detector

(ρ = 20 mm en la primera, ρ = 30 mm en la segunda y ρ = 40 mm en

134
5.4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO EN UN MEDIO DE . . .

Figura 5.14: Comparación entre los momentos de orden 1 de los caminos (por ca-
pa, MPPs; y totales, MTP) fotónicos, en los casos difusivo (símbolos negros) y mixto
(símbolos rojos), para las tres separaciones fuente-detector.

135
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

la tercera), mientras que el orden de las las es como sigue: la primera

corresponde a los caminos parciales medios en la primera capa; la segunda

a los MPPs en la segunda capa; la tercera, a los MPPs en la tercera; y,

por último, la cuarta corresponde al camino total medio de los fotones

en el sistema completo. Como observación general podemos señalar que,

a medida que aumenta ρ, aumentan los caminos medios (tanto parciales

como totales), y también que dichas cantidades son mayores cuando el

medio es completamente difusivo (símbolos negros), en comparación con lo

que ocurre en el medio mixto (símbolos rojos), siendo esto una consecuencia

directa de que en promedio se detecten más fotones en el último caso; la

excepción de las capas 2 y 3 para ρ = 20 mm se discute más adelante.

Camino medio en la capa 1 Comencemos, pues, con el análisis de la

primera la de grácos. Para la menor distancia interbra vemos que, en el

caso del medio difusivo, hl1 i se mantiene relativamente invariante respecto

de la concentración de tinta de la tercera capa. Este comportamiento indi-

ca que la mayoría de los fotones que alcanzan el detector no penetran lo

suciente como para colectar información de dicha región. Cuando ρ = 30

mm y ρ = 40 mm, observamos, en cambio, que hl1 i tiende a aumentar con

la concentración de tinta, para el caso del medio difusivo. Evidentemente,

136
5.4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO EN UN MEDIO DE . . .

Figura 5.15: Esquema descriptivo de la situación en que la distancia ρ es lo sucien-


temente grande para que los fotones detectados puedan incursionar en la tercera capa.
(a) µa,3 bajo; (b) µa,3 alto. Las líneas verdes simbolizan el camino que el fotón recorre
en la primera capa, mientras que las azules simbolizan el camino que el fotón recorre
en las otras dos.

entonces, los fotones detectados llegan a penetrar lo suciente como para

recolectar información sobre la tercera capa, hecho que repercute en el com-

portamiento del camino parcial medio. Esto se puede explicar teniendo en

cuenta que, al aumentar la concentración de tinta, disminuye la cantidad

de fotones detectados (Figura 5.12) por lo que el camino parcial medio en

la capa 1, dado por la expresión (4.8), aumenta, ya que en su denomina-

dor aparece Ntot . A esto hay que sumarle otro efecto, esquematizado en la

Figura 5.15. En dicho esquema se muestran dos tipos de fotones: el de tipo

1, que se propaga solo dentro de la primera capa, y el de tipo 2, que llega

hasta la tercera capa. Los caminos en la capa 1 se denotan como l1 y se

simbolizan con la línea verde, y los caminos en las otras dos capas se deno-

tan como l2 y se simbolizan con la línea azul. En el caso (a), cuando µa,3 es

137
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

bajo, ambos tipos de fotones son detectados, por lo que el camino medio de

la capa 1 puede calcularse como hl1 ibajo = (l1,1 W1 + l2,1 W2 ) /2. Notemos

que, en general, l1,1 W1 > l2,1 W2 , por lo tanto hl1 ibajo < l1,1 . En el caso

(b), cuando µa,3 es alto, los fotones del tipo 2 serán, en su gran mayoría,

absorbidos, y no llegarán al detector, por lo que solo tendremos fotones del

tipo 1; es decir que hl1 ialto = l1,1 . Luego, por lo discutido anteriormente,

hl1 ialto > hl1 ibajo , que es justamente el comportamiento observado.

Cuando el medio es mixto, hl1 i parece mantenerse aproximadamente cons-

tante a medida que aumenta la concentración de tinta en la tercera capa7 .

Una posible explicación de esto es que, ahora, los fotones detectados del

tipo 2 acarrean un peso comparable a, o incluso mayor que, los del tipo 1,

dado el bajo scattering de la región semitransparente, hecho que contra-

rresta la pérdida de fotones del tipo 2 y, por ende, mantiene invariable el

camino medio en la primera capa.

Camino medio en la capa 2 En este caso, hl2 i disminuye para las tres

separaciones fuente-detector cuando aumenta la absorción de la tercera ca-

pa. Para ρ = 20 mm y ρ = 30 mm, esta disminución es aproximadamente

lineal, mientras que para ρ = 40 mm la inuencia de las variaciones de


7 De hecho, para las tres distancias fuente-detector se cumple que ∆ hl1 i ∼ 1 mm entre la menor y
la mayor concentración de tinta, lo que representa una diferencia de alrededor del 1.5 % con respecto
a los valores absolutos de hl1 i.

138
5.4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO EN UN MEDIO DE . . .

µ0s,3 se vuelven tan maniestas (sobre todo para la segunda y la quinta


concentraciones de tinta) que resulta más bien difícil pensar en un com-

portamiento lineal.

