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PETER F. DRUCKER EDEIECUTIVO EFICAZ Traduccién de Horacio Laurora Titulo original: The Effective Executive Disefio de la cubierta: Ripoll Arias Primera edicién: mayo de 1989 i © Editorial Sudamericana, 1969 © Edhasa, 1989 Avda, Diagonal, 519-521. 08029 Barcelona Tel. 23951 05* ISBN: 84-350-1443-6 Depésito legal: B. 7.588-1989 Impreso por Romanyiv/Valls Verdaguer, 1. Capellades (Barcelona) Impreso en Espaiia Printed in Spain Raases \ PREFACIO Por primera vez me interesé en el ejecutivo eficiente a prin- cipios de la segunda guerra mundial. Varios hombres reclutados en el ambito civil de los negocios, la universidad y las profe- siones, triunfaron, al parecer, facilmente como administradores, en diversas ramas del gobierno de tiempo de guerra en Wash- ington. Otros, presumiblemente no menos capaces o idéneos, fracasaron por completo, Nadie pudo explicar por qué ocurrid tal cosa, ni supo como encarar el problema. Desde entonces me he mantenido alerta respecto del ejecutivo eficiente y be observado a los que por azar he conocido, con la esperanza de aclarar qué es lo que determina la eficacia ejecutiva. Muchos aos mds tarde reunt todas mis observactones, En 1959 0 1960, un viejo amigo mio, Thomas D. Morris —en ese entonces subdirector de Presupuesto y desde 1961 un muy eficiente subsecretario de Defensa—, me invité a disertar sobre efectividad ante un grupo de altos administradores del gobierno federal. Acepté con mucha renuencia. Qué podia yo decir que no fuera obvio o trillado? Sorprendido adverti, sin embargo, que mis comentarios, aparentemente obvios, eran recibidos como flamantes descubrimientos por mi auditorio de expertos ejecu- tivos. Todavia boy me solicitan con frecuencia copias de aquella platica. A partir de entonces me he esforzado por estudiar sistemati- camente qué es lo que los ejecutivos bacen y los demas —incluso yo— no hacemos y qué es lo que ellos pasan por alto y nosotros hacemos. En este libro presento mis conclusiones. La mas im- portante consiste en que la eficacia puede... y debe ser apren- EL EJECUTIVO EFICAZ dida. No surge por st misma, Es algo que se adquiere con i practica, Mi objetivo, en aie Manes estriba en revelar imple los elementos de dicha practica. , ri obra es la primera palabra sobre la materta, Al menos, durante mi extensa indagacion literaria, no he hallado ninguna otra que verse sobre el ejecutivo eficiente. No obstante, espero que no sea ésta la ultima palabra. Necesitamos conocer ooanio sea posible saber sobre eficacta ejecutiva. De ella dependen nuestras instituciones sociales: reparticiones estatales, corpora. ciones comerciales, laboratorios de investigacion, grandes uni- versidades y hospitales, fuerzas aéreas y eyercictos modernos. De los ejecutivos eficientes depende,; pues, nuesiro bienestar %, quizd, en éltima instancia, nuestra propia supervivencia. Poo aunque la efectividad puede aprenderse, son muy escasos los ejecutivos eficientes. Confio que este libro despierte en los ca- pacitados para las tareas ejecusivas el deseo de llegar a ser plenamente efectivos. Perer F. DRUCKER Montclair, New Jersey 1 LA EFECTIVIDAD PUEDE APRENDERSE Todo ejecutivo debe ser efectivo. Al fin y al cabo efectuar y ejecutar son casi sinénimos. Ya trabaje en una empresa o en un hospital, en una reparticién estatal o en un sindicato, en la universidad 0 el ejército, se espera de todo ejecutivo que mande hacer lo que debe hacerse. Lo cual, simplemente, signi- fica que debe ser eficiente. No obstante, brillan por su ausencia Ios hombres altamente efectivos en las tareas ejecutivas. Abundan en el plano ejecutivo los muy inteligentes. La imaginacién no escasea. El nivel de conocimientos es, en general, muy elevado. Pero no parece que exista mucha correlacién entre la efectividad y la inteligencia, la imaginacién o el saber de un hombre. Muchos individuos brillantes se muestran sorprendentemente ineficaces: no com- prenden que su notable intuicién no es por si misma un logro. Ignoran que ésta sélo se torna efectiva mediante el trabajo duro y sistematico. Por el contrario, en toda organizacién hay tra- fagones altamente efectivos. Mientras otros se precipitan en esas frenéticas actividades que la gente a menudo confunde con creatividad, el trafagén pone un pie delante del otro y avanza como la tortuga de Ja antigua fabula. La inteligencia, la imaginacién y el saber son esenciales, pero unicamente la efectividad los convierte en resultados. Por si mismos sélo establecen limites a lo que puede ser logrado.

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