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¿Para qué sirve el ajedrez en

educación?
Leontxo García
“Lo más emocionante del ajedrez es su enorme valor como herramienta
educativa”. Así lo afirma Leontxo García, periodista especializado en ajedrez
desde hace más de 30 años. Ajedrecista de competición desde los 14, todo
indicaba que se dedicaría profesionalmente a este deporte. En 1983 su
carrera dio un giro definitivo cuando el diario vasco ‘Deia’ le propuso cubrir
un histórico duelo en Londres: el de los ajedrecistas rusos Gari Kaspárov y
Víktor Korchnói, en pleno fin de la Guerra Fría. Así descubrió su vocación
periodística y desde entonces ha consagrado su vida a la divulgación del
ajedrez como corresponsal, presentador de televisión, redactor y
conferenciante en más de una veintena de países. Es autor del libro ‘Ajedrez
y Ciencia, pasiones mezcladas’, y en 2011 fue galardonado con la Medalla al
Mérito Deportivo. Ante los mitos de que el ajedrez es ‘aburrido’ y ‘solo para
gente inteligente’, Leontxo responde contundente: “Hay pocas cosas tan
divertidas y que a la vez transmitan tantos valores y habilidades como el
ajedrez. No hace falta ningún tipo de inteligencia especial para jugar”. Tras 25
años como colaborador de ‘El País’, en la actualidad es autor de la sección ‘El
rincón de los inmortales’, el espacio que este diario dedica al ajedrez. En los
últimos años se ha centrado en llevarlo a las aulas como recurso
pedagógico. Según afirma, “el ajedrez aporta innumerables habilidades
cognitivas a los niños, como el pensamiento autocrítico, el control del primer
impulso, la empatía y el pensamiento flexible, entre otras”.

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01:12:42

TRANSCRIPCIÓN

00:29

Leontxo García. Bueno, además de daros las gracias por este recibimiento
El ajedrez
tan cariñoso, y pensando eneslaelgente
mejor gimnasio
que pincha para la mente
en este vídeo sin saber muy
bien lo que hay dentro, es importante que no se me olvide decir que me llamo
Leontxo García y que llevo 35 años dedicado al periodismo especializado en
ajedrez y a la divulgación del ajedrez como conferenciante, presentador,
escritor y, en los últimos 15 años más o menos, sobre todo, al ajedrez como
herramienta educativa.

01:03

El hecho de que estéis aquí quiere decir que vosotros sois el tipo de gente que
puede arreglar el mundo; que esta situación en la que estamos realmente
tiene esperanza. Estoy, en realidad, parafraseando a mi amiga y maestra Mar
Romera, que en esta misma silla hace uno meses decía: “vamos a arreglar el
mundo”. Si vosotros estáis aquí en una tarde de verano donde podríais haber
elegido otras muchas maneras de invertir vuestro tiempo en esta tarde, es,
básicamente, porque os interesa la educación, y necesitamos mucha gente
que piense lo mismo que vosotros, que realmente esté convencida de que hay
que hacer lo que sea para mejorar la educación en el mundo.

“El ajedrez puede ser un juego divertido, un deporte


competitivo muy exigente, y a partir de un cierto nivel, puede
llegar a ser un arte”
Leontxo García

01:47

¿Qué tipo de modelos de comportamiento estamos fomentado para nuestros


niños? Es decir, estamos erigiendo como modelos de comportamiento, por
ejemplo, a los héroes de la telebasura. Eso es terrible. Estamos haciendo que
los niños se fijen, como modelos a imitar, en personas totalmente frívolas,
vacías, que no cuentan absolutamente nada interesante, y que, además, lo
hacen en hora punta con muchos niños viendo la tele junto a sus padres. O
ponemos de modelo de comportamiento a futbolistas que meten los dedos
en los ojos del rival o le insultan de la manera más soez o fingen lesiones para
engañar al árbitro. Eso es lo que nuestros niños están viendo constantemente
y esos son sus ídolos.

02:39

¿No deberíamos trabajar todos poniendo cada uno un granito de arena para
que los ídolos de comportamiento, los modelos para los niños sean
científicos, escritores, trabajadores de una ONG y, por supuesto, maestros? Y,
si elegimos deportistas, que sean realmente modélicos. Me estoy acordando,
por ejemplo, de Rafa Nadal que, hace unos años, en una entrevista con un
compañero mío de El País, a la pregunta de: “¿Tú te sientes importante porque
eres muy famoso?”, contestó: “¿Yo? No. ¿Cómo voy a sentirme importante si
lo único que sé hacer muy bien es pasar una pelota de un lado de la red al
otro? Yo no puedo sentirme muy importante por eso”. Ese el tipo de modelo
de comportamiento que necesitamos.

03:28

La verdad es que yo soy muy privilegiado. Mi vida es una especie de colección


de privilegios, porque tengo la enorme suerte de poder dedicarme
profesionalmente a varias cosas que me apasionan, no solo al ajedrez. El
ajedrez fue el principio. Empecé a jugar medio en serio hacia el año 1972 o por
ahí, pero a través del ajedrez, bastante tiempo después, conocí el periodismo
y la comunicación en general, y eso fue maravilloso. A través del ajedrez y del
periodismo estoy viajando con mucha frecuencia. Desde el año 1975 he
conocido cerca de 100 países, viajo como la mitad del año y sostengo que
viajar es la mejor escuela de vida. Y a través de esa combinación de ajedrez,
periodismo y viajes conocí la educación y, concretamente, la educación
innovadora.

04:29

Lo bueno que tiene dedicarse a formar a docentes en el ajedrez educativo es


el efecto multiplicador, o en las conferencias que doy yo solo: pues claro, cada
uno de los docentes a los que estamos contribuyendo a formar va a formar a
su vez en los siguientes a centenares o miles de niños, con lo cual, al
multiplicar, salen millones de niños. Y eso es algo realmente muy estimulante
para alguien como yo. Y luego, ahora mismo no quiero dejar de citarlo, tengo
otro gran privilegio. Estoy dirigiendo un equipo con seis compañeros
magníficos que estamos elaborando una obra para la editorial Santillana, que
es un libro de texto sobre ajedrez educativo, que creemos, modestia aparte,
que va a marcar un antes y un después.

“En el ajedrez, el que pierde es el


que más aprende. Y eso es un gran
recurso educativo”
LEONTXO GARCÍA

05:20

¿Cuántas cosas puede haber más importantes en tu vida que contribuir a la


buena educación de millones de niños en el mundo? Pues hay muy pocas,
¿no? Por eso recalcaba tanto que qué vosotros estéis aquí hoy significa que
hay esperanza, porque vosotros pertenecéis a esa parte de la sociedad que no
está anestesiada. En fin, con la casi seguridad de que hay mucha gente como
vosotros, afortunadamente, pues me pongo la mano en el corazón para daros
las gracias de verdad por estar aquí. Muchas gracias.

06:07

Elena. Hola, Leontxo. Mi nombre es Elena. Decirte que he escuchado muchas


versiones acerca del origen del ajedrez, pero me gustaría qué es exactamente
el ajedrez y cuál es su verdadero origen.

06:19

Leontxo García. Qué es el ajedrez es una de las preguntas más difíciles que
alguien me puede hacer, curiosamente, porque eso da para una tesis doctoral.
Pero, resumiendo mucho, el ajedrez puede ser simplemente un juego muy
divertido y punto, que se puede practicar desde los 3 años hasta los 103.
Puede ser un deporte si te lo tomas muy en serio y quieres competir incluso a
alto nivel, puede ser un deporte competitivo muy exigente. Pero a partir de
cierto nivel, aunque no llegues a ser profesional, eres un jugador de alta
competición, puede ser un arte también, puedes conseguir crear belleza en
tus partidas. Y entonces, muchos aficionados de todo el mundo, cuando vean
esa partida, van a sentir algo parecido a lo que siente un melómano cuando
escucha la Novena de Beethoven o a un amante de la pintura cuando ve Las
Meninas de Velázquez. También tiene algo de ciencia, porque la forma de
prepararse de un jugador de alta competición, aunque no sea profesional,
insisto, se parece un poco a la manera de trabajar de un científico: el principio
de prueba y error, etc. Pero lo que más me apasiona a mí últimamente del
ajedrez no es ninguna de esas cuatro cosas que he dicho, es su enorme
utilidad como herramienta pedagógica.

