Está en la página 1de 51

^ ^

4 k
5>EL

BAUTISMO BIBLICO^
\
%£ U «Lector, no repruebes
$i
ff i OI ardes de haber leído todo, Cf
| porque quizás entonces I
M reprobarás menos.» C?

| VITAL E. SANHUEZA. jj

£ VALDIVIA, Chile. ^
§ 1932 J
«ft Imp. Particular Valdivia. ^
Fe de Erratas.

Dice Debe decir


Al final de la introducción.
comprensado compensado

Página 8
(Corintios 10:2) (1 Corintios 10:2;

A l final de la P á g . 20.
bautizo baptùo.

E n la P á g . 31
XXI XIX.
Por
VITAL E. SANHUEZA.

VALDIVIA, Chile.
1932
Ursa palabra a§ lector.
Por amor y defensa cíe la pureza ele las doctrinas
de la Biblia, las que amaino^ mas qne nuestra propia
vida, y para la tranquilidad de nuestras iglesia*, damos
a la publicidad este opúsculo doctrinal que encierra la
sustancia de mis estudios sobre el Bautismo Bíblico por
Inmersión. Por su fraseología se conocerá que no he-
mos escrito para los doctos, sino para la ilustración
doctrinal de hermanos que no tienen mas libros q u t 1a
Biblia e Himnario.
No atacamos a nadie, pues no somos contenciosos,
ni buscamos honores ni aplausos, porque sabemos vi-
vir sin ambas cosas, sólo trabajamos silenciosamente
eo la "defensa y confirmación del Evangelio," p a r a l a
gloria de Jesús, y el bien de nuestros hermanos y com-
patriotas.
Si nuestro librito, liega a ser una avuda a los hijos
de Dios, quedamos mas que comprensado de nuestro
trabajo.
EL AUTOR.
1¡a -participación laica en la editacion de este folleto.
La Iglesia Evangélica de Collico, aunque ubicada
.en uno de los lados extremos de la ciudad, permane-
ce, atenta a todu movimiento que tienda, o a l a conser-
vación d@ li s doctrinas de la Biblia, o a la difusión del
E v a n g e l i o de Jesús, por e u j n razón, al tener conoci-
miento que algunos cristianos, despreciando e) sabio
•consejo de San Agustin;«Ea losscundario, tolerancia,»
atacan en forma liviana el bautismo por inmersión, y
su propaganda ha llegado hasta el punto de hacer cre-
er ai público que la Iglesia Bautista para sostener la
fórmula del bautismo por inmersión, ha hecho una ver-
sión de la Biblia a su antojo, dando con este argumen-
to sofístic \ una arma mas a nuestro en amigó común
ia Iglesia Rumana, para que nos combata con mas co-
lorido de verdad, con su vieja afirmación, de que el
protestantismo ha falsificado la Biblia. Y como ella, la
3>bsia de Gallíco, sabe que el bautismo por inmersión
no es enseñanza, propio de la Iglesia Bautista, sino un
Sacramento cristiano f u n d a m e n t a d o en la Palabra de
Dios, acordó nombrar una Comision ¡-ara que tome a
su c a r g o la explicación y difusión del bautismo por
inmersión. Esta comision cuyos nombres se dan al
final, y ampliada con representantes de las iglesias ali-
ancistas de, Aguirre y Garcia Reyes, acordó:
I o . Pedir al pastor Yital E. 3an!raeza, confeccione
en un folleto, parte de sus estadios sobre el Bautismo
p o r inmersión.
2,J. V e n d e r el folleto, «El Bautismo Biblico,» a! insig-
nificante precio de 40 centavos, y
3 o . Pedir al pastor T i t a l E . Sanhueza. explique su folle-
to en una conferencia pública, antes de lanzarlo a la
circulación.
Por la Iglesia de Colhco; Alberto Soto, Luis Castillo,
Olegario Cárcamo, LuisColin.y Dolores Alarcon.
Por la Iglesia de Aguirre; Humberto Carril, Hermi-
nio Guzman y J u a n San Martin.
Por la Iglesia do Garcia Reyes, Ernesto Gallardo.
4

I El Bautismo Bíblico.

El bautismo bíblico es por inmersión. Así


está visto en los hechos y ceremonias simbóli-
cas del A n t i g u o Testamento, y confirmado en
el Nuevo Testamento, por ser la inmersión, la
fórmula usada por J u a n el Bautista, por Je-
sús y por los Apóstoles.
E l bautism® por inmersión está apoyado a-
demás por la Etimología; por la Historia, tan-
to eclesiástica como profana, y por la Arque-
ología.

II La doctrina del bautismo e s y sis


e n s e ñ a n z a dada en f o r m a gradual.
Mucha1? de nuestras doctrinas bíblicas, h a n
sido revelfa/dcispor nuestro Dios Soberano en
f o r m a gradual. E l bautismo por inmersión
ha sido dado en esa manera, porqxie el desa-
rrollo de la intelectualidad h u m a n a asi lo e-
xije.
Todos los estudiantes de la Biblia que no
se han fijado en la revelación gradual de la
doctrina del bautismo, no solamente h a n ca-
ído en el laberinto de las argumentaciones
h u m a n a s , sino que ponen en desacuerdo el
A n t i g u o con el Nuevo T e s t a m e n t o . L a ense-
5

ñanssadel bautismo, principia rudimentaria-


mente en ei Genesis, en el símbolo del Arca
de JSToé, para hacerse mas expresiva en el pa-
go de los israelitas en el Mar Rojo, en donde
se ve el bautismo del Espíritu Santo en laNu-
be, y termina, en el Antiguo Testamento, e-
videnciando la fórmula de inmersión en la
consagración del sacerdote hebreo.
En el Nuevo Testamento sigue este mismo
órden gradual. J u a n bautizarequiriendoí© so-
lamente en el Padre; porque Jesús todavia no
liabia sido revelado, Jesús exigía arrepenti-
miento y fe en Dios, como J u a n ; pero exigía
una fe adicional, fe en El, como el enviado
del Padre, y todos los que le aceptaron como
si Mesías fueron bautizados, Al fin, los A-
póstoles recibieron de los mismos labios del
Cristo resucitado, el imperativo mandamiento
en su forma completa: «Id, doctrinad a to-
dos los gentiles, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.»
Pero, antes de ejercer su ministerioy bau-
tizar, tenían que esperar la manifestación del
Espíritu Santo. Lucas. 24: 49.
6
il! El bautismo por inmersión vis-
to en h e c h o s y ceremonias del An-
tiguo Testamento,
1) El Arca de Noé.
«Lo cual (el Arca era tipo del bautismo que ahora
a nosotros ta ubi en (no el quitársenos la in-
NOS S A L T A
mundicia, de la carne, sino la respuesta de una buei a
conciencia para con Dios,) por aiedio de la resurrecc-
i ó n de Jesvi-Cristo,» 1 Pedro 3:21- Y. M.

E) A r c a d e Noé, es un tipe del bautismo por


inmersión. Noè y demás miembros de su fil-
mi lia, creyeron a las palabras de Dios, t a n t o
a las que se refieren al castigo de los incrédu-
los como a las que les prometen u n a milagro-
sa liberación; (Genesis (5:17,18) entraron en
el Arca, como Cristo fué puesto en ei sepul-
cro cuando f u é m u e r t o y como el creyentejes
sumergido en las aguas del bautismo; Noè con
los suyo al e n t r a r en el Arca, ia que fué ce-
r r a d a por el mismo Dios, se a p a r t a para siem-
pre de sus semejantes, y m u e r e p a r a las co-
sas del munch viejo-, al salir del Arca, tipifica
h e r m o s a m e n t e la resurrección de Jesucristo, y
a los creyentes que salen del agua, p a r a vivir
como Noè en u n a vida n u e v a bajo el p a c t e
glorioso de Jesucristo.
Los que ignoran el verdadero significado
7
del bautismo, enseñan por esto hecho, el ba-
utismo per rociamiento, sin fijarse que n i N o ó
n i los suyos fueron rociado" con la lluvia. T a m
poco, se puede enseñar por este tipo bíblico,
el bautismo infantil, pues no habían g u a g u a s
en el Arca,
Al decir Pedro que el bautismo de ahora, es decir,
el bautismo cristiano, no quita las inmundicias de la
carne, o lo que es lo mismo, las inmundicias del cuerpo,
deja establecido que los judíos bautizaban o SUMERGÍ-
AN sus cuerpos en el agua m u y amenudo para purifi-
car ce.
Con un poco de agua en la cabeza no se podian qui-
tar las inmundicias de todo el cuerpo.
El bautismo de hoy o el bautismo cristiano por in-
mersión, se usa para testificar que hemos muerto . con
Cristo y con él resucitado a una vida nueva,

2) El poso del Mar Rojo del pueblo de Israel.


