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Reseñas

desarticular esos enclaves de po- adicional para la lectura de este li-


der. Este punto de partida nos per- bro, el cual por momentos parece
mite comprender cómo las ciuda- desentrañar la trama de una nove-
des –representadas por los cabil- la donde sus protagonistas nos
dos– se convirtieron en las futuras invitan a conocer las pasiones,
unidades administrativas que sur- estrategias y deslealtades que
gieron en el período de independen- motivan los juegos del poder.
cia.
La hábil pluma de Ana María Ana Laura Drigo
Lorandi constituye una invitación

ARGENTINA-BRASIL 1850 –2000. UN ENSAYO


DE HISTORIA COMPARADA

Fernando Devoto; Fausto Boris, Buenos Aires, Sudamericana, Traduc-


ción de Alfredo Greco y Bavio (Brasil e Argentina. Um ensaio de história
comparada (1850-2002), 2004), 2008.

Me ha tocado en suerte leer un dad del campo local, no podemos


buen libro de historia. Se trata de desconocer la relevancia de los
un largo ensayo de historia com- aportes de Fernando Devoto, ya
parada desde una lectura sincró- sea en sus estudios sobre histo-
nica entre Argentina y Brasil lleva- riografía o inmigración.
da a cabo por dos prestigiosos his- Podemos no dominar la teoría
toriadores originarios de sendos sobre historia comparada, pero ya
países. En algún acercamiento a en la introducción encontramos los
la historia brasileña hemos tenido fundamentos que nos brindan
que chapucear el portugués al leer nuestros autores para justificar su
la Historia do Brasil de Boris Faus- apuesta. Cómo trabajar un tema
to, reconocido no sólo en estas tan vasto es la primera pregunta
regiones sino también allende el que surge, y aquí la decisión y las
mar; más conocedores de la reali- declaraciones de los historiadores

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se yerguen sobre las dudas: sin conceptualización de O’ Donnell


desconocer los aspectos que se del Estado Burocrático Autoritario,
privilegian, la escala nacional brin- se mencionan algunas críticas y
da una visión de conjunto donde variaciones y rápidamente se pasa
se unifican en torno al Estado las a los casos concretos. De esta
dinámicas de los individuos, los manera, aquel que conoce la teo-
grupos y las instituciones. De este ría puede valorar, criticar, rechazar,
modo y sin caer en el absurdo de coincidir o ignorar las elecciones
las totalizaciones, se logra homo- de quien escribe –en este caso
geneizar un objeto de estudio com- Fausto– pero el lector lego no se
plejo. Y de hecho no se generaliza enmaraña con un tratado de teoría
al paroxismo porque existe un es- política, de modo que el ritmo de
fuerzo por contemplar las diversi- lectura no se estanca.
dades regionales y hasta brillan Con la misma habilidad se plan-
ciertas pinceladas de observacio- tan los autores ante polémicas que
nes que escapan por completo al podrían resultar desgastantes. Por
dominio de la historia política o ejemplo, en el excelente apartado
institucional. Desde luego que el sobre la Guerra de la Triple Alian-
peligro del nacionalismo historio- za –en este caso Devoto–, leemos
gráfico que manifiestan los auto- el siguiente párrafo:
res no hace mella en el ensayo.
La lectura es suave y cautivan- Las respuestas acerca de las
razones de la guerra son múlti-
te, a esto contribuyen sin duda los
ples. Desde luego ellas tienen
procesos, tan ricos en complejidad que ver con la política y no con
y originalidad; lo primero es sin la economía, como han sugeri-
duda crédito de los autores en su do algunos autores. La tesis de
vocación narrativa. Existen algunos una conspiración regenteada
por Inglaterra para destruir el
breves tramos de debate teórico desarrollo independiente para-
que permiten a los entendidos sa- guayo y asentar la hegemonía
ber cuáles son las elecciones de económica británica, sobre
los autores pero predomina un dis- todo en la región platense, ca-
rece de adecuada documenta-
curso sumamente accesible que
ción de soporte. Aunque es in-
demuestra la vocación de una obra dudable el papel que la City de
de divulgación. Pongamos por caso Londres desempeñó en finan-
el inicio del capítulo 4. Allí, en una ciar ese proceso y que aque-
página y media, se presenta la llos coligados contra Solano

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López compartían una visión de la política de ambos dirigentes


