Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1 1 1
A. Gilabert Úbeda , F. Valero García , J. Guardiola Martínez ;
1 2
Murcia/ES, Madrid/ES
Palabras clave: Pediatría, Cabeza y cuello
DOI: 10.1594/seram2012/S-0786
Página 1 de 29
Objetivo docente
1. ANATOMÍA RADIOLÓGICA:
La porción suprahioidea está dividida por tres fascias cervicales profundas en ocho
compartimentos (1).
- Espacio parafaríngeo.
- Espacio masticador.
- Espacio parotídeo.
- Espacio retrofaríngeo.
- Espacio perivertebral.
- Espacio visceral.
- Espacio carotídeo.
- Espacio retrofaríngeo.
- Espacio perivertebral.
Página 2 de 29
Los compartimentos supra como infrahioideos pueden identificarse en tomografía
computerizada (TC) y resonancia magnética (RM). El conocimiento de la anatomía y el
contenido de cada compartimento es importante en el diagnóstico de la patología de
cabeza y cuello (1,4).
2. TÉCNICAS DE IMAGEN:
Debido a los avances técnicos de las dos últimas décadas, la radiografía (Rx) simple
ha sido reemplazada por la tomografía computerizada (TC) multicorte y la resonancia
magnética (RM), aunque sigue utilizándose en determinadas circunstancias. (1,2,5,6)
La TC y la RM son las dos técnicas diagnósticas más útiles en el estudio de esta región
anatómica, y realizadas en condiciones técnicas óptimas son adecuadas en la mayoría
de las situaciones.
2.2. ECOGRAFÍA
La ecografía sirve para delimitar el tamaño, localización y las características de las partes
blandas del cuello situadas en planos superficiales (1,2,6). Permite la diferenciación
de lesiones sólidas y quísticas, así como la detección de calcificaciones. La ecografía
Doppler proporciona información sobre el flujo sanguíneo, tanto en patología de origen
vascular como en la vascularización de los tumores. Es además la técnica de elección
en la valoración de la glándula tiroides (1).
Página 3 de 29
Su principal ventaja es la ausencia de radiación ionizante que hace que sea la primera
prueba a realizar ante sospecha de patología en el cuello, sobre todo masas palpables.
Además debido a la rapidez de la realización de la prueba no es necesaria la sedación.
- Tránsito esofágico: Se introduce contraste por boca y se rellena la vía aérea superior
y esófago proximal. Se pueden identificar aquellos trayectos fistulosos que comuniquen
con estas estructuras.
Los estudios radiológicos simples y sialografía con contraste hidrosoluble son las
técnicas clásicas en el estudio de la patología inflamatoria y litiásica de las glándulas
salivales. La TC es más sensible en la detección de litiasis radioopacas.
2.5. TC MULTICORTE
Página 4 de 29
La TC permite una mejor valoración de las estructuras óseas y tiene mayor sensibilidad
en la detección de calcificaciones. Además, el menor tiempo en la adquisición de
imágenes hace que esté indicada en niños y pacientes poco colaboradores, así como
en situaciones de urgencia.
- Extensión del estudio: Desde la base de cráneo hasta mediastino superior. Todos los
estudios se planifican a partir de un topograma lateral o frontal (1)
Sus principales ventajas son la disponibilidad, menor coste que la RM, y el empleo de
un tiempo mínimo en la realización de la exploración (9).
Las ventajas que ofrece la RM incluyen: mayor capacidad de contraste tisular, capacidad
de obtener imágenes multiplanares y la posibilidad de identificar estructuras vasculares
sin necesidades de utilizar medios de contraste, además de la ausencia de radiación
Página 5 de 29
ionizante. Todo ello permite una mejor identificación de la extensión de los procesos
tumorales y de las relaciones anatómicas con estructuras vitales (8,9).
2.7 ARTERIOGRAFÍA
La mayor aportación de la medicina nuclear en la valoración del cuello del niño son las
imágenes del tiroides (1,11). Las indicaciones principales de la gammagrafía tiroidea son
la identificación de tejido tiroideo ectópico en una masa del cuello, la valoración de tejido
Página 6 de 29
tiroideo ectópico en el hipotiroidismo congénito y la evaluación de nódulos tiroideos. Se
utilizan los agentes I-131 y Tecnecio 99m (Tc-99m) (1).