Puntualmente, en el caso ρ = 20 mm vemos que los caminos medios en la

segunda capa, tanto para el medio difusivo como para el mixto, comienzan

bien diferenciados cuando la concentración de tinta es baja, mientras que

a altas concentraciones terminan superponiéndose. Esto es consistente con

lo observado en las Figuras 5.11 correspondientes, en cuyo caso las DTOFs

del medio mixto y las del difusivo prácticamente están superpuestas.

En los casos ρ = 30 mm y ρ = 40 mm, en cambio, hl2 i siempre es menor

para el medio mixto, e incluso es posible notar que las diferencias con

respecto al medio difusivo se mantienen constantes con el aumento de la

concentración de tinta. El hecho de que el camino medio en la capa 2

resulte bien diferenciado para ambos medios también ayuda a explicar la

discrepancia entre las DTOFs correspondientes de las Figuras 5.11.

Camino medio en la capa 3 Aquí nuevamente tenemos que hl3 i dismi-

nuye con la concentración de tinta, aunque dicho comportamiento parece

ser un decaimiento de tipo exponencial antes que lineal. Para los casos

ρ = 30 mm y ρ = 40 mm, esta cantidad es menor en el medio mixto que

139
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

en el difusivo, al igual que lo que ocurre con hl2 i, y también notamos, ex-

trañamente, que no parece haber indicios de la variabilidad de µ0s,3 , cosa

que sí ocurre en el valor medio de la capa 2, sobre todo para ρ = 40 mm.

Cuando ρ = 20 mm podemos ver que, para las menores concentraciones de

tinta, tanto el medio difusivo como el mixto devuelven valores de hl3 i muy

aproximados entre sí, mientras que para las mayores concentraciones de

tinta la tendencia se invierte y el camino medio de la capa 3 pasa a ser mayor

cuando la segunda capa es semitransparente. Este comportamiento parece

razonable si pensamos que, en este caso, los fotones tienen la posibilidad de

ingresar a la zona más profunda de forma más directa y, por ende, con un

mayor peso remanente, teniendo así la capacidad de sobrevivir más tiempo

en la última capa. Esto, sin embargo, no parece suceder con las otras dos

distancias fuente-detector, lo que sugiere que el aumento en ρ compensa,

de alguna manera, el efecto del pasaje directo de los fotones hacia la

tercera capa.

Camino medio total Aquí podemos ver que hli decrece exponencial-

mente con el aumento de la concentración de tinta para todas las distancias

fuente detector, y que siempre toma valores más altos en el caso del medio

difusivo que en el caso del medio mixto, incluso cuando ρ = 20 mm, a pesar

140
5.4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO EN UN MEDIO DE . . .

de los respectivos resultados obtenidos para hl2 i y hl3 i.

5.4.3. Recuperación de las propiedades ópticas de la


tercera capa

Como último análisis presentamos en esta Sección el resultado de aplicar

nuestro algoritmo de ajuste a a las DTOFs de la Figura 5.11 correspon-

dientes al medio mixto. Las propiedades ópticas recuperadas se muestran

en la Figura 5.16. Al igual que en los casos anteriores, las curvas negras

representan los valores de referencia listados, recordemos, en el Cuadro

5.4 y se muestran a efectos comparativos.

Figura 5.16: Coecientes (a) de absorción y (b) de scattering reducido de la terce-


ra capa recuperados para cada distancia fuente-detector y para cada concentración de
tinta, a través de DTOFs generadas por simulaciones de Monte Carlo en el caso del me-
dio mixto. La curva negra representa
 los valores de referencia. Los parámetros iniciales
utilizados fueron µa,3 , µs,3 =(0.009,0.7) mm−1 .
(0) 0(0)

141
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Como puede apreciarse en la Figura 5.16a, es posible recuperar valores del

coeciente de absorción muy cercanos a los verdaderos utilizando las tres

distancias fuente-detector, siempre y cuando nos limitemos a las primeras

dos concentraciones de tinta. Para concentraciones mayores, la distancia

ρ = 20 mm se aparta visiblemente de los valores reales, primero subesti-


mándolos pero luego sobreestimando el valor correspondiente a la última

concentración. Para ρ = 30 mm y ρ = 40 mm, los valores recuperados

se mantienen muy próximos a los verdaderos en todo el rango de con-

centraciones de tinta estudiado, a excepción de ρ = 40 mm en la quinta

concentración de tinta, y de ρ = 30 mm en la última concentración de

tinta. Es notable, destacamos, que los valores devueltos por el algoritmo

de ajuste para la distancia ρ = 20 mm sean mejores que los respectivos

resultados mostrados en la Figura 5.7a para el medio completamente difu-

sivo; tengamos en cuenta, por supuesto, que este último caso corresponde

a resultados de mediciones reales, en donde las condiciones experimentales

son más difíciles de mantener bajo control.

Por otro lado, en la Figura 5.16b presentamos la recuperación del coecien-

te de scattering reducido de la tercera capa. En términos generales podemos

decir que, en este caso, no podemos ser tan optimistas como en el anterior.

