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13 COMUNIDAD DE BASE

Y PROSPECTIVA PASTORAL
EN AMERICA LATINA
José Comblin, Jaime Díaz, Ménica González, José
Marins, Mario Arroya, Edgard Beltrán, Equipo de
DEPARTAMENTO DE PASTORAL - CELAM
José Comblín
Instituto Pastoral Latinoamericano - IPLA Jaime Díaz
Mónica González
José Marins
Mario Arroyo
Edgard Beltrán
Equipo de Profesores del IPLA

COMUNIDAD DE BASE
Y
PROSPECTIVA PASTORAL
EN AMERICA LATINA

Departamento de Pastoral Instituto Pastoral


13 . CELAM Latinoamericano
Bogotá - Colombia Quito - Ecuador
Coleción IPLA Apartado Aéreo 5278 Apartado 2026
Contenido

pág.
Presentación 7
TEOLOGÍA E IDEOLOGÍA DE LAS COMUNIDADES DE BASE 9
1 Principios teológicos 9
a) Los límites de la revelación y la necesidad
de modelos concretos 10
b) La definición de los modelos concretos 13
2 Ideología de la Comunidad de Base 15
a) Iglesia y evangelización 16
b) La Iglesia comunión 17
c) Los carismas 19
3 Las condiciones y los fundamentos de la Comunidad de Base 19
a) Condiciones objetivas 19
b) Condiciones subjetivas 20

COMUNIDAD ECLESIAL DE BASE (CEB) Y LITURGIA


EN AMERICA LATINA t 23
Introducción ' 23
1 Presidencia y participación renovadas 25
a) Presidencia 25
b) Participación 26
c) Conexión entre Liturgia y vida 27
d) Núcleo de creatividad 27
2 La Palabra de Dios en la Liturgia de la CEB 30
a) Del monólogo al diálogo 30
b) Varios tipos de lectura 30
c) Selección y comentario de las perícopas 31
d) Reflexiones pastorales 32
3 Qué formas de Liturgia convienen a la CEB? 35
4 Tensión entre la universalidad y la localidad 36
5 La Liturgia de la CEB dentro de la disciplina actual 38
Conclusión 39

COMUNIDADES DE BASE Y PASTORAL POPULAR 41


Imprimatur Introducción 41
t Antonio J. González Z. Paradojas de una Iglesia 42
1 La CEB tiene razón de existir si está "para" y "entre"
Obispo Auxiliar de Quito las multitudes 42
Quito, Abril 4 de 1972 a) Fundamento bíblico 42

Propiedad reservada
b) CEB p a r a las "multitules" —sentido del resto— 43
c) CEB entre las "multitudes", sentido de Iglesia "levadura" 43
d) CEB profeta p a r a hoy 44
2 Peligros de la CEB 45
3 La verdad, como situación de la CEB
4 Hipótesis p a r a una acción pastoral de la CEB entre
46 Presentación
las multitudes 47

PROSPECTIVA 51
Introducción 51
1 Seglares 52
Obispo 53
Diácono permanente 54
Nuevos ministerios 54
2 Ministerios 55
Presbítero ' 55
3 Religiosos 56
4 Estructuras 58
Iglesia particular 58
Parroquias 59
5 Actitudes y acciones 59
Compromiso social 59
Liturgia 60 Fruto de un nuevo seminario realizado entre el equipo
Ecumenismo 60
de profesores del Ipla es el volumen que se ofrece a conti-
DIMENSIÓN DINÁMICA SICOLÓGICA Y nuación.
COMUNIDADES KCLESIAI.KS DE BASE 63
1 Existencia de grupos 63 Cristo confió a su Iglesia la misión de llevar la Buena
2 Dinámica de los grupos 67 Nueva de liberación a los hombres de toda la tierra, a través
3 El p o r que de la dinámica 68 de los tiempos. Cada época requiere formas diversas de ex-
4 Proceso fundamental de la dinámica en los grupos 69
5 La dinámica de grupos v las comunidades eclesiales de b a s e 70 presión de esa Iglesia misionera. El Espíritu ha suscitado en
nuestra hora, entre diversas expresiones de Iglesia, la Co-
COMUNIDADES DE BASE Y PASTORAL DE CONJUNTO 73
munidad Eclesial de Base. En este seminario que presenta-
1 Unidad y pluralismo 73 mos, se reflexionó sobre distintos aspectos de esta nueva
Unidad teológica 74 expresión de la Iglesia.
Unidad sociológica y skolóyiea 74
Unidad pastoral 75 La reflexión toma como punto de partida, el análisis' de
Estos principios y la comunidad cclcsial de base 75
Pluralismo 76 los fundamentos teológicos, y de la ideología de la CEB.
2 La autoridad y la Comunidad de Base 77
3 Unidad, pluralismo y prospectiva 78 La Iglesia se expresa en una liturgia viva. LA CEB ofre-
4 Obstáculos 81 ce todas las condiciones para un paso "del monólogo al diá-
5 Comunidad Eclcsial di' Ha.se y comunicación de experiencias 85
logo". Desde ahí es posible la búsqueda de formas diversas
de liturgias, que convengan a estos grupos de Iglesia.
REFLEXIONES PASTORALES DEL SEMINARIO "IPLA" SOBRE
COMUNIDAD DE BASE Y PROSPECTIVA PASTORAL 87 la Comunidad Eclesial de Base tiene razón de existir si
Aspecto teológico y bíblico de la Comunidad de Base 87
Pastoral popular - Comunidad de Base 88 está para y entre las multitudes. Es en la Sagrada Escritura
Relación Comunidad de Haso - Pastoral popular 90 donde se encuentra el fundamento de esta verdad. De aquí
Liturgia y Comunidad de liase 90 surge la síntesis "Comunidad de Base-Pastoral Popular".
Integración de técnicas de dinámica en la Liturgia
de Comunidad de Base 91
Líneas prioritarias p a r a una Pastoral en América Latina 93 Esta nueva forma de expresión de Iglesia ofrece posibi-
lidades para ciertas prospectivas. El lugar de los seglares en
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA COMENTADA SOBRE COMUNIDADES la CEB, las nuevas formas de ministerios que se van exigien-
DE BASE 95
ALGUNAS OTRAS REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 113 do por las actuales situaciones históricas, el papel de los re-
ÍNDICE BIBLIOGRÁFICO SUGUN DIVERSAS MATERIAS 114 ligiosos, las actitudes y acciones que van requiriéndose.

7
Todo lo dicho conduce a una dimensión dinámica sicoló-
gica dentro de la CEB. Todo esto exige una reflexión lúcida
sobre la CEB dentro de una Pastoral de Conjunto.
Las líneas pastorales auténticamente evangélicas para Teología
una CEB son una exigencia y un desafío para la Iglesia de
hoy en América Latina. La reflexión de los participantes al e Ideología
seminarlo, ofrece algunos aspectos Interesantes en este te-
rreno. de las Comunidades de Base
INSTITUTO DE PASTORAL LATINOAMERICANO José Comblin

1. PRINCIPIOS TEOLÓGICOS

El principio fundamental es la distinción entre teología


e ideología, idéntica a la distinción entre revelación y modelo
concreto, o bien revelación e iluminación espiritual.
La revelación no define ningún modelo concreto, nin-
guna institución concreta históricamente realizable, no propor-
ciona a la Iglesia ningún modo de actuar en lo concreto. Para
poder actuar, el hombre y la Iglesia necesitan modelos con-
cretos, y estos les son proporcionados por la inspiración del
Espíritu Santo. El Espíritu es quien aplica en una circuns-
tancia determinada, en una forma determinada la revelación he-
cha por Jesucristo. Cada modelo concreto necesita una justifi-
cación que muestre su acuerdo con la revelación. Esa justifi-
cación de un modelo concreto no es parte de la teología, es una
ideología. Por lo tanto, habrá una teología y una ideología de
la comunidad de base, puesto que la comunidad de base es
un modelo concreto, históricamente situado, de la Iglesia. La
teología estudia los principios que permiten dar valor a una
8 9
ideología: no solo estudia la revelación, sino también la co- Iglesia presente en un solo tiempo y un solo lugar, pero real-
nexión entre la revelación y la historia. Pero, no justifica los mente presente. Además la Iglesia no existe en los aires, en
diversos modelos concretos que aparecen en la historia. No les una pura esencia o bien puramente en el cielo. La Iglesia en
proporciona una ideología. El problema de la teología es el la tierra existe solamente en los modelos concretos en que
del fundamento de las ideologías. se encarna sucesivamente. Cómo se organiza la comunidad?
Cuántas personas? Dónde? Cuándo? Cómo se celebran los sa-
a) Los límites de la revelación y la necesidad cramentos? Cómo se comunica la palabra de Dios? Cuáles son
de modelos concretos los ministerios y cómo actúa la autoridad? No hay respuestas
universalmente válidas a esas preguntas. Pero, hay necesidad
1) La revelación bíblica propone la realidad del pueblo absoluta de darles una respuesta en cada época. Nadie puede
de Dios al que se juntan diversos atributos: el pueblo de Dios vivir a nivel de universalidad, en una Iglesia pura y completa
es cuerpo de Cristo, templo del Espíritu, comunidad humana no encarnada en una forma concreta. Actuar lo universal es
invisible que crece en forma misteriosa en medio de la hu- no actuar. Solamente creer en una Iglesia universal es no
manidad; es un pueblo que vive en forma de comunión su creer en absoluto en la Iglesia. Hay que creer en una Iglesia
fe, su esperanza y su caridad, recibe la palabra de Dios y ce- presente de tal modo.
lebra los sacramentos y la oración, acepta determinada disci-
plina y asume determinadas obras en conjunto. La revelación del Nuevo Testamento define la estructura
permanente de la Iglesia como comunión de Iglesias. La Iglesia
Pero estos atributos son de tal modo generales y deben universal que es la presencia visible del pueblo de Dios, no
permanecer generales de modo suficiente para mantener su es una organización centralizada, sino una intercomunión de
valor en todas las culturas de todos los pueblos de todos los muchas Iglesias iguales y hermanas. A la multiplicidad y la
tiempos. Por lo tanto, si las palabras bíblicas parecen insinuar diversidad de los pueblos, las razas, las lenguas, corresponden
determinado modelo concreto de realización del pueblo de la diversidad y la multiplicidad de las Iglesias, sin que los
Dios, esa insinuación es necesariamente ilusión. La revelación límites de una Iglesia particular puedan ser determinados por
tiene alcance universal, y la Iglesia que propone no tiene ningún cañones revelados. Los nuevos convertidos de un pueblo nuevo
carácter concreto. tienen derecho a fundar una Iglesia nueva. No son miembros
de la Iglesia que les evangelizó. En cada Iglesia particular se
De hecho la historia cristiana nos muestra que hay modos
hace presente la Iglesia universal. La Iglesia particular es la
muy diversos de vivir la Iglesia y su comunidad: desde la
entidad superior de la Iglesia. No tiene superior, sino sola-
forma eremítica de los solitarios, hasta la comunidad monástica
mente lazos de comunión con las demás Iglesias (aceptando
o conventual, desde la soledad física completa hasta la con-
la misión especial de Pedro entre sus hermanos — no sus hijos).
vivencia permanente en la misma casa, con todos los tipos
La Iglesia particular es una totalidad que contiene muchos
intermedios. La comunidad de fe es tal que se puede vivir
grupos concretos. No se reúne en forma visible, por lo menos
en la meditación solitaria de la Biblia. Los sacramentos pueden
de modo habitual. La Iglesia particular se hace presente, se
ser recibidos espiritualmente (la comunión espiritual, p.e.j.) en
hace acontecimiento en la historia por medio de las comuni-
el desierto y el aislamiento. La disciplina eclesiástica puede
dades y de los testimonios individuales realizados en nombre
permanecer puramente virtual sin ningún contacto concreto con
de ella. Así es porque habrá muchas comunidades, más o
determinadas autoridades durante mucho tiempo.
menos temporarias o estables. Pero la revelación divina no
determina la estructura de esas comunidades inferiores. No hay
Sin embargo, es necesario que la Iglesia esté presente en
estructura definida de comunidades que merezcan el nombre de
forma visible en esta tierra. Por lo tanto hay necesidad de
comunidades de base. Todo lo que sucede dentro de la Iglesia
encontrar modelos concretos en que pueda encarnar hasta cierto
particular es objeto del estímulo y la creación del Espíritu. Son
punto su realidad invisible. Claro está que los modelos con-
realidades históricas cuyo fundamento está en la inspiración
cretos visibles nunca agotan toda la realidad de la Iglesia in-
espiritual.
visible. No son toda la Iglesia de todos los tiempos, son la
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Sin embargo, cada reunión, asamblea o comunidad que la multiplicidad de los modelos posibles y la medida de la
pretende ser cristiana, debe realizar el modelo de la Iglesia libertad de la Iglesia. Los modelos que han establecido no
que nos revela la Biblia. El concepto de Iglesia es norma y agotan la lista de los posibles, son solamente ejemplos de
referencia obligatoria para toda comunidad cristiana para que posibilidades. Su dependencia en relación a los modelos so-
la Iglesia se encarne y se haga acontecimiento en ella. Así hoy en ciales del judaismo y del paganismo muestra que los modelos
día también, el modelo de Iglesia juzga y delimita la comunidad no son revelados por Cristo, sino insinuados por las circuns-
de base. Para ser eclesial, la comunidad de base debe encar- tancias, aunque la Iglesia transforme y reformule los modelos
nar en la circunstancia actual el modelo de la Iglesia de siem- encontrados en el mundo.
pre. Si no hubiera la inspiración del Espíritu para suscitar en
cada época nuevas realizaciones históricas de la Iglesia, esta 3) Ni los Concilios, ni los Papas, ni la Iglesia de todos
nunca existiría. Pues, la Iglesia particular solo subsiste si el los tiempos quisieron determinar de modo definitivo la forma
Espíritu suscita dentro de ella nuevas comunidades vivas en de existir de la Iglesia. Sus determinaciones son relativas a
que el modelo de Iglesia se hace visible. La Iglesia se hace una situación de la Iglesia: así lo que se refiere a la diócesis,
sacramento del pueblo de Dios por intermedio de esas comu- a la parroquia, las comunidades religiosas. Esas instituciones
nidades transitorias suscitadas por el Espíritu. Todas son pro- no son definitivas; no se justifican por la revelación, sino por
visorias, pero todas son necesarias. una adaptación a determinadas circunstancias. Su intervención
fue necesaria en el pasado para que la Iglesia pudiera existir
Sin ellas la Iglesia sería puro ideal, realidad pensada y en un tiempo determinado.
no vivida.
b) La definición de los modelos concretos
2) Los Apóstoles han creado diversas formas de vida
comunitaria en las Iglesias primitivas. Algo de ellas aparece La definición de los modelos concretos de la Iglesia no
en los Hechos de los Apóstoles y las Epístolas. Hay una es tarea puramente administrativa, o aplicación inmediata de
primera diversidad entre las Iglesias judeo-cristianas y las Igle- los principios revelados. De los principios revelados no se puede
sias pagano-cristianas. Como modelos concretos, no fueron crea- deducir ningún modelo. No se puede atribuir preferencia nin-
ciones totales. Nunca hay novedad total en la historia hu- guna. Por lo tanto, es ilusión querer deducir por vía lógica
mana. Toda novedad es un cambio de algo preexistente. Aquí un modelo concreto de los principios de la revelación. No
lo que preexiste es sobre todo la sinagoga de la diáspora de podemos mostrar que la comunidad de base es una aplicación
los judíos. Las Iglesias cristianas imitaron espontáneamente la necesaria o la mejor posible de la revelación de la Iglesia. No
forma sinagogal, aún entre los paganos. Ese modelo estaba podemos mostrarlo a partir de los puros principios por vía
adaptado a la diáspora. Respondía a ciertas circunstancias. deductiva. Por eso los fundamentos de la comunidad de base
no son directamente teológicos.
Pero, de ninguna manera podemos creer que lo deter-
minado, lo concreto que encontramos en la vida de los Após- Sin embargo la definición de un modelo concreto no
toles sea normativo. La Iglesia primitiva no es ningún modelo puede ser puramente pragmática o arbitraria. No se puede re-
que se pueda imitar materialmente. No es modelo concreto. ducir puramente a las circunstancias. No se podría explicarla
Lo que hay que imitar es su espíritu, no su forma concreta. solamente por las variables históricas de un tiempo determi-
La forma concreta fue adaptación a las circunstancias del tiem- nado. Los modelos son válidos por su conveniencia o su
po, puede y debe desaparecer con las circunstancias en que acuerdo con la figura ideal de la Iglesia, aunque sean solamente
había nacido. realizaciones parciales de esa figura.
Los Apóstoles nos enseñan por su actitud la forma como Cada modelo concreto destaca algunos de los atributos de
han obedecido la voluntad de Cristo creando en su tiempo la Iglesia. Incapaz de destacarlos todos, da más valor a unos
las formas y los modelos concretos del pueblo de Dios que que a otros. Las razones de la elección son las necesidades
eran posibles. Nos enseñan por la diversidad de los modelos históricas. P. ej. la parroquia nació y se consolidó en una
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época en que se creía más urgente la necesidad de subrayar la realización de la comunidad cristiana primitiva. Así sucedió
distinción entre la jerarquía y el pueblo cristiano. Todo en la en la acción católica, en la parroquia, en todos los movimientos
parroquia tiende a exaltar la figura del sacerdote y la nece- cristianos. Siempre se les da un fundamento bíblico. Es decir
sidad de obediencia total a la jerarquía. Se pensó que esa que se les aplica determinada serie de textos, aunque esa apli-
era la necesidad más urgente de la Iglesia. En otros tiempos, cación no se pueda atribuir a los autores. La razón de legiti-
se puede pensar que hay otras necesidades más urgentes. midad de ese proceso es la necesidad de que el cristianismo
Cuando los tiempos cambian, y aparecen nuevas necesidades, sea aplicado en contextos concretos y la fe en la inspiración
se manifiestan las insuficiencias de los modelos anteriores por- del Espíritu que muestra en el modelo concreto la verdadera
que no dan valor a los nuevos aspectos que se quieren mostrar. aplicación, y el verdadero sentido de la revelación bíblica. Pues
la revelación no quiere fundar una doctrina, sino más bien
Así también, la comunidad de base será necesariamente orientar una acción.
una realización parcial (es decir, en parte y con parcialidad) de
la comunidad eclesial. Deja de lado ciertos aspectos de la Iglesia La aplicación de los conceptos bíblicos a determinado mo-
y valora otros. Será condenada más tarde por su insuficiencia. delo constituye una ideología. La ideología es legítima si el
Como todos los modelos, ella es provisoria. Pero su precariedad modelo es legítimo. En ese caso, la ideología es el verdadero
no le quita su valor. Al revés, ella tiene valor ahora por las sentido espiritual de la Biblia. Pues la revelación no cons-
mismas razones que hacen que no valió en otros tiempos. tituye una filosofía, ni una doctrina: es una fuente de ideologías
que siempre se renueva y produce nuevos efectos. Una ideología
La teología puede determinar cuáles son las condiciones a es inválida si el modelo que quiere habilitar es inválido o arbi-
que debe responder la comunidad de base para ser legítima. trario, o también si ella no logra mantener ningún modelo.
No puede demostrar esa legitimidad. Pues ella depende de fac- Una aplicación de la Biblia que sea de pura fantasía, pro-
tores que ni el teólogo ni la teología pueden juzgar. ducción gratuita de la imaginación individual no tiene funda-
mento. Pero san Francisco tenía razón al aplicarse a sí mismo
Un modelo concreto debe responder a condiciones obje- Mt 10, porque realmente, al pronunciar esas palabras Jesús
tivas y subjetivas: las condiciones objetivas son las que se en- no quería crear una doctrina abstracta de la misión, sino más
cuentran en el mundo y proporcionan posibilidades de exis- bien suscitar en cada época iniciativas y proyectos misioneros,
tencia a determinadas formas sociales excluyendo otras; las y el proyecto franciscano era válido. La verdad de un texto
condiciones subjetivas son la inspiración del Espíritu Santo ma- bíblico es la validez del modelo que se presenta para darle
nifestada por diversas señales entre los cristianos. El discerni- realización concreta.
miento de los espíritus permite juzgar el valor de la inspiración.
Un modelo se impone si encuentra en el mundo condi-
ciones de posibilidad y responde a una inspiración real del 2. IDEOLOGÍA DE LA COMUNIDAD DE BASE
Espíritu. Su validez le viene de esas condiciones. Por lo tanto,
se le puede entonces aplicar los atributos de la realidad reve- Encontramos esa ideología en algunos de los libros que
lada. Es legítimo encontrar en determinada forma de comu- orientan las experiencias: P. José Marins, S. Paulo, marzo 1968.
nidad la realización de la Iglesia, si esa forma concuerda con A Comunidade Eclesial de Base. Jesús Andrés Vela, Las Co-
los criterios de legitimidad. La aplicación de los atributos de munidades de Base y una Iglesia nueva, ed. Guadalupe, Buenos
la Iglesia a esa forma concreta constituye la ideología del Aires, 1968; José Marins, Comunháo - comunicante, Comuni-
modelo. dade eclesial de base, Porto Alegre, 1970; Domingos Barbé -
Emmanuel Retumba, Retrato de urna comunidade de base, Vozes,
Así sucedió siempre en el pasado. San Benito en su regla Petrópolis, 1970; Edgard Beltrán, Pastoral de Conjunto y Comu-
aplica los textos bíblicos a su vida monástica, aunque natu- nidades de Base, Bogotá, 1971.
ralmente los autores bíblicos nunca hayan pensado en la vida
monástica benedictina. San Francisco se aplica a sí mismo los Esa ideología escogió algunos temas de eclesiología apli-
textos de Mt 10, y ve a sus compañeros como la verdadera cándolos a la comunidad de base. No niega los demás atributos,

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pero no cree necesario insistir en ellos. En efecto, una ideología Ese principio sirvió para orientar el trabajo misionario en
debe ser parcial. Una eclesiología completa es doctrina acadé- los continentes paganos aún no evangelizados, y el surgimiento
mica inasimilable por el pueblo común. Una doctrina es asimi- de nuevas iglesias en Asia y África. Puede servir también en
lable en la medida de su sencillez. Un modelo también es el caso de las comunidades de base. Aquí tenemos el caso
aplicable en la medida de su sencillez. Quien quiere vivir en de comunidades nuevas que necesitan, para manifestar su ori-
concreto la totalidad de los sentidos posibles de todos los te- ginalidad, autonomía suficiente. Las comunidades de base no
mas bíblicos, no asimila ninguno. La selección es condición de pueden nacer o mueren si los párrocos las obligan a perma-
viabilidad. No es debilidad, sino fuerza. La comunidad de necer a servicio de la parroquia. Ahora bien, los grupos nuevos
base existirá si logra transmitir algunos temas sencillos, y nacidos de una verdadera evangelización y una nueva conver-
tiaducir estos temas en una vivencia sencilla. La selección pa- sión tienen el derecho de subsistir y permanecer como grupos
recerá arbitraria solamente a los ojos de los que no están en autónomos.
la vida y no conocen la dificultad de crear una institución. La comunidad de base es el reconocimiento del derecho que
No hay institución sin ideología sencilla. tienen los cristianos de constituir y mantener los grupos en
Citemos los temas fundamentales que se revelaron indis- los que han recibido y confirmado su fe. Nadie puede per-
pensables a una ideología de la comunidad de base. Quienes severar en la fe sin la ayuda de una comunidad. Los nuevos
pueden juzgar el valor de la selección no son los teólogos sino convertidos de hoy necesitan comunidades vivas. El estilo
los creadores de la institución. El teólogo puede saber sola- tradicional de la parroquia no les proporciona esa ayuda.
mente si los temas se encuentran en las fuentes de la reve- Ese argumento destaca a la vez el hecho de que las
lación de uno u otro modo. comunidades de base no aparecen como efecto de medidas
administrativas o decretos del clero. Nacen como resultado de
a) Iglesia y evangelizaron
una misión nueva, verdadera evangelización de personas que
El pueblo de Dios del Nuevo Testamento procede de la vivían separadas de Cristo y se han convertido a El.
evangelización y la fe. No procede ni de la familia, ni de la
tradición, ni de la historia, ni de la cultura. Por eso la Iglesia b) La Iglesia comunión
no se vincula con las comunidades humanas nacidas de las La Iglesia afirma que su comunión, su vinculación social
culturas y civilizaciones: es una comunidad nueva. No tiene no se puede reducir a las formas de sociabilidad que existen
raíces humanas: es efecto de la fuerza del Espíritu. Por eso, en las sociedades de las diversas culturas y civilizaciones. Habrá
nace la fe, donde hay predicación de la revelación divina y del en las estructuras de la Iglesia notas y caracteres que son el
mensaje de Cristo, y la fe vivida en común, aceptada en común reflejo de las sociedades y de los grupos existentes en el
engendra la Iglesia. Lo que legitima una comunidad cristiana mundo. Pero hay un principio de sociabilidad propio de los cris-
es la fe vivida en común, la experiencia común de la con- tianos .
versión a Cristo. Así fue como S. Pablo reconoció la legitimidad
de las iglesias griegas en su forma autónoma, y la novedad Ese principio de sociabilidad tiene su fuente última en la
de su vivencia. Una comunidad nueva no es una nueva subdivi- sociedad de las personas divinas, en el amor vivido entre las
sión administrativa de una comunidad antigua. El proceso de personas divinas. Ese amor se comunicó a los hombres de tal
formación de la Iglesia no es el del crecimiento de una entidad modo que la comunidad cristiana vive algo del amor de las
administrativa. Es el nacimiento de nuevas unidades al lado personas divinas. Es la extensión del amor del Hijo al Padre,
de las unidades anteriores, libres aunque buscando la comu- amor que es el Espíritu Santo y procede del mismo amor del
nión. Entre las diversas iglesias locales no hay subordinación Padre.
administrativa, sino comunión. Son todas iguales. No importa
la edad, el número, la importancia cultural o social. Todas las La Iglesia es la relación entre los hombres inspirados por
iglesias y comunidades tienen igual derecho a afirmar su ori- ese amor trinitario. Por lo demás, el amor de Dios es principio
ginalidad. de la diversidad y la unidad de la Iglesia. La diversidad de la
17
16 2 - Comunidad de Base
comunidad eclesial no es solamente el reflejo de la diversidad c) Los cansinas
entre los individuos humanos: es también efecto de la diver-
sidad de los dones del Espíritu. De modo semejante, la unidad Estamos acostumbrados a una formalización de las asam-
de la comunidad eclesial no resulta sencillamente de los factores bleas cristianas: formalización de la fe, la oración, la liturgia,
de aglutinación que rigen los grupos humanos: es un lazo de la caridad. Toda expresión aparece estilizada. En el cristianismo
caridad, paciencia, longanimidad, etc. burgués no hay lugar para la espontaneidad. Sin embargo, el
Nuevo Testamento nos muestra que ese sistema no constituye
Por lo tanto, la Iglesia no se deja reducir a una institución ninguna norma. No hay necesidad de formalización. El Espíritu
humana, regida por principios de política humana: no es la ins- puede manifestarse en forma de dones visibles que son expre-
titución "Iglesia católica romana", aunque haya relaciones entre siones de la fe. La fe es invisible, pero tiene aspectos visibles.
la institución y ella, si es que la institución está a servicio de Estos aspectos no se reducen a elementos intelectuales, con-
ella. ceptos y palabras. La experiencia de las comunidades de base
Finalmente lo que hace la unidad de la Iglesia es el ser- muestra que pueden aparecer manifestaciones espontáneas de
vicio mutuo, algo que no se encuentra en los grupos resultantes fe y caridad. Estas pueden invocar el tema de los carismas
de las civilizaciones humanas. del Nuevo Testamento a su favor.
Ahora bien, todos esos elementos de comunión necesitan
una expresión visible. Es preciso poder mostrar en formas pal-
pables la presencia de esa comunión y del servicio. Es preciso 3. LAS CONDICIONES Y LOS FUNDAMENTOS
mostrar por pruebas sensibles que la Iglesia no funciona como DE LA COMUNIDAD DE BASE
una sociedad política, como efecto de factores estructurales y
administrativos. Es preciso ver que la Iglesia es más fuerte La ideología no constituye el fundamento de la existencia
como comunión que como sociedad política: cómo la Iglesia de la comunidad de base. Pues ella también necesita una fun-
se mantiene sin necesitar los recursos de los factores cul- damentación.
turales. Ahora bien, en los últimos siglos sobre todo, la Iglesia
católica ha dado mucha importancia a los factores humanos y Los fundamentos se encuentran en las condiciones objeti-
sociológicos para mantener la fe entre los católicos. Ha suge- vas y subjetivas. Es lo que puede establecer la teología. En
rido un modelo de sociedad políticamente bien organizada, más cuanto a saber si estas condiciones están realizadas de hecho,
bien que el de un grupo formado por el Espíritu. Como ins- la teología no lo puede juzgar.
titución visible la Iglesia apareció demasiado semejante a una
organización humana. a) Condiciones objetivas

