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Políticas Públicas Medioambientales:

Desarrollo Económico Versus Preservación Del Medio


Ambiente. Análisis Caso Planta Celulosa Valdivia.

 Carolina Concha Ribas, Universidad de Concepción –


Chile
 Daniel Hinojosa Paredes, Universidad del Bío-Bío –
Chile
 Yenny Saldías Morales, Universidad del Bío-Bío –
Chile
 Vicente Vallejos Kandalaf, Universidad Católica de la
Santísima Concepción - Chile
POLÍTICAS PÚBLICAS MEDIOAMBIENTALES:
DESARROLLO ECONÓMICO VERSUS PRESERVACIÓN DEL MEDIO
AMBIENTE. ANÁLISIS CASO PLANTA CELULOSA VALDIVIA.

Palabras Clave

Desarrollo Económico – Política Medioambiental - Gasto Medioambiental –


Contaminación - Recursos Naturales – Patrimonio – Preservación.

Resumen

Los países de nuestra región en su constante batalla para alcanzar el desarrollo


económico que goza el primer mundo, ocupan como lineamiento principal la
explotación de materias primas para fabricar bienes sin mayor valor agregado; esto ha
dado rápidos y positivos resultados económicos, tentando a los gobiernos a tener
políticas públicas de inversión que favorezcan el desarrollo económico del país por esta
vía, contraponiéndolo con la protección del patrimonio ecológico de las comunidades
afectadas por la explotación. Un ejemplo es Chile, que ha experimentado un fuerte
crecimiento económico gracias a políticas neoliberales que han perjudicado
enormemente la protección del medioambiente.

La fuerte concentración de la actividad económica centrada en la explotación de


recursos naturales evidencia una serie de fallas que han propiciado su sobreexplotación.
Junto con ello, los efectos contaminantes de los procesos productivos que generan
fuertes impactos ambientales. Es así como uno de los puntos más problemáticos de la
estructura productiva de nuestro país está basado en la dependencia económica de los
recursos naturales, consolidada por las políticas de fomento gubernamental a la
explotación de dichos recursos.

En el presente trabajo se analiza el actual caso de la Planta de Celulosa en Valdivia,


conflicto iniciado con la muerte de numerosos cisnes de cuello negro y otras especies en
la décima región, provocada por el aumento de fierro de las aguas de afluentes de la
zona y ocurrida a pocos metros de la planta.

De este modo, se cuestiona la instalación de dicha planta, atribuyéndola al favoritismo


del gobierno al modelo de exportación de materias primas de escaso valor agregado, de
subvencionar las plantaciones forestales exóticas, de proteger la inversión privada, de
no reconocer los derechos históricos de los pueblos indígenas, y de seguir cerrando los
ojos ante la necesidad de protección del bosque nativo.
Problemas Ambientales de Chile

Concepto de problema
Un problema es un impedimento a la consecución de un determinado objetivo. Por lo
tanto, si entre los objetivos de la gestión gubernamental aparece la armonía en la
articulación Sociedad-Naturaleza, cualquier situación que altere tal armonía, será
considerada como un problema ambiental.

Concepto de problema ambiental


Los problemas ambientales derivan de conflictos entre las necesidades de la comunidad
y los requerimientos del medio ambiente, incluidos en éste los recursos y los paisajes
naturales (biosfera), la infraestructura, y los servicios (tecnosfera). Los problemas
ambientales existirán para el hombre siempre y cuando sean un impedimento para
conseguir un determinado objetivo; por ejemplo, la contaminación atmosférica es un
problema ambiental, por afectar en forma clara el contexto social y natural, y por ser un
obstáculo a la acción o derecho de respirar un aire puro. Por lo tanto, los problemas
ambientales pasan a ser un daño, una molestia, o una insatisfacción, y tienen entonces
una connotación negativa para el hombre. Entendidos de esta manera, los problemas
ambientales son complejos y obedecen a causas múltiples.

En general, parece existir un énfasis más marcado en los problemas del medio ambiente
artificial que en los del medio natural, y ello se debe probablemente al hecho que la
población afectada lo es en mayor proporción, y se encuentra concentrada en las urbes;
también los problemas se presentan en un plazo relativamente corto, y muy visibles, a la
sociedad urbana. La destrucción del medio natural es menos visible por tener un período
de efectos de mayor plazo que el anterior caso, pero presumiblemente cuando se
presentan son problemas de magnitudes mayores, de alta irreversibilidad y que
merecerían gran preocupación.

Problemas ambientales de Chile


Chile es un país que presenta un número significativo de problemas ambientales, tanto
los que afectan al medio ambiente natural, como al medio ambiente construido.
Los problemas del medio ambiente en Chile pueden agruparse de diversas maneras:

Una forma es considerar tres grandes grupos: Los problemas relacionados con el
deterioro de los recursos naturales, es decir, el medio ambiente natural; con el deterioro
del ambiente construido; y con los fenómenos de contaminación. Estos últimos pueden
afectar a diversos componentes de los ecosistemas, como por ejemplo, el aire, el agua,
el suelo, la flora, y la fauna.
Por otra parte, los problemas ambientales pueden agruparse por diversas categorías del
ambiente natural, y del ambiente construido, en función del componente
medioambiental que se ve afectado. Así, los problemas del medio ambiente natural
incluyen aquellos relacionados con el aire, el agua, el suelo, la flora, la fauna y el
paisaje y patrimonio del ambiente natural. Los problemas del medio ambiente
construido incluyen aquellos relacionados con la infraestructura y los servicios públicos,
vivienda y edificación, estructura interna de las ciudades, equipamiento (principalmente
el equipamiento comunitario) y paisaje y patrimonio del ambiente construido.
Una tercera forma de agrupar los problemas ambientales permite ordenarlos de acuerdo
al sector que se ve afectado. Por ejemplo, agricultura, servicios, salud, transporte,
industria, riego, minería, etc.
En diversos estudios se ha logrado configurar catálogos de problemas ambientales en
Chile, determinados sobre la base de la percepción que diversas personas tienen
respecto de ellos. Dos estudios conforman la base de lo que sigue en este escrito. Un
estudio inicial integral de todo Chile, se ha publicado en 1990.

En Chile, en el último estudio integral que se ha desarrollado para determinar los


problemas ambientales, publicado en 1994, se ha llegado a determinar un total de 1288
problemas ambientales. Después de esa fecha no se han publicado estudios utilizando la
misma metodología.

El artículo 19 (nº 8º) de la Constitución Política de Chile establece "El derecho a vivir
en un medio ambiente libre de contaminación. Es deber del Estado velar para que
este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza"

Situación Nacional

Las condiciones biogeográficas de Chile hacen de éste un país privilegiado, en relación


a su fauna de vertebrados terrestres. Chile es considerado prácticamente una isla, con el
desierto de Atacama por el Norte, la Antártica por el Sur, la cordillera de los Andes por
el Este y el océano Pacífico por el oeste.

