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1. ANALISIS DE UNA PELICULA SOBRE LA GRACIA Elegiremos para esta segunda parte El festin de Babette de Gabriel Axel, que, en 1988, consiguid si no me equivoco el Oscar a la mejor pelicula extranjera, y que procede de un cuento de Karen Blixen, autora de las Memorias de Africa. Quisiera presentarla como una parabola sobre la gracia en len- ‘guaje no religioso. Aunque el mundo religioso aparece en la pelicu- Ia, es s6lo como elemento de la anécdota narrada o de la decoracién eseénica, no como constitutivo del lenguaje del film. Este responde- rfa mas bien a aguel famoso programa de Bonhoeffer de intentar una «interpretacion no religiosa de los conceptos biblicos».. Aungue es imprescindible ver la pelicula, antes de leer la refle- xin que sigue, intentaré comenzar presentando rapidamente su ar- ‘gumento. 1. La trama narvativa En la peninsula de Jutlandia, apéndice de Dinamarca y rincén su- perapartado del mundo, una pequeria comunidad protestante, fun- dada por un pastor ya muerto, vive tranquila, encogida y ajena al resto del planeta, De la historia anterior de esa comunidad conoce- ‘mos solo dos episodios ocurridos atin en vida del pastor. a) Un militar que pas6 alli una época de «semidesticrro» se ena- moré de Martina, la hija mayor del pastor. Descubri6 en aquella relaci6n «una vida més pura y mas elevada» que hacia que «cada dia que pasaba se sintiera mas insignificante». El pastor no lo vio con ‘buenos ojos, porque contaba con sus hijas para seguir su obra una vez muriera él: «Mis dos hijas son mis dos manos, ésera usted capaz de robrmelas?». La muchacha renuncié al amor por dar gusto a su padre. ¥ el militar habia vuelto a Estocolmo con un doble sentimien- to: por un lado, transformado por la evidencia de que todos sus an: tiguos objetivos vitales (carrera, poder, mujeres...) eran una naderia en comparacién con el amor que habia descubierto. Pero también hundido por la experiencia de que lo bueno pone, si, en evidenciaa lo malo, pero esimposible. Al regresar al ejécito el teniente pasa una crisis: sus compafieros se rien de su estado de animo. Y él se propone vengarse de la decepcién huyendo hacia adelante y convirtiéndose en suna figura brillante en el gran mundo». +b) Meses mas tarde, un gran tenor francés aterriza casualmente por la peninsula, enviado alli para reponerse desde Estocolmo, don- de habia estado cantando. En la iglesia oye cantar ala hija pequetia del pastor (Filipa) y se enamora de su voz (siEs una diva! Pronto tendré Parisa sus pies»). Pide permiso al padre y comienza a ensefar- le miisiea y canto, con la ilusién de hacer de aquella voz sublime sla 198 ‘mayor estrella del firmamento» capaz «de Fics yas pores ss mst bs anacer el amor entre profesor y alumna cnn Ciaran eat a ella con el miedo en la mirada y su ma y dominio de la situacion-—y es quied une La muchacha se asusta’ tanto de ese Perspectiva de dejar «su patria y su parent cantante se marcha también, comprensive y pero igualmente doloride: «Adieu ma vie} mon espérances, a1 rasan los afios. Muere el luere el padre. Las h directiva de aquella comunidad que va env su aislamiento. Aqui comienza propiamerte cula, con la entrada de Babette en tina micv ©) Un dia aparcce en la localidad una fn tefugio. Resulta ser sobrina del tenor, con us de su tio. Una de las mil revoluciones del sig ambos todos sus haberes y ha puesto sus ve en 1871 y podemos pensar en'la Comune, encontrado refugio mas seguro para su sob antiguas amigas. Aparte de una razdn prde pero del barco que va a Friedrichshafen, ti tumana: «Ustedes eligicron el lado bueno de ‘me aplaude. Pero la tumba no sera el fin y en Iuevo i voz. as dos mujeres, ya mayores, se declaran 4 poder acogerla. Babette les pide que le ae cobrar nada: no tiene ms alternative que ese y cogamenaa ss una larg etapa sleet fics defini nico nel aee explica un dia al tendero— «es un billete de ior remeracada ats ‘aqui que, un buen dfa, Babette recil A.aquel ugar ignoto llega tan poco coven va samente a buscar su gorra de uniforme par de ponérsela. La carta ademés trae muy buena lidad paso hace ya tiempos y ile han tocado d loterfa! Las hermanas comprenden que ahora sar por fin a su casa; pero no porque lo entien profundamente: «El Seior nos la dio, l Sete _, d) Como los afios pasan igual en la mont ign, resulta que esti acercandose ya el center del pastor. Babette entonces pide permiso «las 199 “4 DOCH FROFETASY DANEL were derramada en. Israel» (1,4). Este texto condena la masacre que realizé Jehti en Yiz reel (2 Re 9-10) y amenaza In desaparicién del cel, y pondré fin al reinado de la casa de Reino del Norte. El ones Efrain o el reino de Samaria) y la infinita pas trimonio infeliz del profeta se plasma como correspondida de Dios por su pueblo. Conclu Sonnet rte aa mayor estrella del firmamento» capaz wde distraer a los ricos de sus riquezas y a los pobres de sus miserias». Durante las clases corniemes briel anacer el amor entre profesor y alumna. La secuencia en que ambos acjor ensayan: «C'est toi, c'est toi ce que j'aime. 