07:39

En cuanto a la historia del ajedrez, los historiadores no se ponen todavía muy


de acuerdo. Los restos arqueológicos proceden del siglo VI más o menos, o
sea, tiene más de 1500 años de historia documentada. Se supone que nació
más o menos en un país cercano a lo que hoy es la India, de allí pasó a los
persas, que sería lo que es hoy Irán, y lo que sabemos con total seguridad, y
esto es muy importante, es que los musulmanes lo traen a España
aproximadamente hacia el siglo VIII o IX.

08:10

Eso es importantísimo, porque, en realidad, no se puede entender la historia


del ajedrez sin hablar de España. Cuando los musulmanes lo traen a España,
solo jugaban los musulmanes ricos, pero, a lo largo de los siguientes siglos,
empiezan a jugar empiezan a jugar los judíos y los cristianos, ricos y pobres.
Hasta el punto de que el rey Alfonso X el Sabio, en 1283 escribe un libro de
ajedrez. Y ahí, además, desliza una idea interesantísima que es vigente hoy,
800 años más tarde. Dice: “El ajedrez es una magnífica herramienta para la
buena convivencia de musulmanes, judíos y cristianos”. Y más importante aún
que eso, es que el ajedrez moderno, tal y como lo practicamos hoy, se crea en
España hace poco más de 500 años.
09:01

Y la principal diferencia entre el ajedrez moderno y el antiguo, o arábigo, es


que el ajedrez arábigo no tenía ninguna figura femenina. Los españoles
añaden la dama y, además, que es lo realmente esencial, convierten a la dama
en la pieza más poderosa del tablero en cuanto a sus movimientos, lo cual le
da un enorme dinamismo al juego y revoluciona por completo el juego del
ajedrez. Son los españoles, por su poderío político y militar de esa época,
quienes llevan el ajedrez a América y a buena parte de lo que hoy entendemos
por Europa. Y el primer campeón del mundo oficioso es un cura español, muy
cercano al rey Felipe II, que se llamaba Rui López de Segura.

09:42

De modo que creo que hay motivos de peso para asegurar o para proponer
que España añada a su imagen la del ajedrez, porque además hoy, y esto no lo
saben el 95% de los españoles, España es el país del mundo que organiza más
torneos internacionales. Desde el año 1988 hay como un centenar de torneos
internacionales cada año en España, y es el país más avanzado del mundo en
aplicaciones educativas, sociales y terapéuticas del ajedrez, que me imagino
que también hablaremos de eso más tarde.

“Junto a la música, no hay una herramienta pedagógica que


sean tan eficaz, transfiera tantos valores ni sea tan divertida
como el ajedrez”
Leontxo García

10:14

Nieves. Me llamo Nieves y yo te quería preguntar cómo descubriste tu pasión


por el ajedrez y cómo aprendiste a jugar. ¿Fue de manera fortuita?, ¿por
casualidad?, ¿buscado de manera intencionada? Gracias.

10:28

Leontxo García. Cómo aprendí a jugar es muy normalito. Aprendí en el


colegio, cuando tenía once o doce años, pero entonces, para mí, el ajedrez no
era nada especial. Jugaba al ajedrez de vez en cuando, como podía jugar al
tenis de mesa o a otras cosas. Lo que sí es especial es que un día, cuando yo
tengo dieciséis años, en el verano del 72, estoy en la playa de Fuenterrabía por
la mañana y me encuentro con un amigo, José María Alonso, que me dice:
“Oye, Leontxo, ¿sabes que han abierto un club de ajedrez justo al lado de
nuestro colegio? ¿Por qué no te pasas un día?”. Y da la casualidad de que esa
tarde llueve mucho y como ya había aprobado todo en junio, pues decido ir al
club a ver qué tal. Y, bueno, ahí me picó el veneno, el gusanillo del ajedrez, me
apasioné por completo y, como tenía mucho tiempo libre ese verano,
prácticamente solo salía de ese club para comer y dormir y poco más, y para
jugar partidos de pala, de pelota vasca, que también practicaba mucho
entonces.

11:27

Tres años más tarde ya era campeón de Guipúzcoa absoluto y eso me permite
empezar a viajar, que es una de las cosas más importantes y más valiosas,
como he dicho antes, que he hecho en mi vida. Y el otro momento esencial
que debo contar, porque creo que tiene cierto interés, es cómo descubro que
mi verdadera vocación, más que jugar, es comunicar. Mientras era jugador
semiprofesional, durante unos diez años, me pidieron que escribiese crónicas
de los torneos que jugaba para la revista Jaque, que se hacía en San
Sebastián. Y, entonces, yo descubrí allí que me gustaba mucho contar cosas
por escrito. Y, en el año 83, por una serie de circunstancias, consigo que el
diario Deia, de Euskadi, me nombre enviado especial en las semifinales del
campeonato del mundo en Londres Kasparov-Korchnoi y Smirnov-Ribli.
Entonces, me acuerdo de que yo iba en el avión de Bilbao a Londres muy
preocupado, obsesionado con una idea: “¿Cómo leches voy a conseguir que
un lector normal del periódico que está ojeando, llegue a deportes y ve fútbol,
fútbol, fútbol y, de repente, ve ajedrez, no pase la página y lea esa crónica?”.

12:45

Yo tenía muy claro como no lo iba a conseguir. No lo iba a conseguir hablando


de la Defensa Siciliana. Pero, nada más llegar a Londres, me voy al Hotel Park
Lane, que era donde se jugaba y donde estaban los séquitos de los dos
jugadores: Kasparov y Korchnoi. Y aquí, tengo que aclarar una cosa muy
importante porque si no, no entendéis lo que viene ahora. Korchnoi era un,
entre comillas, un traidor a la Unión Soviética: era un disidente que se había
escapado de la Unión Soviética. Y después de escaparse, se había convertido
en subcampeón del mundo y ahora quería ganar a Kasparov, que era el
representante de la perestroika, o sea, del espíritu renovador del presidente
Gorbachov. Entonces, yo entro en el Hotel Park Lane y empiezo a husmear por
los pasillos a ver si pillo algo que me encienda una luz y veo que miembros del
séquito de Kasparov están hablando muy amigablemente con miembros del
séquito de Korchnoi, y yo sé que eso está estrictamente prohibido en la Unión
Soviética y digo: “¡Esto! Esto es lo que estoy buscando”. Entonces, por
ejemplo, uno de mis reportajes se titula: “En ajedrez sí hay distensión Este-
Oeste”, porque en aquel momento todavía la Guerra Fría no era tan caliente
como había sido antes, pero todavía continuaban los ecos. Entonces, ese tipo
de crónicas gustaron mucho y, ahí, descubrí cómo podía popularizar el
ajedrez o difundirlo, al menos.

14:13

Hombre del público. Y, ¿qué les dirías a aquellos que piensan que el ajedrez
es un juego aburrido y difícil?

14:18

Leontxo García. Agradezco mucho este tipo de preguntas porque me sirven


para desmontar bulos completamente absurdos que hay muy extendidos por
el mundo. Si tuviera que contestarte solo en diez segundos te diría: “El ajedrez
no puede ser aburrido porque los niños hiperactivos se divierten mucho con
él. Y, por tanto, si un niño hiperactivo se divierte mucho jugando al ajedrez, es
imposible que sea aburrido”. Esto que acabo de decir, aparte de un buen
titular, es algo muy interesante desde el punto de vista científico. Aquí mismo
en Madrid, hay un psiquiatra, Hilario Blasco, que está recetando ajedrez todos
los días a sus pacientes con TDH, hiperactivos, con déficit de atención, etc., en
el Hospital Puerta de Hierro y es el autor de un estudio científico, publicado
internacionalmente con todas las bendiciones, donde llega a conclusiones
asombrosas. Las conclusiones son: en los casos leves y moderados de TDH, o
sea, hiperactivos, etc., el ajedrez puede sustituir a los fármacos; en los casos
más graves, puede reducir la dosis.

15:30

Ahora, si la pregunta la cambiamos un poco y decimos: “¿El ajedrez tiene que


gustarle a todo el mundo?”. No, evidentemente no. Puede no gustarte. Si te
gusta, entonces, lo que yo te garantizo es que no te vas a aburrir durante toda
tu vida. Una cosa es el ajedrez deportivo y otra cosa es el ajedrez como
herramienta educativa. Puede aburrirte o no interesarte la alta competición,
eso es muy normal, pero no conozco ningún caso de un alumno que se aburra
en clase cuando su maestro o maestra están utilizando el ajedrez como
herramienta educativa, siempre y cuando esos maestros estén bien
formados. Es decir, el caso que mejor conozco es el de mi compañera
profesional, Lorena García, que utiliza, por ejemplo, piezas de colores o hace
que jueguen al ajedrez en un gimnasio y los niños pueden jugar tumbados o
pueden jugar sentados o juegan por equipos o por parejas, con juegos
combinados con dos tableros a la vez, donde las piezas que se comen de un
tablero pasan al otro… Esos niños se están divirtiendo.

