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internacionales
Las Naciones Unidas son un foro mundial en el que los países pueden plantear y
debatir los temas más complejos, incluidos los problemas relativos a la guerra y la
paz. Cuando los dirigentes de los gobiernos conversan cara a cara, se entabla un
diálogo que puede conducir a un acuerdo sobre el modo de resolver pacíficamente
las controversias. Cuando muchos países se expresan al unísono, o por consenso,
se genera una presión mundial que afecta a todos. El Secretario General,
directamente o por medio de un representante, puede promover también el diálogo
entre las naciones.
Las Naciones Unidas han ayudado a evitar que muchos conflictos se agravasen
hasta desembocar en guerras abiertas. También han negociado soluciones
pacíficas a los conflictos. En muchas ocasiones, las Naciones Unidas han
establecido mecanismos para atenuar algunas hostilidades, por ejemplo, la crisis de
Berlín (1948-1949), la crisis de los misiles de Cuba (1962) y la crisis del Oriente
Medio de 1973. En cada uno de esos casos, la intervención de las Naciones Unidas
contribuyó a prevenir una guerra entre las superpotencias. Las Naciones Unidas
han influido también decisivamente en el fin de las guerras del Congo (1964), entre
el Irán y el Iraq (1988), y en El Salvador (1992) y Guatemala (1996). Las Naciones
Unidas han allanado el camino para una paz propicia para el crecimiento económico
sostenido en Mozambique (1994); la independencia de Timor-Leste (2000) y, en
diciembre de 2005, la Organización concluyó con éxito su mandato de
mantenimiento de la paz en Sierra Leona.
¿Qué sucede cuando un país hace caso omiso de las decisiones del Consejo
de Seguridad?
En 1991, para devolver a Kuwait su soberanía tras ser invadido por el Iraq;
En 1992, para garantizar la seguridad en la entrega de socorro humanitario
en Somalia;
En 1994, para restablecer el Gobierno elegido democráticamente en Haití;
En 1999, para restablecer la paz y la seguridad en Timor Oriental.
No, las Naciones Unidas no cuentan con un cuerpo de policía o una fuerza militar
internacional permanente. Las tropas que participan en las operaciones de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas son aportadas voluntariamente por
los Estados Miembros. El personal civil, a menudo procedente de las propias
Naciones Unidas, desempeña también un papel fundamental en el establecimiento
de esas operaciones.
Los esfuerzos de la comunidad internacional para poner fin a una guerra civil de 11
años y encaminar el país hacia la paz permitieron que, desde 2002, Sierra Leona
disfrutara de un entorno mucho más seguro. Tras una intervención decisiva de las
tropas británicas en 2001, las Naciones Unidas ayudaron a desarmar y desmovilizar
a cerca de 75.000 combatientes. Las fuerzas de mantenimiento de la paz de las
Naciones Unidas repararon carreteras, renovaron y construyeron escuelas, lugares
de culto y centros de salud, y pusieron en marcha proyectos agrícolas y programas
de bienestar social. La UNAMSIL ayudó también a Sierra Leona a velar por la plena
protección de los derechos humanos de sus ciudadanos, a juzgar a los máximos
responsables de violaciones graves del derecho internacional humanitario a través
del Tribunal Especial para Sierra Leona, respaldado por las Naciones Unidas, y a
establecer un cuerpo de policía profesional y democrático. El Consejo de Seguridad
creó una nueva misión, la Oficina Integrada de las Naciones Unidas para Sierra
Leona (UNIOSIL), para ayudar a consolidar la paz, afianzar los derechos humanos,
desarrollar la economía, mejorar la transparencia y celebrar elecciones en 2007. La
Misión de las Naciones Unidas en Sierra Leona, que terminó en 2005, puede servir
de prototipo del nuevo enfoque de la consolidación de la paz que han adoptado las
Naciones Unidas.
Los esfuerzos de las Naciones Unidas para promover la paz no terminan con la
conclusión satisfactoria de una misión de mantenimiento de la paz. Tras un conflicto,
las Naciones Unidas ayudan a los desplazados y los refugiados a regresar a sus
hogares. Desactivan minas, reparan carreteras y puentes, además de proporcionar
asistencia económica y técnica para reconstruir la economía. Asimismo, vigilan las
elecciones y siguen de cerca el respeto de los derechos humanos de los ciudadanos
por el país. Este proceso, conocido también como consolidación de la paz, ha
ayudado a más de 60 países a instaurar instituciones democráticas.
Muchas personas piensan que debería fortalecerse a las Naciones Unidas para que
estuviesen en condiciones de detener las guerras más pequeñas y hacer que se
cumpliesen plenamente sus decisiones. Sin embargo, la eficacia de las actividades
de las Naciones Unidas depende de la voluntad política de los Estados Miembros,
es decir, de su deseo de respetar las decisiones que ellos mismos adoptan.
Además, esas operaciones resultan onerosas. Muchas veces, las Naciones Unidas
no pueden desempeñar un papel más importante por falta de fondos.
Las Naciones Unidas son fuertes porque no se dan por vencidas aunque se
encuentren ante un desafío casi insuperable. Algunas veces, cuando los países en
guerra carecen de voluntad política para ponerle fin, las Naciones Unidas se ven
forzadas a retirar sus tropas de mantenimiento de la paz, pero prosiguen su labor a
través de la diplomacia y las negociaciones, manteniendo permanentes contactos
con las partes afectadas. Cuando se crean condiciones más propicias, el personal
de mantenimiento de la paz puede regresar.
El mundo tiene mucho camino por recorrer para poder garantizar la paz y la justicia
para todos. Las guerras, la pobreza y las violaciones de los derechos humanos
siguen siendo moneda corriente. Precisamente por eso, es menester que las
Naciones Unidas sigan realizando su labor. Se ha dicho que si las Naciones Unidas
no existiesen, los países del mundo tendrían que crear otra organización, quizá con
otro nombre, para hacer exactamente lo mismo que hacen las Naciones Unidas.