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Introducción.
La paradoja de la Auto-Defensa.
“Se te enseñara a pelear, para que no tengas que hacerlo; El que evita la lucha y huye, vive para pelear
nuevamente, pero el que es asesinado en el campo de batalla, nunca más se pone de pie”.
-Oliver Goldsmith
El enemigo no es el hombre que golpea a su mujer, o la madre que maltrata a sus hijos o el joven
que asesina por unas monedas, el enemigo es la violencia y nuestra forma de verla.
Vivimos rodeados de violencia de los “Fuertes” hacia los “Débiles”, y al referirnos a los débiles no
lo hacemos en un sentido literal pues cada grupo social tiene diferentes necesidades, ventajas y
desventajas a la hora de confrontar la violencia; al hablar de “Los Débiles” o “Los Grupos Vulnerables”
más bien nos referimos a los conglomerados que carecen de recursos Psicológicos, Físicos o Sociales para
hacer frente a la violencia cotidiana, simplemente porque la cultura, crianza, medioambiente y otros
factores les han condicionado para que CREAN que son vulnerables.
La mayoría de los elefantes en los circos, están atados a una estaca de menos de 50 centímetros
enterrada en el suelo, uno pensaría que un animal de semejante tamaño y poder debería estar confinado
en una jaula lo más fuerte posible, pero no es así. ¿Cómo es posible que el elefante no arranque la estaca
del suelo y huya? Para un ser humano seria como arrancar un palillo de dientes clavado en el suelo, ¿Te
imaginas tú, atado de un pie a un palillo y no escapar? ¿Podrías? ¡Claro que sí! Así como el elefante puede
lograr su libertad con la simple acción de caminar pero hay una barrera mucho muy poderosa que le
impide al paquidermo irse; Su sistema interno de creencias o, dicho en palabras más llanas, EL ELEFANTE
CREE QUE NO PUEDE.
Y ¿Por qué, el elefante cree que no puede? Simple; condicionamiento mental. Cuando
nació, al pequeño elefantito le colocaron un grillete en una pata y lo ataron a un poste muy fuerte, y ahí
estuvo por días o semanas, batallando, jalando tratando de liberarse hasta lastimarse y convencerse de
que no podía, paso el tiempo y ahora ahí lo tenemos; majestuoso, poderoso, pero atado a una estaquita
que no le permite vivir la libertad, es más, es posible que no sepa que hacer si alguna vez la obtiene, la
gran bestia fue domesticada.
Este libro es, lo que yo espero sea, el inicio de una revolución. El inicio de una travesía
para convencer a los “Vulnerables” de que no lo son.
Como ya dije antes cada grupo social tiene diferencias en cuanto a necesidades y recursos para
enfrentar la violencia por lo que iniciaremos con el grupo que a mi muy particular forma de ver las cosas
es quien necesita más urgentemente aprender a usar las herramientas que este escrito describe: El
Género Femenino.
Imagina esta escena: Vas caminando tranquilamente por una calle que has recorrido infinidad de
veces en camino a casa, de pronto un perro enorme se planta frente a ti gruñendo y mostrando los dientes
amenazantes, inmediatamente en tu cuerpo se activa el mecanismo de defensa de Enfrentar-Huir,
inconscientemente evalúas la amenaza y te preguntas ciertas cosas:
¿Tendrá Rabia?
Finalmente, tu sentido común se activa y caminas lentamente hacia atrás alejándote del
territorio del perro y él te ladra ahuyentándote hasta que sales de su “Dominio” y te deja en paz. ¡Te
salvaste de una buena!
En toda esta escena y los dilemas que confrontaste, en algún momento te paso por la
mente ¿Es macho o es hembra? ¿Por qué no te preguntaste eso? Simple, porque es irrelevante.