La comunidad de base permite mostrar mejor lo específico No se puede pensar en promover comunidades de base
de la sociedad eclesial: servicio en lugar de autoridad, comu- donde las condiciones objetivas no las hacen posibles. Su valor
nión en lugar de subordinación, unidad por la caridad más les viene exactamente de su conveniencia con las condiciones
bien que por la uniformidad y la disciplina. En la vida de la objetivas. No se puede proponer la comunidad de base como
fe, la liturgia y la oración, la vida común, hay en la comunidad ideal en todas las regiones y todos los estratos culturales.
de base una libertad que se quiere preservar para que lo es-
pecífico de la comunidad cristiana se haga visible. La teología no puede determinar por métodos propios
el estado de posibilidades que hay en una sociedad determi-
También en la parroquia hay vivencia de comunión, pero nada. Es tarea de ciencias humanas. Sin embargo, no será su-
esa vivencia permanece invisible. Lo visible no deja aparecer perfino recordar que el método científico, sobre todo en ciencias
la presencia del Espíritu. La comunidad de base no tiene la humanas, no es algo fijo y determinado a priori. El método
presunción de creerse superior en valor espiritual invisible. depende del objeto. Habrá que adaptar los métodos sociológicos
Su razón de ser permanece en lo visible. Le toca manifestar a la naturaleza del objeto que se estudia. Además, las ciencias
que la Iglesia debe ser también visible en su comunión. sociológicas son principiantes todavía, y, en muchos casos una
18 19
observación empírica a veces lleva a más resultados que los Cómo saber si las iniciativas, los movimientos, los líderes
trabajos científicos que requieren muchos recursos y son muy que aparecen en la Iglesia son espirituales o no? Los signos
lentos. espirituales son los que se citan en la Biblia: por los resultados
Podemos citar aquí algunos factores que los especialistas se conoce el valor de la iniciativa. Lo que produce resultados
proponen como condiciones favorables a las comunidades de espirituales fecundos viene del Espíritu. No son los argumen-
base, por lo menos, en muchos ambientes de las sociedades tos conceptuales que pueden convencer, sino más bien los
contemporáneas. argumentos de los hechos. El movimiento de comunidad de
base se justifica por su existencia y sus frutos.
1) Hay una sociología de los grupos pequeños. Los
valores que cultivan son afectivos. Se pueden estudiar sus ele- Naturalmente hay que llevar en cuenta el argumento de
mentos, su proceso, las fuerzas que los mantienen, las causas ¿a aprobación de la jerarquía. En nuestro caso, el entusiasmo
de su formación. Al lado de los valores afectivos, hay posibi- de la jerarquía expresado en Medellín dispensa cualquier co-
lidad de encontrar explicaciones en la necesidad de oponerse mentario.
a la sociedad global. O sea, hay razones sicológicas o socioló-
gicas que pueden legitimar la formación de grupos.
2) La sociología urbana estudia los grupos que más se
desarrollan en una sociedad urbana. Muestra la razón de ser
de grupos pequeños. Muestra la evolución de la familia y la
vecindad y las frustraciones de sociabilidad que esa evolución
provoca.
3) La sociología religiosa hace aparecer la crisis de ciertas
estructuras antiguas, p.e.j. la parroquia. Muestra la insuficiencia
de la parroquia y las asociaciones tradicionales. Justifica así
la búsqueda de nuevas formas que se adapten mejor al contexto
de vida de los hombres de hoy.
En forma general, se descubrió que hay condiciones para
la formación de comunidades de base en las grandes ciudades
latinoamericanas, sobre todo en los nuevos proletariados, y tam-
bién en la juventud. En el campo, las comunidades de base
siguen el modelo tradicional de las misiones y catequesis anti-
guas de la colonia. La formación de comunidades de base en-
cuentra oposición e inercia en el público tradicional de las
parroquias.

b) Condiciones subjetivas
Los movimientos eclesiales no nacen por decreto, sino por
el influjo de líderes carismáticos que suscitan grupos nuevos.
Sin líderes nuevos, sin espontaneidad, las comunidades de base
no podrían existir. Aquí la reflexión siempre es posterior a los
hechos. Solo se puede hablar de las comunidades de base por-
que existen. Si no serían puros objetos de imaginación, utopías.
20 21
Comunidad
Eclesial de Base (CEB)
y Liturgia
en América Latina
Jaime Díaz

INTRODUCCIÓN

El tema que nos ocupa nos refiere necesariamente a la


que inicialmente se llamó "liturgia doméstica" y hoy se deno-
mina más bien "liturgia de pequeños grupos", es decir, de
grupos en los cuales existen relaciones primarias.
No vamos a colocarnos en una óptica disciplinaria, sino
existencial: tratar de ver los problemas y las perspectivas que
hoy nos abre la vida litúrgica de la CEB, particularmente en
América Latina, para que de allí parta nuestra reflexión teo-
lógico-pastoral. Sin justificar el empirismo pastoral, hay que
reconocer que la vida es y debe ser alimento del teólogo y del
pastoralista.
Dos dificultades se interponen, sin embargo, en nuestro
camino: la falta de documentación 1 , que nos lleva a tener la

1. El Instituto de Liturgia Pastoral de Medellín dedicó el N» 5 de Cuestio-


nes litúrgicas a "Comunidades de Base y Liturgia". Allí se reproducen artículos

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sensación de una aparente falta de creatividad. Es lamenta- no para recogerlo y dar un impulso adelante, aún a costa de
blemente escaso lo escrito al respecto en A. L. Las más de la disciplina del momento.
las veces simplemente se transcriben reflexiones europeas. Pero
las experiencias propiamente latinoamericanas son desconocidas. No será preciso mencionar aquí los fundamentos de la CEB
Las razones parecen ser múltiples: el temor de hacer público ni la historia de la liturgia en pequeños grupos hasta nuestros
aquello que es considerado como heterodoxo y que puede aca- días. Bastará tener en cuenta que este tipo de liturgia se mani-
rrear sinsabores al autor, la dificultad para formular una expe- fiesta como una necesidad creciente en el mundo actual masifi-
riencia personal, más intuida que reflexionada y planificada cado, como una búsqueda de personalización dentro de la Iglesia,
de antemano, la falta de hábito de escribir o el poco aprecio como un camino hacia una plegaria más verdadera y más ligada
que tenemos de lo nuestro, acostumbrados como hemos estado a la vida toda del hombre y como una vuelta original a las for-
a recibir siempre las lecciones de fuera. Esto va conectado con mas primigenias de la liturgia.
una insuficiente formación litúrgica que deja al pastor sin base Vamos a detenernos en ciertos aspectos que llaman parti-
sólida para compartir ilustradamente por escrito en el campo cularmente nuestra atención en relación con América Latina,
litúrgico. dentro del marco limitado de nuestra experiencia y documen-
Pero hemos de reconocer que en América Latina la CEP tación.
y la liturgia de pequeños grupos tienen una aceptabilidad ma-
yor, como que fueron expresamente recomendadas por la Asam-
blea Plenaria del Episcopado Latinoamericano en Medellín. Ei 1. PRESIDENCIA Y PARTICIPACIÓN RENOVADAS
algún país latinoamericano "este movimiento no se conoce".
Quizás se trate sólo de la terminología. En Europa en cambio
—se vio en el último sínodo en las reuniones de grupos me- Con el correr del tiempo, la reglamentación excesiva de la
nores— la CEB es consideraba con recelo y suspicacia en sec- liturgia vino a producir un estilo de presidencia y de partici-
tores importantes. pación limitadas al cumplimiento de las normas. De aquí resultó
una cierta inhibición litúrgica en presidente y fieles: la espon-
Claro está que en materia litúrgica aún existe una sensibi- taneidad, la iniciativa y la creatividad habían sido sofocadas
lidad irritada ante todo aquello que pueda significar "indisci- de raíz.
plina". La ley se entiende para aprisionar el curso de la vida, ¡ai,. . . . .
La reforma litúrgica del Vat. II abrió posibilidades limi-
tadas de iniciativa, variedad y adaptación en la celebración, con
formularios diversos para escoger, la indicación de partes opcio-
de europeos, entre ellos Hacia una celebración doméstica de la Eucaristía, de
ANTONIO HORTELANO y Un rito propio para la celebración de la Eucaristía
nales y la exclusión de determinaciones muy detalladas en
en grupos reducidos, de PEDRO FARNES. Se añaden algunas reflexiones de los cuanto a la forma.
entonces profesores del instituto.

Merecen mencionarse además: a) Presidencia


E. LAGOS, Culto dominical sin sacerdote, en "Catequesis Latinoamericana"
N? 7 (Experiencias en Temuco, Chile). Ha sido necesario reaprender a presidir en el sentido de
MONS. J. KEMMERER, Celebración dominical sin sacerdote, en "Pastoral promover en cada celebración y circunstancia la participación
Popular" N° 84 (Trabajo de vanguardia, mantiene toda su validez en la parte
primera que es fundamental). consciente, activa y comunitaria del pueblo, y en cuanto a tener
Secretariado Nacional de liturgia del Ecuador, Eucaristía de las CEB. (Son en cuenta a los fieles al preparar la celebración. Estábamos de-
esquemas y formularios para la Eucaristía según diversos temas y teniendo en
cuenta la forma primitiva tal como la describe Justino en su Apología a. 150
masiado acostumbrados a hacer siempre lo mismo. Y cuando
p. Ch.). había algo qué decidir, el presidente lo resolvía solo. Hasta el
El Departamento de Liturgia del CELAM y el Instituto de Liturgia, carecen punto de que la variedad, que obliga a escoger, ha significado
de documentación significativa sobre el tema.
La bibliografía europea CEB y Liturgia hasta 1971 se encuentra en Floristán
una incomodidad para muchos, y para otros una posibilidad teó-
y otros, Comunidades de Base, Marova, Madrid, 1971, págs. 221-222. rica nunca utilizada.
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La celebración en pequeños grupos ha venido siguiendo una mundo, que se interroga e interroga a los otros sobre la fidelidad
evolución, desde la simple trasposición a nivel doméstico de al mensaje proclamado, que comunica a los demás su luz, que se
la liturgia solemne hasta la progresiva adaptación en lenguaje y siente corresponsable de la celebración, y no simplemente oyente
acción, según la diversidad de grupos, circunstancias y niveles o participante rutinario y formalista.
de fe y de mutua relación en el grupo. Esto determina un nuevo
estilo de presidencia, que irá teniendo inevitables repercusio- c) Conexión entre Liturgia y Vida
nes en la liturgia de las asambleas mayores. El presidente
viene a ser un hombre sensible humanamente y en la fe a la Una celebración así, va estableciendo una íntima relación
reunión concreta de creyentes, da cabida a sus preocupaciones entre la liturgia del rito y la liturgia de la vida. Los intereses
y problemas en la liturgia (más aún la construye a partir de vitales vienen a ser punto de referencia, y con frecuencia de
la vida de los hombres que celebra allí hoy), aprende a mo- partida. La vida toda es celebrada, con sus gozos y dolores, con
verse con libertad e iniciativa dentro de los esquemas esenciales sus esperanzas, responsabilidades y problemas. En América La-
de la celebración, no celebra con la memoria sino con el co- tina la dimensión social y política del evangelio y por tanto de
razón, aprende a orar no a partir de un libro sino desde el la liturgia va sintiéndose cada vez con mayor fuerza. No existe
fondo del alma, se atreve a decir su palabra y a interpretar la por otra parte la prisa de nuestras celebraciones ordinarias, en
de la asamblea cuando ora en alta voz, aprende él también a que cada uno está pendiente del reloj. Estas celebraciones pres-
escuchar porque hay otros que ahora pueden hablar cuando él cinden en cierto modo del tiempo para asegurar la profundidad.
preside, busca un lenguaje significativo y sencillo más que elo- La dimensión de esta pequeña asamblea y las circunstan-
cuente o preciso, siente la responsabilidad de crear un real am- cias familiares en que celebra determinan una variada simplifi-
biente de oración verdadera más que de promover un silencio cación o desritualización de vestidos, mesa, plato, copa, accio-
sagrado, a veces vacío. La fuerza de las circunstancias hace que nes, palabras. El hecho de que se celebre en un lugar no sepa-
el mismo presidente vaya descubriendo en ese pequeño grupo rado de la vida hace que se busque una celebración en su
la riqueza de la liturgia y la presencia del Espíritu en la Co- exterioridad más cercana de la vida corriente. La Eucaristía viene
munidad. Allí los que parecían no tener nada que decir, com- a relacionarse más en su forma externa con la comida de los
parten la sabiduría que Dios ha querido "esconder a los sabios hombres de hoy; la liturgia de la Palabra con la conversación
y prudentes y revelar a los pequeñuelos" (Mt. 11,25). Al de los amigos, que se hace en la sala de la casa. Más aún, el
verse llevado por las circunstancias a prescindir de esto, a incluir presidente se pregunta con frecuencia cómo evitar una ruptura
aquello que está surgiendo en el grupo, a expresar de otra ma- entre la conversación de los amigos y el comienzo propiamente
nera lo que estaba en lenguaje menos claro, a decir lo que no dicho de la celebración. Cuando hay corte sicológico, el co-
estaba escrito en ninguna parte, él mismo va sintiendo la ne- mienzo de la liturgia crea un ambiente que muchos consideran
cesidad de penetrar más en la estructura y en el sentido de lo artificial, en el cual el nivel de comunión disminuye. Por eso
que celebra y a enriquecer su preparación litúrgica. La vivencia se han empleado sistemas diversos para iniciar la celebración
lleva al estudio y el estudio enriquece la vivencia. Cuando el partiendo del ambiente ya creado, dentro de una continuidad y
presidente carece de la necesaria preparación, está expuesto a excluyendo la ruptura.
empobrecer la celebración, a mutilarla en sus valores irrenun-
ciables, a desorientar a la asamblea y a quebrantar la comunión
d) Núcleo de creatividad
con la Iglesia.
La práctica plantea, dentro de este contexto, el problema
b) Participación
de la creatividad en materia litúrgica y su relación con la dis-
ciplina vigente. En la CEB la experiencia muestra que no solo
A un nuevo estilo de presidencia, va correspondiendo tam- el presidente sino toda la asamblea aprenden a crear, en la
bién un nuevo estilo de la participación de la asamblea toda. medida en que progresa la asimilación de la fe en un ambiente
Ya no es el laico inhibido, sino el creyente que proclama la de verdadera comunión que lleve a expresarse con sinceridad y
Palabra, que ora por las necesidades sentidas de la Iglesia y del profundidad. Esto se verifica dentro de todo un proceso de ma-

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duración del grupo y es a la vez el resultado del mutuo influjo Cuando la celebración se hace en el ámbito familiar, con
fecundo entre presidente y asamblea. frecuencia el presidente invita a los miembros de la familia a
ejercer una función correspondiente a la que suelen tener en el
Al principio el presidente sigue las fórmulas y modos esta- hogar: por ejemplo, el padre hace la lectura, la madre prepara
blecidos; luego se va liberando poco a poco: introduce una frase, el pan y el lugar y presenta los dones expresando las intencio-
modifica otra, hace resaltar en la plegaria un aspecto de la liturgia nes de la familia. En un grupo de indígenas ecuatorianos, al
de la Palabra, hasta el momento en que ha sido capaz de crear momento de la comunión un padre de familia tomó espontánea-
textos litúrgicos, unas veces preparados de antemano, otras co- mente la eucaristía y comenzó a repartirla a su esposa y a sus
mo resultado de la vivencia comunitaria del momento, unas veces hijos. Los demás padres imitaron naturalmente su ejemplo. Pre-
con éxito, otras sin él. Esta creatividad se ha ejercido no solo guntado después sobre por qué lo había hecho así, respondió:
en el campo verbal sino también en el gestual. No es posible en "yo les doy el alimento a mi esposa y a mis hijos cada día. Por
esta circunstancia analizar pormenorizadamente ejemplos de for- qué no les voy a dar también el Cuerpo del Señor en quien
mas concretas de celebración en la CEB. creo?"
Si el presidente no está bien formado en liturgia, la crea- Estos hechos nos llevan a preguntarnos sobre el puesto de
tividad puede traer, como decíamos, efectos contraproducentes. la oración o liturgia familiar, en su relaciones con la CEB y con
Así por ejemplo, se han dado casos en que algunos de los fieles la gran asamblea litúrgica. No deberá ser, aún hoy, la familia el
o todos juntos recitan, al menos en parte la plegaria eucarística, primer núcleo de vida comunitaria y de oración? Por qué ca-
que ha sido tradicionalmente considerada como una totalidad minos se orienta la pastoral al respecto, en la práctica?
«oclusivamente presidencial. Puede considerarse esto como una
evolución saludable teológica y pastoralmente? O más bien ma- De esta más activa participación del laico en la acción li-
nifiesta esto una falta de conocimiento del sentido teológico de túrgica brota también una conciencia más aguda de la correspon-
la función presidencial y de la misma estructura de la Eucaristía? sabilidad en la misión de la Iglesia y de la necesidad de diver-
Es quizás mera demagogia pastoral? sificación de ministerios, ya no solo en el campo estrictamente
litúrgico.
Indudablemente en la liturgia se ha venido manifestando la En los últimos años ha sido notoria la tendencia a super-
eclesiología de cada época. Y la presidencia litúrgica ha estado valorar en la liturgia las palabras y a menospreciar los gestos.
afectada de verticalidad excesiva. Es necesario distinguir la esen- Nos hallamos de hecho en pendiente hacia una liturgia verba-
cia de la función presidencial de las formas históricas contingentes lista, intelectualista, que es típicamente occidental. Correspon-
que ha venido asumiendo a través del tiempo, a fin de discernir derá ese tipo de liturgia a lo que ella debe ser en nuestros
lo permanente de lo transitorio y estar abierto a nuevas posibi- países latinoamericanos? Los holandeses están seriamente preo-
lidades. El documento del reciente Sínodo Episcopal de 1971 cupados por la abundancia de palabras y la pobreza de gestos
sobre el Sacerdocio Ministerial dice en los Principios doctrinales: entre ellos. Qué diremos de nosotros? Claro está que hay cier-
"Sólo el sacerdote puede actuar in persona Christi, para presidir tos gestos más propios de los grandes que de los pequeños gru-
y realizar el banquete sacrificial, en el cual el pueblo de Dios se pos; y el mismo gesto puede adquirir formas diversas según las
asocia a la oblación de Cristo" 2 . La presidencia litúrgica ha circunstancias.
sido redescubierta progresivamente apenas en los últimos años.
Ella se expresa a través de toda la fenomenología litúrgica. Si En síntesis, la liturgia de la CEB está disinhibiendo la
la estructura y las leyes intrínsecas de la celebración no se co- creatividad y la expresividad del presidente y demás miembros
nocen, tampoco podrán ser respetadas. En liturgia no basta pro- de la asamblea, lo cual irá necesariamente teniendo repercusión
ceder con criterio puramente teológico. Es indispensable el cri- en la celebración ordinaria con los grandes grupos. Esto se rea-
terio litúrgico. liza dentro de todo el proceso de secularización, que busca rom-
per la barrera entre la liturgia del rito y la de la vida cotidiana.
De aquí surgen perspectivas para el futuro e interrogantes pas-
2. N? 4. Cf. también Constitución Lumen Gentium n. 28.
torales para el teólogo.

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2. LA PALABRA DE DIOS EN LA LITURGIA DE LA CEB —histórica: Se queda en el plano del hecho histórico, sin
llegar verdaderamente al presente ni al futuro.
a) Del monólogo al diálogo —ética: Busca en la Biblia "lecciones" más bien de tipo
La Palabra de Dios leída y compartida en los pequeños casuístico, sin llegar a descubrir la unidad entre el sentido hondo
grupos ha cobrado mucha importancia en los últimos años entre de la Escritura como guía moral, el conjunto de la doctrina de
católicos. Entre los protestantes ya era la forma habitual. Los la fe y la experiencia de hoy, que puede pedir en el mismo Es-
fieles ya no simplemente escuchan, como acontece aún en la li- píritu formas muy diferentes de vivir el Evangelio. Las leccio-
turgia de grupos numerosos. Ellos interrogan, analizan su expe- nes morales de la Biblia no son fórmulas permanentes sino
riencia de vida, comparten su vivencia interior, su luz personal. encarnaciones concretas de una visión del hombre y del mundo
Ya no son simples oyentes de uno que habla, sino que aprenden en la fe. Tomarlas en su literalidad lleva en muchos casos a
a escucharse mutuamente. La dinámica de grupos, con todo el hacer decir a la Biblia lo que en realidad no dice.
desarrollo que ha logrado recientemente, se ha introducido en —mística o espiritual: Ve en la Biblia "una experiencia
la misma liturgia. Así se descubren a sí mismos en relación con única más allá de la historia o de la moral, que es también
los demás y a los demás en relación consigo, liberan su palabra nuestra", (ib.) Llegar a lo esencial y permanente de esta expe-
personal antes dormida y van desarrollando todos con todos la riencia, que es encuentro con Dios, fundamenta a la vez las
personalidad humana y cristiana. El sentido de iglesia se acrecien- exigencias morales para hoy, sin tratar de repetir lo irrepetible.
ta y se fortalece la corresponsabilidad en cuanto al crecimiento Aquí adquieren valor especial textos actuales que manifiestan
de la fe. La acción del Espíritu es reconocida en el hermano. la identidad fundamental con aquella otra, norma y luz de la
A esto se une necesariamente un nuevo enfoque de la Pa- nuestra.
labra en relación con la vida: ya no se trata simplemente de No se trata de oponer la experiencia a la historia y a la
aplicar o concretizar en la vida un Mensaje vertical, a priori, moral, cuando abordamos la Biblia, como si debiéramos menos-
sino que prácticamente se parte de la vida con sus problemas, preciar lo histórico y lo ético. En realidad lo que hay que bus-
sus cuestiones, sus dificultades y logros, para interrogar a la car es la síntesis. Si en un tiempo primaba una concepción pu-
Palabra de Dios. Más aún, la misma vida aparece como lugar ramente exegética, hoy buscamos la exégesis no por sí misma,
teológico donde el Señor se manifiesta y llama a los hombres. sino para descubrir el Mensaje y poderlo a la vez anunciar con
El Mensaje evangélico no se sobrepone a la existencia, sino que más significación para el hombre de hoy. No puede haber una
la descubre en su más honda profundidad en Cristo Resucitado. adecuada interpretación de la Biblia sin una sólida base exegé-
Así, la Liturgia de la CEB lleva de la homilía de monólogo tica e histórica, pero sin convertir el anuncio de la Palabra en
a la homilía de diálogo, y de la predicación histórica, introver- simple manifestación hacia afuera de problemas internos de la
tida y extraña al mundo, a la Palabra que se encarna en la his- exégesis, ni tampoco de la teología. Con razón escribe Rahner
toria de los hombres. acerca de la predicación: "En el pulpito hay que proclamar la
palabra de Dios (contenidos de fe) con toda su exigencia y
b) Varios tipos de lectura poder vivificador, de modo que llegue a nuestro corazón y a
nuestra conciencia y transforme nuestra vida". 4
Varias visiones o lecturas de la Palabra de Dios pueden te-
ner lugar, según los criterios con que el grupo se acerque a la
Palabra: 3 c) Selección y comentario de las perícopas

La selección de los textos bíblicos en la Liturgia de la


3. Cf. JACQUES AUDINET, El banquete de la Eucaristía, en Conc. 70 (71)
CEB suele hacerse de varias maneras: de un interrogante o pro-
570 y ss. Todo el número se dedica a Teología, Exégesis y Mensaje cristiano. blema de vida se parte para buscar un texto relativo, que ilu-
Es particularmente iluminador para nuestro tema en el mismo número:
BRUÑO DREHER, Exégesis y Predicación.
Ver además: JUAN LLOPIS, Exégesis bíblica y homilía Litúrgica, en " P h a s e "
66 (71) 527 ss. 4. Cit. por DREHER ibid.

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recitación del Oficio la Iglesia ha integrado textos de valor es-
mine una respuesta; o hay un hecho concreto que ha reunido
pecial, siempre como complemento e interpretación de la lec-
hoy al grupo en la celebración; o se sigue simplemente el lec-
tura bíblica, no como sustitución. Parece necesario profundizar
cionario corriente, o alguien propone un texto especial. En oca-
más en lo que es la Palabra humana en relación con la Palabra
siones la lectura bíblica se complementa o se reemplaza por la
formal de Dios, porque no puede situarse dentro del contexto
de un escritor contemporáneo, cristiano o no, o por algún texto
litúrgico al mismo nivel un texto de Camus o de Marx o de un
conciliar o de la asamblea de Medellín.
teólogo actual con un trozo del Evangelio. Desde el punto de
El comentario se realiza unas veces con éxito de modo que vista ecuménico sería muy negativo. Los textos de simples auto-
la asamblea logra verdaderamente profundizar en su fe. Otras, res humanos pueden con todo tener hoy más cabida que antes
se hace desordenado, confuso, subjetivo, pobre; no se halla con- en la liturgia, sin equipararse a la Biblia y sin reemplazarla. Lo
tenido. "Se esperaba encontrar un tesoro y una fuente viva, y que podría hacerse en una reunión no litúrgica, no puede sin
lo que encontramos es el vacío". 5 más transferirse al acto litúrgico, sin serio examen teológico.
En efecto, la liturgia no es acción privada, sino anuncio y pre-
El presidente no sabe con frecuencia cuál es su función en sencia de la acción salvadora de Cristo, acción de toda la Igle-
este tipo de homilía dialogada. Siente muchas veces que se le sia. Al respecto amonestaba recientemente a sus fieles el Obis-
sale de las manos. Y pareciera que promover la homilía dialo- pe de Münster ante la arbitrariedad en materia litúrgica 6 . Por
gada fuera dejarlo todo a la improvisación del momento como otra parte, la importancia de la vida, no puede hacer de esta
reglas de acción, cual si se tratara de la solución del menor es- el punto de referencia primordial. La celebración de la Palabra
fuerzo. es siempre proclamación de la Palabra de Dios que es escucha-
da en la obediencia de la fe. Puede partirse de la vida o de la
d) Reflexiones pastorales Biblia con toda razón. Y será muy conveniente que el pequeño
grupo procure también seguir el ritmo actual de las lecturas
Todos estos hechos plantean algunas reflexiones pastora- bíblicas que son proclamadas en otras comunidades, aunque
les: ocasionalmente escoja textos según sus necesidades. El ritmo
Ciertamente el redescubrimiento del valor de la vida hu- local no puede sobreponerse al de toda la comunidad. Tal sería
mana, como lugar del encuentro con el Señor, corresponde a el caso, si, por ejemplo, en domingo, se cambiaran los textos
toda la renovación teológica contemporánea, que ha compren- bíblicos que la liturgia propone a la asamblea.
dido mejor la relación entre la historia de Salvación y la histo-
ria de los hombres, entre la Iglesia y el mundo, entre la Pala- No es fácil a veces distinguir entre la selección de los tex-
bra formal y la experiencia humana. Esto lleva a considerar la tos bíblicos según las necesidades sentidas de la asamblea, y la
Palabra de Dios no como una Palabra de hace 2000 años que "utilización" de la Biblia para justificar determinado tipo de
hay que traducir y aplicar hoy, sino como el Mensaje vivo que opciones, tomadas de antemano, sobre todo en el campo polí-
continúa diciéndose y viviéndose en el contexto de toda la tra- tico. El pequeño grupo no puede limitarse a una interpretación
dición de la Iglesia. La tradición de la Iglesia se ejercita y se unidimensional de la Palabra de Dios, que se identifique con
desarrolla cuantas veces la comunidad lee la Palabra a la luz una exclusiva opción en el orden temporal. Siempre la Palabra
de su vida, y su vida a la luz de la Palabra. de Dios ha de ser considerada en su contexto total de fe.

