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POR QUE EXPRESAR LA FE

Algo le va al mundo que haya hombres creyentes en Cristo

Pablo Fontaine A., ss. ce.


En un artículo anterior ', me referí a la crisis se toma conciencia del contenido de la fe, la lec-
de la fe en el cristiano revolucionario. Las líneas tura del Evangelio y su confrontación con la vida,
que siguen prolongan esa reflexión. el gesto eucarístico, ele.
Procuro mostrar aquí el sentido que tiene y la Hay, digo, cristianos que no ven ya la necesi-
forma que tendría que adquirir la explicitación de la dad de estas cosas y, si alguna vez las circunstancia
experiencia de fe en el cristiano de hoy, especialmen- los conducen a una reunión o a una liturgia, no las
te en el que está dentro de la lucha política. Pienso rehuyen, las aceptan como símbolos interesantes que
sobre todo en aquellos cristianos para quienes la re- tuvieron un lugar pedagógico en sus vidas. Pero hoy.
ferencia explícita a la Persona de Cristo va dejando este ejercicio explícito de la fe ha cedido su lugar
de tener vigencia. al compromiso real, especialmente político, paiu el
cual la vivencia cristiana anterior fue una buena
Cuando la explicitación de la fe se hace inútil preparación.
¿Qué significa esta ausencia del nombre de
Algunos cristianos no experimentan la necesidad Cristo?
de expücitar su fe o, si lo hacen, es como un re- Positivamente:
cuerdo del pasado y una costumbre. 1" equivale a decir que Cristo es el Nombre que
Llamo aquí "explicar la fe" al hecho de nom- le damos a la Meta humanu. a la Utopia que mueve
brar literalmente a Cristo y referir a Él la existen- a toda la Humanidad en su lucha por la liberación.
cia; por ejemplo, el encuentro comunitario en que 2° equivale también a afirmar que es "cris-
' ••!£! rcsolueionario cristiano > la f e " . Mensaje N? 188, Mayo 1970.
tiano" todo hombre que vive para los demás. Y no
.ilusión al mismo lema en un articulo rudeme: A. Ciscte
"Socialismo y Comunismo", Memaje K1? 200. Julio 197J.
es cristiano el que vive para sí mismo. Es decir que

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el apelativo "cristiano" tiene poco que ver con la También hombres sin fe han valorizado aspec-
adhesión a determinado cuerpo de doctrina; tiene que tos esenciales del Evangelio, hombres que de algún
ver más bien con la aclitud que cada uno asume modo habían bebido el sentido cristiano en su me-
frente a su hermano. dio cultural. Es el caso del marxismo cuyas raíces
3? equivale, por último, a afirmar que el em- cristianas han sido señaladas tantas veces.
pleo de una ciencia y de una técnica eficaces valen Sin embargo, podría pensarse que la Imagen de
más para el desarrollo del hombre que Jos ideales, Jesucristo, hermano de todo hombre, amigo de los
las reflexiones y las conversiones interiores. pobres, generoso hasta dar la sangre, ya está defini-
Negativamente es dejar las expresiones de la fe, tivamente adquirida para la Humanidad, que su pa-
pues se piensa que volver a ellas viene a ser: labra liberadora ya se ha hecho carne en el espíritu
humano y ha tenido traducciones en vidas más cer-
1? olvidar el contenido real de nuestra Meta:
canas a la nuestra y por lo mismo más elocuentes.
liberación del hombre (lo que no es sólo estado
La era propiamente cristiana, con una referencia ex-
futuro, sino proceso actual), y quedarse con un
presa al Nazareno, podría darse por terminada. Su
Nombre, un Mito que parece habitar en un ámbito
figura podría quedarse como modelo de humanidad
etéreo, lejos del espesor realísimo de la tarea in-
y, tal vez, podría satisfacer las necesidades subjeti-
mediata.
vas de algunos hombres particularmente dotados para
2? hacer grupo aparte con los hombres que lle- lo religioso.
van el mismo apellido, el de "cristianos", en vez Vendría ahora la época posteristiana en que tos
de entrar junto con todos en la misma lucha, hombres - que - viven - para - los - demás se esfuerzan
3? poner el acento en lo interior y subjetivo, por hacer un mundo habitable y un hombre más libre.
y tío dar valor al uso de medios eficaces.
