POLICIA JUDICIAL EL RECONOCIMIENTO FOTOGRAFICO “VISION JURISPRUDENCIAL” FRANCISCO MIGUEL RODRIGUEZ RODRIGUEZ SOCIO L.PA. DIPLOMADO EN DERECHO- IPA- MADRID 3dPOLICIA En nuestro quehacer dia- rio como miembros de las Fuerzas, y Cuerpos de Seguridad (Art. 2, Loy Orgénica 2/ 1986, de 13 de matzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad), nos encontramos con el problema de la identificacion del presunto autor o autores de un hecho delictivo y nada mejor para ello que realizar un RECONOCI- MIENTO EN RUEDA. La propia dindmica de los hechos ha convertido Ja prictica de ésta diligencia de identifica- cién, que es concebida por la Ley de Enjuiciamiento Criminal como SUMARIAL, en una diligencia eminentemente poficial, La LECr no contiene una regulacién por menorizada de la prictica de esta modalidad de reconocimiento y, ni mucho menos, contempla su realizacién por parte de la Policia Judicial, sin embargo de la propia funcién de la Policia Judicial, cabe inferir que la determinacién de Ja identificacién del detenido no es una fiuncién ajena a aquella. Asi, para que dicho reconoci- miento surta los efectos de prueba preconstituida, deberi practicarse cn presencia del Letrado del dete- nido y que su presencia, mediante la firma y ta de los Polieias inter vinientes, quede plasmada en la correspondiente Acta que se con- feocione para reflejar el desarrollo y resultado del reconocimiento. ‘Al igual que en el resto de dili- gencias desarrolladas en tomo a la detencién, la presencia del Letrado garantiza la imparciali- dad de la actuacién, La Ley exige, en cuanto al modo de proceder a la identifica cién, que el sospechoso sea colo- cado entre persona de caracteristi- oo “La Ley exige en cuanto al modo de proceder a la identificacién, que el sospecho- so sea colocado entre persona de caracteristi- cas externas semejantes (Art. 369 LECr).” IPA- MADRID 35 JUDICIAL cas externas semejantes (Art. 369 LEC?), Billo supone una similitud real, de modo que no se induzea a los que han de reconocer a aquél que ya es considerado por los investigadores como el presunto culpable, Cada sospechoso habri de ser reconocido separadamente de os demés presuntos implicados, es decir, en diferentes rucdas, y por cada uno de los que pudicran reconocerlos (Art. 370 LECr). Los sujetos que integran la rueda y los que deben practicar el reconocimiento deberin estar separados y no ser percibidos éstos por ‘aquellos (Art. 369 LEC®), con ello se pretende ‘garantizar la libertad de manifes- tacién del testigo, Esta libertad deberia garantizarse también impidiendo que los testigos com- partan la sala de espera con fami- liares 0 amigos de los sospecho- sos, dado que pueden ser igual- mente abjeio de intimidaciones por parte de éstos, Como reza en el art, 369 II LECr el lugar en que se practique, el tiempo transcu- rrido entre la perpetracién del hecho y la celebracién de la rueda y el modo en que el sos~ pechoso ha sido reconocido 0 no por el testigo o victima, la relacién y filiacién de los tes- tigos y de los integrantes de la rucda o ruedas son datos que inexcusablemente han de que- dar reflejados en el Acta. Ademés, el adjuntar un repor- taje fotografico de la compo- sicién de la rueda y de sus alteraciones, si las hubo, resulta igualmente imprescin- dible, a fin y efecto de dotar a esta diligencia probatoria deplena fuerza de conviceién. Pero la realidad es que, en la mayoria de las Dependencias Policiales ( mayoritariamente en las de la Guardia Civil) se carece de la infraestructura idénea para poder afrontar con un minimo de éxito fegal lo antetiormente expuesto, sopena, que la Autoridad Judicial nos desautorice todo lo actuado. Por todo ello el Policfa reourre al RECONOCIMIENTO FOTOGRAFICO en sustitucién del reconocimiento en rueda, EL RECONOCIMIENTO FOTOGRAFICO El reconocimiento foto- griifico es un medio mAs de inves- ligar y determinar al presunto autor de una actividad detictiva, Su validez como diligencia de investigacién queda, jurispruden- cialmente, fuera de toda dude, pues la vigente Ley Orgdnica 6 / 1995, de I de julio del Poder udicial establece que podrén uti- lizatse en el proceso cualésquiera medios téenicos de documenta- cién y reproduccién siempre que oftezcan las debidas garantias de autenticidad, articulo 230, ( Sentencia Tribunal Supremo de 21 de septiembre de 1.988 ) Pero su _utilizacién no debe generalizarse hasta el punto de sustituir el reconocimiento directo y personal, en este sentido la STS de 7 de marzo de 1988 dice: No es prictica aconsejable la de sustituir el reconocimiento directo y personal, rodeado de las formalidades legales, por el foto- grifico, cuando el primero os POLICIA JUDICIAL posible, La STS. de 17 de septiem- bre de 1988 la califica de “iregu- Jar”, aunque reconoce que a veces es el tinico medio policial de investigacién y Ia STS. de 12 de septiembre de 1986 Ia tilda de rechazable”, si se ha producido con subterfugios, de tal manera que hay inducido a la identifica- cién que , de forma natural, posi- blemente no se habria producido, Solo debe ser utilizada esta forma de identificar cuando no es posible otra y con las for- malidades siguientes: En el album de resefiados fotogrificos, el Policia deber enseffar a la victi- ma, la del presunto culpable entre varias otras. Esta diligencia de identifi- cacién por si sola no reemplaza a las diligencias judicial dez. de | os reconocimientos foto- La vali- IPA MADRID 36 grificos policiales se condicionan a su posterior ratificacién ante el Iuzgado, El reconocimiento, hecho directamente en los Juzgados son plenamente validos segiin resolu- ciones del Tribunal Supremo de fechas 20 de noviembre de 1987 y 7 de marzo de 1988, La admisién del reconoci- miento fotografico por parte de la Jurisprudencia viene reflejada por el mandato contenido en el articu- lo 230 de la Ley Orgénica del Poder Judicial, por ello la citada STS, de 21 de septiembre de 1988 establece “ Ia admisién y prictica de ottos medios de prueba que el proceso técnico lleva aparejados”, como la fotografia, video y otros anélogos desconacidos por la Ley de Enjuiciamiento Criminal La insoguridad ciudadana y las represalias incluso mortales