16:37

Aprovecho para desmontar el otro bulo, ¿no? “Es que el ajedrez es muy
complicado, solo para personas muy inteligentes.” Falso de toda falsedad. Es
decir, no confundamos a un profesional de la maratón con alguien a quien le
gusta correr por la calle o por el campo o por la playa. Los dos corren, sí, pero
no tiene nada que ver lo que hacen los dos. El profesional de la maratón tiene
que haber nacido con unos genes específicos y tiene que trabajar como una
auténtica bestia durante muchos años para conseguir ese nivel de excelencia,
igual que un gran maestro de ajedrez. Pero, para disfrutar jugando al ajedrez o
para utilizarlo como herramienta educativa no hace falta tener ningún tipo de
inteligencia especial. Cualquier tipo de persona de cualquier edad, condición o
nivel intelectual puede disfrutar del ajedrez o utilizarlo como herramienta
educativa.
17:31

Bernardo. ¿Qué tipo de capacidades, en los niños, crees que desarrolla el


ajedrez?

17:37

Leontxo García. Los alumnos de ajedrez educativo desarrollan más su


inteligencia que los otros, en general, en múltiples parámetros, incluida la
inteligencia emocional. También mejoran su rendimiento académico, en
general, pero, sobre todo, en dos áreas que son matemáticas y comprensión
lectora. Esto está incluso científicamente demostrado. Además, hay
muchísimas otras cualidades, podríamos hacer una lista de cuarenta o
cincuenta, pero, por citar solo una, saber ganar y perder, en el ajedrez se
desarrolla de una manera muy especial porque tú, en el ajedrez, más que en
ningún otro deporte, no puedes echarle la culpa de tu derrota ni al árbitro, ni a
que está lloviendo, ni a que el terreno está embarrado. La suerte
prácticamente no influye. Por tanto, en ajedrez, el que pierde es el que más
aprende. Si yo juego una partida ahora contigo, con Bernardo, y tú me ganas,
entonces, lo primero que yo voy a hacer es preguntarme por qué he perdido.
Yo me voy a ir a al hotel o a mi casa pensando: “¿Por qué he perdido hoy?”.
Evidentemente, porque Bernardo ha jugado mejor que yo, sí, pero ¿dónde me
he equivocado?, ¿qué tengo que hacer la próxima vez para no cometer un
error como ese? Es decir, estoy desarrollando el sentimiento, el pensamiento
autocrítico de una manera muy intensa. Si yo juego al ajedrez con frecuencia,
estoy haciendo eso muy frecuentemente. No me cabe duda alguna de que ahí
podemos hablar de transferencia, es decir, que eso que me está desarrollando
el ajedrez es transferible a la vida real y yo voy a ser autocrítico en mi vida
normal ante cualquier situación porque tengo una especie de músculo
automatizado en mi cerebro para ser autocrítico. Pero, en fin, la lista de
virtudes, valores y habilidades que desarrolla el ajedrez es muy larga.

19:40

Enrique. Quería saber tu opinión sobre si en todos los colegios debería


enseñarse ajedrez y si debería ser una asignatura.
“El ajedrez sirve para trabajar el pensamiento crítico, el control
del primer impulso, la resolución de conflictos, el pensamiento
flexible y mil cosas más”
Leontxo García

19:45

Leontxo García. ¿Debería ser una asignatura? No necesariamente, entre


otras razones, por una cuestión pragmática. Imagínate, Enrique, que ya
hemos convencido al director de tu centro de que el ajedrez es una
herramienta pedagógica magnífica, pero entonces surge la pregunta del
millón. Vale. Y, ahora, ¿qué leches quito yo del currículo para meter Ajedrez?
Enorme problema. Es mucho mejor, desde el punto de vista pragmático, pero
también desde el punto de vista educativo, empezar utilizando el ajedrez
como herramienta transversal, por ejemplo, en inteligencia emocional o
interdisciplinar, por ejemplo, en matemáticas, en lengua, en historia, en lengua
extranjera, en educación física, etc. Si después de uno o dos cursos de
emplearlo de esa manera, los docentes, la dirección del centro, los padres y,
evidentemente, el alumnado, están muy contentos, lo que suele ocurrir en
algunos centros es que, entonces, deciden que además tenga su hora propia,
que se puede enfocar de múltiples maneras. Por ejemplo, en secundaria,
puede tener mucho sentido que el ajedrez tenga una hora propia para trabajar
el pensamiento crítico o el pensamiento flexible, la solución de problemas o
de conflictos.

21:03

Para que esto se entienda un poco mejor: matemáticas. Hay una gran parte
de la geometría, del álgebra y de la aritmética que se puede explicar muy bien
con el apoyo del ajedrez. Un ejemplo muy concreto que voy a copiar de mi
compañero Juan Luís Jaureguiberry, argentino, que probablemente es el
mayor experto en el mundo en ajedrez para las matemáticas y tiene libros
enteros escritos sobre esto. Probablemente, para todos nosotros los que
estamos aquí y para la cantidad de gente que espero que vea este vídeo,
cuando pensamos en un rectángulo, lo imaginamos recto. Esto es un
rectángulo. Pero, en realidad, eso es una convención totalmente falsa. Lo
imaginamos recto porque a nosotros en la escuela siempre nos mostraban los
rectángulos rectos, rara vez nos los mostraban inclinados, torcidos. Entonces,
resulta que le damos a una niña o a un niño que solo sabe mover las piezas, le
damos un alfil y en tres segundos nos construye un rectángulo inclinado,
uniendo con cuatro diagonales. Tú, como docente, puedes aprovechar esos
tres segundos para enseñar tres cosas muy interesantes. Primera, no
busquéis solamente rectángulos derechos porque pueden estar torcidos.
Segunda, por extensión, muchas figuras geométricas pueden estar torcidas,
no tienen por qué estar derechas. Y, tercera, la más importante, tú no eres el
centro del mundo y todo tiene que adaptarse a ti, sino eres tú el que tiene que
adaptarse a cómo son las cosas en la realidad. Entonces, si tienes que ponerte
así para comprender que esto es un rectángulo, no esperes a que se ponga
derecho para afirmar que es un rectángulo.

22:56

Andrés. Buenas tardes a todos, buenas tardes, Leontxo. Vengo de una


institución que lleva ya algún tiempo trabajando con el ajedrez y nos importa
mucho competir contra esos modelos de los que hablabas al principio. Por lo
tanto, nos interesan mucho los valores. ¿Qué valores crees que aporta el
ajedrez?

23:16

Leontxo García. He citado antes la autocrítica, el saber ganar y perder, la


empatía, el autocontrol, control del primer impulso, la disciplina, la adaptación
al entorno, al colegio, al alumnado, a los docentes, el control del tiempo, la
administración del tiempo, el pensamiento flexible, que es una cualidad
importantísima en el siglo XXI, porque creo que no exagero si digo que, dentro
de solamente quince años, más de la mitad de nuestros niños de hoy van a
ejercer profesiones que hoy no existen utilizando tecnologías que todavía no
se han inventado para resolver problemas que todavía no se han creado y, por
tanto, aquí sé que hay muchos docentes, vosotros, por desgracia, vais a tener
que enseñar lo que no sabéis. Y estoy dando por sentado que los docentes
que venís hoy a un acto, a un encuentro como este, es porque os interesa
mucho formaros, estar al día, etc., pero por mucho que queráis estar al día, no
vais a poder. Porque en los últimos veinticinco años el mundo ha cambiado
más que en cualquier otro período de la historia de la humanidad de
veinticinco años. Y va a seguir cambiando a toda velocidad durante los
próximos veinticinco años.

“El ajedrez se puede utilizar de forma transversal con otras


asignaturas del colegio”
Leontxo García

24:37

Por tanto, tener un pensamiento flexible es esencial. Ya no basta con pensar,


ahora hay que aprender a pensar de manera flexible. Y, ahí, el ajedrez funciona
muy bien porque si yo juego una partida contigo, Andrés, y, durante esa
partida, hay varios momentos en los que una sola jugada tuya o mía nos va a
obligar a cambiar la evaluación de todo el tablero. Y eso, además, lo tenemos
que hacer rápido porque el reloj está en marcha. Yo no puedo decir: “Ah,
bueno, ahora como ha cambiado mucho el tablero, voy a pensar una hora mi
próxima jugada”. No puedo hacer eso, tengo que tomar decisiones rápidas.
Pero dado que hablamos de valores… Cómo aplicar el ajedrez en Infantil para
transmitir valores a niños de dos a cinco años. Yo sé que, cuando digo esto, la
gente pone unas caras como diciendo: “Este Leontxo está tan apasionado por
el ajedrez que ahora pretende que niños de dos años jueguen partidas de
ajedrez”. No, no, no, no. No estoy loco, creo que no estoy loco y no pretendo
eso. Pero el ajedrez es una herramienta magnífica para transmitir los valores
apropiados a esa edad.

