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Traza y morfología de la Ciudad

de México en el virreinato
José Ángel Campos Salgado*

Resumen: Este artículo pretende mostrar cómo fue la ciudad Abstract: This article intends to show how Mexico City was,
de México que fundaron los españoles, cuyas características as the city founded by the Spaniards and which essential
esenciales siguen presentes. El énfasis está puesto en la mor- features are still present. The emphasis is on urban morpholo-
fología urbana, por lo tanto, se trata de observar cuáles son las gy, therefore, it is highlighted the differences in the urban and
diferencias, en lo urbano y lo arquitectónico, entre esta nueva architectural aspects of this new city and the Mexica city, as the
ciudad y la ciudad de los mexicas, que hasta el momento de latest had more than two hundred years of development at the
la conquista tenía más de doscientos años de desarrollo. La moment of the conquer. The reconstruction shown here takes
reconstrucción aquí presentada toma en cuenta las caracte- into account the characteristics of the pre-Columbian city, the
rísticas de la ciudad prehispánica, las experiencias previas de prior experiences of the Spaniards on founding cities and the
los españoles en cuanto a fundación de ciudades y las leyes o royal charters issued up to the city’s foundation date.
cédulas reales emitidas hasta la fecha de fundación de la ciudad. All the morphologic vision is carried out by layering the data
Toda la visión morfológica se realiza sobreponiendo los datos gathered from the current cadastre drawings of Mexico City. In
recabados con los planos catastrales actuales de la Ciudad de this work, the Spanish architecture transformations suffered
México. Se hace un revisión sucinta de las transformaciones de on more than two centuries are briefly reviewed. After the
las arquitecturas españolas a lo largo de dos siglos en la ciudad outline the life of the conquerors during those years, the work
y el trabajo apunta a cómo fue la vida de los conquistadores en concludes with an image of the city during the last changes in
aquellos años concluyendo con la imagen de la ciudad en el the viceroy and in the political and philosophical ideas from the
momento de los últimos cambios en el virreinato y las nuevas Iberian Peninsula, just before the Independence.
visiones políticas y filosóficas emanadas de la península ibérica,
antes de la Independencia. Keywords: urban morphology, viceroy cities, lifestyles.

Palabras clave: morfología urbana, ciudades virreinales, modos


de vida.

* Profesor del Departamento de Métodos y Sistemas de CyAD de la


Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.
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Una nueva ciudad sobre la ciudad la creencia de que el destino divino estaba decidido
prehispánica y los conquistadores habrían de ser los portadores de
la destrucción de su mundo. El primer encuentro que
En este artículo pretendo reseñar cómo se produjo la ambos sostuvieron no permitía prever el desarrollo de
invención de una nueva ciudad en la que se albergarían los acontecimientos posteriores (Figura 1).
los conquistadores españoles, una vez sometidos los Tampoco era posible considerar que la celebra-
antiguos habitantes de Tenochtitlan. Lo importante de ción de los ritos religiosos que los conquistadores
esta revisión está en considerar que las características comenzaron a llevar a cabo en suelo mexica iba a ser
de esa nueva ciudad siguen presentes hasta nuestros implantada en poco tiempo en el mismo lugar, pues
días. Cabe también precisar que, como lo he intentado la finalidad de tales ceremonias era implorar la protec-
en un trabajo anterior, el énfasis está puesto en observar ción divina y así salir airosos de la lucha emprendida,
y reconstruir la morfología urbana de lo analizado con que tenía dos vertientes: ganar propiedades para el
el fin de conocer el trazado urbano de este nuevo entor- Rey y adueñarse del oro de los indígenas, y conver-
no; es decir, cuál es el orden geométrico que rige la dis- tirlos a la religión católica, ganando sus corazones
posición de los espacios abiertos y las áreas que serán para el nuevo Dios. Este proceso fue largo y doloroso
ocupadas por las arquitecturas para que, consecuente- y sus consecuencias serían fatales para los antiguos
mente, se comprendan las diferencias que van a existir mexicanos (Figura 2).
entre esta nueva ciudad y la que los mexicas habían El mismo Hernán Cortés señala en su IV Carta
logrado construir a lo largo de los dos siglos previos. de Relación el 13 de agosto de 1521 como la fecha
Esta geometría, en apariencia diferente a la que en que, después de casi dos años de acoso y se-
existía anteriormente, se complementará además con senta y cinco días de cerco, fue derrotada la defensa
una nueva arquitectura, ésta sí absolutamente diferen- que hacían los mexicas de Tenochtitlan y capturado
te a la preexistente, sobre todo en los edificios públi- su líder, rey y señor Cuauhtémoc. La ciudad cayó
cos y en las construcciones dedicadas al culto religio- luego de cruentas luchas llevadas a cabo en todos
so, además de las diferencias en los espacios abiertos, los frentes, es decir, por el lado del lago de Texcoco
tanto de las calles como de las plazas preexistentes, si usando los bergantines que Cortés había mandado
es que de ese modo pudiera denominarse a los espa- construir y, por el lado de las calzadas, avanzando
cios abiertos de la ciudad prehispánica. paulatinamente a través de las calles hasta llegar al
Lo anterior nos puede dar una imagen de lo que centro ceremonial, superando la última valla que
significó el cambio y del grado en que se transformó estaba representada por el cuatepantli, especie de
la vida de sus habitantes, tanto de los originales po- muralla que rodeaba el conjunto de “pirámides” en
bladores como de los recién llegados para conquistar el corazón de la ciudad (Figura 3).
estos territorios, pues es importante señalar que la Estas luchas tuvieron un enorme costo en
forma de vida de los conquistadores también se vol- vidas y acarrearon una indescriptible destrucción de
vió diferente a la que llevaban en España. Todo ello las construcciones civiles, sociales y religiosas, de
nos puede proporcionar una conciencia de lo que hay tal modo que, luego de la derrota de los mexicas,
que tener presente para mantener viva la memoria indígenas y españoles dedicaron mucho tiempo y
urbana de la ciudad que hoy vivimos y sufrimos. esfuerzo a recoger los cuerpos de los fallecidos, a
limpiar las acequias de la gran cantidad de sangre
Destrucción y la traza de la nueva ciudad derramada y a limpiar los puentes de las calzadas,
que habían sido rellenados para permitir el paso fácil
Como es sabido, el conquistador intentó primero de la caballería de los conquistadores. Relata Bernal
ganarse la confianza de Moctezuma, quien mantenía Díaz del Castillo:
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Figura 1. El encuentro de Moctezuma y Cortés.
Fuente: Sociedad Estatal para la Conmemora-
ción de los Centenarios de Felipe II y Carlos V,
Los siglos de oro en los virreinatos de América
1550-1700, Museo de América, Madrid, España,
p. 83.
Figura 2. Primera misa celebrada en medio de
los lagos que rodeaban a la ciudad. Fuente: Los
siglos de oro... op. cit.
Figura 3. Las batallas para la conquista de
Tenochtitlán. Fuente: Fray Bernardino de Sahagún,
Códice Florentino.