Aquí, la separación ρ = 20 mm comienza subestimando levemente el valor

142
5.4. SIMULACIONES DE MONTE CARLO EN UN MEDIO DE . . .

verdadero, para luego sobreestimarlo en gran medida en todo el intervalo

posterior de concentraciones de tinta (de hecho, alcanza la cota superior de

2 mm−1 impuesta a µ0s,3 por el algoritmo de ajuste, según se detalla en la

Sección 3.2.2). Para ρ = 30 mm, los valores recuperados se hallan relativa-

mente cerca de los verdaderos hasta la cuarta concentración de tinta, luego

de lo cual se apartan sensiblemente, mientras que para ρ = 40 mm los

valores recuperados son, en general, mucho más cercanos, salvo el caso de

la cuarta concentración de tinta y el caso mucho más notorio de la quinta.

Figura 5.17: Coeciente de absorción de la tercera capa recuperado para cada distan-
cia fuente-detector y para cada concentración de tinta, a través de DTOFs generadas
por simulaciones de Monte Carlo en el caso del medio mixto. Los valores jos de µ0s,3
se tomaron del Cuadro 5.4. La curvanegra representa los valores de referencia. Los
parámetros iniciales utilizados fueron µa,3 , µs,3 =(0.009,0.7) mm−1 .
(0) 0(0)

Siguiendo el mismo razonamiento presentado al nal de la Sección 5.3.1.2,

143
CAPÍTULO 5. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

jamos el valor de µ0s,3 en el algoritmo de ajuste según los datos del Cua-

dro 5.4, e intentamos recuperar solamente µa,3 . Los resultados respectivos,

mostrados en la Figura 5.17, muestran que, en general, la recuperación del

coeciente de absorción es mucho mejor que cuando se deja µ0s,3 como pa-

rámetro libre, incluso para la menor de las distancias fuente-detector, que

en el peor de los casos que es para la mayor concentración de tinta

se desvía del valor verdadero en menos del 10 %. En cuanto a las otras se-

paraciones interbra, ρ = 30 mm devuelve mejores resultados que ρ = 40

mm para bajas concentraciones de tinta, mientras lo contrario ocurre para

altas concentraciones de tinta, siendo este comportamiento similar al del

caso experimental presentado en la Figura 5.8, aunque, a diferencia de es-

te, aquí el apartamiento siempre es menor al 5 % con respecto a los valores

reales.

144
Capítulo 6

Conclusiones
En este trabajo de tesis hemos presentado, de forma detallada pero a la vez

concisa, los resultados de una investigación sostenida sobre la propagación

de la radiación infrarroja en medios multicapas semiinnitos, de carácter

tanto difusivo como mixto (difusivono difusivo). Discutimos a continua-

ción los objetivos que nos hemos propuesto y las conclusiones a las que

hemos arribado.

1. En primer lugar, fuimos capaces de desarrollar un modelo teórico no-

vedoso para el estudio de la difusión de la luz en cilindros compuestos

por N capas, basado en el de la Ref. [35], con la salvedad de que en

nuestro caso la última capa es de extensión innita, lo cual implica

145
CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES

una serie de ventajas. Por un lado, se trata de una geometría mu-

cho más similar a la que presenta la anatomía de la cabeza humana,

que es el sistema biológico que pretendemos modelar. Por otro lado,

las expresiones teóricas resultantes son más sencillas de calcular y de

programar. Como consecuencia de esto, la reectancia difusa R (ρ, t)

(Ec. 2.45), que fue programada en Python, puede obtenerse en ca-

sos típicos en lo que respecta a dimensiones y propiedades ópticas de

los medios estudiados en tiempos menores a los 0.5 ms, siendo el

doble de rápido que en el caso del modelo teórico para cilindros de

extensión axial nita. Estos tiempos podrían reducirse aún más de

dos formas:

i) optimizando el código a través del uso de herramientas de para-

lelización que posee el mismo lenguaje Python. Nuestro código ya

hace uso de algunas de estas herramientas, entre las que destacamos

la librería numexpr, que puede denirse, en pocas palabras, como un

evaluador veloz de expresiones numéricas [89], y que, en nuestro

caso, ayuda a incrementar la velocidad de cómputo en un factor 2;

ii) utilizando otros lenguajes de programación de más bajo nivel, co-

mo por ejemplo C++ o FORTRAN.

Un detalle no menor a tener en cuenta es que, dado que el espesor

146
de la última capa pasa a ser irrelevante en nuestro modelo, no hay

riesgos de que el valor numérico de R (ρ, t) diverja, cosa que sí ocurre

en el caso del modelo de la Ref. [35], debido a que dicho espesor apa-

rece como argumento de funciones hiperbólicas que tienden a tomar

valores elevados muy rápidamente, lo cual diculta o hasta impide su

aplicación en sistemas biológicos como el de la cabeza humana.

2. Una vez desarrollado el modelo teórico, procedimos a su validación.

Para ello, llevamos adelante una serie de experimentos, tanto en el

IFAS como en el PTB de Berlín, en fantomas de dos y tres capas, lo

que implicó desarrollar un protocolo de preparación de los mismos,

jando como metas la minimización de la dicultad en su preparado,

la minimización de los materiales utilizados (agua, leche, tinta china

y agarosa) y los tiempos de preparación, y la repetitividad. En par-

ticular, este último objetivo puede verse cumplido al comparar los

coecientes de absorción de la capa líquida en los casos del fanto-

ma de dos capas (Cuadro 5.2) y del fantoma de tres capas (Cuadro

5.4). Asimismo, siempre buscamos analizar situaciones en las que el

coeciente de scattering reducido de la última capa se mantuviera

aproximadamente constante hecho consistente con lo que reporta

la literatura acerca de la hemodinámica cerebral, lo cual ha sido

147
CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES

conseguido con bastante buena aproximación si se tiene en cuenta

que dichos valores presentaron variaciones menores al 7 % a lo largo

de todo el rango de concentraciones de tinta que utilizamos.

