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E l hombre multiplanar... La piscina de Galapa-
gar... La columnata de Uclés... Estas son historias,
cuentos, que se transmiten a través de los años de boca
EN ESTE NÚMERO ...
en boca, de amigo a amigo.
Momentos únicos en la memoria colectiva de la So- - Editorial
ciedad Tolkien Española que difícilmente se olvidarán. - Crónica de un Viaje. Capítulo I
Casi tan persistentes en nuestras memorias como las pa- - Memorias de los socios
labras de Gandalf sobre el puente de Moria, o las prime- - La Cocina del buen Hobbit
ras estrofas del Namarië! Porque, ¿qué es una EstelCon? - Guía del Escudero
¿No es acaso un cuento que contamos y nos contamos
- El Mercado de Bree
entre todos? Cuatro días de evasión dentro del mundo
secundario que creó Tolkien. ¡Pero evasión de la buena! - Pasatiempos
- Créditos
“Un momentito, caballeros. ¿Es que acaso existe eso de
evasión buena?” Pero no es necesario limitarse sólo a Arda, a Ham o
a Wooton Mayor. Nosotros también hemos llevado a
¡Claro que existe! Nuestro querido profesor de Oxford cabo esa sutil magia que hay en el acto de subcrear. Y
distinguió entre dos tipos de evasión: la fuga del prisio- de esta forma, nos encontramos sumergidos en nuestra
nero y la huida del desertor. El desertor es ese personaje propia historia dentro de La Historia.
pusilánime y débil que ante la natural dificultad de la
vida se da por vencido: se evade a un mundo imaginario, “¿De qué historia están hablando estos locos?”
una burbuja vacía, que suplanta al mundo “real” y del
que no desea volver. El prisionero, no obstante, es aquel Hablamos de un cuento que comenzó allá por 1991,
que, encerrado en su prisión de “realidad”, necesita mo- cuando unos valientes pioneros se atrevieron a tener un
tivos y ánimos para seguir soportando su cautiverio. Se sueño: fundar la Sociedad Tolkien Española. Pero ese no
evade él también a un mundo subcreado, pero con la fue su único logro ya que tres años más tarde se atrevie-
intención de alcanzar una comprensión más profunda ron de nuevo a soñar y, en 1994, se contó la primera Me-
de su propio ser y su propio mundo. Una vez consegui- reth Aderthad. Desde entonces, la historia no ha parado
do este objetivo, vuelve consolado a “la realidad”, pues de crecer y, hasta el día de hoy, quince Merith Aderthad
posee ahora armas y fuerzas con las que combatir la hos- han sido contadas por diferentes narradores.
tilidad de su prisión. Pero, igual que pasa cuando leemos un buen cuento,
necesitamos más. Con esta ilusión de seguir contando
Joyería fina cuentos, desde Edhellond preparamos la próxima Me-
reth Aderthad, la decimosexta. Y del mismo modo que
“Celebrimbor” pasó con las anteriores, ésta será escrita por todos aque-
llos que asistáis y participéis en ella. Por esta razón, os
ofrecemos esta publicación. Porque toda gran historia
merece un buen prólogo.
Por cierto: Be Socio, My Friend!
Crónica de un Viaje
Capítulo I
D urante toda la jornada cabalgó por montañas y
caminos, sin atreverse a exigirle al animal la velocidad
de la que era capaz. Su caballo era útil para las campañas, en
un tiempo no muy lejano, había plantado aquello y muchas
cosas más, como grano y frutales. Y su madre había cuidado
de su propio jardín de flores invernales tras las labores del
persecuciones o huidas, pero como bestia de carga era poco campo y la casa. “Una esposa de genio vivo y risa aún más
menos que un estorbo. Y el equipaje viva”, imaginó el montaraz, “que
que portaba ese día era bastante más cante mientras ordeña, como hacía mi
voluminoso de lo acostumbrado. madre, y que sepa curar los constipados
Al anochecer se detuvo a dormir bajo y asar los becerros a la miel”.
la Roca del Ahogado, hizo una hoguera A medida que viraba hacia el sureste y
pequeña y se refugió en su calor. Aún se acercaba al lugar acordado, no pudo
no era invierno, pero la humedad de evitar que las chimeneas de las casas más
aquellos bosques y la umbría sosegada al norte le recordaran su hogar perdido,
que lo rodeaba era suficiente para que como imágenes frescas de aquello que
el frío le calase en los huesos. Tomó atesoraba en lo más profundo de su
una cena frugal, a base de sopa de pan memoria. Escuchaba risas infantiles,
y carne salada, y se arrebujó bajo la gritos de juegos, roncas carcajadas o
gruesa capa. canciones a media voz entonadas desde
Esta vez acudía solo a la llamada. las puertas o en las plazas, escapándose
Otras veces lo había acompañado por las ventanas de las tabernas, o
alguno de sus camaradas, incluso en una ocasión se reunió bien apagadas tras los postigos de las viviendas cerradas para
para el viaje un grupo de quince o veinte compañeros. Ahora conservar el calor. Había macetas en los alféizares y cereal
era distinto: se había adelantado a sus hermanos, porque que se secaba colgando sobre las vallas de los corrales. Había
llevaba consigo la promesa de tenerlo todo preparado para la gatos que se refugiaban bajo los carros y perros dormitando
llegada de sus superiores. en los pajares; alguno trotó entre las patas de su montura,
Al llegar a la primera frontera echó la vista atrás, hacia esquivando airoso el peligro con indiferencia y petulancia.
