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co theo | @ Caco to Lilers Fremck tetova Bagels 9// Tonentitinme y ) Pestismo Danio VILLANUEVA, GONZALO SOBEIANO & YVAN LiSSORGUES REALISMO LITERARIO Y NATURALISMO ESPANOL, L. Una teorfa del realismo como la que estamos configurando reclama muy especialmente eserupulosidad en Jo que decimos. Par- tiamos de una insatisfaccién, experimentada como lectores y como investigadores literarios. por Jas respuestas que encontrdbamos en los llamados realismos «genético» y «formal», y Hegamos a plantear este hecho basico de toda literatura que es el realista como resulta: do de Ie cooperacién activa del lector. Existe un texto que nos per- ritrd objetivar ya desde ahora el funcionamiento efectivo del sste- ‘ma productor de realismo por la proyeecién del campo de referen- sia externo [FR] 0 interpretante aportado por el lector sobre et ‘universo creado y auténomo presente en el text. fiero a una especie de prélogo que José Maria de Pereda puso 188553 Ia primera edicién de-SU Tovela-Sotlenn aU Tos de Ir de- cada & la generalidad de sus posiblesIecOrs, se cicunseribia, como +eza u encabezamiento: «A mis contemporineos de Santander que ain ‘ivan, No se me oculta qe & Un BETS TEDOSRRTE Te Tas suspicacias ¥ prevenciones hacia la erica a las que era muy prociive el autor, pero ‘a nosotres, al margen de lo que haya de esto, que es en cierto modo ya pura anéedota, nos interesa desde el punto de vista terico. (1 1. DasioVilavers, Teri del reliomo Hear, tsi de Bopata-Epash- Calpe, fads 1992 pps [31.135 Lasse de Soleea procnien dea eta de arique Mila, alban, Made, 197) Tl Gonzalo Soselano «El lenguae de lx nove nturaistan, en Renna ¥ anna en Espana on te sigunde mad de niglo ox. Yan Lista. x ‘Batiropos, Barcelona, 1988, pp. SB-512. "a Yvon Lissoguts, ol mauralismo como medio deconqus ersria de reales, en Clarin politic, Lae, Dateien, i, 1989, pp. 1157, REALISMO LITERARIO ¥ NATURALISMO ESPASOL 265 EI novelista confiesa su intencionalidad mimética de epresentar «© casos y cosas de la vida humana en los bros de imaginacién», vo- J faatad que en ete cas0-Concreto adqulee ceios maliées«arqueo- 6 fogicos, por asi decir, Porque lo que en Sotilena wacontece no ¢8 thas que Un preteto para resucitar gents, cosas y lugares que ape- fas cxsten ya, reconstrir un pueblo, sepultado de la nocie a la tisfana, durante su patiacal reposo, bajo ia balumba de otras ideas otras costumbres arastradas hasta aqui por el torrente de ta aueva y extra civilizacion» (p. 60). El novelistaesté confesando impliitamente que ha modelado 21 univers interno d& Sotecs de Weverao con una vision del mundo y Grr iodleded seg UH Geterminado «ortho-world-modely. que ine Sehilat— ya periclitado. Fa efecto, 1a sociedad tradiciong. patriageal, que afora, ha dado paso a otro sistema —el industrial y Darputee-er-veda Europa; incaso, aunque no de forma tan reso iui Com6 en otros pagos. en Espatia Por lo tanto, continua el escrtor montanes, s6lo sus paisanos coeténeos entenderén sus propésitos, y podran talmente con él el mundo representado y las generaciones que lo> configuraron: cra as conocistesvivas, he de conceder yo hCoecesaria competencia bara declarar con air. to si es o no su lengua QUE er estas paginas se habla; si son o 20 Sus contumbres, su lye, sus vcis y sus virtues, sus almas y sus cuerpos los que aqui se manifiestant» (p. 61). En modo alguno se puede esperar lo mismo de los demés letores, en especial de los Inds jovenes y no santanderinos —los lectores «de ultrapuertos 2 los que no sin un punto de sarcasmo califiea de wdstnguidos ¥ eiegantesn por identiicados ya con la nueva cosmoviion, Precisa- mete por ello, tales destinatarios proyectarén sobre Sotieza un in terpretante contiadictorio con la voluntad del autor, pero que —¥ de ahi la peradoja—, a pesar de ello la harén significa. ‘Pereda, aungue esritor sensible a la critica y nada desintresa- dio de las especulaciones sobre los entresijos de la