Los estudios isotópicos de las glándulas salivales ofrecen información funcional, aunque
con escasa utilidad diagnóstica. El trazador utilizado es el Tc-99-m (8).
3. PATOLOGÍA CONGÉNITA:
Las fístulas y los senos se identifican en el nacimiento o poco después por la presencia
de secreciones. Los quistes se diagnostican en niños mayores y adultos (1, 6). Un
quiste se representa en ecografía como una masa quística o compleja que suele tener
detritus ecogénico (13). La TC con contraste nos muestra una masa quística oval o
redondeada. Puede asociar cambios inflamatorios (pared engrosada, realce periférico y
edema regional). Si no está complicado se presenta como una masa de baja atenuación
con pared fina y lisa. En RM la apariencia del quiste depende de su contenido en
proteínas (1,6).
Los quistes del primer arco branquial son raros, y pueden originarse en la nasofaringe,
región parotídea, unión osteocartilaginosa del conducto auditivo externo (CAE), oído
medio o en el triángulo submandibular encima del hueso hioides (1,12). Suelen
presentarse como masas cerca del polo posterior de la parótida por debajo del ángulo
de la mandíbula (figura 2), y el diagnóstico diferencial incluye un quiste inflamatorio
parotídeo, malformación linfática o adenopatía con necrosis. La ecografía es la primera
prueba a realizar ante el hallazgo de una masa en estas localizaciones.
Las anomalías del segundo arco son las más frecuentes del aparato branquial y
se presentan como masas en el ángulo de la mandíbula, mediales, aunque puede
aparecer desde la fosa amigdalina hasta la región supraclavicular. El trayecto debe
pasar entre la carótida interna y externa y se dirige hacia la fosa amigdalina (1,12)
(figura 3). El diagnóstico diferencial incluye anomalías vasculares, conducto tirogloso
paramedial, laringocele externo y adenopatías metastásicas o supurativas (1). Mediante
ecografía, TC y RM se puede demostrar la presencia del quiste del segundo arco y sus
complicaciones, y mediante fistulografía podemos demostrar el trayecto ascendente a
lo largo del borde anterior del esternocleidomastoideo (1).
Página 7 de 29
Las fístulas, senos y quistes de los arcos branquiales tercero y cuarto son infrecuentes.
El del tercer arco se origina en el punto más caudal del seno piriforme y se extiende
entre la carótida común y el nervio vago hacia la porción inferolateral del cuello. El cuarto
se origina en el punto más caudal del seno piriforme pasa por debajo del arco aórtico
y sube para pasar por la bifurcación carotídea y terminar en la porción lateral el cuello.
Los abscesos recidivantes tiroideos y cervicales profundos deben hacernos sospechas
fístulas del seno piriforme (1,6,7,14,15) (figura 4).
Es la anomalía congénita de línea media más frecuente en el cuello del niño, y suponen
un 70% de las lesiones del cuello (1,13). El 80% son de localización infrahioidea (4).
Los hemangiomas en cuello son frecuentes (1). Pueden ser de 3 tipos: capilar,
cavernoso, y mixto (19). Pueden ser de pequeño tamaño y estar localizados o bien ser
grandes con afectación de múltiples compartimentos, incluido el mediastino. La ecografía
muestra lesiones sólidas bien delimitadas con estructura interna hiperecogénica y
homogénea, con gran vascularización interna. La TC y RM son útiles para la
caracterización y localización de grandes hemangiomas con extensión a compartimentos
profundos del cuello, previo a posible intervención quirúrgica (figura 6). Aparecen como
masas sólidas homogéneas con gran realce tras el contraste. Pueden existir zonas con
reemplazamiento graso (16).
Página 8 de 29
en ecografía, TC y RM (1). En las pruebas de imagen se ponen de manifiesto como
lesiones multiloculadas quísticas con pared fina y septos de diferente espesor. La RM es
muy útil para evaluar una extensión profunda y la posibilidad de que asocie anomalías
venosas (19).