Digamos que los cuerpos muertos y cabezas que la destrucción de Jerusalén; mas si en ella hubo tanta
estaban en aquellas casas adonde se había retraído Gua- mortandad como ésta yo no lo sé; la laguna y barbacoas,
temuz; y es verdad, y juro, ¡amén!, que toda la laguna y todo estaba lleno de cuerpos muertos, y hedía tanto,
casas y barbacoas estaban llenas de cuerpos y cabezas que no había hombre que sufrirlo pudiese (Figura 4).1
de hombres muertos, y que yo no sé de qué manera lo
escriba. Pues en las calles y en los mismos patios de Tla-
telulco no había otras cosas, y no podíamos andar sino 1 Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de
entre cuerpos y cabezas de indios muertos. Yo he leído la Nueva España, Porrúa, México, 2005, p. 370.
151
Figura 4. La caída de Tenochtitlan. Fuente: Los siglos de oro... op. cit., p. 82.

En el tiempo de realización de estas tareas y todavía se asentaron por vecinos, e hízose nombramiento de
en medio de los escombros, es que procedió Alonso alcaldes y regidores en nombre de vuestra majestad.2
García Bravo a trazar la nueva ciudad con la ayuda
de Bernardino Vázquez de Tapia y de dos indígenas, Las experiencias previas
según las crónicas. Ello se hizo por orden del Capitán
Cortés, quien proponía que la nueva se edificara sobre Ya se ha discutido sobre los antecedentes que pu-
la antigua ciudad de los mexicas, imponiéndose dieron haber influido en la forma que adoptó la traza
sobre las ideas del primer cabildo (que funcionó de la nueva ciudad sobre las ruinas de Tenochtitlan.
probablemente en septiembre de 1521, inicialmente La idea más comúnmente expuesta es que el trazo
en Coyoacán), el cual deseaba que se fundara en la en damero fue una experiencia llevada a cabo en
periferia de la laguna. Dice Cortés: al menos una veintena de lugares de España pocos
años antes de la conquista de nuevos territorios en
Y viendo cómo yo tenía ya pobladas tres villas de América. Particularmente, se cita la fundación de
españoles y que conmigo estaban copia de ellos en Santa Fe de Granada, a los pies de la Alhambra, en
esta ciudad de Cuyoacán, habiendo platicado en qué 1491, luego que los españoles lograron desalojar a los
parte haríamos otra población alrededor de las lagunas, árabes de la península tras más de 800 años de su
porque de ésta había más necesidad para la seguridad presencia.
y sosiego de todas estas partes; y así mismo viendo En esa ciudad se siguen cabalmente las órdenes
que la ciudad de Temextitlan, que era cosa tan nom- de los Reyes Católicos para el trazado de las nue-
brada y de que tanto caso y memoria siempre se ha
hecho, pareciónos que en ella era bien poblar, porque 2 Hernán Cortés, “Tercera carta de relación, 15 de mayo de 1522”,
estaba toda destruida; y yo repartí los solares a los que Cartas de relación, Porrúa, México, 2005, p. 209.
152
Figura 5. Traza de Santo Domingo. Interpretación del autor basada en Los
siglos de oro... op. cit., p. 48