creacinliterari, no era obviamente un teérico, pero el texto que comentamos poses stan valor a estos efector. Es sorprendente, por ejemplo, ei uso de a palabra, vencia en términos que son perfectamente asitnila~ Sica aga del sora ear Oe tupac ngttea mis ia pages los pasados ebos Sse y select, Por uo fala, no sth Stiienphapieentnematetis Pret lle Tyee ren ete hha dejado en este prélogo un testimonio intuitive —y claramente = rio como resultado de la creacién, a partir de las experiencias de un te sobre & Un tilerpretante —mejor que relerente— extensional del Seen Pereda en 1833, ‘misma trayectoria, extraccién social, cultura y incluso, entre contempordneos, y el problema —el «ruido» en tem ge nos de la teoria de la informaci6n— se agrava por Ia ausencia contacto entre ambos y la imposibilidad de que opere la funcién me talingtistca que el prélogo perediano insinéa. Todo queda al arbi. cde Ja funcion hermenéutica del lector, que es individual, espacial ¥ ‘emporalmente libre y variable. 4 EALISMO LITERARIO Y NATURALISMO ESPAROL 267 11, Si aceptamos fa definici6n hegeliana dela novela como epo- | ea burg nacia del confi eae a prosa del mundo moder- rey ie posta del corazba, los suceivos cambios en el siglo xix arecen dibujar esta travectoria: la novela romantica exalta (a poe- WY? Jia del héroe sobreponiéndola a la prose del mundo que esd fuera SAR nS HG Ul SEO TITTY, WATE Teal ope | Ghstla prosa del mundo para que un sujeto de ReroreTadl pOble~ matica.0 ie Blereite alin su empefio én quebrantar o vencer a tells; [a novela naturalista offece ya generauzaus ina en su Ti Trunfo sobre un personae que, o no Uene con- iene We vu capacidad de pocsi, 0, sla Gene, se sabe condenado Sia degola (anthéroe & mismo, o hétoe desarmado) ¥ Ta novela Simbolsia 0 moderista, conosiendo exinios jos ieales aNeFOrSs {el fueblo, Dios, la mujer. la accién, [a justicia) propoe & retugio tn aie & avs GH CUlavo de la sensacion. encarnando el nuevo ideal de un protagonista ensimismado. ago estas obrervaciones generles para recordar que nunca fu la novela tan prose-prosa con en el nara. La dstanc del aaitador es antes que nada un Treno contra las efusiones irieas: \ a vision del hombre como animal sujet @ Tas detérminaciones de ieaaturalecay de ese sogunda naturale que son los hébitos socia- | es, To retrac.de (a imaginacion a las servidumbres de la fisiologia y te sconomi; i imitacion dela vida en la dsposiién dela novela / tinge borrar 1 Ge eta significa como construction aristica pare! hacer slo presente alratiaja:.y el proposito de que el verbo suene a verdad parece prohibir al exeitor todo intemto de ascension al suefio y a ia fantasia. [...] El narrador-no se cahibe (e ocute[segin Zola), aunque el — autor exprese su temperamen(9, sometid® al control de la verdad, ‘e un modo personal y eitico. Se trata de ver y de hacer vet lay verdad, deseribiendo aguello que completa y determing al personaje | Felts hablar como en a vida Noo una tama presenar SFOWETS Wir iacar conclusiones. Ea sa palabra, ca YT ‘impersonalldad es una mets ala que estosy ‘ccrtores naturalistas se Sproximan, pare a GUE Ho sacrifcan cer tis tendencias autoriales: la tendencia satiricay la elepiaca, Leopol- 46 Alas; la ironizadora, Palacio Valdés: la educativa, Galdés: la 268 NATURALIBNO ¥ NOVELA, [REALISMO LITERARIO Y NATURALISMO ESPAROL 269 moralizante, Pereda. Y, a decir verdad, debe reconocerse que la impersonalidad es un ideal, como todos los ideales, eimposiblen, {ex prosa impévida de Flaubert disimula, pero no anula, el impulsg” roméntico reprimido del gran arsta, que siembra de lircos deste Nos el bien labrado tapiz del relato. La prosa de Zola, tan atenta a sider, estudio del mundo den el conjunto de sus fendmenos hetero-, (neosm, «llusiOn de parecerse a la realidad no quieta, para ser re- © {atada, sino movigndose, fluyendon, «perfecta imitacién del movie ‘miento ¥ combinacién verosimil de los fendmenos», nevesidad de { faejar Io imperfecto, imperfecto» y