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Reis.

Revista Española de Investigaciones


Sociológicas
ISSN: 0210-5233
consejo.editorial@cis.es
Centro de Investigaciones Sociológicas
España

ZARCO, Juan
Reseña de "La integración de los métodos cuantitativo y cualitativo en la investigación social" de
EDUARDO BERICAT
Reis. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, núm. 89, 2000, pp. 370-372
Centro de Investigaciones Sociológicas
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=99717889023

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CRÍTICA DE LIBROS

EDUARDO BERICAT
La integración de los métodos cuantitativo y cualitativo
en la investigación social
(Barcelona, Ariel, 1998)

Estamos de enhorabuena. El profe- da. Esas pirámides son caracterizadas


sor Bericat ha escrito un excelente por el profesor Bericat como de bases
libro que si antes de su aparición era sólidas, como equiparables, distantes
muy necesario, ahora que está escrito —sobre todo en sus cúspides, que
resulta de imprescindible lectura, ade- significarían las metateorías que las
más de un excelente texto para la informan—, enfrentadas y, hasta cier-
docencia, pues conjuga un admirable to punto, dándose la espalda; sobre
rigor expositivo y de contenidos con ellas volveremos.
un enorme potencial didáctico. A continuación realiza una clara
La integración de los métodos cuanti- apuesta por las posibilidades de la
tativo y cualitativo en la investigación integración metodológica para el
social está dividido en dos partes dife- diseño de la investigación social, pre-
renciadas y complementarias. La pri- sentando un modelo que recoge tres
mera de ellas desarrolla «el discurso subtipos o estrategias de integración
de la integración», y la segunda, «la multimétodo, tomado de D. Morgan
práctica de la integración». Aunque y que posteriormente desarrollará con
ambas partes son necesarias, resulta numerosos ejemplos: la complemen-
excepcional la segunda, pues con un tación, la triangulación y la combina-
marcado carácter de utilidad introdu- ción. Las tres posibilidades son consi-
ce numerosos ejemplos reales, así deradas legítimas como integradoras
como una guía de posibilidades abier- de las dos metodologías, siendo en
tas a nuevos diseños de investigación alguna medida el distinto grado de
que sirven de perfecto corolario al compromiso lo que las distinguiría.
conjunto de la obra. Pero, antes de abordar en profun-
El autor comienza el libro presen- didad las posibilidades estratégicas y
tando una descripción bastante ajus- de uso de la integración, el autor ve
tada de la confrontación entre meto- necesario realizar una tarea de de-
dologías cualitativas y cuantitativas, construcción teórica del par cuanti-
que denomina metafóricamente las tativo/cualitativo, para asentar las
«dos pirámides» de la investigación bases del lugar preciso que ocupa —o
social. La lógica que ha movido esa debería ocupar— la metodología
dicotomía hasta tiempo reciente ha dentro de la sociología. Así, en el
sido mayoritariamente la de la distin- capítulo tercero reformula las dicoto-
ción (manteniendo la supremacía mías clásicas reduciéndolas a seis
jerárquica de una metodología sobre dimensiones bipolares estrictamente
la otra), si bien la alternativa de la metodológicas (o puras) que observa
convivencia, con mayor o menor básicas y que son entendidas como
grado de compromiso, se presenta un continuo más que como una opo-
como la tendencia actual más acerta- sición. De esta manera, se desarrolla

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la dimensión temporal (sincronía-dia- la sociología, y de la metodología en