vas ciudades: un orden dado por la formación de “geómetra” que trazó la futura Ciudad de México.
manzanas que recuerdan al trazado hipodámico. Todo Esta experiencia, es cierto, pudo haber marcado los
pretendidamente regular, más allá de las condiciones lineamientos generales que siguió García Bravo, y
del sitio. También se ha especulado sobre la influen- mucho se ha considerado que Santo Domingo tuvo
cia que pudieron haber ejercido las bastides del sur un trazado rigurosamente regular, pues así lo relata-
de Francia, campamentos militares que recordaban ban quienes la conocieron en aquellos años. El poeta
las viejas formaciones del Imperio Romano, igualmen- Castellanos señalará esa regularidad en su descripción
te ortogonales y regidas por un orden abstracto cuyo de 1535: “[…] está su población tan compasada que
origen obedece a una estrategia militar. ninguna sé yo de mejor trazada. Ninguna cosa, por
Por otra parte, está la fundación de ciudades menor que sea hay en cualquiera parte de vía que
antes del trazo de la capital de la Nueva España, desde un cabo a otro no se vea según la rectitud con
como inicialmente denominaron los conquistadores que se guía”.3
a la antigua Tenochtitlan: Santo Domingo en la isla La El hecho cierto es que las irregularidades son
Española, que reubica en 1502 Nicolás de Ovando, evidentes en el plano real de la ciudad y no corres-
testigo del episodio de Granada (ya que la primera ponden a la idea que sus contemporáneos se forjaron,
ciudad de Santo Domingo se fundó en 1496); La pues la imperfección del trazado no resulta per-
Habana, fundada por Diego de Velásquez en 1511; ceptible recorriendo a pie la ciudad, y así, se piensa
Panamá la Vieja, fundada en 1519 por Pedrarías que ésta es el damero regular perfecto que idealiza-
Dávila y Veracruz, en 1519, por órdenes del mismo
Cortés (Figura 5).
3 Rene Martínez, “El modelo clásico colonial Hispano-americano”,
Al menos en una de ellas, Santo Domingo, se en ARS, Revista Latinoamericana de Arquitectura, núm. 10,
sabe que estuvo presente Alonso García Bravo, el Santiago de Chile, Mayo de 1988, p. 12.
153
Figura 6. Villa rioplatense San Juan de la Frontera, 1562. Fuente: Los Figura 7. Plano de Mendoza, 1572. Fuente: Los siglos de oro... op. cit.
siglos de oro... op. cit.