No es el caso de valorar aquí moralmente esta La explicitación de fa fe para el mundo
actitud y decir si está bien o está mal. Lo que ver-
daderamente está en cuestión en todo esto es si vale Vuelve entonces la pregunta más precisamente:
la pena que haya cristianos en el mundo, si tiene ¿Es importante para el mundo, esto es, para la Hu-
sentido el que algunos hombres adhieran explícita- manidad en camino, que algunos hombres crean en
mente a Jesucristo y qué implica esto. Jesucristo y tengan puestos los ojos de su vida en Él?
Y lo primero es considerar qué ha significado Pienso que sí. Algo le va al mundo en esto de
Cristo hasta ahora para la historia de la Humanidad. que haya hombres que estén ahi para creer en Cristo.
Porque muchos, al referirse a este punto, se quedan Tal vez no sería importante si fuera posible
con la impresión negativa que pueden dar las igle- que, sin el recuerdo suyo ni explicitación de su men-
sias y concluyen que el cristianismo no ha sido saje, el hombre se mantuviera abierto y no convir-
más que alienación y oscurantismo. Pero el que con- tiera en absolutas ninguna de las construcciones que
sidera serenamente, más allá de los defectos de los él mismo realiza en su proceso de desarrollo; por
cristianos, lo que Cristo ha aportado al crecimiento ejemplo, lo que construye a partir de la ciencia y la
de la Humanidad, tendrá que reconocer que en Él, técnica. Si le fuera posible también no sólo ser cons-
el hombre ha comprendido su propia dignidad per- tructor y productor; sino también capaz de recepti-
sonal, ha recibido un llamado apremiante a darse vidad, capaz de ssr aceptador del don, capaz de dar
por los demás, ha sentido la consistencia propia de gracias, capaz de io gratuito, del amor que llega, de
este mundo y ha despertado al anhelo de liberación la poesía inútil, de la risa y del juego. Si. finalmente,
para todos los hombres. fuera capaz de mantenerse porfiadamente constante
Sin pretender que esté manifiesto a todos que en el respeto y el amor por cada persona, aun den-
estos aportes provengan exclusivamente del mensaje tro del conflicto más duro y de la lucha más vio-
de Jesús, puede decirse que han sido incorporados lenta.
a la historia bajo su signo; más aún, han sido in- Si todo esto fuera posible, parece que no sería
corporados a través y a pesar de los cristianos, sin tan importante la presencia visible de Cristo en el
los cuales no quedaría memoria de Cristo en el mundo. Pero no se ve posible.
mundo. Que el creer explícitamente en Jesucristo sea

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necesario para cada uno de los cristianos, me pare- vo si no se ha encontrado el Regalo total de la exis-
ce evidente por cuanto el llamado de la fe hace im- tencia ni se ha dicho "gracias" desde la entraña de
posible, al qus es llamado, vivir coherentemente sin la propia vida, en buenas cuentas, si no se ha acep-
referirse a Cristo. Razón es ésta suficiente para no Lidu s¿r creado y re-creado por la Fuente que bulle
abandonar ligeramente la fe; de ahí también que desde el fondo de la vida y de la historia; o amar
se la deba anunciar, para que la reciba todo el que verdaderamente a ¡as personas si no se ha producido
está llamado. De nadie se puede prejuzgar que no el encuentro con la Persona que a-.ú en lü profundo
esté llamado a la fe. del que tiene hambre, o sed. o está encarcelado.