3. Una vez preparados los fantomas, adquirimos distribuciones de tiem-

po de vuelo a través de mediciones de reectancia difusa resueltas en

el tiempo y en la conguración de distancias interoptodo individuales,

en contraposición con el esquema experimental de distancias múlti-

ples. La ventaja principal de la conguración que utilizamos nosotros

radica en que el volumen de información a procesar es considerable-

mente menor, lo que implica tiempos de procesamiento bastante más

reducidos. Asimismo, implementamos nuestro modelo teórico en una

rutina de ajuste, basada en el método de Levenberg-Marquardt y

programada también en Python, con el n de recuperar las propie-

dades ópticas de la última capa de los fantomas estudiados, que era

líquida para alterar con facilidad su absorción mediante el agregado

de tinta, y que en nuestro caso representa lo que ocurre en la re-

gión comprendida por el cerebro humano, que es precisamente donde

tienen lugar los principales cambios de absorción, asociados a varia-

ciones en la irrigación sanguínea y en la concentración de los distintos

componentes en la sangre.

148
El sistema de dos capas, como ya hemos mencionado, ha sido analiza-

do con suciente detalle en la literatura, por lo que nuestro objetivo

no fue aportar novedades con respecto al mismo sino tomarlo como

punto de partida para el caso más complejo y menos estudiado de

tres capas. Así, gracias a los experimentos sobre el fantoma de dos

capas demostramos que es posible recuperar las propiedades ópticas

de la última capa, en la mayoría de los casos con desviaciones en

el coeciente de absorción menores al 10 %. El peor caso lo reviste

la menor separación interbra, ρ = 20 mm, y la mayor concentra-

ción de tinta, mientras que en los casos de ρ = 30 mm y ρ = 40

mm los valores de µa,2 resultan muy cercanos a los verdaderos. En

lo que respecta al coeciente de scattering reducido, las situaciones

más conictivas se presentan, en general, para ρ = 20 mm, en cuyo

caso las discrepancias con respecto a los valores verdaderos de µ0s,2

rondan el 20 % en todo el intervalo de concentraciones de tinta; es-

tas diferencias, si bien son no menores, son típicas en este tipo de

experimentos. En contraste, los mejores resultados se obtuvieron me-

diante la separación ρ = 30 mm para bajas concentraciones de tinta,

luego de lo cual los valores recuperados comienzan a subestimar a

los reales. A mayores concentraciones de tinta, la separación ρ = 40

149
CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES

mm es la única que devuelve valores de µ0s,2 dentro del 10 % de error.

Todo esto sugiere dos cosas: primero, que es más fácil recuperar con

precisión µa,2 que µ0s,2 ; y segundo, que existe una conexión entre la

distancia fuente-detector y la concentración de tinta de la segunda

capa, y que dicha conexión inuye en cuál es la separación ρ que

devuelve las propiedades ópticas más cercanas a las verdaderas. Este

último punto se discute con más detalle a continuación.

A esta altura nos parece necesario destacar que, al recuperar las pro-

piedades ópticas de la capa líquida en el fantoma de dos capas, la

dependencia con los parámetros iniciales introducidos en el algorit-

mo de ajuste resultaba más bien leve, sobre todo en lo que respecta al

coeciente de absorción. Por este motivo, y dado que nuestro mayor

interés se centró en el medio de tres capas, dejamos dicho análisis

para este último caso.

A diferencia de los experimentos sobre el fantoma de dos capas, en el

de tres capas notamos que los valores recuperados de los parámetros

ópticos de la tercera capa, y sobre todo el coeciente de scattering

reducido, presentaban una dependencia muy fuerte con los valores

iniciales utilizados en la rutina de ajuste. Esto representa a todas

luces un problema si buscamos implementar este tipo de técnicas en

150
hospitales y clínicas, pues en principio no conocemos de antemano

cuáles han de ser las propiedades ópticas que caracterizan los tejidos

estudiados. Para librarnos de esta dicultad y elegir los parámetros

de entrada de la forma más objetiva posible, decidimos implemen-

tar un muestreo sistemático del espacio de parámetros µa,3 , µ0s,3 y




analizar los valores de la función objetivo χ2M S (Ec. 5.2) que surge

como resultado de comparar las DTOFs experimentales con las teóri-

cas obtenidas a través de la evaluación sucesiva de R (ρ, t) en todo el

rango de valores de µa,3 y µ0s,3 propuesto. De dicho análisis tomamos

aquellos pares de parámetros que minimizaban el valor de χ2M S y los

utilizamos como semillas del algoritmo de ajuste.