«Y los hijos de Israel entraron por el medio del mar
en seco: y les eran las aguas como un muro a su dies-
tra y a su siniestra.» Exodo 14:22. Y. M.

P o r el paso del M a r Rojo, Israel se separa


de los e j i p j i o s = m u n d a n o s , y muere para E-
j i p t o = m u n d o . y resueita a u n a vida nueva,
en la que junto a su Dios y guiadu por el Es-
píritu Santo, visto en la Nube, se dirije p a r a
morar para siempre en la tierra de Canaan.
8
P a b l o dice qu« Israel fue bautizado ea la
Nube y en el mar, nopor lamar, (Corintios 10:
2) como si ambos se hubiésen efectuado a la
*?ez; pero estudiando el capitulo 14 de E x o d o
vemos c l a r a m e n t e que Israel no f u é bautiza-
do por l a N u b e , sino despues de su baxitisnao
en el Mar (Exodo 14:19) y esto lo decimos^
porque muchos easeñadores están afirmando
hoy, que el bautismo del Espíritu Santo es el
único necesario, «uando la generalidad de los
hechos, m u e s t r a n qué el bautismo del Espíri-
t u S a n t o fué seguido al bautismo de agua.

3) La consagración del sacerdote.


«Rocía SOBRE ELLOS el agua de la ofrenda por el pe-
cado; y hagas ellos pasar na Faja por toda su carne, y
laven sus vestidos, y purifiqúense.» Números 8:7.
"En seguida harás ^ue se presenten Aarón y sus iii •
jos a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y los la-
varas con agua." Exodo 40; 12,

E n la consagración del sacerdote, es reve-


lado por primera vez con mayor claridad, la
f ó r m u l a del bautismo de agua.
El levita se iniciaba en s.u carrera a los 25
años (Números 8:24) T e n i a un& preparación
ds 5 años, porque fué ordenado sacerdote cu-
and© completaba 30 años de edad. Números
4:3. F u é lavado todo su cuerpo con el a g u a
9
de la expiación, (Números 19: 9,17) y se le pa-
só n a v a j a a todo su cuerpo, Números 8:6,7, y
una vez vestido con la ropa sacerdotal, f u e
ungido, Exodo 40:12,13, con la unción santa,
Exodo 30: 23—25, y qtie era un símbolo del
Espíritu Santo.
P o r mas que se tergiversen ios versos que
detallan la consagración del sacerdote, no se
podrá establecer el bautismopor rociamiento,
tnérios el bautismo infantil.
En Números 8: 7, se halla la palabra «roci-
ar;» pero se rociaba a todo el cuerpo y no a
la cabeza, como lo hacen los pedobautistas.
E n vez de la p a l a b r a «i ociar,» debe em-
plearse «derramar,» porque esta última pa-
labra está Rías de acuerdo con el m a n d a t o de
Exodo 40: 12, que ordena lavar con agua todo
el cuerpo del sacerdote.
Ni los vestidos sacerdotales, ni la unción
santa, hacian del levita un sacerdote, sino el
lavamiento con agua, por cuyo lavarme ato
se separaba de la congregación p a r a servir
a Dios en un ministerio santo.
10

IV El bautismo de Juan.
J u a n era hijo de un sacerdote, Lucas 1:8
—13, de la t r i b u sacerdotal de Leví y estaba
b a j o la Lev, por cuyo motivo, debió h a b e r
sido consagrado sacerdote conforme la3 or-
denanzas que dejamos ampliamente explica-
das en el capítulo anterior, y en el caso de hp-
ber sido excepto de esas ceremonias, se de-
bería al hecho de qu<? él t e a í a u n llamamien-
to directo de Dios, para b a u t i z a r con agua,
.Juan I: 33, y fué ungido con el Espíiitu San-
to desde el seno de la madre. Lucas 1:15.
J u a n exigía como c-omlicion especialaaque-
líos que deseaban bautizarse, un arrepenti-
miento genuino (Marcos 1: 4) y ío en Dios.La
Lev exigía todo esto.
J u a n bautizaba en B e t á b a r a . un vado del
,iordan, (Juan 1: 28) punto de fácil acceso de
«toda J u d e a » y de .rerusalen. Mas tardo se
trasladó a Enon, p a r t e o c c i d e n t a l d e l
j o r d a n . J u a n 3: 23.
¿ P o r que J u a n buscó las aguas, y las mu-
chas aguas p a r a bautizar? P o r q u e el bautismo
es por inmersión,y p a r a sumergir, se necesi-
t a buscar un lugar adecuado a este objeto y
con b a s t a n t e agua. Si J u a n hubiera bautiza-
do por rociamiento, con haberse situado a la
11

orilla de un pozo le h a b r í a sido suficiente, pero


J u a n bautizaba en e l río Jordán, Marcos 1: 5, y
no a la orilla del Jordán.
Los orientales no ponian mas que un nom-
bre a su» hijos, y asi s® hizo con el precursor
de Cristo, se le puso el nombre de Juan, Lu-
cas 1: 59—93, según lo h a b i a m a n d a d o el án-
gel; Lucas 1:13, pero por su modo nuevo y
raro de bautizar, )a gente le puso el sobre-
nombre de Sumergidor, y de aqui su nombro
juan el Sumergidor, o sea, Juan el B a u t i s t a .
Tenemos, pues, impresa en el nombre del pre-
cursorde Jesús,la v e r d a d e r a f ó r m u l a d e l f i a u -
tismo Bíblico, la de inmersión.

V El bautismo d© Jesús.
« Y J b t ú s , déspues que fué bamtizado, subió luego
del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vió
al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía
sobre él.» Mateo 3:16.

Jesús como descendiente de la Casa de Da-


vid, era legitimo heredero del Trono de Israel,
y podia también desempeñar el oficio de proc
feta, porque profeta podia serlo una persona
de cualquier tribu, siempreque Diosla llama-
se a t a n alto y sagrado cargo, pero no p o d i a
ejercer el oficio de sacerdote.
12
Nadie podia ministrar como sacerdote c'e
Dios si no era de la tribu de Levi y debida-
mente consagrado según la Ley, por esta ra-
zón, Jesús cuando cumplió 30 años, Lucas 3;
23, vino a J u a n para que lo consagrase sacer-
dote por el bautismo. El no se bautizó p a r a
darnos un ejemplo, pues el lo hizo cuando to-
do el pueblo Labia sidc ya bautizado, Lucas
3:21, sino que lo hizo para cumplir un acto le-
gal—cumplir con toda justicia—y poder ejer-
ce r legítimamente la autoridad de sacerdote,
Mateo 3: 15. Esta autoridad fué manifiesta
cuando purificó e l l e m p l o , J u a n 2:14—17, y
cuaodolos ancianos y fariseos pusieron en du-
da sus derechos sacerdotales, él apela a su
bautismo recibido de Juan. Mateo 21: 25.
Jesús consagrado sacerdote por el bautis-
mo. sin ascendencia ni descendencias sacer-
dotales, vino a ser Sumo Sacerdote según la
6» den de Melquizedek. Hebreos 7: 11.
El señor, C. I. Scofield, Dr. de Teología di-
ce que «cada uno de los Evangelios comple-
t a a ios otros tres,» y de acuerdo con la opi-
nión de este gran cristiano, predicador, tra-
ductor y comentador d é l a Biblia, varaos a
estudiar la historia del bautismo de Jesús, fi-
jándonos con atención y reverencia en cada
detalle que el Espíritu Santo nos suministra
en el mismo órden en que se dieron a luz los
13
Evangelios, a fin, de que, c a d a uno de mis
hermanos lectores, por escasos que sean sus
conocimientos bíblicos, s e d e n cuenta quede-
talles que omite Mateo, los da Marcos, quién
escribió su Evangelio 20 años mas tarde, y
Luc^s que escribió su Evangelio 14 años des-
pues de Marcos, nos informa del modo corno
Jesús recibió al Espíritu Santo, y finalmente
Ju¿\n que escribió su Evangelio 42 años des-
pues de Lucas, r e m a t a la historia del bautis-
mo de Nuestro Señor, con la declaración
do que él no conocía a Jesús; pero tenia la
promesa de Dios, de que Aquél que u n a ve*;
bautizado en agua, viera descender sobre él
el Espíritu Santo, ese era el Cristo y debía
presentarlo al pueblo como el Cordero de Di-
os que quita los pecados del mundo.