Por otra parte, que creer así en Jesucristo no \ Ü di¡io que 'lo se ¡v.u.!.i hacer algo Je todo
sea necesario para todo hombre se hace manifiesto eso sin referencia directa a Cristo; digo qus no re-
por aquello de que cada hombre no será juzgado sulta fácil a la familia terrestre crear el Hombre
por lo que pensó, sino por lo que hizo por su her- pleno sin que haya seres que obstinadamente tengan
mano. Y por esta razón, el anuncio verbal de la fe los ojos fijos en c¡ que fue traspasado y que ahora es
ha de ser discreto, aunque el anuncio vital o testi- Vida del mundo.
monio debe resonar muy claramente. De ahí que para los que son llamados a la Co-
Ccn todo, sostengo que al mundo como tal, munidad de creyentes (ceelesía) el ser cristiano no
aunque no lo sepa, algo le va muy importante en signifique un seguro de salvación personal, sino her-
que haya cristianos, quiero decir, hombres cuyas vi- mosa, pesada e ineludible misión: representar en
das hablen más alio que sus alusiones verbales a Je- el mundo el Rostro del que permanece en lo invi-
sucristo, mientras dan a conocer con simplicidad "la sible.
razón de su Esperanza" (1- ep. de Pedro, III, 15).
Pero, ¿no bastaría que algunos hombres de bue-
na voluntad mantuvieran las condiciones dichas: lu- La referencia a Cristo desde la misma fe
charan por una abertura del hombre, fueran critico;
Pero aún en el caso de que todo esto fuera
frente a toda realización humana y se mostraran re-
posible sin una comunidad de creyentes que dice
ceptivos al don?
a Cristo, ésta seguiría siendo importante, con una
Pienso que no, porque resulta difícil ser per-
especie de "'necesidad" que sólo puede ser compren-
manentemente crítico sólo a partir de "ideas" cumu
dida desde la fe. Y es la siguiente: los cristianos
humanidad, fraternidad, libertad, etc.; o ser recepti-
se han encontrado con Cristo real y no con una
idea. Los testigos de la resurrección tuvieron una
experiencia única de la Vida irrumpiendo en este
mundo, se encontraron anticipadamente con el Hom-
bre pleno, libre, gozoso, final, como quien dice con
el hombre hecho Dios.
Esta experiencia del fin de los tiempos la comu-
nicaron a otros; estos otros movidos interiormente
por una Fuerza nueva han adherido a la misma
realidad. Esa es la fe que hemos recibido de los
que vieron y oyeron, fe que viene a ser como nue-
vos ojos dados al hombre.
Pues bien, nuestra atención a la Persona de
Cristo está fuera de toda clasificación como útil o
inútil. Es el encuentro personal gratuito en que sim-
plemente se mira y se ama, aplauso regocijado por
la existencia del otro.
Eso que llamamos "explicitación de la fe" tiene
así algo de gratuito. Por eso, cuando nos reunimos
nos ponemos a escuchar las palabras que Cristo pro-
Ser cristiano no dignifica seguro de salvación sino repre-
sentar en el mundo el Rostro de Cristo nunció en su vida mortal, palabras llenas d¿ peso

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y urgencia para nosotros. De ahí que escudriñemos En principio de acuerdo, pero la afirmación es
las cosas que pasan y tratemos de descubrir la imagen ambigua. Digamos mejor que los cristianos son los
de Cristo en el dibujo de la historia, como los após- que, adheridos a una Persona, antes que a una doc-
toles a la orilla del lago se esforzaban, en la semi- trina, se esfuerzan por darse a los demás. Lo hacen
oscuridad del alba, por distinguir los rasgos de en un mismo afán con todos los hombres.