En líneas generales observamos, al igual que en el caso de dos ca-

pas, que es posible recuperar el coeciente de absorción con mayor

delidad que el coeciente de scattering reducido, y también que

existe una relación entre las distancias interoptodo utilizadas y las

concentraciones de tinta, es decir, a mayor concentración de tinta, es

necesario utilizar mayores distancias interoptodo para obtener mejo-

res valores de los parámetros ópticos. Este es un hecho que asociamos

a la capacidad de penetración que presentan los fotones colectados:

para separaciones ρ pequeñas, la mayoría de los fotones detectados

151
CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES

penetra poco en el interior del medio turbio, y por lo tanto presen-

ta una capacidad más bien reducida de proveer información sobre lo

que ocurre en la región profunda del mismo; este comportamiento

se acentúa con el agregado de tinta, pues en dicho caso aumenta la

probabilidad de que los fotones más profundos sean absorbidos,

dando como resultado un perl de caminos fotónicos que se repliega

hacia la supercie externa del fantoma. Por dicho motivo, si preten-

demos estudiar lo que ocurre en zonas profundas y de alta absorción,

necesitamos separaciones ρ mayores. Esto se reeja en las propieda-

des ópticas recuperadas para cada separación fuente-detector. Así,

cuando ρ = 20 mm, difícilmente podemos recuperar el coeciente de

absorción para la primera concentración de tinta, mientras que con

ρ = 30 mm y ρ = 40 mm dicho parámetro es obtenido para todas


las concentraciones con muy buena aproximación. En cuanto al coe-

ciente de scattering reducido, al utilizar la separación ρ = 20 mm

obtenemos valores muy por encima de los verdaderos, mientras que

con ρ = 30 mm y ρ = 40 mm los resultados son sustancialmente

mejores. Notemos en particular que, al aumentar la concentración de

tinta, la mayor distancia fuente-detector devuelve los valores de µ0s,3

más cercanos a los reales, hecho que va de la mano con lo comentado

152
a comienzos de este párrafo.

Un comentario más sobre los resultados experimentales. Como ya he-

mos mencionado en otras ocasiones, en el estudio de la hemodinámica

del cerebro muchas veces reviste mayor interés el estudio de la ab-

sorción, o de los cambios de absorción, que el estudio del scattering.

En nuestros experimentos, en particular, vimos que el coeciente de

absorción recuperado es bastante insensible a los parámetros iniciales

utilizados en la rutina de ajuste, por lo que, desde este punto de vis-

ta, la recuperación del coeciente de scattering reducido se encuentra

lejos de ser un problema signicativo.

4. Con el n de complementar los resultados experimentales y obtener

así una validación de nuestro modelo y de la rutina de ajuste de

forma independiente, generamos DTOFs numéricas mediante simu-

laciones de Monte Carlo. La ventaja de las simulaciones radica en

que pueden pensarse como experimentos perfectamente controlados,

en los cuales se conocen todos los parámetros que denen el medio

analizado. Con esto en mente, buscamos nuevamente recuperar las

propiedades ópticas de la última capa de un medio de tres capas con

las mismas características del fantoma de tres capas utilizado en los

experimentos. Obviamos en este caso el análisis de la inuencia de los

153
CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES

 
(0) 0(0)
parámetros iniciales y, en cambio, utilizamos valores de µa,3 , µs,3
generalmente alejados de los valores objetivos en más del 20 %, salvo

para el coeciente de absorción dado por la mayor concentración de

tinta. Por lo que muestran las comparaciones entre los pulsos simula-

dos y los ajustes teóricos, vemos que la diferencia entre los parámetros

ópticos reales y los recuperados es siempre menor o del orden del 10 %

para todas las distancias interbra (incluso ρ = 20 mm) y para to-

das las concentraciones de tinta. Asimismo, dicha diferencia tiende

a disminuir con el aumento de ρ, al igual que en los experimentos.

La bondad de los resultados numéricos frente a los experimentales

se debe, justamente, a la capacidad de control que el usuario tiene

sobre las simulaciones numéricas, en contraste con las mediciones de

laboratorio.

Gracias a las simulaciones de Monte Carlo también pudimos acerca-

nos al caso más realista en que la uencia de la fuente utilizada es

apta para el uso en aplicaciones in vivo. En nuestras mediciones ex-

perimentales esto no fue así dado que utilizamos una fuente con una

potencia de unos 110 mW, valor que puede ser excesivo para aplica-

ciones in vivo, pero que en el caso de los fantomas no solo no produce

efecto alguno, sino que también ayuda a reducir los tiempos de ad-

154
quisición. Pues bien, otra de las pruebas que llevamos adelante fue si-

mular pulsos numéricos con una cantidad baja de fotones detectados,

del orden de lo que se utiliza en experimentos en la clínica (∼105 ),

y mediante el ajuste de estos pulsos pudimos recuperar con notable

precisión las propiedades ópticas de la última capa, demostrando que

el algoritmo de ajuste se mantiene robusto ante condiciones todavía

más exigentes que las analizadas hasta el momento.

