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1 Arte prehistórico
o 1.1 Neolítico
2 Talayots baleáricos
o 2.1 Arte Prerromano
3 Arte egipcio
4 Arte mesopotámico
5 Arte Persa
6 Arte Prehelénico
7 Arte Fenicio o Arte Púnico
8 Arte Griego
o 8.1 Arquitectura griega
o 8.2 Escultura griega arcaica
9 Arte Íbero
10 Urbanismo ibérico
11 Arte celta
o 11.1 Tendencias
12 Arte etrusco
o 12.1 Etapas
13 Arte Romano
o 13.1 Arquitectura romana
o 13.2 Diferencias entre la Arquitectura Romana y la Griega
o 13.3 Templos romanos
o 13.4 Las Tumbas
o 13.5 Escultura Romana
o 13.6 Retrato romano durante la República
o 13.7 Retrato romano en época de Augusto
o 13.8 Escultura de los retratos durante la época de los Flavios s. I
o 13.9 Escultura romana y el retrato de los siglos II y III
o 13.10 Retrato romano en el siglo IV
o 13.11 Pintura
13.11.1 Estilos de Incrustación
o 13.12 Estilo Arquitectónico
o 13.13 Estilo Mixto u Ornamental
o 13.14 Estilo Ilusionista o Escenográfico
o 13.15 Mosaicos romanos
14 Fuentes
Arte prehistórico
Neolítico
Talayots baleáricos
Arte egipcio
Tumba de Sethi. Muestra de los estilos pictóricos del Arte Egipcio Antiguo.
El arte egipcio es, indudablemente, la manifestación artística que más ha
subyugado al hombre moderno. La civilización egipcia no sólo creó una
arquitectura, escultura y pintura de impresionante belleza, sino también toda
una cultura que ha hecho soñar a investigadores, literatos y personas
corrientes, donde se funde lo histórico, lo mítico y lo misterioso. El arte egipcio
es un arte que está muy relacionado con el medio en el que se desarrolla. Este
medio influye en diferentes aspectos: por un lado el medio geográfico
determina una cultura cerrada que hace un arte impermeable a influencias
exteriores, que va a evolucionar poco y cuando lo va a hacer va a ser sobre sus
propias formas debido a la falta de comunicación con el exterior.
Por otro lado, el medio va a determinar unos materiales que nos indican una
despreocupación por la vida terrestre y un deseo de eternizar la moral del
difunto y del dios, por lo que el arte muchas veces está en función de templos y
tumbas. Esto está relacionado con los dos factores determinantes del arte que
también vienen dados por el medio: la monarquía y la religión. Así, el faraón (y
los nobles) y los sacerdotes van a ser los principales clientes. Se trata de un
arte aúlico y oficial, que se desarrolla en virtud de la religión fundamentalmente,
y a ésta está vinculado el faraón. No es por tanto un arte autónomo. El arte
egipcio está siempre sometido a unas normas, por esto es muy semejante y
monótono, tan homogéneo. Es un arte estereotipado en el que se valora más la
precisión del acabado que la originalidad. Además, tienen un gran carácter
simbólico y mágico.
Los artistas egipcios van a perder en líneas generales en el anonimato, aunque
se conocen algunos artistas ya del Imperio Antiguo, aunque son más los que se
conservan del Imperio Nuevo. De los artistas los más considerados son los
arquitectos, que se relacionan con los clientes. Sin embargo, los pintores y
escultores son considerados como simples artesanos.
Va a haber dos tipos de talleres: los talleres oficiales, que están en torno a los
palacios y los templos y es donde se forman los grandes artistas y obras, y los
talleres privados, destinados a clientes que no estuvieran relacionados ni con la
monarquía ni con la religión. De éstos últimos se han conservado muy pocas
obras, entre otros motivos debido a que utilizaban materiales más endebles
que los talleres oficiales.
Arte mesopotámico
Arte Persa
Arte persa
La Antigua Persia ocupaba aproximadamente el territorio de la actual Irán.