25:47

Ahora os invito a viajar a Colombia, a Bogotá, y allí estamos en los centros


de… Allí se llama preescolar, o sea, de Infantil, de Adriana Salazar que está
aplicando las teorías de educación innovadora de la Universidad de Harvard al
ajedrez. Entonces, una cuestión esencial es el tablero gigante en el suelo.
Entonces, los niños son invitados a jugar, a corretear por el tablero. Cuando ya
se han acostumbrado, ponemos una música en los altavoces, muy pegadiza,
muy agradable y, cuando se han acostumbrado los niños a la música,
añadimos una letra que enseña a mover los peones. Y, cuando ya se han
acostumbrado a todo eso y se aprenden la letra de cómo se mueven los
peones, Adriana va donde una niña. ¿Tú cómo te llamas, perdona?, ¿Ana?
Pues, Ana, tienes tres años, ¿vale? Esa es la suerte que tienes, ahora de
pronto has vuelto a tener tres añitos. Entonces, le dice a Ana: “Ana, tú eres un
peón y, como eres muy valiente, nunca vas hacia atrás, solamente vas hacia
delante. Y vas hacia delante solamente por tu columna, no puedes irte ni a
esa, ni a aquella, solo por esta columna. Y una cosa más: te vas a divertir
mucho, lo vas a pasar muy bien, pero no puedes mover siempre que te dé la
gana, solo puedes mover cuando te toca y, entonces, tienes que esperar
respuesta, a que tu compañero responda y, solo entonces, puedes volver a
jugar”. Ana lo que tiene que pensar es que está jugando, eso es lo único que
nos interesa que piensen. Pero, en realidad, lo que estamos haciendo con Ana
y con todos sus compañeros en esa clase, en esa aula, es transmitir valores
importantísimos a esa edad.

27:30

Por ejemplo: lateralidad, psicomotricidad, memoria, atención, concentración,


geometría elemental, diagonal, horizontal, vertical, pensamiento lógico
elemental, respeto por las normas, respeto por los compañeros; que no se me
olvide, control del primer impulso, eso es importantísimo. Cuando en mis
conferencias yo llego a este punto, a veces, he llegado a tener a 1500
docentes, todos profesionales de la docencia y muchos de ellos
especializados en la edad infantil, yo me tiro a la piscina y les digo: “A ver,
¿alguno de ustedes conoce otra herramienta pedagógica, aparte de la música,
que en este caso ya está integrada en lo que acabo de explicar, que pueda ser
tan lúdica, tan divertida y tan eficaz para transmitir tantos valores en tan poco
tiempo?”. Y, hasta ahora, nadie me ha dicho: “Yo”. Si los niños, al pasar de
infantil a primaria, ya están acostumbrados al ajedrez educativo, va a ser
mucho más fácil para los docentes de primaria utilizarlo de forma transversal
o interdisciplinar en cualquier área. Espero que el realizador me perdone por
esta ruptura del protocolo.
28:49

José. Buenas tardes, Leontxo. Soy José. En relación con los valores que
favorece el ajedrez, ¿a qué se debe que Kasparov dijera que el ajedrez es el
deporte más violento que existe?

“El ajedrez es el mejor gimnasio


para la mente”
LEONTXO GARCÍA

28:58

Leontxo García. Salvando las distancias, yo estoy de acuerdo con Kasparov.


Modestamente, creo que tiene razón cuando dice que es el deporte más
violento que existe si hablamos de deporte de alta competición. Un futbolista
puede desahogar la enorme tensión que puede sentir durante un partido
chutando, corriendo, gritándole a un compañero, a veces, incluso al árbitro,
por desgracia. En fin, tiene diferentes maneras de desahogar la tensión. Un
ajedrecista, en una partida de alta competición que, por término medio, dura
cuatro o cinco horas, no puede hacer nada de eso, las normas lo prohíben.
Puede ir al baño, puede comer o beber moderadamente y poco más. Bueno, y
pasear como un tigre enjaulado por el escenario. Eso es todo lo que puede
hacer, básicamente, nada más. Entonces, claro, todo eso metido en el cuerpo,
toda esa tensión acumulada durante cuatro o cinco horas es tremenda. El
ajedrez es, quizá, la única actividad humana que permite que dos personas
puedan mantener una comunicación muy intensa, durante cuatro o cinco
horas, sin tocarse y sin hablarse. Y, por eso, funciona muy bien, no solo como
he dicho antes con el TDH, sino también con el autismo o con gente muy
tímida, sin llegar, digamos, al extremo del autismo, también con el síndrome
de Asperger porque esas personas pueden comunicar su creatividad, su
expresividad, sin necesidad de tocar ni hablar con nadie. Pero si eso lo
llevamos al deporte de la alta competición, pues, esa tensión tremenda hace
que, efectivamente, el ajedrez se convierta en una especie de boxeo mental.
Pero eso que acabo de definir o de describir no tiene nada que ver con el
ajedrez educativo o con que tú y yo juguemos ahora una partida, digamos, de
café. En ese sentido no estaríamos practicando ningún deporte violento,
espero.

31:01

Hombre del público. Bueno, por lo que ya has dicho, los beneficios del ajedrez
en los niños también he oído que ayuda mucho a las personas mayores,
incluso ayuda a prevenir o tratar enfermedades. Mi pregunta era, entonces,
¿de qué modo el ajedrez puede ayudarnos, en general, a mejorar nuestra
calidad de vida?

31:21

Leontxo García. Puede ayudar mucho, pero aquí quiero ser muy cuidadoso
para que no se me interprete mal porque, ante una pregunta así, mucha gente
está pensando en esa enfermedad terrible, no solo para quien la sufre, sino
para las personas que tienen que cuidar al paciente, que es el alzhéimer.
Entonces, primera cosa que quiero dejar clara: cuando el alzhéimer ya se ha
manifestado hacia el exterior, el ajedrez puede ayudar muy poco o nada. Es
demasiado tarde. Ahora bien, con la misma rotundidad digo: el ajedrez es el
mejor gimnasio de la mente, pero de forma preventiva. Y esto no lo digo yo,
esto está apoyado por estudios científicos serios. El más serio se hizo en el
instituto Albert Einstein de Nueva York. Consistió en estudiar a 461 personas
mayores de 65 años durante 21 años consecutivos. Muchos de ellos iban
falleciendo durante el estudio, pero iban siendo sustituidos por otros.
Entonces, los dividieron en diferentes grupos. Unos, practicaban deportes,
iban al gimnasio, aprendían a tocar instrumentos musicales, aprendían
idiomas extranjeros, participaban en debates, etc. Y, al final, los que más
aumentaron su reserva cognitiva que, para que todos lo entendamos, es un
depósito que tenemos en el cerebro que cuanto más lleno esté, menos riesgo
hay de que suframos una demencia senil. Repito, los que aumentaron más su
reserva cognitiva, a una edad en la que lo normal es perderla, fueron los que
jugaron al ajedrez y al bridge, que es un juego de cartas que también requiere
bastante destreza mental, y, en tercer lugar, creo que voy a daros una noticia
muy buena a todos los que estáis aquí, los que se dedicaron a bailar. Hay más
estudios científicos que corroboran esto. Y, por tanto, es muy importante que,
mucho antes de llegar a lo que podríamos llamar tercera edad, empecemos a
cultivar, digamos, algún tipo de gimnasio mental. Todos hemos aceptado ya,
desde nuestros abuelos, que hacer algún tipo de ejercicio físico es importante.
Ahora tenemos que asumir que, si vivimos muchos más años que antes, si ya
es normal en España pasar de los 80 años, y para las mujeres todavía más,
entonces, tenemos que cuidar el gimnasio mental y no solo el otro gimnasio.

33:55

Mujer del público. En este momento estamos viviendo un auge importante


del feminismo, del derecho de la mujer, de que somos iguales, tenemos los
mismos derechos… En el mundo del ajedrez, si vemos un poco la historia, es
muy machista y, además, no solamente que es muy machista, es que,
además, hay una hipótesis que habla de que las mujeres jugamos peor al
ajedrez. ¿Es esto cierto? ¿Qué opinas tú?