Con todo, la Biblia sigue siendo Palabra Normativa para La función de presidencia en la homilía dialogada adquie-
la fe de la comunidad. No hay propiamente proclamación de la re una forma nueva, pero sigue conservando su característica
Palabra sin lectura de la Biblia. El mismo Magisterio de la Igle- esencial: asegurar para la asamblea el anuncio auténtico de la
sia está al servicio de esa Palabra, pero no la sustituye; está Palabra que la Iglesia hace. El deberá coordinar el diálogo,
normado por ella; no es autónomo. Ya desde antiguo en la orientarlo según las circunstancias, aclarar, complementar, sin-

6. Cf. GOTTESDIENST 13, j u n . 2 de 1971, pág. 103.


5. AUDINET, ibid.
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32 3 - Comunidad de Base
tetizar, relacionar con la acción litúrgica en que se realiza el a ello expresando con su propio lenguaje lo que el Señor les
Mensaje anunciado por la Palabra. Frecuentemente la homilía ha dicho y tratando de ver en qué forma puede orientar su vi-
se convierte en un desordenado intercambio de impresiones pu- da? Sin duda ha habido desviaciones y abusos: improvisación,
ramente subjetivas, ajenas muchas veces al sentido verdadero superficialidad, subjetivismo, polémicas puramente intelectua-
del texto sagrado. Es fácil pasar al pietismo y hacer de la ho- les, utilización de la Palabra según intereses individuales o de
milía una simple proyección sicológica a propósito de la Pa- grupo, etc. Pero ellos se deben no a la homilía dialogada, sino
labra de Dios. Esto nos muestra la necesidad de la exégesis a la forma como se ha realizado en algunos lugares. La solución
seria en función del Mensaje. De ella no podemos prescindir. adecuada no parece ser suprimir lo que en sí es bueno, sino
procurar superar las dificultades y corregir los errores, para que
Pere Farnés habla de "alguna intervención de los fieles" todo se haga bien. La función de presidir no será para extinguir
en la homilía. Y añade: "Pero esta no consiste en un cambio las luces de los fieles o mantenerlas "bajo el celemín", sino pa-
de impresiones acerca de la Palabra de Dios, o una exposición ra hacer de ellas una sola antorcha sabiendo que es el mismo
de los propios sentimientos, pues la homilía debe presentar la Espíritu "el que obra todo en todos". 9
Palabra autoritativamente como dada por el Señor mismo a
través del ministerio episcopal o presbiterial al pueblo que la
acepta con fe como recibida del Señor. 7
3. QUE FORMAS DE LITURGIA CONVIENEN A LA CEB?
Sin embargo la presidencia no asegura automáticamente la
calidad de su función, sino según la competencia y la actuación Con el avance de la reforma litúrgica la Eucaristía ha re-
personal del presidente concreto. Más aún: el don profético no cuperado en la práctica su puesto de "culmen y fuente" de to-
está reducido al ministerio jerárquico. Ni lo ha sido en la his- da la vida de la Iglesia, de objetivo máximo de la evangeliza-
teria de la Iglesia, como consta desde los tiempos apostólicos. 8 ción. La revalorización de la Palabra ha enriquecido a la Euca-
La homilía dialogada es el reconocimiento litúrgico de la acción ristía. Y la renovación de la Eucaristía ha suscitado también
del Espíritu en todos los creyentes, tan claramente expresada un impulso para toda la obra evangelizadora.
por el Concilio Vaticano II. A esta luz hemos de confesar que
no entendemos la prohibición de la homilía dialogada que la Es obvio hoy día que existen en la Iglesia diversos nive-
les espirituales. De aquí se concluye que hay también diversos
Instrucción Tercera hace y que diversos Episcopados han veni-
niveles litúrgicos. Habrá comunidades que no están maduras
do recordando en nuestros países. Reconocemos que en la asam- aún para la Eucaristía.
blea grande no es prácticamente posible hacer una homilía ver-
daderamente dialogada, aunque se empleen recursos de diálogo. Sin embargo, parece que la Eucaristía, por demasiado "usa-
Pero sí lo es en los grupos pequeños. Y el enfoque de la Ins- da", está perdiendo valor en muchos casos. Se quiere la Euca-
trucción no puede ser meramente disciplinar, sino que induda- ristía para todo.
blemente brota de una concepción de la Iglesia y por tanto de
la asamblea litúrgica. El oficio de Cristo Pastor y Maestro, del En las CEB la Eucaristía tiene su lugar propio al menos
cual es signo quien preside, no es desconocido por la forma dialo- en algunas ocasiones. Pero, además de ella, hay muchas otras
gada de la homilía. Es más bien ejercido y significado de otra ma- posibilidades de celebración u oración común que no se han ex-
nera, más rica quizás. Para hacer "comprensible y actual" la plotado suficientemente: celebraciones penitenciales, reuniones
Palabra escuchada será necesario que solamente hable el minis- de oración informal y espontánea, etc. Según los lugares exis-
terio jerárquico? No pueden más bien los fieles ayudar mucho ten costumbres que bien podrían y deberían vitalizarse, de modo
que no se queden en simple formalidad o rutina, sino que ad-

7. Un rito propio para la celebración de la Eucaristía en grupos reducidos?,


9. I Cor. 12, 1-11. Cf. importante artículo de J. H. NICOLÁS O. P., Les laics
en "Cuestiones Litúrgicas", Medellín, ILP, n. 5. Ver Concilium 72 (72) especial et l'annonce de la Parole de Dieu, en NR Th oct. 71, págs. 821-848.
sobre "los ministerios en la liturgia". También CONGAR, Jalones para una teología del laicado, Vat. II, Decr. de
8. I Cor. 14. laicos n. 24.

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quieran toda la riqueza de fe y oración de que son suceptibles.
Cito algunos ejemplos: los novenarios de difuntos, el rosario, de la CEB, bien orientada, será un gran servicio a toda la co-
la novena de navidad o aguinaldo (que en muchos lugares se munidad, una fuente de juventud y de vida, un camino para
hace en casa), la bendición o inauguración de una nueva casa, "descubrir nuevamente y reconstruir el sentido de la comunión
la entronización del Sagrado Corazón de Jesús, etc. Qué se es- eclesial y, de esta suerte, prestar un servicio eficaz a la pasto-
tá haciendo para que estas costumbres cumplan su función pas- ral de la Iglesia local". u
toral? Qué podría hacerse? Un interrogante se ha planteado últimamente en relación
El campo es muy amplio. Hay muchas posibilidades delan- con la CEB: existe la Iglesia allí donde aún no existe comuni-
te de nosotros. La CEB, si ora bien, si celebra bien, puede ser dad humana en el sentido sico-sociológico? Al analizar las ce-
el camino providencial para que de la base surja un estilo de lebraciones de grandes grupos anónimos, cuyos miembros solo
liturgia como corresponde a cada pueblo. La liturgia no puede tienen relaciones muy limitadas entre sí, se ve que allí no hay
seguir viniendo hecha de arriba. Esto exige del pastor sensibi- comunidad sociológica. Por consiguiente tampoco hay comuni-
lidad y respeto a la comunidad. Un cierto panliturgismo puris- dad de fe, dicen algunos, porque la comunidad en la fe supone
ta podría arrasar indiscriminadamente con todas las formas de la realidad de la comunidad humana. Y, como consecuencia
expresión creadas por el pueblo. La importación indiscriminada tampoco hay liturgia, pues la liturgia es acción de la asamblea
convocada por la Palabra en la fe. Sobre esta base, solamente
de criterios pastorales europeizantes, con total desconocimiento
hay liturgia (o liturgia "verdadera", como dicen otros), en los
de nuestro pueblo, ha sido funesta. Varias regiones han sido víc-
grupos donde existen relaciones primarias. Dentro de la lógica
timas de la devastación.
de este razonamiento, tampoco ha habido liturgia en la Iglesia
durante la mayor parte de su historia, ya que las celebraciones
a partir de la era constantiniana han sido predominantemente
4. TENSIÓN ENTRE LA UNIVERSALIDAD Y LA LOCALIDAD masivas. Y las misas dominicales de nuestras grandes parroquias
tampoco son liturgia.
La vida litúrgica de la CEB se halla en marcada tensión
entre la comunión con toda la Iglesia (y más concretamente Creemos que la comunión en la fe no se identifica exacta-
con la diócesis, con la parroquia, etc.) y la expresión de ella mente con la comunidad sociológica. Es un hecho que nos ha-
misma en su originalidad única. La liturgia es acción de la Igle- bíamos contentado con una dimensión teológica pura, desencar-
sia toda y a la vez de esta asamblea concreta que celebra hoy nada, en nuestra visión de la Iglesia. Por eso, es muy legítimo
aquí. La fe es la de la Iglesia que está presente en este lugar, el esfuerzo porque esta comunión en la fe signifique realmente
pero que no se limita a este grupo pequeño. algo concreto y positivo en las relaciones intragrupales e inter-
personales de los creyentes. Sin embargo, el centro de nuestra
Indudablemente la Liturgia de los pequeños grupos lleva unidad es Cristo. Y, si bien es cierto que hay exigencias pe-
a un nivel de vivencia muy superior al que se alcanza en las rentorias en los planos sociológico y sicológico, esto no es lo
demás celebraciones, como regla general. Esta satisfacción den- constitutivo de la comunidad de fe. El Espíritu Santo hace la
tro de la CEB puede fácilmente convertirse en rechazo tácito o unidad de la Iglesia. Es el espíritu de la comunión. Esta debe
explícito de la Comunidad mayor y de su liturgia. La intensi- reflejarse también en las relaciones de las personas. La CEB no
dad afectiva aquí lograda puede producir una frustración allá. puede oponerse como comunidad a la no comunidad. Sino co-
Un enfoque subjetivista, sentimental y puramente afectivo ha mo fermento de renovación para toda la Iglesia, que es comu-
prevalecido en casos concretos sobre el sentido de comunión nión, más allá de las relaciones humanas verificables por las
eclesial. Esto significaría cerrarse la CEB sobre sí misma, dejar ciencias sociales. La comunión de los santos abarca a todos los
de ser núcleo, para convertirse en ghetto. 10 La vida litúrgica que están incorporados a Cristo en el Espíritu, entre los cuales
es impasible pretender que existan las condiciones requeridas
10. Cf. Aloe, de S.S. Paulo VI a XXI Semana Italiana de aggiornamento
pastoral, 9 Sept. 71, en Eccl. n. 1560.
11. Ibid. Cf. también Christus Dnus. 11.
36
37
para la comunidad sociológica. Puede existir la comunidad so- pliendo. Y por otra parte, la norma, principalmente en materia
ciológica, sin que haya comunión de la fe. Y viceversa. litúrgica, está depreciada. Quizás por reacción contra la regla-
mentación excesiva, que en un tiempo dominó toda la liturgia.
Para que haya asamblea litúrgica basta que los creyentes Los obispos y las Conferencias episcopales, como tienen tan po-
se reúnan en la fe con intención de celebrar hic et nunc. 12 Pero ca posibilidad jurídica de acción, prefieren a veces callar en vez
esto no nos dispensa de un serio trabajo para lograr el máximo de frenar o de autorizar abiertamente lo que se está haciendo.
de relaciones personales dentro de la Iglesia.
La mejor comprensión de la liturgia como acción de la
Esto nos lleva a plantearnos otra pregunta: qué es en de- Iglesia particular, en comunión con las demás Iglesias, está re-
finitiva lo que celebramos? Nuestras vivencias personales? planteando la función de los Obispos en materia litúrgica, de
Nuestras relaciones al interior de un grupo? Nuestro nivel de modo que no solo ejecuten o cumplan lo prescrito y, ordenen
satisfacción experimentada en la vinculación con los demás? de arriba hacia abajo, sino que estimulen la vida, impulsen y
Nuestra fraternidad presente? O más bien nuestra fraternidad orienten la creatividad. Los experimentos litúrgicos oficialmen-
futura? El misterio de Cristo, que está más allá de lo sicoló- te han terminado. Sin embargo, si la liturgia, como la Iglesia,
gica y sociológicamente comprobado y que debe integrar la to- deben estar reformándose siempre, se ve necesario que haya
talidad de nuestra vida? No es difícil observar que existen en caminos para lograrlo, partiendo de la base. Los obispos de
la práctica confusiones al respecto, que es indispensable clari- los Países Bajos decían con mucha razón en 1967: "La búsque-
ficar. da de la verdad y de los valores ya no es el trabajo típico de
las solas autoridades: en cualquier nivel, esta se realiza irresis-
tiblemente desde abajo. Esto está unido a —y comporta— un
5. LA LITURGIA DE LA CEB DENTRO DE cambio radical de las relaciones de la autoridad con todos los
LA DISCIPLINA ACTUAL campos de la vida social".14
Las formas litúrgicas propias que se fueron produciendo Lo que ellos decían en sentido muy amplio vale particu-
en la CEB originó una serie de advertencias y recelos en un larmente para la liturgia. Los Obispos latinoamericanos pidie-
principio. Luego la Santa Sede dio normas especiales para las ron en Medellín una mayor libertad de acción. Hacia allá va el
celebraciones de los pequeños grupos. 13 El documento pertinen- curso de la vida, que es también impulsada por el Espíritu. Las
te apenas sí fue publicado y muy poco comentado. Ciertamente CEB vienen a ser, dentro de esta perspectiva, como núcleo vi-
ya legítima la celebración de los grupos pequeños en lugar no tal donde se desarrollan secretamente las fuerzas que se abrirán
sacro para circunstancias especiales y admite una relativa elasti- más tarde para bien de toda la Iglesia 15.
cidad en relación con las celebraciones de grupos mayores. Esto
significa el convertir en puerta oficial lo que en la práctica era
apenas una brecha abierta por la vida, fuera del marco discipli- CONCLUSIÓN
nar.
Pero la vida sigue adelante y las normas están hechas para Hemos tratado así de presentar nuestra modesta reflexión
el presente, más que para el futuro. De aquí resulta un conflic- sobre la liturgia en las Comunidades Eclesiales de Base, dentro
to, en algunos lugares muy sensibles, entre la ley y la vida, en- de una perspectiva latinoamericana, destacando aquellos pun-
tre la disciplina y el movimiento de la historia. Las normas vi- tos que nos han parecido más importantes. Ciertamente la pe-
gentes, con los límites claramente establecidos, no se están cum- queña célula eclesial está desarrollándose en el campo de la
Liturgia con creciente vitalidad, destacando aspectos y valores

12. MANDERS, Qui celebre la liturgie?, en "Liturgie et communautés humail-


n e s " , Centurión, París, 1969, pág. 100. 14. "Directivas Pastorales", citadas por Manders en 1. c.
13. Instrucción litúrgica sobre las misas en pequeños grupos, en AAS, 61 15. Cf. RAMÓN POU, Se está haciendo reforma litúrgica?, en " P h a s e " 62
(1969) pág. 806-811. (1971) 131-147 y bibliograía citada p o r él.

3S 39
que enriquecerán a la comunidad en su sentido más amplio.
Esto no obsta para que sea también necesario suscitar la re-
flexión teológico-pastoral sobre ciertos criterios y formas de ac-
ción que requieren esclarecimiento oportuno. De este modo la Comunidades de Base
acción cuestiona la reflexión y la reflexión ilumina la acción.
Pero es importante, en este como en otros campos de la
y Pastoral Popular
pastoral, estar atentos a la vida, saber realmente lo que está Montea González
sucediendo, para que la reflexión pueda ubicarse y cumplir su
función adecuadamente. La documentación pastoral es aún em-
brionaria en América Latina. Los Institutos y organismos lati-
noamericanos tienen sin duda una importante función que cum-
plir en este campo.

INTRODUCCIÓN:

América Latina es un continente de pobres, de personas


que viven en situación de dependencia. La Iglesia, el pueblo
de Dios, comienza a palparlo vivencialmente, pero aún no to-
ma una posición como Iglesia frente al problema. Es decir, no
aparece realmente como signo del amor salvador —para esos
pobres. Para aquellos a quienes, "estas cosas —las del reino—
íes serían reveladas, precisamente por su pobreza". (Mt. 11, 25).
La Iglesia Latinoamericana, según el mismo texto bíblico,
tal vez fue "sabia y prudente" (Mt. 11, 25), al identificarse
con los sabios y prudentes según el mundo. Sin darse bien cuen-
ta de ello —un día, se encontró sumergida, comprometida con
una situación de pecado—. De no haber sido así, no habría
perdido nada de "su ser —luz de los pueblos— levadura en la
masa". Por esa identificación con "sabios y prudentes —según
el mundo—" le fueron ocultadas, en ciertas ocasiones "las co-
sas del reino".
Vivimos una etapa de la historia en la que se habla mucho
de la hora de América Latina, sin embargo, cada "hora" puede

40 41
pasar, puede perderse, si no se concretiza su profundo sentido. pasado la escritura. Desenrollando el volumen, tuvo pronto el
Tal vez es más real, al menos para nosotros cristianos, hablar pasaje que buscaba. Leyó: "El espíritu del Señor está sobre mí
de "la hora de la Iglesia Latinoamericana". porque me ha ungido. Me ha enviado a anunciar a los pobres
la Buena Nueva. A proclamar la liberación a los cautivos. . ."
Es dentro de ese contexto, de esa toma de conciencia que Y les dijo: esta escritura que acaban de oir, se ha cumplido
la "hora" se nos hace una responsabilidad personal y comunita- hoy". (Le. 4, 18.21).
ria. Es ahí donde sitúa la CEB en relación a la pastoral popu-
lar y viceversa. Los primeros discípulos intuyen desde el comienzo que el
Maestro los ha llamado para que corran su misma suerte. El ha
sido enviado por Su Padre para dar libertad a los oprimidos.
PARADOJAS DE UNA IGLESIA Ellos serán enviados por toda la tierra, llevando la Buena Nue-
va de liberación. Es el "pequeño resto, la levadura entre la ma-
1. La Iglesia es fermento —no ha dejado de serlo— y en sa". Llamado a confundirse entre los hombres dando así la ra-
el momento histórico de América Latina se ha consti- zón existencial de ese "ser elegidos".
tuido en "signo de los tiempos", signo del cambio que
América Latina debe hacer en el hombre latinoameri- b) CEB para las "multitudes" —sentido de "resto"—
cano y en la sociedad, es decir, va produciendo el parto
El que posee una fe en Cristo personal, adulta, interior-
del hombre nuevo y la nueva sociedad que hoy requiere
mente formada. Aquel cuya fe se proyecta en la vida y por esa
la historia.
razón es capaz de un sano y valiente confrontamiento ante los
2. La Iglesia ha perdido algo o mucho de su misión de fer- desafíos de la vida. Ese es cristiano. Si nos encontramos con
mento y de levadura y no está produciendo, no está dan- tales cristianos, podemos decir que también en el tiempo pre-
do a luz, al hombre nuevo y la nueva sociedad que con sente, existe un "resto elegido". En unión individual y comu-
o sin ella se debate por surgir. nitaria con el Maestro, está llamado a ser sacramento de en-
cuentro con Cristo para todos los hombres. Esto es la Iglesia,
la cual se expresa en formas diferentes, según lo requiera cada
1. LA CEB TIENE RAZÓN DE EXISTIR SI ESTA "PARA" época. Hoy tenemos como una de esas formas diversas, la Co-
Y "ENTRE" LAS "MULTITUDES" munidad de Base. Esta "es necesaria porque la fe supone ex-
periencia de amistad, actitud de diálogo, vivencia comunitaria.
a) Fundamento bíblico La comunidad de base es centro de irradiación, sacramento, sig-
no". 1 Se trata de formas diversas de vivir como "el resto fiel".
Cuando los discípulos de Juan vieron pasar a Jesús, lo si- Su meta es la de Cristo: "que todos sean u n o . . . " (Jn. 17,
guieron y su pregunta de encuentro fue: "Maestro, dónde habi- 21). La Promesa es El Reino que ya está presente. Su envío es
tas", "dónde vives tú" y les respondió: vengan conmigo y lo un testamento: "vayan por toda la tierra llevando la Buena No-
verán. Fueron con El, vieron donde vivía y se quedaron con El t i c i a . . . " (Me. 16, 15).
aquel día". (Jn. 1, 38-39).
Así comenzó a formarse el primer equipo del Maestro. c) CEB entre las "multitudes", sentido de Iglesia "levadura"
Creyeron en El, lo recibieron cuando vino a ellos. Constituye- Los discípulos de Jesús vivieron con El. Cuando el Espí-
ron el primer signo de "su resto fiel". Ellos serían los deposi- ritu vino sobre ellos comenzaron a captar ese "nosotros" que
tarios de la Promesa. Esta elección estaría ordenada a la salva- formaba cada uno de ellos con Cristo, e igualmente como co-
ción de todos los hombres. munidad. La dinámica del Espíritu los hizo percibir que de ese
Es en la sinagoga donde Cristo se da a conocer, dando con
ello la razón existencial de su venida, de ese "confundirse entre
nosotros". "Todas las miradas estaban fijas en El. Le habían 1. Iglesia local, Comunidad de Base", Martas José, 1969.

42 43
Para que la Verdad se haga vida en ella, la CEB en Amé-
"nosotros", nadie podía quedar excluido, porque se trataba de rica Latina deberá ser fermento entre las multitudes. Su vida
una prolongación del amor de la Trinidad, hacia todos los hom- será una voz profética que recuerde a todos que "el amor, no
bres. Las primeras comunidades de Pablo aprendieron de El es solamente el mandato supremo del Señor. Es también el di-
que era necesario "vivir en el amor como Cristo, quien se en- namismo que debe mover a los cristianos a realizar la justicia
tregó como oblación..." (Ef. 5, 2). en el mundo, teniendo como fundamento la Verdad y como
signo la libertad". 3
El descubrimiento de la dimensión evangélica de la vida
y dentro de ella de la realidad de la Iglesia en una forma con-
creta para nuestro tiempo constituye a la Comunidad de Base
2. PELIGROS DE LA CEB
como lugar de experiencia de ese "nosotros", hoy. También
ahora la dinámica del Espíritu es la que hace percibir que de
ese "nosotros", nadie puede quedar excluido. "El reino de los "Existen muchos estudios sobre la situación del hombre
cielos es como la levadura que una mujer mezcla a la harina latinoamericano. 4 En todos ellos se describe la miseria que mar-
para hacer fermentar toda la masa" (Mt. 13,33). gina a grandes grupos humanos. Esa miseria, como hecho co-
lectivo, es una injusticia que clama al cielo". 5
d) CEB profeta para hoy
América Latina nos aparece dolorosamente en una situa-
Cada momento tiene su singularidad. También nuestro mo- ción de pecado. Grandes masas de la población viven en situa-
mento histórico. El Dios de la Historia es un Dios vivo, más ción de subdesarrollo total, también religioso. "La Iglesia de
aún es "un Dios entre nosotros". Cada momento tiene sus América Latina, lejos de quedar tranquila con la idea de que el
profetas, quienes ponen en contacto al hombre con ese Dios pueblo en 'su conjunto posee ya la fe y de estar satisfecha con
que los salva; el profeta es un signo de su acción en la historia. la tarea de conservar la fe del pueblo en sus niveles inferiores,
débiles y amenazados, se propone y establece una línea de pe-
Será la experiencia de "la impotencia", la lección del Pro- dagogía pastoral. . . " 6 Así ha tomado conciencia en Medellín
feta. Por su contacto existencial con Cristo sabrá discernir y del subdesarrollo religioso en que vive el pueblo y en esa for-
gritará a los hombres que en él solo, se revela el contenido de ma se ha expresado ante el subdesarrollo total que no puede
los signos de los tiempos. Cristo es el Profeta entre los profe- verse desconectado del religioso.
tas.
La miseria que margina a grandes grupos humanos es pe-
El pueblo que Jesús forma y que crece en comunión de cado de todos los que no están en la misma situación. Existe
vida con el Padre, con el Hijo y con El Espíritu, es Pueblo una separación hiriente entre los que nada poseen y los que
profético. Cada Comunidad de Base por ser expresión de la tienen mucho.
Iglesia hoy, recibe igualmente vocación de Profeta. Cristo "se-
duce" a esa comunidad y ella está llamada a anunciar con su Por largos años y bajo muchos aspectos, la Iglesia latino-
vida y sus palabras la Verdad. americana se ha identificado con el sector más desarrollado. En
alguna forma ha participado de la situación de pecado de los
Para vivir esa Verdad, la CEB en América Latina deberá que tienen mucho. Hoy la Iglesia se encuentra ante el gran de-
hacer suyo el Mensaje de justicia del Evangelio. Para que su safío que le replantea el Evangelio: "anunciar a los pobres la
conversión sea existencial, no podrá olvidar que "el origen de Buena Nueva de Liberación".
todo menosprecio del hombre, de toda injusticia debe ser bus-
cado en el desequilibrio interior de la libertad humana que ne-
cesitará siempre, en la historia, una permanente labor de recti- 3. ídem.
ficación" 2 4. ídem.
5. "Sobre el Progreso de los Pueblos", Paulo VI, 1967.
6. Documento JUSTICIA, Medellín.
2. Documento JUSTICIA, Medellín, 1968.
45
44
La Comunidad de Base corre el mismo peligro de la Igle- En cuanto a los que viven en medio de la situación de pe-
sia total, si continuamente no revisa su posición. Tratándose de cado, a los que si continúan ricos "serán despedidos vacíos, se-
grupos humanamente promovidos, puede encontrarse en medio rán arrojados de sus tronos" (Le. 1,52-53) , hay que llamarlos
de la situación de pecado, convirtiéndose en "opresor" de sus fuertemente a la conversión, entre ellos, la Iglesia, y por eso
hermanos. Otras veces puede encontrarse "getto", sin estar al la CEB, debe llevar la caridad hasta la denuncia. Porque Cristo
"servicio para las multitudes". Cuando no asume la sociedad real vino a salvar a todos, es indispensable mostrar a todos la sal-
por evasión, por huida, formará una "sociedad artificial", adop- vación, hay que tener el valor de cuestionar con infinita fuerza
tando otras formas de equivocación. Esto puede darse en cual- y paciencia. Callar es hacerse cómplice del peor mal que puede
quier clase social. Las CEB de la Iglesia Latinoamericana, deben dañar a ese rico que está llamado a ser también hijo en el Hijo,
comprender que pecado y esclavitud van de la mano, que habrá aprendiendo a ser pobre. "El que quiere venir conmigo, niegúe-
un continuo recaer en esa situación cuando se es infiel. Cristo, se a sí mismo. . ., el que ama su vida, la perderá. Pero quien la
para romper esa esclavitud, consintió en adoptar la convicción pierde por mí la ganará (Me. 8.35). Ese "identificarse" de la
de esclavo. (Fl. 2,7). Iglesia por largos años con el sector desarrollado, indudable-
mente le ha impedido entregar a ese sector al Evangelio en toda
La CEB está ante dos alternativas: o se convierte en leva- su pureza, la caridad como "ley fundamental del mundo". Hay
dura y es liberadora, o progresivamente va haciéndose cómpli- que confiar que ante una evangelización lúcida habrá muchos
ce del "sistema". que se sentirán llamados a una conversión. El paso siguiente
será "la comunión", el deseo vital de ser Iglesia.

