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Cómo preparar la cura tibetana del ajo

Ingredientes que necesitas


 350 gr. de ajos
 250 ml. de aguardiente

Pasos para preparar la cura tibetana del ajo


Pela los ajos crudos y machácalos o tritúralos con ayuda de un mortero. Si lo deseas puedes utilizar una pequeña batidora o una
licuadora hasta que esté casi hecho zumo. Ahora mezcla el jugo de ajo con el aguardiente en el interior de un tarro de cristal
hermético. Resérvalo en la nevera completamente cerrado durante 10 días.

Cuando pasen estos días filtra el líquido con ayuda de una gasa o de un colador de tela. De esta forma obtendrás un potente extracto
de ajo. Finalmente introduce el extracto en un dosificador o gotero y consérvalo en la nevera.

Cómo hacer la cura


Para hacer la cura tibetana del ajo correctamente es necesario que, durante 12 días seguidosrealices las tomas tal y como se detalla
en el apartado que te exponemos en las siguientes líneas, hasta alcanzar las 25 gotas diarias con agua siempre antes de las tres
comidas principales (es decir, en ayunas antes del desayuno, antes de la comida y antes de la cena). Es preferible tomar el remedio
10 minutos antes de cada comida.

A partir de este momento, cuando hemos alcanzado las 25 gotas diarias se mantiene la dosis de 25 gotas tres veces al día hasta que se
haya consumido todo el preparado del extracto de ajo.

Eso sí, si observas que con el paso de los días la mezcla adquiere un color verdoso es alto totalmente normal, y no significa que
se haya puesto malo o estropeado, ya que es el color que adquiere el alcohol macerado con los ajos.

DIAS DESAYUNO COMIDA (Almuerzo) CENA

1 1 gota 2 gotas 3 gotas

2 4 gotas 5 gotas 6 gotas

3 7 gotas 8 gotas 9 gotas

4 10 gotas 11 gotas 12 gotas

5 13 gotas 14 gotas 15 gotas

6 16 gotas 17 gotas 18 gotas

7 17 gotas 16 gotas 15 gotas

8 14 gotas 13 gotas 12 gotas

9 11 gotas 10 gotas 9 gotas

10 8 gotas 7 gotas 6 gotas

11 5 gotas 4 gotas 3 gotas

12 2 gotas 1 gotas 25 gotas


Beneficios de la cura tibetana del ajo
Cuando la cura se hace correctamente y en las dosis y cantidades adecuadas aporta muchas ventajas, beneficios y propiedades a
nuestra salud. A continuación te comentamos las más destacadas:

 Depura el organismo: al mejorar el funcionamiento del hígado y de los riñones, por lo que se convierte en un remedio ideal
para potenciar la función depurativa y desintoxicante de estos órganos.
 Activa la circulación sanguínea: es un remedio que no solo activa la circulación sanguínea sino que mejora la elasticidad
de los vasos sanguíneos.
 Reduce el colesterol y la tensión arterial: ayuda a disminuir los niveles elevados de colesterol LDL y de triglicéridos, a la
vez que aumenta el colesterol HDL. Por otro lado, también es útil para reducir la presión arterial alta (adecuada por tanto
sobre todo en caso de hipertensión arterial).
 Mejora y refuerza el sistema inmune: es útil para potenciar el sistema inmunológico a la vez que sube las defensas de
forma totalmente natural. De ahí que sea un remedio muy adecuado durante los meses de otoño e invierno.
 Útil en caso de afección respiratoria, gripes y resfriados: al liberar las fosas nasales y los pulmones mejora la sinusitis, a
la par que es útil cuando estamos agripados o resfriados. También es capaz de fluidificar la mucosidad.
 Activa y recupera: promueve la recuperación natural del organismo.

Contraindicaciones de la cura tibetana del ajo, ¿cuándo no está


recomendado?
Existen determinadas contraindicaciones que debemos tener muy en cuenta antes de proceder a seguir esta cura. No está
recomendada para:

 Personas con enfermedades del sistema digestivo o con úlceras intestinales e irritaciones gástricas.
 Personas que tomen anticoagulantes o polimedicadas.
 Personas que no toleren correctamente el ajo crudo.
 Embarazadas.
 Niños.

Algunas precauciones a tener en cuenta…


Si lo deseas puedes hacer la cura tibetana del ajo cada 5 años, pero no con más frecuencia. Por otro lado, es posible que como
consecuencia del proceso de depuración surjan erupciones o granos en la piel, molestias estomacales o mareos.

Aunque es algo normal, te aconsejamos escuchar y observar tu cuerpo y si crees que algo anda mal lo mejor es que abandones el
seguimiento de la cura.

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