Limitaba al norte con el Mar Caspio, Armenia y Rusia, al este con Afganistán, al
sur con el Golfo Pérsico y al oeste con Irak. En la época aqueménida (Ciro el
Grande, Cambigen II, Darío I, Jerjes, Artajerjes, Darío II, Artejerjes II, Artejerjes
III, Dario III) el arte se expresa en escultura y la arquitectura, en grandes
ciudades: Pasargardas, Susa, Persépolis, fundadas por estos dos últimos. No
hay arquitectura religiosa, sólo estos altares con fuego y unas torres donde
estaría ese fuego. Los altares eran muy sencillos, a veces para proteger el
fuego tenían una pequeña bovedilla. No se han conservado pero los
conocemos por relieves. Las torres eran altas, cuadradas y sin vanos, de las
que si se conservan algunos restos. Existió arquitectura funeraria persa.
Tenemos la tumba de Ciro, de tipología única.
También existieron hipogeos excavados en grandes acantilados, con una
fachada muy importante esculpida dentro, con dos o tres cámaras muy
sencillas. No realizaban inhumación del cadáver por miedo a que contaminarán
la tierra, por lo que sólo conservaban los huesos. Los palacios eran tan
complejos que se formaron verdaderas ciudades-palacio. Cuando Darío fijó la
capital en Susa, el palacio de Pasagarda quedó abandonado quedando como
capital religiosa. Susa estaba cerca de Babilonia y obtiene influencias de ella.
El recinto de estos palacios estaba cerrado por murallas. Al igual que los
mesopotámicos, estaban construidos sobre terrazas. Las estructuras eran
adinteladas y empleaban cómo soporte la columna. El palacio tenía unos
propileos donde aparecían toros alados, como símbolo de poder y
majestuosidad. Había también una sala de audiencias llamada apadana. Junto
a ella había una sala de recepción y el salón del trono que era la parte pública
del palacio.
La arquitectura persa, en general, presenta unas características y
procedimientos constructivos muy semejantes y derivados del mundo
mesopotámico y no aporta novedades de importancia. La decoración, escultura
y arquitectura es el resultado de la fusión de distintas influencias: Babilonia y
Siria (uso de la arcilla para la construcción de los muros, animales a la entrada
del palacio, remate en almenas escalonadas, decorado con bajorrelieves en el
interior y también en el exterior del palacio, remate en gola especialmente de
los vanos, el papel importante de la columna y el tipo de tumba).
También el arte y arquitectura persa se ve influida por el arte de Grecia
(especialmente en la escultura, como en los relieves donde hay un cuidado en
la proporción y en los plegados). Pero también el arte persa aporta algunas
novedades, como la decoración con finalidad de exaltación del imperio pero
con un carácter pacífico. De igual manera, es destacable el uso de la columna
tauriforme, que llega a tener gran altura, hasta 20 metros de altura y el capital
hasta cinco metros. A veces se construían en piedra y a veces en madera
estucada. Podía ser completa o incompleta si el capitel no estaba desarrollado.
La basa era campaniforme, el fuste estriado o liso y el capitel con tres cuerpos:
cuerpos de hojas, cuerpos de dobles volutas y por último, las figuras de toros
tumbados y enfrentados.
Los palacios estaban decorados con esculturas a base de relieves, no
habiendo escultura exenta. Eran bajorrelieves excepto los toros alados que
eran imitación de los babilónicos técnicamente pero algo monótonos.
Representaban las figuras de perfil y con movimiento pausado y tranquilo. Los
adornos se esculpían con gran detallismo y se tenía gran cuidado con la
proporción.
Arte Prehelénico
Arte Prehelénico
Se incluye en el período prehelénico todo el arte desarrollado en las islas y
costas de la Grecia continental en el entorno del mar Egeo. Es el arte
cretomicénico, que tiene dos grandes componentes:
La isla de Creta fue la más importante desde el punto de vista artístico, pero
también en otras islas, como las Cícladas, hay representaciones artísticas de
valor. El de Creta es un pueblo en el que desde un principio hay
representaciones plásticas en relación a la religión. La diosa de la fecundidad
es la principal figura, que fue muy representada, como mujer, a veces con su
hijo, y con animales: serpiente, paloma y toro, que se van a convertir en
símbolos de la religión cretense y que tendrán su representación en las artes.