5. Por último, y buscando modelar una situación más realista, en la que

la capa intermedia presenta una baja absorción y un bajo scatteri-

ng, al igual que lo que ocurre en la cabeza humana con el líquido

encefalorraquídeo, generamos pulsos de Monte Carlo en un medio

de carácter mixto, en donde la primera y la tercera capas presentan

características difusivas, mientras que la segunda presenta caracte-

rísticas no difusivas. La comparación de estas DTOFs con aquellas

originadas a partir del medio completamente difusivo muestra que

las primeras poseen un aspecto muy similar a las segundas, siendo

la mayor diferencia la pendiente abrupta del anco ascendente, mo-

tivada por el reducido valor de µ0s,2 . Esto, en general, hace que los

ancos descendentes tampoco coincidan, aunque sí parecen mante-

ner caídas paralelas. Las únicas excepciones son las correspondientes

155
CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES

a la separación interoptodos de ρ = 20 mm: en este caso, los ancos

ascendentes de los pulsos se encuentran prácticamente superpuestos,

mientras que la única discrepancia visible se localiza pasando el valor

máximo de los pulsos y hasta canales temporales intermedios, luego

de lo cual ambas distribuciones parecen coincidir; sin embargo, estas

pequeñas diferencias se reducen considerablemente con el agregado

de tinta en la tercera capa, lo que hace que para las dos últimas con-

centraciones los pulsos se superpongan casi en su totalidad.

De estas mismas simulaciones obtuvimos también, en cada caso, la

cantidad de fotones detectados, la cantidad de colisiones que sufrió

cada uno, los pesos relativos con que alcanzaron el detector y la lon-

gitud de los caminos que recorrieron en cada una de las capas. Estas

cantidades resultaron útiles pues nos permitieron llevar adelante un

análisis detallado sobre los momentos estádisticos fotónicos de orden

0 (cantidad total de fotones detectados), de orden 1 de las colisiones

(cantidad promedio de colisiones de cada fotón) y de orden 1 de los

caminos (distancia promedio que cada fotón recorre en cada capa y

en total).

Al comparar estos momentos con los correspondientes al caso del me-

dio completamente difusivo, aparecen algunas diferencias notorias.

156
En general podemos decir que la cantidad de fotones detectados es

mayor en presencia de la capa semitransparente, mientras que la can-

tidad de colisiones promedio es menor. Ambos fenómenos se explican

teniendo en cuenta que un menor coeciente de scattering reducido

en el medio hace que los fotones detectados sufran menos colisio-

nes, reduciendo de esta manera el tiempo que invierten en llegar al

detector y, por lo tanto la probabilidad de que eventualmente sean

absorbidos.

En cuanto a los caminos medios parciales y totales, a grandes rasgos

podemos decir que son mayores en el caso del medio difusivo que en

el caso del medio mixto. Las excepciones que salen a la luz son las

correspondientes a la segunda y tercera capas, cuando se utiliza la

menor de las separaciones interbra y cuando tenemos altas concen-

traciones de tinta. Esto último parece tener una estrecha relación con

el comportamiento de las respectivas DTOFs, discutido unos párrafos

arriba.

Con toda esta información presente, el siguiente y último paso consis-

tió en tratar de determinar las propiedades ópticas de la última capa

en el medio mixto, utilizando nuestro algoritmo de ajuste que, en

principio, es aplicable solo en condiciones de difusividad total. Con

157
CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES

gran sorpresa, sin embargo, notamos que bajo ciertas condiciones

esto puede lograrse con buena precisión. La situación más conicti-

va, como de costumbre, se presenta para la distancia fuente-detector

ρ = 20 mm, que para todas las concentraciones de tinta se encuentra


lejos de hallar un valor de µ0s,3 razonable, aunque destacamos que a

bajas concentraciones los valores recuperados de µa,3 son próximos a

los verdaderos. Para las otras dos distancias fuente-detector, el com-

portamiento de los parámetros recuperados (y sobre todo µ0s,3 ) con

la concentración de tinta es similar al ya discutido en párrafos pre-

cedentes: para bajas concentraciones de tinta funciona mejor ρ = 30

mm, mientras que para altas concentraciones los mejores resultados

son provistos por ρ = 40 mm.

Como resultado de lo expuesto hasta aquí han surgido principalmente los

trabajos de las Refs. [7], [36] y [57], además de una serie de presentaciones

en congresos, tanto nacionales como internacionales, de carácter general y

también orientados especícamente a la Óptica Biomédica.

Nos queda, como tarea pendiente, complementar estos últimos resultados

numéricos con mediciones experimentales. Esto ha sido excluido de este

trabajo por cuestiones técnicas asociadas a la dicultad de adquirir con

presición las propiedades ópticas de referencia de un medio que no es tur-

158
bio, dado que no contamos con las herramientas adecuadas para ello. Una

posible manera de sortear esta dicultad sería realizar mediciones en una

mezcla de agua con distintas concentraciones de leche, y luego, por medio

de un ajuste en principio, lineal hallar la concentración de leche para

la cual el coeciente de scattering reducido se corresponde con el del lí-

quido encefalorraquídeo. Sin embargo, dicho procedimiento trae asociadas

suposiciones algo fuertes, pues los resultados obtenidos no estarían basados

en mediciones directas sobre el medio en cuestión, por lo que destacamos

que seguramente se requieran otros recaudos.

Por supuesto que también es posible continuar implementando mejoras al

modelo, por ejemplo agregando más capas para emular más elmente la es-

tructura de la cabeza humana. También resultaría interesante analizar con

mayor detalle la inuencia de los espesores y las propiedades ópticas de las

distintas capas superciales en la recuperación de las propiedades ópticas

de la última de ellas; una forma de lograrlo podría ser dejando libres estos

parámetros en la rutina de ajuste, aunque dicha acción implicaría tiempos

de cálculo considerablemente mayores y una reducción en la conabilidad

de los valores recuperados. En este último caso, una alternativa viable sería

el uso de otros métodos de ajuste diferentes al de Levenberg-Marquardt,

como por ejemplo el denominado Simplex [90], que si bien es más lento,

159
CAPÍTULO 6. CONCLUSIONES

también es más robusto en el proceso de estimación.