En Chile existen muy diversos tipos de bosques debido a que el país abarca una
variedad de latitudes. Desde los bosquetes de queñoa, a más de 3.500 m de altura en el
Norte, hasta los húmedo-templados del Sur, con al menos 2.000 mms. de lluvia anuales,
donde variados factores medioambientales han conformado ecosistemas complejos y
muy productivos.

Al igual que en la mayoría de los países del mundo, el desarrollo urbano e industrial ha
provocado la generación de desechos de naturaleza muy variada y cada vez más
compleja, convirtiéndose en un problema para las autoridades a cargo de su manejo.

En el ordenamiento jurídico nacional no existe una normativa exclusiva y de orden


general para el sector de los residuos sólidos. La legislación chilena no define
explícitamente el concepto de residuo, pero existe un conjunto heterogéneo de leyes,
decretos-leyes, reglamentos y disposiciones que regulan la recolección, el transporte y
la eliminación de "desperdicios y basuras", teniendo competencia sobre su gestión y
control un conjunto amplio de ministerios y entidades públicas.

Lamentablemente se constata la existencia de vacíos normativos, reglamentos


deficientes, dispersos e incoherentes y también un débil cumplimiento e inadecuada
capacidad institucional de fiscalización de la legislación actual. Desde la promulgación
del Código Sanitario en 1967, solamente se han dictado normas mínimas para la
operación de basurales y normas sanitarias para lugares de trabajo.

Durante los últimos años algunos sectores empresariales y medios de comunicación han
emprendido una intensa campaña anti-ambiental, incluyendo editoriales que demonizan
a los ecologistas y a las políticas ambientales contenidas en nuestra legislación,
culpabilizándolas de la crisis económica y de representar intereses foráneos. Las
políticas ambientales son definidas como "trabas y exigencias de alto costo", “una moda
que esta perjudicando el desarrollo de la inversión y el empleo","restricciones al
desarrollo industrial y productivo" y “gran obstáculo al crecimiento”. Los funcionarios
gubernamentales preocupados del ambiente, tampoco escapan a la crítica.

Con una economía casi exclusivamente dependiente de los recursos naturales, nuestro
país inicio tímidamente los primeros pasos de un desafío estratégico: permitir que el
territorio nacional y su base de recursos pueda mantenerse en cantidad y calidad para
sustentar a los chilenos del presente y del futuro.

Con dificultad desde fines de los 80 la sociedad chilena ha logrado poner en la discusión
publica el tema ambiental, incorporando en el debate la necesidad de parar la
destrucción irracional del patrimonio natural, y enfrentar seriamente la contaminación
ambiental que afecta seriamente a poblaciones cercanas a las faenas mineras, forestales
y pesqueras, y a la mayoría de la población nacional que habita en grandes ciudades,
incluidas la capital.

La preocupación nacional por el tema ambiental ya se ha consolidado como parte de la


preocupación por la salud y el bienestar de la población y como expresión de la
necesidad de sustentar en el tiempo el desarrollo nacional. Le expresión de esta
preocupación se hace más persistente y luego se instala en la discusión nacional como
parte del proceso de transición democrática.

El derecho al medio ambiente y el derecho al desarrollo, es un derecho de todos los


chilenos. El derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación esta consagrado
como un derecho constitucional en nuestro país, -artículo 19,número 8- y también el
derecho de los chilenos a proteger la naturaleza. Junto a esto, la vigencia de la Ley
Marco sobre el Medio Ambiente, desde 1994;el pequeño avance en el establecimiento
de normas de calidad ambiental y de emisión, son algunos de los instrumentos que
permiten avanzar en el ejercicio de este derecho. Sin embargo la reforma de la
legislación sobre recursos naturales, entre ellas el Código de Aguas, el de Minería y la
ley forestal entre otros es una tarea pendiente.

Algunos sectores políticos y empresariales quieren seguir apoyando o realizando


negocios sin internalizar los costos ambientales, pues durante muchos años las
actividades productivas no tuvieron esa obligación legal. Pero si queremos alcanzar un
desarrollo justo y saludable, y lograr que el uso de los recursos naturales pueda
sustentarse en el tiempo, se deben asumir estos compromisos. Lo contrario significa un
excelente negocio para las empresas y un pésimo negocio para el país. ¿Por qué?.
Porque se continuaría destruyendo el patrimonio natural y contaminando; es decir
privatizando los beneficios del uso del ambiente. Externalizando y socializando los
costos, los que deberán ser asumidos y pagados por la sociedad actual y por los chilenos
del futuro. En esta senda, la sociedad chilena ciertamente esta acumulando una enorme
deuda ecológica y económica.

La lógica de externalizar los costos ambientales, es decir el no hacerse responsable de


los daños de destrucción de los ecosistemas y recursos naturales o de la contaminación,
no solo esta afectando a todos los chilenos, sino también a otras actividades productivas
y finalmente al desarrollo nacional.
Hoy día no son solo las organizaciones ecologistas o las comunidades afectadas por un
proyecto las que se enfrentan en conflictos ambientales, o las que mantienen la
discusión ambiental en la esfera publica, sino también se han sumado sectores
empresariales cuya actividad no puede desarrollarse cuando otra empresa monopoliza el
uso del agua, contamina el aire, la tierra o los ríos.

En los últimos años además de las tensiones entre ecologistas, comunidades locales e
indígenas con el sector empresarial, hemos asistido a grandes confrontaciones entre
ramas empresariales por el uso de las cuencas y los ecosistemas: los empresarios
agrícolas enfrentan a los mineros y a la central Guacolda en el Valle del Huasco; los
agricultores confrontan a Celulosa Arauco en el valle del Itata; los empresarios del
turismo y los salmonicultores se enfrentan por el uso de los lagos del sur; los
salmoneros reclaman que deberán relocalizar sus actividades si el proyecto Alumysa se
instala en Aysen, y los grandes viñateros se han unido contra Enersis en el valle de
Totihue.

En todos estos casos los sectores pugnan por el uso de las cuencas y sus servicios
ambientales. Ninguno tiene el derecho a monopolizar la capacidad ambiental del
territorio o a impedir la actividad productiva del otro, como asimismo alterar la salud
o la subsistencia de las comunidades locales.

Este escenario hecha por tierra todas las afirmaciones de que las preocupaciones
ambientales son solo la expresión de la ideología radical anti-desarrollo de las
organizaciones ecologistas. Lo que sí esta en juego es el ejercicio de los derechos
fundamentales, las reglas democráticas y la sustentabilidad del desarrollo nacional.