Jesús. De ahí que, representando su Cena, imitando
sus gestos, demos un ropaje tangible, con las pala- 3" "Vale más la praxis que el pensamiento sub-
jetivo".
bras, el canto o el ademán, al Resucitado presente
entre nosotros. De acuerdo, si se quiere rechazar lo subjetivo
como juego mental. De acuerdo también en que
Todo esto parecerá absolutamente de más para
haya hombres cuya meta final no es clara, ni menos
el que piense que el Evangelio es sólo cumplimiento
personal. Pero que se permita a los que creen en
de prácticas (ya so trate de devociones, leyes mo-
Cristo, juntar el compromiso de la acción con la
rales, beneficencia o acciones políticas).
conciencia de una Presencia que va más allá de "su"
Es verdad que seremos juzgados por nuestros
acción. Sólo un terrible malentendido puede llevar
hechos. Pero esta afirmación puede ser entendida
a los creyentes a ser menos eficaces.
rígidamente y hacer del Evangelio una seca exigen-
Si algunos avanzan en la oscuridad, sin que
cia de acción para tranquilizar la propia conciencia.
nadie espere en la punta del camino, otros saben
Más allá de todas las prescripciones del Evan-
Quién es el que sale al encuentro y lo nombran;
gelio, más allá de todo lo que nos dice Dios, está
pero unos y otros llegarán al mismo término, en la
Dios mismo. Es esta revelación personal la que vie-
medida de su fidelidad a su propio llamado.
ne corriendo por todas las páginas de la Biblia, desde
que Moisés oyó el Nombre de su Señor: "Yo Soy".
Es verdad que los cristianos no hemos compren- Condiciones actuales de una experiencia de la fe
dido suficientemente que se nos pedía actuar, es ver-
dad que la ortodoxia ha parecido a menudo más ¿Es posible avanzar más y señalar en qué con-
importante que el amor. Había un error en todo eso, diciones es posible hoy una experiencia y una expli-
el de poner el pensamiento abstracto por encima de citación de la fe en los cristianos comprometidos?
la acción en favor del hermano. Pero ahora que es- Arriesgándome en un terreno más inseguro, porque
tamos desbordados por esta acción de nuevo tipo más concreto, creo que es posible indicar estas con-
que nos están enseñando nuestros amigos no cris- diciones.
tianos, ¿no podríamos recobrar la contemplación,
la única que importa, contemplación no de ideas,
sino de la Persona de Cristo? ¿No tendría el cris- 1) Compromiso eficaz
tiano que ser extremadamente arrojado en la acción,
mientras su corazón simplemente mira y vigila? Se nos ha dicho con sobrada razón que "el
infierno está pavimentado de buenas intenciones".
Caen así las objeciones que indicaba al comen-
Muchos que llevan el nombre de cristianos y que
zar (p. 523):
fácilmente explicilan su fe (asisten a Misa, partici-
IV "Cristo sería sólo el nombre de la Meta hu- pan en movimientos apostólicos), parecen conten-
mana". tarse con una vaga "buena intención" y con una
Es verdad, sólo que esa Meta es personal. Y adhesión interior a los "valores cristianos".
cuando se trata de una persona es posible el diálogo ¿Tendrá conciencia cada cristiano que su vida
y el amor. Que todos lo sientan así, no es posible no puede tener otro sentido que la entrega total B
ni necesario. Pero aquéllos a quienes ha sido dado, los demás? ¿Que no es posible descansar en el em-
han de ser fieles tanto al diálogo como al quehacer. peño de buscar caminos para el hombre mientras
Ambos vienen a ser una misma cosa: una acción in- quede en el mundo un hombre sin casa, una mujer
teriormente encendida; una luz transformada en abandonada, un niño sin educación? Las reuniones
tarea. de cristianos tendrían que ser siempre de personas
2" "Cristianos son los que se dan a los de- así entregadas o en búsqueda de su compromiso.
más, no los que adhieren a una doctrina". Ya es casi un lugar común decir que como

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Cristianos: hombres que se enfrentan con toda la vida y la muerte

hombres que vivimos en países pobres y dominados, que lleva en su oración el sufrimiento de todos los
este empeño tendrá que tener a menudo una conno- hombres, que se interroga sobre la pobreza de su
tación política, pues la caridad de persona a perso- convento, que está atenta al senlido que tiene la ac-
na o la suma de conversiones individuales al bien. ción de la Iglesia en el momento presente y a la
no es suficiente, y a veces disimula los problemas. calidad de la acción social de las personas que to-
Tampoco parece necesario seguir discutiendo si man contacto con el monasterio.