El significado ele la pala! ra griega «la-ptüo.»


Antes de entrar a estudiar las narraciones
del bautismo de Nuestro Señor, creo necesa-
rio hacer presente al lector indocto que la pa-
labra bautismo no es dsl idioma español, sino
del griego y ha sido transferida en muchas ver-
siones de la Biblia, en vez de traducirla como
es lo normal y recto.
L a palabra bautismo, pues, viene del grie-
go bautizo, 'bautizein, y del latino, ba-psare, y sig-
nifica SUMERGIR."
14
L a raíz de esta p a l a b r a la hallamos en el
francés, bautiset; en el aleman, taufen de tieí,
hondo; en el ingles, batiam, extc.
Mas adelante ; daremos mas pruebas sobre
la etimología de esta palabra, por ahora, esto
es suficiente, para explicary comprender rec-
t a m e n t e los versos que t r a t a n del bautismo
de Jesús.

VI Jesús fué sumergido en las agu-


a s del Jordán, asi lo declaran (os
cuatros Evangelistas.
1) «Despues de bautizado, subió luego Jesús del a-
gua: v lie aquí, se abrieron los cielos, y vio al Espíritu
de Dios que descendía como paloma y venía sobre él;
j he aquí una voz de los cielos que decia: E^te es mi
Hijo, el Amado, en quien tengo complacencia.» Ivlateo
8: 16,17.

Si J e s ú s subió del agua, es evidente que tam-


bién h a b i a bajado al agua, p a r a ser simwrgidó.
P a r a rociarle la cabeza, no era necesario
b a j a r al rio, con h a b e r ido a buscar u n jarro de
a g u a al Jordán habia sido suficiente. L a idea
de algunos; que Jesús bajó al a g u a p a r a ser
rociado, es en primer lugar, u n absurdo se-
m e j a n t e a las estampas, de los pintores roma-
nistas, que m u e s t r a n a Jesús dentro del jor-
15
dan y a J u a n e c h á n d o l e a g u a en la cabeza
con u n a concha: y en segundo lugar, u n a a-
dulteracion, t a n t o de la forma, como del ver-
dadero significado del bautismo, que es u n
símbolo de la muerte y de la resurrección espi-
ritual del creyente.
E l bautismo por rociamiento no significa
ni muerte ni resurrección, ni tampoco simbo-
liza el bautismo del Espíritu Santo, como lo
demostramos en al capítulo que t r a t a esta
materia.
La inmersión de J e s ú s se ve mas clara a ú n
si en vez de la palabra bautizado, usamos la,
verdadera palabra del texto griego, sumergi-
do. y en tal caso leeríamos:
«Despu?s de sumergido, subió luego J e s ú s
del agua.»
Todos los pedobautista, le dan m u c h a impor-
tancia a la frase: «subió luego del agua,» y
con ella quieren probar que Jesús no salió
de dentro del agua, sino que subió la hoyada del
rio; ^ero si al leer esta frase tenemos en vista
que Jesús fué bautizado en el vado de Betába-
ra, estensa llanura que siglos antes permitió
el desarrollo de u n a g r a n batalla. ( jueces 7:
24) la frase, «subió luego del agua,» pierde
toda la fuerza que la común interpretación le
da, la de que Jesús subió u n a pendiente u ho-
yada, come lo hemos expuesto.
16
Creemos que en vez de «subió l u f g o d d
agua,» debe leerse, «levantado luego del a-
gua,» porque la frase en esta f o r m a no sola-
m e n t e se ajusta mucho mas al sentido di-
recto e indirecto del hecho que comentamos,
sino que se halla f u e r t e m e n t e a p o y a d a p o r la
narración de Marcos como pasamos a demos-
trarlo.

2) «Jesús vino de Nazaret de Gralilea, j fué bauti-


zado por J u a n en el Jordán, y luego, al subir del agua
vio razgarse los cielos y al Espíritu, como paloma, que
descendía hasta él. Y vino una voz de los cielos: Tú
eres mi Hijo, el Amado; en ti tengo complacencia.»
Marcos 1: 9—11.

«Jesús vino de Nazaret de Galilea y f u é


bautizado por uan en el J o r d á n . »
No fué bautizado a orillas del J o r d á n , si-
no en el Jordán, o lo que es lo mismo, sumer-
gido en él J o r d á n , porque esto es la verdad
del hecho y el significado de ta palabra, pues,
si t o m a m o s este verso del texto griego leere-
mos:
« Jesús vino de Nazaret de Galilea y fue su-
mergido por J u a n en el J o r d á n . »
E l verso 10 dice: «Y luego, al subir del
agua—esto es, al ser levantado del agua—víó
razgarse los cielos y el Espíritu, como palo-
m a que descendía hasta él,»
¿Quién vió razgarse los cielos? J e s ú s
17
¿Cuando vió razgarse los cielos? Al subir
del agua, o sea, al salir de debajo del agua.
La frase de Mateo 3: 16, «subió luego del
agua,» es idéntica a la de Marcos 1: 10, «y
luego, al subir del agua,» y ambas se refieren
al instante cuando Jesús se levantó de debajo
del agua o salió de debajo del agua al ser sumer-
gido, y no pueden referirse al hecho de salir
del rio J o r d a n , (aunque si las tornamos en es-
te sentido, no afectan en lo mas mínimo, la
inmersión de Jesús) porqoe por Lucas 3: 21,
que nos suministra un detalle que omiten
Mateo y Marcos, vemos que Jesús al ser levan-
tado del agua, no salió i n m e d i a t a m e n t e del
rio, sino que empleó uuos instantes para orar
y, «mientras oraba,» descendió el Espíritu
Santo sobre él.
Finalmente, J u a n J: 31—33, completa la
historia del bautismo de Jesús y confirma en
absoluto nuestro m o d o de argumentar.
J u a n el Bautista declara que él no conocía
a Jesús; pero como era necesario que él, su
precursor, lo presentase al pueblo como el Me-
sías prometido, Dios que le h a b í a m a n d a d o a
bautizar en agua—no con agua—-le había dicho
qu3, sobre aquél que u n a vea sumergido en el
agua, viera descender el Espíritu Santo, ese
era el Cristo. Y el Bautista afirma que él vió
esa señal en el bautismo de Jesús.
18
P o r lo que nos dicen los cuatro Evangelios,
explicándose y comple f ándose el uno a los o-
tros en lo referente al bautismo de Jesús; por
la interpretación, serena y recta que fué uná-
nime eu la época aposto lica y por mas de 200
años despues, y por el significado d é l a pala-
b r a baptizo del texto griego, hallada no so-
lamente en los manuscritos antiguos, sino en
el de uso actual de la Iglesia Griega, pode-
mos afirmar:
Que J e s ú s cuando cumplió 30 años de edad
vino de N a z a r e t de Galilea a B e t á b a r a donde
J u a n el Bautista ejercia, su ministerio, p a r a
ser bautizado. J u a n le resistió primero; pero
cuando J e s ú s le dice que es necesario cum-
piir t o d a justicia, esto es, ser ordenado sacer-
dote, entonces J u a n le sumergió en las aguas
del rio J o r d a n , y t a n pronto f u é levantado de
debajo del agua, levantó su cabeza al cielo pa-
ra orar, y mientras oraba, vió razgarse los cie-
los y al Espíritu, como paloma, que descen-
día hasta él, y al mismo tiempo que esto acon-
teció, se ovó la voz del P a d r e desde los cielos
que decía: «Tu eres mi Hijo, el Amado; en tí
tongo complacencia.»
Despues de esto, Jesús salió del agua, J u -
an que sumergió a Jesús y vió al Espíritu
descender sobre él y oyóla voz del P a d r e que
h a b l a b a desde el cielo, testificó al pueblo de
19

tudas estas cosas—testimonio que h a llegado


hasta nosotros por la Revelación divina pa-
r a que obedezcamos a Dios haciendo su vo-
luntad como su Hiju nos dió el ejemplo.

