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Algunos errores en la gestión de los ODS (y


de la sostenibilidad)
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es uno de los temas más de moda cuando hablamos de
sostenibilidad en la actualidad, pero en el cual se cometen errores en su gestión.

Albert Vilariño
@albertvilarino | 25 septiembre 2018

Unos errores que se dan en diferentes momentos y en diferentes fases, desde la propia
interiorización de los mismos dentro de las organizaciones hasta el mismo momento de NOTICIAS RELACIONADAS
su reporte a los grupos de interés dentro de las correspondientes memorias de RSC.

Colaboración sectorial para maximizar el


impacto en los ODS
En el fondo, algunos de esos errores van mucho más allá de los ODS, un asunto
relativamente reciente, y simplemente son comunes desde siempre a cómo se
implementa, se gestiona y se informa de la responsabilidad social de las organizaciones La gestión de los ODS en las empresas
(RSC). españolas

El reporte de RSC, en auge en España


Además, los ODS están elevando el listón de lo que se espera de las empresas, al tiempo
que introducen un nuevo marco para hacer negocios y criterios comunes para informar el
progreso. Como estos objetivos aún son nuevos, crear, cuantificar y reportar impactos Lo que descubre el ‘reporting’ empresarial
creíbles puede hacer que las empresas sean susceptibles a algunos escollos y errores sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible
comunes.

Son errores de interpretación de lo que es realmente la sostenibilidad, de falta de


implementación estratégica, de greenwashing en algunas ocasiones, de no definición de
objetivos, de querer abarcar mucho y acabar apretando poco, de informar solo de lo que
interesa, etc.

A partir de dos publicaciones, How to report on the SDGs, de KPMG, y Business and the
Sustainable Development Goals: Best practices to seize opportunity and maximise
credibility, de Gold Standard, voy a desgranar algunos de esos errores a continuación.

Estrategia… ¿qué es eso?

Como comentaba al inicio, en algunas ocasiones los ODS son vistos como una mera
nueva moda, quizá pasajera hasta que salga la siguiente, lo cual lleva a las empresas a no
pensar en integrarlos realmente en su estrategia (o mejor aún, realizar sus
TEMAS
estrategias de sostenibilidad en base a ellos).

No se suele desarrollar una comprensión sólida dentro de la compañía de qué son los Medio ambiente ODS reporting

ODS y cuál es su relevancia para el negocio.


RSC RSE sostenibilidad

El resultado de ello es la mayoría de las veces, y simplificando, escoger unos cuantos ODS transparencia

en función de lo que se haya hecho en temas de sostenibilidad durante el año y añadirlos


a la memoria de sostenibilidad diciendo que la organización contribuye a la consecución
de una serie de ODS, de manera lo más rimbombante y colorista posible y dejando el
tema ahí y sin ir más allá de esa declaración.

El informe de Gold Standards nos lo reafirma. Es tentador para las empresas observar el
trabajo que ya están realizando y reformular las comunicaciones para alinear sus
acciones con los ODS.

Es tentador para las empresas observar el trabajo que ya están realizando y


reformular las comunicaciones para alinear sus acciones con los ODS.

Derivado de lo anterior, suele suceder también que la empresa “escoge” muchos ODS
a los cuales “contribuir”. Parecería claro que cuantos más ODS escojamos más LO + LEÍDO
responsables seremos, ¿no? Pues no, no es así.

1 La seguridad laboral española, a la cola


en los índices europeos
Según datos del informe de KPMG, alrededor de una cuarta parte de las organizaciones
estudiadas identifican los 17 ODS como relevantes para sus negocios y requieren acción
por parte de la empresa. 2 Las farmacéuticas eligen España para
innovar en medicina personalizada

No solo es muy discutible que se esté contribuyendo a todos los ODS (incluso siendo una
empresa muy responsable) sino que no sería del todo lógico ya que se debe establecer 3 Día Mundial de la Alfabetización:
caminando juntos de la A a la Z
una priorización e identificación de los ODS que presentan al negocio con las
mayores oportunidades y riesgos, y aquellos en los cuales la compañía tiene los mayores
impactos. 4 Denunciar la corrupción, un duro
proceso para el denunciante

También nos encontramos con que para aquellas empresas que han dado el paso para
establecer objetivos internos para sus contribuciones a los ODS, es común establecer
niveles de ambición internamente, a menudo influenciados por factores tales
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como los recursos disponibles y lo que parece ser más factible en lugar de estar
impulsados por lo que se necesita para cumplir con la Agenda 2030.
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son ajenas a esa manera de proceder, pero se deben a grupos de interés a los cuáles hay
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que enseñar tanto lo bueno como lo malo.