'amour news onhes ixen, ~ella con el miedo ‘en la mirada y su magnifica vor, y él’een teblag ¥ dominio de la situacion—, es quiz una de las mejores del flee len- La muchacha se asusta: tanto de ese sentimiento como de la “461 PEPE “STE Aicu- Perspectiva de dejar «su patria y su parentela-. Renuncia tly ol tcién cantante se marcha también, comprensivo y muy afecto ala familia, sacpgosoptel PI 9P ue inde- Pero igualmente dolorido: «Adieu ma vie, adieu mon coeur, adie pp augog “Zs-15 “8d “ near ‘mon espérance», Pasan los aiios. Muere el padre. Las hijas continéan la labor tefle- directiva de aquella comunidad que va envejeciendo aletargada en uar- su aislamiento. Aqui comienza propiamente la anécdota dein pel- aequsue> Ud epIpeul | cula, con la entrada de Babette en una mucva escena, se 304 epe refugio. Resulta ser sobrina del tenor, con una carta de presentacion | wal de su tio, Una de las mil revoluciones del siglo xix ha hecho, perder ‘euLi0j us 0 psu 4 ambos todos sus haberes y ha Puesto sus vidas en peligro (estamos “puna |e fun- en 1871 y podemos pensar en la Comuna de Paris). El tio no ha ratte ‘na al encontrado refugio mas seguro para su sobrina que la casa de lat eee hhoce- antiguas amigas. Aparte de una rans prctica (ou sobrino esl coci- | paar of nero del barco que va a Friedrichshafen), tiene para ello ora tsodn | oS fena- humana: «Ustedes eligieron el lado bueno de la vidas a mi ya na on Ca ‘nella meaplaude. Pero la tumba no seré el fin y en el paraiso espero oft de sod sepia la dia nuevo su voz», i a > con Las dos mujeres, ya mayores, sc declaran demasiado pobres pa- sian) avez ‘3 poder acogerla. Babette les pide que la acepten como eriada, gin -aad opane ‘az de cobrar nada: no tiene mas alternativa que «servitlas o morits. aod ‘9 0° tau Comienza asf una larga etapa silenciosa de adaptacion «la vida Bien: ¥ costumbres de aquel rineén, en el que Babette parces pacha do ayqysuasdl asan- flees definitvas: «El tnieo vinculo que tengo con Franciay le 08 wT" iderfa explica un dia al tendero— es un billete de loteria que un amigo me Boca Tenueva cada aon ajenhie aciaa ¥ he aqui que, un buen dia, Babette recibe una carta de Francia, so] 404 of auna Aaguel Joga ignoto llega tan poco correo, que el cartero va expre- aridso of »pone samente a buscar su gorra de uniforme para aprovechar la ocacion : dose de ponérscla. La carta ademas trac may buenas noticias: ls inecel “pur oe y ile han rocado diez mil francos en Ia 32109109 | mente Tmanas comprenden que ahora Babette podr’ regre- idon- Sar por fin a su casa; pero no porque lo entiendan deja de dolecles quena Profundamente: «El Sefior nos la dio, el Sefior nos la quités. ‘ronto 4 Como los afios pasan igual en la monotonia que en la agita- sefiar- F -ngoxo ra n, resulta que esta acercdndose ya el centenario del acing a del pastor. Babette entonces pide permiso a las hermanas pars obee, sey anb t -pjnaads 199 { on9100 euro 0 qo k— 4 DOC FROFETASY DANIEL {Efrain o el reino de Samarfa) y a infnita pac Race y be 2 et jaahca trimonio infeliz del profeta se plasma como OEE GUY Eat cee condense masa que rcals ehien Yi f Norte. El contespondio de Dios por su pueblo. Conch reel (2 Re 9-10) y amenaza la desaparicin del Reino del Norte. El correspond de Dios p on tae guiar ese dia a toda la comunidad con una cena de cocina francesa, y preparada por ella. Las hermanas resisten («no habfamos pensado en ninguna cena..., simplemente, una taza de café»). Pero Babette insiste: «Nunca les he pedido nada; y posiblemente seré la tltima vex que les pida algo». Por eso al final acceden creyendo que, tras la cena, Babette las dejar para siempre. Ta protagonista va a Francia para encargar los materiales del festin, y gasta en ellos todo el dinero del premio. Al regresar a Jutlandia, los miembros de la comunidad se escandalizan de todo lo que ven llegar: vinos