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Sábado, 03 Marzo 2018 17:59

Colombia, un país sin políticas de ciencia y tecnología

Con una escasa inversión del 0,5 por ciento/año del Presupuesto General de
la Nación para ciencia y tecnología para el año fiscal 2018, las clases que
dominan en Colombia reflejan su estrechez de miras. Tener a Colciencias
como otro botín burocrático resume la política al mando en el país, y la esencia
de sus gobiernos: negocio, nada más.

En Colciencias, un organismo que tendría que ser de los consentidos de cualquier


gobierno serio, desarrollado o inteligente de sus gobiernos, la improvisación es la
norma, como puede concluirse del constante cambio de sus directores, el último de
ello el científico César Ocampo, declarado insubsistente el 21 de diciembre del 2017
(ver recuadro)
Destitución, cambio, inconstancia, falta de política de largo plazo, claramente
reflejada en los nueve responsables con que ha contado este organismo en los 8
años del gobierno Santos. Un director por cada 8 meses tres semanas, esa es la
constante. Claramente pesa la burocracia por sobre el saber científico y necesidad
de precisar con toda claridad una ruta por abordar por el país en ciencia y
tecnología.
Prima la improvisación. En un país donde lo invertido en ciencia y tecnología en
cada uno de los últimos gobiernos es claramente inferior al 0,5 por ciento del
Presupuesto General de la Nación, por año, no puede ser otro el resultado. Todo un
exabrupto en medio de un mundo donde las clases al mando de las distintas
potencias globales, como de aquellos países que quieren jugar un rol más
destacado en la geopolítica global, han comprendido que si desean continuar
ocupando sitiales de honor o llegar algún día a ellos, deben invertir cada día más
en sectores de punta, como lo es la propia ciencia y tecnología en su conjunto.

Por los pasillos

César Ocampo fue declarado insubsistente, una decisión autónoma de las


instancias públicas, pero las razones para su insubsistencia jamás se hicieron
públicas. Diversos diarios nacionales publicaron versiones según las cuales
Ocampo era como una piedra en el zapato de la Casa de Gobierno porque habría
tratado de darle algunas preferencias a sus propias líneas de investigación, o que
habría chocado con la burocracia de Colciencias. Esas versiones son anónimas, y
es llamativo que en una instancia de ciencia y tecnología los argumentos públicos
no sean sostenidos de manera abierta y directa. Eso deja mucho que desear del
director subsiguiente –Olaya– y de algunas otras personas al interior de órgano
rector de la ciencia y la tecnología en el país.
Colciencias se habría convertido en el botín de intereses clientelistas, algo
reconocido por la Asociación de Trabajadores de Colciencias (Asocolciencias). Pero
el miedo a los despidos predomina, y nadie, empezando por Presidencia de la
República aporta pruebas serias o contundentes en cualquier dirección o sentido.
Así sucede cuando la administración pública termina predominando sobre la
discusión científica, basada en argumentos y contraargumentos, pruebas y
refutaciones. Que algo semejante suceda del lado de la Presidencia de la República
es normal: al fin y al cabo Santos poco y nada sabe de ciencia, tecnología y
academia.

Colombia nunca ha sabido de políticas de ciencia y tecnología

En 1991 crean el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, toma forma asimismo