Un Pueblo de Dios así unido, avanza sabiendo que el Reino


3. LA VERDADERA SITUACIÓN DE LA CEB
ya está presente. Pero que, para su plenitud todos deben cons-
truir en esa unidad. Avanza hacia la Parusía.
Cristo se hizo siervo de los hombres, porque El Padre así
lo quería. Y de esta manera los rescató (Jn. 13, 1 ss.). Todos
fuimos hechos hijos en el Hijo (Jn. 8,32). Para Dios no exis- 4. HIPÓTESIS PARA UNA ACCIÓN PASTORAL DE
ten diferencias entre los hombres, más aún, toda la economía LA CEB ENTRE LAS MULTITUDES
de la salvación —en concreto la encarnación—, nos habla de
la pedagogía de Dios para hacernos comprender la caridad, co-
mo ley fundamental del mundo. a) Los miembros de una CEB han aprendido a tener ne-
cesidad los unos de los otros. Se han dado tiempo para cono-
La Iglesia —y por lo tanto la CEB— tiene en la vida y cerse y han llegado a descubrir el valor de la amistad. Han dado
acción de Cristo, la expresión concreta para responder al desafío un paso más y han tenido la experiencia vital de la fraternidad.
que le replantea el Evangelio. Deberá optar entre la situación
de pecado o esclavitud y la situación de libertad. Las CEB de- Las multitudes se experimentan "niveladas": una persona
ben estar liberadas para liberar, deben estar convertidas para es semejante a cien mil. No se sienten ni como personas, ni
convertir. como grupo, necesarias ni importantes para nadie.

Las CEB deberán vivir abiertas a las multitudes, deberán La CEB en A. L. se convierte en fermento entre la mul-
confundirse como el fermento en la masa para "concientizarla", titud, transfiriendo el calor de su caridad, dando testimonio vi-
para hacerla descubrir la necesidad de personalización. La CEB ta! de fraternidad. Rechaza cualquier actitud "elitista", tenien-
tiene una labor evangelizadora, ya sea de testimonio, ya de ac- do en cambio la de servicio. Tiene clara conciencia de que no
ción directa. Las multitudes evangelizadas en el auténtico sen- crece, si no crece el conjunto. Sabe que no hay nadie "privile-
tido del Evangelio, necesariamente avanzan a su liberación. De giado", que todo lo que posee es gracia. La auténtica CEB sabe
entre ellas, muchos irán capacitándose para llegar a una mayor que si no está en continua actitud de servicio se destruye a sí
comunión hasta la necesidad de formar nuevas CEB. misma. Las multitudes van aprendiendo el valor de su indivi-
46 47
dualidad, el significado de ser persona. La apertura mutua pro- dónde están las graves opresiones y alienaciones en la que es-
duce el encuentro. tá sumergido el pueblo. Esto le exigirá la opción por determi-
nados valores evangélicos, que lleguen a ser respuesta eficaz a
b) El amor hecho comunión es lo que hace que un día sea esa situación, debe optar por esos valores, hacerlos vida en sí
diferente a los otros días; una hora de las otras h o r a s . . . una misma y entregarlos. Esos valores evangélicos necesariamente
persona de la otra persona. Cada CEB es diferente de las otras la llevarán a comprometerse con las multitudes. Le exigirán no
CEB, cada miembro de ella es enteramente otro del que está a aceptar transacciones en ese compromiso. La conciencia presen-
su lado. Hay una forma para llegar a las multitudes, es la del te de esos valores renovará su fidelidad al Evangelio, y hará
"amor que lo da todo por sus hermanos". Cuando el amor es que esté en continua actividad de conversión. Entonces se trans-
auténtico, cuando es emanación del amor de Cristo en una CEB, forma en elemento liberador de:
necesariamente es comunicativo, llama a una respuesta de amor,
invita a "comunión". Y entre las multitudes el Espíritu comien- 1) la opresión para las multitudes.
za su obra de liberación más radical. Quien se convierte dentro 2) del pecado, entre grupos opresores.
de la multitud es porque ya se sabe "yo —frente al TU". Surge 3) de formas de explotación religiosa alienante.
el "nosotros" —con Cristo y entre los hermanos. Comienzan a
darse las condiciones para una nueva CEB. e) La CEB que tiene como meta la "comunión" solo la
realizará verdaderamente si esta es auténtica. Una "comunión
c) Hay que distinguir: comunicante", fluye de la vida en la Trinidad. Entonces nece-
sariamente planteará exigencias radicales para que esta CEB dé
1) la acción de la CEB colaborando en una Pastoral Po- a las multitudes su presencia, su palabra y su acción —como
pular concientizadora. prolongación de la de Cristo— de la vida trinitaria.
2) la acción de la CEB que cada día comprende de nuevo, Una CEB que no realiza Iglesia —comprometida con el
la necesidad de confundirse —de encarnarse entre la oprimido— es opresora, a lo menos como complicidad con el
multitud— rechazando el sentimiento de formar el gru- sistema. No tiene de hecho, compromiso ninguno con Cristo.
po de "los buenos encerrados en sí". Aprendiendo a
hacer "mesa redonda" entre los que no conocen a En cambio, la CEB —con la Jerarquía— debe buscar ca-
Cristo más que entre los que van a repetirse las mis- minos para que la Evangelización de las multitudes, la Pastoral
mas cosas sin salir de ellos mismos. Popular realice la Iglesia de Cristo, y jamás una caricatura de
ella. Para que así suceda tiene que:
d) la CEB como fermento —hoy— no puede dejar de
—Interesarse con sincero amor evangélico por las multitu-
comprometerse vitalmente con la realidad social latinoamerica-
des.
na, si es fermento, si es luz —no puede serlo solo para sí mis-
—Captar que la esencia de ser cristiano es la fraternidad
ma— pues "deja de ser". Si es una forma importante de ex-
universal.
presión de la Iglesia de hoy, tiene que considerar que la pasto-
—Interesarse por la Pastoral Popular.
ral es expresión de su ser y si su acción no es liberadora, no
—Comprometerse —hasta donde le sea posible— con di-
hace pastoral alguna.
cha Pastoral Popular.
Una CEB comprometida en la tarea de liberación del hom-
bre latinoamericano debe ver que existe el peligro de tomar f) Por último, la CEB como auténtica forma de Iglesia
ambiguamente el término "liberación". Lo definitivo es que comprende que el cristianismo no es getto, sino que se da en
todas las personas se sientan tales. Para eso, es indispensable la universalidad de las multitudes. Esto es entender la encar-
que la CEB sea capaz de denunciar, cada situación de pecado, nación.
sea este de tipo social - político - económico - cultural - religio-
so. El descubrimiento de la situación de pecado, le señalará
48 49
4 - Comunidad de Base
Prospectiva
José Marins

INTRODUCCIÓN

Prospectiva no es profecía. Es un ángulo visual que inclu-


ye aprecio por el pasado. Mira el presente en la velocidad de
las transformaciones que se verifican. A partir de tales consi-
deraciones, se pueden preveer tensiones, líneas, "colores",
"sombras" que ya nacieron ahora, pero que conseguirán su ma-
yor desarrollo en los años sucesivos (caso no hay un cambio
radical de causas y ambientes. . . lo que sería rarísimo, pero
que no se puede excluir totalmente "a priori"). En el conjun-
to eclesial actúa siempre el Espíritu del Señor. Esto no quiere
decir que se prepara para hacer milagros y más milagros. . .
una vez que observa los caminos establecidos por el mismo Se-
ñor con la creación. . . una vez que el Espíritu trabaja en no-
sotros, con nosotros y no es ni paternalista, ni dictador.
No se trata de jugar la lotería. Todo lo que hacemos tiene
consecuencias a corto y quizás a largo plazo. Entonces se trata
de fijarse más en dichas consecuencias. . . considerar las reso-
nancias que las palabras y actitudes de hoy podrán tener en
los días de mañana y de pasado mañana. . .
La prospectiva puede ayudar a:
—una conversión actual, una vez que se considera todo el
alcance de los pecados o virtudes que ahora practicamos.
51
—una racionalización del mismo trabajo, no comenzando —conflicto entre el nivel técnico y capacitación especiali-
tareas que no tienen ningún futuro. Subrayando compromisos zada de las personas y el nivel "improvisado" de mu-
que pueden multiplicar sus frutos a largo plazo. chas estructuras de Iglesia.
—una dimensión de fe en la vida y en los compromisos —desplazamiento del período de apostolado para las ho-
apostólicos. Mucha cosa no tocará a nosotros terminarlas... es ras de la noche y fines de semana.
el Reino de Dios, no el de nosotros.
—misiones intra-eclesiales con apóstoles seglares en equi-
—pensar en los sucesores (no necesariamente en los here- pos con presbíteros y religiosas.
deros. . . ) . Un día deberemos despedirnos.
—mayor presencia de los seglares en los niveles ejecutivos
de la institución eclesial, correspondiendo a mayor in-
tensidad de estudio y oración en los presbíteros.
1. SEGLARES
OBISPO
• redescubrimiento de la Iglesia como vida, como co-
munión, como participación diversificada.
hermano mayor en la fe.
• participación mayor en grupos menores.
gran capacidad de coordinación de comunidades y de re-
• creatividad intensa al ritmo de su experiencia en los lacionarlas entre sí.
compromisos de su profesión.
cuestionador de la realidad y de las estructuras eclesia-
—pasaje de la ideología a los valores fundamentales. les (no solamente defensor de las mismas).
—pasaje de la actitud de búsqueda de seguridad a la
preocupación creadora. hermano que visita, asesora, estudia.
—pasaje de la actitud de "observancia" para la de cola- estimula experiencias pioneras, cuestionadoras, creadoras.
boración.
mayor presencia en la opinión pública, anticipándose a
—de la sumisión a la responsabilidad. los acontecimientos.
—de la integración al inconformismo social.
gran necesidad de asesoría (no siempre de asesores).
• nuevo papel de mayor presencia de la mujer (religiosa
o seglar) en la vida, estructuras y misiones de la Iglesia, ^ nueva figura social específica de este tiempo (tipo de ca-
sa, vestimenta, amigos, etc.).
Todos esos procesos son acumulativos y con frecuencia son inserta su comunidad en el conjunto de la Iglesia, dando
elementos que recíprocamente se irán potenciando. De ahí: mayor presencia suya personal al colegio episcopal, pres-
—cuestionamiento del clericalismo. tando más servicio a la Iglesia universal, continental y
—transformación de seglares: de "domesticados" para "co- nacional.
laboradores", hasta "creadores responsables en comu-
personalmente (y además con ayuda de asesorías) sigue
nion . estudiando durante toda la vida, participa en encuentros
—Cuestionamiento de las estructuras eclesiásticas de estudio para entender los nuevos problemas y buscar
—cuestionamiento del compromiso temporal, político, par- respuestas pastorales para los mismos.
tidario.
más pobre — sabe que no puede todo. Entonces escu-
—riesgo de iluminismo seglar, de fanatismo, de entusias- cha, consulta, recibe, confía, ora, entrégase a Aquel para
mo ingenuo, en una primera etapa. el cual nada es imposible.
52 53
• hombre optimista: testimonio del acontecimiento de Pen- * orientador de los nuevos hermanos
tecostés. Debe manifestar esa esperanza. No es profeta * cuestionador profético
de calamidades, no es hombre de angustia, de miedo, de * dinamizador del compromiso temporal
pesimismo.
* espiritualizador
• hombre de comunión (el afecto colegial es fácil recla-
marlo cuando se lo necesita. . . difícil vivirlo cuando los * hombre de la esperanza
demás lo necesitan). —ministerios como misiones, por lo tanto, no por toda la
• capacidad para entender la historia, descifrar las señales vida ni necesariamente sacramentales.
de los tiempos, penetrar las angustias del hombre. Inter- —profesionalizados (en su mayoría).
pretar, corregir o confirmar desde la fe las situaciones
—preparados por la acción y en ella, además, complemen-
concretas de la historia. Escuchar al pueblo, a los teólo-
tados con cursos intensivos periódicos.
gos auténticos, no temer las reflexiones auténticas, ni a
los problemas. . . —misión canónica temporal.
• más preocupado en vivir él mismo en una comunidad de —indicados por la comunidad, reciben la misión de la je-
vida. rarquía, no de la comunidad.

DIÁCONO PERMANENTE:
2. MINISTERIOS

• tendencia a ser substituido por los ministros extraordi-


narios y por las misiones canónicas. —Revisión de los actuales, en el sentido de purificación y
profundización de su misión.
• las experiencias existentes llevaron a la reflexión sobre
posibilidades nuevas de ministerios en la Iglesia. PRESBÍTERO:

1
educador de la fe y creador de comunidades
NUEVOS MINISTERIOS:
' con otro nivel de capacitación humana, posibilidad de
—Expresión nueva de carismas, considerados ya no más profesionalización y capacitación técnica, con nuevo "sta-
como dones dados únicamente a la primitiva Iglesia (por su tus" en la sociedad humana y desinteresado de las pre-
"debilidad" como decía un famoso profesor de La Gregoriana cedencias eclesiásticas y clericales
de Roma.. . ) , sino como una presencia actuante del Espíritu
en su Iglesia. Ejemplos: ' presbíteros con status social dependiente de sus valores
personales y no de su papel intra-eclesial.. . este último
coordenador de asamblea valdrá poco en una sociedad secularizada
recepcionista 1
presbíteros que trabajan siempre en equipos (con otros
misionero sacerdotes.. . con seglares y religiosas)
secretario mayor presencia femenina en su misión pastoral y en su
cronometrista vida de equipo apostólico
práctico
redescubrimiento de otros tipos de oración, más personal
visitador de comunidades y de hermanos y más comunitario — como Iglesia orante y como indi-
representante de la comunidad en la asamblea viduo caracterizado por una historia única, (pecados,
interligador de las comunidades fracasos, alegrías, esperanzas, amistades).

54 55
"reencauchar" la cultura de los presbíteros con mayor —inserción mayor en la pastoral y en la problemática del
frecuencia (cada 5 años cursos especiales de reajuste es- mundo actual, de ahí:
piritual, cultural, humano, grupal, comunitario, técni- • cuestionamiento de las obras propias
co...)
• cuestionamiento del propio modo de vida
con nuevos conocimientos sico-sociales • problemática colocada por elementos de frontera, que
trabajando tiempo integral o parcial (profesión) son quizás agresivos, raros, incomprendidos . . . y
• combatidos
con un papel social más de hermano, asesor, cosultor
• alejados de la acción más importante
vivienda en una comunidad eclesial de base, compartien- • provocadores de polémicas.
do la aventura de Dios y además, a nivel pastoral puede
comprometerse con mayor frecuencia en área zonal, dio- Como consecuencia, algunos de ellos se marchan fuera de
cesana, nacional y estra-continental. . . habrá mayor po- la institución religiosa, otros se desaniman y siguen vegetando,
sibilidad de aportar a áreas más vastas de Iglesia, su tiem- otros finalmente llegan a cargos directivos y colaboran para un
po, sus especializaciones, etc. cambio decisivo del conjunto.
solicitud con las Iglesias vecinas más pobres en materia —abandono de las obras propias
económica y en personal apostólico. Ser generoso para —aparición de pequeñas comunidades insertadas, primero
ofrecer de aquello mismo que necesita. No preocuparse las obras propias, después en campos tradicionales (es-
demasiado porque su Iglesia particular se vuelve "des- cuelas, hospitales, catequesis), pero ahora ya no más
cuidada" una vez que él está saliendo mucho a servicio propios, sino particulares u oficiales. . . presencia en los
de la Iglesia universal (aun cuando su propia diócesis no organismos pastorales y estructurales diocesanos (Curia,
lo comprende en esta misión universal. . . ) oficina de catequesis, de liturgia, etc.).
construir la Iglesia latinoamericana, como es el continen- Nacen pequeñas comunidades de religiosos en nuevas
te, no como si estuviera en África o Europa. Buscar lo áreas.
que es específico de esta hora y de este pueblo • para hacer apostolado ahí (favelas, barreadas, zona rural,
mayor comunión con la cabeza del colegio apostólico. barrio obrero, etc.)
Llevarle las inquietudes de la base, las urgencias de ca- • para vivir en un medio humano distinto de la antigua
da Iglesia particular casa religiosa, y cada religioso se compromete en su pro-
planeador comunitario de la diócesis fesión específica. La residencia es el punto de encuen-
tro, de su equipo de v i d a . . . (comunidades en edificios
suscitador e integrador de los diversos carismas que el de departamento, en barrios clase media, etc.).
Espíritu da a la Iglesia
desolorizado con ciertos poderes civiles, militares, eco- —una vez que no existen obras propias ni grandes comu-
nómicos, culturales... pagando el precio que esto le nidades, cambia mucho la situación económica y la or-
costará. ganización interna.
• revisión del gobierno provincial, general y local
• transfórmanse en grupos de asesoría
3. RELIGIOSOS
• de coordinación espiritual, cultural
—tentativa de mejorar sus obras propias (escuelas, hospi- • son personas con mayor experiencia que ayudan a cues-
tales, etc.) y su vida interna (capítulos generales espe- tionar las obras, la vida, el compromiso de cada religio-
ciales. . . ) so
57
• los religiosos presbíteros profundizaron el sentido de su — se multiplicarán las comunidades de base, los grupos
sacerdocio ministerial, su presencia en auténticas comu- especializados y aparecerá un cuerpo de asesoría y coor-
nidades eclesiales de base y en sentido de su vida fra- dinación diocesano
terna en la misma vida religiosa. — habrá fuerte cambio en la concepción actual de pa-
—revisión del sentido de pobreza y de obediencia rroquia y de Curia diocesana. Sus funciones se trans-
formarán
—trabajo en equipos mixtos
— la Iglesia particular tendrá mayor importancia en la
—mayor estabilidad territorial de las personas Iglesia, con misión de concretar seriamente la expresión
—necesidad de cualificación profesional para todos evangélica para su lugar y para su tiempo.
—trabajo apostólico más a través del compromiso técnico,
temporal Parroquias
—o las actuales comunidades religiosas cambian fuerte- — será más el nivel zonal de coordinación que una enti-
mente en su cara sociológica, sicológica, histórica o tidad semifeudal dada a un párroco
aparecen otras expresiones de vida religiosa con
— nivel de coordinación responsable por diversas CEB
• mayor contacto con la vida humana de este siglo (como célula máter). Su edificio más grande —Iglesia
• con la propia familia humana parroquial— será el punto mayor de reuniones, asam-
blea eucarística, etc.
• con la Iglesia de América Latina (diocesana, nacional)
— será el nivel burocrático para todas las comunidades
• con mayor especialización de cada persona (competencia) de base (documentos matrimoniales, etc.)
Estas transformaciones de la vida religiosa implicarán con- — nivel de coordinación de las CEB y de los grupos es-
secuencias en la vida de la Iglesia diocesana: pecializados, por lo menos de algunos
— desaparición de obras propias de los religiosos, obligarán — terminarán las representaciones importantes (junto a las
a un cuestionamiento de la acción supletoria de la fiestas oficiales, etc.) "autoridades civiles, religiosas
Iglesia y militares..."
— de su inserción temporal
— llevará a la desaparición de infra-estructuras eclesiás-
5. ACTITUDES Y ACCIONES
ticas secundarias (cocineras de seminarios, auxiliares de
catequesis, etc.).
Compromiso social
— desolidarización con poderes económicos, civiles, cul-
4. ESTRUCTURAS
turales, sociales.. .
Iglesia particular — solidarización con todos los oprimidos para su libera-
ción
— Corresponderá siempre más a una unidad humana
— disminución del prestigio (y del dinero)
• cada ciudad con un obispo o por lo menos un — fin de la representatividad oficial de los clérigos
vicario episcopal y no una sucesión de parroquias
—fin del prestigio humano y aumento del prestigio evan-
más o menos independientes
gélico
• en la gran ciudad podrán aparecer diversos vica-
riatos episcopales, y sus vicarios serán un colegio — situación de persecución clara o indirecta
de asesoría especial al obispo — fin de obras propias y supletorias

58 59
— mal ejemplo de los mismos (inautenticidad, agre-
— fin de privilegios
sividades, etc.)
— comienzo de vida de mayor esperanza y de una soli-
daridad popular no mítica, sino fraterna — consecuencias de disminución de prestigio de
algunos
— aparecimiento de nuevos heroísmos a todos los niveles
— cambios económicos
— valores nuevos para el celibato consagrado con sentido
espiritual, y social — inseguridad doctrinaria, humana de personas que
son alcanzadas por cambios
— reconciliación con áreas a donde aparecería imposible
llegar la Iglesia — reacción de la sociedad actuante (statu quo cul-
tural, político, religioso, económico, etc.)
— desarrollo de una teología profunda de liberación, hasta
consecuencias ahora insospechadas. búsqueda de retomar el poder
destrucción de personas (sospechas - grupos de confir-
Liturgia mación)
— celebraciones sin presbíteros
— otra extensión para la práctica penitencial con la me- OPERACIÓN GEDEON (disminuyen los efectivosj los
diación de la comunidad comprometidos, los disponibles. . . muchos se quedan
agotados, desanimados, marginados)
— edificios eclesiales muy diferentes, más para encuentro
que para ritos
LA CRISIS PROVOCA EL CRECIMIENTO
— extensión del sacramento de los enfermos
— profundización de la vida espiritual con mayores am
— integración de gestos, música, tradiciones del continente plitudes
— estudio más amplio pero mucho más existenciales, pas-
Ecumenismo
torales
— celebraciones conjuntas más en la base — fin del carrerismo en la Iglesia
— edificios comunes — refuerzo de la Iglesia diocesana
— compromiso en la liberación, en común — profundización teológica
— búsqueda de la palabra, en común — reintegración afectiva de la jerarquía en el corazón de
— kerigma y señales de los tiempos en conjunto. presbíteros, seglares. . .

Engeneral, los pasos se dibujan:


— euforia de renovación en la primera etapa
— iniciativas creadoras
— tentativas de coordinación general, de pastoral de con-
junto, de planeamiento pastoral
— presencia actuante de presbíteros y obispos

— SIGÚESE LA CRISIS
motivada o pretestada por
— exageraciones de los pioneros
61
Dimensión Dinámica
Psicológica y
Comunidades Eclesiales
de Base
Mario Arroyo

1. EXISTENCIA DE GRUPOS

La disposición de la sociedad actual no puede permitirnos


continuar las actividades sociales, culturales, económicas y reli-
giosas en forma individualista. Como en ninguna otra época
la actividad grupal se ha constituido como sinónimo de nece-
sidad y por lo mismo de eficacia.

El intercambio y la comunicación de las personas se hace


cada día en la relación de las pequeñas o grandes comunidades,
hay una actitud por la cual la interacción se facilita y es la
garantía grupal.