Otros símbolos religiosos son el labris (la doble hacha), la columna y los
cuernos de consagración. Hay más dioses que surgen en la cultura micénica,
con nombre helénico, que pasarán al panteón griego.
En esta época ya se crean algunas estatuillas como culto a la diosa de la
fecundidad. Son muy simples y comunes a todo el Egeo. También se conoce la
cerámica, decorada con incisiones simples y geométricas. Ya es en el minoico
antiguo cuando se forman las primeras ciudades. Son interesantes las
representaciones de las Cícladas: pequeñas esculturas de formas humanas.
También se han encontrado necrópolis con restos de cerámica pintada y
decoración geométrica. Al mismo tiempo se podujo el desarrollo de la
metalurgia.
En el minoico medio se produjeron obras muy interesantes. Creta destacó en
todo el Egeo. Es el momento de las grandes construcciones, la época de los
primeros palacios que después serán ampliados o reformados en el siguiente
periodo. Destaca la cerámica de Kamares, muy rica, con decoración figurativa.
También aparecen esculturas, figurillas cada vez más realistas y mejor
formadas. En el minoico reciente, Creta sigue siendo importante, pero será
invadida por los micénicos, que acabarán con su cultura. En esta época
continúa la arquitectura, la escultura, desarrollo de la orfebrería, pintura en
palacios y cerámica de palacio, también muy fina.
Arte fenicio
El propio nombre de fenicio deriva del griego phoenix, que significa "los de
púrpura", en referencia al preciado tinte que fue el origen de su riqueza.
Además fueron excelentes navegantes, avezados mercaderes, hábiles
artesanos, exploradores intrépidos y posiblemente los mejores constructores de
barcos de su época. La estratégica situación de las los primeros asentamientos
en Asia Menor hizo del territorio un lugar privilegiado para la conquista
comercial del Mediterráneo y las naves fenicias pronto surcaron los mares
desde Biblos, Sidón y Tiro a la búsqueda de nuevos productos con los que
comerciar. Fue precisamente el abastecimiento de materias primas como la
plata, el cobre o el estaño, lo que motivó el establecimiento de las primeras
colonias en la Península Ibérica.
La gran demanda de metales preciosos en oriente motivaron que las minas de
Huelva y Sevilla se convirtieran en objetivo de los púnicos, que se
establecieron en Cádiz intercambiando sus productos por el oro y la plata
tartésicos. La influencia de aquéllos se ha podido constatar en los restos de
tumbas monumentales y en numerosos objetos valiosos que se han encontrado
en los asentamientos y con los que los fenicios pagaban la mano de obra
indígena. También se han hallado restos de almacenes, fortificaciones y
necrópolis de las que se han desenterrado urnas, ánforas para guardar vino o
aceite (cuyo cultivo introdujeron, por cierto, en nuestra tierra), lámparas, joyas y
piezas de cerámica.
Como buenos mercaderes que eran, los fenicios se adaptaron al gusto de sus
clientes y, aunque durante un tiempo se limitaron a actuar como tratantes de
productos ajenos, pronto comenzaron a elaborar su propia artesanía,
permeada de influencias griegas, egipcias, mesopotámicas, sirias, etc. Así
surgieron un tipo de creaciones que sintetizaban de forma armónica las
tendencias del momento y dieron origen a un tipo de arte sumamente original y
ecléctico: desde figurillas y otros objetos tallados en madera, hasta ornamentos
de metales preciosos, paneles decorados, cerámica, miniaturas de marfil o
frascos de vidrio. Sin embargo, el hecho de que los mercados mediterráneos se
vieran inundados de productos del comercio púnico procedentes de otras
regiones ha hecho muy difícil el poder reconocer en la actualidad su verdadero
estilo.