la llamada Misión de los Sabios, se catapulta a Colciencias, y el gobierno de turno
promete que Colombia tendrá políticas de ciencia y tecnología serias, responsables
y de largo alcance.
Pues bien, desde 1991 hasta la fecha, sistemáticamente, todos los gobiernos
habidos han incumplido las promesas: nunca el presupuesto en ciencia y tecnología
fue superior al 0,5 por ciento, y ni siquiera se alcanzó el prometido 1 por ciento del
PIB. Asimismo, Colciencias jamás dejó de ser un (simple) Departamento
Administrativo. En notable diferenciación con otros países de la región, Colombia
jamás tuvo hasta el momento un Ministerio de Ciencia (independiente del nombre
que pudiera adoptar).
Los presupuestos para CyT han sido los siguientes:
Antes de 1990 : 0.1%
1991: 0.3%, César Gaviria,
1996: 0.4%, Ernesto Samper
2001: 0.37%, Álvaro Uribe
2006: 0.39%, Álvaro Uribe
2011: 0.19%, Juan Manuel Santos
2016: 0.5%. Juan Manuel Santos
De consuno, en abril del año 2016, el Sistemas Nacional de Ciencia y Tecnología
queda eliminado de Colciencias y pasa a formar parte del Departamento Nacional
de Planeación con el nombre de Sistema Nacional de Competitividad, Ciencia,
Tecnología e Innovación, algo que la gran prensa ha callado hasta la fecha*.
Como se aprecia sin dificultad, las élites nacionales han sido tradicionalmente
indolentes e insensibles hacia el conocimiento, la educación y la investigación, y su
ignorancia sobre políticas de ciencia y tecnología es amplia y profunda. Ha primado
el afán por la guerra, las políticas de corto plazo, la entrega del país a los capitales
internacionales, en fin, la corrupción, pública y privada.
Estamos ante una visión miope, que tiene consecuencias de distinto orden. Por
ejemplo, si Colombia llega a ser acogida en la Ocde sería el único país miembro de
ese organismo multilateral sin una política clara, sostenida a mediano y largo plazo
de ciencia y tecnología y, asimismo, sería el país de la Ocde con el más bajo
presupuesto en la materia. Para compararlo con los países semejantes de la región,
Colombia está muy por debajo de México, Brasil, Argentina, Chile, Cuba y
Venezuela en materia de inversión en conocimiento. Los pares de Colombia son
países como Paraguay, Panamá o Guatemala, notablemente.
Es lamentable la ausencia de políticas de ciencia y tecnología, es decir, de políticas
a largo plazo de conocimiento e innovación. Lo que se traduce, inmediatamente, en
la disminución de la calidad de vida de los ciudadanos, en atraso y dependencia. Es
un hecho ya suficientemente reconocido que a mayores políticas de ciencia y
tecnología, mayor desarrollo de la industria nacional, más y mejores condiciones de
vida con calidad y dignidad para los ciudadanos.
Lo hecho en materia de ciencias y tecnología en el país es simple y llanamente el
trabajo específico de las universidades, públicas y privadas, de los grupos de
investigación mismos y de los propios investigadores. Pero nunca ha sido el
resultado de políticas nacionales de ciencia y tecnología. Verosímilmente, este
panorama continuará en el futuro.
Sin embargo, cabría pensar que las universidades lo hacen, en buena medida para
figurar bien en los rankings y escalafones internacionales, pues ello se traduce en
mayores matrículas, más incorporación de fuentes financiadoras externas, en fin,
más consultorías.
Pero el tema presupuestal de este sector es aún más grave, pues lo poco que recibe
al año apenas alcanza para cubrir el funcionamiento administrativo, de ahí que los
programas de becas (de maestría y doctorado) se hayan visto seriamente
afectados. De consuno, el gobierno nacional desplazó los presupuestos de
investigación y tecnología al Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación hacia las
regiones con la famosa ley de regalías. El resultado ha sido el uso de esos fondos
para asuntos distintos a la investigación, y la distribución arbitraria de los capitales
disponibles.
Por diversas razones, jamás se volvieron a crear Centros de Excelencia, y el
presupuesto jamás fue el suficiente para el pleno apoyo al conocimiento.
Que diversos gobiernos hayan sido indolentes hacia la ciencia y la tecnología no es
sino la expresión eufemística para decir que el Estado colombiano jamás ha sabido
ni se ha interesado por la ciencia, la tecnología y la investigación. Aparentemente,
para el Poder Ejecutivo, para el Congreso e incluso para el Sector Judicial, la ciencia
es algo que carece de importancia. Cuando lo han intentado, los científicos jamás
han sido plenamente escuchados.
Un silencio peligroso separa a la comunidad académica y de investigación del poder
político y económico. El poder no quiere escuchar a los pensadores e
investigadores. Les teme, según parece.
* Cfr. https://www.desdeabajo.info/ediciones/item/26293-muere-el-sistema-
nacional-de-ciencia-tecnologia-e-innovacion-sncti.html

