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Prólogo y Cap 1 PDF
Prólogo y Cap 1 PDF
EL PROYECTO
ATMAN
Una visión transpersonal
del desarrollo humano
© de la edición española:
1988 by Editorial Kairós, S.A.
ISBN: 84-7245-302-2
Dep. Legal: B-3.357/2002
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PREFACIO
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El proyecto Atman Prefacio
modificándose de manera natural. Es por ello que, aunque el li- con la siguiente descripción de Piaget: «En ese estadio, el yo es,
bro se iniciara con esos artículos, ahora sólo guarda, con res- por así decirlo, material ...» 297. Y la unión material, como tam-
pecto a ellos, una remota semejanza. Doy las gracias a cuantos bién veremos, es la más baja de todas las uniones posibles, una
los leyeron con interés porque a ellos debo, en definitiva, el im- unión en la que no hay absolutamente nada que sea metafísica-
pulso que me llevó a emprender esta obra. mente «superior». El hecho de que se trate de una unidad es-
El punto de partida de los artículos aparecidos en Re-Vision tructural previa a la diferenciación entre sujeto y objeto induce
fue la hipótesis de diversos investigadores occidentales según la erróneamente a equipararla con aquellas otras unidades estruc-
cual la temprana infancia -la época en la que el neonato está in- turales superiores en las que realmente se trasciende la separa-
separablemente fundido con su madre y con el entorno global ción entre sujeto y objeto. En el momento en que caí en la
que le rodea-, constituye el modelo de todos los estados adultos cuenta de este punto, reorganicé todo el esquema que había
de fusión trascendente y de unidad extática perfecta. Desde esa presentado en Re-Vision y lo modifiqué para adaptarlo a mi
perspectiva, el necesario desarrollo que separa al niño de esa fu- nueva visión. Así fue como este libro halló su forma casi por sí
sión primitiva no sólo representa la pérdida de un estado extra- solo. Y aunque, ciertamente, sean pocos los cambios que tengan
ordinariamente placentero sino que también supone el aleja- que ver con los datos propiamente dichos, el nuevo contexto
miento de un estado metafísicamente superior, una expulsión (pre y trans) ha requerido de mi parte una serie de precisiones
del «paraíso» -o, como dirían los junguianos, «una alienación terminológicas notablemente importantes.
del Self»-. No obstante, muchos de ellos también sugieren que He reservado el término «uróboros» (y el de «pleroma»)
el adulto puede recuperar ese «paraíso superior» de una forma para el estado prepersonal de fusión material infantil; «centau-
madura y sana. Esta opinión, y otras similares, ha sido sustenta- ro» es ahora un término ligado a la integración madura entre el
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da, de manera parcial o total, por los junguianos, Neumann, cuerpo y la mente egoica; he introducido el término «tifón»
Norman O. Brown, 57 Mahler y Kaplan, 218 Loewald y los neopsi-
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para referirme al período infantil de prediferenciación entre el
coanalistas, G Watts, Koestler y Campbell Y aunque, en otros
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cuerpo y el ego (los estadios del «ego corporal» de Freud);
sentidos, sienta el más profundo respeto por la opinión de todos «transpersonal» se refiere estrictamente a las formas maduras y
estos investigadores, cuanto más reflexiono sobre este punto de adultas de trascendencia de la mente egoica y del cuerpo; he
vista, más inaceptable me parece. Y ello no sólo porque induce ajustado el uso de los términos «evolución» e «involución» a su
a establecer comparaciones inexactas entre los dominios trans- significado hinduista (es decir, Aurobindo) y también he susti-
personales y los dominios de la infancia, sino también porque tuido su utilización original (basado en Coomaraswamy) por los
parece dejar completamente de lado las extraordinarias dife- de «Arco Externo» y «Arco Interno». El concepto de proyecto
rencias fundamentales existentes entre lo que (siguiendo a Wes- Atman, por su parte, permanece inalterado pero, dado que el
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cott ) denominaremos preestados y transestados. estado ideal de unión extática no es -ni siquiera remotamente-
Como veremos, el estado de fusión infantil es, efectivamen- parecido al estado de fusión prepersonal propio de la «con-
te, una especie de «paraíso», pero este paraíso no es el paraíso ciencia cósmica infantil», sino más bien a la de la unidad
del despertar transpersonal sino el paraíso de la ignorancia pre- transpersonal propia del dominio causal último, he reformula-
personal. No tuve perfectamente clara la verdadera naturaleza do también levemente este punto de modo que resulte mucho
del estado prepersonal de fusión infantil hasta que no tropecé más explícito que en mis formulaciones anteriores. Así pues,
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El proyecto Atman
MEISTER ECKHART
KEN WILBER
Lincoln, Nebraska,
invierno de 1978 Todas las criaturas buscan la unidad, toda la
multiplicidad lucha por alcanzarla; la meta uni-
versal de toda forma de vida es siempre esta
unidad.