Las localizaciones de las colonias obedecían a emplazamientos bien
escogidos, cercanos a la costa, bien comunicados y con abundantes materias
primas y las ciudades contaban siempre con su necrópolis cercana. Las
tumbas de la costa malagueña y almeriense estaban construidas con sillares y
contaban con cámaras y corredores en las que los difuntos eran incinerados y,
en ocasiones, inhumados. Todas ellas presentan un gran tamaño y una riqueza
que contrasta con la modestia de los enterramientos de otras colonias cercanas
como Ibiza. Sin embargo, el posterior desarrollo económico de la isla hizo
surgir necrópolis como Puig d'es Molins, con cerca de cuatro mil sepulturas que
dan cuenta de diferentes tipos de ritos funerarios. De entre los objetos
rescatados de los santuarios ibicencos destacan los sarcófagos de piedra, los
ajuares con cerámica y joyas o las figuras votivas de terracota (como las de
bustos femeninos con alas que representan a la diosa Tanit). En gran parte de
las piezas encontradas se han encontrado influencias orientalizantes y es que
los fenicios trajeron con ellos además su religión mezcla de elementos
cananeos, griegos y egipcios.
Las creencias del pueblo fenicio se organizaban en torno a una tríada de
dioses de la que destacaba Baal, al que se asociaba el ciclo de las estaciones
y, aunque cada ciudad nombraba a sus deidades con nombres diferentes, un
rasgo común a todas ellas era el gran poder de que gozaban los sacerdotes,
entre cuyas prácticas se encontraba el sacrificio de animales (como lo
atestiguan restos de huesos y cenizas encontrados dentro de vasijas en los
santuarios), para propiciar las buenas cosechas o el favor del dios
correspondiente, e incluso el de seres humanos, lo que provocó en su época la
reprobación de otros pueblos contemporáneos.
La presencia fenicia en nuestra península se manifiesta sobre todo por la
abundancia de restos cerámicos, especialmente platos, lucernas o jarras de
barniz rojo o gris, realizados con torno (desconocido por las poblaciones
autóctonas pero difundido de manera rápida), y que destacaban tanto por su
utilidad como por su belleza; y de ornamentos de metales preciosos como
anillos, pendientes o collares realizados con técnica de filigrana y granulado. El
vidrio y la pasta vítrea, cuya invención Plinio atribuye a los fenicios, son
también elementos característicos de su artesanía con los que fabricaban
delicados frascos y vasos para perfumes.
Arte Griego
Período geométrico: 1000 - 750 a.C., período breve que nos va a dejar
pocas aportaciones.
Fase orientalizante: s. VII - principios s. VI a.C.
Período arcaico: 610 - 480 aprox. a.C. El s. VI es el momento más
significativo.
Período clásico: siglos V y IV
Arquitectura griega
Es una arquitectura que va a ir evolucionando a lo largo del tiempo, pero sus
características se van a definir desde un momento muy temprano. De la
arquitectura griega civil han quedado muy pocos restos, por lo que predomina
la arquitectura religiosa que se conoce principalmente por Vitrubio. Las
principales características de la Arquitectura Griega son:
Cuerpo aplastado.
Pies y manos juntos y muy grandes, ambos pies apoyados en el suelo.
Cintura muy alta y marcada.
Caras demasiado geometrizadas, muy triangulares y con la frente ancha.
Arte Íbero
Es heredero de los tartesos y estuvo muy influido por las culturas griega y
fenicia.
Urbanismo ibérico
El tamaño de las ciudades ibéricas varía mucho, desde las 300 hectáreas hasta
apenas una. Las ciudades más grandes se concentran en el sur y sureste de la
Península, mientras que en la costa oriental son más reducidas. La mayoría de
las ciudades se intentaban situar en lugares elevados, aunque también hay
algunas que se encuentran en llano. Prácticamente todos los poblados ibéricos
estaban rodeados por una muralla, a veces totalmente y a veces, en los casos
en que se encontrasen en un terreno de difícil acceso, sólo por las partes más
accesibles. Los íberos construyeron distintos tipos de murallas: De
mampostería: construida con sillares más o menos regulares, que forman dos
paramentos, el exterior de piedras más grandes y el interior de piedras
pequeñas. El espacio intermedio se rellenaba de tierra y piedras. Muchas de
estas murallas parece que estaban revestidas con un grueso enlucido de arcilla
pintada de rojo.