Recuadro

El reino de la improvisación

Primero los datos, empezando del presente hacia el pasado. El científico César
Ocampo fue declarado insubsistente como Director de Colciencias el 21 de
diciembre del 2017. Antes el organismo rector de la ciencia y la tecnología había
tenido siete directores. A la cesación del cargo de Ocampo le sigue el nombre de
Alejandro Olaya, hasta entonces el segundo a bordo de Colciencias.
Los directores de Colciencias durante el gobierno de Juan Manuel Santos (ocho
años), han sido nueve (hasta la fecha). Estos han sido:
Jaime Restrepo Cuartas, ex-rector de la Universidad de Antioquia y miembro de la
comunidad científica.
Jorge Cano, director encargado a raíz de la renuncia de Restrepo. Cano tiene título
de Maestría y está vinculado a la Universidad de Cartagena.
Carlos Fonseca Zárate, profesor de la UPTC, con doctorado en Geografía.
Paula Marcela Arias, con doctorado en ciencias geológicas, Investigadora Junior de
Colciencias, quien salió de su cargo porque tuvo el valor de acusar al gobierno y a
Colciencias de politiquería.
Alicia Ríos, quien trabajó como directora encargada después de Arias, con un
doctorado en ciencia y tecnología de alimentos, quien desafortunadamente falleció
de una enfermedad penosa.
Yaneth Giha Tovar, quien venía del Ministerio de Defensa, quien no tiene CvLac, y
es egresada de la Universidad de los Andes.
Alejandro Olaya, director encargado luego del nombramiento de Giha como ministra
de Educación, con un doctorado en ciencias económicas y empresariales, vinculado
a la UPB.
César Augusto Ocampo Rodríguez, científico prestigioso, Investigador Senior de
Colciencias, con un doctorado en ciencias geoespaciales, y quien fue declarado
insubsistente.
Alejandro Olaya, vuelve a ser director encargado.
https://www.desdeabajo.info/ediciones/item/33668-colombia-un-pais-sin-politicas-
de-ciencia-y-tecnologia.html

Ciencia, tecnología e innovación, algunas prioridades para el país

En Colombia, los temas CTI se han centrado en diversificar la economía teniendo


en cuenta la variedad de recursos naturales.
Se deben priorizar una serie de objetivos nacionales donde el país cuenta con
ventajas competitivas, planear y evaluar estratégicamente el Sistema Nacional de
Ciencia y Tecnología e Innovación.
ARCHIVO PARTICULAR
POR:
PORTAFOLIO
MARZO 03 DE 2018 - 06:34 P.M.
El contar con una estrategia nacional de ciencia, tecnología e innovación (CTI) es
clave para los diferentes grupos de interés que se articulan frente a una serie de
objetivos y prioridades donde la CTI contribuyen a la generación de nuevo
conocimiento, y esta se transforma en un motor fundamental para el desarrollo
económico, el crecimiento sustentable y lograr viabilizar una mayor equidad social,
afianzando la paz y la democracia y con ello favorecer la soberanía del país.

En este contexto, es importante establecer prioridades relacionadas con la


asignación y la ejecución de los recursos de inversión tanto pública como privada
y establecer programas diferenciados de acuerdo con los requerimientos de cada
uno de los actores (las comunidades científicas, empresas, comunidades,
gobiernos locales, entre otros) que pueden participar en el diseño y en su posterior
aplicación, donde estos elementos son fundamentales en la formulación de
políticas gubernamentales efectivas integradas a un plan de gobierno donde la CTI
sea transversal y apoye la resolución de problemas a partir de los nuevos
conocimientos generados y sirvan en la toma de decisiones basadas en la
evidencia.

En Colombia, los temas CTI se han centrado en diversificar la economía teniendo


en cuenta la variedad de recursos naturales y fortalecer los procesos de
innovación para mejorar la competitividad, el analizar las tendencias en temas de
CTI que permitan generar una serie de programas e instrumentos que busquen
darle el valor y la importancia que la ciencia, la tecnología y la innovación debe
tener como un pilar fundamental de los colombianos debe ser el enfoque de
futuro.

Se deben priorizar una serie de objetivos nacionales donde el país cuenta con
ventajas competitivas, planear y evaluar estratégicamente el Sistema Nacional de
Ciencia y Tecnología e Innovación con una política coordinada y prioritaria para
los intereses de todo el conjunto de la sociedad. Este sistema debe tener como
principal intencionalidad la generación de riqueza, desarrollo social y bienestar, lo
que implica la incorporación y el compromiso sobre la CTI buscando su expansión
y robustecimiento de todo el sistema.

Igualmente se debe priorizar en una serie de ejes transversales estratégicos de


formación en capital humano con incentivos reales, focalizar la CTI en elementos
centrales para el desarrollo regional, una coherente gobernanza, una legislación
acorde con los nuevos y recientes desarrollos y una inversión consecuente con los
estándares internacionales y la evolución de los países en esta área prioritaria.

