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Y gritos y de botellas 45
Para hacer bien por el alma Que se chocan el sonido,
Del que van a ajusticiar!!! Y el amoroso estallido
De los besos y el danzar.
Y también pronto en son triste
I Lúgubre voz sonará: 50
Reclinado sobre el suelo ¡Para hacer bien por el alma
Con lenta amarga agonía, Del que van a ajusticiar!
Pensando en el triste día
Que pronto amanecerá, Y la voz de los borrachos,
En silencio gime el reo 5 Y sus brindis, sus quimeras,
Y el fatal momento espera Y el cantar de las rameras, 55
En que el sol por vez postrera Y el desorden bacanal
En su frente lucirá. En la lúgubre capilla
Penetran, y carcajadas,
Un altar y un crucifijo, Cual de lejos arrojadas
Y la enlutada capilla 10 De la mansión infernal. 60
Lánguida vela amarilla Y también pronto en son triste
Tiñe en su luz funeral, Lúgubre voz sonará:
Y junto al mísero reo, ¡Para hacer bien por el alma
Medio encubierto el semblante, Del que van a ajusticiar!
Se oye al fraile agonizante 15
En son confuso rezar. ¡Maldición! Al eco infausto 65
El sentenciado maldijo
El rostro levanta el triste La madre que como a hijo
y alza los ojos al cielo; A sus pechos le crió;
Tal vez eleva en su duelo Y maldijo el mundo todo,
La súplica de piedad: 20 Maldijo su suerte impía, 70
¡Una lágrima! ¿es acaso Maldijo el aciago día
De temor o de amargura? Y la hora en que nació.
¡Ay!, ¡a aumentar su tristura
Vino un recuerdo quizá!!! II
Es un joven y la vida 25 Serena la luna
Llena de sueños de oro, Alumbra en el cielo,
Pasó ya, cuando aun el lloro Domina en el suelo 75
De la niñez no enjugó: Profunda quietud;
El recuerdo es de la infancia, Ni voces se escuchan,
¡Y su madre que le llora, 30 Ni ronco ladrido,
Para morir así ahora Ni tierno quejido
Con tanto amor le crió!!! De amante laúd. 80
Y a par que sin esperanza Madrid yace envuelto en sueño,
Ve ya la muerte en acecho, Todo al silencio convida,
Su corazón en su pecho 35 Y el hombre duerme y no cuida
Siente con fuerza latir, Del hombre que va a expirar;
Al tiempo que mira al fraile Si tal vez piensa en mañana, 85
Que en paz ya duerme a su lado, Ni una vez piensa siquiera
Y que, ya viejo y postrado, En el mísero que espera
Le habrá de sobrevivir. 40 Para morir, despertar;
Que sin pena ni cuidado
¿Mas qué rumor a deshora Los hombres oyen gritar: 90
Rompe el silencio? Resuena ¡Para hacer bien por el alma
Una alegre cantilena Del que van a ajusticiar!
1
Y un cadalso en su lugar.
¡Y el juez también en su lecho Y oye a su lado en son triste
Duerme en paz!, ¡y su dinero Lúgubre voz resonar:
El verdugo placentero 95 ¡Para hacer bien por el alma
Entre sueños cuenta ya! Del que van a ajusticiar! 145
Tan sólo rompe el silencio
En la sangrienta plazuela
El hombre del mal que vela El verdugo
Un cadalso a levantar. 100
______________ De los hombres lanzado al desprecio,
De su crimen la víctima fui,
Loca y confusa la encendida mente, Y se evitan de odiarse a sí mismos,
Sueños de angustia y fiebre y devaneo Fulminando sus odios en mí.
El alma envuelven del confuso reo, Y su rencor 5
Que inclina al pecho la abatida frente. Al poner en mi mano, me hicieron
Su vengador;
Y en sueños 105 Y se dijeron:
Confunde «Que nuestra vergüenza común caiga en él;
La muerte, Se marque en su frente nuestra maldición;
La vida. 10
Recuerda Su pan amasado con sangre y con hiel,
Y olvida, 110 Su escudo con armas de eterno baldón
Suspira, Sean la herencia
Respira Que legue al hijo,
Con hórrido afán. El que maldijo 15
La sociedad.»
Y en un mundo de tinieblas ¡Y de mí huyeron,
Vaga y siente miedo y frío, 115 De sus culpas el manto me echaron,
Y en su horrible desvarío Y mi llanto y mi voz escucharon
Palpa en su cuello el dogal; Sin piedad!!! 20
Y cuanto más forcejea, Al que a muerte condena le ensalzan...
Cuanto más lucha y porfía, ¿Quién al hombre del hombre hizo juez?
Tanto más en su agonía 120 ¿Que no es hombre ni siente el verdugo
Aprieta el nudo fatal. Imaginan los hombres tal vez?
Y oye ruido, voces, gentes, ¡Y ellos no ven 25
Y aquella voz que dirá: Que yo soy de la imagen divina
¡Para hacer bien por el alma Copia también!