34:21

Leontxo García. Esto es el gran misterio, con mayúsculas, del ajedrez porque
partimos de algo que es sumamente llamativo y asombroso. ¿Cómo es
posible que en un deporte donde la fuerza física no cuenta para nada -la
resistencia física sí, pero la fuerza bruta, para nada en absoluto- solo haya una
mujer entre los cien mejores del mundo? Y que la proporción de practicantes
sea una mujer por cada catorce hombres, aproximadamente. Hay que partir
de una base que ayuda a comprenderlo todo. El ajedrez, en muchos países del
mundo, incluso en países muy desarrollados, tiene una especie de etiqueta de
masculinidad: “El ajedrez es para los niños, para los hombres. No es para las
mujeres”. Mientras eso siga siendo así, pues, claro, ya partimos de una
situación machista, como bien se planteaba en la pregunta. Cosas que nos
hacen pensar: muchos monitores o maestros de ajedrez, de países del mundo
distintos, que no se conocen entre sí, vuelven a coincidir en lo que me dicen.
Hasta la pubertad, el interés de los niños y de las niñas por el ajedrez es
bastante similar. Cuando llega la pubertad, un montón de niñas huyen
despavoridas del ajedrez y la mayoría de los niños sigue jugando.
35:42

Yo no sabía cómo explicar ese misterio, hasta que leí dos libros. Para escribir
el mío me documenté en dos libros de una psiquiatra estadounidense que se
apellida, se escribe Brizendine, Louann Brizendine, con “z”. Un libro se titula El
cerebro masculino y el otro se titula El cerebro femenino. Y ella apunta una
idea interesante, dice: “Al llegar la pubertad, el cerebro de los niños se llena de
testosterona y eso los hace muy competitivos”. Para muchos niños de esa
edad, ser los mejores en algo es muy importante. La mayoría de las niñas a
esa edad, no tienen especial interés en ser las mejores en algo, a esa edad.
Más bien les interesa ampliar sus redes sociales, hacer amigos, conocer
gente, etc. Es verdad, también, que, si damos un salto de seis años hacia
delante y saltamos a la edad universitaria, entonces, sí vamos a encontrar
muchas mujeres muy competitivas, sí. Pero como estamos hablando ahora de
ajedrez de alta competición, lo que tú no aprendes entre los 12 y los 18 años,
lo has perdido para siempre, no vas a recuperarlo nunca. Eso podría
ayudarnos a entender algo.

36:56

Pero, entonces, nos encontramos con casos que rompen esto por completo.
El más claro es el de las famosas hermanas Polgár, húngaras, tres hermanas
que nunca fueron al colegio, excepto para los exámenes, porque sus padres,
ojo, ambos maestros, o sea, docentes profesionales, decidieron hacer un
experimento pedagógico con ellas que tenían ya diseñado desde que eran
novios. Además, tuvieron la suerte de tener tres hijas seguidas, sin ningún
varón en el medio. Querían demostrar dos cosas: que los genios no nacen
genios, sino que se hacen con la educación, con el trabajo, con el entorno, y
que las mujeres pueden jugar al ajedrez tan bien o mejor que los hombres. Y
los resultados fueron asombrosos. Educaron a sus hijas en casa, con el
ajedrez como una asignatura más, al mismo nivel que las matemáticas o la
lengua y los resultados son muy asombrosos, tanto desde el punto de vista
del ajedrez como desde el punto de vista educativo. Yo no recomiendo a nadie
que repita ese experimento porque el riesgo de que salga mal es muy alto. Lo
que ocurre es que en este caso se daban circunstancias muy excepcionales y,
desde luego, desde el punto de vista del ajedrez, la mayor, Zsuzsa, fue
campeona del mundo de mujeres. La mediana, Zsófia, nunca quiso ser
profesional, pero hasta los 18 años, ganó a muchos hombres de primera fila en
torneos abiertos. Y, la pequeña, Judit Polgár, es la única mujer en la historia
que ha estado entre los diez mejores del mundo.

38:27

Entonces, la pregunta que surge es, ¿si todas las niñas del mundo hubieran
sido educadas en el ajedrez como las hermanas Polgár, seguiríamos teniendo
solamente una entre los cien mejores del mundo? Hombre, para contestar a
esa pregunta con un rigor científico, no vamos a poder hasta que no sepamos
todo lo que nos falta por saber sobre las diferencias entre el cerebro
masculino y el femenino. Pero, por pura lógica, yo me atrevo a pronosticar que
no, que, en ese caso, el número de mujeres entre los cien mejores del mundo
sería mucho mayor porque yo estoy convencido de que la educación pesa
mucho más que las hormonas. Las hermanas Polgár también tuvieron
pubertad y, sin embargo, no dejaron de jugar y luego fueron tres jugadoras de
importancia enorme en la historia del ajedrez.

39:14

La clave está, una vez más, en introducir el ajedrez como herramienta


educativa de apoyo en infantil porque si las niñas desde los dos o tres años…
Por cierto, antes no he dicho que antes de los tres años, a los dos, puedes
trabajar conceptos como por ejemplo la seriación y la clasificación, que son
muy importantes a esa edad, a través del ajedrez y de una manera muy
divertida. Entonces, si las niñas de dos, tres, cuatro, cinco años se
acostumbran al ajedrez como algo que está en el aula y con lo que se lo pasan
muy bien, entonces, esa etiqueta de masculinidad que todavía existe en esos
países, prácticamente, ya la hemos eliminado de cuajo. Entonces, esas niñas
cuando lleguen a la adolescencia, a la pubertad, a ese momento en el que
decía que un porcentaje muy grande de niñas huye despavorida del ajedrez
pues, eso, probablemente, ya no se producirá. Y, bueno, eso, además,
contribuiría a cosas derivadas, que son de sentido común pero que no se
hacen. Por ejemplo, hay clubes de ajedrez donde el ambiente es muy
masculino, en el peor de los sentidos, donde no se atiende a cosas que,
generalmente, a las niñas o a las chicas jóvenes o a las adolescentes les
importan y, entonces, no se tienen en cuenta. Sería muy importante, por
ejemplo, que los clubes de ajedrez los diseñen mujeres. Insisto en la idea de
que, para mí, la educación vale más que las hormonas, pesa más que las
hormonas y, por tanto, el camino creo que debe ser ese.

40:44

Mujer del público. Hola, Leontxo. Tengo 25 años y no sé jugar al ajedrez.


¿Todavía estoy a tiempo de aprender, o más o menos cuál sería la edad idónea
para aprender?

40:53

Leontxo García. Salvo que quieras ser gran maestra, la respuesta es un sí


rotundo. A los 25, a los 35, a los 45 y a los 85. Es decir, no hay ningún
problema para aprender ajedrez a cualquier edad. Yo lo compararía con
estudiar un idioma extranjero, inglés, por ejemplo. ¿Si tú empiezas a estudiar
inglés a los 45 años, vas a hablar con un acento perfecto de la BBC? No. Para
qué nos vamos a engañar, no. Pero ¿eso quiere decir que no merece la pena
estudiar inglés a los 45 años? Por supuesto que merece la pena. Es decir, lo
que importa de estudiar inglés es que te entiendan, que tú puedas leer,
escribir o entender en inglés y, por tanto, eso te va a ser muy útil en tu vida.
Bueno, con el ajedrez pasa algo parecido, con la añadidura de que, además, te
lo vas a pasar muy bien. Es decir, si lo que quieres es pasártelo bien o cultivar
el gimnasio de la mente para retrasar tu envejecimiento cerebral, entonces,
cualquier edad es muy buena para aprender a jugar al ajedrez. Si lo que
quieres ser es un gran maestro en ajedrez, entonces, lamento daros la mala
noticia de que tenéis que empezar antes de los diez años, tal como está hoy la
cosa. Porque el ajedrez, la música y las matemáticas son las tres actividades
humanas que producen más niños prodigio. Es muy interesante por qué el
ajedrez, la música y las matemáticas precisamente. Tiene que ver con la
inteligencia abstracta, etc. Pero para aprender a jugar, insisto, absolutamente
cualquier edad es buena, hasta los 103 años.
“Según un estudio reciente, muy pronto el médico nos recetará
una partida de ajedrez al día”
Leontxo García

42:40

Verónica. Hola, Leontxo. Me llamo Verónica y soy profesora de un colegio


donde llevamos impartiendo desde hace cinco años el ajedrez como
asignatura en horario lectivo y hemos podido comprobar que a los niños les
entusiasma mucho. ¿Tú crees que para ellos el ajedrez puede ser una
profesión de futuro y qué salidas profesionales puede tener?

