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LA INFLACIÓN ESTRUCTURAL

En los últimos años, en los países más desarrollados, la inflación ha adquirido un

carácter más estructural.

Para (Fernandéz, Parejo, & Rodríguez, 2006) la tasa de inflación presenta dos

características: “A inicios del siglo XXI se presentan niveles bajísimos en términos

históricos, aunque a veces es demasiado insuficiente; mientras, que por otro lado, a pesar

de existir crecimientos pequeños en el Producto Interno Bruto, la tasa de inflación se

resiste a bajar en ocasiones por debajo de un determinado nivel” (p. 179)

Existe un tope para la inflación, la que representa una tasa natural (estructural) y

no es solo un fenómeno monetario y/o fiscal o de costes; y no solo puede controlarse con

políticas coyunturales. Esto significa una tasa de inflación necesaria para la actividad

económica, que considera aspectos como su: evolución, estructura económica, hábitos de

inflación propios del actuar de los agentes económicos, tal como lo afirma (Fernandéz,

Parejo, & Rodríguez, 2006) . En este mismo sentido, existe un nivel de tasa de inflación

estructural que es diferente en cada país; asimismo, dentro de cada país, existe una

variación en el tiempo que está dado por cambios estructurales y sociales.

Por lo tanto, ante la situación anterior se busca implementar medidas de política

económica orientadas a la raíz del problema, que cambien las estructuras y hábitos con el

objeto de lograr que la economía en su totalidad niveles funcione con niveles de inflación

menores.

La inflación estructural también afecta a los países menos desarrollados, con más

intensidad y con rasgos diferentes.

A continuación, se presentan diferentes modelos que buscan explicar este

fenómeno económico:
Modelo iberoamericano

El modelo estructural de la inflación, es conocido como el modelo

latinoamericano. En los modelos analíticos y formales se argumenta que la inflación

estructural es el efecto de obstáculos y constricciones que se originan en el proceso de

crecimiento económico y generan enormes tasas anuales en el IPC de estos países.

Según (Fernandéz, Parejo, & Rodríguez, 2006) entre los principales factores

institucionales tenemos los siguientes:

a) Respecto a la población:

 Población creciente, con aspiraciones económicas también crecientes.

 Acusados movimientos migratorios hacia las ciudades.

 Cambios de gustos y de preferencias en la población, operando con

intensidad el llamado «efecto imitación».

b) Respecto a los factores de producción:

 Distribución muy desigual de la tierra con muy escasa capitalización y una

elevada proporción de latifundios.

 Gran parte de la mano de obra sin cualificar.

 Mercado de capitales poco desarrollado.

 Oferta de empresarios inelástica.

c) Respecto a la producción y distribución:

 Altos porcentajes de las exportaciones de productos primarios respecto al

Producto Nacional Bruto.

 Grado excesivo de concentración del valor de las exportaciones en pocos

productos.

 Fuerte dependencia de las importaciones de productos industriales.


 Inestabilidad de la oferta de productos alimenticios, importante factor de

presión inflacionista, responsable con mucha frecuencia del inicio de

espirales salarios- precios en los sectores urbanos.

 A ello hay que añadir la existencia de estructuras comerciales defectuosas

que encarecen innecesariamente estos productos primarios.

 Abundancia de monopolios y oligopolios de oferta.

d) Factores institucionales:

 Eficiencia muy limitada en la Administración Pública.

 Sistema fiscal regresivo

Dado estos factores, el proceso de inflación surge en la búsqueda del crecimiento

económico acorde con la población y sus pretensiones. Ya sea que el crecimiento se base

en una política de producción autóctona o se comience un proceso de industrialización

sustitutiva de importaciones ya que existen deficiencias estructurales que provocan

déficits tanto en la balanza de pagos como en el sector público, cuyo efecto es la

generación de círculos viciosos: devaluación-inflación-devaluación y déficit público-

inflación-déficit público; como lo afirma (Goldstein, 1981) citado por (Fernandéz, Parejo,

& Rodríguez, 2006).

Para (Sunkel, 1963) esta corriente tuvo su máximo apogeo en los años setenta,

como respuesta a los efectos depresivos sobre el empleo y la producción en Argentina,

Brasil y Chile; quienes adoptaron las políticas de estabilización dadas por el Fondo

Monetario Internacional.

Esta postura crítica al Fondo Monetario Internacional considerándolo a

este organismo como un mecanismo de dominación internacional hacia los países


periféricos y haciéndoles perder una parte significativa de su independencia política, tal

como lo afirma (Furtado, 1982) y citado por (Fernandéz, Parejo, & Rodríguez, 2006)

El modelo escandinavo

Este modelo busca analizar y explicar en las economías occidentales la inflación

en el largo plazo. Para (Frisch) este problema se presenta como consecuencia de la

interacción de cuatro factores que restringen el normal funcionamiento del mercado y

son:

a) Diferencias de productividad entre los sectores: industrial y de servicios.

b) Tasa uniforme de crecimiento de los salarios monetarios en ambos sectores.

c) Elasticidades-precio y elasticidades-renta diferentes para las producciones de

los dos sectores.

d) Limitada flexibilidad al descenso de precios y salarios monetarios.

Este modelo parte del siguiente supuesto:

- Hay dos sectores: el industrial (E) que es el sector progresivo y está expuesto a la

competencia internacional; el otro sector es de servicios(S) que es conversador y

protegido de dicha competencia.

A partir del anterior supuesto (Aukrust, 1973) plantea el siguiente modelo

escandinavo que incluye las siguientes hipótesis:

- Tipos de cambio fijos.

