Bohemian Rhapsody

Por: Jesús Mario León de la Rosa

La espera desde aquel momento del año 2010 en que Brian May (guitarrista de la legendaria
agrupación británica) anunciaba un proyecto que llevaría a la mítica banda de rock Queen
a la pantalla grande ha llegado a su fin. Llega a las salas de cine del mundo una de las
películas más esperadas del año: Bohemian Rhapsody.

Una producción que sufrió significantes cambios desde su primera concepción en su

reparto, dirección y guion. Finalmente, la película fue dirigida (en su mayoría) por Bryan
Singer; director reconocido por su filme de culto noventero The Usual Suspects (1995). El
reparto estaría liderado por Rami Malek quien se encargaría de encarnar al carismático y
afamado cantante Freddie Mercury. Anthony McCarten realizó del guion, quien fue
aclamado por su trabajo escribiendo el correspondiente para The Theory of Everything
(2014) y Darkest Hour (2017).

El filme centra su historia en el vocalista de la agrupación, y nos muestra los inicios de la

banda y su desarrollo hasta alcanzar la fama mundial. Aunque la primera escena refleja el
concierto en el Wembley Stadium, a partir de la siguiente la película es totalmente sucesiva
y no utiliza la herramienta de flashbacks. Bohemian Rhapsody nos presenta cómo fue que
algunos de nuestros temas favoritos de Queen fueron creados, así como la representación
de conciertos importantes en la carrera del grupo musical.

A partir de este momento tendré que escribir estrictamente sobre la película tomando dos
caminos, uno meramente objetivo y otro subjetivo. Empezando con lo segundo, el
largometraje es un homenaje a Queen como grupo creador de ‘himnos de estadio’ y de
Freddie Mercury como un hombre nacido para ser una estrella. Cada escena con música de
la banda hace vibrar a cualquiera, provocando incluso movimientos de piernas debajo de
los asientos. Ahora bien, siendo objetivos sobre Bohemian Rhapsody como una producción
cinematográfica, debo de admitir que me voy con un sabor agridulce al salir de la sala. La
película no logra un argumento sólido y trascendente. Aunque debo de mencionar el gran
trabajo que hacen todos los actores de la película, especialmente quienes encarnan a la
banda. Además de lograr un parecido físico, Malek logra articular y moverse como Mercury
en cada momento de su trayectoria musical. Me atrevo a admitir que el filme cuenta con
cualidades dignas de nominaciones por actuación y diseño de vestuario para las
premiaciones siguientes.

Bohemian Rhapsody es un proyecto que cumple su promesa principal: transmitir la leyenda

que es y será Queen. Para el fanático de la agrupación será lo que siempre quiso y más, para
el aficionado al cine sin duda será una excusa para desempolvar los casettes y cd’s de la
banda, y para el mundo del cine significa una nueva oleada de películas biográficas de
estrellas del rock y pop del siglo XX. A esta película le seguirán proyectos biográficos acerca
de Elton John y John Lennon, esta última compartiría guionista con Bohemian Rhapsody. Sin
duda, esta una película que nadie se puede perder.