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34 LA VANGUARDIA C U L T U R A MIÉRCOLES, 17 ABRIL 2002

De la Rambla al palacio XAVIER ANTICH

Retrospectiva de Nazario, dibujante “underground” y pintor, en la Virreina Un tipo raro

Y
a me dirán si no. Algunos, que no son pocos, lo co-
nocen como –digamos– artista. Algo peculiar, sin
embargo, ya que se dedica a lo que él llama “pro-
yectos de intervenciones urbanas”. O lo que es lo
mismo, obras en las que, después de trabajar con diferentes
grupos sociales que actúan y viven en un determinado territo-
rio, algunas personas excluidas hasta entonces de la imagen y
de la representación acceden a la visibilidad sin, por ello, con-
vertirse en meros “objetos” estéticos. Las antípodas de, ponga-
mos por caso, Sebastiao Salgado o los fotógrafos de Benetton.
Estos grupos pueden ser los diferentes pobladores del Raval
de Barcelona (como sucedió en “Escenas del Raval”, en el
CCCB) o del barrio de los Magraners de Lleida o, reciente-
mente, en el Carmel, que vio invadidas sus paredes y escapa-
rates por unos extraños pósters en los que aparecía gente co-
rriente, normal, como usted o como yo, haciendo cosas nor-
males, como las que todos hacemos, pero, precisamente por
eso, cargadas de una fuerza simbólica especial y sugerente.
Para que se hagan una idea: uno de sus últimos proyectos,
en Grenoble, titulado precisamente “La democracia, ¿es un
arte?”, respondía a una invitación para participar en la remo-
delada Maison de la Culture. El artista, en vez de ofrecer una
exposición al uso para inaugurar el flamante edificio, estuvo
trabajando con diferentes grupos de vecinos del centro y, des-
pués de conocer sus historias y sus problemáticas, decidió col-
gar, en los andamios que rodeaban el perímetro de las obras,
una serie de lonas con fotografías que visualizaban representa-
ciones simbólicas de algunos de sus problemas. Unas imáge-
nes, ya me permitirán, que recordaban, y no sólo por la for-
ma, al Caravaggio más canalla. Como siempre sucede en las
obras de este extraño artista, los individuos dejaban de ser
simples objetos de representación para alcanzar el democráti-
co estatuto de sujetos: capaces, en cierto modo, de represen-
tarse a sí mismos. ¿Cómo no sentirse incumbidos por las
JORDI BELVER obras de este peculiar artista, cuando todos nos despertamos
Nazario ayer en su exposición de La Virreina bombardeados por imágenes que nos cuentan quiénes somos
(o cómo deberíamos ser) y cómo son (o cómo pretenden algu-
nos que sean) los lugares en los que vivimos?
Además de artista, resulta que es compositor: ha grabado
OLGA SPIEGEL mo un paseo por la vida, la obra del bastante completo”, afirmó Nazario. obras, las ha interpretado en conciertos y, para colmo, ha pro-
artista y los lugares que han inspira- Las primeras salas se dedican al có- ducido y, a veces, dirigido varias óperas contemporáneas. Les
BARCELONA. – Llegó a Barcelona do y acompañado a ambas. “Se han mic: “Sábado Sabadete”, historietas ahorraré los títulos. Se
a principios de los setenta como colocado algunas obras en formatos y de “El Rrollo Enmascarado”, “Anar- encarga, también, del
maestro de escuela, pero Nazario Lu- soportes diferentes en distintos luga- coma”, las 55 páginas de “Turandot” CLAUDIO ZULIAN; proyecto del Museo de la
que Vera (Castilleja del Campo, Sevi- res: el Museo Erótico, la Boqueria, la o al dibujo “Ascensión de Ocaña al Maquinista y, mientras
lla, 1944), cofundador de “El Rrollo Rambla, el Café de la Ópera, y la pla- reino de los chulos” –al que homena- apunten este nombre, tanto, está metido en la
Enmascarado”, pronto se convirtió za Reial, donde vive Nazario, entre jea en una sala –. En el recorrido, imá- fase de producción de un