El reciente marco normativo ambiental y la institucionalidad publica en Chile,


ciertamente debe ser desarrollado y consolidado en los próximos años, para asegurar la
salud, el bienestar y los derechos civiles de la población, y hacer posible la convivencia
justa y democrática entre los sectores productivos. Pero avanzar en la agenda ambiental
implica también reformas en las políticas económicas y una coordinación de las
políticas publicas en la lógica del desarrollo sustentable. En democracias mas maduras
estas reglas ya están consolidadas, se respetan y fiscalizan adecuadamente, asegurando
mayor equidad y bienestar social en dichas sociedades. Es por ello que las
organizaciones ciudadanas, y entre ellas las ecologistas seguirán trabajando en esta
dirección.
ANÁLISIS CASO PLANTA CELULOSA VALDIVIA

CELCO
Celulosa Arauco y Constitución

ARAUCO es el nombre con que se denomina al conjunto de empresas forestales,


industriales y comerciales organizadas bajo la propiedad de la sociedad anónima
Chilena Celulosa Arauco y Constitución S.A.

Definición del Problema

Muerte masiva de Cisnes de cuello negro en el Santuario de la Naturaleza "Carlos


Anwandter"

Ubicación: Santuario de la Naturaleza "Carlos Anwandter" - Valdivia.

Afectados/as: Población de cisnes, peces y toda la fauna y flora del río Cruces. Esta
crisis ha afectado económicamente a toda la provincia poniendo en jaque el desarrollo
de la industria agroexportadora de cerezas, lácteos y el turismo en Valdivia, que este año
tuvo una baja cercana al 30 por ciento.

Antecedentes:

1. Lo constatado recientemente por distintos servicios públicos y representantes de


organismos académicos y de la sociedad civil, constituye un lamentable y grave hecho,
donde la muerte masiva de Cisnes es la muestra visible de la contaminación que esta
sufriendo el Río Cruces.

2. Se debe tener en cuenta que, el único hecho relevante ocurrido sobre el Río Cruces en
el último año y que pudiera explicar tan drástico cambio al ecosistema, es la entrada en
funcionamiento de la Planta Valdivia de Celulosa Arauco que descarga sus Residuos
Líquidos Industriales (Riles) a este cuerpo de Agua, donde río abajo se encuentra el
Santuario de la Naturaleza.

3. El Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter en el Río Cruces, es el Sitio que


Chile incorporó como Humedal de Importancia Internacional al momento de adherirse a
la Convención Ramsar. (Ley de la Republica desde el año 1981). El compromiso
internacional chileno implica "asegurar el mantenimiento de las condiciones ecológicas
de cada sitio de la Lista".

4. Desde el año 1996 distintas organizaciones ecologistas y ciudadanas se opusieron a la


instalación de la planta de celulosa. Se advirtió fundadamente sobre los impactos
globales de este proyecto, y en especial de las consecuencias por las descargas de los
riles, tanto en su alternativa a Mehuín como al Río Cruces.
Ubicación de Planta Valdivia de Celulosa Arauco
Décima Regíon de los Lagos, Provincia de Valdivia.

Políticas Medio Ambientales de la Empresa

En el contexto del desarrollo sustentable, ARAUCO apunta a lograr el mayor


aprovechamiento económico de sus recursos forestales mediante el desarrollo y
expansión de sus áreas de actividad; forestal, celulosa, aserraderos y paneles, otorgando
especial énfasis al desarrollo de productos con mayor valor agregado.

ARAUCO es una Empresa que depende de un medioambiente saludable para su futuro


crecimiento, por lo tanto reconoce la importancia de desarrollar su negocio de manera
que al mismo tiempo considere las realidades del mercado, e implemente las medidas
necesarias para proteger el medio ambiente, ejemplificando así los principios del
desarrollo sustentable. En consecuencia, la Empresa ha llevado adelante una política
ambiental que incorpora estos valores fundamentales y que se ve reflejada en todas sus
operaciones. La capacitación y entrenamiento contínuo aseguran que los trabajadores de
ARAUCO conocen e implementan esta política en todas sus actividades productivas,
velando por el cumplimiento de la normativa ambiental vigente, y progresivamente
reduciendo los posibles impactos ambientales negativos de sus operaciones.

¿Qué dice la Empresa de la muerte de los Cisnes?


Actualmente, existe concordancia entre los principales estudios que
la mortalidad y emigración de los cisnes se debió a la desaparición
de su principal alimento, el luchecillo. Sin embargo, con la
información actualmente disponible, no hay evidencia científica que
la Planta Valdivia influya en la desaparición de este alimento. A
pesar de que la empresa cumple con la normativa que regula su
funcionamiento, ha señalado que está prestando toda su
colaboración para que se lleven a cabo todos los estudios científicos
y técnicos para encontrar la raíz de este fenómeno de la desaparición
del luchecillo.
Los ambientalistas han seguido muy de cerca este caso que ha convulsionado a todos
los sectores de la sociedad Chilena, a continuación expondremos los puntos más
relevantes que se han denunciado de la Planta Valdivia

HISTORIA DE LAS INFRACCIONES DE CELCO A


LAS LEYES DE CHILE Y SU RESPONSABILIDAD EN EL
DAÑO AMBIENTAL DEL SANTUARIO DEL RIO CRUCES

Celulosa Arauco y Constitución S.A. (CELCO), dueña de la Planta de Celulosa


Valdivia, ha incumplido gravemente leyes y normas ambientales, sanitarias y
municipales de Chile.

Estas infracciones le han valido 2 sanciones del Servicio de Salud de Valdivia, 1


suspensión del Municipio de San José de la Mariquina y 5 sanciones y 1 suspensión de
la Comisión Regional del Medio Ambiente (COREMA) de la Décima Región. Entre las
infracciones más relevantes están:

1. CONSTRUCCIÓN DE UNA INDUSTRIA DISTINTA A LA AUTORIZADA


POR LA COREMA EN OCTUBRE DE 1998. CELCO hizo cambios que obligaban a
una nueva evaluación ambiental de la Planta, pero ni siquiera los informó a las
autoridades. Entre ellos están:

a) Una capacidad instalada de producción entre un 20% y un 60% superior a la


autorizada.
La real capacidad de producción de la Planta no está clara. CELCO informó en
diciembre de 2004 a la COREMA que ésta es de 658 mil toneladas/año. METSO –la
empresa finlandesa que construyó la Planta– informa en su sitio web que tal capacidad
es de 700 mil toneladas/año (ver www.metso.com). MA&C Consultores –contratados
por CONAMA– concluyeron que la Planta tiene una capacidad de 850 mil
toneladas/año (Informe Final MA&C, pag. 12). Este mismo dato fue divulgado por
CELCO en la prensa antes del desastre ecológico del Santuario.