Del que van a ajusticiar! 125 Y cual dañina
Fiera a que arrojan un triste animal,
O ya libre se contempla, Que ya entre sus dientes se siente crujir,
Y el aire puro respira, 30
Y oye de amor que suspira Así a mí, instrumento del genio del mal,
La mujer que un tiempo amó, Me arrojan al hombre que traen a morir.
Bella y dulce cual solía, 130 Y ellos son justos,
Tierna flor de primavera, Yo soy maldito,
El amor de la pradera Yo sin delito 35
Que el abril galán mimó. Soy criminal:
Mirad al hombre
Y gozoso a verla vuela, Que me paga una muerte; el dinero
Y alcanzarla intenta en vano, 135 Me echa al suelo con rostro altanero,
Que al tender la ansiosa mano ¡A mí, su igual! 40
Su esperanza a realizar,
Su ilusión la desvanece El tormento que quiebra los huesos
De repente el sueño impío, Y del reo el histérico ¡ay!
Y halla un cuerpo mudo y frío 140 Y el crujir de los nervios rompidos
2
Bajo el golpe del hacha que cae, Que me ensangrienta,
Son mi placer. 45 Del hombre ostenta 95
Y al rumor que en las piedras rodando Un crimen más.
Hace, al caer, Y yo aún existo,
Del triste saltando Fiel recuerdo de edades pasadas,
La hirviente cabeza de sangre en un mar, A quien siguen cien sombras airadas
Allí entre el bullicio del pueblo feroz ¡Siempre detrás! 100
50
Mi frente serena contemplan brillar, ¡Oh!, ¿por qué te ha engendrado el
Tremenda, radiante con júbilo atroz. verdugo,
Que de los hombres Tú, hijo mío, tan puro y gentil?
En mí respira En tu boca la gracia de un ángel
Toda la ira, 55 Presta gracia a tu risa infantil.
Todo el rencor; ¡Ay! tu candor, 105
Que a mí pasaron: Tu inocencia, tu dulce hermosura
la crueldad de sus almas impía, Me inspira horror.
Y al cumplir su venganza y la mía ¡Oh! tu ternura,
¡Gozo en mi horror! 60 Mujer, ¿a qué gastas con ese infeliz?
¡Oh! muéstrate madre piadosa con él;
Ya más alto que el grande que altivo 110
Con sus plantas hollara la ley, ¡Ahógale y piensa será así feliz!
Al verdugo los pueblos miraron ¿Qué importa que el mundo te llame cruel?
Y mecido en los hombros de un Rey; Mi vil oficio
Y en él se hartó, 65 Querrás que siga,
Embriagado de gozo aquel día ¡Que te maldiga 115
Cuando expiró; Tal vez querrás!
Y su alegría Piensa que un día
Su esposa y sus hijos pudieron notar; Al que hoy miras jugar inocente,
Que en vez de la densa tiniebla de horror, ¡Maldecido cual yo y delincuente
70 También verás!!!!! 120
Miraron la risa su labio amargar,
Lanzando sus ojos fatal resplandor. Canción del pirata
Que el verdugo
Con su encono Con diez cañones por banda,
Sobre el trono 75 Viento en popa, a toda vela,
Se asentó. No corta el mar, sino vuela
Y aquel pueblo Un velero bergantín:
Que tan alto le alzara bramando, Bajel pirata que llaman 5
Otro rey de venganzas, temblando, Por su bravura el Temido,
En él miró. 80 En todo el mar conocido
Del uno al otro confín.
En mí vive la historia del mundo
Que el destino con sangre escribió, La luna en el mar rïela,
Y en sus páginas rojas Dios mismo En la lona gime el viento, 10
Mi figura imponente grabó. Y alza en blando movimiento
La eternidad 85 Olas de plata y azul;
Ha tragado cien siglos y ciento, Y ve el capitán pirata,
Y la maldad Cantando alegre en la popa,
Su monumento Asia a un lado, a otro Europa, 15
En mí todavía contempla existir; Y allá a su frente Estambul (3).
Y en vano es que el hombre do brota la luz
90 «Navega, velero mío,
Con viento de orgullo pretenda subir: Sin temor,
¡Preside el verdugo los siglos aún! Que ni enemigo navío,
Y cada gota Ni tormenta, ni bonanza 20
3
Tu rumbo a torcer alcanza, Que es mi Dios la libertad,
Ni a sujetar tu valor. Mi ley, la fuerza y el viento,
Mi única patria la mar. 70
»Veinte presas
Hemos hecho »¡Sentenciado estoy a muerte!
A despecho 25 Yo me río;
Del inglés, No me abandone la suerte,
Y han rendido Y al mismo que me condena
Sus pendones Colgaré de alguna entena 75
Cien naciones Quizá en su propio navío.
A mis pies. 30
»Y si caigo,
»Que es mi barco mi tesoro, ¿Qué es la vida?
Que es mi Dios la libertad, Por perdida ya la di,
Mi ley, la fuerza y el viento, Cuando el yugo 80
Mi única patria la mar. Del esclavo,
Como un bravo,
»Allá muevan feroz guerra 35 Sacudí.