damente se aplicó como modelo en las siguientes las personas, y sean de comienzo dadas por orden, de
fundaciones de ciudades en América. manera que hechas las casas en los solares, el pueblo
aparezca ordenado, ansi en el lugar que dexaren para
La legislación existente la plaza como en el lugar que hubiere de ser la iglesia,
como en la orden que tuvieren los tales pueblos y
También se ha considerado que el trazado de la calles de ellos: porque los lugares que de nuevo se
nueva ciudad obedeció a las órdenes que recibió hacen, dando la orden en el comienzo sin ningún
Cortés desde la península. Y en efecto, Carlos V emite trabajo no consta quedan ordenadas, y los otros jamás
un documento conocido como las Ordenanzas de se ordenarán (Figuras 6 y 7).4
1523, que especifica ciertas consideraciones que se
deben tener al fundar la nueva ciudad. Sólo que éstas El conquistador debió haber considerado importantes
no se refieren a dimensiones, geometría o aspectos los aspectos que más tarde se le señalan en estas
similares, sino son únicamente vagas recomendacio- ordenanzas, aunque probablemente llegaron después
nes, según se desprende de su redacción. de haber sido trazada la ciudad, y por ello en su Car-
ta de relación de mayo de 1522 relata que:
[…] aveys de repartir los solares del lugar para hacer las
cosas y estos han de ser repartidos según la calidad de 4 Ibid., p. 13.
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De cuatro o cinco meses acá, que la dicha ciudad de de haber sido llenados los pasos por donde circulaba
Temextitán se va reparando, está muy hermosa, y crea el agua, para que pudieran caminar los caballos del
vuestra majestad que cada día se irá ennobleciendo en conquistador durante las batallas. Rigieron el trazo en
tal manera, que como antes fue principal y señora de la dirección norte-sur, la calzada que iba a Iztapalapa
todas estas provincias, que lo será también de aquí en y la que iba al Tepeyac; en la dirección este-oeste, la
adelante.5 del Centro Ceremonial a Tacuba, así como la calle que
llevaba al embarcadero del lago de Texcoco.
De este modo, cuando Cortés ordena que se lleve a Tampoco se modificaron las acequias por donde
cabo el nuevo trazo, lo que realmente influye en el re- llegaba el agua dulce a la ciudad desde Chapultepec,
sultado son las condiciones que presenta el sitio luego ni los canales que permitían el acceso de canoas
de que las edificaciones existentes han sido destruidas desde los lagos. Tales elementos regirán la concepción
casi en su totalidad. Esta condición es literal si uno inicial, además de la significativa presencia de los anti-
se imagina el tiempo que fue necesario invertir para guos “palacios” de los gobernantes mexicas y del cen-
acabar con cualquier vestigio de las construcciones tro ceremonial que, dadas su enormes dimensiones,
prehispánicas, el cual debe haber sido mucho mayor podemos imaginar que pasó mucho tiempo para que
que el dedicado a realizar la nueva traza. pudiera olvidarse su majestuosidad (Figuras 8 y 9).
Es importante señalar que para la organización Otro aspecto que debe tomarse en cuenta al
de la ciudad, Cortés procuró la formación de un analizar el trazo de la nueva urbe es la organización
cabildo que regulara su administración. El cabildo de la población que la habitaría. Como es evidente,
colonial es heredero del viejo cabildo castellano, pero los soldados que habían participado en las batallas
se adapta a las nuevas condiciones de la Ciudad de fueron los primeros en reclamar su compensación en
México y funciona como conducto directo entre el propiedades que les serían asignadas en las calles de
grupo de conquistadores y la Corona. Su radio de esta ciudad. Sin embargo, desde el momento en que
acción era muy grande, alcanzando las 15 leguas (83 se alcanzó una cierta paz con los pueblos indígenas
km) como límite de su jurisdicción y, según el acta fue evidente la necesidad de mantener una buena
respectiva, emitió su primer acuerdo el 8 de marzo relación con éstos para garantizar la seguridad de la
de 1524, por el cual inicia la repartición de propieda- población española. De ahí que, por una parte, Cortés
des a los soldados del Capitán General, identificando haya mandado construir las Atarazanas, en donde
los solares por su ubicación en las nuevas calles antes se encontraba el embarcadero de Texcoco.
trazadas, cuya nomenclatura todavía no se tenía en
ese momento, lo cual explica que sólo se indicaran Puse luego por obra, como esta ciudad se ganó, de
en las actas de dicho cabildo las colindancias con las hacer en ella una fuerza en el agua, a una parte desta
propiedades cercanas o alguna otra referencia. ciudad es que pudiese tener los bergantines seguros, y
desde ella ofender a toda la ciudad si en algo se pudie-
El trazo inicial de la Ciudad de México se y estuviese en mi mano la salida y entrada cada vez
que yo tuviese y hizose.6
Como ya señalé, las condiciones de la antigua ciudad
de Tenochtitlan recién destruida dieron pie para las Y por otra parte, haya previsto que la población indí-
medidas que tomó Alonso García Bravo al definir el gena tuviera las condiciones de subsistencia que le
nuevo orden de la ciudad. Así, lo que en principio no permitieran además servir como mano de obra para
se modificó fue la presencia de las calzadas que unían
a la isla con la ribera de la laguna principal y el lago 5 Hernán Cortés, “Tercera carta de relación..., op. cit., p. 209.
de Texcoco, aunque tuvieron que ser reparadas luego 6 Hernán Cortés, “Cuarta carta de relación”, op. cit.
155
Figura 8. El islote, el centro ceremonial, las
calzadas y las acequias. Las figuras 8 a la12 son
dibujos del autor sobre el plano catastral de la
Ciudad de México.
Figura 9. El trazo de las acequias.
156
Figura 10. La República de Españoles.