Cualquiera sea la cifra verdadera, está demostrado que la Planta usó una capacidad de
producción mayor a la autorizada lo que significó más desechos y más contaminación.

b) Una laguna de emergencia con una capacidad un 100% mayor a la autorizada, es


decir, con un volumen para contener los residuos líquidos producidos por la Planta
durante 48 horas de operación, en vez de 24 horas como estaba aprobado. La laguna de
emergencia recibe los residuos líquidos que no han pasado por el sistema de
tratamiento, donde se reduce su nivel de contaminantes. Si la laguna se llena y los
residuos almacenados no pueden ser tratados, la Planta debe detener su funcionamiento
hasta que el sistema de emergencia esté nuevamente en condiciones de recibir residuos
no tratados. El informe de MA&C Consultores vincula directamente el aumento de la
capacidad de la laguna de emergencia con la sobreproducción (Informe Final MA&C,
pag. 12). Al producir más de lo autorizado, la Planta acumuló más residuos no tratados
de lo previsto. Resolvió este inconveniente duplicando la capacidad de la laguna de
emergencia para así seguir funcionando sin tener que detenerse. ¿Qué hizo la Planta con
los residuos no tratados que acumuló por meses en la laguna de emergencia?
c) Un ducto de emergencia clandestino, que no estaba en el diseño de la Planta aprobado
por COREMA, y que fue clausurado en diciembre de 2004, después de casi 11 meses de
funcionamiento. Si bien CELCO ha dicho que el ducto se construyó como descarga
alternativa para períodos de máxima crecida del Río Cruces, el uso que le se dio hasta
antes de ser clausurado aún no ha sido aclarado. La Fiscalía de Valdivia está
investigando denuncias de testigos que han descrito cañerías que conectaban la laguna
de emergencia con el ducto ilegal. A través de estas cañerías la Planta habría descargado
al Río Cruces residuos líquidos sin tratamiento para no tener que detener su operación
cuando la laguna completara su capacidad de almacenamiento. De comprobarse estos
hechos se trataría de graves delitos ambientales.

d) El uso de agua no autorizada para “diluir” los residuos líquidos descargados al Río
Cruces. La Planta utilizó 420 litros por segundo de agua de pozo no autorizada, parte de
la cual fue usada para diluir la descarga final al Río Cruces. Es decir, CELCO manipuló
intencionadamente la concentración de los residuos líquidos para cumplir con los
niveles máximos contemplados en la Resolución Ambiental. Como resultado ocurrió un
aumento significativo del volumen total de contaminantes descargados al Río Cruces
(carga), los que se fueron acumulando día a día en el Santuario. El uso no autorizado de
agua para diluir la descarga final de la Planta es una abierta vulneración a las normas
que regulan el uso y aprovechamiento de las aguas superficiales y subterráneas. Lo más
grave es que CELCO mintió a la CONAMA al informarle que la Planta no usaba aguas
no autorizadas, situación que quedó en evidencia en una inspección realizada el 27 de
diciembre de 2004.

Los cambios ilegales a la Planta buscaban ocultar la sobrecontaminación derivada de la


sobreproducción, incluyendo descargas de residuos sin tratamiento al Río Cruces. Todo
ello para NO TENER QUE DETENER LA PLANTA Y ACUMULAR MÁS
UTILIDADES. El objetivo de lucro primó así por sobre los compromisos ambientales
y las obligaciones legales. LA MEJOR TECNOLOGÍA DEL MUNDO ES
INSUFICIENTE CUANDO NO SE USA CORRECTAMENTE Y CUANDO EL
AHORRO DE COSTOS ESTÁ POR ENCIMA DE LA PREVENCIÓN DE
IMPACTOS SOCIALES Y AMBIENTALES.

2. INCUMPLIMIENTO DE CONDICIONES ESENCIALES DE LA


RESOLUCIÓN AMBIENTAL QUE APROBÓ LA PLANTA. Ellas buscaban evitar
impactos nocivos en el Santuario y en la salud de las personas. Entre las muchas
condiciones que CELCO no cumplió están:

a) El tratamiento terciario de residuos líquidos de la Planta no operó


ininterrumpidamente y ocurrieron descargas tóxicas al Río Cruces. El proyecto original
presentado por CELCO en octubre de 1995 sólo incluía tratamiento primario y
secundario, con descarga al Río Cruces. La COREMA le exigió a CELCO incorporar
tratamiento terciario para prevenir impactos en el Santuario del Río Cruces. CELCO
argumentó que tal exigencia hacía inviable la inversión e intentó, sin éxito, trasladar los
residuos al mar a través de un ducto a Mehuín.

El tratamiento terciario de los residuos líquidos es, por tanto, la principal condición de
la Resolución Ambiental de 1998. Ella establece que la Planta “nunca podrá descargar
residuos líquidos sin tratamiento terciario al Río Cruces”, y que de existir una falla que
no pueda ser contenida por el sistema de emergencia “la Planta deberá detener su
funcionamiento”. De los monitoreos entregados por CELCO se concluye que el
tratamiento secundario y terciario no operó normalmente al menos durante los primeros
3 meses (febrero, marzo y abril de 2004) (Informe Final C. Zaror, pag 18). Los
monitoreos de los residuos líquidos de la Planta dan cuenta de descargas tóxicas al Río
Cruces reflejadas en altos niveles de conductividad eléctrica y de compuestos como
ácidos resínicos. Estos eventos tóxicos se suman a los vertidos ilegales que CELCO
pudo haber hecho a través del ducto clandestino, de los que no existen registros (ver
punto 1.c).

CELCO no informó a la CONAMA ni las fallas del sistema de tratamiento ni los


eventos tóxicos en los residuos líquidos, como la ley y la Resolución Ambiental le
exigen. Tampoco implementó medidas para mitigar a tiempo sus impactos ecológicos

b) CELCO se ha negado a realizar un monitoreo de las cargas másicas de material


particulado, dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NO2) y gases TRS (sulfuro
de hidrógeno y mercaptanos), como exige la Resolución Ambiental. Tampoco ha
medido la calidad del aire (inmisión) para monóxido de carbono (CO), NO2 y Ozono
(O3) como exigen las normas vigentes (DS 115/2002, DS 114/2002, DS 112/2002).