hay que cambiar el hombre o las estructuras. Las Se objetará que así todo resulta político y que,
estructuras son también parte del hombre. El que en consecuencia, la palabra se desvanece. A lo que
busca el desarrollo de todo el hombre y de todos los respondo: primero, que me refiero a la línea gruesa
hombres, sabe que son tan ineficaces las transfor- de la vida y no a cada circunstancia. Segundo, que
maciones puramente interiores como los cambios me- el ejemplo dado es un extremo; desde ahí hay que
cánicos de estructuras. partir, y cada uno tendrá que encontrar su propia
Más aún, habría que decir que actualmente, dimensión socio-política.
en nuestros países, toda vocación por el hombre ha Es a partir de su compromiso y de la reflexión
de ser política. No en el sentido de que todos estén que suscita, reflexión encaminada a una eficacia,
llamados a ingresar a un partido y a intentar el ma- que el cristiano debe llegar normalmente a una ex-
nejo del poder público; pero sí, en el sentido de que presión de su fe. Me refería al comienzo de este
su proyecto de vida no puede prescindir de las gran- artículo a los cristianos comprometidos que. debien-
des realidades socio-económicas y de las fuerzas que do elegir entre la eficacia y las consideraciones in-
las mueven. De esto no escapa ni el filósofo, ni el teriores, se quedan con lo primero. Es que no puede
artista, ni el científico. ser que esos cristianos encuentren un aire enrare-
Lo menos que se puede pedir es que se "sos- cido en las liturgias y reuniones. Se justifica que no
peche" la existencia de un ámbito más amplio y de- quieran tomar asiento junto a los que buscan olvi-
cisivo que el pequeño círculo de las relaciones in- dar la dura realidad cuotidiana en un ambiente sa-
mediatas. Vale esto hasta para la monja carmelita grado que los distrae e inmuniza.

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3.— Mensaje.
L.n caía línea, se ve perfecta me me legitimo pro- Para que muchos lleguen a la misma conciencia
mover reuniones de cristianos de una misma opción de la ruta por recorrer, no es necesaria la mediación
partidista en torno de un análisis político, abando- de grupos selectos de intelectuales, pero sí se re-
nando la idea de un necesario pluralismo ideológico quieren hombres que no vivan sólo el momento, que
dentro de cada pequeña comunidad cristiana, siem- SR enfrenten con toda la vida y la muerte, con los
pre que se advierta que dicho análisis político no ojos abiertos al dolor, la alegría y el amor, que lleven
agota ni reemplaza el contenido evangélico y que se al extremo la pasión por el hombre y su mundo.
den caminos para una comunidad más amplia. Esta No se trata de hacer una reflexión moralizante,
solución mantiene la unidad de la fe (no se la re- sino de preguntarse a fondo sobre el sentido de la
duce a una sola opción) y la concreción de esta existencia humana y de "convertirse" al hombre a
misma fe (en un compromiso político dado), sin cada paso.
sacrificar ninguno de los dos polos de la tensión, ni Tanto el primer punto, compromiso en la acción,
disminuir el dolor en que se la debe vivir. como el segundo, reflexión sobre el hombre, no im-
plican todavía explicitación de la fe y podrían darse
con mucho fruto entre no cristianos. El tercer punto
2) Reflexión sobre el hombre es específico de los cristianos, pero no tiene ningún
sentido sin los anteriores.
A partir de la acción, los cristianos, entre ellos
o con otros, deberían hacer una reflexión sobre el
sentido mismo de la existencia humana. 3) Referencia a Crista
Es que hoy sufrimos la sectorización, y con-
secuente reducción, del hombre. Cuanto el hombre Mucho antes de que los libros de teología nos
construye o descubre tiende a ocupar todo el sitio. explicaran ía noción de secularización o la diferen-
Es importante para la misma acción, y no un lujo, el cia entre fe y religión, ya sentíamos vitalmente que
que haya lugares en que se dé una reflexión más se estaba operando un gran cambio a nuestro alre-
amplia sobre el hombre mismo. dedor respecto a la esfera de lo religioso.