4. PATOLOGÍA ADQUIRIDA:
Ocurre por diseminación de una amigdalitis, aunque también pueden ocurrir como
consecuencia de una perforación traumática o iatrogénica de la pared posterior de la
faringe (16,19).
La ecografía puede distinguir entre una celulitis o un absceso, aunque puede ser normal
sin la localización es muy profunda, para ello se debe realizar TC o RM. Sirve también
como guía para posibles aspiración o drenaje (1).
4.1.2. LINFADENOPATÍAS.
Página 9 de 29
La linfadenitis cervical es frecuente en niños y suele ser consecuencia de infecciones
amigdalinas, faríngeas o dentales (1,17).
4.1.3. TIROIDITIS.
La tiroiditis supurativa aguda y los abscesos tiroideos o peritiroideos son raros en el niño y
sugieren la existencia de una fístula congénita del seno piriforme (1,7,15,18) (figura 4). El
absceso tiroideo o peritiroideo en ecografía se evidencia como una masa hipoeogénica
o anecoica (1). La TC y RM permiten también diagnosticar la formación de un absceso,
establecer su extensión y relación con estructuras vecinas.
Página 10 de 29
de la vascularización (21,24) En la TC y la RM la inflamación crónica se manifiesta con
atrofia glandular, hipointensidad en las secuencias T1 y T2 y posibles calcificaciones
focales que se detectan mejor con la TC (21).
Las lesiones de cabeza y cuello suelen estar causadas por accidentes de tráfico, heridas
por mordedura, cuerpos extraños, y quemaduras. También se deben considerar los
malos tratos.
La ecografía muestra una masa focal o aumento de tamaño del músculo de forma difusa
(figura 10). La ecogenicidad suele estar aumentada, disminuida o ser similar al músculo.
La RM puede mostrar la presencia de hemorragia o calcificaciones. Habitualmente no
se suelen realizar pruebas radiológicas, excepto en casos de duda o si no responde a
tratamiento (1,17,25,26).
4.3.3. TERATOMA.
Página 11 de 29
Suelen estar presentes en el nacimiento como grandes masas anteriores que causan
distrés respiratorio y disfagia. Las pruebas de imagen muestran una masa heterogénea
con áreas quísticas, calcificaciones y grasa en su interior (1,17,28).
4.3.4. NEUROBLASTOMA.
4.3.5. LINFOMA.
4.3.6. RABDOMIOSARCOMA.
Página 12 de 29
La ecografía es la primera técnica de elección en el estudio de masa cervical, aunque
no puede alcanzar a compartimentos profundos del cuello. La RM es la que mejor valora
estos tumores de forma global. La TC se debe realizar para estudio de estructuras óseas
afectadas y para determinar si existe extensión pulmonar (30,33).
El tumor benigno no vascular más frecuente es el adenoma pleomorfo (1,2). Los tumores
malignos suelen ocurrir en niños mayores y adolescentes y el 50% de los tumores
descritos (excepto las lesiones vasculares) son malignos.
Se suele estudiar con gammagrafía de Tc99m o I-123 aquellos nódulos solitarios, y los
benignos es frecuente que capten (1).
5. BIBLIOGRAFÍA:
1. Robson CD, Kim FM, Barnes PD. Cabeza y cuello. En kirks DR, editors.
Radiología Pediátrica. 3er ed. Madrid: Marban, 2000. 201-258.
2. Bluestone CD, Stool SE, Kenna MA, eds. Pediatric otolaryngology. 3rd
ed.Philadelphia; Wb Saunders, 1996.
3. nd
Hansberger HR. Handbook of head and neck imaging. 2 ed.St. Louis:
Mosby-Year Book, 1995.
4. Revert Ventura AJ, Pallardo Calatayud Y. Radiología del cuello infrahioideo,
laringe, tiroides y paratiroides. En Del Cura J.L., Pedraza S., Gayete
A, editors. Radiología esencial.1st ed. Buenos Aires, Madrid: Médica
Panamericana, 2009.p 1374-1389.
5. Swischuk LE. Emergency imaging of the acutely ill or injured child. 3er
ed.Baltimore: Williams and Wilkins, 1994.
