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1, Introduccién: La historia social y el lenguaje del movimiento obrero desde perspectivas diversas y dirigi la vida de la clase obrera, estas investig: han generado de ma- nera inevitable resultados divergentes y controversias entre especialis- pgs. 371-94; Shomer, Edward, y Tilly, Charles, Suites in France, 1830-1968, Lon 15 Este hecho tiene importantes consecuencias para la historia del ‘movimiento obrero. Sobre todo, indica que Ia investigacién no puede limitarse al perfodo posterior a la revoluciGn industrial. Si el movi- miento obrero hubiera sido un producto especifico de la fabrica, po- dria ser defendible ignorar el periodo anterior a la existencia de las fé- brieas. Pero puesto que lo iniciaron los artesanos, trabajadores de oficios con largas y ricas historias, ignorar el periodo preindustrial ‘610 puede tener efectos perniciosos. Es verdad que los artesanos esta- ban sujetos a nuevas tensiones y amenazas por el desarrollo del capi talismo industrial. Pero inevitablemente sus respuestas estuvieron conformadas por los valores, las tradiciones y las experiencias organi- zativas anteriores a la moderna era industrial. El descubrimiento de ‘que los artesanos crearon el movimiento obrero del siglo x0x hace im- Posible eludir el problema de la continuidad con las formas y expe- riencias preindustriales. La necesidad de abordar el problema es muy notable en Francia, donde las especiales discontinuidades provocadas por la Revolucién Francesa hacen parecer todavia mAs remoto el pasado preindustrial. En las cuestiones relativas a los trabajadores, como en casi todas las demés, la Revolucién Francesa marcé una ruptura fundamental. El sistema gremial —o, como se denomina habitualmente en Francia, el sistema corporative— habia sido el modo de organizacién dominante de la industria francesa desde la Edad Media. Los gremios, o corpora- cones, fueron desmantelados durante la Revolucién, y los asuntos de los oficios se abandonaron desde entonces al libre juego del mercado. La mayorfa de los historiadores franceses han dado por supuesto que las corporaciones de oficio fueron barridas en la Revolucién, y que las organizaciones de trabajadores del siglo XIX se crearon como res- Puesta a la nueva economia industrial —para la que la Revolucién Francesa habia creado las condiciones - Los historiadores del movimiento obrero se han mostrado se a las anticipaciones de la primera parte del siglo x1x de la ia de clase de los movi- son, Christopher, Utopian Communism in France: Cabet and the lea 2 thaca, Nueva York, 1974; Scot, Joan Wallach, The Glassworkers of Carmaus: French Craftsmen and Political Action in a Nineteenth Century City, Cam- 1974. El papel dirigente de los artesanos en Inglaterra puede verse en Thompson, E. P., The Making of the English Working Class. Londres, 1963 (versiGn espatlola: La formacidn histérica de la clase obrera. Inglater a Barcelona, Lais, 1977) Para Estados Unidos, vid. Gutman, Herbert, Wor ‘Moderne deutsche Sovialgetchicht, Besin, 1970. 16 mientos de la segunda mitad del x1x 0 de comienzos del xx pero ge- neralmente han ignorado lo que parecia recorda i men*. Esta tendencia se ha visto reforzada por profesién histérica en Francia, que ha hecho del Antiguo Régimen, Ia Revolucién, y el siglo xix dominios de especialistas diferentes. S6lo 3 ejemplo, Maurice Agulhon’— ha emprendido cestudios que atraviesan la época revolucionaria, y hasta ahora nadie lo ha hecho en la historia del movimiento obrero‘. Este libro sigue el rastro de las organizaciones y las ideologias de los obreros franceses desde el Antiguo Régime la Revolucién de 1848. Pretende demostrar que los temas y se ginaron en el sistema corporativo prerrevoluci claves en ta conci i vos hasta 1848. Pues el nes corporativas se vi en la sociedad que los rode: cede tan estrecha atencién subordinado de las de 1793, y al obrero soci ; tos de coherencia y los cortes revolucionarios en la practica social en evolucién de los trabajadores, * Lo fuctiero de estudiar el perfodo desde fines del siglo xvi ‘mostrado brillantemente para la historia obrera inglesa Thompson, ‘lish Working Class, 7 LA PARADOJA DEL LENGUAJE CORPORATIVO Empecé mi investigacién sobre los obreros franceses del siglo x1x con un estudio sobre la clase obrera marsellesa. Al leer el discurso piiblico de los obreros y en torno a ellos, me llamé la atencién repeti- das veces el uso de términos corporativos tan carentes de ambigiiedad como corporation, corps, état, corps d'état, y corps de métier. De he- cho esa terminologia corporativa domin6 sobre todo entre los republi- rda y los socialistas durante la revolucién de 1848, el nde cabria encontrar simpatias hacia el Antiguo Régi- én me habfa preparado para este floreci- habfan reproducido esos términos en citas de fuentes contemporéneas, nunca habfan hecho comentarios sobre su uso 0 su significado. Mi hi- tufan una abreviatura conveniente para designar al colectivo de traba- jadores de un oficio determinado. Pero a medida que mi investigacion ‘avanzaba, me convenef de que los términos tenfan una resonancia mas pprofunda y que la continuidad con las nociones corporativas del Anti- ‘guo Régimen era mucho de lo que se habia supuesto. Habia jos habfan pasado de padre a hijo en las corporacio- nes del Antiguo Régimen’. Habfa, me parecia, algo claramente corpo- * Pueden encontrarse testimonios de estas afirmaciones en Sewell Jt, William H., “

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