VIS ES bautismo de luán el Bao«


tis&a e s idéntico en su forma, al bau->
tismo que usó Jesús.
«Pasado «ato, vino Jesús con sus discípulos a la tie-
rra de Judea; y estaba allí con ellos, y BAUTIZABA.»
«Y B A U T I Z A B A también Juan en Enón junto a
Salim, porque H A B I A A L L I MUCHAS AGUAS; y
venian y eran bautizados.» J u a n 3: 22,23.
*

E l bautismo de J u a n era por inmersión y


no por rociamiento. Si algún lector dudase
nuestra afirmación, a u n q u e no es nuestra, si-
no de la Biblia, le rogamos leer el verso 23 co-
piado según su creencia, y meditar honrada-
m e n t e @n las partes subrayadas:
«Y rociaba t a m b i é n J u a n en Enón, junto a
Salim, porque había allí muchas aguas; j vení-
an y eran rociados.»
Si J u a n rociaba ¿por qué buscó u n l u g a r
donde habia muchas aguas p a r a bautizar? ¿No
es cuestión inexplicable el que las gentes, fuó-
sea de lejanas partes a Enón, p a r a ser rocia-
20
das? Cualquier cristiano, por escaso que sean
sus conocimientos en la materia, que discuti-
mos, podrá ver, que atribuir rociamiento a
este verso, sería pasar por encima del sentido
común.
J u a n buscó las muchas aguas para bauti-
zar, porque su bautismo era por inmersión; y
las gentes iban a Enón, desde partes lejanas,
para ser sumergidas en las aguas, y no para
ser rociadas.
Entonces, si el bautismo de J u a n es por in-
mersión; también, el bautismo que Jesús usó
y hacía administrar, a los que creían en El,
por medio de sus discípulos, {Juan 4: 1,2) fué
por inmersión, porque ambas palabras/ son
iguales, y por lo tanto, significan bautismo
por inmersión.
21

VÍII El mandato del bautismo.


POR EL ORDEN DADO, Y
E N L A P R Á C T I C A A P O S T Ó L I C A ,

No aparare ©S bautismo por rociffi-


ntjerilo* "i bautismo Infantil, por
tanto, I o s que lo practican están
siguiendo enseñanzas de Siembres.
«Por tanto, id, y D O C T R I N A D a todos los o*ntiles
bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo. Mateo 28: 19.

El orden para bautizar, dado por el mismo


Señor es:
1) Enseñar, o doctrinar.
A los incoaversos h a y que enseñarles Ja sal-
vación y las doctrinas de la Biblia, inclusa
la del bautismo.
No es el candidato el que elijn u n a deter-
minada forma de bautismo, sinc que es deber
del Guia de la Iglesia enseñarle el bautismo
bíblico, el de inmersión.
2) U n a vez que u n a persona está doctrinada>
se le sumerje en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo.
Corno lo8 infantes no p u e d e n ser doctrinados•
no se lea bautiza.
22
«Y les dijo: Id por todo el mundo, P R E D I C A D el
Evangelio a toda creatura.
El que C R E Y E R E y fuere bantixadoj será salvo;
mas el que no creyere, será condenado. •> Marcos !(i:
15,16.

El drden d a d o en estos dos versos, es el mis-


mo de Mateo, pero mas ampliado.
1) P r e d i c a r ei Evangelio.
2) Los que creen, son sumergidos.
L a s guaguas, como son incapaces p a r a cre-
er en el Señor Jesús como su Salvador, no se
les bautiza.

IX Este orden de bautizar e s t á


sostenido con el ejemplo de Jesús»
«Los- fariseo» habían oído que Jesús hacía y B A U -
T I Z A B A MAS D I S C I P U L O S que J u a n . » J u a n 4: 1.

Jesús hautizaba a los discípulos, a ías personas


que h a b í a n creído a su p a l a b r a j se habían
resuelto seguirle como Señor y Dios.
No ss debe bautizar antes que las personas
crean, con la esperanza de hacerlas discípu-
IQS despues. Esto, no es otra cosa, sino ii'iro-
ducir el m u n d o en la Iglesia de Dios,
23

X t\ órcSen divino de®,bautismo ma-


nifestado en la práctica apostólica.
«Aquellos pues qtie R E C I B I E R O N su palabra fue-
ron bautizados; y se agregaron discípulos en aquel
mismo día como tres mil almas.» Hechos 2: 41.

1) Recibieron la palabra.
2) Se bautizaron.
No fueron bautizados las guaguas, porque
ellas no podían recibir la p a l a b r a en sus corazo-
nes.

XI Los Samaritanos.
«Mas cuando C R E Y E R O N a Felipe, que anuncia*
ba el Evangelio del reino de Dios y en el nombre de
Jesucristo, se bautizaban H O M B R E S y M U J E R E S
Hechos 8: 12,

1; Creyeron,
2) Se bautizaban hombres y mujeres
Felipe no bautizó a los aiños porque no po~
diau creer ni ser doctrinados.
Recuerden, los que bautizan niños, que de-
bemos obedecer a Dios antes que a los hom-
bres. Hechos 4: 19.
24
XII El bautismo de oauío
Hechos 9: 1—18.

Sanio era convertido antes de su bautismo.


1) El oraba. Verso 11.
2) A n a n i a s le da el n o m b r e de herma-
no. Verso 17.
3) Dios m a n d ó a A n a n í a s donde Sanio pa-
ra darle la sanidad y bautizarlo, diciéndole
que lo habia escogido corao instrumento, y
Dios no iba a e s c o j e r a u n inconverso y man-
darlo a bautizar.
L a frase de Hechos 22: 16: « L e v á n t a t e , y
lava t u s pecados,» no indica que P a b l o se ba-
utizó por aspersión, porque la p a l a b r a grie-
ga, Anastas, t r a d u c i d a al español por la pala-
b r a «levántate,» significa, según los lingüísti-
cos griegos, además de levantarse, salir de La
casa, como también, levantarse y dirigirse a un
lugar determinado,
P a b l o sabia como fué bautizado, y en Rom.
6: 4 y Col. 2: 12, testifica que f u é sepultado
con Cristo per el bautismo.
25
Xill Cornelia» y s u s amigos
Hechos 10:47,48.
1) Oyeron y creyeron al sermón de Pedro.
2) El Espíritu Santo cayó sobre todos los
que otan.
3) Fueron todos los bautizados con el Es-
píritu, bautizados en el ;igua.

Por el verso 24 vemcs que esta, reunión f u é


íntima y particular, por t a s t o , no habían ni-
ños los hubieron, no fueron bautizados, por-
que 'ios que fueron b a u t i z a d o s e n el agua, fue-
ron solamente los que oyeron el sermón, sobro
quiénes vino el Espíritu Santo y los ÚDie-ost
que recibieron el bautismo de agua.
Guaguas, ni niños menores de cuatio años
no podían entender el sermón ni ser bautiza-
dos con el Espíritu Santo, ni h a b l a r lenguas.

XIV Lidia y su casa


Hechos 16:14,15,40
1) L i d i a oyó el Evangelio. Verso 14.
2) Dios abrió su corazon p a r a que creyere.
Verso 14.
26
3) E n la familia de Lidia no habinn niños,
t o d a era de personas grandes y creyentes, pú-
as S3 les d a el n o m b r e de hermanos. Veiso 40.
N O T A — L o s apóstoles? d a b a n el nombre de
h e r m a n o s sólo a los bautizados, y b a u t i z a b a n
solamente a los que creían.

XV El carcelero de Filipo
Hechos 16: 32—34
1) Tvdos oyeron predicar la palabra. Verso 32.
2) Todos creyeron a Dios. Verso 34.
3) Todos se bautizaron. Verso 33,
E n el caso de h a b e r habido niños en la ca-
sa del Carcelero, estarían durmiendo, pues
f u é u n a reunión pasada la media noche; y a-
unque h u b i e r a n estado presente, no h a b í a
por que nombrarlos, y este silencio no auto-
riza q u e b r a r el m a n d a t o del Señor de bauti-
zar solamente a los que creen.

XVI Crispo y su casa


«Y Crispo, el presidente de la sinagoga, CREYO al
Señor CON T O D A su casa; y muchos de los corintios,
O Y E N D O . O S E I A N y s b B A Ü T I Z A B A N . H e c h . 18: 8.

1. Oyeron.
27
2. Creyeron.
3. E r a n bautizados.
L a casa de Crispo era compuesta por per-
sonas de edad, pues todas creyeron. Casos seme-
jantes, tenemos por cientos en nuestro propio
pais.

