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El concepto lógico

La idea precisa y clara, formada reflexivamente, recibe el nombre de concepto lógico.El


concepto lógico se forma mediante la definición, o, lo que viene a ser lo mismo, mediante la
enumeración de los atributos ó propiedades de la idea definida. Definimos el concepto de
triángulo diciendo que es una figura geométrica formada por tres lados. Según la lógica toda
buena definición debe determinar el género en que entra la noción (figura geométrica, en el
ejemplo anterior) y la diferencia última que separa la idea definida de las otras ideas
contenidas en el mismo género (formada por tres lados).

Sin conceptos claros y precisos la ciencia humana, el arte y el trabajo técnico y en general toda
actividad que exija exactitud y precisión serían imposibles. Estas operaciones requieren
pensamientos claros, reglas exactas y precisas e ideas perfectamente definidas, cuya
significación, por lo menos en teoría, sea común a todos los hombres.

Teoría de los actos de habla

La teoría de los actos de habla es una de las primeras teorías propuesta por la pragmática, a
través de la cual se intenta explicar qué hacen las personas cuando utilizan el lenguaje. Austin,
mientras estudiaba la oposición entre el acto realizativo y constatativo, se da cuenta de que el
decir es también un tipo de hacer, argumentándolo de la siguiente manera: “Cuando
sugerimos embarcarnos en la tarea de hacer una lista de verbos realizativos explícitos,
hallamos ciertas dificultades para determinar si una expresión es o no realizativa, o, en todo
caso, si es puramente realizativa. Pareció conveniente, por ello, volver a cuestiones
fundamentales y considerar en cuántos sentidos puede afirmarse que decir algo es hacer algo,
o que al decir algo hacemos algo, o aún porque decimos algo hacemos algo” (Austin, p.153). En
simples palabras, dice Austin “todo enunciado supone una acción verbal” (Gil, p.
202).Tomándose de la idea que todas las expresiones del lenguaje deben considerar como
actos, Austin postuló que un enunciado, al momento de su enunciación, podía realizar tres
funciones diferentes:

- Función locucionario. Éste se refiere al acto de decir en sí, es decir, a la producción de un


enunciado significativo (con un cierto sentido y una cierta referencia) lo que a su vez es
aproximadamente equivalente al “significado” en el sentido tradicional. “Puede entenderse
que decir algo es hacer algo o que al decir algo hacemos algo e, incluso, que porque decimos
algo hacemos algo... llamo al acto de “decir algo” realizar un acto locucionario (…)” (Austin,
p.138). Este acto, se divide a su vez, en tres tipos de actos:

1) el acto fonético, consiste meramente en la emisión de ciertos ruidos;

2) el acto “fático” consiste en la emisión de ciertos términos o palabras, es decir, ruidos de


ciertos tipos, considerados como pertenecientes a un vocabulario;

3) el acto “rético” consiste en realizar el acto de usar esos términos con un cierto sentido y
referencia, más o menos definidos (Austin, p.139).
Por otro lado, un enunciado puede ser un acto ilocucionario. Éste es un acto realizado al decir
algo, por ejemplo, hacer una promesa, emitir una orden, etc., es decir, actos que tienen cierta
fuerza (convencional): “Un acto ilocucionario (es) llevar a cabo un acto al decir algo como cosa
diferente de realizar el acto de decir algo. Me referiré a la doctrina de los distintos tipos de
función del lenguaje que aquí nos ocupan, llamándola doctrina de las “fuerzas ilocucionarias”
(Austin, p.144).

Finalmente, un acto puede ser perlocucionario, es decir, el acto realizado por medio de decir
algo: persuadir a alguien de que haga algo, mover a uno a la ira, etcétera: “Realizar un acto
locucionario y, con él, un acto ilocucionario, puede ser también realizar un acto de otro tipo. A
menudo, e incluso normalmente, decir algo producirá ciertas consecuencias o efectos sobre
los sentimientos, pensamientos o acciones del auditorio, o de quien emite la expresión, o de
otras personas. Y es posible que al decir algo lo hagamos con el propósito, intención o designio
de producir tales efectos (…). Llamaremos a la realización de un acto de este tipo la realización
de un acto perlocucionario o perlocución” (Austin, p.145).