JOHANN TAULER
FRITZ KUNKEL
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Prólogo
1. PRÓLOGO
anterior. Bateson llega incluso a apuntar que hasta el mismo
aprendizaje es jerárquico y que discurre a través de una serie de
niveles principales, cada uno de los cuales es «meta» con res-
pecto a su predecesor.` Podríamos concluir, pues, a guisa de
Miremos hacia donde miremos
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-dijo el filósofo Jan Smuts- aproximación general, que el psiquismo -al igual que el cos-
sólo veremos totalidades. Y no sólo simples totalidades sino mos- está multiestratificado (es «pluridimensional») y está
totalidades jerárquicas; cada totalidad forma parte de una tota- compuesto de totalidades, unidades e integraciones sucesiva-
lidad mayor que, a su vez, está contenida dentro de otra totali- mente supraordenadas.
dad aún más inclusiva. Campos dentro de campos que se hallan En el psiquismo humano, la evolución holística de la natu-
dentro de otros campos, campos que se extienden a lo largo de raleza -que produce por doquier totalidades cada vez más in-
todo el cosmos, interrelacionando así todas y cada una de las clusivas- se manifiesta como desarrollo o crecimiento. De este
cosas. modo, el mismo impulso que dio lugar a los seres humanos a
Pero además -proseguía Smuts- el universo no es un con- partir de las amebas es el que termina convirtiendo al niño en
junto estático e inerte -el cosmos no es perezoso- sino activa- adulto. Es decir, el crecimiento o el desarrollo psicológico de
mente dinámico e incluso, diríamos, creativo. El cosmos tiende una persona desde la infancia hasta la madurez es simplemente
teleonómicamente (hoy en día no diríamos teleológicamente) una versión en miniatura de la evolución cósmica o, dicho de
hacia niveles de totalidad cada vez más elevados, totalidades otro modo, un reflejo microscópico del desarrollo global del
cada vez más inclusivas y organizadas. El desarrollo de este universo y que apunta hacia su mismo objetivo, el despliegue de
proceso cósmico global en el tiempo no es otro que la evolución unidades e integraciones de orden superior. Y ésta es una de las
y al impulso que conduce a unidades cada vez más elevadas razones principales por las que el psiquismo está, en realidad,
Smuts lo denominó holismo. estratificado. Del mismo modo que ocurre con las formaciones
Siguiendo con esta línea de pensamiento podríamos suponer geológicas, el desarrollo psicológico avanza estrato a estrato, ni-
que, dado que la mente o el psiquismo humano es un aspecto vel a nivel, estadio a estadio, y el nuevo nivel se superpone
del cosmos, es posible descubrir en ella la misma disposición sobre el anterior hasta llegar a incluirlo (o, como diría Werner,
jerárquica de totalidades dentro de totalidades, de conjuntos «envolverlo») y trascenderlo.
