Un tema que hoy en día causa diversos debates en Colombia sin duda alguna es

el tema de la tauromaquia, aunque esta es considerada una actividad tradicional

en las festividades de nuestro país y es agradable ante los ojos de muchos, para
otros es un tema de crueldad y rechazo.
A través de los medios de comunicación hemos escuchado acerca del proyecto de
ley que pretende abolir las corridas de toros en Colombia, lo cual abre una puerta
a que se generan diversos argumentos en pro y contra de dichas prácticas.
Aquellos que van en contra de la tauromaquia afirman que esto es un espectáculo
cruel donde se involucra un ser que tiene sensibilidad, es decir, que siente dolor al
ser torturado de tal forma, dichas prácticas no deberían llevarse a cabo y por el
contrario deberían ir en concordancia con la promulgación de la Declaración
Universal de los Derechos de los Animales de 1978 donde la ONU instó a respetar
estos derechos y a abolir la tortura y la crueldad contra los animales.
Desde el preámbulo de la Declaración se considera que todo animal posee
derechos, que el desconocimiento y desprecio de dichos derechos han conducido
y siguen conduciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra
los animales; que el reconocimiento por parte de la especie humana de los
derechos a la existencia de las otras especies de animales constituye el
fundamento de la coexistencia de las especies en el mundo; que el hombre
comete genocidio y existe la amenaza de que siga cometiéndolo; que el respeto
del hombre hacia los animales está ligado al respeto de los hombres entre ellos
mismos; y que la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar,
comprender, respetar y amar a los animales.
Si tomamos la legislación de nuestro país podemos citar la Ley de Protección
Animal, la 1774 de 2016, la cual decreta que los animales como seres sintientes
no son cosas, recibirán especial protección contra el sufrimiento y el dolor, en
especial, el causado directa o indirectamente por los humanos
Dentro de sus principios también resalta que el trato a los animales se basa en el
respeto, la solidaridad, la compasión, la ética, la justicia, el cuidado, la prevención
del sufrimiento, la erradicación del cautiverio y el abandono, así como de cualquier
forma de abuso, maltrato, violencia, y trato cruel.
Si las prácticas taurinas son una expresión de violencia y crueldad y van en contra
de dichos principios cual debería ser nuestra posición ante dicha situación, acaso
nuestra condición humana nos da el poder de maltratar un animal y causarle la
muerte.
Hasta qué punto es justificable el dolor de un ser vivo