En simples palabras, los actos de habla son:

- Acto elocutivo: es el acto físico de producir una palabra.

- Acto ilocutivo: es el acto que se realiza por medio de la emisión de un enunciado

- Acto perlocutivo: es el efecto conseguido a través de la elocución y la ilocución

Ahora bien, la relación que existe entre estos actos de habla es principalmente que sin uno no
se puede producir otro, es decir, si no se pronuncia una palabra no tendrá consecuencias por
tanto, no habrá alguna respuesta por quien “supuestamente” recibe el mensaje.

Por otro lado, encontramos el enfoque que le da el sociólogo Jurgen Habermas quien afirma
que “los hablantes postulan que sus ilocuciones son válidas” (Renkema, 39). Esto quiere decir
que la ilocución de un individuo será válida cuando sea verdadera y sincera. Tomando en
cuenta lo propuesto anteriormente, se puede desprender que existe una relación entre la
forma y la función, es decir, entre la elocución e ilocución que se desarrolla a través del
conocimiento de mundo que mantengan ambos interlocutores.

John Searle se centró en los actos ilocutivos propuestos por su maestro Austin, ya que
consideraba que eran los más importantes, pues a través de este acto un enunciado se
convierte en una acción.

Para Searle lo que define el tipo de acto de habla que se está ejecutando en cada momento no
reside en el significado de las oraciones que se utilizan, sino en lo que se haga con ellas, es
decir su compresión. Un mismo enunciado, con un único significado, puede usarse para
preguntar, afirmar, ordenar, entre otra. Si decimos "Hay que estar aquí antes de las 9 horas"
puedo estar dando una orden o informando a alguien, por ejemplo a un inspector de trabajo
que se ha interesado por el horario de una empresa. Desde este punto de vista las
prescripciones son hechos, sucesos en el mundo.

Searle propone una clasificación de estos actos en las siguientes cinco clases. Esta clasificación
esté basada en la intención del acto de habla.

1. Representativos: El hablante se comprometa que un comentario se refiere a la realidad y


que es un hecho. Por ejemplo: afirmar, negar, confesar, admitir, notificar etc.
2. Directivos: Intentan obligar al oyente a hacer una cosa. Por ejemplo: Solicitar, requerir,
ordenar, prohibir, aconsejar etc.

3. Compromisorios: Obligan al hablante hacer una cosa. Prometer, jurar, ofrecerse, garantizar
etc..

4. Expresivos: Expresan el estado de ánimo del hablante. Agradecer, felicitar, condolerse, dar
la bienvenida, disculparse etc.

5. Declaratorios: Cambian el estado de alguna cosa. Nombrar, bautizar, rendirse, excomulgar,


acusar etc.

A modo de conclusión se puede decir primero, que los actos de habla han variado con el
tiempo y con la serie de estudios que se han llevado a cabo, y éstos dependerán del linguístca-
teórico que los investigue. Sin embargo, los más conocidos y son los actos locutivo, ilocutivo y
perlocutivo propuesto por Austin. Por otro lado, se debe afirmar que los actos de habla (acto
locutivo, ilocutivo y perlocutivo) son dependientes entre sí, pues en una conversación un
enunciado puede cumplir más de una función a la vez, teniendo en cuenta que existen
condiciones y para que el acto se cumpla a cabalidad. Junto con esto, es posible decir que
dependiendo del contexto en que se encuentren los interlocutores, y cómo cada uno de ellos
cumpla ciertas reglas de la comunicación, los enunciados cumplirán la función de informar,
declarar, expresar, representar o mandar.

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