variados, cangrejos, codornices, tortugas. Demasiados refinamientos para sus corazones pequefios. Las het ‘manas también se asustan y piden perdén a la comunidad («no te- nnfamos idea de a dnde nos iba a llevar lo que nos suplicaba»). Has- ta que, entre todos, acuerdan participar en la cena como ausentes, hablando slo de temas piadosos y del recuerdo del pastor, sin «smancillarse» con todo aquel refinado materialismo: «La lengua seré para elevar una oracién, no para gustar». (Y convendré no pasar por alto el fino detalle de que quien dice eso es precisamente la persona mas murmuradora de todo el poblado.) €) Asi legamos al quinto y sitimo acto, que sera el festin de Babette. Por una casualidad trivial, el antiguo teniente (ahora gene- ral) acude también a la cena para acompafar a su anciana tia. Antes de salir se encarard con su fotografia de juventud para decitse a si mismo: «Ffas alcanzado todo lo que sofaste; pero écon queé fin? Has de demostrarme que tu opcién de antaiio fue la adecuada». Lo que sf va a demostrarse es que la presencia del general en la ‘cena acaba echando por tierra los «buenos propésitos» del pequefio poblado. El sabe apreciar y comunicar el valor de cada uno de los platos y los vinos de Babette. Su conversacién se centra en la cena, y va corrigiendo los triviales tpicos moralistas del resto del grupo. ‘As{ es como la comunidad (doce personas en toral) se va transfor. mando durante el banquete, mientras el general, sin saber quién la cocinera, y evocando sus antiguas estancias en Paris, va haciendo revelaciones (todavia «andnimas») sobre el valor de Babette. ‘Alacabar la cena, todos se encuentran mejor y mas reconciliados entre ellos. Entonces se descubre que Babette habia sido la mejor cocinera de Francia, que sus platos en «Le Café Anglais» habjan sido saboreados por toda la aristocracia del gran mundo, y que ha gastado en la cena toda su fortuna, Porque su propésito al darla no era regre- sar luego a su pais, sino quedarse definitivamente en aquel rincén de la creacién. El general se despide con un parlamento y con un brindis que comentaremos después. De momento sefialemos s6lo que al salir de la cena ya hay quien recuerda que el pastor solfa decir: «A la otra vida nos Hevaremos s6lo lo que demos a los dems en ésta...». Esta es mds o menos la trama, Vamos a leerla ahora como una 200 parabola. Como una de esas parsbolas lai caso concreto, contrapone la «experiencia de la ley». Esta distincién es, a mi modo ¢ para poder construir bien la historia. 2. La comunidad Alguien dijo que los evangelios eran sélo largo a Ia historia de la pasién, En esta p similar: toda la historia de aquella pequehi cic de prélogo a «la pasion de Babette». ‘Aquella pequena comunidad es parib religiosidad: no poderosa ni rica, no degra Puricana, temerosa y casi mezquina. Las do bres dedicadas a «obras de caridad>. Pero parece hecha pensando en «practicar la ca sus destinatarios: la época en que Babette e asistidos maldicen los cambios en la prepa reciben... Todo ello puede ser la parébola ‘mo; pero también la de una piedad catli rreformista. Veamos algunos de sus rasgos Del pastor que la habia fundado se nos. sun hombre respetado, quiza también un p mente, el pastor sacrficé a su misién no también la de sus hijas. Lo primero podia gundo resulta disimuladamente erue En aquel mundo pequefio, la comunida nifsima sin duda, pero queda Siempee deseo riencia de alteridad: no sabe comprender la nnos acogerla. Babette atin seré recogida pore Pero nil tenor ni el militar han podido enco eso no puede ser una comunidad universal, Y fijémonos ahora en los precios de es meroso: — La comunidad confunde su cerrazon de fuera con la fidelidad. — La comunidad absolutiza sus propia sus usos, sus costumbres, su modo de celeb que le impone la geografia. — Ocurre entonces que, a pesar de su b como efecto de su buena voluntad temerosa lla comunidad tienen bastante poca caridad lios habria dicho que su escasa caridad era poca fer. Pero esto, como es légico, no ap = Y como fruto de su cerrazén van te 201 4 OCEFROFETASY DANIEL sangre derramada en Yietee!, y pondré fin al reinadl de la ca Israel» (1.4). Este texto condena la masacre que realizé Jehi en reel (2 Re 9-10) y amenaza la desaparicin del Reino del Norte. El eres Efrain o el reno de Samaria) y a infinita pa tvimonio infelis del profeta se plasma como correspond de Dios por su pueblo. Conch ee ee ae

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