Página 13 de 29
6. th
Som PM, Hugh DC. Head and neck imaging. 4 ed.St.Louis:Mosby;2003.
7. Park SW, Han MH, Sung MH, Kim IO, Kim KH, Chang KH, et al. Neck
infection associated with pyriform sinus fistula: imaging findings. AJNR Am J
Neuroradiol. 2000;21:817-22.
8. Rovira Cañellas, A., Frascheri Verdelli L. Radiología de los espacios
suprahioideos, faringe y cavidad oral. En Del Cura J.L., Pedraza S., Gayete
A, editors. Radiología esencial.1st ed. Buenos Aires, Madrid: Médica
Panamericana, 2009.p 1358-1373.
9. Millan Juncos JM, Salvador Alvarez E, Hilario Barrio A. Tomografía
computarizada multicorte y resonancia magnética en el estudio de la cabeza
y el cuello. En Rovira A, Ramos A, De Juan M, editors. Radiología de
cabeza y cuello. 1st ed. Madrid: Panamericana, 2010.p1-10.
10. Swartz JD. The middle ear and mastoid. En:Swartz JD, Loevner LA, editors.
Imaging of the temporal bone. 4th edition.New York,Stuttgart: Thieme
Medical Publishers, Inc; 2008.p.58-246.
11. Treves ST. Pediatric nuclear medicine. New York: Springer-Verlag, 1995.
12. Benson MT, Dalen K, Mancuso AA, Kerr HH, Cacciarelli AA, Mafee
MF. Congenital anomalies of the branchial apparatus: embryology and
pathologic anatomy. Radiographics. 1992;12:943-60.
13. WadsworthDT, Siegel MJ. Thyroglossal duct cysts: variability of sonographic
findings. AJR Am J Roentgenol. 1994;163:1475-7.
14. Thomas B, Shroff M, Forte V, Blaser S, James A. Revisiting imaging
features and the embryologic basis of third and fourth branchial anomalies.
AJNR Am J Neuroradiol. 2010;31:755-60..
15. Wang HK, Tiu CM, Chou YH, et al. Imaging studies of pyriform sinus fistula.
Pediatr Radiol 2003;33:328-33.
16. Castellote A, Vázquez E, Vera J, Piqueras J, Lucaya J, Garcia-
Peña P, et al. Cervicothoracic lesions in infants and children.
Radiographics.1999;19:583-600.
17. Vázquez Méndez E., Mayolas Rifà N, Delgado Álvarez I. Cabeza y cuello en
pediatría. En Rovira A, Ramos A, De Juan M, editors. Radiología de cabeza
y cuello. 1st ed. Madrid: Panamericana, 2010.p117-128.
18. Revert Ventura AJ, Pallardó Calatayud Y, Ricart Selma V. Radiología
del tiroides y el paratiroides. En Rovira A, Ramos A, De Juan M, editors.
Radiología de cabeza y cuello. 1st ed. Madrid: Panamericana, 2010.p23-34.
19. Vazquez E, Enriquez G, Castellote A, Lucaya J, Creixell S, Aso C, et
al. US, CT, and MR imaging of neck lesions in children. Radiographics.
1995;15:105-22.
20. Rovira Cañellas A., Auger Acosta C. Radiología de los espacios
suprahioideos, faringe y cavidad oral. En Rovira A, Ramos A, De Juan
M, editors. Radiología de cabeza y cuello. 1st ed. Madrid: Panamericana,
2010.p11-22.
21. Ramos González A., Hilario Barrio A, Martínez San Millán J. Anatomía y
patología de las glándulas salivales. En Rovira A, Ramos A, De Juan M,
editors. Radiología de cabeza y cuello. 1st ed. Madrid: Panamericana,
2010.p55-68.
Página 14 de 29
22. Bialek EJ, Jakubowski W, Zajkowski P, Szopinski KT, Osmolski A. US of
the major salivary glands: anatomy and spatial relationships, pathologic
conditions, and pitfalls. Radiographics. 2006;26:745-63.
23. Yousem DM, Kraut MA, Chalian AA. Major salivary gland imaging.
Radiology. 2000;216:19-29.