Lo anterior sucede en contadas ocasiones, y si tenemos en cuenta que las acciones


dirigidas al desarrollo sostenible a menudo involucran factores sociales, ambientales y
económicos interconectados que puede hacer que contribuir activamente a un ODS
pueda perjudicar o comprometer otro (por ejemplo construir una nueva fábrica en
un lugar poco desarrollado puede dar trabajo a mucha gente, pero puede impactar en los
sistemas hídricos y reducir el acceso al agua para la población), es necesario no solo tener
en cuenta esas interacciones en la estrategia sino cuáles son los impactos directos e
indirectos, e informar de ello aún cuando no sea algo de lo que sentirse “orgulloso”.

A menudo las organizaciones también pierden la perspectiva a la hora de medir los


resultados de lo que están haciendo. No se miden los impactos y se quedan en la
superficie.

Las organizaciones también pierden la perspectiva a la hora de medir los


resultados de lo que están haciendo.

Por ejemplo, si una empresa solo mide e informa de las entradas, el progreso de la
actividad y los resultados (por ejemplo, árboles plantados, perforaciones realizadas,
lámparas solares distribuidas a una población), están perdiendo el impacto final de
estos esfuerzos.

Se debe explicar y cuantificar cómo han ayudado esos resultados al medio ambiente, la
comunidad, etc.

Una planificación y un diseño cuidadosos requieren un enfoque impulsado por las partes
interesadas para garantizar que se aborden los riesgos, las oportunidades y las barreras,
y se seleccionan los indicadores correctos para medir el éxito.

Esto ayudará a garantizar que los esfuerzos estén trabajando hacia la creación de
cambios significativos y que estos impactos positivos se reflejen en los informes de
sostenibilidad.

Objetivos, métodos e indicadores de informes incoherentes

Tal y como señala KPMG, cada empresa afecta a las personas y al medio
ambiente de forma diferente según la naturaleza y la ubicación de sus operaciones,
cadena de suministro y estructura de ventas.

Los objetivos de ODS, si van a ser significativos y efectivos, deben ser el producto de una
comprensión detallada y granular de los impactos de la compañía.

Las estrategias de ODS más efectivas aumentan los impactos positivos de una
organización en las personas y la naturaleza, así como también reducen lo negativo. La
configuración de los objetivos de los ODS debe reflejar este equilibrio.

Gold Standard apunta, de manera certera, que con tantos factores involucrados en las
iniciativas de sostenibilidad, puede ser un desafío medir e informar los impactos de una
manera significativa y creíble.

Sin embargo, con las expectativas de que las mejores prácticas aumenten, y los líderes en
sostenibilidad pongan el listón más alto, los impactos autoevaluados solo serán creíbles
si los métodos de cuantificación e informe son transparentes, precisos y
consistentes a lo largo del tiempo.

Los datos recogidos deben ser cuantitativos para que el progreso hacia los ODS se pueda
medir y comparar adecuadamente, año tras año.

Mientras, los estudios de caso, las citas y las fotos se pueden usar para complementar los
informes y comunicar la “historia humana” detrás de una iniciativa.

Los indicadores de desempeño de los ODS deben integrarse en los objetivos operativos
de la empresa y los objetivos de rendimiento del personal clave.

Por último, otro de los errores que cometen las organizaciones a la hora de gestionar los
ODS es no utilizar, por la razón que sea, todas las herramientas que están publicadas y
a su alcance de manera gratuita, y que facilitan enormemente el desarrollo de este
importantísimo asunto para la sostenibilidad de nuestro planeta y sociedad.

Sin ir más lejos en Compromiso Empresarial vamos dando a conocer de manera


frecuente nuevas herramientas y métodos para desarrollar los ODS.

Por tanto, no hay excusas para gestionar los ODS (y la RSC, la sostenibilidad, o como
queramos definirla) de manera estratégica, coherente y real. Otra cosa es querer hacerlo
realmente y ponerse a ello.

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