Los suelos arenosos son compuestos por una textura granular hasta 50 cm de
profundidad y a consecuencia retienen pocos nutrientes así como la capacidad de
retención hídrica.
Las prácticas de manejo del suelo benefician sus condiciones y productividad de los
cultivos mediante la conducción al incremento en la fracción fina.
UTILIDADES
Se considera esencial la fertilización en este tipo de suelos. La fertilización
inorgánica suele ser la práctica principal.
La incorporación de abonos orgánicos libera nutrientes de forma lenta y mejora de
tal forma las propiedades físico – químicas del suelo.
La incorporación superficial de abonos orgánicos a suelos arenosos resulta en una
rápida mineralización. Por ello, se debe enterrar en el suelo o incorporar como en camada
con máximo 1 cm de espesura. Esto aumentará la capacidad de almacenamiento de agua, la
actividad biológica, la disponibilidad de nutrientes y rendimientos.
Porosidad
El suelo arenoso, debido a su gran contenido de arena es el más poroso de todos los tipos de
suelos, a menudo llamado “suelo hambriento” debido a su frecuente necesidad de agua y a la
velocidad con que se seca. Por su alta porosidad, el suelo arenoso no es apto para plantas que
requieren condiciones de suelo húmedas. Su ventaja sobre otros tipos de suelos es su
habilidad de calentarse rápidamente durante la primavera, permitiendo una fecha de siembra
temprana si el clima es adecuado.
Nutrientes
El suelo arenoso es un suelo de tipo ácido, preferido por muchas plantas, pero en general
carece de los nutrientes que lo hacen ideal como un medio fértil por sí mismo. Añadir
materia orgánica o estiércol, proveerá los nutrientes que las plantas necesitan para prosperar
en este tipo de suelos. Cuánta corrección añada a su suelo arenoso debe ser determinado por
sus plantas y tu intención de cultivar en ese suelo, y cuáles son los requerimientos de las
plantas en cuanto a humedad y nutrientes.
Características
• Estos suelos se secan muy pronto y hay que regar bastante. No almacenan el agua como los
arcillosos. Consecuencia práctica: riega con poca cantidad pero con más frecuencia. El riego por
goteo en suelo arenoso es ideal.
• En un suelo arenoso es más difícil para una planta aguantar la sequía que en uno arcilloso. Pero
eso depende de la especie. Fíjate por ejemplo, los árboles, las palmeras y todo tipo de plantas que
crecen en desiertos arenosos o en la misma playa, donde hay hierbas y arbustos adaptados a vivir
en esos suelos de arena casi estériles.
• Al igual que ocurre con el agua, tampoco retienen bien los nutrientes mineralesque necesitan
las plantas. La lluvia y el riego los lava de la zona de las raíces, perdiéndose en
profundidad. Consecuencia práctica: usa siempre que puedas fertilizantes de lenta liberación en
lugar de los minerales solubles tradicionales, para que se vayan disolviendo poco a poco y se
pierda lo menos posible. Si tienes un suelo arenoso, abona mejor con pequeñas cantidades y
frecuentemente que mucho de golpe.
• Además el suelo arenoso es pobre en nutrientes minerales, hay que abonar más que en uno
arcilloso que suele tener más reservas.
Suelos arcillosos
Se trata de los tipos de suelos arcillosos, es decir que cuentan con una característica que
definen el tamaño de las partículas que lo forman, modificando también su textura.
Están compuestos en gran parte por el mineral conocido como arcilla. Esto los convierte en
un suelo de textura pesada, pegajoso cuando está húmedo y muy duro ante carencia de
agua. Por sus características se los suelen utilizar en tareas de alfarería.
De hecho, se usa para este tipo de actividades gracias a una de sus mejores características,
que es fácil de manipular, más cuando esté húmedo (aunque no demasiado, porque
recordemos que no deja pasar el agua) y, una vez realizado la forma que nos apetezca, la
arcilla seca conservará esta forma, de modo que resulta muy útil para hacer vasijas,
recipientes y otro tipo de elementos como es habitual ver en alfarería.