XVli La familia de Estéfanas


«Y también bauticé a ] a familia de Estéfanas; mas
no sé si he bautizado al^un otro. 1 Cor. 1:16.
Este verso es el mas usado por los defen-
sores del bautismo infantil; sin embargo, la
familia Estéfanas era toda convertida y en-
t r e g a d a al servicio de los 3antos=h.ermanos.
«Y os ru»go hermanos, (ya sabéis que la casa de Es-
téfanas es las primicias de Acaya, y que se han D E D I -
CADO A L MINISTERIO D E L O S SANTOS.») 1 Co-
rintios 16: 15.
Guaguas ni niños podían estar dedicados
al ministerio.

XVIII El bautismo del Eunuco.


Hechos 8 : 3 5 - 3 9 .
L a inmersión del Eunuco, no deja luga? a
duda, y sólo se necesita ser contencioso p a r a
negarla.
28
t. E l Eunuco ereyó que Jesucristo es <d Hijo
de Dios. Verso 37.
2. Llegaron a cierta agua. Verso 30.
3. Descendieron ambos al agua. Verso 38."
4. Después de sumergido el Eunuco, subieron
ambos del agua. Verso 39.
E l bautismo por inmersión es tan evidente
en este caso, que hasta el padre Scio, en su
versión española de la Biblia, da la siguiente
n o t a del verso 38: «El bautismo se d a b a en-
tonces, y continuó raudio tiempo en daise
por inmersión.» Pero, un defensor del bautis-
mo por rociamiento que llama a la, Historia,
los Diccionarios y a las declaraciones de los
Padres de U» Iglesia, pápele J sucios, dijo días
atrás: « Viajeros han recorrido el camino de
J e m s a l e n a Gaza y no hallaron a g u a en nin-
g u n a parte, por consiguiente, el bautismo del
Eunuco, no pudo ser por inmersión.»
Nosotros replicamos:
1. E l camino que indica Hechos 8: 20, es mas
que seguro que no ha sido identificado, por-
que los siglos CCTI su poder destructor unido
a l a s asoladoras guerras de las cruzadas, des-
t r u y e r o n siglos ha, ciudades y caminos en
cumplimiento de Isaías 38: 8.
«Las calzadas, caminos, están deshechas,
cesaron los caminantes,» y de Levlticos 20:
22, « y vuestros caminos sean desiertos.»
29
Por otra parte, no era el «camino desier-
to,» sino la. ciudad de Gaza que estaba desier-
ta; asf lo dicen las versiones de Id Vulgata,
la de Reina, Hispano-Americana y varias ver-
siones del inglés que tenemos a la mane.
Felipe recibió el mandato de ir al camino
qu? desciende de Jerusalen a la Gaza desier-
ta, y no al camino que iba a la, nueva Gaza,
la G iza de hoy. sino a la Gaza de los filis-
teos, que había principiado a, quedar desier-
ta desde las conquistas de Alejandro y en a-
quella época ya estaba desamparada como lo
bahía dicho Dios, Sofonías 2: 4, por causa de
su «.ruesadura.» Jeremías 47: o.
3. No se p\iede creer que en los días de Feli-
pe, el camin'o de Jeruaalen a Gaza,, faése de-
sierto, poique cruzaba una zona muy pobla-
da, como también porque era la arteria co-
mercial, que unía a la capital judía, asiento
de reyes romanos, con los ricos mercados del
populoso reino Etiope.
E n aquel tiempo, como hoy, de trecho en
trocho habían a lo largo de los caminos, fu-
entes naturales o estanques hechos con arci-
lla, y hoy con cemento —estanques que se
llenan o con las lluvias (Salmo 84: 6) o cor:
aguas de vertientes. Sus escalones son an-
chos, los cuales permiten el acceso al agua
esté el estanque lleno o más o ménos vacío.
30
Estos estanques o vertientes arreglados en
esta frorma, están de acuerdo con la declara-
ción: «Llegaron a cierta agua,» y sus escalo-
nes con la doble declaración: «Descendieron
ambos al agua.» «Subieron ambos del agua.»
3) L a opinion de machos P a d r e s de la Iglesia
es que la inmersión del Eunuco se efectuó cer-
ca del pueblo de Bet-Oron, hoy Bert-úr, lu-
gar qu? se halla unas l a millas al sureste de
Jerusalen, Í Véase el m a p a del viaje misione-
ro de Pelipe en Biblical G e o g r a p h y , p á g i n a
112) y cercano a un monte a cuyo pie, h a b í a
u n a vertiente d e a g u a y que por siglos m a s
tarde, se le llamaba la «fuente del Etíope.»
4) Si los viajeros de aquí unos 1000 años a-
trá« no h a n hallado agua en aquellas partes
ee debe a que toda la P a l e s t i n a está bajo el
juicio de Dios.
P o r la desobediencia y m a l d a d de Israel,
Dios ha puesto el cielo de la tierra de Israel
como de ftronce-ardiente-y'la tierra que pisaban
sus pies como de hierro, y en vez de lluvia,
polvo y ceniza. Deut. 28: 23,24. E s t a espanto-
sa sequía h a continuado hasta unos 20 años
atrás,fecha en que otra vez está caendo entre
largos intervalos otra vez lluvia.
Con esto, creemos que es suficiente p a r a
p r o b a r que contra el yunque acerado de la Bi-
blia se deshacen los martillos de la a l t a «orí-
31
tica» y los usados por los defensores de «doc-
trinas de hombres.»

XXI El bautismo no ha temado ©I


lugar de la circuncisión.
L a enseñanza de que el bautismo tomó el
lugar ue la '•ircuncisión, no tiene ni base ni
apoyo en ia Biblia.
1) La circuncisión no es un símbolo de la
muerte de Cristo, como io afiima el Dr.A.G. Fa-
irchild en su libro, «Bautismo Bíblico,» pag.
112, sino un símbolo de purificación y consa-
gración a Dios.
2) L a circuncisión era solamente para I03 hom-
bres; pero el bautismo es p a r a ambos sexo.
Ü) L a circuncisión seguía al nacimiento car-
nal, el bautismo sigue al nuevo nacimiento.
4) L a circuncisión es la señal del pacto nacio-
n a l que Dios hizo con A b r a h a m . Gen. 17:9—
14; el bautismo es pa.ra los que aceptan a. Je-
sús como Salvador. Gal. 3: 26—29; Col, 2:
11. 12.
5) Debía ser circuncidado, t a n t o el hijo del is-
raelita, como el siervo y el extrangero, pero
deben ser bautizados solamente los que creen
y son nacidos de nuevo.
Los pedobautista ignoran que Dios hizoeem.
32
A b r a h a m dos cactos: uno degracia. Gen. 15:
1—5, y otro de obras. Gen. 17: 1 —14. A h o r a
bien, si eL bautismo toma el lugar de la cir-
cuncisión, la señal del pacto nacional de Israel,
no p o d r á n ser bautizados los convertidos de
entre los gentiles y nos pondremos e n c o s t r a
de Mateo 28: 19, que m a n d a doctrinar y bauti-
zar a los gentiles y de Hechos 10 y de mu-
chas otras escrituras; pero, si por el contra-
rio, li.uitamos el bautismo a la simiente es-
piritual de A b r a h a m , a la del pacto de la gra-
cia, excluiremos del bautismo a los infantes,
pero establecemos el bautismo bíblico pur in-
mersión, pues bautizaremos solamente a los
que creen y pueden ser doctrinados.

XX E3 significado de! bautismo.


