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SOLDADURA TOVA.

1. La soldadura por capilaridad en cobre


no es un proceso que requiera una gran
cantidad de herramientas. Hoy en día
cuentas con sopletes con formato de
spray que resuelven con mucha
facilidad este proceso. Para preparar tu
zona de trabajo dispones de mantas
térmicas especiales, pero si te haces
con algunos ladrillos tendrás una
superficie de trabajo igualmente
cómoda y, sobre todo, mucho más
barata. 1

2. La soldadura por capilaridad requiere


un primer paso que es el de cortar los
tubos. Se puede hacer con cualquier
sierra para metales, pero si quieres
hacerlo bien la herramienta ideal es un
cortatubos. Es una herramienta dotada
de una rulina con una rosca de apriete,
con la que se va dando vueltas
alrededor del tubo mientras se le va
incrementando poco a poco el apriete.
Tienes que hacerlo de forma que no 2
ofrezca una gran resistencia al girar.

3. El mismo cortatubos suele llevar una


hoja que se pasa por el interior del tubo
para eliminar las rebabas. Su uso te
evitará cortes y, muy importante,
eliminarás partículas que impidan una
buena unión.

4. Una vez que hayas cortado las


piezas a medida límpialas bien con un
estropajo. Este tipo de soldadura por
capilaridad requiere un estado
impecable de las superficies a tratar,
porque de lo contrario el aporte de
estaño no se fija en los poros del tubo
de cobre.

5. A continuación da a las piezas que


vayas a soldar un decapante especial
con un pincel. No olvides este proceso
porque es fundamental para que la
soldadura no falle. Se aplica en las dos
piezas a unir y no hay que frotarlo ni
secarlo.

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6. Las uniones en cobre se realizan
mediante piezas con un diámetro un
poco superior al del tubo. Existen
codos, “tés” y todo tipo de piezas de
transición a rosca, a otros materiales o
a otros diámetros de tubo.

7. Ahora ya puedes unir las piezas y


empezar a calentarlas. Notarás que el
cobre, con la acción del calor, cambia
su aspecto. Prueba en ese momento si
ya se disuelve el estaño apoyándolo en
el tubo. Es fundamental que no
recalientes el tubo. Estropeará el efecto
desoxidante del decapante y provocará
fugas.
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8. Cuando el estaño se hace líquido


corre sin problema cubriendo y
rellenando por dentro las piezas que
vas a unir. Para lograrlo basta con que
lo apoyes y dejes que se licue sobre la
pieza. No es necesario que calientes el
hilo de estaño con la llama, se debe
fundir por el propio calor del cobre.

9. ¿Y qué pasa cuando el estaño debe


subir hacia arriba? Pues absolutamente
nada, caliéntalo de la misma manera y
se repartirá por todas las zonas en las
que hayas aplicado el decapante,
aunque sea en sentido ascendente.

10. ¿Cuánto hilo debes aportar? La


regla es que, sobre poco más o menos,
debe equivaler en longitud al diámetro
del tubo con el que estés trabajando. Si
quieres ajustarlo mídelo antes y dobla el
estaño marcando la cantidad.

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