los altos pinos que se mecían con el aire frío de la mañana. “Es una tierra en paz”, pensó el viajero, “un descanso
Cuántas veces habría de cruzar ese límite invisible, decir adiós en la tormenta”. Algunas noches entre aquellos poblados,
a aquella línea imaginaria que los mantenía separados del acompañado por las miradas recelosas que lo escudriñaban
mundo y confinados en unas tierras que no eran las suyas... desde los hogares en penumbra, sirvieron para espantarle el
y el día en que todos sus hermanos al fin cabalgaran juntos frío del bosque del norte. De vez en cuando se le acercaba
para abandonar aquel exilio y aquella vigilancia le parecía tan algún frontero cuando rellenaba el pellejo de agua en una
incierto...
“Un hogar de paredes blancas”, pensó con
melancolía el montaraz. “Y un establo lo bastante
grande como para dos bueyes, dos caballos y
unas cuantas vacas. Plantaré mis campos con
remolacha, nabos y zanahorias, y también habrá
hueco para una larga línea de puerros y un buen
huerto de patatas”... Su padre lo había hecho en
“Conspiración desenmascarada” ello me dispuse a abusar, una vez más, del sufrido
José Manuel Ferrández “Gimli” Paco “Lórinlor” que se ofreció a hacer de taxista
desde Valencia, adonde me era relativamente fácil
1. Lo más práctico (y limpio) es usar el propio vaso del yogur como base para las medidas. La leche de Ga-
latea da unos yogures muy sabrosos, con lo que podemos usarlo natural o, si se quiere, de limón. Si lo usamos
natural, también podemos aromatizar con la ralladura de un limón o naranja.
2. Vaciamos el yogur en un vaso de cristal o cuenco pequeño, echamos los huevos en otro cuenco y aña-
dimos dos vasos de yogur de azúcar. Batimos los huevos con el azúcar hasta que se mezclen bien y no quede
poso.
3. Vamos añadiendo dos vasitos de yogur de harina a la mezcla, incorporando también la levadura, el yo-
gur (si no nos lo hemos comido ya) y un vasito de yogur de aceite de oliva. Ponemos también unas gotitas de
esencia de vainilla. Para la mezcla podemos usar un aparato eléctrico; a míme gusta hacerlo a mano, se hace
buen músculo, sobre todo si queremos hacer un bizcocho grande.
6. Una vez frío, se abre por la mitad y se unta de mermelada de arándanos (o de fresa, o de naranja). Jun-
tamos las mitades y cubrimos con el chocolate fundido. Vigilad que vuestro dragón no esté acatarrado, de un
estornudo os puede achicharrar la cocina.
Y se puede consumir con el chocolate caliente o dejándolo enfriar, formando una ligera costra. También se
puede decorar con un poco de azúcar glas o unas frutas rojas. Para acompañar, un vino dulce.
¡Buen provecho!
• Auxiliares
Para ayudar en tareas específicas, como preparar y desmantelar el Dealers’ Room y la Exposición
de Arte.
• Oficina de Conferencias
Formaban parte del personal de la Oficina de Conferencias.
• Moderadores
Su función era presentar a los oradores y conferenciantes, vigilar el cumplimiento de los tiempos
de estos actos en el programa y recabar las preguntas del público en el debate posterior a las
conferencias para que fueran atendidas por el orador.
• Mayordomos de la Sala
Mantener ojo avizor en las salas, como la Exposición de Arte o el Dealers’ Room o dirigir a la
audiencia en las salas de conferencia.
• Seguridad
Aspectos de seguridad general; ser llamado ¡“Háma”!
• Mayordomos Técnicos
Operar el equipo técnico, tanto eléctrico como, audiovisual, a emplear en conferencias y
actividades.
El Mercado de Bree
• Mujer busca hombre que odie botas amarillas y • Señor de la Oscuridad busca bolsones y comple-
la plumas de cisne en el sombrero. mentos. Pago bien.
• Se buscan alas desplegables de tela de malla y es- • Se buscan orejas de elfo fabricadas en silicona.
tructura metálica, sustraidas por la fuerza durante Sí, soy el de antes. Es que otra subdivisión, llama-
la celebración del rol en vivo, por miembros de la da ‘-Lassë no es una razón, es un sufijo poético’
plataforma ‘Canastos, que los Balrog no vuelan’, compuesta por hobbits extremistas, las sustrajo
subdivisión del grupo reaccionario ‘Leyendo a por la fuerza mientras bailábamos en el taller. Se
Tolkien literalmente’. Se gratificará con unas ore- gratificará con… mejor no lo digo que me busco
jas puntiagudas de elfo a medida. más problemas.
• Dragón ofrece recompensa para quien le desvele • Se busca estandarte de Minas Tirith, guitarra de
la identidad de un cansino que se hace llamar “El bardo, mascota de Pelargir, pies de hobbit, escudo
Jinete del Barril”. Que los dragones también tie- de Imladris, diez mathom de otros tantos smiales
nen derecho a dormir siesta, leñe. y a Findûriel. Umbar, sabemos quién ha sido, así
que ya los estáis soltando.
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