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Departamento de Farmacología; Introducción. La especial localización anatómica de la glándula pineal en el sistema nervioso central ha dado lugar a nu-
Facultad de Medicina;
Universidad de Alcalá (F. López- merosas hipótesis fisiológicas sobre el papel funcional de este órgano a lo largo de la historia.
Muñoz, C. Álamo). Departamento
de Biología Celular; Facultad
Desarrollo. Desde la Antigüedad clásica, el órgano pineal (conarium) era considerado como un esfínter valvular que re-
de Medicina; Universidad gulaba el flujo de los spiritus animalis a nivel ventricular. Pero es en el siglo xvii cuando la glándula pineal alcanzó sus más
Complutense de Madrid; Madrid, altas cotas de relevancia fisiológica, al ser considerada por René Descartes como la estructura anatómica que albergaba
España (F. Marín).
en su seno la sede del alma.
Correspondencia:
Dr. Francisco López-Muñoz.
Conclusión. Las hipótesis cartesianas relativas a la glándula pineal no tuvieron un excesivo eco en la comunidad científica
Gasómetro, 11, portal 3, 2.º A. de su época, y el interés por este órgano declinó a partir de este momento hasta el siglo xx, en que se constató definitiva-
E-28005 Madrid.
mente su naturaleza neuroendocrina.
E-mail: Palabras clave. Descartes. Glándula pineal. Historia de la medicina. Melatonina. Transductor neuroendocrino.
francisco.lopez.munoz@gmail.com
El Conarium de Galeno: la glándula Figura 1. Recreación artística de una de las leyendas sobre la aparición
pineal en la Antigüedad clásica del tercer ojo de Shiva.
esta glándula (a la que llama ‘glándula superior’) por las hormonas, sobre la transmisión química del
es un órgano inmóvil, adherido a las meninges y impulso nervioso, sobre las neurohormonas... so-
dorsal al sistema ventricular, y carente de los poros bre las enzimas que las liberan o destruyen, sobre
cartesianos, lo que impediría su papel en la convec- la preponderancia extraordinaria de las aminas bió-
ción de los ‘espíritus animales’ [28]. El anatomista genas en la región diencefálica en relación con las
danés Thomas Bartholin (1616-1680), además de demás regiones cerebrales’ [30].
por el tamaño de la glándula, también aducía otra En cualquier caso, y prescindiendo de las consi-
serie de razones para descartar dicha localización deraciones filosóficas de Descartes en relación con
en su obra Anatome ex omnium veterum... (1673), el alma, la descripción cartesiana de la percepción
como su hipotética e incierta movilidad o la inexis- sensorial y del papel desarrollado por la epífisis no
tencia de poros ventriculares e intraglandulares por es tan diferente, en esencia, de lo que hoy conoce-
donde se diseminarían los espíritus, en la línea de mos, pues Descartes nos presenta al conarium como
los comentarios críticos de Stenon [29]. Willis, por una especie de ‘transductor’ de señales, a modo de
su parte, aduce que es escasamente creíble que la centro de integración sensorial y de relación con el
glándula pineal sea el asiento del alma y sede del mundo exterior. Y para ello precisa del armónico
raciocinio, habida cuenta de que los animales, se- concurso de los ‘espíritus animales’, a modo también
res carentes de las propiedades superiores del alma, de una suerte de agentes hormonales en la termi-
como la memoria o la imaginación, están dotados nología fisiológica actual. Así pues, podemos inter-
de órganos pineales incluso más desarrollados que pretar las hipótesis cartesianas como un avance me-
los humanos (Cerebri anatome cui accessit nervo- tafórico (e incluso poético) de la realidad científica
rum descriptio et usus, 1664). Para Willis, la epífisis, actual en relación con la glándula pineal.
al igual que otros órganos glandulares situados en
la vecindad de importantes lechos vasculares, ten-
dría una mera función de absorción de los fluidos
Bibliografía
secretados desde los vasos arteriales [11].