dentro de conjuntos, abarcando un amplio rango que va desde Ahora bien, a lo largo del desarrollo psicológico, la totalidad
los más simples y rudimentarios hasta los más complejos e in- de un nivel determinado se convierte en una mera parte de la to-
clusivos. Y esto es, precisamente, lo que ha descubierto, en talidad propia del siguiente nivel que, a su vez, no es más que
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El proyecto Atman Prólogo
una parte del próximo, siguiendo de este modo la evolución alcanzar la conciencia humana? El ego individual es una unidad
de la conciencia. Veamos, por mencionar un solo ejemplo, la extraordinaria pero, si la comparamos con la Unidad global del
evolución del lenguaje: el niño comienza por aprender a balbu- cosmos, no es más que un insignificante fragmento de la reali-
cir, luego aprende los sonidos -más amplios- de las vocales y dad holística. ¿Es concebible que el doloroso parto de la natu-
las consonantes, a continuación aprende palabras sencillas, pe- raleza durante miles dé millones de años sólo haya servido para
queñas frases, oraciones simples y finalmente aprende oraciones alumbrar este pequeño ratón egoico?
compuestas. En cada una de las etapas, las partes simples (por El problema con este tipo de cuestiones consiste, por una
ejemplo, las palabras) terminan integrándose en conjuntos su- parte, en definir exactamente qué es una personalidad de orden
periores (por ejemplo, las frases) y, como señala Jakobson, «los superior y en encontrar, por la otra, ejemplos de personalidades
nuevos elementos se superponen sobre los anteriores y co- auténticamente superiores. En mi opinión, el avance de la evo-
mienza su disolución en los estratos superiores». 1 96 lución colectiva de la humanidad hará cada vez más fácil esa
La moderna psicología evolutiva, en general, ha tratado de decisión porque los datos sociológicos nos, proporcionarán un
explicar los distintos niveles, estadios y estratos del agregado porcentaje cada vez mayor de personas «iluminadas» y los aná-
humano (la mente, la personalidad, la psicosexualidad, el ca- lisis estadísticos de los psicólogos se verán obligados a incluir,
rácter, la conciencia, etcétera). Y tanto los estudios cognitivos en su enumeración de los distintos estadios del desarrollo, per-
de Piaget294y y Werner,393 como la obra de Loevinger, 243 Arieti,' files de los estadios de orden superior. Mientras tanto, sin em-
Maslow262 Jakobson, 196 como los estudios sobre el desarrollo bargo, el concepto de «orden superior» o de «desarrollo supe-
moral de Kohlberg, 229 suscriben, parcial o totalmente, esta visión rior» seguirá siendo una noción fundamentalmente filosófica.
estratificada de estados de diferenciación, integración y unifi- No obstante, las pocas almas dotadas que se han tomado la
cación creciente. molestia de analizar este problema han señalado que los grandes
Pero, llegados a este punto, bien podríamos preguntarnos: místicos y sabios constituyen ejemplos de personalidades ca-
¿cuál es el estadio de unidad superior a la que uno puede aspi- racterísticas de algunos de los estadios más elevados -si no los
rar? O tal vez, en lugar de formular la pregunta en términos tan superiores- del desarrollo humano. Así lo han afirmado literal-
absolutos, bastará simplemente con preguntarnos: ¿cuál es la mente Bergson, Toynbee, Tolstoi, James, Schopenhauer, Nietzs-
naturaleza de alguno de los estadios superiores del desarrollo? che y Maslow.