Aportar a los grandes retos globales reorientando las inversiones públicas de CTI
en temas como el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible
analizando temáticas como el cambio climático, seguridad energética y
alimentaria, salud y cambios demográficos entre otros, donde se deben evaluar las
capacidades y requerimientos de investigación e innovación para fortalecer los
resultados de investigación y nuevos procesos productivos en el país, es clave en
este contexto la transferencia, aplicación y comercialización de los resultados de
investigación donde se requiere garantizar los temas de propiedad intelectual
entre los grupos de interés y fortalecer la ciencia abierta donde intervienen
recursos públicos.

Todos estos elementos se deben tener en cuenta en el país con el fin de poder
generar una agenda de CTI complementaria con programas y estrategias
diferenciadas de acuerdo con las regiones del país y a los grupos de interés,
teniendo en cuenta elementos estratégicos para renovar y potenciar las
instituciones científicas con capital humano acorde con los avances más recientes,
aumentar el número de investigadores y tecnólogos, fortalecimiento de la
innovación y el desarrollo tecnológico, una sustancial mejora en la calidad de la
educación, un estímulo para incentivar las carreras científicas, fomento real de la
cultura científica y mejorar la percepción pública que se tiene de la ciencia, la
tecnología y la innovación.

Así mismo hacer partícipe a la comunidad de dichos desarrollos, esto es vincular


la CTI con las demandas sociales de la población, darle la verdadera importancia
al fomento de la investigación en ciencias sociales, todo lo anterior debe usar
como criterio fundamental la asignación de los recursos de excelencia, de
relevancia y su impacto final, todo esto inmerso en una adecuada estrategia para
aumentar la inversión en CTI y focalizar el recurso de una manera eficiente,
equitativa y con justicia social, que permita día a día eliminar las brechas frente a
otros países en temas científicos, tecnológicos y de innovación que a mediano y
largo plazo fortalecerán la productividad y competitividad y aprovechando de
manera sostenible la diversidad de recursos naturales que tienen cada una de las
regiones del país.

Clara Inés Pardo Martínez, PhD.


Profesora de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario y
Directora Ejecutiva, Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT)
http://www.portafolio.co/innovacion/ciencia-tecnologia-e-algunas-prioridades-para-
el-pais-514856
Retos en ciencia y tecnología para Colombia en su ingreso a la Ocde

Uno de los puntos claves en los cuales el país deberá realizar mayores esfuerzos
es en el incremento de las inversiones en investigación y desarrollo.
Ser menos dependientes de encuestas y fortalecer la captura de información a
través de registros administrativos lo cual garantiza mayor transparencia, robustez
y legitimidad de las cifras.
ARCHIVO PORTAFOLIO.CO
POR:
PORTAFOLIO
JUNIO 25 DE 2018 - 09:54 P.M.
El ingreso reciente de Colombia a la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OECD) implica una serie de compromisos y retos
especialmente desde la ciencia y la tecnología donde el requerimiento es asegurar
y garantizar beneficios para la población a partir de los avances científicos y
tecnológicos se debe entonces compartir la misma visión por todos los países
miembros que implica un crecimiento económico sostenido, creación de empleos
de calidad y fortalecimiento del bienestar a través de la ciencia y la tecnología, lo
que implica que el país debe posicionar estas temáticas como elemento
fundamental para el desarrollo sustentable.

Uno de los puntos claves en los cuales Colombia deberá realizar mayores
esfuerzos es en el incremento de las inversiones en investigación y desarrollo
(I+D), aquí es crucial mantener un fondo a largo plazo especialmente para la
investigación de alto riesgo o que implica la solución específica de problemas
locales con el fin de controlar las fallas de mercado, países de la región como
México y Argentina han logrado mejorar este tipo de inversiones, la globalización
de la ciencia y la tecnología es una generadora de nuevas oportunidades para la
cooperación internacional y sirve para analizar y resolver los desafíos de la
sociedad. )

De ahí, la importancia del incremento de la inversiones en I+D de una manera


estratégica que permite generar conocimiento enfocado en la valorización de las
materias primas, un uso adecuado de los recursos naturales y un fortalecimiento
del sector productivo, especialmente en las pequeñas y medianas empresas
donde la OECD recomienda desarrollar, implementar y evaluar políticas efectivas
que permitan incrementar sus aportes al crecimiento sustentable e inclusivo,
generando un ambiente de negocios que promueve la competencia, integridad del
sector público, la calidad en el trabajo y la formalización donde se de la
oportunidad con sus productos y servicios trascender fronteras.