en maestro del cómic “underground” otros. Todos esos espacios pueden genes a menudo provocativas con es- en las antípodas de largometraje: “Fade
nacional y uno de los protagonistas contemplarse en la Virreina, a tiem- cenas eróticas y referencias a la homo- Out”. Durante estos
de la Barcelona creativa, desinhibi- po real, gracias a un circuito de co- sexualidad, siempre asumida. Sebastiao Salgado o los años, por si fuera poco,
da, provocadora que tuvo como cen- nexión”, explica Marta Sierra. “Esta Sigue el Nazario pintor, que utiliza se ha dedicado a escribir
tro neurálgico la Rambla y Ciutat Ve- el difícil arte de la acuarela para ela- fotógrafos de Benetton unos cuentos, que ahora
lla a finales de los setenta y los ochen- borados bodegones, vistas de la Ram- aparecen en Calima Edi-
ta, la época de la transición.
El autor resume treinta bla, la plaza Reial o interiores, con ciones de Palma de Ma-
Por aquellos años Nazario abando- años de carrera, desde el cuadros dentro del cuadro y ventanas llorca. Su título: “Horas de la ciudad”. Son relatos cortos, co-
nó la docencia para dedicarse al có- abiertas al exterior. Sus escenas con mo un breviario para las diferentes horas del día, prologado
mic, al que abandonaría a su vez, ha- cómic inicial hasta sus muñecas, “porque las tengo en casa y –no se asusten– por el marqués de Sade al poco de salir de
ce más de una década, en beneficio me gustan”, y sus últimas obras Charendon y pasearse por la Barcelona posmoderna. Se trata
de la pintura. El Palau de la Virrei- actuales pinturas –carboncillo y tiza– de la serie “Cen- de narraciones tiernas y escépticas, irónicas y, a veces, visio-
na dedica ahora una exposición, “Na- tauros enamorados”, con la que afir- narias, demoledoras o apasionadas. En ningún caso, sin em-
zario. Barcelona 1972-2002”, a revi- exposición serían casi tres en una. ma que no quiere provocar. En las pa- bargo, indiferentes. Una magnífica meditación sobre los nue-
sar la trayectoria múltiple de este Por una parte, me he puesto en con- redes del pasillo se ofrece un fresco vos miedos y paradojas, esperanzas y latidos, de cualquiera
artista y su relación con la ciudad. tacto con amigos, fotógrafos que te- –fotos, carteles, portadas de discos, de las ciudades que habitamos, en las que, como escribe, “no
“Nazario fue extraordinariamente nían recuerdos, periódicos y publica- recortes de prensa con personajes y quedan trayectos ni pausas que no sean las previstas”, aun-
importante en esa Barcelona, su ma- ciones, y los hemos incorporado. La sucesos de la época de la transición.c que, a pesar de ello, muchos –como él, como usted– se empeci-
nera de entender la vida, el cómic, otra es la exposición de mi obra. Y la nan en caminar al azar, porque en cada esquina está inscrito
ayudó a hacer una ciudad más abier- tercera, una visión que Marta Sierra, “NAZARIO. 1972–2002” un poema que espera ser leído y, en cada puerta o detrás de
ta, más solidaria; en algunos momen- Pep Duran –diseñador del montaje– cada ventana, una historia que espera ser contada. Porque,
tos –si se me permite–, más canalla y y Nina Pawlowsky –autora de las Barcelona. Palau de la Virreina. aquí y allá, por debajo de las imágenes y los relatos oficiales,
más divertida”, dijo Ferran Masca- escenografías– dan de mi obra. Apar- Rambla, 99. Tel. 93-301-77-75 están todas las vidas que, con su complejidad a cuestas, se
rell al presentar la muestra. Marta Sie- te hay una proyección de diapositi- Hasta el 9 de junio resisten a perder esa singularidad que las hace irrepetibles.
rra, su comisaria, la ha planteado co- vas, vídeos y películas. Es un retrato Apunten su nombre, no se arrepentirán: Claudio Zulian.c

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