24. Alyas F, Lewis K, Williams M,MoodyAB, Wong KT, Ahuja AT, et al.
Diseases of the submandibular gland as demonstrated using high resolution
ultrasound. Br J Radiol. 2005;78:362-9.
25. Murphey MD, Ruble CM, Tyszko SM, Zbojniewicz AM, Potter BK, Miettinen
M. From the archives of the AFIP: musculoskeletal fibromatoses: radiologic-
pathologic correlation. Radiographics. 2009;29:2143-73.
26. Khanna G, Sato Y, Smith RJH,BaumanNM, Nerad J. Causes of facial
swelling in pediatric patients: correlation of clinical and radiologic findings.
Radiographics. 2006;26:157-71.
27. Imhof H, Czerny C, Hörmann M, Krestan C. Tumors and tumor-like lesions
of the neck: from childhood to adult. Eur Radiol. 2004 Mar;14 Suppl
4:L155-65.
28. Martino F, Avila LF, Encinas JL, Luis AL, Olivares P, Lassaletta L, et al.
Teratomas of the neck and mediastinum in children. Pediatr Surg Int.
2006;22:627-34.
29. Koch BL. Imaging extracranial masses of the pediatric head and neck.
Neuroimaging Clin N Am. 2000;10:193-214.
30. Freling NJ, Merks JH, Saeed P, Balm AJ, Bras J, Pieters BR, et al. Imaging
findings in craniofacial childhood rhabdomyosarcoma. Pediatr Radiol.
2010;40:1723-38.
31. Kim EE, Valenzuela RF, Kumar. Imaging and clinical spectrum of
rhabdomyosarcoma in children. Clin Imaging.2000;24:257-262.
32. Abdel Razek AA, Kandeel AY, Soliman N. Role of diffusion-weighted echo-
planar MR imaging in differentiation of residual or recurrent head and neck
tumors and posttreatment changes. AJNR. 2007;28:1146-1152.
33. Van Rijn RR, Wilde JC, Bras J. Imaging findings in noncraniofacial childhood
rhabdomyosarcoma. Pediatr Radiol. 2008;38:617-634
34. Valvassori GE, Mafee MF, Carte BL, eds. Imaging of the head and
neck.New York: Thieme, 1995.
Página 15 de 29
Fig. 1: Rx lateral de cuello. Aumento de partes blandas de región prevertebral con
desplazamiento anterior de vía aérea debido a la existencia de absceso retrofaríngeo.
Página 16 de 29
Fig. 2: Dos pacientes diferentes con fístula de primer arco branquial complicada
(arriba:a,b,c) y quiste no complicado del primer arco branquial (abajo:d,e,f). Al paciente
de arriba se le ha realizado una RM cervical con secuencias axial y coronal STIR
(a y b) y coronal T1 con gadolinio (c): Se observa trayecto fistuloso con localización
anterior a conducto auditivo externo que se extiende caudalmente hacia la superficie
cutánea anterior e inferior a pabellón auricular. Presenta realce tras el contraste (c) en
periferia de la fístula y tejido celular subcutáneo por cambios inflamatorios. El paciente
de abajo se le ha practicado ecografía (d) y TC con contraste iv (e) con reconstrucción
sagital (f). Presenta una imagen quística laterocervical derecha localizada posterior a
glándula submandibular y anterior a carótida y vena yugular interna. El quiste muestra
un contenido homogéneo sin cambios inflamatorios regionales.
Página 17 de 29
Fig. 3: Fístula del 2º arco branquial. Paciente con orificio laterocervical izquierdo,
supratiroideo. La ecografía muestra un trayecto fistuloso (*) desde el orificio cutáneo,
superficial a músculo esternocleidomastoideo y con paso entre carótida externa y
externa.
Página 18 de 29
Fig. 4: Absceso peritiroideo izquierdo secundario a fístula del seno piriforme. La
ecografía (a y b) muestra un aumento difuso del músculo esternocleidomastoideo
izquierdo con ecoestructura heterogénea y colección mal definida profunda al músculo y
próxima a lóbulo tiroideo izquierdo. La ecografía comparativa (b) entre ambos músculos
pone de manifiesto la diferencia en el espesor. La TC (c) con reconstrucción coronal
(d) confirma la existencia de un proceso inflamatorio del músculo izquierdo con absceso
peritiroideo que capta contraste periféricamente.