Se trata de aspectos ambientales significativos por su potencial impacto en la salud


humana. Respecto de ellos el Ingeniero Zaror señala que “la negativa de la empresa,
expresada formalmente en su carta del 26-08-04 (ref. GPV138/2004-C), no pareciera
reflejar una actitud proactiva” (Informe Preliminar C. Zaror, pag. 9). La Resolución
establece que el monitoreo de la calidad de aire debe realizarse en tres puntos cercanos a
la fuente de emisión, incluyendo el de máximo impacto por condiciones meteorológicas.
Los puntos de monitoreo establecidos por CELCO no sólo no consideran factores
meteorológicos sino que no son representativos de lugares habitados (Informe Final C.
Zaror, pags. 5 y 21). Esto ha significado que no sea posible comprobar la relación entre
el aumento de patologías broncopulmonares en pacientes que viven cerca de la Planta –
antecedentes médicos certificados ante la Corte de Apelaciones de Valdivia– con los
niveles de contaminantes, por ejemplo, de SO2, un broncoconstrictor que produce
efectos agudos y crónicos como el asma.

Las escasas medidas para mitigar las emisiones aéreas de la Planta –incluyendo la
instalación del sistema de abatimiento de olores, cuyos desechos contaminantes aún no
se evalúan ambientalmente– fueron producto de la presión ciudadana y no del
compromiso de CELCO con la salud de la población. Ello queda ratificado por el hecho
que en abril de 2004, a más de tres meses de estar operando, la Planta aún no cumplía
con la norma de olores molestos (DS Nº 167, Ministerio de Salud, 1999) que la obligaba
a implementar un sistema de monitoreo de gases TRS y un Plan de Monitoreo. Fue por
ello multada por el Servicio de Salud de Valdivia.

El accionar de CELCO ha sido irresponsable en relación a la salud de las personas, el


medio ambiente y el respeto al rol de los organismos fiscalizadores, a quienes ha pasado
a llevar e incluso ha mentido. LOS INCUMPLIMIENTOS A LAS CONDICIONES
DE LA RESOLUCION AMBIENTAL DEMUESTRAN EL DEBIL
COMPROMISO DE CELCO CON LA CALIDAD DE VIDA DE LOS
HABITANTES DE VALDIVIA.
3. SUPERACIÓN DE LOS NIVELES MÁXIMOS PERMITIDOS POR LA
RESOLUCIÓN AMBIENTAL PARA COMPUESTOS Y PARÁMETROS DE LOS
RESIDUOS LIQUIDOS DE LA PLANTA.

El monitoreo fue realizado en su mayoría por consultoras externas contratadas,


financiadas y supervisadas por CELCO. En el caso de los Compuestos Orgánicos
Halogenados Adsorbibles (AOX) –que incluyen organoclorados, dioxinas y furanos, y
que son altamente biotóxicos, peligrosos para la salud y persistentes– CELCO hizo sus
propias mediciones a partir de agosto de 2004 y no existen datos para el mes de julio de
2004.

En general, el monitoreo implementado por CELCO muestra varias irregularidades. Por


ejemplo, existen diferencias importantes entre los datos entregados por CELCO y
aquellos certificados una vez al mes por los laboratorios que hicieron los análisis. A su
vez, los parámetros muestran una gran variabilidad, indicando posibles errores de
muestreo, medición o transcripción (Informe UACH, Anexo I). A ello se suma que
CELCO conoció de antemano el momento y lugar de los muestreos.

En conjunto estas deficiencias hacen sospechar que los niveles máximos de la


Resolución Ambiental fueron superados con mayor frecuencia e intensidad de lo que se
desprende de los informes de monitoreo. Aún así, tales informes dan cuenta de
reiterados y graves incumplimientos, entre los que destacan, por ejemplo, los siguientes:

a) Fósforo Total: se superó el límite máximo (0,33 ppm) en hasta un 100% de las
mediciones diarias durante algunos meses, en especial durante la primera mitad del año
2004, alcanzando un máximo de 0,88 ppm (Resolución COREMA 18 enero 2005,
Informe Final C. Zaror, pag. 19).

b) Temperatura: el nivel máximo autorizado (30°C) fue sobrepasado en hasta el 59% de


los días durante algunos meses, llegando a un máximo de 33°C (Resolución COREMA
18 enero 2005, Informe Final C. Zaror, pag. 17).

c) Ácidos Resínicos: se superó el nivel máximo (0,033 mg/L) en hasta un 57% de las
mediciones, sobrepasándose en más de 270 veces en agosto de 2004 (9,00 mg/L). Este
“evento” se vincula con el mayor “descontrol en la conductividad del efluente,
indicando
posibles arrastres considerables de licor negro” (Informe Preliminar C. Zaror, pag.8).

d) Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO): sólo a partir de la primera semana de


marzo de 2004 la DBO cumplió con la Resolución Ambiental (50 mg/L). Previamente,
la sobrepasó en hasta más de 6 veces (232 mg/L). Ello indica que el tratamiento
secundario y terciario de los residuos líquidos no operó normalmente (Informe Final C.
Zaror, pag. 18).

e) Cloratos: sólo a partir de abril 2004 la concentración de clorato se mantuvo bajo el


límite
de la Resolución Ambiental (17 mg/L). Previamente, la superó en hasta 10 veces (170
mg/L). Ello indica que el tratamiento secundario y terciario de los residuos líquidos no
operó normalmente (Informe Final C. Zaror, pag. 18).
f) Nitrógeno Total: durante la primera mitad del año 2004 el nivel máximo establecido
en la Resolución Ambiental (4,2 ppm) fue sobrepasado en numerosas oportunidades,
llegando a 28 ppm, es decir, más de 6 veces y media lo permitido (Informe Final C.
Zaror, pag. 19).

g) Sólidos Suspendidos Totales: la concentración máxima de la Resolución Ambiental


(50 mg/L) fue superada en numerosas ocasiones durante el año 2004, llegando a un
máximo de 178 mg/L (más de 3 veces y media lo autorizado) en mayo de 2004 (Informe
Final C. Zaror, pag. 19).

h) Conductividad Eléctrica: la Resolución Ambiental no establece un rango máximo


para este parámetro. No obstante, su análisis es crítico pues permite detectar compuestos
contaminantes propios de la producción de celulosa, tales como Sodio y Cloratos. Se
verificaron incrementos significativos de conductividad eléctrica en los residuos
líquidos de la Planta, por sobre el rango considerado normal, de 2.800 µS/cm. Varios
eventos superaron el nivel de 3.000 µS/cm: 18-29 abril, 10 -16 mayo, 26-29 mayo, 5-8
junio y 4-10 julio de 2004. Un evento sobre 4.000 µS/cm ocurrió durante entre el 3 y el
6 de septiembre de 2004. Dos eventos de 6.000 µS/cm ocurrieron durante las siguientes
fechas: 16-18 de junio y 6-10 de agosto, siendo éste último el de mayor intensidad y
duración (Informe Final C. Zaror, pag. 46).

