Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Una obra de vital importancia dentro de este afán descriptivo de los cementerios
es la obra publicada en la Revista Herencia Vol. 26 titulada Ángeles funerarios del
Cementerio General de la ciudad de Cartago trabajo realizado por Guillermo Brenes
2012, en ella se establece la descripción de los distintos tipos de ángeles presentes en las
sepulturas del sector antiguo del cementerio. Apoyada esta descripción en fotografías,
permite reconocer figuras angelicales que forman un patrón definido y que se repiten en
los cementerios General de Santiago como en el Nº1 de Valparaíso, la obra permite
además vislumbrar la existencia de una simbología mortuoria católica cristiana que no
presenta muchas variaciones según el lugar geográfico donde se encuentre. Por otro
lado podemos enmarcar esta obra en el segundo grupo que encierra lo referido a lo
simbólico bajo estas imágenes ya que tras la descripción de los ángeles el autor realiza
una interpretación simbólica de cada detalle en su figura, postura y objetos que le
rodean.
Los tres grupos de textos ya citados muestran cómo se puede realizar una
construcción del imaginario que la sociedad chilena tuvo frente a la muerte y cómo esta
fue cambiando. Esta construcción tiene como base la materialidad del camposanto y su
carácter simbólico que le otorga un sentido, lo que a su vez se conecta con las prácticas
y actitudes pre y post mortuorias, que si bien pueden verse reflejadas en el luto y el
duelo pueden verse plasmadas también de manera más sólida en la misma simbología
que el cementerio muestra.
Bien ya se dijo que el cementerio puede ser reflejo de una sociedad o grupos ya
desaparecidos o que han cambiado lo suficiente como para no reconocernos en ellos,
entonces cabe preguntarse ¿Cómo se transmite este entramado simbólico?¿Porque hay
elementos que aún nos parecen tan familiares? La respuestas a estas preguntas pueden
ser dadas por el cuarto grupo de obras, que es el sustento de todo este entramado ya que
nos explica cómo grupos desaparecidos pueden seguir vagamente vigentes entre
nosotros a pesar de no existir sobrevivientes de tal grupo. Este grupo apunta
esencialmente a la memoria en dos aspectos: la memoria colectiva y los lugares de
memoria. En este ámbito se enmarca la obra “Memoria Colectiva” de Maurice
Halbwachs, editado por Prensas Universitarias de Zaragoza, 2004. En ella se destaca la
relación entre memoria colectiva y el espacio, el autor señala que la memoria colectiva
es el pensamiento común impersonal que es transversal al grupo, es un elemento estable
que transforma la unión de los seres con base afectiva en la sociedad. El espacio que
rodea a estos grupos pasa formar parte de ellos, estos lo transforman según sus
percepciones, costumbres y distinciones sociales, cada uno de estos espacios es reflejo
de una forma de ser común, los detalles de este espacio solo pueden ser comprendidos
por quienes forman parte del grupo, en otras palabras, el grupo se traduce en el espacio.
Esta relación es de vital importancia para entender cómo un grupo específico plasma su
forma de ser en el propio cementerio, estas formas se resisten al cambio del grupo y aún
permanecen cuando este ya ha desaparecido lo que explica que los nuevos grupos
nacidos de uno en común ya desaparecido siempre tienen elementos de continuidad,
como ya la ha planteado Norbert Elías respecto a las percepciones de la muerte. En este
sentido el espacio permanece como la forma de ser y memoria del viejo grupo.
Un acercamiento al espacio y la memoria lo realiza Pierre Nora en “Les Lieux
de mémorie” de Ediciones Trilce, 2008. Esta obra se refiere a los lugares de memoria,
donde el cementerio tiene un claro reconocimiento con esta clasificación. Ya se ha
mencionado las características del camposanto, en su dimensión material, simbólica y
funcional, estas para Nora son los requisitos que por definición debe tener un lugar de
memoria, señalando además que son restos sobre los que perdura una conciencia
conmemorativa que es solicitada porque se ignora. Por otro lado estos lugares poseen
una voluntad de memoria donde por medio de una acción consciente se quiere mantener
esa experiencia intransmisible de grupos ya desaparecidos, no poseen referentes en esta
realidad ya que son sus propios referentes al ser parte de una forma de ser pasada que ya
no nos pertenece.
- Calveiro, Pilar. “Testimonio y memoria en el relato histórico”. Acta Poética. Vol. 27,
No. 2, 2006, pp. 65-86.
- León, Marco Antonio. Sepultura sagrada, tumba profana: los espacios de la muerte en
Santiago de Chile, 1883-1932, Santiago, Chile: DIBAM, 1997, Biblioteca Nacional de
Chile http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-9236.html
-Torres Arce, José María. El cementerio en el Día de Todos los Santos. Disponible en
Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile http://www.memoriachilena.cl/602/w3-
article-84280.html . Accedido en 6/9/2015.