Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Todos tenemos un guía espiritual, ¿Quién es mi guía?, ¿es un ángel o es algún ser querido?
¿Cómo me puedo comunicar con mi guía? Yo he soñado varias veces con quién puede ser mi guía
espiritual, el que responde a mis preguntas, el que no me juzga ni me condena y quien establece conmigo
una comunicación siempre positiva.
Yo se que él me trae la alegría y el amor incondicional, por eso quiero contactar con él para darle las
gracias por todo y pedir consejo, para que me ayude a aprender más sobre mí y me enseñe a ver la vida
desde una perspectiva más amplia que me permita ponerme en paz y liberarme. ¿Quieres saber quién es tu
guía espiritual?
Técnica de comunicación
La técnica a priori es muy similar a una meditación, pero requiere de mucha práctica, por lo que si en tus
primeros intentos de comunicación no obtienes respuesta no desesperes y no abandones, llegar a conocer
a tu Guía y establecer una comunicación bidireccional es sumamente gratificante.
Paso 1: Relajación
Para empezar, escogeremos un lugar tranquilo y encenderemos velas y/o incienso si van a resultar de
ayuda para relajarnos y entrar en estado de meditación. Nos concentraremos en pensamientos, ideas o
todo aquello que eleve nuestra vibración (hacer o pensar en algo que te hace sentir bien, más alegre o más
feliz), realizar respiraciones relajantes y profundas. Concentrémonos en nuestra respiración hasta que la
sintamos relajada, con el objetivo de crear un canal limpio para que las ondas o la energía pueda atravesar
los obstáculos dimensionales que nos separan con nuestro guía espiritual.
Imagínate siempre subiendo hacia arriba: subiendo unas escaleras, subiendo hasta alcanzar una cima, lo
que quieras, pero ascender. Ascender es lo mismo que dirigirte a las dimensiones superiores donde se
encuentran tus Guías.
David Topí nos cuenta cómo crea él su lugar de encuentro y su forma de ascender para que nos sirva de
ejemplo:
Yo siempre subo por la escalera de mármol enorme, y tras varios pisos (suelo imaginar que cada piso es
una dimensión más), me encuentro a un simpático anciano que es el guardián de la dimensión donde
residen mis guías. Cada cual que imagine el suyo. Yo entro por la puerta de esa dimensión y me voy
directo a la “casa” de mi guía (ya conozco el camino de memoria Registros Akashicos). Es un lugar que
influye serenidad y horas de charla.
En este momento te encontrarás con tu Guía. No tengas miedo, recuerda que estás en un lugar acogedor,
en ese lugar que tú has imaginado como especial, y que los guías espirituales están para ayudarte.
Se natural, salúdale y establece conversación con ellos. Pregúntale por su nombre, si tiene algún mensaje
para ti, o si tenemos alguna pregunta o necesidad, es momento para consultárselo a nuestro guía. No
olvides dar gracias por tomar contacto contigo, por cualquier orientación, consejo, respuesta que recibas
de él.
Pero no desesperes, es cosa de fe y práctica. Con el tiempo te darás cuenta y sabrás identificar que en tu
mente están recibiéndose información, ideas o respuestas que realmente no las has generado tú. Debemos
estar atentos a los signos, señales o símbolos que puedan aparecer. Estas ideas o respuestas no tienen por
qué llegar en el mismo momento en que les realices la pregunta, la respuesta la puedes recibir hasta días
más tarde y no necesariamente mientras estés en conversación con él.
Muchas veces los guías espirituales se comunican con nosotros durante los sueños. A veces puede servir
de ayuda registrar estos sueños y seguir su pista; al analizar tus sueños, seguramente comenzarás a
comprender su significado y encontrarás que muchas veces los sueños están llenos de mensajes y
orientaciones.
Disfruta de la conversación con tu guía espiritual y practícalo a menudo para que el canal que os une esté
abierto el máximo tiempo. Tu Guía te ayudará a entender por qué repites patrones y te ayudarán a
conectar con lo sagrado, con tu lado más mágico para ayudarte a desarrollarte espiritualmente y en tu
camino personal.
Además, con el transcurso del tiempo tu guía espiritual sabrá adaptarse a tu vibración y sabrá cómo
transmitirse los mensajes de forma más clara. Ahí empieza tu fe en creer que han sido ellos los que te han
reportado y no tu mente la que lo ha generado.