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S555 Maria Isabel G. de Ribet H-O-3 Néstor J. Ribet Realidad Sociopolitica Educativa Anilisis y diagnéstico COLECCION CUADERNOS PEDAGOGICOS gZ S054 a Editorial STELLA 59 Viamonte 1984 - 1056 - Buenos Aires ein 636 ————————— “#4. Estado y educacién an CET reconocimiento universal hacia el valor y trascendencia deta educacién en 1a3.. sociedad contemporénea es una realidad propia e indiscutible de nuesto tempo) ° +62 Nunca antes en la historia de las naciones, los hombres dediceron tantos 208, recursos materiales y humanos, y depositaron evidentes expectativas en’ una ‘ma activided. } Sin estar exenta de las profundas diferencias en orden al Yesarrollo | han alcanzado las diversas comunidades, a qadie se le escapa cuénto represe! el presente y futuro de. los pueblos la puesta en marcha de uténticos educacién nacional. Con toda rez6n Gfirman algunos que estamos ante una “explosion educathva’, caracteristica de este siglo, acelerada a partir de la Segu Guerra Mundiaf) 3 Entre las crcunstancies cistintivas que configuran esta reslided podémos conar: * Los esfuerzos globales que realzai ls Estados, afectando parte de tom uestos generales, aportando recussas técnicos y humanos y estable¢l ‘ordenamientos juridicos que den permanencia y validez. * El crecimiento en proporcion geométrice de ta matricula en todos 108 de los sistemas escolares. Ninguna otra empresa humana ocupa @ ‘sonas durante tantos aftos de sus vidas como la edycacién. 1 al * La preocupaci6n de los Organismos Intemacionales por fa promocisnr- reso y el desarrollo de la educatiin, la clencia y la técnica, medios idéneos para afrmar la paz en el mundo, mejorar ta cc de vida y la cooperacién entre los’ puebi i ‘de organizaciones como la UNESCO y tantes otras. * El anhelo individual y social de alcanzar los minimos modema exige y que, de no lograrse, son causa de posterg: Es til recordar aquell consistenteafrmacion del Informe Apreqger 2 ser, precisa mente de la UNESC Este tiempo exige una educacion tal que: «se ofrezca 8 cada hombre (educacién personalizeda), ‘+ abarque a todo e! hombre (educacién integral), + 6@ ofrezca a todos los hombres (democratizacién de la educaciGn) * durante toda la vide (educacion permenerte).) wanith, 9 Volendo la mirada a nuestro contesto histoico, es justo reconocer que desde nuestros origenes como Nacién, en el comienzo de la obra cutturalevengelizadora de Espafia, encontramos signos de ia preocupaci6n por extender los benefinios dé la edu- cacién ai mayor nimero posible de personas. Idéntica ectitud evidensigren los primeros gebleros pats, a nese dels cfeutades neil yl gaveded de Yael que Ge- bieron enfrentar. a Seré durante el periodo de a Organtzecin Necional, a part de 1853; endo se elaboren y pongan en préctica las primeras polticas educativas con autérilea proyec- cl6n de futuro. Durante todo este proceso, le corresponderé un lugar de preeminencie’ ‘6 eéion desarroliada por Ia iglesia Cattlica a través de sus congregaciones religioass ¥ de la comprometida tarea de laicos educadores. El Estado se convertira definitivamente en protagonista de la prestacion del servi- clo educativo y suleto de derechos y deberes indiscutibies. 1.2. Presencia del Estado en la educacién: derechos y deberes = ‘Las naciones modemas, decididamente preocupadas por la tension eta edu ci6n, confian al Estado‘una importante cantidad de funciones y responsablt “que postaliven ese objetivo y de un modo especial todo lo relacionsdo con n8 anEggRoS OF genizativos, la legislacin y el financiamiento. La aimension de cic Intervencién dependeré de princpios tales com de persona que se sustente, la concepcién del propio Estado y el alot de a be erat mana como derecho natural inalienable y de primerisimo orden. Es un coset a ao. ciedad presente, crear y mantener el equilibrio entre el respeto a los derechos persona- les y familiares @ la educacion y el papel del Estado como responsable de iguales posibilidades educativas de calidad. * Tradicionalmente se reconocen como derechos que asisten al Estado en teria, limitado siempre por la primacia del bien comdn, los siguientes: 2) Establecer los minimos de educaci6n obligatoria que promuevan a Is} a la comunidad. 'b) Saivaguardar la fe pablica y la integridad de los partioul y fiscalizando el ejercicio de las profesiones, concediendo vi los, respectivos. ©) Organizar el sistema educative de ta Nacién, legislendo para dar permanenc administrando recursos y medios técnicos y humanos. 4) Supervisar Ia iniciativa privada, controlando el cumplimiento de tos requisitos de funcionamiento y otorgando reconocimiento a los estudios que en ella se reall wan, e) Fomentar el progreso de la educacién en todas sus formas sosteniendo y dir giendo escuelas, universidades e institutos de investigacién. 4) Celebrar acuerdos de carécter internacional que favorezcan el intercambio y la integracion. Entre los deberes que lo comprometen se mencionan: ) Respetar en toda circunstancia los derechos esenciales de la pesona afianzan- do con su cooperacion la plena vigencia de los mismos, especialmente en situa- cones de indefension. Aqui radica el verdadero sentido del principio d ‘SUBSIDIARIEDAD, regia de oro que corvalida la dignidad de la persona sobre la realidad estatal. Resulta oportuno citar al Eplscopado Argentino cuando en el Documento iglesia y comunidad nacional afirma: “E! principio de subsidiariedad tlene un doble contenido. Uno negativo, por el cual el Estado debe respeter ¥ hacer respetar la iniciativa de las personas y las comunidades menores. El otro, positivo, por el cual debe tomar la inlciativa para procurar aquello que él y s6lo €! puede brindar.” Radica aqui e! dificil equilibrio que es necesario intentar y de- fender: —no asumir el Estado aquelio que las personas y las sociedades intermedias puedan hacer. —no ‘abstenerse de actuar o permanecer indiferente ante la imposibilidad de accion de aquéllas. ) Desarrollar la acci6n de gobierno que conduzca al funcionamiento adecuado del sistema nacional de educacién. 13. Limites a la actividad del Estado E| marco de referencia y limite preciso de su actividad, debe encontrarlo el Estado en el principio rector de la basqueda de! bien comGn. Al mismo tiempo que reconozea f° variada riqueza de inictativas privadas, expresi6n del dinamismo social, deberé obrar poP su cuenta, completando los servicios educativos que faltaren y ofreciendo su propla st" ‘cion para.garantizer la igualdad de oportunidades y ser marco adecuado para la exiger- cia de calidad del sistema. Rechazamos de plano la opinion de quienes consideran el papel del Estado en ‘educaci6n como de carécter primero y principal. Con ello ponen en peligro la libertad de- ensefanzay se aproxinan pelgrosamente al autortarismo. Pero tamoco por una equivocada concepcion de la libertad, relegario a la simple conidio¥ir

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