Este tipo de reflexión se da raramente en el En la medida en que los hombres han sido ca-
partido político, en el encuentro de amigos o en el paces de explicarse los fenómenos naturales e his-
grupo de trabajo. La comunidad cristiana debería tóricos a través de la formulación de las leyes que
ser el lugar privilegiado para ensanchar el horizonte, expresan su condicionamiento, en la medida en que
para hacer sentir la belleza al técnico. la amistad al el descubrimiento de estos condicionamientos les ha
político, la risa al científico, y al artista el sentido hecho posible su transformación, la atribución re-
del acontecer histórico. ligiosa se ha hecho más discreta y la imagen de Dios
Estos grupos tendrían que preguntarse prime- se ha desplazado más allá de los fenómenos, como
ramente qué necesita el hombre. Esta pregunta vie- un Otro respecto al mundo.
ne normalmente después de la acción y antes de la Para muchos, Dios no es la "explicación" del
referencia explícita a Cristo. Y su respuesta tendrá mundo ni viene a llenar una "necesidad" humana
que ser: el hombre anhela la fraternidad, ta justicia, (por lo menos en -el sentido de que deba entrar a
la paz, el pan y la educación, el desarrollo de la jugar para hacer inteligible la realidad humana); he-
inteligencia y del corazón, la belleza y el amor, etc. mos comprendido que es realmente un Dios gratuito,
El hombre de fe sabe que este anhelo no tiene y sin embargo no sobre-añadido como desde fuera,
fin mensurable, pero que tampoco es indefinido, que un Dios que no requiere lugares ni tiempos sagrados,
tiene un objeto preciso. Él se sitúa entre el que ni sacerdotes mediadores, ni sacrificios expiatorios 2.
asigna al hombre un objeto concreto e intrahistórico Por otra parte, ¡as críticas a la religión, hechas
y el que hace consistir al hombre en un esfuerzo in- por los "maestros de la sospecha" (Freud, Marx,
finito nunca logrado. Pero este "saber" del cris- 1
Para la fe cristiana, no hoy más verdadero Sacerdote que Crtsio.
tiano sobre el encuentro con una Persona Infinita, De esle Sacerdocio único participa el conjunto del Pueblo tle Dios,
y también, en otro sentido, los ministros que lo representan para
plenitud para el hombre, no obsta, al contrario pone servicio tle este Pueblo. Y no hay más sacrificio que el de Cristo
en la Cruz, su prolongación en el culto real que consiste en dar
mayor dinamismo al diálogo sobre lo humano. la vida por los hermanos, y su Sacramento que lo contiene
eficazmente, la Eucaristía.

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Nietzche) nos han puesto más cautos frente al hecho ción de Dios, dentro de la maraña de lareas y con-
religioso. No confundimos lo religioso con lo bueno flictos humanos. ¿Cómo expresar entonces esa Rea-
y lo honesto sin más. Sabemos que lo religioso pue- lidad que está en lo más denso de la materia y de la
de ocultar extrañas distorsiones del alma humana, historia, que a la vez es Personal y nos fundamenta
puede ser empleado para someter al hombre o puede radicalmente? ¿Cómo realizar este "dirigirnos a" sino
íur la expresión de los débiles. a través de signos que tienen algo de poético o dra-
Con todo, Dios es percibido hoy religiosamente mático, símbolos que apuntan a lo que parece irreal
y con verdad. Lo es en la medida en que se hace a nuestro mundo familiar, simplemente porque lo
patente en el adentro y en el afuera del hombre: sobrepasa?
ambos simultáneamente, con la misma fuerza y en Señalemos algunos de estos signos que, supo-
continua tensión. niendo todo lo dicho más arriba, pueden tener sen-
En el adentro: es decir en la mirada que ama, tido para el cristiano de nuestros días que ha com-
con algo de ese versículo del Gloria de la Misa: prendido el por qué del encuentro lúcido con Cristo.
