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El Péndulo de La Riqueza: La Economía Argentina en El Periodo 1880 - 1916
El Péndulo de La Riqueza: La Economía Argentina en El Periodo 1880 - 1916
A fines del siglo XIX con el desarrollo del capitalismo internacional las economías
más avanzadas entraban en un proceso de industrialización siguiendo la
Revolución Industrial que género un exceso de bienes manufacturados que había
que exportar, un aumento de demanda de alimentos para su población y de
materias primas para sus fábricas para importar. También se comercializaba
trabajo y capital principalmente de Europa salían a las zonas que las requerían,
con mejores salarios y mayor rentabilidad al capital.
A mitad del siglo XIX la Argentina aun no estaba preparada para inserción al
mercado mundial ya que no había capitales y su población era muy poca, además
de que no existiera un Estado Central que ofreciera el orden a los futuros posibles
inversores. Pero el orden empezó a gestarse de a poco garantizando la seguridad
jurídica, la propiedad privada y el libre movimiento de capitales y fue así como
comenzaron a llegar capitales al país a un ritmo mucho mayor que en las décadas
anteriores.
La región pampeana con su clima y su tierra fértil fue el eje de la expansión de los
blancos que fueron ocupando las tierras desplazando a los indígenas hasta que
con la Campaña del Desierto liderada por Julio A. Roca en 1879 se los elimino de
la región. Estas tierras vírgenes se destinaron a la producción y a la compra-venta
en el negocio inmobiliario que ya afloraba. En un comienzo su valor era bajo pero
dado su productividad el valor subió hasta 10 veces.
El trabajo de la tierra principalmente fue provisto por las migraciones internas y por
las inmigraciones principalmente europeas que llegaban al país tentados por los
buenos salarios, tierras y por escapar de la situación que vivían en su tierra natal.
Economía Pampeana
En 1912 se dio el grito de Alcorta, el 1er conflicto agrario de este siglo en la región
pampeana.
Los Ramos Generales les proveían a los chacareros tanto bienes como créditos,
generalmente con la prenda de la futura cosecha, que a su vez los chacareros
tendrían levantarla con la ayuda de peones y maquinas que alquilaban. Luego la
cosecha debían enviarla a puerto y allí necesitaban unas bolsas de yute muy
caras para cubrirla. El flete con el FFCC era alto.
Los inversores perdían dinero por la existencia de dos monedas: los pesos papel o
moneda nacional emitidos por el Estado que variaban con la emisión local y los
pesos oro que cambiaban por pautas internacionales mucho mas estables. Existía
una constante inflación que hacia que la moneda nacional perdiera valor respecto
del oro, cuyo aumento era llamado “el premio del oro”.
Para fijar una relación estable entre las 2 monedas, se implanto en 1881 un patrón
bimetálico por el cual se respaldaba en oro y plata cada peso emitido localmente,
pero ante una pequeña crisis se volvió a la inconvertibilidad, que obligaba a
aceptar la moneda según su denominación pero sin poder cambiarla libremente
por oro ya que el Estado no tendría con que pagar. La relación inestable entre
estas dos monedas favorecía a los exportadores que obtenían sus ingresos en
pesos oro y sus costos eran en pesos papel.
Con la crisis se termino con el sistema bancario liberal y quebraron varios bancos,
privados y estatales, reorganizándose en una forma mas conservadora. Se creo
en 1891 el Banco de la Nación que llevo durante esa década un método más
conservador para conceder créditos.
Uno de los sectores que mas pujaba por esta estabilidad era el comercio. El
minorista empleaba un gran número de personas y se desplegaba en cualquier
sitio que contara con cierta demanda, en cambio el mayorista, tendió a diversificar
sus ofertas con productos importados y nacionales. Aparecían nuevas
especialidades como la de los comerciantes mayoristas introductores que se
dedicaban a enviar mercaderías al interior.
Entre 1881 y 1916 los habitantes de Argentina se habían triplicado mientras que
eran tres veces mas ricos.
De nuevo en 1873 se entro en una crisis que impacto sobre todo a la economía:
crisis de balanza de pagos. Años antes argentina recibió cantidad de capitales en
forma de préstamos al gobierno y el aumento de divisas ingresadas por la
exportación, llevaron a un aumento del consumo interno y de las importaciones
que superaban a las exportaciones lo que produjo un déficit de la balanza
comercial. Ante esto se retrotrajeron las inversiones. El gobierno de Avellaneda
decidió no dejar de pagar la deuda externa para mantener la imagen del país, e
impulso un plan de aumentar los impuestos a las importaciones y un ajuste a los
gastos de gobierno.
A fines del 70 la crisis había pasado, pero una nueva crisis llevo a interrumpir el
optimismo en 1884 con elementos similares a la anterior. Pero el país salió de ella
sin muchos esfuerzos y en la mitad de esa década volvió el crecimiento, aumento
el consumo y las importaciones lo que llevo a un balance comercial favorable que
se compensaba con una cuanta capital positiva por la llegada de prestamos
extranjeros.
De nuevo una crisis volvió a azotar por: una sobreproducción industrial donde se
reducían los precios y llevo a varias empresas a quebrar y por el temor de una
guerra con chile no se concedían créditos. El sector externo permitió que el país
comenzara a pagar su deuda renegociada pero el sector interno solo mostro un
crecimiento después de un sacudón financiero mundial en 1901.
Gran parte de este crecimiento se dio por el optimismo económico que argentina
generaba largo plazo.
Ya en 1913 este buen ciclo se vio afectado por una crisis internacional por la
inseguridad por la guerra de los Balcanes en los inversores. Esto provoco una
crisis en la banca privada porque los depositantes tendían a sacar sus ahorros y
dejarlos en un banco oficial, siendo un éxito del Estado que había buscado en sus
esfuerzos.
Uno de los resultados de la política fiscal argentina fue una inevitable protección
selectiva y compleja a la industria local.
Una serie de bienes de consumo resulto protegido por tarifas que solían surgir o
profundizarse como consecuencia de una crisis. La política industrial de protección
selectiva fue redondeada por el mismo estado a través de quien fue uno de sus
constructores, Roca, en 1899, donde se debía tomar caso por caso y decidir en
consecuencia.
En el momento de discutir la ley de convertibilidad monetaria, existían dos
posturas seriamente enfrentadas: los papelistas, que deseaban una conversión del
oro al peso a niveles que implicaban una fuerte devaluación, y los oristas, que
querían que el mercado siguiera funcionando libremente en la fijación del tipo del
cambio. Roca tomo una posición intermedia, optando por la intervención estatal
pero a un nivel menor que el sugerido por los oristas.
Los ingresos del estado nunca llegaban a cubrir sus gastos, por lo que el déficit
fiscal era común. El agujero fiscal se cubría a partir de la emisión de deuda
publica, lo que llevaba a un aumento de la tasa de interés del sistema y una caída
de la inversión del sector privado, que preferían invertir en títulos del estado.