la construcción de todo cuanto tuviera que edificarse Así, el primer paso que dio quien trazó la ciudad
en la nueva ciudad. Una decisión importante fue la fue delimitar hasta dónde debería llegar esta repú-
creación de una república de españoles en el centro blica de españoles y, según las condiciones que he
de la nueva ciudad y el permiso para que se asenta- señalado, dicho límite estaba dado por las acequias,
ran los indígenas en los barrios periféricos de la isla por lo que es dentro de esta área que se define el
que antes ocupaban, ahora llamados parcialidades y nuevo trazado, el cual idealmente debería seguir los
rebautizados con nombres españoles: Teopan devino lineamientos de las ordenanzas que supuestamen-
en San Pablo, Moyotlan en San Juan, Cuepopan en te habían sido dictadas en aquellos tiempos por la
Santa María la Redonda, Atzacualco en San Sebas- Corona española. De ser así, la ciudad se conformaría
tián y Tlatelolco en Santiago. Como señala Sonia por manzanas cuadradas de 150 varas por lado (125
Lombardo,7 existía en cada uno de los campa un x125 m) separadas por calles de 12 varas de ancho
núcleo semejante al del centro de México, sólo que (10 m). Y decimos que supuestamente porque, según
de menores dimensiones, que se componía de un lo ha comprobado un estudioso como René Martínez,9
templo (que fue sustituido en la época colonial por
una iglesia), un palacio y una plaza que en todos los 7 Sonia Lombardo de Ruiz, Atlas histórico de la Ciudad de Méxi-
casos perdura frente a la iglesia, funcionando como co, Smurfit Cartón y Papel de México, México, 1997, p. 159.
mercado. Aunque como dice Lucía Mier y Terán 8 Lucía Mier y Terán Rocha, La primera traza de la ciudad de
México 1524-1535, Universidad Autónoma Metropolitana,
Rocha,8 la estructuración física del espacio ocupado
Fondo de Cultura Económica, México, 2005, p. 112.
por los indígenas no preocupaba a los españoles,
9 René Martínez, “El modelo clásico colonial Hispano-americano”,
siempre y cuando éstos estuvieran fuera del recinto en ARS. Revista Latinoamericana de Arquitectura, núm. 10,
español (Figura 10). Santiago de Chile, Mayo de 1988, pp. 10-17.
157
Figura 11. Los límites de la traza y los
predios para los conventos.

estas ordenanzas no se concretaron como legislación mexicas que no se consideró conveniente mover de
sino hasta más de un siglo después de la fundación su lugar, y que la plaza principal de la que habla la
de la capital de la Nueva España, aunque el pasaje ordenanza estaba claramente establecida en la ciudad
más famoso y citado de la historia del urbanismo de Tenochti-tlan y con dimensiones y características
americano diga: inimaginables para la cultura española, como ya lo
citamos en un trabajo anterior.11
[…] y cuando hagan la planta del lugar, repártanla por La traza parte entonces de dos decisiones que
sus plazas, calles y solares a cordel y regla, comen- debe haber tomado el propio Hernán Cortés: primero,
zando desde la plaza mayor, y sacando desde ella las construir viviendas y el templo cristiano sobre las
calles a las puertas y caminos principales, y dexando ruinas del centro ceremonial, para ocultar a los ojos
tanto compás abierto, que aunque la población vaya de los conquistados el recuerdo de sus antiguos
en gran crecimiento se pueda siempre proseguir y dioses, y en segundo lugar, ocupar para su propio uso
dilatar en la misma forma.10 y del cabildo que llevará a cabo la organización de
la ciudad, las casas de los antiguos gobernantes: el
Lo que puede observarse en el caso de la Ciudad de llamado Palacio de Axayácatl y las Casas Nuevas de
México, es que existía una obra prehispánica previa Moctezuma (Figura 11).
para la conducción del agua que llegaba a la ciudad;
10 Ordenanza II de 1523; Ordenanzas 34 y 45 de 1573.
que ya existían las “puertas de la ciudad” que se
11 José Ángel Campos, “La morfología urbana en el México
abrían donde los caminos llegaban a la isla desde la
Tenochtitlan”, Investigación y diseño 03, Anuario de posgrado
ribera de la laguna; que subsistieron algunos “pala- de la División de Ciencias y Artes para el Diseño, uam-x, 2006,
cios” donde habitaban los principales gobernantes p. 83.
158
Figura 12. La traza de Alonso García
Bravo.