Para ello se requiere de una transición digital que fortalezca la adopción y difusión
de la innovación, las tecnologías digitales, inversión en activos complementarios
basados en el conocimiento y seguridad digital. Estos elementos deben permitir la
creación, el crecimiento y la prosperidad de sectores consolidados y emergentes a
través de un trabajo colaborativo, con estrategias adecuadas de financiación y que
esto se promueva en todos los segmentos de la población, lo cual es fundamental
para disminuir la desigualdad a través del emprendimiento y fortaleciendo las
pequeños productores y prestadores de servicios.

Otro punto importante, es el desarrollo y fortalecimiento de la infraestructura para


la investigación y el desarrollo tecnológico que implica altas inversiones del
presupuesto público en investigación con un plan estratégico a largo plazo, donde
el país deberá priorizar áreas claves para la generación de conocimiento de
acuerdo con las características propias del país y que permitan generar una
característica diferenciadora y promueva la equidad y fortalecimiento de la paz a
nivel regional a través de la ciencia y la tecnología, que permitan realizar
evaluaciones de impacto socio económico y en temas de sustentabilidad.

El ingreso a la Ocde también implica promover y fortalecer la ciencia abierta y las


infraestructuras digitales que son fundamentales en el quehacer científico de los
investigadores del país y donde se deben generar instrumentos para fortalecer
competencias científicas y tecnológicos, la generación de conocimiento de punta y
el reconocimiento en temas claves de investigación. Donde es fundamental
promover la ética de la investigación al utilizar nuevas formas de datos y el trabajo
colaborativo a nivel internacional y modelos sostenibles de infraestructura de datos
donde ya se cuenta con un Compes de Big Data que debe comenzar a promover
su aplicación.

La financiación de la ciencia debe promover la investigación interdisciplinaria que


permita enfrentar y dar soluciones a los desafíos universales, lo que implica que
en la comunidad científica se promueva la participación en redes globales de
conocimiento y la ejecución de proyectos con equipos multidisciplinarios a nivel
internacional.
Los sistemas de medición son fundamentales para medir los resultados de ciencia
y tecnología del país que implican fortalecer el cálculo de indicadores de acuerdo
con las directrices de la OECD (Manual de Frascati y Manual de Oslo) lo que
implica inversiones para ser menos dependientes de encuestas y fortalecer la
captura de información a través de registros administrativos lo cual garantiza
mayor transparencia, robustez y legitimidad de las cifras.

Estos son algunos de los retos que enfrenta el país para garantizar los estándares
de ciencia y tecnología de la OECD, lo que implica que los tomadores de
decisiones y hacedores de política pública posiciones los temas de ciencia y
tecnología como una prioridad para el país y el fortalecimiento de un desarrollo
sustentable que disminuya las brechas en generación de conocimiento y fortalezca
el sector real a través de la innovación y la eficiencia productiva.

Clara Inés Pardo Martínez,


PhD. Profesora de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario y
Directora Ejecutiva del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT).

http://www.portafolio.co/economia/los-retos-en-ciencia-y-tecnologia-para-colombia-
despues-del-ingreso-a-la-ocde-518437

Colombia, lejos de alcanzar la meta de inversión en ciencia


Según el OCyT, con 0,67 por ciento del PIB, el país no llegará al 1 por ciento
propuesto por Santos.
23 de abril 2018 , 06:28 p.m.

Una de las metas más ambiciosas propuestas por el presidente Juan Manuel
Santospara el final de su mandato era lograr el ingreso de Colombia a la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde),
considerada en el ámbito internacional como el club de los países ricos, pues la
entrada a este selecto grupo solo está reservada a las naciones que cumplen con
estrictas condiciones relacionadas principalmente con la inversión en diferentes
rubros.
Sin embargo, a pocos meses de terminar su mandato, y aun cuando desde el
Gobierno le han metido el acelerador a este, que, junto con el proceso de paz, fue
planteado por Santos como una de sus prioridades, el objetivo del Presidente
parece lejano. Y una de las razones por las que Colombia no podría entrar a
ese club sería su baja inversión en ciencia.

Así lo demuestra el más reciente ‘Libro de indicadores de ciencia y tecnología’, del


Observatorio Colombiano en Ciencia y Tecnología (OCyT), el cual deja ver entre
sus conclusiones que el Gobierno no llegará a tener el presupuesto en ciencia que
se ha planteado: aunque el promedio de inversión para estos temas en los países
miembros de la Ocde está alrededor del 4 por ciento del PIB, el Gobierno
colombiano se había propuesto llegar, por lo menos, al 1 por ciento antes de
terminar el segundo mandato.
La verdad es que para este año, la inversión en Colombia en actividades de
ciencia, tecnología e innovación será de 6,15 billones de pesos, equivalentes
a solo el 0,67 del PIB.
En cuanto a investigación y desarrollo, Colombia destinará este año 2,2 billones, o
0,25 por ciento del PIB. Ambas cifras son solo la continuación de una
tendencia negativa que se ha mantenido en los últimos años, no obstante los
pequeños repuntes observados en ocasiones excepcionales, como en el 2013,
cuando se abrió el Fondo de Ciencia Tecnología e Innovación del Sistema General
de Regalías, que destina el 10 por ciento de este impuesto a proyectos de ciencia
designados por las gobernaciones y entes territoriales (ver gráfico).