no corregir «la casualidad de Ja del mundo que minuciosamente describe, estalla de vez en cua fos accidentes. do en relémpagos de impresiones y en nimbos simbélios. Pues de’ = Parafrasean tales expresiones la estructura de la nueva novela fo que se trata no es de que ef creador (0 experimentador) suprima. como «reflejon de la realidad, no va semdnt i ate, su personalidad (ésta aparecera como manifestacién de su tempere- y pudieran sintetizarse en el termino biomorfologia. [1 ‘mento, si bien sujeta al control de la verdad). Se trata de que el” =f” Mucho importan en la creacién literaria los 6rdenes estructura- _ farrador no descubra su subjetividad, guarde nara sisus emociones tes. numérieos, arquitecténieos, simbélicos, miticos, genéricos,ret6- »yexponga, sin_parcialidades ni tsi lo observado. [Fundamental es rieos, que guian al artista en Ia composicion y la escrtura, y hace \ Cl enpeto del naturalists Sr eflear daatro dela novela tra bien la critica de veinte afl a esta parte en explorar la «semiosis»") ddag_de_un mundo. de una época, de la vida.] Poner de relieve la del naturalismo. Pero la voluntad «miméticay de éste aconsejaria verdad de Is naTUraeza;tas TECASTOECE? y limitaciones de la fisiolo- ; aiender al resultado artstco de su pinyexto-novador_asemiar Io] (- sia. los dmbitos interiores y externos de la gran urbe desarroliada o mas posible la forma de la novels a la forma ida. La novelal, | dé'fa pequetia ciudad pendiente del poder central, la intrahistoria naluralista no pretend munca ser «la Fealidad» (dlirio mayiseulo) daa dia las tives condiciones det trabajo y del capital, a prepo- =F niala fotogCLI@Y (ZOWs repadié fal calumnia, y Alas igualmentey, ‘encia de os codigos y las regulaciones eoavivenciales de un mundo 08 las pero si pretendia ser el reflejo de Ia realidad en la novela; y se tra | cada ver mis olvidado de'los valores auténticos y més violento en taria de medir las consecuencias arllaticas Ge tal pretensién: no de la lucha por fa vida, estudiar todo esto en la forma de wn arte no- prover gor la novela naruralisa es tambila nova, pues nadie ae | velten Que ara a cuhaar TRESS COMUEMMTETTS fue fawn dude ol de verficaeiOn citer ae Tealigad-con vistas a um progreso de 4° Bl lenguaje del naturalismo aspiraba a representar un mundo bead y jute. Razon Gane quien deine naturalizmo como fd al manera qu to esonase a verdad, aunque Zola, al prola:— arg ade la oposiiény; este origen poco (reaGsiOn Comte fra mar este principio, no’ se manifestase dspuesto a renunciar a la cate dea evolu) expicarasutasgoe morales mtiromiatcee: J squa el lengua roméutco. Bsc soma. : teouci ala fga reapeco de Weaiad, exigent Ge Cractind en BE hotuont de eltura sn que sva incompremlle St alae {/8 deseipeén de los hechos,impersonalidad como garanta dela verdad conereta. Pero sf, por ef pasado, el naturalismo no exiirpa jobietividad y de la solidaridad social, activismo encauzado a modi- Ja Taiz romafitica (ni cuando mids Ta ataca), por el presente, hacia fier al muado, atsnimiento al presente, comprension cece dl CaS a a novia Dae Dols hs te. pueblo rasjaor como vicina dla eplotaion de una burgusl Fe soar 3 rado TY TomTom oe ae, Lo Son paciinen- fnontada Bilge Calécey Als, Pardo Bazin Palacio Vaid, Pla ¥ Blasco (En nis arsuloe «Del naturlsmon, en 1862 hblaba Cant” ENE Tater} Er reitado impreionista del natura debra etinars, z de] eeproduccién artista» de la realidad «tal como ex», «refe® 2 ¢ de vids, no abstraccién de un narrador, «imitacién total de la vide. hoy, uno de los mas innovadores rasgos de este movimiento, fécil- ‘ente denigrado por los pregoneros de lo iltime. Era el naturals: §copidndola en todos aparece, copa de ela sfdardad en at? reson, slo fe apa un tant de Sela ale tlie Rosca no hada HOD Te. cexisten en Ia realidad os acontecimientos, los seres y sus obras”, * imitacién perfecta de lo que podria lamarse Ia morfologia de Ia

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