"Gracias te damos por tu inmensa gloria". Siempre En una celebración, los signos más accesibles
reconocimiento de la gratuidad de Dios y de nuestra son los dirigidos a personas visibles: sentarse juntos
radical religación o Él. que no es expresable total- en rededor, comer, saludarse, cantar, conversar.
mente en palabras. El encuentro con Otro pide algo más: escuchar
En el afuera: esto es en el corazón de la ac- las palabras dichas por testigos antiguas y modernos,
ción humana, en la entraña de la vida diaria y preo- y las del propio Cristo, palabras que nos juzgan.
cupación fraternal. "Dios, decía Teilhard de Chardin, Luego, el silencio, que no es sólo reflexión y
nos espera a cada instante en la acción, en la obra pacificación del espíritu; el silencio sugiere que el
del momento. Está, de algún modo, en la punta de hombre enfrentado al Resucitado se transforma él
mi pluma, de mi herramienta, de mi pincel, de mi mismo todo entero y anticipa, por lo que en él hay
aguja, de mi corazón, de mi pensamiento" '. de luz interior, el encuentro definitivo y la plena
Naturalmente, este tipo de religiosidad que pres- libertad.
cinde de muchas formas tradicionales no es fácil Están también las palabras que decimos. Pocas
de llevar. Pero es el de nuestra época. Ser hombre y significativas, las precisas para sostener la atención
de fe hoy tiene una particular dificultad, aunque a de la mente y para que todos puedan unirse en un
la vez una particular belleza y verdad. mismo sentir.
Como para los místicos de la teología negativa, Por fin, algunos gestos sencillos como partir el
para nuestra época. Dios es una especie de Nada. pan, repartir el pan y el vino, productos de nuestro
Es verdad que los rayos de este inmenso abanico de suelo que los hombres de nuestra tierra elaboraron
Nada convergen a un rostro personal, el de Jesús, y en el dolor o la esperanza.
nuestro encuentro es entonces con Alguien: "Quien Todos estos ritos han de ser capaces de dibujar
me ve, ve a mi Padre" ()uan 14,9). a la vez la condición de nuestro mundo y la del
Pero como el Resucitado es invisible a nuestros mundo que viene, gestos que muestran la tensión de
ojos y sus dimensiones son las del Hombre Total, hombres llamados a una dimensión infinita.
permanece la oscuridad de nuestra fe. Lo que aquí se dice de las "celebraciones" vale
Es cierto que Cristo se ha hecho visible en una también, en diversa proporción, del resto de la vida.
multitud de hermanos: "Lo que hicisteis con mis Muchos de los elementos nombrados: pensamiento,
hermanos más pequeños, a Mí me lo hicisteis" (Ma- lectura, silencio, palabras, en general, atención del
teo 25,40). Pero entonces los gestos más expresivos espíritu e inclinación de toda la existencia, se dan
de la "religión" vienen a ser los de la conducta hu- en el tejido cuotidiano de la vida individual.
mana: "La religión pura y sin mancha delante de Tal vez, cuando tantos dicen que nuestra época
Dios, nuestro Padre, consiste en ocuparse de los nos acelera y desintegra, precisamente ahora sea el
huérfanos y de las viudas cuando están necesitados momento más propicio para una mirada vital que,
y en no contaminarse con este siglo" (Santiago 1,27). señalando inequívocamente la Meta del mundo, le
Lo cual nos deja nuevamente lanzados a la persecu- dé sentido no sólo a la acción del hombre de fe. sino
1
Tellhard tic Chnrdin, " L e milicu d i v i n 1 . Hd. d u SL-UÜ. 1957, p. 54.
a toda esta humanidad que peregrina.

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