«Porque somos S E P U L T A D O S juntamente con él
a muerte por el BAUTISMO; para que como Cristo re-
sucitó de los muertos porla gloria del Padre, así tam-
bién nosotros andemos ennovedad de vida.» Rom. 6:4.
«Estando S E P U L T A D O S juntamente con él en el
B A U T l á M O , e n el que también resucitasteis mediante
la fe en el poder de Dios, que le resucitó de los muer-
tos.» Col. 2: 12.
P o r el bautismo testificamos la m u e r t e y
resurrección de Cristo, y la muerte y resurrec-
33
eion espiritual del creyente; porque al ser su-
mergido éste en el agua, demuestra la muer-
te del hombre c a r n a l = h o m b r e viejo, y als«?r
levantado del agua, figura la resurrección del
nuevo h o m b r e = h o m b r e espiritual.
El bautismo, significa la muerte y resurrec-
ción de Cristo, y la muerte y la resurrccion
del cristiano.
Un poco o mucha agua derramada en la ca-
beza, no simboliza ni muerte, ni resurrección,
0 sea. «renacer de agua.» J u a n 3: 5.
iDe otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por
los muertos, «i en ninguna manera los muertos resu-
citan'? ¿Por qué, pues, se bautizan por ios muertos?»
1 Cor. 15: 29.
La interpretación mas común de este ver-
so difícil es: qoe cuando algún creyente mu-
rió sin ser bautizado, un amigo o pariente, se
bautizó por él; pero si esta interpretación es
acertfda, Pablo justificó la superstición, lo
que no podemos aceptar, sin destruir la ins-
piración divina de la Biblia.
Pablo muestra a los corintios, que en »1
mismo bautismo por inmersión, tenían un
símbolo d é l a muerte y de la resurrección.

^OHOli
34
XXI t i cielo y "a tierra dan testi-
monio del significado profun lo del
bautismo por inmergen.
«Porque tres son los que dan testimonio en el cie-
lo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo.» 1 Juan5:7.
El P a d r e dio a su Hijo para nuestra salva-
ción.
El Verbo, Jesucristo, nos redimió con su
sangre.
i d Espíritu Santo, da testimonio a nues-
t r o espíritu, que por la adopcion, somos hi-
jos de Dios.
»Y tras son los que dan testimonio en la tierra, el
Espíritu, y el agua, (el bautismo) y la sangre.» 1 J u -
an 4:8.
E l Espíritu nos convence de pacado.
E l agua, bautismo, testifica de nuestro a-
r r e p e n t i m i e n t o y renunciación pública del
m u n d o y del pecado, y de que somos discí-
pulos de Jesús, renacidos de agua, bautiza-
dos, y del Espíritu y que hemos entrado ai
reino de los cielos. J u a n 3: 5.
Si quitamos el bautismo o Lo desfiguramos en
su forma, quitamos este testigo de la OJJKU de la
teden-yion.

QrQ
35
XXÍ! Un s o l o bautismo.
«Un Señor, una fe, un BAUTISMO.» Efs. 4: 5.
H a y sólo un bautismo de agua, el de in-
mersión, los que ofrecen, a escojer, dos bau-
tismo, han quebrado los vínculos de unidad v
de paz del cuerpo místico de Cristo. Efs. 4:3.

XXI» Los sufrimientos de Crsst©


no fueron por aspersión, sin© por
inmersión.
Mateo 20: 22, 23.
1. La frase: «Ser bautizados del bautismo de
que yo soy bautizado,» no sehaliaen las ver-
siones de la Vulgata; Hispano—Americana,
y otras; por tanto, no se puede s e n t i r doctri-
na, ni a r g u m e n t o decisivo sobre pasajes du-
dosos.
2. Los sufrimientos de Cristo no fueron por
aspersión, sino por inmersión, según ri vr-
so siguientey el sentir de todos los cris* • ¡s:
" Todas tus ONDAS y tus 0 L A 3 han pa^ ÚL -'JO-
B E E MI." Sal. 42: 7. Veáse también, Sa). 8a: ,

i
36
XXIV ¿Pudieron ios a p ó s t o l e s bau-
tizar a tres mil personas en ei día
de P e n t e c o s t é s ?

Se dice que los apóstoles bautizaron por rociamien-


to-a los 3000 en el día de Pentecostés, porque por in-
mersión les habría sido imposible. Los que levántíui
esta dificultad, piensan que para sumergir u u a per-
sona sé necesita mas tiempo que el que se emplea en
efectuar u n bautismo por rociamiento, lo que es u n a
cr.tsa equivocación.
D e s p u t s de h a b e r presenciado un bautismo por r»-
ci imiento, según el ritual Metodista Episcopal, cree-
mos »er caj az d e sumergir diez personas adultas, au-
tos q u e un pastor metodista bautice u n a guagua.
Si bautizaron los 12 apóstoles solamente correspon-
dió a cada u n o de ellos 250 personas, las qne debieron
Hunaergir en cuatro horas como tiempo máximo. Ellos
no se c a n s a r o r , como lo enseñan algunos pedobautis-
tvw, porque eran h o m b r e s acostumbrados a trabajar
Coa los brazos en el rudo trabajo de la boga y no eran
corno los i m p u g n a d o r e s del bautismo por inmersión,
h o m b r e s de oficina y de pluma.
Si a los apóstoles sumamos los 70 discípulos, t e n d r e -
mos 82 ministros d e b i d a m e n t e autorizados por Jesús
p ira bautizar y en este caso, le correspondieron 36,')
porsonas, las que pudieron ser bautizadas en U N A
H O R A , y esto con t o l a calma.
El bautismo de los 3000, q u s parece una dificultad
a la simple rista, es nn hecho insignificante comparad )
con vaiios casos do multitudes bautizadas en u n día
que detalladamente nos cuentaD la Historia de las Mi-
siones a Historia profana.
37

K'n las T e r m w da Constantinópla, Crisòstomo, bauti-


zó a tres mil el día 16 de Abril del aúo 404 D. de C.
Vida d^San Crisòstomo, por Perthes. Pág. 185. Vida
da los Padres, por Cave. Pág. 661. Patrología Latina.T.
59. pág. 151.
fil obispo Remigio de Reirás, Francia, bautizó en el
año 496 a Clodoveo, a su hermana y a tres mil solda-
dos francos, del ejército de ese rey, en el bautisterio
que se conserva hasta hoy. Patrología Latina T. 125.
Págs. 129, 1162. Jesucristo, su V. su P. y su T. por
Berfche. Pág. 444.
Agustín, misionero católico, bautizó con 40 monjes
mas de 10 mil personas en la Navidad del aña 597 «u
el vio Swale, Inglaterra, cerca de York. Englih His-
tory.
Patricio bautizó en Irlanda, en la fuante Torbur-en-
adare, 12 mil almas, incluso el rey Amalgaidah eou
sus siete hijos. Vida de San Patricio, por el Dr. T j d d .
Págs. 442, 449.
Otón, obispo de Ramberg, Alemania, bautizó en un
día y en tres tinas a siete mil prusianos. Historia Uni-
versal C. Cantal. T. III.
Los fariseos y sacerdotes, no podinn impedir bauti-
zar e n los estanques públicos, porque el gobierno
de Jerusalen estaba en las manos délos romanos, V1 >s
representantes imperiales, como e 1 Imperio mismo,
fueron tolerantes con el cristianimo en los primeros a~
ños de su existencia.
Los sacerdotes no pudieron impedir siquera, que los
apóstoles predicaran a Cristo en el mismo T e n p l o Ju-
daico de Jerusalen; adi más el bautismo no era para
ello* ni p ira la u icio a u n i a i ved id. Ellos sabian. que
el bautismo por inmersión practicado por J u a n y Je-
sú-> «era del cielo,» es decir, era de Dios.
38
XXIV í n Jerusaien, ni en Samaría
habla e s c a s e s de sigua en ios días
apostólicos.
En J e r a s ilen habia, en la época que se e-
fectuóel bautismode los 3000, agua en abun-
dancia.
1. Estanque Ue Betsafca.
«Y h a y en Jerusalen, cerca de Ja Puerta de las ove-
jas, u n estanque, llamado en hebreo Betsata, que tie-
ne cinco portales.» J u a n o: 2.
Este eátanque tenía 40 metros de largo por
4 metros de profundidad.
E>> este estanque se bañaban enfermos de
distintas enfermedades. No podian prohibir
bautizar en él.
2. El estanque de Siloé.
«Vé, lávate en el estanque de Siloé.» J u a n 9: 7.
«Por cuanto este pueblo desprecia las aguas de Si-
loé, que corren mansamente.» Isaías 8: 6.
«Edificó también el muro junto al estanque de Si-
loé, junto al huerto del Rey.» N e h e m í a s 8: 15.
E n este estanque, que tenía 153 pies de largo,
por 40 de ancho y 8 de profundidad, tampo-
co se podia impedir bautizar, y a que un cie-
go se habia bañado allí, sin protesta de na-
die. J u a n 9: 11.
' i r 'iti " Rev.
*
39
«Luego pasé adelante a la puerta de la Fuente y al
estanque del Rey.» Nehemías 2: 14.
«Y las demás cosas de Exequias, y todo su poder,
y como hizo el estanque y el acueducto con que intro-
d u j o agua en la ciudad, no está escrito en el libro de
las cróuicas délos reyes de J u d á . » 2 Rey. 20: 20.
«Y éste Ezequtas cegó la salida superior de las aguas
del Qihóa; y las encaminó., por debajo de tierra, de
h oarte occidental del valle, a la ciudad de David.» 2
Crón. 32:30.