Ahora imaginemos otra escena: Callejón Oscuro tu solo(a) en la noche y de pronto del otro lado
del callejón se entrecorta la figura de una persona que se dirige hacia ti; lleva las manos en los bolsillos de
una sudadera con la capucha puesta y va directo hacia ti, el mecanismo de evaluación de la amenaza se
activa al igual que con el perro, pero justo cuando está a unos pasos de ti, te das cuenta que es una
adolescente delgaducha de unos dieciséis años que se limita a cruzar la mirada contigo, pedirte la hora y
continuar su camino, tu cerebro la deshecha como amenaza, ¡Es una simple chiquilla! – Te dices Aliviado
y continuas tu camino.
Así, lo que pudo terminar en una tragedia, se convirtió en una anécdota que la pareja siempre
cuenta en reuniones y fiestas.
La diferencia fue que ambos, como pareja, atacaron al depredador y lo vencieron, como un
equipo. Aun sin plan, táctica o conocimiento, el principio de “Dos contra uno” o como decimos en esta
profesión el “Combate asimétrico” funciono.
Visualiza a una hembra canina con su camada de ocho cachorros donde cuatro son hembras y
cuatro machos ¿Serias capaz de distinguirlos a simple vista? Claro que no, tendrías que revisar sus
genitales para notar la diferencia. ¿Y que tal en un recién nacido humano? Si el color de su vestimenta es
básicamente Azul ¿Qué es? ¿Masculino o femenino? ¿Y si es Rosa? Primer condicionamiento.
Los medios las bombardean con la idea de ser princesas, damiselas en apuros y se les crea la
imagen del príncipe encantador que algún día vendrá en su corcel blanco y les dará el beso de verdadero
amor para luego llevarlas a su castillo donde serán felices para siempre.
Especialmente si son bonitas, sin ánimo de ofender, entre más bonitas más trato especial reciben
y más se reafirma en ellas la necesidad de que los problemas y en general, la vida sean resueltos por
Mama, Papa, su Novio o Posteriormente su Esposo e Hijos. La gran criatura de la naturaleza llamada mujer
ha sido Domesticada, dejándola incapacitada para defenderse ante los patanes cotidianos, machistas,
Jefes Psicópatas y peor aún; los depredadores sexuales.
Analiza la tuya y busca en qué lugar se encuentra “Tomar clases de defensa personal”. Tal vez ni
siquiera esté, y si está no está entre tus prioridades, a menos que acabes de ser víctima de un acto violento
y por el “Síndrome del Vulnerado”, que veremos a detalle más adelante, fantaseas con la idea de aprender
las habilidades de Chuck Norris o Jet Li para que no te vuelva a suceder.
¿Por qué dependemos de la tragedia para decidirnos a aprender a defendernos? Esperamos a que
se ahogue el niño para tapar el pozo, no tenemos cultura de prevención. Hablamos y Hablamos sobre la
inseguridad, nos quejamos pero siempre estamos dejando en manos de terceros nuestra protección y la
de nuestros seres queridos, sin mencionar nuestros bienes materiales. Pues te tengo una mala noticia; La
vida no es así, lo que no hagas tu por ti, nadie lo hará. Por ahí vi una publicación hace poco en una red
social que dice muy atinadamente: “Si estás buscando un libro sobre algún tema que te interesa y no lo
encuentras, es porque te toca a ti escribirlo”, ¿Qué tal la historia de tu vida? ¿No será que te toca escribirla
y en lugar de eso estas dejando que otros la escriban por ti?
Capitulo 1
Las tres mentiras.
La Seguridad es un gran negocio –si no, no tendría yo tanto tiempo trabajando en esto-, es una
excelente bandera política y una vendedora de comerciales inmejorable, y en el afán de mantener este
estado de inseguridad para que sigas consumiendo lo que te vendemos, los que estamos involucrados;
expertos, políticos y medios de comunicación, lo hemos mistificado y tergiversado de tal manera que te
hemos hecho creer tres mitos:
En una encuesta realizada por un servidor en febrero de 2015 con una muestra de 500 personas en
cinco diferentes centros comerciales de Ciudad Juarez (Alguna vez la ciudad más violenta del mundo)
sobre la percepción y concepto de seguridad que el ciudadano común de diferentes estratos sociales
tiene, nos encontramos con que:
La Seguridad no es cara.