Página 19 de 29
Fig. 5: Quiste y fístula del conducto tirogloso visto por ecografía. Se observa un quiste
en tejido celular subcutáneo de región supratiroidea, en línea media (a), que presenta
trayecto fistuloso hacia planos más profundos cervicales (b, c, d). La glándula tiroides
presenta una localización normal (e).
Página 20 de 29
Fig. 6: Hemangioma parotídeo izquierdo. En ecografía realizada en modo B (figura
a) y Doppler color (figura b) se observa una masa sólida levemente heterogénea con
vascularización abundante, localizada en región parotídea izquierda. La RM cervical con
secuencias axial T2, coronal y axial T1 supresión grasa con contraste iv confirma la
existencia de una masa sólida con captación homogénea de contraste localizada en
región parotídea izquierda y extensión profunda hacia espacio parafaríngeo.
Página 21 de 29
Fig. 7: Absceso parafaríngeo derecho visto por ecografía (figura a) y TC con contraste
(b) con reconstrucciones coronal (c) y sagital (d). Se aprecia colección heterogénea con
realce periférico en TC localizada en espacio parafaríngeo derecho que impronta sobre
vía aérea. En ecografía (a) se comprueba la presencia de material heterogéneo en el
interior, con reacción de partes blandas.
Página 22 de 29
Fig. 8: Absceso cervical. La ecografía en modo b (figura a) y Doppler (figura b) muestra
un absceso en partes blandas con extensión a la superficie y vascularización periférica.
La TC con contraste (figura c) confirma la existencia de un conglomerado adenopático
laterocervical izquierdo con abscesificación en su porción superficial (*).
Página 23 de 29
Fig. 9: Paciente de 21 meses con traumatismo en cavidad oral provocado por una
percha. Presenta una tumefacción fluctuante en el suelo de la boca. La ecografía en
modo B (figuras a y b) muestra un extenso hematoma heterogéneo de márgenes mal
definidos localizado entre planos musculares superficiales y profundos del suelo de la
boca.
Página 24 de 29
Fig. 10: Fibromatosis colli derecha en paciente con tortícolis. Figura a. La ecografía
comparativa entre ambos músculos esternocleidomastoideos muestra un aumento de
tamaño del músculo derecho. Figura b. Ecografía centrada en línea media donde se
visualiza la asimetría en el espesor de ambos músculos (*).
Página 25 de 29
Fig. 11: Neuroblastoma cervical. Ecografía en modo B (figura a) muestra una masa
sólida heterogénea laterocervical izquierda adyacente a tiroides con calcificaciones
ecogénicas intratumorales (*) y márgenes definidos. La ecografía Doppler-color que
pone de manifiesto la presencia de vascularización intratumoral. La TC cervical
con contraste iv (figura c) con reconstrucción coronal (figura d) confirma la masa
sólida parcialmente calcificada laterocervical izquierda con desplazamiento de vasos
carotídeos y vena yugular. Asocia adenopatías metastásicas parcialmente calcificadas
en espacio cervical posterior (à).
Página 26 de 29
Fig. 12: Paciente con linfoma. Masa palpable laterocervical derecha. En ecografía
(figuras a y b) se aprecian adenopatías mayores de 1 cm. con pérdida del hilio graso
central y ecoestructura heterogénea (*). En la TC cervical con contraste (c) se observa
conglomerado adenopático en espacio cervical posterior (*).
Página 27 de 29
Fig. 13: Rabdomiosarcoma. RM cervical con secuencias axial y coronal T1 (a y d), axial
y coronal T2 supresión grasa (b y e) y axial-coronal T1 tras la administración de gadolinio
(c y f). Se observa una masa sólida heterogénea parafaríngea derecha que realza con
el contraste. Impronta y oblitera la vía aérea y contacta con la raíz de la lengua.
Página 28 de 29
Conclusiones
Página 29 de 29