“Es importante que tanto el Gobierno como el sector privado sepan la importancia
de que los países generen su propio conocimiento, que es el que, finalmente, va a
aportar al desarrollo económico, pues esto genera independencia de otras
naciones en varios sentidos, como la posibilidad de tener tecnología propia para
transformar las materias primas por nosotros mismos, no solo exportándolas para
que su valor agregado se quede en el extranjero”, asegura Clara Inés Pardo,
directora ejecutiva del OCyT.

En cuanto a las razones que explican los malos indicadores, Pardo considera que
una de ellas es que las personas del común no ven la importancia de la
inversión en ciencia, tecnología e innovación, lo que otros países sí han
logrado hacer. Asimismo, otro factor que golpea a la inversión país es que, en
ciencia, se requieren inversiones a largo plazo, y los políticos o no tienen la
paciencia para esperar los resultados o simplemente no les interesa mantener los
proyectos en el tiempo.
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No obstante, la científica considera que aunque no se invierte tanto como otros


países, en medioambiente, transporte, salud y telecomunicaciones se hace un
mayor esfuerzo, pero se necesita aumentarla para equipararse con países de la
región.

Sobre este punto, Pardo llama la atención acerca de las cantidades que destinan
otros países de la región a los mismos rubros: en Brasil es superior al uno por
ciento del PIB en investigación y desarrollo, mientras que en México supera
el 0,50. El rezago de Colombia es mucho más notorio si se compara su inversión
con la de empresas globales como Amazon: 21 veces más en innovación y
desarrollo.

“Hay tres razones fundamentales que explican la baja financiación de Colciencias:


el vergonzoso desconocimiento y desinterés por parte del alto gobierno por la
ciencia y la tecnología; el debilitamiento de la institucionalidad, pues no puede ser
que en los últimos nueve años Colciencias haya tenido ocho directores, lo que le
impide hacer políticas y coordinar esfuerzos. También, está el hecho de que la
cultura, la ciencia, la tecnología y el medioambiente siempre son las
cenicientas del Gobierno”, aseguró Enrique Forero, presidente de la Academia
Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales.

“Es importante saber hacia dónde focalizamos los recursos para generar el
conocimiento que necesita el país Y también es importante lograr que la inversión
que ya hay se mantenga, principalmente a partir de las regalías, las cuales logran
un segundo objetivo, que es disminuir las brechas de inversión entre las regiones”,
agrega Pardo.

De acuerdo con ella, el informe, que es elaborado cada año, busca capturar todos
los requerimientos de indicadores nacionales e internacionales que sirvan para
formular políticas públicas de ciencia, tecnología e innovación, más ahora, en un
momento en el que un nuevo presidente deberá tomar todas las decisiones en
este sentido. En esta medida, se convierte en “el principal insumo para reportar al
mundo como esta Colombia en estos aspectos, garantizando que los lineamientos
sean robustos y precisos para garantizar su confiabilidad”.
https://www.eltiempo.com/vida/ciencia/presupuesto-de-inversion-en-ciencia-de-
colombia-207254
Cámara de Representantes aprueba proyecto para crear Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación
6 Jun 2018 - 11:06 AM
- Redacción Vivir
Por unanimidad, se aprobó en la Cámara de Representantes la creación de un
Ministerio de Ciencia. No se especifica qué lugar ocuparía Colciencias.

Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Argentina.

Según el proyecto de ley, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación como


organismo para la gestión de la administración pública, rector del sector y del
Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI), “será el
encargado de formular, orientar, dirigir, coordinar, ejecutar, implementar y
controlar la política del Estado en esta materia”.

Entre las tareas de la nueva cartera está “fortalecer una cultura basada en la
generación, apropiación y divulgación del conocimiento y la investigación
científica, formular un Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación,
incorporar estos tres puntos como ejes transversales en la política económica y
social del país y fortalecer el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación (SNCTI), entre otras.