Si piensas que la seguridad es cara, trata con el exceso de confianza, ese si es costoso. La mayoría de
las cosas que tenemos que hacer para lograr la seguridad de manera cotidiana tienen más que ver con
actitudes, comportamientos y hábitos que con dispositivos, aparatos y controles físicos o de ingeniería,
los cuales si suponen una inversión inicial aunque no necesariamente significativa. ¿Para qué tener un
candado de alta seguridad y a prueba de corte y perforación, por ejemplo, si no lo mantienes cerrado? Un
candado regular podrá hacer el mismo trabajo que uno de alto costo, siempre y cuando lo mantengas
cerrado. Lo que trato de plasmar es que no importa el sistema o dispositivos en los que puedas invertir si
en más del 90% de los incidentes el factor humano es determinante. De ahí la importancia de obtener
entrenamiento sobre habilidades y hábitos para la vida, sobre todo en grupos vulnerables.
Tu Seguridad es Tú responsabilidad.
En el Artículo 21 de la constitución mexicana se establece que la seguridad pública es responsabilidad
del gobierno en sus tres instancias, aquí es importante resaltar, seguridad pública, diferenciándola de la
privada. A la luz de los últimos años en el país y en todo el mundo debemos reconocer que no existen las
condiciones para que el Gobierno, por medio de las Policías pueda proveer protección directa y total al
ciudadano limitándose a controlar el orden público y proteger el aparato gubernamental. La carta de
declaración universal de los derechos humanos dice en su artículo tercero que “Todo individuo tiene
derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. Y las leyes de los diferentes países
establecen mecanismos para que estos derechos puedan ser defendidos legítimamente.
Existe la confusión sobre que el gobierno debe protegernos, pero enfatizo por segunda vez, lo que
no hagas por ti mismo nadie lo hará. Especialmente en el caso del género femenino y por las razones ya
expuestas, la mujer es criada sintiendo esa necesidad de ser protegida delegando siempre en otros esa
responsabilidad, lamentablemente, en la mayoría de los casos la integridad de las mujeres es vulnerada
precisamente por alguna de esas personas en quien se confió su protección en un principio. Vuelta a la
necesidad de aprender a protegerse y defenderse por sí mismas. Mi seguridad no es negociable, ni
delegable. Esto no significa de ninguna manera que la víctima sea culpable de ser vulnerada, pues nada
es protegible al cien por ciento, pero si la mujer toma acciones para su protección y deja de tener
expectativas de que los demás son responsables por ella, la probabilidad de ser vulnerada baja
dramáticamente y su auto confianza se incrementa de manera inversamente proporcional, fortaleciendo
su carácter y abriéndole las puertas a lugares y posiciones sociales, laborales y psicológicas antes solo
reservadas para los hombres.
Si preguntamos a un hombre cuando fue la última vez que se sintió en peligro muy probablemente
nos contara una anécdota de hace ya mucho tiempo, puedo decir con conocimiento de causa que algunos
ni siquiera recordaran la última vez que se sintieron vulnerables; pero en el caso de las mujeres no es así,
esta es una pregunta que siempre hago en mis seminarios y las respuestas de las damas generalmente
son “Ayer”, “Hoy al venir para acá” , “Hace unos días”, especialmente al desplazarse solas o estar solas en
un recinto por muy asegurado que esté. Redundando, por crianza la mujer delega su Seguridad a una
cerradura o a otra persona pues se les ha enseñado que son vulnerables y victimas por defecto,
especialmente si han estado en un núcleo familiar muy cerrado por mucho tiempo. En el caso de las
madres solteras o aquellas de carácter independiente este sentimiento de vulnerabilidad es más bajo pero
jamás comparado con el nivel que alcanza un varón.
La buena noticia para la mujer es que con un poco de conocimiento y entrenamiento esa percepción
de vulnerabilidad puede cambiar -como se ha venido dando en los últimos cien años en otros aspectos de
la vida- cuando se les pone en contacto con su verdadera naturaleza y se dan cuenta de lo que son capaces
de hacer, en este caso develando la “Fiera” que todas llevan dentro.
