Está en la página 1de 2

Feudalismo:

A partir del siglo XII el principal modo de organización es lo que se llamó


feudalismo.

El feudalismo no era una economía de autosubsitencia. El feudalismo de


Europa occidental surgió de la desintegración de un imperio,
desintegración que en realidad jamás fue total. El mito del Imperio romano
no suministraba aun cierta coherencia cultural e incluso legal al área. La
cristiandad servía como un conjunto de parámetros en el seno de los cuales
tenía lugar la actividad social.

La Europa feudal era una “civilización”, pero no un sistema mundial.

Las áreas en las que existía el feudalismo se las consideraba poseedoras de


dos economías, una economía de mercado en las ciudades y una economía
de subsistencia en los señoríos rurales; según Daniel Thorner: nos
estaríamos engañando si pensáramos que las economías campesinas
estaban orientadas exclusivamente hacia su propia subsistencia, y
consideramos “capitalistas” toda orientación hacia el “mercado”. Según
este autor, las economías campesinas han participado de ambas
orientaciones.

Según Bath, desde el año d.C. hasta el d.C. Europa occidental estaba
inmersa en lo que él llama “consumo agrícola directo”, es decir, en un
sistema de autosuficiencia parcial en el que, aunque la mayor parte de la
gente produce su propia comida, también la suministra a modo de trueque a
la población no agrícola. Desde 1150 en adelante, él considera que Europa
occidental había llegado a una etapa de “consumo agrícola indirecto”,
estado en el que aún permanecemos.

El feudalismo es entonces, una serie de nódulos económicos relativamente


pequeños y relativamente autosuficientes, basados en una forma de
explotación que suponía la apropiación relativamente directa del pequeño
excedente agrícola producido en el seno de una economía señorial por una
pequeña clase de nobles. Dado que buena parte del excedente estaba en
especie, resultaba escasamente beneficioso a menos que pudiera ser
vendido. Aparecieron ciudades y con ellas artesanos que compraban el
excedente y lo cambiaban por sus productos.
Surgió una clase mercantil de dos fuentes distintas: por una parte, los
agentes de los terratenientes, que a veces se independizaban, así como los
campesinos de tamaño intermedio que después de los pagos al señor
retenían suficiente excedente para venderlo en el mercado.

Por otra parte, de los agentes residentes de mercaderes a larga distancia que
capitalizaban las defectuosas comunicaciones y en consecuencia, las
grandes diferencias de precios entre un área y otra.

Al crecer las ciudades ofrecieron un refugio y un lugar de empleo potencial


a los campesinos, con lo cual empezaron a cambiar algunos términos de las
relaciones con los señoríos. Cuando los siervos comienzan a huir de los
señoríos, los señores se ven obligado a realizar concesiones a aquellos
siervos que se quedaban, estas concesiones resultaban debilitadoras para el
feudalismo.

El feudalismo como un sistema no debe ser considerado como algo


antitético al comercio. Hasta cierto punto, el feudalismo y la expansión del
comercio van unidos.

Un sistema feudal sólo podía mantener un cierto volumen de comercio a


larga distancia en oposición al comercio local; debido a que el comercio a
larga distancia era un comercio de bienes de lujo, no de bienes masivos.
Era un comercio que se beneficiaba de la diferencia de precios y dependía
de la tolerancia política y de las posibilidades económicas de los realmente
ricos.

La actividad económica principal siguió siendo la producción de alimentos


y la artesanía, intercambiados en el centro de regiones económicas
pequeñas, de todas formas, la escala de esa actividad económica fue
expandiéndose lentamente. Y en consecuencia se expandieron los diversos
núcleos económicos. Fueron cultivadas nuevas tierras. Fueron fundadas
nuevas ciudades. La población creció.

También podría gustarte