A partir de estas condiciones, el trazado se hace una plaza de esas dimensiones. Las plazas mayores
con manzanas rectangulares en vez de cuadradas, de como tales no se crearon hasta después del trazo de
205 varas en los paramentos norte y sur, por 80 varas la Nueva España, por lo que se puede coincidir con
en los paramentos oriente y poniente. La dimensión la idea de Carlos Chanfón, quien afirmaba que éstas
larga surge de las que tenían los predios que ocupaban tuvieron su origen en las reseñas que se hacían de
los “palacios” de Axayácatl y el llamado “casas” nuevas los grandes espacios abiertos prehispánicos. Esto
de Moctezuma. El primero pasa a ser inicialmente el llevó, posteriormente al trazado de la ciudad, a que
lugar donde se alojaron los conquistadores a su llegada la plaza fuera ocupada por el edificio de estancos
a la ciudad y posteriormente, el sitio donde sesione el conocido como El Parián.
cabildo; el segundo será la casa de Hernán Cortés y Hay que señalar también que como en otros ca-
luego, el asiento del Virrey. Todo lo anterior dará como sos que se repetirán, está la presencia de los espacios
resultado que las calles queden de 15 varas de ancho. que ocuparon las órdenes religiosas. En los límites
Además de estos espacios, quedaba por definir de la traza fueron quedando grandes extensiones de
qué hacer con el gran vacío que había quedado suelo correspondientes a más de dos manzanas de
en el sitio que ocupara el pequeño mercado que la traza, concedidas a estas organizaciones religiosas.
estaba fuera del cuatepantl, la muralla que rodea- De este modo se ubicaron como frontera entre la
ba al centro ceremonial. Su posición era ideal para república de españoles y los barrios indígenas, y tal
dejar la plaza que recomendaban las ordenanzas y vez para mantener el control, a través de la religión,
las experiencias previas, pero su tamaño demasiado de cualquier brote de inconformidad de esa pobla-
grande de acuerdo a los espacios abiertos previa- ción. Quedaron ubicadas así: al norte, el convento de
mente conocidos. En ningún lugar de España existía los dominicos; al sur, el de los agustinos y al poniente,
159
Figura 13. La construcción de la ciudad según el Códice Florentino. Fuente: Códice Florentino.

el de los franciscanos, que llegaría a ser el más grande Estos trabajos sometieron a duras cargas de
de todos los espacios religiosos de la ciudad. Otros trabajo a la población aborigen, tanto que ello fue cali-
edificios religiosos fueron ocupando muchos espacios ficado como la séptima plaga que azotó a este pueblo
de la traza, de tal modo que el control del suelo, en en la crónica que hace Motolinía:
muchos casos, quedó en manos de estos grupos,
aspecto que posteriormente abordaremos. […] y en las obras, a unos tomaban las vigas, y
La traza definitiva sufrió algunas irregularidades. otros caían de lo alto, sobre otros caían los edificios
Se invirtió la posición de las manzanas en las zonas que deshacían en una parte para hacer otras; e la
detrás de los “palacios” citados y se dividieron éstas costumbre de las obras, es que los indios las hacen a
por la mitad para tomar una conformación casi cua- su costa, buscando materiales y pagando los pedreros
drada. Finalmente, conforme se extendió el trazado o canteros y los carpinteros, y si no traen qué comer,
hasta los límites de los barrios indígenas, algunas ayunan. Todos los materiales traen a cuestas; las vigas
manzanas fueron haciéndose irregulares, adoptando y piedras grandes traen arrastrando con sogas y como
una forma trapezoidal y otras fueron cruzadas por una les faltaba el ingenio e abundaba la gente, la piedra
acequia u otra, conservando sus dimensiones rectan- o viga que habían menester cien hombres, traíanla
gulares similares a las originales (Figura 12). cuatrocientos.12

El proceso de edificación Este proceso duró muchos años, e incluso puede


de la nueva ciudad decirse que pasaron dos siglos para que la ciudad se
consolidara plenamente, para ocupar la totalidad de
Como está ampliamente documentado, la construc- la traza y para que empezara a crecer mas allá de los
ción de los diversos edificios que darían albergue a los bordes de la misma (Figura 13).
nuevos pobladores, se realizó con la mano de obra
gratuita de los indígenas y muchos de los materiales
12 Fray Toribio de Benavente Motolinía, Historia de los indios de
utilizados se obtuvieron de los escombros que dejó la
la Nueva España, México, Porrúa, 1969, citado en Florescano,
destrucción de lo que antes existía. Además se explota-
Enrique y Rodrigo Martínez, Historia Gráfica de México, tomo
ron los bosques que rodeaban los lagos y cuya madera 2. Época colonial I, Editorial Patria, Instituto Nacional de Antro-
era transportada a mano por los mismos indígenas. pología e Historia, México, 1988, p. 63.
160
Figura 14. La Plaza Mayor de la Ciudad de México. 1562. Fuente: Sonia Lombardo de Ruiz, Atlas
Histórico de la Ciudad de México, Smurfit Cartón y Papel de México, México, 1997.