No todos los suelos arcillosos tienen las mismas características en lo referente a la pesadez,
a la impermeabilidad en el mismo grado y a la dureza al secarse, pero sí suelen tener un
mal drenaje. Esto se transforma en un serio problema en las zonas bajas, que es donde se
acumula más agua.
Esto es perjudicial para cuando queramos usarlo para el cultivo, pues la mayoría de las
plantas se pudren en estas condiciones, es por eso que hay que controlar el riego, para que
no se encharquen. Pero más adelante hablaremos sobre esto mismo que os adelanto.
Podemos llegar a conseguir grandes bolas de este suelo, así como tiras de arcilla, pues se
trata de un elemento de fácil moldeado que nos recordará también a la plastilina. En
realidad, como digo, es muy fácil reconocerlo precisamente por esto que os comento.
De nuevo, incluso seco, si lo tocamos, veremos que no “se rompe”, que es suave, no como
sucedería con los suelos áridos, que se descompondrían en trozos pequeños de “tierra seca”,
y al final, en partículas arenosas. Para saber identificarlos y distinguirlos, esto lo debéis
tener muy claro.
Para el césped, hay que eliminar el “fieltro” , que es una capa fina de 2 ó 3 cm. que se
forma en la superficie del suelo con los restos de hierba y raíces y se hace
impermeable. Esto dificulta que el agua llegue abajo. Lo ideal es eliminar estas hierbas
realizando escarificados, como mínimo una vez por año, en la primavera.
Ahora bien, habrá que tener en cuenta que cuando quedan húmedos (tras una noche de
lluvia o tormentas), al no permitir que el agua penetre en él como os he estado explicando,
esta agua quedará retenida en la superficie formando charcos. En este caso, habrá que
realizar drenajes con el fin de que el agua estancada no llegue a pudrirse y, como
consecuencia, las plantas que hay en el suelo arcilloso también lo hagan.
Una vez aclarado bien que es necesario el drenado de los suelos arcillosos cuando éstos
han sido sometidos a grandes cantidades de agua, vamos a incluir una serie de plantas que
se conservan bien en este tipo de suelo. Por ejemplo, plantas como la menta o el nogal son
propias para suelos arcillosos. En ambos casos, se trata de plantas aromáticas, aunque en
el caso del nogal, es un árbol mucho más socorrido que la menta, ya que su madera es
usada en carpintería y sus frutos son comestibles.
TIERRA NEGRA
Seguramente has escuchado hablar sobre la tierra negra, tierra de cultivo o tierra vegetal. Se
puede adquirir en cantidades menores, o bien, en grandes volúmenes y juega un papel muy
importante cuando se refiere al cultivo o siembra de plantas. Para que las especies puedan tener
un crecimiento sano, es preciso tener un suelo rico en nutrientes y es la tierra la que lo aporta.
La tierra recibirá los mejores nutrientes para que obtenga un resultado excelente en cuanto al
crecimiento de la planta. Las propiedades de la tierra negra son:
Proporciona una buena circulación entre las raíces de la planta, siendo fundamental para
un desarrollo de la planta, ya que mejora las condiciones para la superviviencia de insectos
provechosos y gusanos que también ayudan al flujo de aire, evitando un suelo compacto.
Posee un alto nivel de fertilidad, por lo que se considera una opción ideal para las plantas.
El principal uso de la tierra negra es formar parte del abono que le proporciona a las plantas para
que tengan lo necesario para crecer vigorosas. Además, se puede usar como relleno de jardín que
por lo regular se emplean para sembrar árboles, plantas para huertos y césped para aumentar la
cantidad de nutrientes y mejorar la textura del suelo, ayudando al crecimiento de las raíces,
volviéndose más resistentes a enfermedades, pestes, virus que puedan generar un daño muy
grave.