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1.

2.

¿y ahora que hacemos?

Lo mismo de siempre.

Esperar que una ola nos destruya, y así librarnos de nosotros mismos, de ti, de mí y de la desgracia
que se asoma a lejos, que no podemos evitar, espectadores de nuestras propias vidas.

Que dijiste.

Nada.

3.

Señora: Jaime por dios, yo no dije eso.

Copero: ¿Dios? Que tiene que ver dios en todo esto Señora.

Señora: Porque en este lugar yo soy dios, y tu tan solo eres el perro rastrero que ladra cuando
huele mi miedo y calla cuando siente mi rabia, porque tú nunca dices nada y lo callas todo.

5.

como dos gotas en la cresta de la ola esperando que un sunami los ahogue después de la tormenta
los amantes no se hablan más y se quedan en silencio esperando que alguien los rescate de allí, los
impares en su dolor imparcial se miran

Hay palabras y tienen letras y son todas diferente, gordas, altas , chicas, enanas, con capacidades
diferente como la H, no dice nada, muda como ella misma es. Y ñlas letras forman palabras y esas
palabras son familia, son negras y blancas, son de todos lados. Hay letras de diferentes tierras, hay
letras tan antiguas que parece que están hechas con el roble del paraíso.

Hay palabras que son mundos con territorios inexplorables y unas son tan grandes, hay palabras
que se extinguen duermen en ataúdes de papel, aglomerados en el cementerio de la bibliotecas
en donde muertos buscan desesperadamente un poco de vida.

Las letras que están más vivas que los propios hombre que las leen.

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