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A lo largo de la historia, el órgano pineal ha consti- vol. 52. Amsterdam-New York: Elsevier; 1979. p. 1-22.
tuido un auténtico enigma anatómico y han predo- 4. López-Muñoz F, Boya J. El papel de la glándula pineal en la
minado, tal vez en exceso, las interpretaciones me- doctrina psicofisiológica cartesiana. Acta Physiol Pharmacol
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tafísicas y espirituales sobre su papel funcional. De 5. Kudlien F. Medicina helenística y helenístico-romana.
hecho, siempre que se aborda el estudio del cona- In Laín-Entralgo P, ed. Historia universal de la medicina.
rium desde la perspectiva histórica, surge la figura Tomo II, Antigüedad clásica. Barcelona: Salvat Editores;
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de René Descartes, uno de los filósofos más leídos y 6. Kitay JI, Altschule MD. The pineal gland. A review of the
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supremacía de este órgano sobre cualquier otro de 8. Hall TS. History of General Physiology. 600 B.C. to A.D.
la anatomía, en tanto que albergaría la esencia úl- 1900. Vol. 1: from pre-socratic times to the enlightenment.
London: University of Chicago Press; 1975.
tima del ser humano, esto es, su alma. Desde una 9. Major RH. Galen as a neurologist. World Neurol 1961; 2: 372.
visión actual, la base científica de que dispuso Des- 10. Lokhorst G, Kaitaro T. The originality of Descartes’ theory
about the pineal gland. J Hist Neurosci 2001; 10: 6-18.
cartes para describir la función de la glándula pineal 11. Swanson LW. Quest for the basic plan of nervous system
es, a todas luces, rudimentaria y carece totalmente circuitry. Brain Res Rev 2007; 55: 356-72.
del rigor que la técnica y la ciencia actual exigen 12. Spillane JC. The doctrine of the nerves. Chapters in the history
of neurology. New York: Oxford University Press; 1981.
para valorar positivamente una teoría. Sin embar- 13. Wilcox J. The transmission and influence of Qusta ibn
go, no deja de extrañar, a casi cuatro siglos vista, la Luqa’s ‘On the difference between spirit and the soul’ [tesis].
intuitiva perspicacia del filósofo francés al explicar- New York: City University of New York; 1985.
14. Schiller F. Pineal gland, perennial puzzle. J Hist Neurosci
nos su modelo fisiológico, como resaltó Jean Delay 1995; 4: 155-65.
(1907-1987), una de las grandes figuras de la psico- 15. Bargmann W. Die epiphysis cerebri. In von Möellendorff
patología del siglo xx: ‘... más curioso aún resulta W, ed. Handbuch der Mikroskopischen Anatomie des
Menschen, V1/4. Berlin: Springer; 1943. p. 309-505.
comparar la noción de los espíritus animales... con 16. Altschule MD. The pineal gland: memory valve or seat of
las nociones fisiológicas sobre la activación cerebral the soul? In Altschule MD, ed. Roots of modern psychiatry.
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The historical background of the pineal gland: I. From a spiritual valve to the seat of the soul
Introduction. Throughout history, the special anatomical location of the pineal gland in the central nervous system has
given rise to a number of physiological hypotheses regarding the functional role of this organ.
Development. In classical ancient times, the pineal body (conarium) was considered to be a sort of valve-like sphincter that
regulated the flow of the spiritus animalis at the ventricular level. But it was not until the 17th century that the pineal gland
finally reached its highest levels of physiological significance, when Rene Descartes considered it to be the anatomical
structure that housed the seat of the soul.
Conclusions. The Cartesian hypotheses regarding the pineal gland did not arouse much interest in the scientific community
of the time, and attention to this organ dwindled from then until the 20th century, when its neuroendocrinological nature
was finally confirmed.
Key words. Descartes. History of medicine. Melatonin. Neuroendocrine transducer. Pineal gland.