El proyecto de ley que se aprobó hoy no dice exactamente qué pasaría con
Colciencias, ni aclara cuánto presupuesto debería asignarse al nuevo ministerio, o
al sistema de ciencia y tecnología del país.

Los enredos de la ciencia colombiana


En enero de este año, y convocados por la Academia Colombiana de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales, 31 académicos con diferentes experticias y
trayectorias se reunieron en Paipa, Boyacá, para discutir sobre cómo debería ser
Colombia en materia de ciencia y tecnología, educación, medio ambiente y
regalías.

Las observaciones de los académicos y científicos son duras. “Carecemos de un


verdadero sistema y de una política nacional de ciencia, tecnología e innovación
(CTI) que incluya a todos los actores y establezca mecanismos de coherencia
entre la política educativa, la industrial, y la de ciencia y tecnología. Esta política
debería ir acompañada de recursos para un razonable desarrollo de la CTI”.
También mencionan la falta de liderazgo de Colciencias, la poca inversión en
ciencia y tecnología (que es poco más del 0.2% del PIB nacional), y la manera
deficiente en que consideran que funciona el Sistema General de Regalías en
materia de Ciencia y Tecnología, “que en más de una ocasión, ha desalentado a la
comunidad científica con proyectos que no tienen relación ni pertinencia alguna
para el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNTI)”.

Entre las propuestas de los académicos, que reunieron en un documento llamado


“Manifiesto para la Ciencia”, está crear una estructura en la que tengan asiento el
Estado, el sector productivo y la comunidad científica; creando un Organismo
Colegiado de alto nivel (un Consejo Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación)
que integre distintos sectores y regiones del país (y en donde Colciencias actuará
como administrador de ciertos recursos y fondos), la búsqueda de proyectores
regionales de Ciencia, Innovación y Tecnología y la apertura de un fondo de
inversión territorial para esos proyectos, entre otros. (Lea también: Un manifiesto
de la ciencia colombiana para el próximo presidente)
El proyecto de ley estaba listo desde el 15 de noviembre de 2017, pero hoy fue
votado a favor por unanimidad en la Cámara de Representantes y se espera que
se apruebe definitivamente en el curso de los próximos seis meses, después de
pasar a consideración en el Senado.

El proyecto fue presentado por el representante a la Cámara Iván Darío Agudelo,


del partido Liberal (y senador hasta 2022 en el periodo que comienza en agosto) y
el también liberal antioqueño John Jairo Roldán Avendaño.

Cabe resaltar que la mayoría de los países latinoamericanos cuentan con un


Ministerio de Ciencia o similares. En Argentina funciona el Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva, en Bolivia, el Viceministerio de Ciencia y
Tecnología, en Brasil, Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, en Chile la
Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica. En Costa Rica,
el Ministerio de Ciencia y Tecnología, en Cuba, el Ministerio de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente, en República Dominicana el Ministerio de
Educación Superior Ciencia y Tecnología, en Uruguay el Ministerio de Educación y
Cultura y en Venezuela el Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e
Innovación.

Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Paraguay, Perú y Panamá


cuentan con secretarías o consejos.

https://www.elespectador.com/noticias/ciencia/camara-de-representantes-aprueba-
proyecto-para-crear-ministerio-de-ciencia-tecnologia-e-innovacion-articulo-792803
Colombia tendrá ciencia para el desarrollo sostenible
Ciencia
22 May 2018 - 10:00 PM
- Redacción Vivir
Colciencias presentó la nueva política nacional de ciencia, tecnología e
innovación. El documento busca hacer frente a los grandes desafíos sociales,
económicos y ambientales expuestos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS). Los colombianos pidieron prioridad para seis de los 17 ODS estipulados en
2012.

Óscar Pérez

Colciencias decidió apostarle a la renovación de la política nacional de ciencia,


tecnología e innovación. Con ese propósito desarrolló el Libro Verde 2030, que
servirá para impulsar una solución a los 17 desafíos sociales, ambientales y
económicos expresados en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) durante
la Cumbre de Río de Janeiro en 2012.