ESTOS GRAVES INCUMPLIMIENTOS FUNDAMENTARON EL FALLO DE LA


CORTE DE APELACIONES DE VALDIVIA que acogió el Recurso de Protección que
exige un nuevo Estudio de Impacto Ambiental de la Planta.

EL CONSEJO DE DEFENSA DEL ESTADO TAMBIÉN SE BASÓ EN ESTAS


VIOLACIONES LEGALES PARA RESPONSABILIZAR A CELCO POR LA
CATÁSTROFE AMBIENTAL DEL SANTUARIO, acusándola además de vulnerar 3
convenios internacionales suscritos por Chile.

Independientemente del comportamiento de CELCO al margen de la ley y las normas


chilenas, ESTÁ CIENTÍFICAMENTE DEMOSTRADO QUE EL
FUNCIONAMIENTO DE LA PLANTA DE CELULOSA VALDIVIA ES
INCOMPATIBLE CON EL SANTUARIO DEL RÍO CRUCES Y QUE REPRESENTA
SERIOS RIESGOS A LA SALUD DE LAS PERSONAS.

A continuación se presentan algunos antecedentes que sustentan esta afirmación.

¿QUÉ DEMUESTRA EL ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD AUSTRAL DE


CHILE RESPECTO AL IMPACTO DE LA PLANTA EN EL SANTUARIO?

Utilizando como fuente los monitoreos realizados por CELCO, el estudio de la


Universidad Austral de Chile establece que entre abril y diciembre de 2004 se registró
un aumento de las concentraciones y cargas netas de distintos contaminantes en el Río
Cruces y el Santuario, los que afectaron seriamente la calidad del agua del ecosistema,
sobrepasando su capacidad para diluirlos. Ello causó la muerte por intoxicación de más
de dos mil hectáreas de Egeria densa(luchecillo), producto de la acumulación de metales
pesados, lo que a su vez causó la muerte de aves y animales por falta de alimento. Los
metales fueron transportados por la columna de agua hasta el Río Valdivia, llegando al
centro de la ciudad, como claramente ilustran las siguientes fotografías.
Fotografías aéreas tomadas
en diciembre de 2004: Se
observa la liberación y
arrastre de sedimentos desde
el Santuario del Río Cruces
hacia la ciudad de Valdivia,
como efecto de la muerte de la
vegetación acuática. Los
sedimentos contienen altos
niveles de metales pesados.

El informe elaborado por la Universidad Austral de Chile establece las siguientes


concentraciones y cargas de asociadas a la operación de la Planta que afectaron
gravemente al Río Cruces y el Santuario de la naturaleza:

a) Conductividad Eléctrica: duplicó su nivel, pasando en promedio desde 42,3 uS/cm


aguas arriba de la Planta, a un promedio de 84,73 uS/cm, aguas abajo.

b) Sólidos Suspendidos Totales (SST): su concentración aumentó en promedio de 5,23


mg/L aguas arriba de la Planta a 7,95 mg/L, aguas abajo. En abril de 2004 el incremento
aportado por la Planta fue de 9,2 mg/L. El aporte de carga neta fue 11,95 ton/día en
promedio.

c) Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO): su concentración promedio se incrementó


desde 2,74 mg/L aguas arriba de la Planta a 3,98 mg/L aguas abajo, llegando a un
máximo de 19,3 mg/L aguas abajo, en mayo de 2004, lo que representó un aporte neto
de 10,1 mg/L.

d) Cloratos: se incrementaron en promedio desde 0,08 mg/L aguas arriba de la Planta a


0,14 mg/L aguas abajo, es decir, aumentaron casi en un 100%. En abril de 2004 el
aporte neto de la Planta fue de 0,52 mg/L, lo que corresponde a un aumento del 700%.
El aporte promedio de carga neta de este compuesto, exclusivo de los efluentes del
CELCO, fue de 176,83 kg/día. En abril de 2004 el aporte neto fue de 1 tonelada y media
por día (1.598,4 kg/día).

e) Sulfatos: su concentración aumentó de <0,5 mg/L aguas arriba de la Planta (casi


inexistentes) a 8,83 mg/L, aguas abajo, en promedio. En Diciembre de 2004 su
concentración llegó a 15 mg/L aguas abajo de la Planta (aguas arriba en la misma fecha
el valor fue de <0,5 mg/L). El aporte promedio de cargas netas fue de 39,1 ton/día. En
julio de 2004 dicho aporte fue de 47,2 ton/día.
f) Sodio: se incrementó en promedio desde 3,49 mg/L aguas arriba de la Planta a 7,88
mg/L aguas abajo. En abril de 2004 su concentración aguas abajo de la Planta alcanzó
los 14 mg/L (el valor aguas arriba en esa fecha fue 3,4 mg/L). El aporte promedio de
carga neta fue de 30,1 ton/día. En julio de 2004 el aporte de carga neta de la Planta fue
de 72,6 ton/día.

g) Compuestos Orgánicos Halogenados Adsorbibles (AOX): la concentración promedio


de estos compuestos (que incluyen organoclorados, dioxinas y furanos) aumentó de 2,83
ug/L aguas arriba de la Planta a 30,33 ug/L aguas abajo. En abril de 2004 el aporte de la
Planta a la concentración de AOX en el Río Cruces fue de 32 ug/L, lo que representa 16
veces su nivel base en esa fecha (2 ug/L). El aporte de cargas netas de AOX fue en
promedio 115,4 kg/dia.

Cisnes de Cuello negro que habitaban el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter


en el Río Cruces.

Manifestaciones en el Centro de Valdivia en contra de la Planta Valdivia de CELCO.


Desarrollo del Conflicto

En un reconocimiento implícito del fracaso de su estrategia de "hechos consumados"


para su planta de celulosa de Valdivia, el directorio de la empresa decidió cerrar de
manera voluntaria aunque temporal su planta, presionado por la avalancha de
acusaciones relacionadas con el grave daño ambiental causado por la descarga de
residuos tóxicos al Santuario de la Naturaleza del Río Cruces y por la imposibilidad de
cumplir las últimas exigencias de la Corema (Corporación Regional del Medio
Ambiente).

Además, el gerente general de Arauco, Alejandro Pérez, el ahijado del patriarca


Anacleto Angelini y señalado como principal motor del vertiginoso crecimiento del
negocio en los últimos 15 años, debió renunciar a la empresa por el mal manejo de la
crisis.

Una decisión necesaria pero insuficiente, sobre todo porque es temporal, fue la que
adoptó el directorio de Celco S.A. en su reunión del 8 de junio último al optar por el
cierre de la planta de celulosa Valdivia, enfrentada desde su génesis, hace casi diez años,
a una intensa polémica, la que se agudizó dramáticamente el año pasado cuando se
conoció de la muerte y migración masivas de los cisnes de cuello negro del Santuario
Carlos Andwandter a causa de las descargas de residuos industriales (riles) de la
planta al río Cruces.