Este estanque, que hoy se llama "Birker el


Hammam," tenía 15 pies de largo y 6 de an-
cho y está situado a c o r t a distancia de la- ci-
udad de Jaffa. Este estanque era también de
servicio público.
4. El estanque de arriba.
« Subieron pues y sa llegaron, e hicieron alto
junto al acueducto del E S T A N Q U E S U P E R I O R , que
está junto a la calzada del Campo del Batanero.»
2 Rey. 18: 17,
«Entonces dijo J e h o v á a Isaías; Sal pues a encon-
trarte con Aeaz, tú y Saar-jasub tu hijo, al término
del conducto del E S T A N Q U E S U P E R I O R , en la
calzada del Campo del Batanero.» Isaías 7: 3.
El estanque superior, hoy «Birket Marni-
11a,» tiene 316 pies de largo y 218 de ancVio;
está en la cabeza del valle Gihón y a na ter-
cio de milla de la puerta de Jerusalen.
Había.n en Jerusalen y sus alrededores, mu-
chos otros estanques; pero con los que hemos
40
mencionado, p r o b a r á n a! lector que no había
escasez de agua ni dentro ni e " las cercaní-
as de Jerusalen para efectuar el bautismo de
los 3000 añadidos a la Iglesia en el día. de
Pentecostés.
Ni d u r a n t e el sitio de J e r u s a V n , por Ren-
naquerib, por Pompeyo y por Tito, faltó a-
g n a en la ciudad.
S a m a r í a , la capit 1 d 1 ) e ; n o d e Israel, te-
nía agua en abuuuancia, lo mierao como .1 e
rusa.lt.MI. F u é sitiada por dos veces por los si-
rios y no f u é vencida por escasez de agua. 1
Reyes 20: 1—21. D u r a n t e el tiempo que es-
tuvo sitiada por Ben-hadad, sufrió terrible-
m e n t e por el hambre, pero no de sed. 2 Rey.
6: 24—26. Tampoco le faltó a g u a d u r a n t e los
tres años que estuvo sitiada por Salmanasar,
rey de Asiria. 2 Rey. 17: 5; 18: 9,10.

XXVI Las túnicas


Est uchamos u n a dicusion entre un pas-
tor metodistas y un bautista sobre el bautis-
mo de inmersión, y cuando el pastor meto-
distas se hallaba en apuros, t r a t a b a de ridicu-
lizar a su contendor, preguntándole si los a-
póstoles tenían 3000 túnicas blancas y 3000
gorros rojos en el día de Pentecostés.
H a y un refrán que dice: «Cuando no se tie-
41

no la razón se parte pelos.»


Los 3000 no se bautizaron en el día de Pen-
tecostés con túnicas hechas a ese fin; pero
tampoco se bautizaron desnudos.
Los judíos, corno la generalidad de los o-
rientales, su vestuario consistía en una túni-
ca interior de lino, la qne solía ser de una
pieza como la de Jesús; (Juan 19: 23) de un
vestido exterior, de tela mas gruesa con la
que se envolvían el cuerpo, como se hauehoy
con nuestras actuales capas, (Hechos 9: 39) y
entre estas dos piezas de ropa, se usaba o-
t r a túnica ancha y sin mangas de algodon o
de lino.
Con cualquiera de estas tres piezas de ro-
pa, pudieron haberse bautizado los 3000 sin
faltar al decoro ni volver desnudos a su casa.
En todo tiempo se h a bautizado, tanto en
el oriente, como en el occidente en forma de
no ofender la moral de los pueblos y de su
siglo. Véase, Historia Universal, por César
Cantil. T. II P á g 754.
Este mismo escritor, en el mismo tomo a-
rriba citado y página 749 dice: «Las mujeres
eran desnudadas y vestidas por diaconisas.»
Tal como se hace hoy, las mujeres son a
tendidas, antes y despues del acto dei bau
tismo por mujeres.
E n el J a p ó n se bautizan desnudos, porque
42

es costumbre bañarse desnudo en público.