43:02

Leontxo García. Aquí voy a ser un poco crudo porque creo que es mi
obligación moral, mi responsabilidad moral serlo con aquellos niños o
adolescentes que estén pensando en hacerse profesionales del ajedrez. Si a
los 16 años tienes 2600 puntos en el ranking internacional, es decir, si estás
entre los 200 mejores del mundo a los 16 años, entonces, sí. Pero, si no,
plantéatelo muy seriamente y, más bien, no. Lo que te puedo recomendar es:
tómate un par de años sabáticos retrasando tu entrada a la universidad, no
pasa nada grave por que vayas a la universidad dos años más tarde y dedícate
esos dos años como profesional al ajedrez. Pero, ojo, profesional no es el que
cobra por jugar, profesional es el que está… Iba a decir día y noche, no, pero de
manera muy intensa dedicado a su profesión. Si dedicas dos años seriamente
de jugador profesional de verdad y los resultados te van bien, entonces,
adelante. Si no, no ha pasado nada, esos dos años habrás aprendido mucho,
no solo de ajedrez porque, insisto, viajar es la mejor escuela de vida, habrás
conocido a gente muy interesante, lugares muy interesantes, entrarás a la
universidad dos años más tarde, pero no pasa nada grave.

44:26

Ahora bien, afortunadamente, el ajedrez está creciendo tanto, sobre todo


como herramienta educativa, que eso va a dar otras muchas salidas
profesionales. Afortunadamente, en España, a partir de lo que yo llamo el
milagro del 11 de febrero de 2015. Si hiciéramos una encuesta entre vosotros,
saldría por unanimidad. El hecho de que todos los partidos políticos
españoles sin excepción alguna se pongan de acuerdo en algo, ¿es un milagro
o no? Pues ese día ocurrió el milagro en el Congreso de los Diputados y todos
aprobaron apoyar el ajedrez como herramienta educativa, siguiendo una
recomendación del Parlamento Europeo de tres años antes. Y desde entonces
ya hay seis Comunidades Autónomas (Cataluña, Galicia, Canarias, Andalucía,
Aragón y Navarra) que lo han introducido en horario lectivo de forma
transversal e interdisciplinar. Por tanto, esto va a crear una serie de puestos de
trabajo adicionales. Voy a dibujar un poco cómo veo yo el esquema, porque a
veces los monitores de ajedrez ven a las personas que promovemos que el
ajedrez lo impartan docentes, maestros de escuela, no ajedrecistas, en
horario lectivo, nos ven como enemigos, como si les estuviéramos quitando el
pan. Pero esto es justo al revés. Vamos a ver, si el ajedrez ayuda a pensar a
medio plazo, vamos a aplicar lo que nos enseña el ajedrez. Si nosotros
alfabetizamos en ajedrez al 100% de los niños de un colegio o de todo un
territorio utilizándolo de manera transversal e interdisciplinar en horario
lectivo, solamente con que el 5% de ese 100% quiera jugar al ajedrez de
forma competitiva, el número de alumnos apuntados en las clases
extraescolares de ajedrez en ese mismo colegio, o el número de inscritos en el
club de ajedrez más cercano o en la federación provincial correspondiente se
va a disparar. Y, además, el 95% restante, que probablemente no va a volver a
tocar un tablero en su vida, es muy probable que conserve un recuerdo
positivo del ajedrez. Por pura estadística, entre ese 95% va a haber futuros
alcaldes, directores de periódicos, de mercadotecnia de una empresa, de
colegios y, por supuesto, madres y padres de familia que van a estar muy
proclives a apoyar, desde su posición en la sociedad, al ajedrez. Entonces, será
mucho menos difícil que ahora conseguir patrocinios o apoyo de la prensa o la
población en general. Ahí van a surgir muchos puestos de trabajo. Lo
importante es que esa gente que quiera ser profesional del ajedrez piense que
no tienen que serlo como jugador. Yo diría a esto lo mismo que aplico a mis
viajes. Lo importante para un viajero empedernido como yo no es llegar a la
meta que te has fijado, es el propio viaje. Si tú te marcas como objetivo ser un
gran maestro de ajedrez, pero luego no consigues serlo, durante el camino
habrás aprendido mucho.
47:49

Miguel. Me llamo Miguel. No soy maestro, soy matemático. Y quería


preguntarte: con el auge de la inteligencia artificial, nuevas técnicas de big
data, machine learning… ¿quién crees que juega mejor a día de hoy, las
personas o las máquinas?

48:01

Leontxo García. Bueno, categóricamente, el mejor ajedrecista del mundo


desde el año 2005 aproximadamente no es un ser humano, es una máquina.
Pero esto no nos debe entristecer ni preocupar, tranquilos, porque esa
máquina la han creado seres humanos. Luego, haber conseguido eso es un
logro científico de una importancia que, si no lo analizamos a fondo, no
podemos ni siquiera imaginar lo importante que es. Muchos de vosotros os
acordaréis de cuando Deep Blue, aquella famosa máquina,
supercomputadora, en realidad, de IBM, ganó a Kaspárov en el año 1996. Se
colapsaron las líneas de internet en todo el mundo y las acciones de IBM en
Wall Street se dispararon porque IBM había ganado al campeón del mundo.
En realidad, en ese momento no ganó la máquina, perdió Kaspárov, que no fue
capaz de controlar su sistema nervioso, y entonces jugó mucho peor de su
nivel habitual. Eso fue en 1997. Siete u ocho años después se jugaron en Bilbao
dos encuentros de las mejores máquinas del mundo contra los mejores
jugadores humanos, y las máquinas ganaron por goleada.

49:16

Pero lo interesante es saber que el ajedrez ha sido y sigue siendo un campo de


experimentación de la inteligencia artificial. Los padres de la informática, Alan
Turing y Claude Shannon, a finales de los años 40 del siglo pasado, se dan
cuenta de eso. Antes de inventar la primera computadora, o de crearla, ya
tenían claro que el ajedrez iba a ser el campo de experimentación más
importante, porque se dan cuenta de que para la mente humana el ajedrez es
infinito. El número de partidas distintas que se pueden jugar en un tablero, os
recomiendo que os agarréis bien a la silla porque si no os vais a caer, es mayor
que el número de átomos que hay en el universo entero conocido.
“Es un mito que para disfrutar del ajedrez hay que ser muy
inteligente”
Leontxo García

50:05

El número de átomos es un uno seguido de ochenta ceros, y el número de


partidas distintas que pueden jugarse en ajedrez es un uno seguido de ciento
veintitrés 0. Para nosotros eso es infinito, pero para una máquina eso es un
número finito, y, por tanto, Shannon y Alan Turing se plantearon: “Si
conseguimos que una máquina juegue al ajedrez mejor que el campeón del
mundo, o que juegue perfectamente, todo lo que habremos aprendido para
llegar a esa meta, nos va a ser muy útil para aplicarlo a otros campos”. Por eso,
lo que voy a decir ahora quizás exagere un poco si no lo digo con cuidado, voy
a intentarlo. Ahora cuando vamos a la farmacia a comprar ciertos
medicamentos de fabricación muy complicada, no una aspirina, sino cosas de
cálculo molecular muy complicado, nos estamos beneficiando de lo que IBM
investigó para conseguir construir a Deep Blue, que ganó a Kaspárov. Y
recientemente, otra máquina, Alpha Zero, acaba de aprender por sí sola a
jugar al ajedrez, simplemente jugando contra sí misma sin utilizar ninguna
base de datos. Los millones de partidas que tengo yo, por ejemplo, en mi
ordenador. No pusieron ninguna base de datos, le enseñaron a la máquina las
reglas básicas, la máquina jugó millones de partidas contra sí misma y así
ganó por goleada a las mejores máquinas del mundo hasta ese momento.
Ahora la gran pregunta es, ¿dentro de pocos años van a conseguir aplicar lo
que han conseguido con esa máquina, por ejemplo, a la investigación contra el
cáncer? Porque si consiguen eso, claro, el ajedrez volverá a ser utilísimo.

51:57

Francisco. Hola, buenas tardes, Leontxo. Me llamo Francisco y quería


preguntarte, respecto a tu exposición inicial donde has comentado que la
telebasura entra con mucha facilidad en los domicilios con padres y niños,
¿qué se podría hacer para que un medio tan popular como la televisión, en vez
de meter eso, fuera capaz de hablar de ajedrez?