La morfología generada civil pues todas ellas, incluyendo la primera catedral,


y la persistencia de la anterior tienen almenas para colocar desde las azoteas los
elementos de defensa frente a los indígenas que aún
Cuando, sobre todo, las casas van ocupando los resisten a la conquista (Figura 14).
predios concedidos por el cabildo de la ciudad a los Dicho plano, orientado con el norte hacia arriba,
solicitantes, se comienzan a alcanzar las condiciones también puede ser útil para comprobar que los
morfológicas que tendría la ciudad durante los dos elementos preexistentes determinaron la traza: la gran
siglos posteriores. Calles rectas delimitadas en sus acequia sigue presente en el primer plano del dibujo;
paramentos por arquitecturas de máximo dos niveles, un edificio de grandes dimensiones es el palacio real
con un uso en contacto con la calle en la planta con la leyenda Philipus Rex Hispaniar et Indiarum
baja y un uso más privado en el nivel superior. La ocupaba precisamente la parcela de la antigua casa
casa de plato y taza fue la tipología más común en de Moctezuma; hacia el norte del palacio se ubica la
esa época y propició una forma de apropiación del Casa Arçobispale ocupando el espacio donde antes
espacio que fue registrada de diversos modos por estaba uno de los templos; la iglesia mayor está cons-
quien la vivió o la visitó. Sin embargo, esta tipología truida con el ingreso por el poniente y se especifica
no fue exactamente la inicial con que se construyó la que se ha iniciado el cimiento de la nueva iglesia que
ciudad. De aquella primera arquitectura, como dice sustituirá a la primera. En cuanto a las construcciones
Tovar y de Teresa, no quedó vestigio alguno y sólo detrás de esta área de los cimientos, dice el plano
tenemos una lejana referencia en el plano de la plaza que “éstas son las escuelas”; se dibuja el portal de
central elaborado aproximadamente en 1562, donde Mercaderes hacia el poniente de la plaza, donde
aparecen los edificios que originalmente la rodeaban. permanece aún en nuestros días y el edificio más
En ese dibujo las construcciones tienen un tratamien- grande del plano es una casa también almenada, la
to más próximo a las edificaciones de tipo militar que del Capitán Hernán Cortés, que ocupa toda la parcela
161
Figura 15. Plano de Juan Gómez de Trasmonte, 1628. Fuente: Figura 16. La Plaza Mayor, 1596. Fuente: Sonia Lombardo de Ruiz,
Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit. op. cit.

ubicada entre las calles de Tacuba y de San Francisco, sas y los palacios de los conquistadores, que paulatina-
hoy Madero, y que fue el predio donde se erigía la mente irán cambiando su apariencia de la construcción
casa de Axayácatl, padre de Moctezuma. tipo militar a la influencia de los lenguajes renacen-
Otro tipo de espacios que es necesario destacar tistas, tal como puede observarse en otro plano de la
en este periodo son los que ocupaban los conventos. plaza central, donde se aprecia que los edificios que
Dentro de la traza no se definió más que la gran plaza la rodean han sido modificados y poseen ahora colum-
central pero, en el proceso de asignación y densifica- nas inspiradas en los órdenes clásicos, además de que
ción, fueron quedando los espacios que ocuparían las han desaparecido las almenas (Figura 16).
órdenes religiosas, así como varios espacios abiertos De este modo, la morfología urbana será tal
que darían aire a las calles, tales como la Plaza del Vo- que los antiguos callejones y los agrupamientos de
lador, donde se construiría la primera universidad; la viviendas al modo de la ciudad de Teotihuacan im-
plaza frente al Convento de Santo Domingo; la plaza plantados en la ciudad mexica, que en otro trabajo he
frente al Hospital de Jesús; la plaza frente al convento referido,13 serán sustituidos por calles más anchas y
de Santiago de Tlaltelolco y varias más que pueden delimitadas claramente por edificaciones que ocupan
observarse en el plano de Gómez de Trasmonte. lotes que han subdividido las manzanas del damero,
Todas ellas van a estar delimitadas por edificaciones, llenando totalmente los frentes de calle y alineándo-
es decir, de la misma manera que se confinaban las se a los límites de la misma. Ello da como resultado
plazas europeas y muy diferentes a la morfología de la típica calle-corredor europea, cuyos paramentos
los espacios abiertos de la ciudad prehispánica. Aun- tendrán dos niveles y alturas bastante similares entre
que por sus dimensiones, sobre todo las de la Plaza ellos, serán más largos en el sentido oriente-poniente
Mayor, se percibieran como algo fuera de lo común y más cortos en el sentido norte-sur, de acuerdo con
para su tiempo (Figura 15). la traza que antes analicé y que puede observarse
en las pinturas realizadas sobre biombos que aún se
Vida virreinal y morfología urbana conservan. También en estas imágenes puede verse,
ya en el siglo xvii, que las manzanas se han llenado
El trazado de calles y plazas que hasta aquí he intenta-
do analizar se verá espacialmente definido por las ca- 13 José Ángel Campos, op. cit.
162
urbana, sustituyendo las techumbres de dos aguas
con sus artesonados interiores y por las cúpulas que
se construyen a partir del mil seiscientos. De hecho,
serán estas cúpulas y las torres de los múltiples tem-
plos lo que dará su perfil particular a la urbe, siendo el
referente de cualquier identificación en los barrios, las
calles, las plazas y la ciudad toda (Figura 18).