El grupo se ha constituido en una verdadera terapia para


todo lo que sea dificultad mental, síquica e inclusive física; las
actitudes violentas e inclusive aquellas que pueden aproximarse
a lo que podríamos llamar patológicos son centralizadas en los
grupos de desenvolvimiento normal y equilibrado.
63
La razón de la existencia de los grupos se justifican por que podríamos decir, el espacio vital, geográfico de personas.
el beneficio que causan a la persona. La persona en el grupo, Al saber a dónde va y dónde es acogido, nace en él un senti-
cuando sabe aprovecharse del grupo, tiene mejor oportunidad miento profundo de localización y por lo mismo de referencia.
para conocerse a sí misma y saber adaptar su comportamiento Ubicado y manteniendo esa libre dependencia hace que ame el
al medio en el cual se desenvuelve. medio y las personas en donde se desenvuelve, proporcionándole
Enumeramos brevemente, como simples notas, los bene- una buena dosis de serenidad y estabilidad emocional.
ficios que la persona recibe del grupo y que a su vez el grupo Disfrutando de su espacio vital, la persona recibe en el
recibe de la persona. grupo un rol definido que siempre le caracterizará. Al recibir
El hombre es un complejo de necesidades, la conciencia de del grupo las distintas responsabilidades despiertan en su acti-
las mismas hace que él se considere un ser limitado y por lo vidad una manifestación constante de esfuerzo y cumplimiento,
tanto con necesidad de ser complementado por los individuos lo que llamamos responsabilidad individual. Si la persona al
que le rodean. trabajar en el grupo y recibir del grupo responsabilidades que
estén de acuerdo con los fines que él busca se despertará en
Una de las primeras necesidades que el individuo debe sa- ella una actitud industriosa, lo que comunmente en sicología se
tisfacer a través de todas las etapas de su vida, es la necesidad determina con el nombre de industria.
de afecto que comunmente llamamos amor. El grupo normal
Motivada en esta forma, la persona, constantemente se
es un centro generativo de afecto y de descarga emotiva. Cuando
pone en actitud de utilizar todos los medios propios externos,
el individuo sabe aprovechar este estímulo, genera en el una
como también todas las potencialidades humanas y sobrena-
actitud de sociabilidad que le capacitan a través de toda su turales para vitalizar el trabajo, el acercamiento y la comunión
vida, para mantener un estado de autonomía. La autonomía, de las personas; además, se constituye en el hombre que cons-
fruto de una afectividad muy bien recibida, le da la oportunidad tantemente tiene espíritu creador.
de obtener la capacidad de conocer el mundo y sus relaciones,
los individuos y sus necesidades, como también entender la El grupo, centro generativo, de responsabilidad dispone
complejidad de este mismo mundo y su historicidad, impulsán- a la persona a educar su capacidad de decisión. Este ejercicio
dole a explorar y a constituirse en un elemento positivo de de decidir, que significa coordinar y medir las fuerzas propias
la sociedad. en relación al mundo exterior y a ia sociedad, le constituye en
autoridad de sí misma, recibiendo del grupo las oportunidades
El grupo no solamente satisface esta necesidad de afecto de poder ejercitar esta autoridad.
que la persona experimenta, le proporciona además la oportuni-
dad de sentirse respetada. Toda persona necesita ser valorada La persona equilibrando y estimulando su propia autori-
en lo que es, en lo que tiene, para saber expresarse con satis- dad, y al mismo tiempo respetando la autoridad de los demás,
facción en sus interrelaciones e interacciones. Considerada la per- en el grupo adquiere la capacidad de identificarse. Al identifi-
sona en sus valores, se desarrolla en ella, lo que llamaríamos carse puede llegar al influjo interno y estimulante que en la
un sentido de iniciativa. Toda persona integrada en un grupo acción le proporciona el grupo.
desarrolla una serie de potencialidades que le permiten ser un
Situado así, sabe lo que es, el rol que desempeña y debe
individuo de propósitos constantes, buenos, adecuados, satis-
vivir, y le da la oportunidad de saber qué es lo que pide la
factorios. La misma capacidad de iniciativa hace de él, la
sociedad de él. Así el hombre identificado y habiendo ordenado
persona dispuesta a continuar por sí misma o unida a cualquier
sus impulsos puede constituirse en elemento que facilita y
otra persona o grupo la transformación del ambiente, procu- promueve el diálogo entre las personas y por lo mismo en la
rando que un ambiente hostil se convierta en un ambiente aco- sociedad. Diálogo que le hace persona de mente y corazón
gedor y atrayente. flexible.
Si el grupo hemos dicho, es centro generativo de amor y Caminando más adelante en la dimensión dinámica del
de respeto, hace que el individuo se considere propietario, de lo mundo, encontramos que las personas al participar intensamente
64 65
5 - Comunidad de Base
de las realidades concretas, reciben constantemente la oportu- cíéndose un nexo de relación entre la propia intimidad y la
nidad de ejercer y satisfacer la íntima necesidad que experi- complejidad de las personas con las cuales se relaciona.
mentamos de libertad. El concepto de libertad comúnmente, se
ha tomado en una forma muy limitada, hacer o no hacer, elegir Integrada la persona y el grupo se establece una corriente
o no elegir. de mutuo equilibrio que favorece el desarrollo y la confianza en
los individuos proporcionándoles una actividad fecunda, libre
La libertad, dinámicamente comprendida, significa que el de toda desesperación y de dudas sistemáticas.
individuo es capaz de autodeterminarse, autorrealizarse. Libertad
que se puede traducir en el ordenamiento de toda la riqueza
sicobiológica que al ordenarla se traduce en términos de ge- 2. DINÁMICA DE LOS GRUPOS
neratividad y fecundidad.
Llamamos libertad, en el aspecto dinámico, la capacidad Establecida la relación y los beneficios que las personas
que constituye al individuo en una persona creadora, comuni- reciben en el grupo, antes de llegar a una aplicación concreta
cativa y capaz de acción. El grupo proporciona a la persona a las Comunidades Eclesiales de Base reflexionemos sobre el
estos términos indicadores de generatividad y fecundidad libe- término, dinámica.
rándola continuamente. Debido a la divulgación y al empirismo con que se están
Claro está, la intensidad de recepción está en proporción tratando estas materias se confunde, comúnmente, la profundi-
a la intensidad de participación en el grupo. dad que la dinámica de grupos supone en el cambio de las
personas con una serie de actividades periféricas o de simples
Satisfecha la necesidad que el hombre tiene de sentirse juegos demostrativos.
libre, el contacto con el grupo le proporciona el dinamismo
de amar y sentirse amado lo que en otros términos significa El concepto dinámico no puede quedarse en actividades de-
la realización de su intimidad. Al realizar su intimidad, satis- mostrativas, debe llegar a todos los momentos de la vida. Cono-
facción profunda de su ser, se hace simpática al grupo y el grupo cida es la cantidad de fuerzas que el grupo ejerce sobre el in-
confía en ella, estableciéndose entre la persona y el grupo la dividuo y que a su vez el individuo ejerce sobre el grupo. Al
unidad vital correlativa. estudio de estas fuerzas grupales o personales que influyen en
las actitudes de las personas y por lo mismo en su conducta,
Dentro de la misma esfera de beneficios que la persona le llamamos dinámica de grupos.
recibe al participar en el grupo y que a su vez, el grupo recibe
de la persona se encuentra el factor determinante de la exis- La dinámica, en todo caso, trata de encontrar el punto
tencia, el ideal o la religión. óptimo "de equilibrio de las fuerzas y de su movimiento entre
las personas y los grupos". Trata de seguir la ascensión o de-
Todo hombre trata de realizar en su vida algo positivo presión de las mismas fuerzas, la dirección que toman, la ace-
o concreto, de cristalizar su pensamiento entregándose since- leración y la relación a su propia magnitud.
ramente a la labor de obtenerlo. El grupo le impulsa a alcanzar
estos objetivos. Le facilita un progreso ascendente y entusiasta, Por tanto la dinámica de los grupos busca el cambio pro-
organiza la actividad creándole una fuerza irresistible. fundo de las personas, cambio que supone "una estabilidad de
ánimo, capacidad de decisión y de elección adecuada y un recto
La consecución de los ideales o la satisfacción de su juicio sobre las personas y acontecimientos".
vida religiosa hacen de la persona un ser integrado.
Hablar de la dinámica de grupos es hablar del cambio que
Al hablar de la identificación habíamos dicho que es aque- debe operarse en la comunidad. El cambio operado en la co-
lla disposición y conocimiento de lo que la persona es y lo que munidad la conducirá al progreso y a la capacidad de utilizar
espera de ella la sociedad, en el caso de su integración, no las cualidades adquiridas de todas las personas en la confor-
solamente sabe lo que es, sino también, lo que hace, estable- mación de la misma comunidad.
66 67
La dinámica de grupos proporciona a las personas que la mos actuar en relación a las mismas reacciones proporcionaría-
ejercen saber identificar los valores genéricos y los valores mos a la vida individual y grupal muchos momentos agrada-
específicos, los valores trascendentes y los valores transitorios, bles. Nadie está en capacidad de predecir las reacciones de los
el problema es adaptarse y mantener una actitud siempre normal demás si no ha experimentado el intercambio de bloqueos y de
ante los demás. Sería inútil aplicar dinámica de grupos si ella afinidades.
no ayuda a las personas a vencer las dificultades de la vida La dinámica de grupos y su correcta aplicación se basa en
ordinaria. la mayor fluidez de las relaciones personales. No debemos des-
conocer que somos el producto de procesos condicionadores y
reacciones reflejas. Al dar respuesta a las presiones que recibi-
3. EL POR QUE DE LA DINÁMICA mos del medio ambiente obtenemos el verdadero espíritu que
debe animar a toda comunidad. Es necesario estar preparado
Por qué nos interesa la dinámica de grupos en la Pastoral y dispuesto a cambiar en la propia conducta, cambio que está
de hoy? La experiencia nos da la respuesta. Después de aplicar condicionado al ejercicio dinámico de vivir en actitud de in-
o explicar, los conceptos dinámicos que la persona lleva en sí terrelación de interacción. Este ejercicio interrelacional e in-
y de establecer ciertas medidas de análisis, la persona concluye teraccional llevará a un cambio de mentalidad, de saber respetar
que debe profundizar más en el conocimiento de sí misma. y no imponer a los demás su propia personalidad evitando con-
flictos que pueden degenerar en traumas personales.
Por otra parte, se descubre la cantidad de motivaciones
que se requiere para poder vivir, la medida con que utilizamos
las cosas y la necesidad de equilibrarlas para obtener mayor
satisfacción en un mínimo esfuerzo. 4. PROCESO FUNDAMENTAL DE LA DINÁMICA
EN LOS GRUPOS
Cuando la persona conoce sus propias limitaciones está
en capacidad de comprender a las demás. Hoy se habla de Un buen conductor de grupos debe tener en cuenta el
"empatia", resultado de la relación íntima de las personas. La proceso normal que produce el cambio en las personas o en
dinámica de grupos al procurar la empatia lleva a las personas a los grupos combinando periódicamente los conceptos y actitudes
una continua introspección, introspección que ejercida en el que hacen mayor o menor posible el cambio y son: la idea que
grupo permite el conocimiento de la propia personalidad y del las personas tienen de sí mismo y de los demás —el grado de
impacto que esta produce en las otras personas. El conoci- afectividad satisfecha o insatisfecha que la persona lleva al
miento de sí misma, por medio de la introspección le concede grupo— las acciones que la persona realiza como fruto de esa
una mayor percepción de sus impulsos y estimula la acción idea y de esa afectividad.
adaptándose más rápidamente a los cambios que sufre la per-
sona al participar en distintos grupos. La estabilidad emocional de una persona está en relación
a la comunicación que tiene en los grupos naturales u organiza-
La dinámica de grupos así entendida, desarrolla una ma- dos. Para que esta relación sea profunda la comunicación debe
yor madurez emocional e intelectual que permite pertenecer o hacerse a nivel del Ser de las personas. Ordinariamente, la
seguir perteneciendo a la comunidad elegida. comunicación en el Ser de las personas, despierta en las mismas,
Otro beneficio de la dinámica de grupos es la virtud de una interrelación oral que establece corriente de manifestación
preveer las reacciones de los demás. El preveer cómo la gente de sus sentimientos. Al manifestar los sentimientos, comienzan
reacciona ante estímulos realizados facilita una serie indetermi- las personas a identificarse y revelar su interioridad. Lo que
nada de proyectos y trabajos que pueden ser realizados con decimos a nivel de personas, se puede aplicar, con las debidas
éxito. Conociendo la conducta de los demás puede comportarse reservas a nivel intergrupal. Habiendo llegado a las personas
y reaccionar en proporción a esa misma conducta. Si todos y los grupos a manifestar su interioridad, lo que son, lo que
nosotros, aunque de algún modo reducido, procuráramos conocer piensan, lo que sienten, se produce, o por lo menos se debería
la reacción de los jóvenes, los adultos, los ancianos y supiéra- producir una mayor apertura y una verdadera disposición de

68 69
dar y de recibir que establecería intenso acercamiento creando satisfacción en las personas de saberse amadas, respetadas, de
un clima de auténtico encuentro. disponer de un espacio vital agradable, de responsabilizarse y
participar de las inquietudes y preocupaciones del grupo y de
Continuando el mismo proceso cuando el Ser se ha rela-
las zonas donde viven. Valorada la persona en lo que es y en
cionado y se ha comunicado con los agentes que revelan su
lo que puede, hacen que las comunidades puedan alcanzar los
interioridad se produce entre las personas una corriente de
propósitos y fines que se han propuesto.
mutua confianza que se manifiesta en términos de solidaridad
y de adhesión para alcanzar los fines propuestos. Con este trabajo de relación y de interacción, las comuni-
dades eclesiales de base, llegan a conocer en la persona la ca-
La acción interrelacional añade a la confianza y a la mutua
pacidad productiva o no productiva. Existen grupos cuya acti-
adhesión una nueva actitud de comprensión que aplicada a los
vidad solamente se limita a un reducido ámbito de personas que
valores de cambio, impulsan a todos a una mayor participación
no llega a una verdadera eficacia o acción apostólica en la so-
en igualdad de circunstancias y de preocupaciones de la vida
ciedad. Las comunidades eclesiales de base no pueden identificar-
y del ambiente. Así el proceso dinámico grupal, después de
se con ciertos grupos que viven y se han encerrado en sí mis-
haber pasado por estos niveles de acercamiento, en forma rá-
mos. Los fundamentos y metodología de la dinámica de grupos
pida o lenta llega a conceptuar los problemas no como fenó-
les ayudará a realizar y extender el mensaje de salvación.
menos individuales, sino como fenómenos colectivos procurando
soluciones comunitarias. Todo cuanto hemos dicho antes, acerca de la dinámica de
grupos, la influencia en las personas, los cambios operativos y
las nuevas características que obtienen los grupos se aplican
5. LA DINÁMICA DE GRUPOS perfectamente a las comunidades eclesiales de base.
Y LAS COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE
La vida de caridad y de fe unida a la celebración cultural
Las Comunidades Eclesiales de Base constituidas por per- dependerá de la mayor interacción e interrelación de las personas.
sonas de distintos niveles, mentalidades, posiciones sociales y Los fines y propósitos fijados en las comunidades eclesiales de
educativas, económicas, si quieren constituirse en verdaderos base están igualmente en relación al buen entendimiento del
fermentos y levaduras de caridad, deben acelerar sus relaciones grupo. Para acelerar este buen entendiminto y la comunión cris-
interpersonales y por lo mismo su interacción ejerciendo y tiana es muy conveniente que se aplique nuevos métodos de au-
practicando la dinámica de grupos. toconocimiento de roles grupales, de comunicación y coordi-
nación.
La comunidad eclesial así motivada busca la manera de
vivir en actitud histórico-escatológica del Reino. El entorpecimiento de la vida misionera en la acción de
un grupo no es falta de fe o de vivir la caridad sino falta de
Debido a una serie de incomprensiones de la fe y de la los procesos y desarrollo de los sistemas grupales.
caridad, la manifestación profética de estos grupos se ven pa-
ralizados o sin ninguna influencia en la sociedad. De allí que Las comunidades eclesiales de base necesitan saber vivir
todo conocimiento aunque sea elemental, de la influencia socio- en comunidad, comportarse y aprovechar las cualidades de todos
gi-upal que pueda obtenerse con la dinámica de grupos son para la manifestación de servicios influyentes y transformantes.
necesarias a estas comunidades. Por lo mismo, conocer como se trabaja en un grupo, cómo se
dirige un grupo, cómo se detectan los prejuicios grupales, qué
Con la acción dinámica, la persona en la comunidad ecle- tratamiento se debe dar a los casos patológicos es urgente a la
sial de base, reconoce sus propias capacidades y sus limitaciones, comunidad de base.
sus propias potencialidades y habilidades, la transformación que La vida de trabajo de estos grupos se verá compensada si
puede dar al ambiente en unión y comunión de sus hermanos en ella se ejercita la motivación individual, la motivación de
obteniendo una fisonomía rica y eficiente. grupo, los conocimientos de los efectos del individuo sobre el
La colaboración que puede prestar el conocimiento de la grupo, las clases de grupo, el modo de conducir un grupo, las
dinámica de grupos a la comunidad de base, es una verdadera cualidades de los grupos y la pertenencia a múltiples grupos, etc.
70 71
Participando de la inquietud de la dinámica de grupos se
constituirán en grupos integrados que cristalizan su pensamiento
determinando claramente los objetivos evangélicos que quieran
lograr. Como resultado obtendrán la necesidad de establecer
constantemente planes de acción, criterios de vida, todo esto, "Comunidades de Base"
sujetos a un tiempo determinado para alcanzarlos.
y Pastoral de Conjunto
El anhelo de servicio impulsado por la dinámica de grupos
procurará a las comunidades eclesiales de base un continuo cre-
cimiento en la vida de la Iglesia. Edgard Beltrán Acosta
La confianza interna y al mismo tiempo externa que mani-
fiesten hará que el mundo las libre con el deseo de pertenecer
a estos centros de vida y de amor. Con el sentido dinámico y
con el consciente proceso de crecimiento las comunidades ecle-
siales de base vencerán los obstáculos y las críticas que puedan
tener. El esfuerzo de su caridad se orientará siempre mejor y
será recibido por todos por la agilidad de sus relaciones y co-
municaciones.
Sin embargo, no podemos hacer de la dinámica de grupos
una panacea para todos los problemas de las comunidades ecle-
siales de base. No se debe confundir el instrumento con la
finalidad, evitando que estos grupos sean ahogados por la téc-
nica y procesos grupales sino que la técnica sea aprovechada
para desarrollar en esos grupos la auténtica fraternidad cristiana. 1. UNIDAD Y PLURALISMO

Concluyendo esta relación, de la dimensión dinámica y


Antes del Concilio Vaticano II la unidad se confundía con
sicológica de los grupos con las comunidades eclesiales de base,
la uniformidad, y aparentemente no había ningún problema.
podríamos decir que debido a la urgencia de los cambios ope-
Pero precisamente de no parecer este problema, vino el gran
rados en la Iglesia es conveniente y hasta necesario aplicar las
problema post-conciliar de una apertura hacia un sano pluralis-
técnicas de la dinámica de grupos para obtener la riqueza y
mo, pero dentro de un ambiente de uniformidad, y no de
eficacia de los mismos como fermentos y centros generativos
unidad, conforme al espíritu pre-conciliar.
de amor y de servicio.
Todo cuanto se ha dicho sobre el proceso dinámico de Hoy, al contrario, parece que existe en algunos lugares
los grupos se debe tener en cuenta para las pequeñas comuni- una tendencia a un pluralismo tal que no lleve a ninguna uni-
dades eclesiales de base. Ya el CELAM en uno de sus estudios dad, a ningún conjunto. Todo es lícito y todo es permitido.
de Río de Janeiro, marzo de 1971, manifestaba que a los pro- Pero según el Evangelio, y según la explicación del Vatica-
blemas globales del mundo actual se necesitaban respuestas co- no II y los Documentos continentales y nacionales al respecto,
munitarias lo cual, creemos muy justo y por lo mismo vemos la es necesario guardar una gran unidad, dentro de un sano y rico
necesidad de aplicación de estas técnicas colaborando así al pluralismo.
cambio oportuno y adecuado del mundo cristiano en me,dio
de la sociedad. Conviene pues, que se pueda conocer cuáles son aquellos
puntos esenciales, dentro de los cuales hay que guardar una
absoluta unidad, para permanecer dentro de la comunión ca-
72 73
tólica. Y esto clarificado, papel no fácil, se buscarán y se dejarán la formación de las personas, como objeto del trabajo de la
caminos libres para un pluralismo que lejos de perturbar esta Iglesia cristiana. No interesa su modo, su sitio, su época. El
comunión, la enriquecerán en grande escala. hombre es el centro del trabajo de Dios en su Iglesia.
En cuanto al trabajo de la Iglesia hoy y mañana sobre b) Hoy hay un gran valor aceptado por todos los países,
la Comunidad Eclesial de Base, precisamente estos elementos y por todos los grupos, y es el valor comunitario de la persona.
entran de una manera obligatoria y persistente. Si teológicamente vemos que esto es esencial a la Iglesia, sico-
sociológicamente hoy es algo admitido y obligatorio: Comunidad
Es aquí donde aparece este punto pastoral de la Comuni- para el hombre, el hombre para la comunidad. Y esta es una
dad Eclesial de Base como uno de los grandes centros pastora- eminente doctrina cristiana, además de una perentoria realidad
les en los cuales se dá una gran unidad de los valores esenciales sicosociológica.
y se abre un gran pluralismo de experiencias, de iniciativas, de
realizaciones. Unidad pastoral

Unidad teológica Parecería que dentro del pluralismo hay que admitir una
total diversidad pastoral, sin ninguna clase de unidad. Sin em-
Sin entrar a fondo a este problema, pues no es el caso, bargo también aparece una fuerza unitaria desde el punto de
tenemos por sentado que la revelación nos dá algunos pocos de vista pastoral: y es la FIDELIDAD de la Iglesia a Dios y al
los riquísimos elementos de unidad, y fijándonos precisamente hombre hoy y aquí.
en este aspecto tenemos algunos que nos unifican esencialmen-
te: Esta unidad es la que debe llevar a no inventar locamente
experiencias conforme a la calenturienta imagen de cualquier
a) La esencia comunitaria de la Iglesia. Los creyentes for- pastor. Hay una gran cabida a muchísimas experiencias y de
man una comunidad, forman un cuerpo, forman una sola plan- diversas cualidades y características. Aún más, el sitio, los hom-
ta. "La Iglesia es esencialmente Comunión". (Doc. de P.C. Río bres, la época, obligan a distinciones y a pluralidades. Pero
de Janeiro, marzo 1971). también en esto aparece la obligatoriedad de una unidad preci-
Cualquiera que sea el método pastoral, la experiencia que samente en este punto y enfoque de la fidelidad: no es el ca-
se realice, debe tener esta nota característica, que es la que uni- pricho ni el personalismo, sino es la obediencia al Dios peren-
ficará todo un trabajo de Iglesia cristiana: La Comunidad. ne y a la realidad cambiante de los hombres de hoy y aquí la
que obliga a una pastoral a tomar un camino u otro. Dentro
b) Pero también es esencial a la Iglesia el SIGNO. La de este gran camino se encontrarán muchas vías diferenciadas
Iglesia es el signo puesto entre las Naciones, (G. S., LG). La y posibles y lícitas. Pero es la fidelidad la característica obliga-
Iglesia está hecha para aparecer entre los hombres, para ser toria de cualquier pastoral cristiana, y aquí radica su unidad
vista, para estar dentro de los hombres con una presencia que pastoral.
se vea, su signo, y que transforme como fermento, su eficacia.
Estos dos elementos anteriores son esenciales para cual- ESTOS PRINCIPIOS Y LA COMUNIDAD ECLESIAL DE BASE
quier trabajo eclesial. Y no interesa la época ni el sitio, deben
realizarse en una forma absolutamente concreta y precisa. Esta inquietud actual de la Iglesia hacia la Comunidad
Eclesial de Base, nos muestra que realiza esta triple unidad se-
Unidad sociológica y sicológica ñalada más arriba, y nos dá confianza de que el Espíritu del
Señor anda por estas iniciativas y por estos movimientos.
a) La formación de las personas: Podríamos decir que es-
to es también un principio teológico, porque la salvación viene Realmente en esta preocupación central de muchos grupos
para la comunidad, pero compuesta por reales y auténticos hom- de la Iglesia hacia la reestructuración de la comunidad desde
bres, personas. Subrayemos como uno de los principios básicos, su base, nos está mostrando que se tiende hacia esta unidad

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teológica de la comunidad, y como es de base, pequeña, metida ser la autoridad la más preocupada para que nazcan experien-
entre los vecinos, metida entre los amigos, metida entre las cias diversas, para mirarlas de cerca y con atención, para apro-
actividades ordinarias de cada día de los hombres, se nos mues- vechar lo más posible de todas ellas, como para corregir lo que
tra esta Comunidad Eclesial de Base, como un signo real de haya naturalmente fuera de esta unidad básica.
Dios hecho amor, hecho comunidad y viviente entre el cotidia-
Posiblemente este es uno de los puntos más difíciles de la
no existir de todos los hombres y de cada hombre.
época post-conciliar, el querer aceptar estas experiencias. Mucho
En la Comunidad Eclesial de Base encontramos una de las más difícil todavía, aunque ya lo hacen algunos, el empujar, el
propiciar, el estimular ciertas experiencias.
grandes manifestaciones de la comunidad, y de esta como signo
eficaz de transformación. Es imposible que una pastoral se transforme en fidelidad
Y en un buen trabajo, serio y auténtico, de esta forma al mundo de hoy, después de toda la época anterior, si no les
comunitaria, encontramos la auténtica formación del hombre, base de experiencias pluralistas, observadas de cerca, llevadas
como tal, en todo un proceso de concientización y de persona- por varias personas diferentes, y por toda una comunidad ge-
lización. Es su pequeña comunidad la que lo forma y lo lanza neral atendidas, vistas, y aprovechadas.
a dimensiones mayores. Es allí donde él no se vuelve masa, Este punto de la unidad y el pluralismo es uno de los pun-
donde él no se pierde, donde no es uno más, donde realmente tos más ricos, pero en la práctica más difíciles, del momento
& sabe para qué sirve y descubre su vocación, él tiene estímu- post-conciliar que vive la Iglesia de Cristo.
los para una continua formación, es allí donde él se realiza como
hombre y de allí sale a niveles superiores, a niveles inclusive Y es precisamente aquí donde la Comunidad Eclesial de
mundiales. Y por eso junto con su formación profundamente Base se muestra como uno de los centros de unidad, de aten-
personalizante, adquiere también su dimensión y la realidad de ción, y de pluralidad más ricos que el Espíritu ofrece hoy a su
la comunidad. pueblo.
Y si estos son los valores que hoy se tienen en la sociedad,
que hoy vive el hombre, vemos que este trabajo traduce la fi- 2. LA AUTORIDAD Y LA COMUNIDAD DE BASb
delidad pastoral hacia Dios y hacia el hombre de hoy y de aquí.
Es algo que se vive y se siente. Por lo tanto por allí está ex- Enfocamos este aspecto bajo la vista de la unidad. Para
presada esa fidelidad pastoral de la Iglesia al mundo con las comprobar cómo la autoridad, está muy interesada y preocupa-
características de hoy. da por este tópico pastoral de la Comunidad Eclesial de Base.
Si esta unidad será en los documentos oficiales, es una de las
Pluralismo notas de que el Espíritu quiere realmente esta realización co-
Dejemos bien claro igualmente que esta unidad es única- mo una de las formas unitarias de su pueblo.
mente básica, punto de partida, de ninguna manera puede aho- Es impresionante ver cómo estos valores de la persona, y
gar esta diversidad enriquecedora de realizaciones. Dentro de de la comunidad, y del signo de esta personalización comunita-
esta unidad cabe toda una gama de pluralidad, lícita, inclusive ria como fermento de la Iglesia de Cristo por el mundo, apa-
obligatoria. Porque esta fidelidad al hombre y a la comunidad, recen continuamente a partir del Vaticano II, y en todos los
debe intentarse traducir en una u otra forma según detalles, documentos de valor de los episcopados a nivel continental y
regiones, momentos, que son reales en su dimensión, como son a nivel nacional, y algunos inclusive a nivel de Iglesia Particu-
reales dentro de lo general del mundo y del momento que vi- lar.
vimos. Esta pluralidad es tan necesaria, y tan obligatoria, que
debe ser propiciada inclusive desde el ángulo mismo de la auto- Si la autoridad toma en serio estos documentos, y sus
ridad. Lejos de ella es sospechar de toda esperiencia, lejos de • firmas realmente son consecuentes, propiciará sin duda expe-
ella quitar el apoyo a toda iniciativa. Muy al contrario, debe riencias diversas sobre este tipo, y todos trabajando acerca de

