y que dejaras de ser un angel de cristal. Quiero volver a contemplar tu belleza sin fin que hay en tu alma, y sentir tu compañía. Que nuestros corazones vibren con la misma música, la música del universo, la música del amor. Quisiera volver a perderme en tus ojos bonitos y ver en ellos mi alma como alguna vez lo hice.
Después de un ¡te amo! No diría palabra alguna
y te regalaría los latidos de mi corazón en un abrazo, abrazandonos con el alma. Y así, con nuestros corazones hechos uno solo, desaparecería el tiempo, y un instante, un instante sería la eternidad.
Ahora eres fría y distante, te tengo frente a mi y no estas aquí.
Pero no te culpo de nada ni tampoco te jusgo. No quiero que me ames, solo quiero amarte y que seas libre, que brilles con la luz de tu divinidad mi amado angel de cristal.