Un enfoque que resulta atractivo es el modelado no ya de cilindros, sino de

esferas multicapas, por su mayor parecido con la cabeza humana. Es posible

hallar información al respecto en la literatura, tanto de modelos teóricos

como numéricos, y, de hecho, nosotros mismos hemos llevado adelante expe-

rimentos sobre esferas homogéneas. En particular, sería interesante hallar

soluciones analíticas que describan la propagación de la luz en esferas com-

puestas por un número nito de capas, en donde una de ellas posea una

baja capacidad de scattering y de absorción. Esto, sin embargo, excede los

límites de la aproximación difusiva y requeriría involucrarse de lleno con

la ecuación de transporte radiativo. Si bien existen trabajos que presentan

resultados interesantes en lo que respecta a soluciones de la RTE, estas ge-

neralmente se limitan a medios innitos y homogéneos, o se corresponden

con soluciones del caso más sencillo de dominio espacial.

Como cierre de este trabajo no queremos dejar de mencionar, una vez

más, la verdadera razón de todo este esfuerzo, que, insistimos, consiste en

trabajar en conjunto con profesionales de la salud para ver implementadas

las técnicas de espectroscopía NIR en clínicas y hospitales de todo el país

en el futuro más cercano posible.

160
Agradecimientos
Abandono aquí la primera persona del plural para utilizar la del singular,

dado el carácter tan personal de los agradecimientos, que, dicho sea de

paso, en este preciso momento siento se convierten en una de las partes más

difíciles de este trabajo. No porque no quiera o no tenga qué agradecer, sino

por temor, por un lado, a caer en la falta debida al olvido y, por ende,

totalmente involuntaria de omitir nombres, lugares, instantes; y por otro,

de no saber expresar ni con las palabras adecuadas ni en su justa medida

los sentimientos de gratitud que ahora me embargan. Lo único que puedo

hacer ante tan endebles excusas es pedir las más humildes de las disculpas,

rogando con todas mis fuerzas que me sean concedidas.

El primer lugar de este apartado lo reservo, como no podía ser de otra

manera, para mi familia, a la que le debo todo lo que soy, lo que fui y lo que

seré. Agradezco con todo mi corazón a papá y a mamá, quienes estuvieron

161
AGRADECIMIENTOS

desde el principio en los buenos y en los malos momentos, muchas veces

aprendiendo juntos, en la marcha, ellos a ser padres y yo a ser hijo, el

primero, que es la novedad y es la alegría y la ilusión de lo por venir, pero

a la vez es un poco también la incertidumbre y el qué pasará; quienes nunca

vacilaron en garantizarme un bocado de pan ni un techo bajo el cual dormir,

aunque a ellos sí les hiciera falta; quienes, aun a pesar de sus dudas ante

mis elecciones, y en particular sobre la elección de esta carrera como medio

para ganarme la vida, me prestaron siempre su apoyo incondicional. ¾Cómo

no seguir adelante, cómo no levantarme al tropezar, cómo abandonar el

camino, sabiendo que tan rmes voluntades propulsaban mi andar a ciegas

en la niebla?

A la hora de hablar de risas, de complicidades, de juegos, de charlas, de

peleas y de vuelta a las risas, no puedo dejar de mencionar a mis primeros

amigos, que son mis hermanos. A Graciela, con quien siempre me he sentido

más compinche pues es la que me sigue en edad, que siempre que me

cocina lo hace espléndidamente y que cuando pregunta cómo está la comida

soporta mis áridos se come con impávido estoicismo aunque sospecho

que, en el fondo, sabe cuánto la aprecio a ella y a su arte. A Marina,

quien se mantiene locuaz y animada y dispuesta a hablar lo que sea sin

importar la situación, pero que probablemente en este último tiempo haya

162
AGRADECIMIENTOS

estado odiándome un poco por mi dedicación más a este trabajo que a

ella, a pesar de lo cual persiste y me ayuda a despejarme; y a Emilio, el

benjamín, que me enseñó mejor que nadie que ser el más chico e inexperto

en un grupo no es pretexto para no seguir adelante luchando por lo que

uno realmente desea.

No puedo olvidarme de los tíos Ricardo, Elba, Graciela y Olga, quienes

siempre tuvieron para mí nada más que buenos consejos y palabras de

apoyo, todo ello con admirable precisión y en los momentos indicados. A

la tía Olga, en particular, le debo esa herramienta que me ha permitido

abrirme paso en el mundo académico, que es el inglés, y que tanto trabajo

le costara inculcármelo, invirtiendo tiempo y esfuerzo extras, sacricando

vacaciones, desgastando paciencia. Y a los abuelos Héctor, Milka, Emilio

y Antonia, esos cómplices que con todo el cariño del mundo supieron mal-

criarme, en su justa medida, a escondidas de mis padres. Siento particular

tristeza al pensar en Emilio y en Milka, que, según entiendo por lo que me

ha sido contado, son las personas a las que debo mi interés por las ciencias;

lamentablemente ya partieron, cada uno a su debido tiempo, siendo yo to-

davía joven y sin una vocación denida. El abuelo Héctor vivió lo suciente

como para presenciar la defensa de mi tesina de grado, luego de lo cual se

dio por vencido. A todos ellos me gustaría tenerlos hoy aquí conmigo. An-

163
AGRADECIMIENTOS

tonia, espero que puedas verme doctorado, y espero tenerte mucho tiempo

más cerca mío, tan jovial y fresca como de costumbre.