En la misma reunión, el directorio optó por aceptar la renuncia del gerente general
Alejandro Pérez, hombre de confianza del dueño de la empresa, el nonagenario
Anacleto Angelini, quien pese a su avanzada edad sigue imprimiendo su sello personal a
todas las decisiones relevantes de la empresa. En reemplazo de Pérez asumió el hasta
ahora gerente de Finanzas, Matías Domeyko.

"La detención (de la planta Valdivia) persistirá mientras no se clarifique con la


autoridad las condiciones técnico jurídicas bajo las cuales ésta pueda funcionar",
señaló el presidente del directorio de la empresa Alberto Etchegaray al anunciar la
medida, la que podría durar, en principio, entre 20 y 30 días.

En el plano político inmediato, la decisión parece responder a los claros


emplazamientos efectuados por diversos funcionarios de gobierno -empezando por el
propio Presidente Ricardo Lagos-, en orden a llamar a la empresa a dar explicaciones
al país y rectificar sus procedimientos, tal como lo venían exigiendo diversas
organizaciones ciudadanas desde hace años. Lagos incluso sostuvo que las últimas
actuaciones de Celco causaban un daño a la imagen internacional del país.

Pero lo que tuvo más peso en la decisión fue la imposibilidad de cumplir


satisfactoriamente las últimas exigencias establecidas por la Corema de la Décima
Región en una modificación de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de
1998, especialmente lo referido a descarga de riles y niveles de producción, de lo cual la
empresa fue notificada un día antes de decidir el cierre.

En reunión celebrada dos semanas antes, la Corema optó por no decretar el cierre de la
planta, como se había barajado, pero estableció una serie de condiciones de
funcionamiento, entre ellas disminuir su producción en un 20 por ciento, de 550 mil a
440 mil toneladas anuales, sin sobrepasar un promedio diario de producción. Como
solución definitiva para el problema de los desechos de la planta, se abre a la posibilidad
de construir un nuevo ducto hacia el mar, y se otorgó un plazo de nueve meses para
preparar una propuesta al respecto y presentarla al Sistema de Evaluación de Impacto
Ambiental. En el intertanto, en una decisión que fue notificada a la empresa el lunes 6
de junio, los consejeros decidieron establecer mayores exigencias para la emisión de
concentración de aluminio (con un tope máximo de 60 kg/día en lugar de las 450 kg que
estaba emitiendo hasta ahora) y de sulfato (40 toneladas/día, en lugar de 60). Esta y
otras regulaciones establecidas deben ser monitoreadas por la misma auditoria que se le
pidió a la empresa en febrero. De acuerdo a expertos consultados, la empresa
actualmente no está en condiciones de cumplir con estos parámetros, sobre todo los
referidos al aluminio, utilizado para efectuar el tratamiento terciario de los desechos de
la producción. Finalmente, el organismo exigió a la empresa comprometerse a aportar
para la reparación del humedal.

Ahora, los más altos ejecutivos de la empresa, encabezados por el propio Etchegaray,
junto a la gerencia ambiental y técnica, pretende acordar con las autoridades regionales
-el intendente y director de la Corema, Jorge Vives, y el director de la Corema Décima
Región, José Luis García Huidobro- una flexibilización de estas exigencias, como única
alternativa para lograr reabrir la planta.

Sucesión de escándalos

Pese a que la empresa ha intentado reiteradamente aparecer como víctima de grupos


ciudadanos y ambientalistas, lo cierto es que todos los problemas que ha tenido la planta
podrían haberse evitado si sus directivos hubieran actuado desde el principio como debe
hacerse, de cara a la comunidad y no de espaldas, asumiendo los costos económicos de
implementar una producción limpia.
A raíz de los dos cierres que ha
sufrido hasta ahora -el primero
decretado por la Corema en
febrero-, los ejecutivos se han
preocupado de dar a conocer a la
opinión pública cuánto pierde la
empresa: un millón de dólares
diarios, de los cuales 250 mil son
ganancias netas. Con ese nivel
de ingresos, el país puede
lógicamente preguntarse por qué
no se construyó una planta con
los tratamientos necesarios para
no emitir ningún tipo de residuos contaminantes, lo que se llama técnicamente una
planta de ciclo cerrado, que ya funcionan exitosamente en otros países. No se puede,
como pretende Arauco, contarse entre los mayores conglomerados a nivel mundial en la
producción de celulosa pasando por encima de las consideraciones sociales y
ambientales. Podría, incluso, ser acusada de "dumping ambiental".

Junto con este mal pie inicial la empresa ha tenido una serie de actuaciones -por decir lo
menos- erradas: con la comunidad, en el ámbito comunicacional, e incluso en el plano
judicial.
Como parte de la argumentación presentada a la Corte Suprema a raíz de una querella
presentada por Acción por los Cisnes, que pretendía cerrar la planta-- lo que había sido
votado favorablemente por la Corte de Apelaciones--la defensa de la empresa entregó
una serie de argumentos técnicos: el informe Ramsar, que no había llegado oficialmente
a Chile, por lo que no se contaba con una versión completa, y un estudio elaborado por
la propia empresa acerca de las descargas de hierro al río Cruces, que sin embargo fue
atribuido por los abogados al Centro Eula de la Universidad de Concepción.

Al parecer para el gobierno fue esta la gota que rebasó el vaso, pues tanto el ministro
secretario general de la Presidencia, Eduardo Dockendorff, como el propio Presidente
Ricardo Lagos, emplazaron a la empresa a dar explicaciones públicas. "La
responsabilidad institucional sigue recayendo en la empresa y me parece que las
explicaciones no han mejorado en los sustantivo", señaló el ministro aludiendo a la
defensa de Arauco, que atribuyó a sus abogados -quienes renunciaron después de este
incidente- toda la responsabilidad.

Pese a ello, el fallo -que no sólo desechó el cierre de la planta sino que se atrevió a
asegurar que no existen argumentos para culpar a la planta por los daños al Santuario-
no fue modificado en el fondo y sólo se cambiaron detalles de redacción para incorporar
el "error involuntario" de la empresa. Pero probablemente esta arista del caso continuará
desarrollándose en tribunales pues un grupo de diputados de la bancada verde interpuso
una demanda contra Arauco en el Tercer Juzgado del Crimen por presentación de
documentos falsos ante la Corte Suprema, en el marco del cual serían citados a declarar,
entre otros, a los máximos ejecutivos de la empresa -Etchegaray, Roberto Angelini y
José Tomás Guzmán- .Otro grupo de parlamentarios patrocinará una acusación
constitucional contra los integrantes de la Corte Suprema por "abandono de deberes e
inexplicable descuido", por haber recibido antecedentes de la empresa sin verificarlos.