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esto encontraremos una gran unidad, dentro de una riqueza la turbará mucho más. Atención debemos todos poner, princi-
enorme de pluralidad. palmente los puestos por el Espíritu Santo para guiar a su pue-
blo, en esta doble motivación, y en esta doble actitud.
Es preocupante el notar que junto al valor de estos docu-
mentos oficiales, la actitud personal de algunas autoridades no Dentro de los que miran al futuro, ya hay una gran uni-
responden a una consecuencia en su conducta. Y también es dad, y las diferencias son únicamente de colorido. Guardada la
preocupante el que algunos elementos activos de Iglesia, inclu- unidad de mirar desde hoy hasta el futuro, como el Señor nos
sive por publicaciones, y cambiando de nombre a organizacio- lo dice, y Pablo nos lo urge, y la Iglesia en sus documentos
nes que no tienen nada que ver con la seriedad de este trabajo, nos lo manda, ya tendremos una gran unidad de partida. Y aquí,
se atreven a causar una confusión en el pueblo de Dios, e in- y sobre esta riqueza, se edificará un gran pluralismo, que esta-
clusive publican ataques fuertes a este trabajo pastoral. Bien mos en retardo de comenzar en abundancia, y que a veces en-
es cierto que ellos no conocen, por propia confesión, lo que cuentra, en quienes deberán inclusive mandarlo y orientarlo, al-
realmente esto significa, sino que se refieren a otros grupos y a gunos inconvenientes.
otros trabajos. Pero no deja de ser desconcertante para la uni-
dad de estos momentos, el que esto se permita, el que se con- Esta unidad en prospectiva, parece que debe moverse
fundan los nombres, y el que se condenen cosas que han sido esencialmente en dos grandes vías, en dos grandes direcciones.
obligatoriamente mandada a hacer por la misma autoridad en
la Iglesia. a) Hacia la búsqueda y profundización de principios enri-
quecedores: aquí la riqueza del campo de la reflexión teológi-
Dentro de este trabajo el CELAM se muestra como un co-pastoral.
instrumento de unidad, y el mismo CELAM ha encontrado en
estas directivas, y en la revitalización de estos principios teoló- Por experiencia vemos que los grande principios iluminan
lógicos, sicosocioíógicos y pastorales, una de sus grandes priori- mucho, pero precisamente iluminan en un camino de profun-
dades, y que bien puede unificar toda su acción, también natu- dización. Las Iglesias deben estar dotadas de estas fuerzas de
ralmente dentro de un gran pluralismo de campos, de especia- reflexión teológica-pastoral. Naturalmente no puede ser reduci-
Bzaciones y de preocupaciones. da a un pequeño grupo de inteligentes, sino al contrario debe ser
una reflexión de toda la Iglesia.
Esto necesitará grupos más dedicados a este trabajo, pero
3. UNIDAD, PLURALISMO Y PROSPECTIVA
no exclusivos. Debe ser una reflexión que parta de interro-
gantes de la base que sea iluminada por una teología de gente
Es realmente ante una prospectiva de Iglesia como se de- especializada pero metida en la realidad, y que vuelva de nuevo
be continuamente reconstruir, en donde se muestra más el de- como respuesta a la base para ser recibida o rechazada o más
safío de la fidelidad al Espíritu del Señor en su Iglesia. profundamente interrogada por ésta.
Esta prospectiva debe llevarnos a la búsqueda de los gran- Como es imposible que una comunidad eclesial marche sin
des caminos del Señor. Pero es precisamente aquí donde es más experiencias, es imposible igualmente que una comunidad ecle-
fácil un pluralismo de tiempo insano, de tipo división. sial pueda marchar sin una seria, constante, profunda, realmen-
Veríamos en primer momento una gran división entre los te evangélica reflexión teológico-pastoral.
que buscan construir el futuro, y para eso entreverlo, y proyec-
b) También esta unidad debe irse buscando en los esfuer-
tarlo. Y aquellos que no quieren pensar en esto, sino que se
zos de traducción a la acción: cada acción debe ser máxime-
aferran únicamente o al hoy, miopemente visto, o peor aún al
mente preñada de reflexión, y cada reflexión debe llevar a la
pasado que ellos juzgan canonizable e inconmovible.
acción. En estos dos elementos radicará la riqueza del Espíri-
Este elemento, nos parece, es uno de los grandes elemen- tu en una comunidad. Las experiencias nunca son definitivas,
tos que está turbando la unidad de la Iglesia, y que día a día rí punto de término. La acción pastoral es la traducción más
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exacta del peregrinaje de la Iglesia. Esto exige, por tanto, que quiere realizar en su Iglesia. El no marchar en esta dimensión,
estas accciones pastorales vayan continuamente revisadas, y que el no poner los ojos en esta línea, nos imposibilitará muchísi-
lleven a una reflexión de mayor dimensión. mo para ver las luces del Espíritu. Su gran dimensión vuelve
Dios, pero realmente, en una dimensión auténtica, la veremos
Muchas veces nos quejamos de que nuestros trabajos no trabajando en esta línea que el Espíritu nos dicta; vamos den-
adelantan, de que no conseguimos los líderes suficientes. Y es- tro de esta acción reflexionando, contemplando, orando, comu-
to es cierto, pero no es culpa del Espíritu, ni de los hombres nicándonos reflexiones y experiencias, y viendo más claro.
muchas veces. Lo que sucede es que no trabajamos en la di-
mensión que el Espíritu y el hombre piden para producir estos
frutos. El hombre aprende a trabajar trabajando, pero en ese 4. OBSTÁCULOS
trabajo reflexiona, y en la reflexión nacen interrogantes, se
exigen respuestas, y se va ampliando la doctrina. En una acción Esta unidad en el trabajo hacia la Comunidad de Base, y
reflexiva o contemplativa evaluada radicará la fidelidad nues- la traducción concreta pastoral de estos grandes principios, tie-
tra al Espíritu que por ese camino nos quiere continuamente y ne en este momento que vivimos grandes inconvenientes: que-
peregrinamente iluminar. remos nombrar algunos para ayudar a una seria reflexión, pero
es urgente que todos tomemos conciencia de los obstáculos con
La Comunidad Eclesial de Base se muestra en este mo- que contamos en este tan urgente y obligatorio trabajo.
mento histórico de la Iglesia, como ese gran campo en donde
se puedan realizar muchas acciones pastorales, que irán obli- I. Impreparación pedagógica, teológica y pastoral en diri-
gando a la Iglesia a una continua reflexión. gentes y en pueblo: desafortunadamente este es tal vez el prin-
cipal problema del momento. Experiencias muy valiosas, ini-
Si trabajamos fuertemente por este lado, iremos viendo ciadas con muchas posibilidades, han ido fracasando por falta
tal vez mejor que en disquisiciones simplemente teóricas y des- de personal preparado, o con capacidad de prepararse. Y en
encarnadas, cuál debe ser la figura de nuestros ministros. Y esto cuenta grandemente una impreparación de tipo pedagógi-
dentro de nuestros ministros, a través de los trabajos de Co- co. Tenemos la misma pedagogía pre-conciliar para este gran
munidad Eclesial de Base, veremos mejor cuál será la figura momento post-conciliar. Es natural que entonces no encontre-
que el Espíritu quiere para el presbítero de hoy, cuál su di- mos el camino. Se quiere hacer una gran autopista, con las mis-
mensión, cuál su ubicación dentro de la comunidad, cuál su mas herramientas campesinas con que se hacen los caminos de
más o menos necesidad. Y junto con el presbítero, iremos des- herradura. Naturalmente que esto es muy lento, que cansa a
cubriendo los otros ministerios que el Espíritu está suscitando mucha gente y que no se ve ningún fruto o muy poco. A nue-
en su Iglesia. No nos quedemos únicamente con aquellos que el vos métodos, a nuevas posibilidades, nuevas herramientas. Pe-
Apóstol marcaba a su Iglesia en Corintio. El los dijo para su ro el personal no está dotado para ello.
Iglesia allá. Pero el Espíritu los dice para su Iglesia hoy aquí.
Son muchos, son reales, están apareciendo, pero tal vez no los Se suma a esta impreparación de tipo pedagógico y meto-
descubrimos, los estamos desperdiciando, o talvez inclusive ha- dológico, la impreparación de tipo teológico. Todavía no se tie-
ciéndolos abortar. Un trabajo serio en esta dimensión de Co- ne realmente, ni se posee una teología evangélicamente conci-
munidad Eclesial de Base nos ayudará muchísimo a redescubrir liar, tipo Vaticano II y documentos posteriores. Hay organiza-
y a sensibilizarnos sobre estos problemas y estos aspectos de ciones que simplemente han metido en sus antiguas afirmacio-
los misterios, que son carismas, que son sus misiones. nes, frases y citas de documentos. Cuando en realidad es mu-
cho más profundo lo que ha sucedido dentro de la Iglesia por
También en este camino veremos más fácilmente que en obra del Espíritu de Dios.
otros, hoy, cuál el puesto del hombre, y cuál el puesto del cris-
tiano, como Pueblo de Dios. La historia pasada se nos ilumina- Y se suma a las dos formas de impreparación anteriores
rá muchísimo desde este ángulo, y en una sana prospectiva ire- . una impreparación de tipo pastoral. Decimos de tipo pastoral
mos viendo cambios fundamentales que sin duda el Espíritu en su sentido más integral. Tanto en contenido como en méto-
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6 - Comunidad de Base
dos. Queremos con antiguos métodos, queremos con anteriores versado. Y en medio de estos dos elementos una gran masa, y
contenidos pobres, realizar una obra de expresión pastoral de un gran número de grupos, que se desconcierta, que recibe in-
una riqueza imponderable e inconmensurable, que tal vez siglo fluencias de lado y lado, y que ve con tristeza el espectáculo
anterior no vio ni oyó. de una lucha interna cada día más desgarradora.
II. Carencia de medios de renovación integral. Este obs- Esta radicalización y diferencia se nota también en los
táculo es, por desgracia, muy general y muy frecuente. Se le métodos: Métodos que de pequeñas diferencias llegan a totales
pide al sacerdote, a la religiosa y al seglar, frutos sin una raíz diferencias e inclusive a oposiciones verdaderas y reales. La me-
y sin una semilla anterior correspondiente. Desafortunadamen- todología responde naturalmente a ciertos conceptos que se tie-
te es rara la Iglesia particular que dota, en forma permanente nen en la mente. Y si estos cada día se distancian más, repeti-
e institucionalizada, de canales de adecuación y de actualización mos no en forma sana, naturalmente que los métodos se van
teológica pastoral. No podemos pedir peras al olmo. Estamos distanciando cada día más. Y como el método es más palpable
exigiendo, estamos criticando, estamos condenando, cuando en que la idea, es aquí en donde más se encuentran diferencias,
realidad no hemos, como Iglesia, aportado la semilla para los peleas, riñas, escándalos, y espectáculos tristes. De seguir así
frutos que pedimos. Este es uno de los grandes problemas, y este camino la Iglesia estará cada día a menor altura del mo-
que ojalá se resuelvan prontamente. El CELAM, por ejemplo, mento histórico que se vive en este Continente privilegiado de
entre sus grandes preocupaciones, ha tenido esta de ayudar a un gran futuro.
dotar a las Iglesias de los medios correspondientes. Aún más,
cuando se han tenido estos medios, no se ha detenido la re- Pero esta diferencia y esta radicalización se suma para lle-
flexión sobre ellos, para buscar cada día más una agilización gar hasta las personas. Es aquí en donde realmente encontramos
de estos medios más conformes a la sicología del hombre, y a la concretización de todos los problemas anteriores: las perso-
la pedagogía hoy descubierta. nas cada día se distancian más, y a pesar del mandato del amor,
prefieren una idea y un método, a la caridad entre ellos. Y
seamos realistas, es que la misma pobreza de principios, y el
* ¥ *
mismo veneno de la desunión en principios y en métodos lle-
III. Consecuencias. Esto ha llegado a crecientes diferencias van ya el veneno contra el amor. Por eso no es raro que grupos
y radicalizaciones: el momento que vive América Latina es un y personas se distancien, inclusive falten gravemente a la cari-
momento de grandes divisiones. No nos podemos engañar, ni dad, y muchas veces inclusive a la simple relación humana,
hablar de una gran unidad de la Iglesia hoy porque el mono- cuando se han dejado envenenar desde antes por una distancia
litismo de ella se ha perdido. Y estas distinciones, que no son y una oposición en ideas y en métodos.
expresiones de un sano pluralismo, porque este es sano y rico,
conforme quedó antes dicho, son divisiones que tienden a ra- Y esta radicalización y diferencia se hace muy creciente
dicalizarse cada vez más. Y este es un problema que debe preo- especialmente por estos aspectos y por estas causas:
cupar a la Iglesia toda entera, porque solamente ella bien uni-
da y compacta, en auténtica comunión del Espíritu, podrá estar 1) Por ausencia de canales permanentes de diálogo. Se habla
a la altura del momento histórico que vive el Continente, y mucho de diálogo pero no se tiene este canal, sanamente
servirle realmente como uno de los grandes agentes de trans- institucionalizado, en donde lleguen las voces, se conjuguen,
formación de esta sociedad. y así realmente realicen un diálogo.

Estas radicalizaciones se sienten en su contenido. Las lí- 2) Por ausencia de una pedagogía eclesial. Hay pedagogías
neas teológicas se notan cada día más divergentes. Algunos particularistas, individualistas, seudoeclesiales. Pero es muy
quieren guardar el cofre de la sanción, y del dogma, y lo ven poca la pedagogía eclesial que impere en los grupos dife-
cada día más imposible de guardarlo así. Otros se han lanzado renciados. Si todos tienen un sentido de Iglesia, todos bus-
por grandes líneas de reflexión, y sienten el peso del profeta carán por diversos caminos, el verdadero sentido del Espí-
que no es comprendido, que es mal entendido, que es tergi- ritu en el mundo de hoy.

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3) Por ausencia de servicios de renovación integral. Es lo 5. COMUNIDAD ECLESIAL DE BASE
dicho anteriormente sobre esta grttn ausencia que está Y COMUNICACIÓN DE EXPERIENCIAS
causando, y que causará de día en día más graves daños
en la Iglesia del Señor. Esto que se ve urgente en cualquier trabajo, podría cons-
4) Por ausencia de metas comunes subjetivamente participa- tituir igualmente la expresión de una comunión dentro de la
das. Aquí el gran desafío a la autoridad, que más allá de Iglesia. Necesitamos comunicar experiencias, no para copiar
unas órdenes, e inclusive de direcciones y de orientaciones, realidades diferentes, que sería infiel, pero sí para enrique-
llegue realmente a propiciar una participación común en- cernos con la riqueza de los santos, de que habla el Apóstol,
tre todos los elementos de Iglesia, para que en conjunto para estimularnos, para saber que en muchas partes se está
y en comunión se busquen, se descubran, se revisen, se realizando cosas fieles al Espíritu y al hombre, y también en
proyecten auténticas metas fieles al momento que vivi- algunos elementos para aprender, y algunos, tal vez muy pocos
mos para el hombre y para Dios. pero sí posibles, para traducir a nuestra propia realidad.

5) Por ausencia de principios comunes. Principios que por Esto lo pidió el CELAM, en su Conferencia de Medellín,
sencillos que sean tienen, como los focos de luz, grandes y esto ojalá lo siga realizando el CELAM, dentro de su posibi-
consecuencias a medida que más y más se proyectan. lidad del servicio. Ojalá que muchos que están trabajando en
este campo hicieran saber a través del CELAM a los demás
6) Por ausencia de una acción común. Todo el mundo trabaja cómo les va, qué valores han encontrado, qué experiencias ha
y con una intensidad realmente ejemplar. Pero esto será resultado bien o ha resultado mal. Hay una encuesta hecha a
tanto más dañino cuanto más lleve a una desunión en nivel continental con este objeto, y que esperamos sea de fruto
esta misma acción. Casi mejor que se trabajara menos si cuando la podamos publicar.
se tiene falta de unión y comunión. La solución está en
una acción común, que partiendo de esta gran unidad, se Pero en esta comunicación de experiencias, debe ir íntima-
enriquezca en una gran pluralidad. Pero no que al con- mente insertada la continuidad de reflexión. No podemos todavía
trario, que una diversidad mal sana esté dañando la unidad. definir todo lo que es la Iglesia, eso solo lo haremos en el
cielo. Luego aquí debemos participar comúnmente de una re-
7) Por presencia de luchas activas y a veces deshonestas. Todo
flexión compartida, que nos vaya iluminando más y que sea
lo anterior llevado de mal modo, y de mal manera, va
un enriquecimiento mutuo, y así habremos logrado una verda-
dañando el corazón aún de los hombres de Iglesia, y nos
dera comunión. La Comunidad Eclesial de Base, por tanto,
deja ver el triste espectáculo y el grave escándalo de cosas
será el magnífico centro en donde nos reunamos todos para
deshonestas en estas luchas en cuanto a afirmaciones, ca-
una mayor y más clara reflexión con mejores frutos. No es
lumnias, reprimendas, injusticias, condenaciones a inocen-
el único camino, ni es la única realidad eclesial. Pero en este
tes, premios a gente que causa desunión.
momento se muestra en la comunidad la fuerza del Espíritu
Frente a todo esto la Comunidad Eclesial de Base hoy, suscitada en tantas partes, como el gran centro a donde pueda
se muestra como uno de los grandes trabajos que ayudarían a confluir nuestra reflexión, y nuestra acción.
sobrepasar tantos obstáculos. No es el único, ni toda la Iglesia
se reduce a la Comunidad Eclesial de Base. Pero cuanto más Se realiza en este momento uno de los más grandes
se intensifique este trabajo, nos encontraremos más en común desafíos de la Iglesia y es el de su fidelidad y su infidelidad.
para un diálogo, para exigirnos una preparación de todo tipo, Dentro del mundo que está naciendo, que ya ha nacido, que
para ir buscando caminos pluralistas pero unitarios, para reha- está creciendo, la Iglesia podrá ser, a nivel de su fidelidad, el
cer el cuerpo del Señor. gran fermento de transformación. Pero si ella no ve los ca-
minos, si no tiene unidad de acción, y si pierde su eficacia,
aunque ha perdido uno de los grandes momentos históricos
que ha vivido en toda su vida.
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El mundo maravilloso que comienza, ese mundo espec-
tacular nunca antes vivido ni pensado que se nos avecina, tendrá
en la Iglesia uno de sus grandes fermentos de humanización
y de divinización, a consta del cambio de ella misma por dentro Reflexiones Pastorales
en estas dimensiones.
Este gran momento que vive la Iglesia nos ha de entu-
del Seminario "IPLA"
siasmar y de estimular para hacer todos los esfuerzos, sobre-
pasar todos los obstáculos, y hacer vida para hoy y aquí esos
sobre Comunidad de Base
grandes valores teológicos, sicosociológicos, y pastorales del
nombre en la comunidad como sipno de transformación.
y Prospectiva Pastoral
Así la Comunidad de Base, se muestra como uno de los
grandes regalos que el Espíritu da a su pueblo, para lograr la
comunión, y la unión. Esta unión recibirá gran beneficio de
esta gran renovación dentro de la misma Iglesia.

ASPECTO TEOLÓGICO Y BÍBLICO DE LA COMUNIDAD DE BASE

La revelación no propone "modelos definitivos de vida


cristiana, comunitaria o individual". Estos deben nacer según
épocas y necesidades. El Espíritu se ha preocupado a través
de la historia y seguirá preocupándose, de que la Iglesia se
"encarne". Pese a que no se ha hecho aún una teología del
Espíritu lo que se experimenta muy necesario para descubrir
mejor su acción en la historia, sin embargo, es en "los signos
de los tiempos", donde se descubrirá el o los modelos concretos
de vida cristiana que son obra del mismo Espíritu, para nuestra
época. Hay que distinguir dos cosas: La Iglesia en su realidad
básica lo que es Revelación. Y los esfuerzos concretos, acti-
tudes, para expresar esa realidad, lo que es algo histórico.
El fixismo que ha marcado diversos aspectos de la teología
y de la acción de la Iglesia durante siglos, en último término
bloquea la acción del Espíritu. Se comprueba cómo la Escritura
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nos deja la libertad, abre múltiples posibilidades en textos fica atención solamente a una cierta clase social. Tenemos
completos, aplicables a "esos modos concretos que cada época por ejemplo el caso del "espiritismo en el Brasil", que ha
y en nuestro caso, la que vivimos necesita". La Revelación entrado en muy diversos medios sociales. La Pastoral Popular
indica que la Iglesia es visible Sacramento, por lo que debe implica en general toda acción sobre cualquier expresión de-
esta localizada. Y es comunión en el sentido teológico de la vocional y espontánea de las diversas formas de religiosidad
'Koinonía": comunión vital con el Padre entre nosotros, por latinoamericana. Se ve necesario igualmente, hacer una clara
Jesús y en el don del Espíritu. Situándose especialmente en diferencia entre el "catolicismo popular guiado" —que en-
la Comunidad de Base, se recuerda que ninguna comunidad contramos frecuentemente en las parroquias—, y el "catolicismo
agota la Iglesia en cuanto a su plenitud. Tal como la Iglesia, popular espontaneo" que vemos como un verdadero río humano
cada Comunidad de Base surgirá de la evangelización. El Evan- en Santuarios y otros muy diversos lugares, donde la religio-
gelio será vivido en comunidad. sidad y el catolicismo popular se expresan. En este último
caso, la Iglesia se da como "lugar de peregrinación" (salvación)
Respecto al término "base", éste se refiere a una situación más que como "comunidad". Surgen en la reflexión dos inte-
histórica. No hay el tipo de fundamento en la Revelación, rrogantes serios, respecto a la relación "élites" y "masas" o
como lo habría al hablar de Iglesia "universal" o de Iglesia "multitudes".
"local".
Un grupo, una Comunidad de Base es eclesial, si pretende 1— Cómo hacer que las "élites" sean "levadura" entre
algunas de las finalidades de la Iglesia, si se dan en él algunos ks "multitudes"?
de sus "elementos esenciales". Es imposible que en una co-
Se ve esto más posible, si la formación de Comunidades
munidad concreta se den todos los elementos esenciales. Estos
de Base se realiza con gran sentido de universalidad, y de
elementos esenciales al hacerse "acontecimiento histórico" im-
apertura hacia el pueblo. Así llega a ser un elemento pastoral
plican una ideología o aplicación teológica. Esta síntesis vendría
de evangelización, a la medida de sus fuerzas según sea cada
a ser propiamente una forma de expresión de la Iglesia, según
caso. Esa proyección y acción pastoral de las Comunidades de
cada época requiera. Indudablemente, una evidente explicitación
Base, se va a realizar entre el grupo que vive el catolicismo
de la Iglesia para hoy es la Comunidad de Base.
popular que hemos llamado "guiado". No aparecen aún pistas
Una "comunidad" que celebra la Eucaristía aquí y ahora alentadoras para realizar ese trabajo entre los que viven un
directa o indirectamente precedida por el Obispo, de hecho, "catolicismo popular espontáneo". Sin embargo, se comprueba
manifiesta a la Iglesia. que en muchos casos, entre la gente que va a los Santuarios
y a otros centros donde ese catolicismo popular se expresa,
hay un buen grupo que también va a encontrarse en las parro-
quias, donde podría ser "guiado".
Pastoral popular - Comunidad de Base

Aparentemente, la Iglesia ha dedicado bastante atención 2— Cómo lograr que las "élites", al llegar a serlo, no
a las multitudes o masas, pero de hecho, su acción ha sido de juzguen con mirada "superior" a las multitudes, haciéndose inep-
"cristiandad", es decir, ha entregado sacramentos con una evan- tas para colaborar directa o indirectamente en una Pastoral
gelización mínima y a menudo nula. Ha fomentado sin discer- Popular?
nimiento la religiosidad popular, sin encauzarla ni evangeli- Estas últimas reflexiones nos han llevado a distinguir, para
zarla. Se comprueba que hoy la Iglesia va encontrando caminos clarificar una futura acción pastoral entre:
de evangelización hacia las élites, pero no así hacia las mul-
titudes. En otras palabras, no existe una Pastoral Popular seria, Comunidad de Base. Parroquia. Santuarios y otros centros.
solamente intuiciones en algunos lugares y escasas experiencias Pastoral Popular.
interesantes. Pero aún no constituyen una línea para L. A.
Se ve necesario tener en cuenta que Pastoral Popular no signi-
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Relación Comunidad de Base - Pastoral Popular deberá ir mostrando hasta qué punto, en algunos momentos his-
tóricos, se han "fijado" actitudes y esquemas eclesiales, que
Al referirnos a la acción de las CEB en la Pastoral Po- hoy no tendrían vigencia.
pular, tratamos de una labor pastoral educadora-concientizadora-
liberadora. Para que la evangelización conduzca a las multi- Para las Comunidades de Base se presentan, además de
tudes hacia Comunidades de Base, cuando vienen de medios la Eucaristía, toda "una gama de celebraciones diversas", que
en que domina la religiosidad popular, se ve difícil que los incluye la liturgia penitencial y todas las formas de la liturgia
nuevos líderes dejen esa religiosidad popular. Sin embargo de la Palabra. En ella, cada cristiano está llamado, como por-
parece necesario experimentar con un verdadero plan de evan- tador de una gracia profética, a expresarse, aplicando históri-
gelización. camente la Palabra a los "signos de los tiempos". La función
del ministerio pastoral es la de autenticar la profecía. Sin em-
Por la dificultad anterior, se sugiere que de parte de las bargo, no hay que olvidar que a través de la historia los
Comunidades de Base, su labor con el pueblo se dirija priori- profetas también han sido los monjes y los laicos más que la
tjriamente a medios marginados, donde la religiosidad popular jerarquía.
es escasa o nula. Ahí pueden comenzar por una Concientización
que lleve hacia un desarrollo humano, que conduzca a "apren-
der", a pensar, a criticar, para construirse y construir". INTEGRACIÓN DE TÉCNICA DE DINÁMICA EN
LITURGIA DE COMUNIDAD DE BASE
En cuanto a los Santuarios, éstos aparecen como respuesta
a una necesidad religiosa. Negativamente, se presentan a me- Puede ofrecer una valiosa ayuda. Sin embargo, implica,
nudo, como "una industria organizada" que exige una seria entre otros, el peligro de llegar a hacer de la liturgia una
revisión pastoral. celebración de la fraternidad presente más que de la fraterni-
dad futura la que construimos en la esperanza. De aquí se
desprende el peligro de una imagen subjetiva de "un Cristo
Liturgia y Comunidad de Base exclusivo del grupo". En la comunidad misma es importante
no forzar por dinámica las relaciones normales. En resumen,
La Iglesia Latinoamericana, con su jerarquía, acepta la no debe faltar cierta dinámica en las liturgias, pero tampoco
Comunidades de Base. Paralelamente, la Iglesia LA. se encuentra pecar de exceso.
con las puertas cerradas para experiencias litúrgicas según las
necesidades propias. Y sin embargo, es un hecho objetivo que El documento oficial sobre la Eucaristía en pequeños
"ios signos" necesitan adaptación a las épocas, lugares y cul- grupos (1969) han sido muy poco conocido. Abre la puerta
turas. Se reflexionó sobre todo esto, tomando el caso de la a este tipo de celebraciones en lugar no sacro, pero ha sido
Eucaristía: "acción de Cristo en un Pueblo concreto", que debe superado por el desarrollo de los hechos.
vivir en comunión (horizontal).
Liturgias de Multitudes: Son convenientes y necesarias en
Se hizo una interesante reflexión sobre "la Presidencia", ciertas oportunidades. Son momentos. Son momentos epifá-
en su forma actual. Tal como está hoy aparece claramente nicos del pueblo de Dios. A la vez, se profundiza el sentimiento
solo desde el s. II, se reforzó en la Edad Media, y podría de Pueblo numeroso y solidario, lo que sicológicamente es muy
ser una asimilación de costumbres paganas. Aquí se abre necesario. En esos momentos, las Comunidades de Base que
una hipótesis para la reflexión teológica, que influiría eviden- participan experimentan mejor la universalidad del Pueblo de
temente sobre el asunto de los ministerios. Las Comunidades Dios que forman. En todo esto hay que evitar dos extremos:
de Base exigen la Eucaristía, al progresar en su fé. Ante la el de la Iglesia triunfalista, por verse abundante en número
actual escasez de ministros, ellas presentan un "desafío" a la y el de una Iglesia "empobrecida", reducida sólo a pequeños
teología, respecto a la diversidad de ministerios". La pastoral, grupos.
respecto a ésto, irá "dilucidando los pasos a dar". La teología
90 91
Aspectos sociológicos: el compromiso político individual, tomado como meta,
y no como valor, dentro de la Comunidad de base.
La Comunidad de Base puede ser vista bajo aspectos di- Ello da posibilidad de unidad cristiana en un plura-
ferentes, dentro de la sociología religiosa: lismo.
a. tipo "pentecostal": como grupo puramente religioso,
en situación de diáspora (divorciado de lo temporal). LINEAS PRIORITARIAS PARA UNA PASTORAL
EN AMERICA LATINA
b. como grupo cultural: encontramos esta comunidad,
fácilmente en pueblos indígenas, donde la comunidad Nota: Las líneas prioritarias deben llevar a un proceso de
religiosa coincide con la comunidad humana. revisión en cadena. Se intenta con ello cambiar el foco
c. como expresión de grupo específicamente cristiano, de interés de los Episcopados y pastoralistas.
comprometido con lo humano (situación urbana). En una primera revisión, aparecen como líneas priorita-
Cada una de estas fórmulas, supone una cierta interpreta- rias, las siguientes:
ción de la realidad y una cierta imagen de la Iglesia en su 1. Fe y compromiso temporal, particularmente político, inclu-
relación al mundo. La fórmula c) es para nosotros la CEB yendo:
ideal en la Iglesia del futuro.
— violencia
De cara a la comunidad natural, la Comunidad de base — secularización - urbanismo - técnica.
debe tener en cuenta lo siguiente: 2. Animación de la Comunidad cristiana:
— no separarse de la sociedad y sus problemas. ministerios
— no dominar a otras comunidades naturales, ni rem- — liturgia
plazarías en sus funciones temporales propias. — líderes para Comunidad de Base.
— considerarse Iglesia-fermento, inspiradora y levadura de
3. Iglesia y catolicismo popular
fe, esperanza y amor en la comunidad humana.
— Pastoral popular - concientizadora
Es necesario en la Comunidad de Base distinguir clara-
mente entre valores y objetivos. Lo propio de una "sociedad" 4. La mujer en la Iglesia:
es unir los miembros principalmente en torno a objetivos — situación actual de la mujer
(clubes, partidos políticos. . . ) . Lo propio de una "comunidad" — la mujer en la pastoral
es unir sus miembros en torno a valores que son más fuertes
que los objetivos —(la fe común v. g.)—. Esto último es 5. Juventud
propio de la CEB, donde los valores evangélicos son primarios, 6— Espiritualidad para hoy
y unen más que los objetivos. La Comunidad cristiana, al revés
de una sociedad, admite un pluralismo de opciones. Dicho lo En estas prioridades se consideran predominantes:
anterior, se plantea el problema político tal como puede surgir 1— Fe y compromiso temporal y político
en la Comunidad de Base: Hay varias situaciones: 2— Animación de Comunidades.
— diversas posiciones políticas en una misma comunidad Se trata de dar pasos "más allá de Medellín", teniendo a
— posición "partidista", única que tiende a instrumenta- Medellín como punto de referencia y colocándonos frente a las
lizar la CEB políticamente, como resultado de una idea nuevas situaciones históricas.
de unidad cristiana mal interpretada (sociedad más
que comunidad).