¿Cuáles son las formas de unidad que manifiestan los indivi- El caso es que -como afirma el conocido estudio de Mas-
duos más desarrollados de la especie humana? low- tal vez dispongamos ya de claros ejemplos de las personas
Hablando en términos generales, todos sabemos cómo son más desarrolladas y evolucionadas: los grandes místicos y sa-
los estadios y los niveles «inferiores» del psiquismo: instintivos, bios del planeta. Supongamos, pues, que los auténticos místicos
impulsivos, libidínicos, ídicos, torpes y simiescos. También sa-
y sabios representan los estadios más elevados del desarrollo
bemos cómo son las etapas «intermedias»: socialmente adapta- humano, estadios que se hallan tan alejados de la humanidad
das, mentalmente ajustadas, egoicamente integradas, sintácti- promedio y normal como ésta lo está de los simios. Si esto fue-
camente organizadas y conceptualmente avanzadas. Pero ¿cómo ra así tendríamos un ejemplo aproximado del «estadio supremo
son las etapas superiores? ¿Constituye el «ego integrado» o el de la conciencia», es decir, una especie de «estadio supracons-
«individuo autónomo» la meta más elevada que es capaz de ciente». Además, la mayor parte de los místicos y de los sabios
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El proyecto Atman
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El proyecto Atman Prólogo
Pero el Arco Externo -el camino que conduce desde el sub- El enfoque
consciente hasta la autoconciencia- sólo representa la mitad de
la historia de la evolución de la conciencia; una mitad indiscuti- La evolución psicológica de los seres humanos desde la in-
blemente necesaria, pero mitad a pesar de todo. Según los mís- fancia hasta la edad adulta -es decir, el proceso completo de la
ticos y los sabios, más allá del ego autoconsciente se encuentra ontogenia- ha sido, en Occidente, el objeto general de la in-
el camino de regreso y la psicología de la eternidad: el Arco In- vestigación que cae bajo el amplio epígrafe de la «psicología
terno. Nuestro propósito, por tanto, es el de explorar la historia evolutiva». Históricamente, dicho campo ha abarcado elemen-
completa de la evolución de la conciencia, una historia que no tos tan distintos como el desarrollo cognitivo, la maduración
sólo abarca el tramo externo que conduce de la subconsciencia a moral, la teoría del aprendizaje, los estadios del desarrollo psi-
la autoconciencia, sino que también incluye el camino interno cosexual, motivacional, afectivo, intelectual y la adecuación
que lleva desde la autoconciencia hasta la supraconciencia (un de rol pero, en cualquiera de los casos, se ha visto limitado, de
mapa completo que presentaremos en la Figura 2). Descubrire- manera más o menos exclusiva, al Arco Externo.
mos así que el subconsciente es una especie de unidad preper- En la actualidad, el estudio del Arco Externo es tan amplio y
sonal y que la supraconciencia es una unidad transpersonal. Y abarca tal cantidad de enfoques técnicos y metodológicos que
este libro se ocupa precisamente del inverosímil recorrido que sólo es posible extraer conclusiones globales y generales. Con-
conecta ambos extremos. tamos, para ello, con los trabajos de Baldwin, Dewey, Tufts,
G.H. Mead, Broughton, Jung, Piaget, Sullivan, Freud, Ferenczi,
Erikson, Werner, Hartmann, Arieti, Loevinger, Kohlberg, et-
cétera. Enumero estos nombres pero debo decir que no tengo la
menor intención de discutir sus méritos relativos sino simple-
mente analizar el significado global del Arco Externo desde la
perspectiva del Arco Interno. Así pues, me limitaré a presentar
un esquema operativo de algunos de los estadios generalmente
aceptados del desarrollo de la sensación de identidad, extraídos
libremente -de un modo que, en ocasiones, podrá incluso pare-
cer indiscriminado- de las principales escuelas del desarrollo.
Tampoco pienso hacer distinciones entre las diferentes líne-
as de desarrollo -cognitivo, moral, afectivo, conativo, motiva-
cional, emocional e intelectual-, ya que todavía no es posible
determinar si éstas son equivalentes, si discurren de manera
paralela e independiente o si proceden de una o varias fuentes.
Desde el principio, pues, deseo mantenerme totalmente al mar-
gen de esta intrincada polémica.
Y, cuando nos dediquemos al estudio del Arco Interno, mi
actitud será esencialmente idéntica porque adoptaré el mismo
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