En la elaboración del documento la entidad tomó en cuenta la opinión de los


colombianos. Les pidió que ayudaran a definir cómo se podría crear un puente
entre la ciencia nacional y el desarrollo sostenible. “La agenda de los objetivos
requiere interpretaciones locales y regionales. Con la consulta ciudadana
identificamos seis primordiales, que son: educación inclusiva y de calidad; agua
limpia y saneamiento; acción por el clima; vida de ecosistemas terrestres; fin de la
pobreza, y trabajo decente”, explicó Alejandro Olaya, director general de
Colciencias. (Lea también: El primer plan para conservar las serpientes de
Colombia)
El cumplimiento de estos objetivos, que deberá ser antes de 2030, se podrá dar
con la transformación de las políticas de ciencia, tecnología e innovación (CTI).
Estos tres pilares serán fundamentales en la implementación del Libro Verde. La
ciencia ofrece aportes importantes para las comunidades y ayuda a comprender
los diferentes fenómenos actuales, como el cambio climático, mientras la
tecnología y la innovación ofrecen mecanismos efectivos para la solución de
problemas.

Según Olaya, “la finalidad de este documento es orientar a la ciencia y la


innovación para que contribuyan en la solución de los problemas sociales,
ambientales y económicos del país, actuando como catalizadores de cambio a
nivel sociotécnico”. Sin embargo, la contribución de estos sectores en el
cumplimiento de los objetivos sólo se verá si otros actores —como el Gobierno, la
sociedad, las empresas y las instituciones educativas— ponen de su parte para
minimizar el impacto de la industria sobre el medio ambiente. (Puede leer: Un
manifiesto de los científicos colombianos para el próximo presidente de Colombia)
Esta es una de las apuestas más grandes y ambiciosas de Colciencias. En el
documento está incluido el estudio que hicieron durante dos años y la opinión de
los empresarios, ciudadanos e investigadores. Pero aún le faltan ajustes y, como
lo aclaró Olaya, para ellos es indispensable el papel de la sociedad civil. Por eso
los colombianos podrán enviar sus aportes hasta el 12 de junio, con los cuales se
hará la versión final del Libro Verde 2030.
https://www.elespectador.com/noticias/ciencia/colombia-tendra-ciencia-para-el-
desarrollo-sostenible-articulo-789977
ASÍ QUEDÓ EL PRESUPUESTO DESTINADO A LA CIENCIA Y
TECNOLOGÍA EN 2018

El dinero se destinará a actividades de ciencia y tecnología, además de


innovación.
AURA IZQUIERDO 20.10.17 @ 17:45 PM @ACRISTINAIP SÉ EL PRIMERO EN
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Hace algunos meses se desató un debate nacional sobre el presupuesto dirigido


a la inversión pública en ciencia y tecnología. Declaraciones del Gobierno dejaron
ver que en 2018 el presupuesto caería en un 41%, mientras que el presupuesto
de defensa y policía subiría un 8%.

Tiempo después en la plataforma Change.org se lanzó una petición llamada ‘¡NO


a la reducción del presupuesto para Ciencia y Tecnología para el año 2018 en
Colombia!’. Esta tenía como misión recolectar alrededor de 35.000 firmas de
personas que reclaman mayor presupuesto para estos campos y que se
mantengan en la agenda principal.

Como fruto de todas estas campañas, Colciencias, la entidad que lidera la política
de ciencia, tecnología e innovación, ha informado que el presupuesto para 2018
quedó establecido por el Congreso de la República en $339.000 millones. “Esta
cifra es producto de la adición realizada en el proyecto de ley por el Ministerio de
Hacienda correspondiente a $119.000 millones”, afirmó Colciencias en un
comunicado oficial.

Con esta inversión se espera que la entidad siga avanzando y liderando


propuestas que apunten a convertir a Colombia en una nación “desarrollada
sosteniblemente y guiada por la ciencia, donde ademas esta sea la base para
facilitar una vida digna a todos los habitantes.

Los esfuerzos por la ciencia y tecnología no terminan

El presupuesto destinado a estos campos también se verá beneficiado gracias a


la reciente reforma al Sistema General de Regalías (SGR), que tiene el propósito
de facilitar el acceso y la ejecución de dichos recursos. Para el próximo año se
incluyeron dos cambios fundamentales. El primero tiene que ver con la asignación
que se realizará a través de convocatorias públicas, abiertas y competitivas que
permitan más participación, agilidad y transparencia. Segundo, los programas o
proyectos aprobados serán ejecutados por las entidades que los diseñan y
presentan.

En otras palabras, los actores del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e


Innovación podrán acceder de una forma más directa al 10 % de los recursos del
SGR. Por último, Colciencias dice que continuará articulándose con aliados
estratégicos con el fin de seguir fomentando y fortaleciendo las actividades de
ciencia, tecnología e innovación.

http://www.enter.co/cultura-digital/colombia-digital/presupuesto-ciencia-y-
tecnologia/

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