92 93
Biblografía Básica comentada
sobre Comunidades de Base
Waldo Alcalde
Jesús Moya
IPLA 1971

ALCÁNTARA, JOSÉ ANTONIO: Dinámica de pequeñas Comuni-


dades. Ed. Bonum, Buenos Aires, 1970.
Trata de la dinámica interna de las Comunidades Cristianas de
Base. Muestra los medios con los cuales ser "factor de promoción
humana y desarrollo". Da a conocer métodos para preparar a sus
miembros y el modo de facilitar sus relaciones interpersonales. Sus
capítulos versan sobre lo siguiente:
I Objetivos (fines).
Bien sentidos son el verdadero motor. Hay que dedicar tiempo
para concientizarlos:
1. Descubrirlos con todos, amplia participación.
2. Revisarlos periódicamente con la Comunidad.
3. Expresarlos en ritos, signos, frases, cantos.
La estructura interna que hace posible la marcha de los objeti-
vos debe ser: Simple, inventada por todos y adaptable.
Cualidades de los Objetivos:
1. Interesantes, porque parten de la vida, como respuesta a ne-
cesidades "sentidas". Es necesario conocer los intereses.
2. Proporcionados, al alcance de todos y operacionables.
3. Claros, bien definidos.

95
4. Comunes, compartidos y aceptados por todos. Creemos que éstos consiguen presentar con mayor o menor insis-
5. Educativos, de las personas que los ejecutan. tencia, todos los valores integrantes de las CEB.
6. Flexibles, por su revisión periódica al momento presente. Cuando habla de las estructuras de la CEB, muestra que ésta
7. Planificados a largo, mediano y corto plazo, con metas progre- debe regirse por el sentido de los principios esenciales de orden
sivas . teológico, bíblico, pastoral y sociológico; por el sentido de la plu-
riformidad (donde lo importante es la unidad y no la uniformidad)
Deñniclón de los Objetivos: y por él el de la adaptabilidad.
A través de dos líneas perseguidas simultáneamente: Como características que de alguna manera estructuran la figu-
ra social que hoy llamamos CEB se puede indicar: Integración, Pro-
1. Hacia adentro por la formación de personas y de la Comuni- ximidad, Homogeneidad, Movilidad, Apertura y Eclesialidad.
dad como tal.
2. Hacia afuera, por el servicio al mundo y a la Iglesia. Indica, también, los rasgos que dan relieve y significación:
La CCB. tiene dos polos: La EUCARISTÍA y la MISIÓN. —Connaturalidad social.
—Complementariedad.
II. Valores. —Personalización en la adhesión.
Hay una escala de valores que dan mística a la CCB: —Realismo Pastoral.
1. Carismáticos; encauza los carismas personales de la Comuni-
dad. : • \ym
2. Realismo; parte de la vida para volver a la vida. ADURIZ, JOAQUÍN: Consideraciones sociológicas acerca de las
3. Personalismo; forma personas maduras humanas y cristiana- CB. en Rev. chilena de Pastoral Popular N? 110-111 y en Rev. mexi-
mente. cana de Pastoral "Servir", año VI, N» 26, abril de 1970.
4. Acento en la Evangelización; forma auténticos creyentes. Nos presenta la comunidad eclesial de base como pequeño grupo
5. Espíritu comunitario; todos responsables de su Comunidad cris- sociológico, los pequeños grupos de la civilización de tipo urbano,
tiana; comunidad de vida y acción. la dificultad de adaptación de la iglesia. Señala el camino para vol-
6. Encarnación en el Pueblo, compromiso en la lucha de su libe- ver de la gran institución a las pequeñas comunidades. Los peque-
ración. Promoción, cambio social. ños grupos por afinidad y las vinculaciones intergrupales. Explica
7. Sentido eclesial; "primero y fundamental núcleo eclesial". cómo la interacción en el grupo favorece los valores compartidos.
Del capítulo trecero al sexto, la CCB. está adscrita como Comu- Termina con algunos aspectos prácticos.
nidad de Fe, comprometida, eucarística y como Comunidad de amor.
VII. Este capítulo está dedicado al Responsable, a indicar las
cualidades de líder, sus actitudes y funciones en la Comunidad. AREVALO, MARÍA ESTELA: Las Comunidades Cristianas de Ba-
VIII. Finalmente, indica aquí las Técnicas intracomunitarias pa- se a la luz del Nuevo Testamento. Instituto de Sagrada Escritura,
ra suscitar y estructurar la vivencia comunitaria en la fe. Indica la Cuernavaca, México, abril de 1970.
importancia de la Revisión de vida, por medio del método activo A la luz del Evangelio nos ofrece un valioso aporte para el es-
del Ver, Juzgar y Actuar. Señala el estudio de la Palabra de Dios tudio de la Comunidad Apostólica, su fundación, sus elementos in-
y las Jornadas de reflexión y evaluación. dispensables, características especiales de la Comunidad Apostólica,
su proyección comunitaria. Luego pasa a estudiar la comunidad en
la iglesia primitiva. Sus implicaciones: encuentro con Xto., con los
ALONSO, ANTONIO: Comunidades Eclesiaies de Base; Teología hermanos, apertura a la amistad, características especiales de la co-
- Sociología - Pastoral; Ediciones Sigúeme, Salamanca, 1970. munidad en la iglesia primitiva, sus fines, los medios, proyección co-
munitaria.
El autor presenta ideas sobre los elementos fundamentales que
comprende el concepto de CEB: Comunidad - Eclesial - Base. Real-
za como elemento característico de una Comunidad las relaciones BELTRAN, EDGARD: La CCB no es una fórmula, en Rev. Ce-
humanas de tipo primario. Añade que lo calificativo de la Eclesia- lam, año III, N? 29, enero de 1970.
lidad es la comunión de bienes sobrenaturales, el convivir con Cris-
to y los lazos de orden fraterno frente a Dios Padre. Por Base com- Edgard, especialista en Pastoral, nos muestra la necesidad de
prende la menor extensión y la mayor concentración e intensidad de nuevas fórmulas de espiritualidad para llegar a unas reformas ver-
vida eclesial posible en un grupo humano. Procura diferencia al daderas. Sin esta espiritualidad, la CCB será una fórmula más. El
CEB. de otros movimientos, tales como "iglesias subterráneas", pueblo se revitaliza con la conciencia del Evangelio que lo lleva a
círculos de celebraciones litúrgicas, etc., diciendo que éstos son sim- una vivencia existencial en un mundo solidario y con un solo cora-
ples y parciales métodos de Pastoral. zón. Todo esto es factible vivirlo en las CCB.
Propone tres conceptos de CEB que aunque parezcan presentar
puntos de vista diversos (visión más personalista y teológica-institu-
cional y funcional-pastoral y executiva) pueden ser convergentes.
96 97
7 - Comunidad de Base
BELTRAN, EDGARD: Pastoral de Conjunto y Comunidad de Ba- La relación humana es el punto de partida en la CB. La CB
se. Colección Iglesia Nueva. N? 10. julio 1971. busca una pedagogía de la fe. Presenta unas experiencias muy di-
versas realizadas en diferentes zonas o regiones de Brasil. De estas
E. Beltrán nos presenta un cuerpo de ideas sobre la CCB, uni- experiencias resaltan unas líneas comunes:
ficado por la columna vertebral de la Respuesta, y vivificado por el 1) el tipo de relación humana, 2) llevar a los diversos miembros
espíritu comunitario. a una participación efectiva, en forma diversificada. 3) La insisten-
La CCB. responde a los interrogantes, anhelos y búsquedas del cia en la educación de la fe, diálogo misionero. La educación de
cristiano de hoy. Por esto los capítulos se van presentando como la fe se presenta como la tarea prioritaria de la actividad eclesial.
una Respuesta a: una espiritualidad, a una revisión de estructuras, 4) Diversificar los ministerios dentro de la comunidad eclesial. 5)
a la finalidad de la Iglesia, a la Pastoral, a la Comunidad Trinitaria, Posibilita un nuevo tipo de presencia y de acción de la iglesia en
a los hechos sociológicos del momento actual, etc. la comunidad humana: es la presencia de Cristo resucitado que por
Es interesante el capítulo II, por describirnos la espiritualidad su Espíritu realiza entre los hombres la comunión con el Padre y
de la CCB como Abrahánica Mosaica y que florece en la vitalidad entre sí.
de la Iglesia de nuestros tiempos. También lo es el capítulo VII, al
presentarnos a la Comunidad de Base como respuesta a nuestra vo-
cación cristiana, de ser hechos a imagen y semejanza de la Comu- CELAM: Comunidades de Base-Imagen?, en Rev. Celam, año III,
nidad Trinitaria. N"> 25, septiembre de 1969.
Al final da la siguiente definición de CCB: "Conjunto de perso-
nas que tienen relación interpersonal primaria permanente entre sí, Presenta unas nociones de la vocación a la unidad. La CB como
en la participación de un valor común". un signo de confianza y optimismo. La imagen de la CCB, su pre-
Termina el libro con una metodología para comenzar un traba- supuesto y la noción de cada uno de sus elementos. Cómo nacen y
jo de Comunidad EclesiaL cómo crecen las CCB. Familia de Dios, Comunidades de Fe, Espe-
ranza y Caridad, para llegar a vivir la caridad.

CAMPS, JOSÉ: La Liturgia de la Comunidad de B, en Rev. Cues-


tiones Litúrgicas, N ' 5, 1968. CERVERA, DANIEL: "Los Grupos Básicos", en Comunidades
de Base y expresión de la fe; Ed. Estela. S.A. Barcelona, 1970, pág.
Hace referencia a unos textos. Nos dice qué es una CB, los ele- 3549. También en "Phase", año VIII, 1969, pág. 355-366.
mentos que hacen que uno sea miembro de una Comunidad eclesial.
Al tratar de la liturgia en la CB expone unos principios doctrinales. Aquí Cervera nos presenta el hecho de estos grupos básicos,
Los actos litúrgicos que pueden realizarse: a) en la familia, b) en sus causas (huida de un control social, necesidad de identificación
las CB: liturgia de la Palabra, Oración, Eucaristía. afectiva, búsqueda de participación, la especialización...), su for-
mación, su tipología, sus características (alergia a toda relación fun-
cional, armonización, horizontalidad, puntos de referencia conso-
CARAMURU DE BARROS, RAIMUNDO: Comunidade Eclesial de ladores de la conducta, aparición del líder, son "comuniones", pueden
Base. Urna Opcáo pastoral decisiva; Ed. Vozes, Petrópolis, R. J. ser grupos de presión). Termina sacando unas consecuencias pasto-
rales.
Nos presenta: Objetivo general de la CEB: Llevar a los hom-
bres a una más plena comunión de vida, con el Padre y entre sí,
en Jesucristo, con el Espíritu Santo, por la mediación visible de la * COEPAL, (COMISIÓN EPISCOPAL DE PASTORAL): Boletín
iglesia. Este objetivo general lo desdobla en seis objetivos especí- Informativo de la COEPAL. "Comunidades Eclesiales de Base". Ma-
ficos : terial de trabajo. Número extraordinario, mayo 1970, N9 12.
1. Llevar a los hombres a una más auténtica promoción humana. Boletín de gran importancia por la variedad de material: 133
2. Llevarlos a una adhesión personal y explícita de la fe en Cristo páginas. Útil para los que comienzan un trabajo de CCB. Aquí se
viviente en la iglesia.
3. Llevar a los fieles a un mayor crecimiento y a una mayor pro- encuentran coleccionados los siguientes documentos:
fundización de la vida teologal. 1. Cinco testimonios de diversas CEB, en Argentina: Rural, de un
4. Llevarlos a celebrar el misterio de Cristo en la liturgia. barrio, de un grupo de religiosas, de un grupo apostólico y de
5. Llevarlos a realizar una mayor unidad visible con la Iglesia ca- una parroquia rural.
tólica. 2. Encuesta relámpago. Respuesta de 167 CE a los aspectos posi-
6. Llevar a la iglesia católica y a las demás iglesias y denomina- tivos y negativos que encuentran en la CE.
ciones cristianas, a un auténtico relacionamiento ecuménico. 3. Trabajos de:
La CEB constituye el clima más natural y propicio para ofre- —Monseñor Manuel Marengo: "Comunidad Eclesial de Base y
cer a sus miembros la posibilidad de realizar plenamente la voca- Parroquia".
ción a la que han sido llamados. —Segundo Galilea: "La Comunidad de Base como lugar de
Evangelización".
98 99
—Edgard Beltrán: "Comunidad Cristiana de Base: espiritualidad (Vat. y Medellín), nos ofrecen la imagen de la CCB, el significado
de conversión". de cada uno de sus elementos: Comunidad Cristiana de Base, có-
—José Marins: "Comunidades de Fe, Culto y Amor" mo nacen y cómo se desarrolla su crecimiento. Finalmente manifies-
—Monseñor Carlos González: "Reflexiones pastorales sobre la tan sus fervientes deseos de que la pastoral se oriente por los ca-
formación personal". minos de las CCB.
—Cecilio de Lora: "La Comunidad Cristiana de Base, desde
una perspectiva sociológica".
4. Finalmente presenta los siguientes documentos: CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE: Comunidades Cristia-
—Selección de textos de la II Conferencia del Episcopado Lati- nas de Base, en "Orientaciones Pastorales III", marzo de 1970.
noamericano (Medellín).
—Declaración del Episcopado Argentino, San Miguel, Abril de Presenta unas comprobaciones de hechos sobre las CCB, la mi-
1969. sión de las CCB, cómo la Iglesia de hoy se reconstruye partiendo
—Prioridades de Pastoral de Conjunto para 1970, por la Comi- desde abajo. El peligro de los ghettos; se sugieren algunas proposi-
sión Epicopal (Argentina) de Pastoral. ciones y unas pautas de reflexión. Finalmente tratan de las CCB
—CCB. Carta Pastoral del Episcopado Chileno. Serena, junio de dentro del marco parroquial.
1969.
—La Iglesia ante el cambio. XXV Asamblea Episcopado Colom-
biano, julio de 1969. CONFERENCIA EPISCOPAL ECUATORIANA: Comisión Nacio-
nal de Evangelización y Catequesis: Comunidad Eclesial de Base,
junio de 1970.
COMUNIDADES DE BASE Y EVANGELIZARON: Un Semina- Expone una experiencia de CEB, luego analiza esa experiencia.
rio organizado por Cip, en Rev. Pastoral Popular N? 110-11, y en Explica cómo puede surgir también la CEB. en el Ecuador. Funda-
Rev. Nuevo Mundo, año V, N» 27, 1969. mentación teológica: plan salvífico de Dios, vocación del hombre,
Presenta la CB como lugar de Evangelización: los hechos, razo- objetivos de la CEB.
nes bíblicas, teológicas, sociológicas, sicológicas, pedagógicas, pasto- Fundamentación sicológica: Orientaciones pastorales. Luego, a
rales. La CB. en la prospectiva pastoral: lleva a otra imagen de la manera de apéndice, pone algunos ejemplos de experiencias realiza-
parroquia, del presbítero. La CB. irá produciendo sus mismos jefes das en el Ecuador: en la Vicaría parroquial Andalucía La Concep-
laicos, la BC. serán en el futuro el núcleo eclesial fundamental. ción (Quito), hacia una pastoral de CEB. (Riobamba), inicio de una
Ofrece dos experiencias de CB: en la Ciudad de México, Col., "Las experiencia en la Parroquia Cristo Redentor (Guayaquil), trabajo en
Águilas", y en Cuernavaca, Col "Carolina". CEB. en la parroquia de la Medalla Milagrosa (Quito).

COMUNIDADES CRISTIANAS DE BASE: en "La Iglesia frente CONCLUSIONES DE LAS II CONVERSACIONES DE PASTORAL
al cambio", XXV Asamblea plenaria del Episcopado Colombiano, MISIONERA: en "Pastoral Misionera", (España), N? 1, enero-febre-
1969, pág. 112, y en "Comunidades Cristianas de Base, signo de los ro de 1969.
tiempos, opción pastoral", Col. Iglesia Nueva N 9 4.
Ofrece un breve estudio sobre las tentativas de las CCB para
Después de proponer el carácter comunitario de la Evangeliza- llevar a los fieles a ser sujetos activos de la iglesia, a la interiori-
ción y la comunidad familiar, presenta las CCB. como medio, entre zación de la fe, a dar contenido histórico y existencial al Mensaje
otros, de evangelización. La importancia de las CCB, para la perso- evangélico, a llevar un sabor evangélico a la existencia diaria. Pre-
nalización, el deber de promoverlas, la promoción de sus dirigentes. senta las dificultades de estas tentativas en los moldes socio-jurídi-
Muestra la insistencia en algunas características de las CCB. Su di- cos de la Iglesia.
namismo alimentado por la fe, la caridad y la esperanza; el pleno
desarrollo a que debe llevar la comunidad, adaptación al propio am-
biente, la necesidad de su vida litúrgica. CONTRERAS, FRANCISCO: Anotaciones sociológicas sobre las
pequeñas comunidades, en "Comunidades de B. y expresión de la
fe", Ed. Estela, S. A. Barcelona, 1970, pág. 29-34, v en Rev. "Phase",
CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE: Comunidades Cristia- año VIII, N9 52, 1969, pág. 351-354.
nas de Base, en "Orientaciones Pastorales", N? II, La Serena, junio
de 1969, y en Revista mexicana de Pastoral "Servir", año VI, N? 26, Trata la evaluación de las relaciones sociales, la trascendencia
abril de 1970. También en Rev. "Eclesia" N? 1450, 26 de Julio de de los grupos primarios, las comunidades cristianas, la realización
1969. págs. 13-15. de "estar unidos como Iglesia" en las CCB, características socioló-
gicas de las CB.
Los Obispos de Chile, después de presentarnos el dinamismo
de Iglesia a través de los signos de los tiempos y el paso del Señor
100 101
CRUZ, RAFAEL TOBÍAS: La Comunidad de Base, Santiago, Rep. EL DESARROLLO DE LA COMUNIDAD CRISTIANA POR MEDIO
Dom. 1969. DE LA LITURGIA DOMESTICA: En "Cuestiones? Litúrgicas" N» 5,
1968, y en Rev. mexicana de pastoral "Servir", N 26, año VI, abril
Nos presenta la Iglesia como un misterio de amor. El Pastor de 1970.
que conoce a sus ovejas. Rom. 16 como modelo. El proceso cómo
se fue desenvolviendo el cristianismo en la historia de la Iglesia. Trata de la adaptación de la liturgia a raíz del Vat. II, presenta
El "Yo" abierto a los "Otros" frente al binomio individuo-masa. La la situación actual de la liturgia masificada: individualismo, la falta
necesidad de la CB, para responsabilizarse. El número. La necesi- de espíritu comunitario y el anonimato de la masa. La misa. Pro-
dad de ser amigos. La existencia o vivencia comunitaria. La Trini- yección de necesidades económicas, las exigencias de los templos, los
dad como punto de partida y de llegada en la CB, características niveles de organización, pluralidad de sacerdocio. Lo que el mundo
de la CB: el testimonio de vida, su espontaneidad, el compromiso, hoy espera de la Iglesia, la liturgia doméstica como solución al pro-
su apoyo en el esquema familiar, su injertación en una auténtica blema de la liturgia masificada. La teología y la pastoral: funda-
pastoral de conjunto. La imagen de la CB sus elementos, las cosas mentos teológicos de la participación activa, plena y consciente del
que supone. Pueblo de Dios. Necesidad de promover la educación litúrgica, adap-
tación de la liturgia a la mentalidad y tradiciones de los pueblos. Las
dimensiones sico-sociológicas de la Liturgia Eucarística: tipos de
asambleas litúrgicas, liturgia y dinámica de grupos, comida fraternal
CURSO SUPERIOR PARA DELEGADOS DE LA PALABRA DE y reunión eucarística, problemas sico-sociológicos de la liturgia ma-
DIOS: Informe presentado al Pte. de la Comisión pro-Diaconado sificada. Espíritu Santo, Liturgia y Escatología. La situación jurídi-
permanente por el Equipo de Promoción de las CCB, en la Prelatu- ca de la liturgia doméstica: legislación preconciliar. Abusos y difi-
ra de Choluteca, Honduras. cultades: elitismo, capillismo, snobismo, exhibicionismo, folclorismo,
desacralización, prejuicios de la Jerarquía, escasez de sacerdotes y
la etapa experimental, falta de preparación del pueblo, la manera de
DELANEY, EUGENIO. Hacia las Comunidades Eclesiales de Base. superar esos problemas: participación de la jerarquía en las expe-
Rev. Actualidad Pastoral N» 39, pág. 55, abril de 1971 (Argentina). riencias realizadas, cómo iniciar la liturgia doméstica, importancia
de que la familia sea el núcleo de esta comunidad, facilidad de lo-
Pretende meditar en el "misterio" que encierra la CEB., para des- grar la pequeña comunidad eucarística con la liturgia doméstica.
cribir las "actitudes" que Dios está pidiendo en orden a la realiza-
ción concreta de tales Comunidades. He aquí la síntesis de las re-
flexiones :
1. La Comunidad Eclesial de Base es un misterio de comunión. * EQUIPO NACIONAL de promoción de Comunidades Cristianas,
Decir Iglesia, es aludir al misterio de Dios porque la Iglesia es Honduras año 1969. Curso de Promoción de Comunidades Cristianas.
en su realidad más profunda una fraternidad humana, arraigada
en la Trinidad. El Curso de Promoción de CC. tiene por objeto preparar líderes
campesinos para que en sus Comunidades sean instrumentos, me-
2. Iglesia misterio de misión. Ha sido enviada a sembrarse en el diante la Celebración de la Palabra de Dios, de la superación mate-
mundo como comunidad humano-divina regida por la ley del rial y espiritual de sus aldeas.
amor. Los temas, que se dan en tres días, están destinados a hacer
3. Las CCB. son "caminos nuevos". que el campesino se enfrente a su situación de marginación social y
4 Así como Cristo no definió el Reino por ser "misterio", así las religiosa y que así busque la solución de los problemas, a la luz de
CCB., son misterio sin contornos definibles sociológicamente. Son la Palabra de Dios.
una realidad vital, que surge como resultado del "hombre nue- Los temas tratan de la Historia de la Salvación, especialmente se
vo", el cual se encuentra en el "amor" y se plenifica en la "co- estudian los referentes a: Cristo, la Iglesia, los Sacramentos, el De-
munión". - Las Comunidades de Base no son mera sustitución de legado y su rol en la Iglesia y en la Parroquia.
estructuras; son un llamado a una vivencia cristiana más pro- Es un Curso práctico, apto para la promoción y formación de
funda y auténtica. líderes campesinos.
5 El hombre nuevo para hacer surgir las Comunidades Eclesiales,
debe:
a) Ser un convencido "del poder de la unidad". FARNES, PEDRO: Un rito propio para 9la celebración eucarís-
b) Valorar hondamente al prójimo; éste es promesa. tica de grupos reducidos?, en Rev. "Phase" N 45, 1968, pág. 245 ss.;
c) Llevar al hombre a su liberación en Cristo. (Barcelona) en "Cuestiones Litúrgicas" N ? 5, 1968; y en "Comunida-
En esta línea define la Comunidad Cristiana de Base: des de Base y expresión de la fe", Ed. Estela S. A. Barcelona, 1970,
Misterio de Comunidad fraterna hecha realidad por la actitud pág. 71-93.
constante y ardiente de hombres que sepan amar hasta el ex-
tremo. Parte de unos principios básicos de la Const. de Liturgia. Hace
una ojeada por la historia. Reflexiones sobre los principios dortrina-
les e históricos. Habla de los elementos que nunca pueden omitirse,

102 103
de los que pueden omitirse y de los que pueden añadirse a la ce- en el futuro el núcleo eclesial fundamental, y prevé un presbítero
lebración. con más poderes. La lectura de este artículo es altamente recomen-
dable.
FLORISTAN, CASIANO: Crisis de la Parroquia y Comunidades
de Base, en Rev. "Phase" N» 52, año VIII, 1969, pág. 333-349; y en GALILEA, SEGUNDO: Notas para una espiritualidad de las Co-
"Comunidades de Base y expresión de la fe", Ed. Estela S. A., Bar- munidades Cristianas de Base, en la Fraterniad Cristiana - Ipla, Feb.
celona, 1970, pág. 7-27. 1970; también en "Comunidades Cristianas de Base, Signo de los
Tiempos, Opción Pastoral", Col. Iglesia Nueva, N? 4; también en Rev.
Floristán gran experto en el campo de la pastoral, nos ofrece Mexicana de Pastoral "Servir", N 9 26, año VI, abril de 1970.
un análisis de la historia de la parroquia. Parroquia, comunidad en
el exilio, su circunscripción eclesiástica, la parroquia institución ju- Segundo nos entrega sus valiosas reflexiones sobre una espiri-
rídica, comunidad misionera, comunidad de fe, de culto y de cari- tualidad adecuada a las comunidades cristianas de base, situada en
dad. Luego explica cómo en el campo de la pastoral se va caminando la fraternidad cristiana.
con impulso hacia la CCB. Puntualiza el concepto de fraternidad cristiana, sugiriendo la
idea de que las comunidades cristianas de base se llamen mejor "fra-
ternidades cristianas". Las comunidades cristianas de base están
FLORISTAN, CASIANO, en colaboración con González Ruiz, Cres- esencialmente obligadas a realizar la fraternidad cristiana como acon-
py, Denis, Guichard, Xhalefflaire, Gerest, Edic. Marova, S. L. Ma- tecimiento. Expone lo que es el ideal cristiano de la fraternidad en
drid, 1971. Cristo; todos hijos de un mismo Padre, con una fe común que les
proporciona las características de la universalidad y la común unión,
Libro escrito en Europa, y, por lo mismo, aunque aporta un muy preferentemente con los oprimidos, mirando siempre de cara a
valioso material de reflexión —que lleva a una visión más univer- los demás. Toma como modelo la fraternidad apostólica. La frater-
sal— presenta, sin embargo, una realidad a nivel diferente del la- nidad cristiana tiene la misión de transmitir sus características al
tinoamericano. Las experiencias de Comunidad de Base, tomadas de mundo por el testimonio, la evangelización, y la inmolación. Se inte-
Europa y Norteamérica, aparecen como al margen de la Iglesia y rroga si pastoralmente no se pueden considerar estas características
como antijerárquicas. En cambio, en nuestro continente, más bien de la fraternidad cristiana como un complemento de las Notas de la
son urgidas por los Obispos, quienes las colocan, inclusive, en su Iglesia.
labor pastoral como prioridad.
El libro recoge en su primera parte, una serie de experiencias
que ayudan a entrever la variedad inmensa de las Comunidades exis- LA COMUNIDAD CRISTIANA DE BASE SEGÚN LA CONFEREN-
tentes. La segunda parte está dedicada a diversos estudios sobre las CIA EPISCOPAL DE URUGUAY: en Comunidades Cristianas de Base,
CB. en sus distintos contextos (Eclesial, Cultural, Político y Teológi- Signo de los Tiempos, Opción pastoral, Col. Iglesia Nueva, N? 4.
co); después nos da una rápida visión histórica de las Comunidades
del siglo XI, terminando con un análisis de posibilidades de cara al Hace un breve estudio sobre la pastoral popular y las CCB; gé-
futuro. La tercera parte recoge una serie de documentos oficiales nesis de esta poción pastoral, liberación, personalización; para co-
sobre Comunidades de Base especialmente de los Episcopados Lati- nocer a Dios es necesario conocer al hombre. Mentalización. Qué son
noamericanos. Y finalmente ofrece una importante bibliografía de las CCB. La pastoral popular. Orientaciones pastorales.
las principales publicaciones sobre el tema; muy útil para aquellos
que quieran profundizar algún aspecto más especial de las Comu-
nidades Cristianas de Base.
LEGUIZAMON L., LUIS: Comunidad de Base. Célula inicial de
estructuración eclesial.
GALILEA, SEGUNDO: Comunidad de Base como lugar de Evan- Es un ensayo de monografía sobre las Comunidades de Base.
gelización, en Rev. Mexicana de Pastoral, "Servir", N? 20, abril 1969, El autor da una visión de conjunto, apta para aquellos que aún no
págs. 131-140; y en "Evangelización en América Latina", Col. Ipla, han tenido conocimiento de ellas. La materia brota especialmente
W> 2, págs. 71-79. del comentario del Documento 15,4 de la II Conferencia Episcopal de
Latinoamérica (Medellín). Los capítulos nos presentan el contenido
Presenta cómo las Comunidades de Base aparecen como la es- de las CCB. en el siguiente orden:
tructura donde la pastoral latinoamericana realiza todos su esfuer- I. Noción y descripción de las CCB. "En síntesis la CCB. es una
zos de evangelización. Resume las diversas razones teológicas y em- comunidad nacida por lo general de las relaciones primarias; todas
píricas, que fundamentan y aconsejan esa línea pastoral: bíblicas, las personas se conocen por su nombre, son capaces de dialogar en
teológicas, sociológicas, sicológicas, pedagógicas y pastorales. plan de igualdad, con deseo común, de enriquecerse con la amistad
Muestra cómo la comunidad de base lleva a otra imagen de la cristiana, con ánimo de llevar vida de fe, esperanza y caridad y con
parroquia, del presbítero, define lo que podría ser pastoralmente el la intención de vivir la comunidad y la catolicidad de la Iglesia uni-
diácono, y plantea la hipótesis de que las Comunidades de Base sean versal".