52:17

Leontxo García. Deberíamos presionar, nosotros los ciudadanos, en la medida


que podamos para que los políticos y los profesionales de la televisión tengan
esto en cuenta. Por ejemplo, esta serie, “Aprendemos juntos”. Si esta serie se
emitiese en hora punta, en un canal de mucha audiencia, yo estoy convencido,
espero no ser demasiado romántico al decir esto, estoy convencido de que
hay un porcentaje de españoles, pero creo que sirve igual para cualquier otro
país, que estarían muy interesados en esta serie. Y también creo que el
gobierno, el que sea, me da igual de qué signo político sea, debería plantearse
si puede imponer algún tipo de código moral o de límites morales, incluso a
las cadenas privadas. Por ejemplo, si usted emite programas que el sentido
común considera que son basura, usted tiene que pagar muchos más
impuestos, igual que la publicidad del tabaco o del alcohol. Algo parecido, algo
en esa línea. Yo creo que el problema tiene solución, lo que pasa que, como he
dicho al principio, hay una parte de la sociedad que está anestesiada.
Tenemos que luchar contra esa parte anestesiada de la sociedad.

53:33

Hombre del publico. Para ti, ¿cuáles han sido los grandes genios del ajedrez
en la historia?

53:37

Leontxo García. En términos absolutos, si me preguntas quién es el mejor


jugador de la historia, o sea, el que practica un ajedrez de más calidad, pues
tendría que decirte el actual campeón del mundo, Magnus Carlsen. Pero ojo, a
continuación, tengo que advertirte. Carlsen se ha estudiado, y se sabe
prácticamente de memoria, porque además tiene una memoria de elefante,
todas las mejores partidas de todos los mejores jugadores del mundo
anteriores a él. Por eso juega mejor que Capablanca hace 100 años. Pero
Capablanca era un genio sin duda alguna. Ahora, ¿cómo podemos saber si la
genialidad de Capablanca era mayor que la de Carlsen? Es imposible. No
tenemos ningún termómetro que mida eso. Podemos cambiar la pregunta,
dar algunos matices. ¿Quién es el jugador más carismático de la historia?
Bueno, con algunas pegas, podríamos decir Bobby Fischer, porque lo que hizo
en 1972, en plena Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, fue
tremendo. Consiguió que el ajedrez fuera primera página en todos los
periódicos del mundo durante su duelo contra Boris Spaski, en una época en
la que el botón rojo de la guerra nuclear estuvo a punto de ser pulsado varias
veces por la tensión que había entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Entonces, claro, no había nada más simbólico en ese momento que un
soviético y un estadounidense jugando por el título mundial de ajedrez.

55:03

Pero si me preguntas quién ha hecho más por el ajedrez, yo diría Garri


Kaspárov, porque ha tenido muy claro que su objetivo en la vida, como
ajedrecista, no solamente era ser el campeón del mundo, no solo era intentar
ser el mejor jugador de la historia, sino era y es, porque lo sigue haciendo,
difundir el ajedrez al máximo. Ahí nos estamos beneficiando de que Kaspárov
es, en cierto modo, un megalómano, alguien que, por la educación que recibió
de su madre, está convencidísimo de que su misión en la vida es hacer cosas
grandiosas. Esto lo entendí en una entrevista que le hice a su madre en la
Navidad de 1985 para El País Semanal. El periódico me mandó a Moscú a
entrevistar a las madres de Kárpov y Kaspárov, mes y medio después de que
Kaspárov se convirtiese en el campeón del mundo más joven de la historia.
Las dos madres son como el blanco y el negro: la madre de Kárpov es como la
típica abuela rusa, encantadora, supercariñosa… Y la madre de Kaspárov es,
quizás, la persona más dura que yo he conocido en mi vida. Y entonces, en un
momento de la entrevista que yo estaba grabando, pienso, mientras ella
contesta, que esta mujer está elevando tanto el tono de la conversación que lo
está llevando a un nivel casi místico, que me parece demasiado alto para los
lectores normales de El País Semanal. Entonces tengo que bajar el tono de la
conversación. Y cuando termina de responderme esa pregunta le digo: “Klara
Shagenovna, dígame, por favor, ¿a qué dedica usted su tiempo libre?”, y me
mira como si la hubiera insultado gravemente. Y dice: “¿Tiempo libre? Usted
no entiende nada. Mire, ser siempre el número uno es sumamente difícil, y,
por tanto, vivir por el placer de vivir es algo que ni mi hijo ni yo
comprendemos”. En ese momento me di cuenta de que la envidia que yo
pudiera tener de Kaspárov se me había borrado de cuajo. Yo no quería ser el
hijo de esa madre. Pero si lo vemos desde el punto de vista del beneficio de la
humanidad, y del ajedrez en concreto, pues necesitamos personajes como
Kaspárov. No solo por el ajedrez, ahora su gran objetivo actual ya sabes cuál
es, ¿no? Nada menos que destronar a Vladimir Putin como presidente de
Rusia. Échale hilo.

57:45

Voy a explicaros dos ejemplos que creo que puede entender absolutamente
todo el mundo, aunque no tenga ni idea de ajedrez. Para eso, el equipo de esta
serie ha preparado un tablero mural, que es el mismo que yo utilizo en la serie
El rincón de los inmortales; por cierto, muestro mi agradecimiento a la
Federación Madrileña de Ajedrez que es la propietaria de este tablero y que
nos lo ha dejado a el diario El País. Bien, lo que tenéis que saber para entender
esto son básicamente tres cosas muy sencillas: primera, los peones van hacia
adelante, cada uno por su columna. Por tanto, estos peones blancos van hacia
arriba. Están en la quinta fila y van hacia la octava, y estos peones negros van
hacia la primera fila. Bien, lo segundo es que cuando un peón llega al lado
contrario, el blanco a la octava fila o el negro a la primera fila, recibe un premio
maravilloso, porque se puede convertir en la pieza que quiera el jugador.
Generalmente en la dama, que es la pieza más poderosa, en cuanto a sus
movimientos, del tablero. Entonces, claro, eso cambia por completo la partida,
porque si un peón, que vale 1 punto, se convierte en la dama, que vale 10, eso
cambia mucho la partida. Bien, y luego los reyes pueden mover una casilla en
cualquier dirección, de uno en uno en la dirección que quieran, pero en este
caso, los reyes están en el tablero simplemente como un objeto decorativo.
No os fijéis para nada en los reyes. Están porque en una posición de ajedrez
tiene que haber por obligación, por reglamento, tienen que estar siempre los
reyes. Pero en este caso no van a intervenir en el juego para nada. Solamente
nos vamos a fijar en esos seis peones, tres blancos y tres negros.

59:36
El objetivo, como las blancas tienen ventaja porque están más cerca de la
casilla de coronación en dama, tardarían mucho menos tiempo en llegar a la
octava fila que los peones negros en llegar a la primera, moviendo de uno en
uno. Pues entonces, el objetivo es ese. ¿Cómo pueden conseguir el objetivo?.
Aparentemente es imposible. Si utilizamos un pensamiento racional, normal,
este problema no tiene solución. ¿Por qué? No sé, hago una prueba. Avanzo
este peón. Bueno, se me ha olvidado decir una cuarta cosa: los peones comen
en diagonal, avanzan recto, pero comen en diagonal. No comen en recto.
Entonces, si yo avanzo este peón, entonces las negras se comen el peón en
diagonal de esta manera. Las blancas se comen el peón en diagonal también
de esta manera. Les toca jugar a las negras, por ejemplo, hacen esto y aquí no
hemos progresado nada. Esto no tiene solución. Bueno, volvemos a atrás. Me
voy a ahorrar explicaros qué pasa si hacemos lo mismo empezando por el
otro lado. Pasa exactamente lo mismo, solo que simétricamente por el otro
lado.