Capítulo 2
¿Por qué es tan importante la seguridad?
La respuesta es simple pero dramática, si no eres capaz de sentirte seguro y asegurar tu entorno, no
es posible que te desarrolles como ser humano y despliegues todo tu potencial para llegar al anhelado
estado de Auto-realización que todos buscamos, el objetivo de la búsqueda de la felicidad, la armonía y
el equilibrio, la paz interior que todos anhelamos.
La pirámide de Maslow.
La pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, es una teoría psicológica propuesta
por Abraham Maslow en su obra Una teoría sobre la motivación humana (en inglés, A Theory of Human
Motivation) de 1943, que posteriormente amplió. Obtuvo una importante notoriedad, no sólo en el
campo de la psicología sino en el ámbito empresarial del marketing o la publicidad. Maslow formula en
su teoría una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades
más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más
elevados (parte superior de la pirámide).
Piramide de Maslow
Maslow definió en su pirámide las necesidades básicas del individuo de una manera jerárquica,
colocando las necesidades más básicas o simples en la base de la pirámide y las más relevantes o
fundamentales en la cima de la misma, a medida que las necesidades van siendo satisfechas o logradas
surgen otras de un nivel superior o mejor. En la última fase se encuentra con la “autorrealización” que no
es más que un nivel de plena felicidad, armonía y amor.
La escala de las necesidades se describe como una pirámide de cinco niveles: los cuatro primeros
niveles pueden ser agrupados como “necesidades de déficit” (primordiales); al nivel superior lo denominó
por última vez “autorrealización”, “motivación de crecimiento, o “necesidad de ser”.
La idea básica es: sólo se atienden necesidades superiores cuando se han satisfecho las
necesidades inferiores, es decir, todos aspiramos a satisfacer necesidades superiores. Las fuerzas de
crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas
regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía.
Necesidades básicas
Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis ( referentes a la
supervivencia):
Seguridad física (asegurar la integridad del propio cuerpo) y de salud (asegurar el buen
funcionamiento del cuerpo).
Necesidad de proteger tus bienes y tus activos (casa, dinero, automóvil, etc.)
Necesidad de vivienda (protección).
Aceptación social.
La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye sentimientos tales como
confianza, competencia, maestría, logros, independencia y libertad.
La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de atención, aprecio,
reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.
La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima e ideas de inferioridad. El tener
satisfecha esta necesidad apoya el sentido de vida y la valoración como individuo y profesional, que
tranquilamente puede escalonar y avanzar hacia la necesidad de la autorrealización.
La necesidad de autoestima es la necesidad del equilibrio en el ser humano, dado que se constituye
en el pilar fundamental para que el individuo se convierta en el hombre de éxito que siempre ha soñado,
o en un hombre abocado hacia el fracaso, el cual no puede lograr nada por sus propios medios.
Autorrealización.
Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo: «motivación
de crecimiento», «necesidad de ser» y «autorrealización».
Es la necesidad psicológica más elevada del ser humano, se halla en la cima de las jerarquías, y es a
través de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante el
desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han sido
alcanzados y completados, o al menos, hasta cierto punto.
Maslow también aborda de otra forma la problemática de lo que es autorrealización, hablando de las
necesidades impulsivas, y comenta lo que se necesita para ser feliz: verdad, bondad, belleza, unidad,
integridad y trascendencia de los opuestos, vitalidad, singularidad, perfección y necesidad, realización,
justicia y orden, simplicidad, riqueza ambiental, fortaleza, sentido lúdico, autosuficiencia, y búsqueda de
lo significativo.
Cuando no se colman las necesidades de autorrealización, surgen la meta patologías, cuya lista es
complementaria y tan extensa como la de meta necesidades. Aflora entonces cierto grado de cinismo, los
disgustos, la depresión, la invalidez emocional y la alienación.
Con sentido del humor no hostil, prefiriendo bromas de sí mismos o de la condición humana.
Buena aceptación de sí mismos y de los demás, tal como son, no pretenciosos ni artificiales.
Con tendencia a vivir con más intensidad las experiencias que el resto de la humanidad.