Los cambios a lo largo de dos siglos

Es necesario señalar que existió en ese tiempo otra


conformación urbana ligada a la que he descrito: la
república de indios, que no tuvo una ordenación
predefinida como la que trazó García Bravo para la
capital de la Nueva España. Los barrios donde éstos
habitaban se fueron conformando de una manera
bastante arbitraria, pues por una parte los españoles
fueron desecando los lagos que rodearon la ciudad y
con ello desaparecieron las chinampas que se ubica-
ban en la periferia de ésta; esa pérdida motiva que el
trazado que regulaba las vías de agua y de tierra que
Figura 17. Biombo de dos caras, ca. 1690 (Detalle). Fuente: Sonia
Lombardo de Ruiz, op. cit. rodeaban a cada chinampa hubiera desaparecido. Por
otra parte se produjo una disminución considerable
de la población y los pocos habitantes de los barrios
casi en su totalidad, densificando plenamente el área quedaron dispersos alrededor de la ciudad.
ocupada y dejando espacios al interior de las cons- Por supuesto que todas estas transformaciones
trucciones: los patios, que serán un rasgo tradicional requirieron un largo proceso, como puede observarse
de la ciudad durante muchos de los años subsecuen- en diversos planos de aquella época, condición que
tes (Figura 17). va a permanecer hasta los últimos años del siglo xviii
Estos cambios en la morfología urbana están (Figura 19).
evidenciando que la vida de los habitantes de la
ciudad se ha modificado, pues aquellos tiempos Una nueva visión se anuncia
en que el sometimiento extremo de los indígenas
estaba considerado como una práctica normal se han La nueva ciudad mantendrá su morfología por más
sustituido por el desarrollo de un intercambio en el de dos siglos, pues aunque la vida urbana vaya en
que las diferencias entre las diversas clases sociales desarrollo, las modificaciones de sus condiciones
se mantienen, pero la participación en la vida urbana son menores y las normas que están detrás de su
es posible; por supuesto, sin que lleguen a mezclarse organización seguirán siendo las mismas. La propie-
más allá del uso del espacio público. La presencia de dad del suelo continuará siendo regida por la Corona
las iglesias es la causa probable de estos cambios. “La
vida estará regida por el tañer de las campanas”,14
dice Fernando Benítez, y los mismos edificios religio- 14 Fernando Benítez, La ruta de Hernán Cortés, Fondo de Cultura
sos habrán cambiado con su presencia la morfología Económica, México, 1964, p. 296.
163
Figura 18. Plano de Pedro de
Arrieta, 1737. Fuente: Sonia
Lombardo de Ruiz, op. cit.
Figura 19. Estreno del Santuario
de Guadalupe, 1709. Fuente:
Los siglos de oro... op. cit.

y el intercambio de suelo estará sujeto a las normas de múltiples ceremonias de tipo cortesano. No es
provenientes de la metrópoli, aun cuando la Iglesia que no existieran tensiones en este ambiente; basta
irá ampliando sus propiedades paulatinamente por recordar que el Palacio Virreinal fue incendiado por
vía de la amortización de los préstamos que conce- una masa de trabajadores urbanos encabezados por
de. Salvo la construcción al interior de la Plaza Mayor frailes rebeldes en 1692, según reseña Carlos Fuen-
del Mercado de El Parián y la aparición del Paseo de tes15 (Figura 20).
la Alameda, que Diego Correa registra en su plano
de 1737, no se observa un cambio sustancial en la 15 Carlos Fuentes, El espejo enterrado, Fondo de Cultura Econó-
ciudad, que vive el boato imperial en la celebración mica, México, 1992, p. 220.
164
Figura 20. La Plaza Mayor de México, Cris-
tóbal de Villalpando, 1703. Fuente: Sonia
Lombardo de Ruiz, op. cit.
Figura 21. Plano del Conde de Tepa, 1776,
dibujado por Ignacio Castera. Fuente: Sonia
Lombardo de Ruiz, op. cit.

Sin embargo, ya en la segunda mitad del siglo para disfrutar del aire puro fuera de los límites que la
xviii en España se habrán establecido las ideas de la ciudad mantuvo por dos siglos. El plano del Conde de
Ilustración. De tal manera, el ímpetu modernizante de Tepa de 1776 nos muestra esta condición y al mismo
los Borbones españoles se verá reflejado en la Ciudad tiempo anuncia una serie de cambios, por ejemplo en
de México con medidas que tienden a corregir los la implantación de los nombres de las calles en el pla-
problemas de salud, seguridad y los demás que se no y las medidas en varas que tienen los límites de la
observan en los servicios que la ciudad debe brindar. ciudad, los cuales se concretarán en los años siguien-
De ahí que en 1775 se inaugure el Paseo de Buca- tes a la guerra de Independencia, y que serán motivo
reli, primera acción urbana que dota de un espacio de su análisis en un siguiente artículo (Figura 21).
165
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