cronía); la espacial o de acotación del ella contenida, sino también con el
objeto (extensión-intensión); el momento actual— que no hay nada,
punto de vista del investigador (obje- nada, en el panorama presente o
tividad-subjetividad); la concepción pasado de la investigación/reflexión
de la naturaleza del objeto (análisis- sociológica que nos autorice a referir-
síntesis); el camino hacia la teoría nos, ni siquiera metafóricamente, a
(deducción-inducción); y, por fin, la «dos grandes y sólidas pirámides» de
concepción sobre la influencia del comparable tamaño y equivalente
investigador en el objeto (reactividad- consideración si con ello pretende-
neutralidad). La acertada postura del mos aludir a las tradiciones cuanti-
profesor Bericat señala que en una tativa y cualitativa en la investigación
investigación es difícil coincidir en el social. Goliat y David, un transatlán-
mismo extremo polar en cada uno de tico y una balsa, o una pirámide
los aspectos que estarían comprendi- grande y robusta frente a un montí-
dos en las seis dimensiones. En cual- culo de arena, manteniendo el orden
quier caso, tratándose de gradientes y de los términos, son símiles mucho
tomando como referencia esas dimen- más realistas de lo que se evoca que
siones, las posturas metodológicas dos pirámides comparables en tama-
serían literalmente infinitas, con el ño. ¿Distantes? Desde luego. ¿Ricas
enriquecimiento que supone con res- en sus respectivas tradiciones? Tam-
pecto a la tradicional oposición o bién. ¿Ambas muy antiguas? Así es.
cuantitativo o cualitativo. ¿Que pueden y en ocasiones deben
Esta concepción dimensional, como integrarse? Sin lugar a dudas. Pero
se observa, abre las puertas a múltiples ¿comparables en tamaño —número
posibilidades de integración. Ellas se de representaciones y representan-
desarrollan en los capítulos cinco y tes— o en robustez —reconocimien-
seis (la segunda parte aludida) y sólo to relativo—? Tajantemente no. No
su lectura da cuenta de su valor. Baste quiero insistir demasiado, ni estoy
señalar que se introducen casi una seguro de si en cualquier caso la exis-
treintena de ejemplos tomados de tencia de esas dos pirámides equipa-
investigaciones reales que ilustran los rables hubiera sido deseable, ni
distintos usos posibles. siquiera si posible, pero desde luego
Pero, como escribió el poeta, la ni ha sido ni es así, por mucho que la
palabra no debe ser sin pecado un metodología cualitativa esté de moda.
adorno, y quisiera introducir para La evaluación personal de cada una
finalizar dos consideraciones persona- de ellas, independientemente del
les que no invalidan en absoluto la tamaño y reconocimiento de los dos
excelencia del trabajo objeto de términos de la metáfora, no es objeto
recensión, ni mucho menos preten- que pueda aquí introducirse, pero es
den enmendarlo. de justicia señalar a quien se adentre
En primer lugar, creo que es legíti- en el lúcido camino de la integración
mo señalar —y hacerlo es cumplir que las dos metodologías tradiciona-
una deuda no sólo con la historia de les que está integrando no son con-

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sensuadamente vistas como dos pirá- —y mucho— las posibilidades de


mides equiparables. Se asume, por investigación social, no a suplantar a
tanto, un riesgo que no conviene las ya existentes cuando éstas son fér-
ocultar. tiles en sí mismas. Como sea que las
Una segunda y última considera- «terceras vías» también están de
ción, más para la audiencia que para moda, no vayamos a confundir la
la obra. Aunque el profesor Bericat inteligente y fundada propuesta que
en ningún momento sugiere que su, La integración de los métodos cuanti-
como he afirmado, brillante y nece- tativo y cualitativo en la investigación
saria propuesta integradora invalide social contiene con la adhesión «polí-
o haga ya inservibles las metodolo- ticamente correcta» al también polí-
gías de investigación digamos tico «centro» que hoy tanto se pre-
«puras», no quisiera dejar pasar la tende representar.
oportunidad de señalar que la opción
«multimétodo» viene a enriquecer Juan ZARCO

OCTAVIO UÑA, JOSÉ MARÍA BLEDA y FELIPE CENTELLES


La mujer en Castilla-La Mancha, un estudio sociológico
(Cuenca, Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 1999)

La virtud que pueden tener los dad, ya que éstos según la dinámica e
estudios sociológicos sobre segmentos intensidad de su cambio reflejan la
de la estructura social, y muy en espe- transformación social.
cial los focalizados en la edad o el Y es lógico suponer que el cambio
género, por ejemplo, es que facilitan de situación de la mujer en determi-
la penetración del análisis dentro de nado espacio geográfico y sociopolíti-
la organización social por medio de co puede ser uno de los principales
un corte adecuado en la pirámide elementos de diagnosis de las profun-
poblacional —que en parte es tam- das transformaciones que nuestra
bién la de la estratificación social—, época soporta —y proyecta— al fin
articulado generalmente con determi- del milenio.
nadas áreas estratégicas de actividad El estudio sociológico que reseño
humana. se fundamenta en los supuestos ante-
Sin embargo, la observación siste- riores, ya que partiendo de una serie
mática de la estructura social no suele analítica de datos variados: sobre
ofrecer indicios al investigador de los todo sociodemográficos, de empleo y
objetivos del proceso si aquél no des- desempleo, de salud, educación y
taca un marco de referencia que, política, intenta profundizar en los
desde luego, tiene que fundamentarse posibles efectos del cambio inducido
en sistemas de valores de la moderni- tanto por las políticas autonómicas de

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