librecambista y favorable al ca- y a la actitud por ellos tomada fren-
pital extranjero (que por enton-
te a las bases de apoyo con que
ces quería decir capital inglés).
contaban.
La Guerra del Paraguay, par- No es la pretensión de esta re-
tiendo de la vergüenza por haber seña enumerar uno a uno los te-
sido exageradamente violenta y mas tratados en nuestro libro, sólo
exageradamente reivindicada por se mencionan algunos por no de-
un nacionalismo obtuso, generó jar el comentario vacío de ejemplos.
feroces críticas. Sin desatender la Quedan al lector algunas impresio-
connotación negativa que subyace nes generales después de leer el
a la mayoría de las lecturas actua- ensayo, hay una especie de efec-
les de aquella sangría, no descar- tividad en el texto. De alguna ma-
ta las teorías conspirativas más nera, la consecuencia es que la
populares porque sí, sino por falta impresión sea netamente compa-
de pruebas. rativa. En el punto de partida, ha-
Quizás la niña mimada de la cia 1850, tenemos un Brasil con
perspectiva comparada entre Ar- una organización estatal, una bu-
gentina y Brasil sea la reciproci- rocracia y un ordenamiento
dad entre varguismo y peronismo institucional, además de un terri-
en el marco de los estudios sobre torio más comunicado entre sí;
el populismo latinoamericano. No mientras que en la Argentina nada
se ha sobredimensionado el tema de esto existía: era una confede-
en el ensayo, es decir, dentro del ración sin estructura central no
diseño del libro no aparece como más unificada que por la persisten-
el tema central. Más bien parecen te promesa de una futura constitu-
ponerse en cuestión los discursos ción. Cuando ésta llegara sería tan
que simplifican las semejanzas flexible que brindaría cierto equili-
entre Vargas y Perón. Sin dejar de brio que compensaría las desigual-
convenir en las características pro- dades que favorecían a Buenos
pias de los momentos históricos Aires y permitiría consolidar una
en que ambos personajes convivie- estabilidad que duraría hasta 1930.
ron y las líneas comunes que los Mientras tanto Brasil sería refun-
asimila, dedican un parágrafo com- dado para tener una república oli-
pleto a marcar cuáles son las dife- gárquica descentralizada. La demo-
rencias respecto a la percepción cratización en el sur llegaría antes,

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mientras que el sistema político la virulencia de los procesos: a sim-


brasileño no dejaría de excluir de ple vista los procesos fueron más
la ciudadanía política a través del radicales en Argentina. Las impug-
voto capacitario a grandes secto- naciones fueron más extremas y
res de la población, hasta muy las represiones más sangrientas;
entrada la segunda mitad del siglo los casos a mencionar pueden ser
XX. muchos: la acción de los grupos
En otro orden de cosas el mo- integristas fue más violenta, la lu-
vimiento obrero aparece más co- cha armada revolucionaria fue más
hesivo y fuerte; inclusive con más violenta, las olas represivas de los
peso dentro de los movimientos gobiernos militares fueron más vio-
que les brindaron mayor participa- lentas... Si uno pusiera en un grá-
ción. En la economía los produc- fico esta cuestión veríamos dos
tos argentinos parecen haber teni- curvas de Kondratiev: en el caso
do más entrada en los mercados, brasileño la curva sería suave, los
por lo tanto, en relación con la po- puntos de inflexión relativamente
blación, si el PBI resultaba equiva- cercanos al centro; en el caso ar-
lente, haciendo la cuenta per cápita gentino, la curva sería mucho me-
las diferencias eran sustantivas. nos suave y los puntos de inflexión
Pero al momento de las crisis la alejados del centro, como cobran-
economía brasileña mostró mayor do más violencia cada vez, un jue-
agilidad de respuesta basada so- go digno de Keynes.
bre todo en la capacidad y la voca- Sugiere el libro a quien escri-
ción de diversificar la producción be, si el lector lo permite, una re-
en general y los productos para el flexión cándida. Pasados cinco si-
mercado internacional. glos de opresión, uno y medio de
Un claro punto de diferencia rivalidades y tantos pero tantos
radica en las relaciones exteriores. años de promesas incumplidas, la
Brasil se mantuvo siempre posicio- integración regional parece una
nado cerca de los Estado Unidos, oportunidad con buenas perspec-
y pudo consolidar por medio de la tivas. Seguramente seguirán que-
reciprocidad esa relación. En cam- dando cuentas pendientes, pero el
bio la Argentina, con una política camino ya está en marcha. En este
exterior mucho más errática mira- marco, un estudio de historia com-
ba a Europa cuando no a sí mis- parada entre Argentina y Brasil que
ma. Otra diferencia la hallamos en proyecta ser superado más que

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superador merece una bienvenida. Sin dudas existirán aspectos


Los puntos de vista que alejaron a para criticar. Algún lector puede
ambos países y que generaron dis- rebatir los argumentos de los au-
tancias y enfrentamientos, cuan- tores en tal o cual tema, pero para
do no estuvieron guiados por inte- ello se requeriría de una erudición
reses mezquinos lo fueron lisa y capaz de soportar la réplica. Al-
llanamente por ignorancia. No sé guien podría haber preferido algo
si los historiadores podemos ha- más de contexto internacional, al-
cer algo contra los intereses mez- gún supuesto más explayado so-
quinos, pero cada aporte por co- bre el mundo bipolar, algo sobre el
nocer lo distinto serán contribucio- impacto de la teoría del tercer mun-
nes para que nuestros pueblos do o la organización de los países
crezcan. Sólo conociendo y ha- no alineados. Pero lo cierto es que
ciendo manifiestas nuestras dife- resultaría injusto pedirle al ensayo
rencias podremos hacer una his- que se extienda más sobre los te-
toria común y, quién sabe, dejar mas que más interesan a quien lee;
conformes a los que tienen ambi- máxime cuando escapa a la pro-
ciones de grandeza mientras que puesta inicial. Por ello, la pruden-
paralelamente crecen las oportu- cia y la honestidad nos reclaman
nidades para los postergados de volver al interés declarado de los
toda nuestra dramática –y en eso autores al plantearse los objetivos
sí común– historia. Que del nacio- del libro: es un punto de partida y
nalismo barato se ocupen los pe- no un punto de llegada.
riodistas deportivos mientras los
pueblos tengamos el juego como Carlos Fernando Hudson
único espacio de disputa.

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