L e v a n t a r cuestión porque unos se bautizan
son túnicas y otros no, es lo mismo que for-
m a r polémica porque algunos encierran los
muertos en el ataúd con mortaja, otros colo-
can sólo un paño en su rostro y otros no ha-
cen ni lo uno ni lo otro. Lo esencial es, que
los muertos sean sepultados, y así también, lo
importante es, que el que cree en Cristo sea
sumergido en el agua, con o sin túnica.
D é l o s «gorros rojos» no hablamos, pues e-
llos existen sólo en la cabeza de los come-
diantes que desean hacerse aplaudir; pero no
on los cristianos respetuosos de los mandatos
de Dios.
XX. Vil El bautismo por inmersión
confirmado por la Etimología.
Bautizar. Zambullir en el agua.
El bautismo se administraba al principio por inmer-
sión.
Diccionario Enciclopédico, por una sociedad de sa-
bios—1875.
Bapto. mergu, sumergir.
Diccionario Griego—Latin Español, po r los P. P. Es-
colapios. Madrid 1859.
Bautismo, la inmersión en el agua.
Diccionario Etimológico, por D. Roque Barcia.
El bautismo por inmersión estuvo en práctica en ca-
si todos los pueblos cristianos hasta el siglq X I I .
Eaciclonedia Moderna: ñor D, F de Mellado.
43
lomergioado en el agua al catecùmeno;
De uhi saca el bautismo su nombre.
Ciertamente, la inmersión era el viso de la Iglesia pri-
mitiva.
Enciclopedia Católica, bajo la dirección dsl abad
Glaire. T. ili.
Bautismo t s lo mismo que baño. Hasta el siglo X I I
se usó la inmersión, así en la Iglesia Latina CQBQO en
la Uriega, y aún la conservan los griegos, pero en la
Latina eomenzó a usarse desde entonces la infusión.
Diccionario Teológico Canónico, por el Ilm. li. D,
Justo Donoso, obispo de la Serena, Chile.
Bautismo, inmersión de baptien, inmergir,
Dicionario Universal de la Lengua Castellana, per
D . Nicolás Maria Serrano.. Madrid 187(3,.
Ceofnamento, inmersión-
Vocabulario de la Lengua Italiana, por Trincherà,
Ballezzamento.
Baptizbt, plonger, enfoneer.
.Nuevo Dicionario Griego—Francés, por A. Chas-
pon«.
El presbítero tomará de la mano derecha a eada per-
sona ^ue uebe ser bautizada, y poniéndola en lugar, a
proposito, junto a la pila, lo zambullirá en el agua.
Liturgia Anglicana. Oxford.
Baptizo. Zambullir en, o meter dentro del agua.
Léxico Clásico Griego, Séptima Edición, por Lid -
deli y Scott. (Sabios episcopales.)
Baptizo: zambullir, inmergir.
Léxico del N. T. por J . ±1. I l i ayer. Pág. 94.
Baptizo; zambullir, inmergir, hundir. Lucas, Pablo y
deiuas escritores del .Nuevo Testamento, no interpre-
taron este verbo diferente dn los griegos.
Léxico Griego, por el profesor griego de la Uairer-
44
sidad de Harward, E. A. Sophocles.
La palabra baptizo, significa zambullir.
Obispo A. Cleveland Cox.
Baptizo, como se encuentra en los escritos clásicos
significa literalmente zambullir, inmergir.
Enrique D. Potter, Obispo episcopal de Nueva York.
Se administrará la inmersión al que lo desee,
Ritual Metodista Episcopal. 1864.
XXVIII El bautismo por inmersión
confirmado por la Historia.
«Los antiguos creian que la inmersión, o
sepultura debajo del agua, representaba mas
vivamente lamuerte,.sepultura y resurrección
de Cristo, y t a m b i é n nuestra resurrección a
la justicia.» Crist. Antig, por B i n g h a m . L b .
X I cap. XI.
«El bautismo, en conformidad con la ins-
titución original, se ejecuta por inmersión.»
Hst. Igl. Ciist. por Neander. T. 1. pág. 310.
«No puede haber duda que la f o r m a origi-
nal del bautismo fué por inmersión. Hist. Igl.
Crist. por Schaff. P á g 488.
«Por mil trescientos años despues de Cris-
to, el bautismo f u é por inmersión, «Bossuet,
obispo católico. S t e n n e t a d Russen. P á g . 176.
«Los antiguos al bautizar, sumergían todo
el cuerpo en el agua:» J u a n Cal vino, N o t a
sobre el bautismo del Eunuco.
«María Welch, d e 11 años f u é b a u t i z a d a se-
45
gun la costumbre primitiva de la Iglesia, y
según la regla de la Iglesia de Inglaterra, por
inmersión.» J u a n Wesley, E n su Libro de Di-
ario, 21 de Febrero de 1730.
«Juan los sumergía en el agua como en un
baño espiritual y el bautizado salía del Jor-
dán v e r d a d e r a m e n t e ] i rili» ;u!o i or su arre-
pentimiento y su fe en el Libertador.»
«Vióse entonces al profeta sumergir en las
aguas del rio a Aquel que venia a b o r l a r l o s
pecados del mundo.»
Jesucristo, su V. su P . y su T. por el sacer-
dote católico Berthe. Págs. 03, 74.
«El bautismo es símbolo de la muerte y de
la resurrección quisiera que- los bau-
tizados fueran sumergidos p or completo en
el agua, como suena el vocablo.»
L a Cautividad Babilónica de la Iglesia, por
Martin Lutero, Pág. 67,
"Si creéis a la Biblia, (refiriéndose a los
protestantes) ¿por qué bautizáis por rocia-
miento cuando la Biblia manda sumergir?"
Ventura áe Rauliea, sacerdote católico.
"Los primeros fieles eran bautizados en los
rios como lo hacía el Precursor ( J u a n el Bau-
tista) despu.es se erigieron bautisterios cerca
del agua, al lado de las iglesias parroquiales
algunas veces unidos a aquellos por medio
46
pórticos, como se ve en Aquilea. Historia U-
niversal, por César Cantú. T. III. P á g . 734.
XXIX El bautismo por inmersión
confirmado por la arqueología.
No hay ciudad dei Oriente y del Occiden-
te que hubiese tenido importancia en la a;,-
tigüidad, en que no se conserve un bautiste-
rio, monumentos de piedra y de bronce, que
pasando al través de'los siglos y de las gue-
rras religiosas, llegan hasta nuestros días, de-
clarándonos la forma primaria del bautismo
bíblico por inmersión.
Siendo, Jos estudios arqueológicos, mate-
ria que interesa particularmente a los doctos,
nos limitamos a mencionarlos bautisterios de
las ciudades mas conocidas:
E n Roma se halla el bautisterio del empe-
rador Constantino de forma otogonal y con
sus siete escalones de plata; esta misma for-
ma tiene el bautisterio de San Andrés y los
de Cremona, Volterra, Pisto ja y Florencia;
el bautisterio de Canosa de figura dodecágo-
na; el bautisterio de San J u a n de P a r m a que
es de 8 lados por fuera y de 16 j or dentro;
el bautisterio de Santa Sofía, en Constaa-
tinópla, que es uno de los mas grandes del
mundo; el bautisterio de forma cilindrica que
se halla en la catedral Chartes en Francia y
47
finalmente, se hallan pilas bautismales en To-
ledo, León, Mórida, Santander, Villanuevay
en muchas otras ciudades de España .
Todas estas fuentes bautismales son de los
siglos III y JV, anterior a estas fechas, ei
bautismo se administraba, como lo dice el
historiador romano César Cantú, en los n o s ,
fuentes naturales, lagos y mares.
Si el bautismo no es por inmersión, ¿qué uso
tenían los bautisterios?
Que contesten los que defienden y prac-
tican el bautismo por rociamiento.
XXX El beotismo del Espíritu
Santo.
Hay muchas expresiones diferentes con Lis
cuales las Escrituras denominan el bautismo,
del Espirita Santo; pero una sola polabra para
indicar el bautismo de agua; siendo la mas
usada baptizo del idioma griego y que como
hemos visto significa inmergir o sumergir*
L a s palabras y frases mas usadas para indi-
c a r el bautismo del Espíritu S a n t o son:
1) Bautizados. Hech. 1: 5.
2) Investidos. Luc. 24: 49.
S) Poder. Hech. 1 : 8 .
4) Ríos de agua. J u a n 7:38,39.
5) La promesa del Padre. Hech 1; 4
S) El don. Hech. 2: 38.
7) Sellados. Efs. 1: 13.
48
Todas estas palabras se refieren, al bau-
tismo del Espíritu Santo, cuyo cumplimiento
lo encontramos en Hechos 2: 4 y que Lucas
al escribirlo usó la palabra llenados en vez de
bautizados.
- L a promesa; «Derramaré mí Espíritu sobre
t o d a carne,» de Joel 2; 28, indican las copio-
sas bendiciones de Dios en el Reino Miienial
de Cristo. E n aquél tiempo, t o d a persona vi-
viente t e n d r á al Espíritu Santo, h o y lo reci-
ben solamente los que aceptan a J e s ú s como
su Salvador personal, en u n a palabra, recibi-
mos las gotas, de esa gran «lluvia tardía,»
que principiaron a caer el dia de Pentecos-
tés. Hech. 2:18,33.
Así, pues, el bautismo por rociamiento n o
simboliza al Espíritu Santo a m é n o s que no se
bautice con una gota de agua, pues él, es uno.
E n el bautismo de Jesús el Espíritu vino
en forma de una paloma y no en forma de
muchas palomas y en el día de Pentecostés
descendió sobre cada persona en forma de
lengua de fuego y no en lluvias de lenguas
sobre la cabeza de cada uno de ellos.
En el Nuevo Testamento, el bautismo del
Espíritu Santo sigue al bautismo de agua,
(Mat.3: 16; H e c h . 2: 4; 8:15—17; 19: 1—6)
con lasóla ecepcion del caso de Cornelio,(He-
chos 10: 44—48) pero ésto lo hizo Dios, p a r a
que P e d r o pudiera incorporar a ios gentiles
a la Iglesia. Hech, 10: 15.
XXXI Origen del bautismode párvu-
los y del bautismo por rociamiento.
La apos+asía de la Iglesia principió en los mismos
días apostólicos. 2 Tim. 1: 15. Los judaizantes, mez-
clando los ritos judaicos con las doctrinas de la Igle-
sia, cambiaron el Evangelio de la GRACIA por la sal-
vación por OBRAS legales, dando con esto, el primer
paso al error, el segundo paso fué la tentativa de la a-
nialgamadel paganismo con el cristianismo, obrade los
filosófos paganos y herejes. De este híbrido movi-
miento, resultó la creencia que el BAUTISMO REGE-
NERABA, naciendo por esta creencia semipagana, el
bautismo de los párvulos por inmersión; pero es his-
tóricamente probado que la Iglesia no conoció el bau-
tismo infantil durante 150 año», y en los siglos H y III
no fué una práctica común.
Habiéndose establecido la teoría de la R E G E N E R A -
CION BAUTISMAL, se pasó a enseñar, que si algu-
no moría sin bautismo no era salvo, y como muchos
se convertían próximos a la muerte y no pudiendo ser
sumergidos, se llegó a la conclusión, que en tales ca-
sos, se podía bautizar derramando agua sobre la cabe-
za de tales personas. Y por esta causa ss principió a ge-
neralizarse el bautismo por rociamiento.
El tercer paso al error fué, la unión de la Iglesia
con el Estado. Ahora la Iglesia perseguida llega a ser
señora y Reina del mundo, como lo dijo Eusebio, el
historiador de la Iglesia Antigua; la novia de Cristo,
llega a ser la «gran ramera,-» y recibe de sus amantes,
los reyes y emperadores, poder para castigar con cár-
cel, confiscasion de bienes, con destisrro y con la mu-
erte a los que no obedezcan sus ordenanzas.
El bautismo infantil y d© rociamiento está fundado
en enseñanza de obispos y acuerdos de concilios, pe-
ro no en la Biblia, la única regla de fe.
El sacrificio de Cristo cubre a los niño« en su ino-
cencia, y si muere u sin bautismo van al cielo, (Marc.
10: 14) y cuando llegan a la edad del discernimiento,
necesitan como todos, creer en Orist® y bautizarse.

También podría gustarte