Ciegos Reyes
Por un palmo más de tierra, »Que es mi barco mi tesoro,
Que yo aquí tengo por mío Que es mi Dios la libertad, 85
Cuanto abarca el mar bravío, Mi ley, la fuerza y el viento,
A quien nadie impuso leyes. 40 Mi única patria la mar.
»Y no hay playa, »Son mi música mejor
Sea cualquiera, Aquilones,
Ni bandera El estrépito y temblor 90
De esplendor, De los cables sacudidos,
Que no sienta 45 Del ronco mar los bramidos
Mi derecho Y el rugir de mis cañones.
Y dé pecho
A mi valor. »Y del trueno
Al son violento, 95
»Que es mi barco mi tesoro, Y del viento
Que es mi Dios la libertad, 50 Al rebramar,
Mi ley, la fuerza y el viento, Yo me duermo
Mi única patria la mar. Sosegado,
Arrullado 100
»A la voz de '¡barco viene!' Por el mar.»
Es de ver
Cómo vira y se previene 55 »Que es mi barco mi tesoro,
A todo trapo a escapar: Que es mi Dios la libertad,
Que yo soy el rey del mar, Mi ley, la fuerza y el viento,
Y mi furia es de temer. Mi única patria la mar.» 105
»En las presas
Yo divido 60 El mendigo
Lo cogido
Por igual. Mío es el mundo: como el aire libre,
Sólo quiero Otros trabajan porque coma yo;
Por riqueza todos se ablandan si doliente pido
La belleza 65 Una limosna por amor de Dios.
Sin rival.
El palacio, la cabaña 5
»Que es mi barco mi tesoro, Son mi asilo,
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Si del ábrego el furor Da castigo
Troncha el roble en la montaña, Que le niegue
O que inunda la campaña Caridad. 60
El torrente asolador. 10
Yo soy pobre y se lastiman
Y a la hoguera Todos al verme plañir,
Me hacen lado Sin ver son mías sus riquezas todas,
Los pastores Que mina inagotable es el pedir. 65
Con amor, Mío es el mundo: como el aire libre,
Y sin pena 15 Otros trabajan porque coma yo;
Y descuidado todos se ablandan si doliente pido
De su cena Una limosna por amor de Dios.
Ceno yo.
O en la rica Mal revuelto y andrajoso, 70
Chimenea, 20 Entre harapos
Que recrea Del lujo sátira soy,
Con su olor, Y con mi aspecto asqueroso
Me regalo Me vengo del poderoso,
Codicioso Y a donde va tras él voy. 75
Del banquete 25
Suntüoso Y a la hermosa
Con las sobras Que respira
De un señor. Cien perfumes,
Gala, amor,
Y me digo: el viento brama, La persigo 80
Caiga furioso turbión; 30 Hasta que mira,
Que al son que cruje de la seca leña, Y me gozo
Libre me duermo sin rencor ni amor. Cuando aspira
Mi punzante
Mío es el mundo: como el aire libre, Mal olor. 85
Otros trabajan porque coma yo; Y las fiestas
todos se ablandan si doliente pido 35 Y el contento
Una limosna por amor de Dios. Con mi acento
Turbo yo,
Todos son mis bienhechores, Y en la bulla 90
Y por todos Y la alegría
A Dios ruego con fervor; Interrumpen
De villanos y señores 40 La armonía
Yo recibo los favores Mis harapos
Sin estima y sin amor. Y mi voz: 95
Ni pregunto
Quiénes sean, Mostrando cuán cerca habitan
Ni me obligo 45 El gozo y el padecer,
A agradecer; Que no hay placer sin lágrimas, ni pena
Que mis rezos Que no transpire en el medio del placer.
Si desean,
Dar limosna Mío es el mundo: como el aire libre,
Es un deber. 50 100
Y es pecado Otros trabajan porque coma yo;
La riqueza, todos se ablandan si doliente pido
La pobreza Una limosna por amor de Dios.
Santidad;
Dios a veces 55 Y para mí no hay mañana,
Es mendigo, Ni hay ayer; 105
Y al avaro Olvido el bien como el mal,
5
Nada me aflige ni afana;
Me es igual para mañana
Un palacio, un hospital.
Vivo ajeno 110
De memorias,
De cuidados
libre estoy;
Busquen otros
Oro y glorias, 115
Yo no pienso
Sino en hoy.
Y do quiera
Vayan leyes,
Quiten reyes, 120
Reyes den;
Yo soy pobre,
Y al mendigo,
Por el miedo
Del castigo, 125
Todos hacen
Siempre bien.
Y un asilo donde quiera
Y un lecho en el hospital
Siempre hallaré, y un hoyo donde caiga
130
Mi cuerpo miserable al espirar.
Mío es el mundo: como el aire libre,
Otros trabajan porque coma yo;
Todos se ablandan, si doliente pido
Una limosna por amor de Dios. 135