Una carrera universitaria no se puede hacer sin propósito, sin perseveran-

cia, sin paciencia, pero sobre todo no se puede hacer sin amigos que lo

acompañen a uno en el trayecto. Este humilde reconocimiento va dedicado,

pues, a todos ellos: a los que estuvieron a mi lado desde el primer día, a

los que por uno u otro motivo tuvieron que alejarse, a los que permanecen

presentes y disfrutan lo bueno que, espero, pueda haber en mí, y me toleran

en esos momentos en que me vuelvo una persona difícil. En especial, un

millón de gracias, Chizo (cuya amistad tengo el gusto de conservar desde

la escuela secundaria), Rava, Naju, Nachito, Torta, Santino y Juani, por

su valiosa compañía, por la conanza, por esas charlas que muchas veces se

convierten en debates encendidos y motivadores, y por ayudarme a pulir en

este último tiempo mis cuasi nulas habilidades con las pelotas de básquet

y de ping pong ; otro millón de gracias va también para Nico, May, Pame,

Vicky, Ogui y Marina, con quienes he compartido tantos momentos edi-

cantes, y que siempre estuvieron y estarán dispuestos a prestarme un oído,

un hombro; por último, no puedo dejar de mencionar a Julián, una persona

excelente, muy capaz e instruida, que ha inuido tanto en mi manera de

ser y de pensar, a quien conozco desde que éramos niños, y que a pesar

164
AGRADECIMIENTOS

de la distancia siempre se preocupa y no pierde oportunidad de visitarme

cuando está de pasada por Tandil.

Toda la espectacular mezcolanza de sensaciones que experimenté ale-

gría, regocijo, esperanza, felicidad, incertidumbre, temor, desesperación,

desaliento y muchas otras sobre el nal de la Licenciatura y durante to-

do el Doctorado, al ir introduciéndome de a poco en el mundo académico,

hubiera acabado con mis nervios en muy poco tiempo, de no haber sido

por la invaluable guía de Juan y de Daniela, que se hicieron cargo de mi

formación, siempre en el marco de una relación amena, cordial y a la vez

distendida, y tomaron, de alguna manera, el rol de nuevos padres cuyas

paciencias, sin proponérmelo, seguramente entrené, sobre todo en estos úl-

timos meses. Innitas gracias a ellos y espero que la vida nos depare nuevos

proyectos en conjunto. Asimismo, sin la compañía ni la ayuda de Oscar y

de Guido, sobre todo en cuestiones matemáticas y computacionales, es-

te trabajo todavía estaría a mitad de camino. Otra persona a quien debo

mucho es Demian, quien supo instruirme en el arte de la fabricación de

fantomas de resina, ayudándome en la construcción de algunos prototipos

que, por falta de tiempo, han quedado excluidos de esta tesis, pero que con

toda certeza serán de utilidad en el futuro. Cierro este párrafo nombrando

al IFAS y al CIFICEN, y por extensión a los profesores, colegas, técnicos y

165
AGRADECIMIENTOS

al personal administrativo de los mismos, que me han acogido tan cálida-

mente y han hecho de mi lugar de trabajo un espacio más que agradable

para llevar a cabo mis tareas como doctorando.

Ya que mencionara esta cuestión de guías y acompañamientos, aprecio en

gran medida las de los Drs. Grosenick, Macdonald y Wabnitz, así como

también las de los otros colegas del PTB, en especial Lucasz Szyc, Ramo-

na Rothscher, Alexander Jelzow y Mikhail Mazurenka, que siempre me

trataron con cordialidad y con respeto, tanto en mi estadía en Berlín como

posteriormente a través de discusiones y charlas por correo electrónico y

por videoconferencia.

Este trabajo de tesis tampoco habría sido posible sin los apoyos económicos

del CONICET y del MinCyT, instituciones a las que espero poder devolver

dicha ayuda en algún futuro lo más cercano posible. Y, por supuesto, me es

imposible no agradecer a la sociedad toda por apostar, ya sea más o menos

indirectamente, a la formación de personal especializado en ciencias duras

y, en especial, a la Física.

Finalmente, no puedo cerrar este apartado sin agradecer con el alma a la

agrupación estudiantil Abriendo Mentes Universitarias, de la cual formé

parte durante mi carrera de grado, y en la que conocí a mucha gente mara-

villosa, que ayudó a formarme como persona y como compañero, y con la

166
AGRADECIMIENTOS

que impulsamos muchos proyectos, muchas veces titánicos, muchas veces

a contracorriente, pero siempre de manera tenaz, con mucha motivación y

alegría, desde un lugar modesto, y poniendo el horizonte en el bienestar de

los estudiantes, en la inclusión social y en el mejoramiento de la educación

pública, gratuita y de calidad.

167
AGRADECIMIENTOS

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