104 105
8 - Comunidad de Base
II. Integrantes: Dirigentes, líderes, miembros de la Comunidad. MARINS, JOSÉ: Iglesia local: Comunidad de Base. Ed. Bonum,
III. Interrelaciones comunitarias. Con la familia, Parroquia, Dió- Bs. Aires, 1969.
cesis. Dan catolicidad a la CCB.
IV. Fundamentos. Se encuentran en la historia, en la sicología Presenta una visión teológica y bíblica del misterio de comunión
y en la Teología. con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en quienes resume el cris-
V. Valores. Están en la vivencia de las virtudes teologales: Fe, tianismo. Trata de la presencia activa de Dios que entra en nuestras
Esperanza y Caridad. vidas; por eso nos escoge para cumplir una misión de un servicio
VI. Pastoral y CCB. La Iglesia tiene que organizar minorías para fructificante. Ese Dios es misericordioso y nos salva en Jesucristo.
que estén en función de mayorías. La comunidad con la Trinidad nos lleva a una "comunión entre nos-
VIL Iniciación y conducción. Etapa de iniciación, formación de otros" y viceversa, que nos lleva a la salvación por la mediación
líderes, planeamiento de la Comunidad. visible de la Iglesia, universal, particular y local. Para hacer efec-
tiva la realización de la misión de la Iglesia, parece que se hace
necesario buscar una nueva realidad pastoral que responda a las
DE LORA, CECILIO: La Comunidad Cristiana de Base desde una exigencias teológicas y sociológicas de una auténtica iglesia local.
perspectiva sociológica, en Rev. Celam, N? 26, año III, oct. 1969; en Esta respuesta se da con la CEB. Hace una consideración socioló-
"Comunidades Cristianas de Base, Signo de los Tiempos, Opción gica, estudiando el concepto de comunidad, sus elementos esencia-
Pastoral", Col. Iglesia Nueva, N ? 4; Sociología de la Religión (apun- les, los grupos humanos diferenciados que realizan "papeles" y "es-
tes policopiados de clase), pág. 9 ss. del curso Ipla IV. tados" diversos, grupos humanos diversificados en función de las
necesidades básicas del hombre, nivel geográfico y funcional donde
Cecilio de Lora, es una autoridad en el mundo de la sociología se realiza la comunidad, para llegar a la comunidad natural de base
de las CEB. En efecto, nos presenta la actualidad del tema, la dife- en los diversos sectores.
renciación creciente de las instituciones en otro tiempo, la religión, Presenta, finalmente, unas consideraciones pastorales, mostrando
autonomía de las instituciones Temporales. Interés por la política. una situación nueva frente a la marginalidad de la Iglesia como co-
Reflexiona, así mismo, sobre el paso de la sociedad normativa a la munidad visible, llevando a descubrir la necesidad de una revisión
sociedad electiva. En esta situación pone las CCB. como una elección, que permita presentar la nueva imagen de la Iglesia, en la que todos
no como una imposición, para una vivencia auténtica de la Iglesia nos sepamos y sintamos pueblo de Dios.
en la caridad de un diálogo verdadero.
Trata, además, del pluralismo de la sociedad, el espacio sicoló-
gico, teología y sociología, diversificación de los misterios, relaciones
primarias y secundarias, la impersonalidad, el signo en el cristianis- MARINS, JOSÉ: Comunidad Cristiana de Base: Aspectos Pasto-
mo. Pastoral para las comunidades de Base. rales, en "Comunidades Cristianas de 9Base, Signo de los Tiempos,
Opción Pastoral", Col. Iglesia Nueva, N 4.
1) Nos ofrece una fundamentación teológica: qué es Dios para nos-
LLOPIS, JUAN: La Misa en los grupos reducidos, en Rev. "Pha- otros, el proceso de Dios, cómo obró Cristo históricamente, se-
se", año VIII, 1969, pág. 367-381; también en "Comunidades de Base mejanza de Cristo con los hombres. El equipo de amigos de Cristo.
y expresión de la Fe", Ed. Estela, S. A., Barc. 1970, pág. 51-69: Dios es comunidad.
2) Fundamentación socio-sicológica: relación secundaria, primaria e
Nos narra el origen de las celebraciones en pequeños grupos, híbrida. Condiciones para la comunidad, sus elementos o intereses.
principales tipos de grupos, la necesidad de una adaptación; los 3) Objetivos de la CEB: que sus miembros sean personas humanas;
principios: razones en pro (históricas, teológicas y pastorales), peli- la primera adhesión explícita de fe en Cristo; profundización de
gros que hay que evitar (respecto a la celebración, respecto al gru- la fe; expresión de la comunidad en la liturgia; testimonio de
po...), normas, el marco externo de la celebración, su estructura amor.
y su desarrollo.

MARINS, JOSÉ: Diaconato e comunidade de Base, Sao Paulo,


MARINS, JOSÉ: Comunidades de Fe, Culto y Amor, en Rev. 1968.
Celam, N? 27-28, año III, nov.-dic. 1969.
Nos presenta un valioso estudio sobre el diaconado. Su restaura-
Con gran experiencia y conocimiento de la materia, José Marins ción, sus fundamentos bíblicos, la tradición primitiva, visión teoló-
nos ofrece las experiencias de largos años en Brasil; cómo Medellín gica, documentación conciliar y posconciliar al respecto, visión his-
consagra las CCB, descubre el dinamismo de la fe, esperanza y ca- tórica. El diaconado hoy: funciones diaconales, selección de candi-
ridad en las CCB. datos, su formación. En la última parte trata más en concreto de la
Trata las relaciones primarias, secundarias e híbridas, la relativa Comunidad Eclesial de Base.
heterogeneidad. La comunidad como una respuesta a la totalidad de a) Su visión teológica: El misterio de comunión con el Padre
la vida, donde se realiza la comunión con el Padre, la adhesión de por Jesucristo, en el Espíritu Santo la comunión entre nosotros,
la fe, que crece cuando uno se entrega. mediación visible de la Iglesia, Iglesia particular, local, CEB.
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b) Consideraciones socio-sicológicas: la comunidad, qué es, sus ciencia del otro. Frente al otro, uno se conoce a sí mismo y siente la
elementos esenciales: grupos humanos diferenciados que realizan pa- necesidad de conocer al otro, de ser aceptado y de aceptar a los de-
peles y "estados" diversos; grupos humanos diversificados en fun- más como son. Esta actitud dinámica hace nacer una "personalidad"
ción de las necesidades básicas del hombre. Relacionamiento prima- con "dimensión Pascual". La Comunidad es algo que se construye cada
rio que domina las relaciones de grupo; la comunidad realizándose día, lo cual no permite instalarse sino asumir una auténtica "pobreza
a nivel geográfico o funcional, las relaciones; la comunidad natural evangélica". Pretender construir una Comunidad de Base con personas
de base. plenamente seguras de sí mismas sería carecer de creatividad dinámi-
c) Consideraciones pastorales: Nueva situación, marginalización de ca y prospectiva. Encargados en la inseguridad y limitación, estamos
la Iglesia como comunidad visible, necesidad de revisión, la nueva obligados a estudiar al Hombre, sus intereses, su desarrollo, etc. Es-
imagen de la Iglesia, la comunidad eclesial de Base; qué significa tamos obligados a compartir sus trabajos y amar este mundo en el
Comunidad, qué Eclesial, objetivo general, objetivos específicos, edu- cual vive con el mismo amor que Cristo le manifestó. Es nuestro
cación para la fe, qué significa de Base; la comunidad eclesial de deber inyectarle un dinamismo Pascual y a estar dispuesto a dar y
base y la parroquia; por dónde comenzar, organización, el presbítero recibir en un diálogo pleno de amistad y confianza.
o diácono responsable, los líderes naturales, el consejo de la comu- El diálogo conduce a la Comunidad, la cual nos humaniza y da
nidad eclesial de Base, reuniones. respuesta a la necesidad que tenemos de amar y ser amados. Es ne-
necesario hacer nacer amistades profundas. Si estas no se hacen pre-
sentes, en vez de Comunidad, habrá sólo un grupo unido por rela-
MARINS, JOSÉ: La década del 70. Colee. Renovación parroquial, ciones secundarias de trabajo o servicio. Las primeras Comunidades
4» Ed. Bonum, B. A., 30 de noviembre 1970. apostólicas dan testimonio de amistad sincera: Jn. 15,15. Hechos
2,4447; 4,32-35; 20,37-38; Rms. 19,1-16.
Libro que relata los acontecimientos y cambios de nuestro mun- Concluye diciendo que la Comunidad de Base debe ser:
do y la revisión de la Iglesia ante los problemas que suscita la revo- 1. Espontánea, fundada en la amistad. Le dará mística.
lución en todos los campos. 2. Debe llevar a un compromiso serio de sus miembros.
Al final del libro, desde la página 63 adelante, describe el autor 3. Orgánica, es decir, injertada en las Comunidades naturales.
a la Comunidad Eclesial como respuesta a la problemática que plan- 4. Tener Vivencia litúrgica, cuya expresión máxima es la Eucaristía,
tea para un cristiano el proceso de cambio: Todo debe caminar ha- centro de fraternidad y unión en Cristo.
cia la formación y vivencia de auténticas comunidades de base. "Pa-
rece que el mayor peligro para los cristianos de hoy no es en sí, las
crisis de fe, sino la negligencia de ir a la médula de la vivencia ecle- MOHR, HERMANN J.: Las Comunidades de Base como agentes
sial en comunión-comunicante". Plantea también, algunos interrogan- del desarrollo, en Rev. Javeriana, N? 364, mayo de 1970, pág. 402 y ss.
tes ante la opción por las CEB, en América Latina.
Hermann, especialista en Economía, nos presenta el proceso, de
motivación a través de la acción comunal: Toma de conciencia de su
MARTÍNEZ, JUAN A.: Experiencias en Chile sobre Comunidades realidad socio-económica, la confronta con sus valores y aspiraciones
Cristianas de Base, en "Orientaciones Pastorales" N ' 2. y discute las posibles soluciones, toma decisión de organizarse, la
comunidad se organiza, labora y ejecuta un plan de trabajo en base
Nos presenta unas experiencias magníficas en el sector rural, a sus necesidades. Crea nuevas aspiraciones en la comunidad. Refle-
obrero, universitario, clase media, juvenil independiente. Presenta el xiona sobre el papel de los Sindicatos Obreros en el desarrollo: fun-
método de seleccionar al responsable de la Comunidad. La Comuni- ción de negociar salarios, mejorar las condiciones de trabajo y el
dad Eclesial de Base nace de una necesidad de hacer presente a la status social de los trabajadores, colaborar en los esfuerzos de ele-
Iglesia. Sentido de servicio a los demás como imperativo de la fe. var la productividad del trabajo, formar a los trabajadores.
Testimonios de miembros y responsables de Comunidades Eclesiales
de Base. Nos da unas conclusiones pastorales muy valiosas y muy
dignas de tener en cuenta. Interrogantes sobre Comunidades Ecle- PELLERANO, TERESITA: Base para una Comunidad Cristiana,
siales de Base que hacen reflexionar al pastor. Nyba, República Dominicana, 1969.
Analiza sintéticamente el proceso de personalización. El diálogo,
sus condiciones: disponibilidad y acogida, saber escuchar, ambiente
MORALES A., PEDRO: Hacia una Comunidad de Base. Catcque- de verdad, ambiente de conversión. Explica cómo el diálogo no es
sis Latinoamericana N? 11, 1971, pág. 342 ss. (Paraguay). asunto de un día, sino una lucha continua. Luego pasa a estudiar la
Este artículo manifiesta la necesidad de partir de la antropología acción común meditada en común, sus características, diferentes ti-
en la edificación de una Comunidad de Base. Tener presente al Hom- pos de responsabilidad y cómo se puede llevar una acción en común.
bre, su tendencia profunda a asociarse, su situación concreta con sus
gozos, esperanzas y angustias. El Hombre tiene dos dimensiones:
Una estática, caracterizada por su individualidad, cualidad que no lo
hace divisible y comunicable. Otra dinámica, que lo lleva a la con-

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PELLERANO, TERESITA: Cómo comenzar la Comunidad Eclesial xión teológica y analiza el dinamismo de la unión en la Fe, en los
de Base en Ambiente Urbano, Santo Domingo, República Dominica- Sacramentos, en la Caridad, en la manifestación carismática del Es-
na, 1970. píritu, en la tensión Institución-Carisma. Finalmente reflexiona so-
bre el dinamismo de expansión.
Comienza precisando qué se entiende por ambiente urbano. Las
metas: remotas y próximas, Los servicios a prestar. Organización.
Elementos humanos, medios. Cómo conocer la realidad para iniciar * SANTANA, FRANCISCO: Curso de Comunidad de Base, diciem-
una Comunidad Eclesial de Base. Método de trabajo a seguir. Los bre de 1969.
elementos generales que forman la CEB.; otros elementos que in-
fluyen en la formación de la CEB.: de parte del pueblo, de parte de Curso dado a Delegados de la Palabra, de ambientes campesinos.
los agentes que promueven la CEB., de parte del contexto eclesial. Bajo el título de Crecimiento en la Fe, desarrolla las clases en tres
Finalmente analiza qué es el animador: su concepto, sus característi- etapas: I. El misterio de la vida humana. II. El camino hacia Cristo.
cas, sus peligros, necesidad del animador. Cómo se forman los ani- III. Cristo. Trae también una introducción a los Libros del Antiguo
madores: su búsqueda, las metas de formación, el contenido de la Testamento.
formación, medios principales y qué debe hacer el animador.

SEGUNDA CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATI-


PIN, EMILE, S. J.: De la Iglesia como Forma de estar Juntos, en NOAMERICANO (Medellín). Conclusiones: La Comunidad Cristiana
"Pastoral Misionera", N9 1, enero-febrero de 1969. (España). de Base, en "Comunidades de Base, 9 Signo de los Tiempos, Opción
Pastoral", Colección Iglesia Nueva, N 4. También en "Cuestiones Li-
Hace un breve estudio de las nuevas condiciones de vida en el túrgicas", N? 5, de 1968.
mundo de hoy, analiza dos de las tentativas oficiales para permitir
que los fieles puedan vivir en situación de Iglesia y da razones de Trata sobre:
su fracaso. Atribuye a las pequeñas comunidades un gran valor de- a) Comunidad y salvación: T. II, 6 II. 9.
cisivo para hacer pasar a la Iglesia del estado de proyecto abstracto b) Qué son las CCB.: T. II, 15, III, 10-11.
al estado de existencia. c) Debe crearse el mayor número de C.B.: T. II, 6, III, 13.
d) Comunidades de Base y Catequesis: T. II, 8, 10.
c) Debe crearse el mayor número de CB.: T. II, 6, III, 13.
PLANTE, MARCOS: Programa general de formación para presi- f ) Comunidades de Base y Parroquia: T. II, 15, III, 13.
dentes de asamblea, Santiago, República Dominicana, 1970. g) Comunidades de Base y Grupos de Poder: T. II, 1, III, 20.
h) Comunidades de Base y Realización Personal: T. II, 6, I, 3.
Hace una breve descripción a manera de programa, de la forma- i ) Comunidades de Base, preparación de candidatos al sacerdo-
ción que reciben los presidentes de asamblea en la diócesis de "San- cio: T. II, 13, III, 21.
tiago : j) Comunidades de Base y Diaconado: T. II, 6, III, 14.
1. Formación Técnica: 20 horas: Conocimiento de lo que es la k) Comunidades de Base y preparación de diáconos: T. II, 13,
Asamblea cristiana, los elementos de la celebración de la Palabra, III, 33.
conocimiento de la Biblia. El concepto de Líder, conocimiento de la I) Estudios sobre Comunidades de Base: T. II, 15, III, 12.
sociología de la Comunidad Cristiana. m) El Celam y las Comunidades de Base: T. II, 15, III, 32.
2. Formación Pastoral: 40 horas. Pastoral Profética, Pastoral Li-
túrgica y Pastoral Caritativa.
3. Formación doctrinal: 80 horas. Misterio de Cristo, el misterio SMUTKO, GREGORIO: Comunidades Eclesiales de Base, en
de la Iglesia. "Evangelizadores Laicos para América Latina", Colección IPLA 6/7,
4. Formación Espiritual: 20 horas. pp. 155-168. .
5. Formación Social: 30 horas.
6. Formación Humana: Alfabetización: 40 horas. Cultura: 10 ho- El Padre Smutko presenta una definición de las CEB. y unos
ras: conocimiento de la cultura tradicional, de la cultura de consumo requisitos. Sus objetivos generales (los de la Iglesia universal) y es-
y de la cultura de pobreza. pecíficos. Cómo- formar la CEB. rural, la preparación o formación
7. Cursillo de Dinámica de Grupo: 10 horas. de los animadores, sugerencias para reuniones, aconseja unos libros.
8. Cuatro etapas de Catequesis: 4 semanas.
Este programa se desarrolla en dos o tres años.
TENA, PEDRO: Sacerdocio Ministerial y Alisas en Grupos Redu-
cidos, en "Comunidades de Base y Expresión de la Fe", Ed. Estela
RIUDOR, IGNACIO, S. J.: Teología de la Comunidad Eclesial, en S. A., Barcelona, 1970, pp. 95-103; también en la Revista "Phase", N?
"Pastoral Misionera", N9 1, enero-febrero de 1969. 52, año VIII, 1969, pp. 383-388.
Hace una descripción de la vida cristiana de las comunidades Después de analizar algunos aspectos, afirma que la Eucaristía
primitivas de la Iglesia (Jerusalén, Corinto); luego pasa a una refle- en estos grupos reducidos es la que los consagra como comunidad
110 111
eclesial, Ve los aspectos negativos. La lucha entre ser "institución" Finalmente encontramos dos ejemplos para la formación de co-
y no querer identificarse con esta "institución". El sacerdote como munidades de Base en la descripción de las Comunidades:
presencializador de Cristo en estos grupos, celebra la catolicidad — La Estancia. Diócesis de Tula.
eclesial. No puede haber ruptura entre la misa doméstica y la misa — La Carolina. Cuernavaca.
de la Iglesia.

USEROS, MANUEL: Cristianos en Comunidad, Editorial Sigúeme.


U.M.A.E.: Semana de Estudio sobre Comunidad de Base. Guadalaja- Salamanca 1970.
ra, noviembre 1970. "Documentación sobre Comunidad de Base".
Es un libro de 227 páginas. El autor nos presenta en forma deta-
Carpeta con material escogido para una semana de estudios so- llada la historia de la Comunidad Cristiana de ayer y de hoy. Cuando
bre CCB. La reflexión se enmarca dentro de cuatro temas: trata sobre las CCB., lo hace dentro de un contexto eclesiológico,
1. La Iglesia en Conversión. inscrustando su realidad en la Parroquia, Comunidad de comunidades.
2. La CEB, expresión de la Iglesia como Comunión. Empieza su libro: "La Comunidad cristiana es el espacio en que
3. Fundamentos Socio-Sicológicos de las CEB. la Iglesia deja de ser un proyecto o esquema abstracto de verdades,
4. Orientaciones Pastorales para formación y funcionamiento de de imperativos, de valores y de eficacia para la realización histórica,
las CEB. de las personas.
Los artículos que se incluyen para el estudio, han sido seleccio- En la Comunidad de Base, la Iglesia deja de ser proyecto para
nados de diversos libros y revistas. Son los siguientes, con sus res- convertirse en vivencia.
pectivos autores:
1. Documentos
— La Comunidad Eclesial de Base en las conclusiones de Medellín. VELA, JESÚS ANDRÉS: Comunidad de Base y una Iglesia Nueva,
— Declaraciones de la Conferencia Episcopal de Chile, 1969. Col. Respuesta humana al llamado, Ed. Guadalupe, B. A. 1968:
2. Fundamentos de la CEB.: El Padre Vela, tan conocido ya por sus trabajos en el campo de
— Las Comunidades de Base y una Iglesia nueva: Visión teológi- los grupos juveniles, nos enriquece ahora con el tema de las Comu-
ca. Jesús Andrés Vela, S. J. nidades Eclesiales de Base. Encuadra la CB. dentro del concepto de
— Aspectos teológicos de la Comunidad Cristiana de Base. Beltrán la Eclesiología hoy. Desde el principio asienta los fundamentos teo-
Villegas, M.SS.CC. lógicos e históricos de la CEB. La visión eclesial de las comunidades
— La Comunidad Cristiana de Base desde una perspectiva social. primitivas. La vivencia de la comunión. La vivencia del Kerigma y la
Cecilio De Lora. vivencia de la diakonía. Los problemas de la evangelización, qué es
3. Estudios: evangelizar, cómo actúa el proceso de evangelización: La acción per-
— Comunidades de fe, culto y amor. José Marins. sonal en la evangelización. Los grupos en la evangelización. La Co-
— La Comunidad de Base como lugar de Evangelización. Segundo munidad: sus aspectos sociológicos. Comunidad es la meta de una
Galilea. madurez sicológica personal. Del "yo" "otros" al "nosotros". Feno-
— Comunidades Eclesiales de Base y Parroquia. Mons. Manuel logía sociológica de la comunidad. La comunidad social. Conclusiones
Marengo. pastorales: qué son las CEB., sus elementos, sus cualidades. Grupos
— Comunidades Cristianas de Base: espiritualidad de conversión. naturales, Comunidades eclesiales de reflexión evangélica y revisión
Edgard Beltrán A. de vida, injertadas en el medio ambiente y comprometidas en torno
a un compromiso ambiental.
— Reflexiones pastorales sobre la formación personal. Mons. Car-
los González C. Las CEB, consideradas en sí mismas. Las C. misioneras. Las C.
Unidas a la Jerarquía. Las diversas etapas de la madurez en las CEB.
4. Orientaciones Pastorales: Finalmente aborda el tema de la organización de estas Comunidades
— Las Comunidades de Base y una Iglesia nueva: Conclusiones y sus relaciones.
pastorales. Jesús Andrés Vela, S. J.
— La Liturgia de las Comunidades de Base. José Camps.
5. Experiencias y Testimonios:
— Experiencias de sectores: Rural, Obrero, Universitario, Clase ALGUNAS OTRAS REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
media, Juvenil independiente. Juan A. Martínez.
— Testimonios de una Comunidad Rural, de Religiosas y conclu-
siones de una Encuesta a 107 CEB. COEPAL. AVALOS, B.: Hacia una pedagogía de la Comunidad de Base, en
En una segunda Carpeta se encuentran las siguientes conferencias: "Teología y Vida", N? 10, 1969, págs. 247-253.
— La Iglesia cuestionada por el Mundo: Pbro. Enrique Núñez, S. J. BELTRÁN, VILLEGAS: Aspectos Teológicos de la Comunidad Cris-
— Diseño teológico de la CEB. fundado en la Iglesia primitiva. tiana de Base, en "Pastoral Popular", Nos. 110-11, págs. 81-88.
Pbro. Manuel Jiménez. COMUNIDADES DE BASE: en Rev. "Catequesis, Anuncio de Cris-
— Implicaciones pastorales de las CEB. Pbro. Jesús Torres. to", ficha adjunta. Nos. I, 2, 3, 4, 7, 9, 10, 11 y 12.
112 113
CANO A., MATEO: El gran paso de la Iglesia en el S. XX, Las VELA, JESÚS ANDRÉS: Comunidad de Base, una Iglesia Nueva.
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CONSEJO DE PASTORAL POPULAR: Reflexiones sobre las Comu- VARIOS: Monografías, Pastoral Misionera N<? 1, 1970.
nidades de Base, en Rev. "Pastoral Popular" Nos. 110-111, págs. 93-103. SMULKO, GREGORIO: Comunidad Eclesial de Base, Ipla 6/7, págs.
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I I I . CCB. y Teología:
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BARBE, DOMINGO: Retrato de una Comunidad de Base, 1970. Concilium N» 58, 1970.
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