También en el ámbito judicial, permanece pendiente la demanda presentada por el


Consejo de Defensa del Estado por daño ambiental, y que pide la reparación de los
daños y el pago al fisco de una indemnización. Esto basándose en los antecedentes
entregados por la Conama en cuanto al incumplimiento por parte de la empresa de las
exigencias técnicas y obligaciones ambientales establecidas para la construcción y
operación de la planta. La empresa "no monitoreó, y si lo hizo, ocultó a las autoridades
el necesario resultado", por lo que el daño ambiental ocasionado responde únicamente a
"la actividad ilícita de vertimiento de riles al río Cruces, contraviniendo las condiciones
establecidas en la RCA". "Celco actuó en el desarrollo de su actividad con total
desprecio al medioambiente, con la agravante que conocía perfectamente los riesgos que
implicaba su actuar", de acuerdo a la argumentación del CDE, que sostiene que la
empresa incumplió once leyes diferentes, por acción u omisión.

Entre los antecedentes decisivos se encuentra la investigación desarrollada por la


Universidad Austral, cuyo informe final se entregó a fines de abril a la Conama, y que
es claro en señalar la responsabilidad de la planta en la muerte del luchecillo y, por lo
tanto, en la grave merma en la población de aves acuáticas del río Cruces. El informe
señala que los metales pesados detectados en el Santuario "provienen de la actividad
industrial de Celco (...) El aporte de las cargas de químicos de Celco a la carga natural
del Santuario es significativo, cambiando la calidad del agua, aguas debajo de su
efluente". Además, los cambios empezaron en marzo-abril del 2004, lo que "coincide
con el inicio de las actividades industriales de Celco".

La respuesta de la empresa es invariable: "Arauco ha cumplido con la RCA y con la


Norma de Emisión, de modo que no puede imputársele que la descarga de riles al río
Cruces sea la causante del daño. No ha habido culpa ni dolo de Arauco", señalaron
durante el primer comparendo entre las partes.

Pero no se quedaron sólo en las declaraciones. Tras conocerse el informe de la UACh,


inmediatamente solicitaron un contrainforme al Centro de Estudios Avanzados en
Ecología y Biodiviersidad (Caseb) de la Universidad Católica. El documento,
entregado a la Corema menos de una semana después y que contradice las
conclusiones de la UACh, fue inmediatamente cuestionado por la opinión pública, por
el gobierno y por la comunidad científica, por los vínculos económicos entre Copec -la
empresa matriz de Arauco- y la UC. Pocos días después el propio Etchegaray debió
reconocer el desacierto de la empresa en este caso.

En otro frente judicial, después de un año de litigio, la Corte de Apelaciones de Valdivia


decidió reducir de 326 a sólo doce millones de pesos la multa impuesta por el Municipio
de San José de la Mariquina a la planta por haber empezado a funcionar sin recepción
final de la obra en marzo del año pasado. El municipio anunció que apelará a la Corte
Suprema, pero los antecedentes permiten cuestionar si esta instancia actuará
imparcialmente.

La confrontación que viene

Por ahora, la mayor preocupación de la empresa es, obviamente, intentar reabrir la


planta. Además de los contactos con la autoridades regionales para flexibilizar las
condiciones para su funcionamiento, los técnicos de Arauco trabajan desde hace meses
en la búsqueda de un lugar por el que sacar los desechos al mar, lo que deberá ser
sometido a una nueva Evaluación de Impacto Ambiental. Un tema difícil pues aún está
fresca en la memoria la dura lucha dada por los pescadores y la comunidad de Mehuín
con ocasión del primer Estudio, cuando ni siquiera esperaron el inicio formal del
proceso para oponerse, e impidieron el acceso a los investigadores de la empresa para
efectuar los estudios necesarios.

Arauco sostiene que el proyectado ducto demoraría entre 12 y 18 meses en su


construcción y tendría un costo de US$ 50 millones. Pero antes de planificar los
próximos pasos, seguramente los ejecutivos miran con atención a los pescadores y
comunidades mapuche de la zona, quienes han advertido que, tal como los habitantes de
Mehuín, no permitirán la instalación del ducto en sus pueblos, pues consideran que pone
en riesgo el sustento de sus fuentes laborales y afectaría el turismo y la ecología de la
zona. "Volver a plantear esta alternativa (Mehuín), o cualquier otro punto del litoral
sur tiene el rechazo absoluto de toda la comunidad. Estamos en pie de guerra contra
Celco, ya que es de una enorme irresponsabilidad social y ambiental enviar sus
residuos tóxicos al mar", sentencia José Iturra, miembro de la junta de vecinos de
Mehuín.
Proyecciones en base a este conflicto Medio Ambiental

Tras la crisis de Celco, las empresas comenzaron a internalizar la necesidad de contar


con un nuevo ejecutivo. Entre sus características está el tener una sólida formación
multidisciplinaria, ser buen comunicador y negociador y estar muy al día con las
normativas locales e internacionales.

Las salas de reuniones de las empresas chilenas están comenzando a cambiar. Algunas
ya han tenido que agregar un sillón para un nuevo ejecutivo que, por ahora, no siempre
es visto con los mejores ojos: el gerente de medio ambiente.

Es que la crisis de Celco marcó un antes y un después, en lo que a gestión ambiental se


refiere.

Hasta el desastre del Santuario del río Cruces las empresas, en general, consideraban
que el objetivo era principalmente cumplir las normas y pasar la Evaluación de Impacto
Ambiental. Para ello contaban con algún especialista, generalmente de nivel técnico,
que entre sus múltiples tareas tenía la de supervisar el tema.

A partir de lo ocurrido con Celco, en las compañías se tomó conciencia del factor
ambiental y de que, para ser competitivas y sustentables, debían introducir cambios en
sus modelos de gestión. Ello lleva a que comience a aparecer en los organigramas un
nuevo ejecutivo - el gerente de medio ambiente, como suelen llamarlo- con dedicación
casi exclusiva en el tema.

Se espera que la sociedad Chilena ya no sea tan incrédula frente a las simples
informaciones que desarrolla la prensa, que se encuentra manejada por los grandes
grupos económicos o por el gobierno de turno, y se interiorice aun mas con los cientos
de estudios que hoy en día se realizan a través de distintas fundaciones preocupadas de
los grandes conflictos Medio Ambientales.
Bibliografía y Referencias

http://www.terram.cl

http://www.chilesustentable.cl

http://www.olca.cl

http://www.celco.cl

http://www.elbosquechileno.cl

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