01:00:47

Y aquí es donde entra el pensamiento lateral, o pensamiento divergente, que


es muy útil en ajedrez y es muy útil en la vida real. Aquí tenemos que soltar la
imaginación. Un ajedrecista durante una partida se hace un montón de veces
la pregunta “¿y si…?”. “¿Y si este caballo no estuviera aquí”, “¿Y si yo tuviera la
dama allá?”, “¿Y si…?”… Y eso es lo que nos hace pensar lateralmente, algo
muy útil, insisto, en la vida real. Entonces, pensemos lateralmente, demos
rienda suelta a la imaginación. Si los peones que están en A7 y C7; o sea, de
los tres peones negros, el de la izquierda y el de la derecha, de pronto no
estuvieran, entonces el único peón que estaría parando la marcha del peón
blanco de A5, o el de C5, hacia la coronación sería el único peón negro que
quedaría en el tablero, que sería el de B7. Bien, vamos a darle una vuelta a eso
y, entonces, llegamos a la solución. Si yo juego primero el peón del centro, B6,
las negras tienen dos maneras de capturarlo. Claro, estoy amenazando con
comerme uno de los peones negros y a la siguiente corono dama, o sea, que
tienen que comerme ese peón por obligación, sí o sí. Supongamos que comen
de esta forma, el peón de A7 se come al peón de B6. Y ahora, empezamos a
ver el truco. ¿Cuál es el único peón que está impidiendo que este blanco de A5
llegue a la octava fila? El único que lo impide, porque le toca jugar a las
blancas, es el de B7. Si yo ahora lo avanzo me lo van a comer. Pero me queda
otro peón, que es el soldado de infantería que se va a sacrificar en beneficio
de su compañero. Avanzo este peón, estoy amenazando con comerme el de
B7, luego no hay más remedio que comérselo, y ahora tengo el camino
expedito para coronar el peón de A5. Y lo que parecía imposible, de pronto se
ha hecho magia y ahora es posible. Huelga decir que si lo hacemos al revés
pasa exactamente lo mismo, pero por el otro lado. Si contra B6, las negras se
la comen con otro peón, entonces utilizo a este de A5 como soldado de
infantería que se sacrifica en beneficio de su compañero, y, cuando se lo
comen, tenemos el camino libre para que el peón, que ahora está en C6, se
convierta en dama.

01:03:27

¿Es magia? No, no es magia. Es pensamiento lateral. Parecía imposible, pero


es una solución real. Bien, vamos a poner algo, para mí, todavía más
impresionante que esto que os acabo de explicar e igual de fácil de
comprender. Ahora solo tenemos rey y peón contra rey y peón. El peón blanco
va hacia arriba, el peón negro va hacia abajo. Acordaos de que los reyes
pueden mover de uno en uno en cualquier dirección. Bueno, si nos
planteamos esto, aquí sí que vais a decir que ni magia ni leches. Esto es
directamente imposible. O sea, la solución es que las blancas no pierden; que
las blancas consigan hacer tablas en esta partida. Y no hace falta entender de
ajedrez para llegar a la conclusión lógica de que es imposible que las blancas
no pierdan. Pero cómo no van a perder si este rey no puede alcanzar jamás a
ese peón, aunque les toque jugar a las blancas. Yo muevo el rey una casilla, el
peón se mueve hacia abajo una casilla, el rey vuelve a moverse una casilla y el
peón otra casilla… Es imposible que lo coja. Alguien dirá: “bueno, sí, pero en el
tablero también hay un peón blanco y un rey negro. Entonces, tal vez, el rey
podría llegar a apoyar a su peón para que corone en dama”. No, porque cómo
va a hacer eso si el rey negro está solo a dos pasos de comérselo y el rey
blanco necesita cuatro jugadas para llegar a una de estas casillas que
defenderían al peón. Es imposible.

01:05:09
No es imposible. Una vez más, pensamiento lateral, pensamiento divergente.
Y, además, aquí está lo que podríamos llamar la geometría mágica del tablero,
que en una clase de geometría un profesor de matemáticas puede usar de
manera muy útil porque, fijaos: ¿el camino mejor y más corto es siempre la
línea recta? No necesariamente en geometría. Por ejemplo, si este rey blanco
quiere llegar de H8 a H2 y lo hace de manera vertical, tarda 6 movimientos.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis. Seis movimientos para llegar de H8 a H2.
Pero si lo hace en diagonal tarda uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis. ¡Ah,
magia! Resulta que uniendo dos diagonales, tarda lo mismo que por la línea
recta, y esa es la clave de la solución. Porque el primer movimiento no es el rey
en H7 persiguiendo en línea recta al peón, sino rey a G7. Entonces, el peón
negro avanza a H4, pero entonces el rey hace otra vez el gesto de acercarse al
peón negro, pero si este sigue avanzando, entonces, de pronto, el rey blanco
cambia de plan. Ahora deja de perseguir al peón negro y se va a apoyar al
peón blanco. Y ahora está a solo una casilla de defender al peón blanco si el
rey negro lo ataca. Si ahora, por ejemplo, sigue avanzando el peón, el peón
blanco también avanza, el peón negro corona en dama, el peón blanco
también corona en dama y, en una posición de dama y rey contra dama y rey,
eso son tablas técnicas. O sea, jugadores que no sean totalmente
principiantes no se van a dejar capturar la dama y eso no se puede ganar,
siempre acaba en tablas. Bien, ¿las negras podrían, en vez de avanzar todo el
rato el peón, atacar al peón blanco? Sí, pero el problema es que el rey blanco
lo defiende y ya no se lo puede comer. Entonces, estamos igual que antes. El
peón negro corona, pero el peón blanco corona.

“El ajedrez a los niños pequeños les aporta lateralidad,


memoria, psicomotricidad, atención, concentración,
geometría elemental, pensamiento lógico elemental, respeto
por las normas, control del primer impulso”
Leontxo García

01:07:29

Parecía imposible, pero hay una solución que no tiene ningún truco. Parece
magia, pero no es magia, es pensamiento lateral. Esto es como la millonésima
parte de la belleza que se puede crear con el ajedrez. Esta es una parte
pequeñísima, una fracción milimétrica de la cantidad de belleza enorme.
Imaginaos, si supierais jugar al ajedrez por completo, lo que disfrutaríais en
partidas donde, por ejemplo, se sacrifica la dama para conseguir dar jaque
mate. Claro, cuando uno sacrifica su dama está perdiendo su pieza más
valiosa. Por eso decía que esas partidas tan bellas producen en el aficionado
la misma sensación que la Novena de Beethoven en un aficionado a la música.

01:08:25

Yo subrayaría dos ideas en este punto. Dos ideas que me parecen muy
importantes. Primero, ¿por qué pensar ya no está de moda? Resulta que, para
muchos de nuestros niños, cuando ven a otro niño o niña que se dedica, o que
le gusta mucho, algo que implica pensar mucho, lo ven como a un friki, como a
alguien raro. Claro, eso probablemente lo han aprendido en su casa, porque
sus padres piensan lo mismo. O sea, piensan que los que piensan son gente
muy rara. Estamos llegando a un punto bastante preocupante en esto.
Entonces, ¿qué ocurre? El ajedrez demuestra, pero no solo el ajedrez,
tropecientas cosas más, hablo de la que mejor conozco. El ajedrez demuestra
que pensar puede ser muy divertido y, además, te desarrolla como ser
humano y te hace ser más útil para los demás. Entonces, démosle una vuelta
a esto y pensemos, cada uno de nosotros, qué podemos hacer para que
pensar esté de moda y no marginemos a quien se dedique a pensar de la
manera que sea.

01:09:49

La segunda idea es, y esto lo voy a decir aplicándolo a España, pero creo que
sirve para la inmensa mayoría de los países del mundo, por desgracia. En un
país como España, donde las necesidades básicas de la población están casi
garantizadas para el 100% de sus habitantes; estoy pensando en comer todos
los días, en tener un techo donde cobijarte, en tener una asistencia sanitaria
básica… Eso está casi garantizado para casi toda la población. Entonces, en
esa situación, ¿cuántas cosas puede haber más importantes que una
educación de alta calidad y adaptada al siglo XXI? Pero resulta que cuando el
CIS, el Centro de Investigaciones Sociológicas, hace encuestas de cuál es la
percepción de los principales problemas de España, la educación suele
aparecer en el puesto vigésimo o vigésimo segundo. Por muy importantes que
sean los otros problemas que tiene España, que no lo dudo que lo sean, pero
¿realmente hay 20 cosas más importantes que mejorar la educación en este
país? Hagamos algo. Hagamos algo para influir, cada uno en la medida que
pueda, en que eso no puede ser. En que tiene que haber muy pocas cosas
más importantes que una buena educación, y más todavía en un mundo
como este que, está cambiando a tal velocidad, que pocos sectores de la
civilización humana necesitan un cambio, una revolución y una mejora más
que la educación. Por tanto, retomando la idea inicial, vosotros pertenecéis a
esa parte de la sociedad que puede hacer mucho por eso. Entonces vamos a
remar juntos en una misma dirección, a ver si, como decía mi amiga Mar
Romera, conseguimos un mundo mejor. Muchas gracias.

Un proyecto de educación para


una vida mejor

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