- Se trata de un país pequeño, con lo que el crecimiento de los precios en el sector

expuesto (𝑃𝐸̇ ) es equivalente a la tasa mundial de inflación (𝑃𝑤̇ ).

- En cuanto a la formación de precios en ambos sectores, se realiza a través de un

mecanismo de mark-up (margen de beneficio sobre los costes salariales).

Las condiciones anteriores pueden expresarse, de esta forma:


- Respecto a la productividad: 𝛽𝐸 > 𝛽𝑆

- Respecto a los salarios: 𝑤̇𝐸 =𝑤̇𝑆

- Respecto a la formación de precios:

𝑃𝐸̇ = 𝑤̇𝐸 − 𝛽𝐸

𝑃𝑆̇ = 𝑤̇𝑆 − 𝛽𝑆

Denominando por 𝛼𝐸 y 𝛼𝑆 los pesos relativos de ambos sectores, con lo que

𝛼𝐸 +𝛼𝑆 = 1 , la tasa de inflación podría expresarse como la media ponderada de la

correspondiente a ambos sectores, es decir:

Aplicando la tercera condición, tenemos:

Esto es igual a:

Por lo tanto, la tasa de inflación del país es superior a la tasa de inflación

mundial, y la diferencia será tanto mayor cuantos mayores sean las diferencias de

productividad entre los sectores expuestos y protegidos, y cuanto mayor sea los pesos

relativos de estos últimos en el conjunto de la economía nacional.

LA INFLACIÓN CON ESTANCAMIENTO

Es aquella situación inflacionaria que viene acompañada por aumentos en los

niveles de paro o estancamiento de la economía.

Lo anterior se dio en los países desarrollados durante los setenta y ochenta,

después de un largo periodo de estabilidad. Que fueron corroboradas por la Organización


para la Cooperación y el Desarrollo Económicos mediante las cifras de paro (1973-1986),

inflación (1974-1975 y 1980-1981), y producto bruto interno(1974-1975 y 1980-1982)..

En el periodo de 1985-1990 el PIB crece a un ritmo aceptable, después entra a una

fase de desaceleración(1991-1994), del periodo 1994-2000 crece el PIB a un buen ritmo;

mientras, que en el 2000-2002 desacelera. Por otra parte, la inflación la inflación desde

1992 se mantiene en su rango deseable tanto para la OCDE como la Unión Europea.

Los orígenes y la naturaleza de la crisis

La crisis comenzó a partir de 1967 con la apertura de fuertes tensiones

inflacionistas y disminución del ritmo de crecimiento, previo una larga fase de

crecimiento y desarrollo de economías occidentales.

La crisis se produjo tanto en Estados Unidos como en Europa. En el primero, la

inflación se generó por un exceso de demanda debido a la financiación de la guerra de

Vietnam y por las políticas tanto fiscal como monetaria aplicadas, tal como se refiere

(Fernandéz, Parejo, & Rodríguez, 2006) .Mientras, que en Europa se generó en Francia

por la explosión social, propagándose hacia Alemania, Italia y Gran Bretaña

conduciéndose a una explosión salarial a su vez. Si a esto se le suma el agravamiento de

los problemas del sistema monetario internacional se comprende mejor la situación de

ese entonces.

Según (Fernandéz, Parejo, & Rodríguez, 2006) y otros autores esta crisis no solo

era de carácter económico; también presentaba un carácter político e ideológico, es decir,

comprendía el comportamiento y la organización económica del sistema.

Desde la perspectiva económica, (Castells, 1980) señala: “es preciso reconocer

que la subida de los precios de las materias primas alimenticias en la primera parte de
1973, y la espectacular subida de los precios del petróleo un año después, constituyeron

el detonante que aceleró el proceso”.

Después se dio lugar a una fase de recesión cuyas cotas más negativas se

alcanzaron en el año 1975. Continuado, por la caída de los precios de algunos productos

básicos, que se recuperarían rápidamente en la primera mitad de 1976.

A partir de lo anterior, tal como explica (Fernandéz, Parejo, & Rodríguez, 2006)

existió el temor de que una nueva alza de los precios de productos básicos que podría dar

lugar a nuevas presiones inflacionistas en los países industriales, motivando la repetición

del proceso desencadenado en los años anteriores.

Ante esta situación se adoptaron políticas económicas monetaristas, que no

resolvieron la inflación y provocaron aumentos en el paro y una caída de la actividad

económica, como lo señala (Kaldor, 1977). Asimismo, se agravo esta situación como

consecuencia de nuevos impulsos inflacionistas derivados de la crisis de 1979-1980.

A parte de estas causas inmediatas se generaron, otras causas, de tipo estructural,

surgidas en los países más desarrollados, por causa de los desajustes provocados por los

ritmos rápidos de crecimiento que estaban alcanzando.

Estas causas nos hacen ver, tal como lo manifestó (Samuelson, 1983) la stagflation

es un fenómeno típico de economías mixtas, debido a factores diversos y no sólo

económicos, como el hecho de que tenemos una sociedad donde ante el desempleo y la

recesión económica no bajan los precios ni los salarios, el relajamiento del esfuerzo y la

disciplina, procedente de la prosperidad que existe en este tipo de economías nacionales...,

una sociedad, en suma, muy distinta a la de hace décadas, en la que se han generalizado

diversos mecanismos institucionales, como los subsidios de desempleo, salarios mínimos,

segmentación del mercado laboral, cambios profundos en las expectativas y actitudes de

los agentes económicos en muchos ámbitos, etc., que la hacen reaccionar de forma muy
diferente a la prevista por las teorías económicas convencionales tal como lo afirma

(Solow, 1981).

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