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eveetr ucla seibe pes Georg Henrik ie bea von Wright Explicacion. y comprension LICACION Y COMPR. 's desarrollos en torno a vs partidarios . y los cultivadores de a teoria marxista. Ate peec0s ldgico-fornigles de ivs conceptos relatives acién resulta indispensable para dotar a Ia «6 Alianza Universidad ciencias de la naturaleza con ra comienza analivande la doble crac én, que se ha desurrollado a, se entra de ileno en el de la conducta, objeto de la histor fe la pos redicciGn y el cardcter especifico de estes diseipli- sociales, do: ministino ponen de nas. Ocros t sobre temas relacionados: «Prsxis, y accién» (AU id J. Bernstein; «Ra dy acd humana (AU 223), de Jess Mostetin aa» (Ai 191}, de Ste (AU 225), de José Fe conducta» (AU 71), de Noam Chomsky y Alianza Editorial «La explicacioa en Gubieren’ Daniel Gil F fe OO1-07 ganz1912 | wi Georg Henrik von Wright Alianza Universidad Explicacién y comprensién Versién castellana de Luis Vega Renn Alianza | ] Editorial Bhi Ke 141i 5a Vitwlo original: Esplanatian and Understanding La traduceién al castellano de esta obra ha sido autorizada por Cornell Unie versity Press. A Norman Malcolm © 1971 by Comell University Press (© Ed. cast.» Alianza Editorial, 8. A., Madrid, 1979 Calle Mikin, 38: 2 20000 45, ISBN: $4-206-2257-5 Depisito legal: M, 120-1980. Fotocompone: Impow-Teenigraf. Juan de Olias, 12. Madrid-20 Impreso en Hijos de E. Minuess. $. 1 Ronda de Toledo, 24- Madrid-5 Printed in Spain ganz1912 cand tjer al der Tag gedacht.® sieascnt, Zeratharra INDICE Bieri co vod duseong 13 Capitulo 1, Dos tradiciones ...- ontccot BassaiaarL 1g 1, Dos tradiciones importantes en Ia ceneiay en a filocofla del modo cient co; ln arstondicn y In galileana. Su yineulacion a los eafuerzos de) hombre [Por comprender la cosas teloligicamente y por explicaras causalmente —2. ‘Carscteriacion de fs posicon positivista en filosofia de I censia. El hincapie_ fn la unidad del méiodo crentico, en el ideal de perteccion sepresentado por la cxcttud matemitica y et a sujcion de los fendmeace «levee gecers- Tes 3, La hermendutca como teccion contra et moaiime merodolegieo del positivism. Las Geutrszrnwhallen Lx distiaioa entee explicaciin y compren- Sion. Los aspecios pricoldgiens y los aspecos semiaticos de In compren- Son La ambivalones de is posiciones de Hegel y de Marx. Hegel y Aristotle. El explicito scausulismon del marciemo contrapaesto 4 64 teealogia Jmplicts. 5 Eltesargi del pontiviemo y 24 famenion en la cortiente, mis ‘comprensive, de a flosofia analiica. La ramifieacin de est kima, antiposi- = tivismo impifcto en la ficeofa lingdisica. El positivssmo tredicional de In Filosofia anaes de Ix ciencia. Ta metodologia de ls ciencias sociales y de la condacta a medindos de siglo —6. Ta teoca de Hempel sobre le explicacin ‘let. Los modelos de coberara legal nomoldgicowseductivo y probabilsti- <0 inductivo. El segundo noes us modelo de explcacién, sino un procedimiento [pata jushiicareapertativasy previcciones.—7. Divisin del fmbito de la teleolo- fis en on dominio fanciont! y propositivo, de una parte, y en un dominio fnteacional de otra parte. La’ cibernética y wa causaliacion de Ta telolo- Biss. 8. Crtticas all panto de vist posiivnta sobre ls leyes centifieas Coaen- onslsmo, La distineia entre reeesidades abmicas ¥unformidades accident * 4. y mas profundo de lo que el dia (ha) pensado» forma parte de dos Signifieativos versos, ¢E] mundo es profundo | y mis profundo de lo que el sia he pensados, que aparecen en distintos pasajes de vif babls Zareturra, 4 en «La segunda cancién del baile», 3, de In tercera parte, 0 en «La cancién Gel noctambulon, 6 y 12, de la cuarta parte, (N, de! T.) 10 les. La contribuciéa de la Logica modal y del problema de los condiciones . La cibeenétca y la reinceprencién de cociones clave hegelanas y marsistas eo términos de la teoris de sstemas—9, Le distincién entre dos coneepeiones del determinismo cn histori. Fl determinismo como predecibilidad. ‘Niveles macro y micro de predecibilidad. La presunea conribucién de la probabildad y de la ley de losgeandes nimeros a ls avenenea de libertad y de necesided. La posibiidad de swaipule sistemas desde fucts, por parte de un experimentador, —y desde dentro, por parte de los propios sujeies caya connfucta x objeto de estudio, 5 falacas cel ehincoricismon—10. E] dcterminiamo como ineligiblidad. de acc individual y de los procesos hstricos. Las limitaciones de lz explicn «60 teleolgica, asi como lis de la explicacion causal, son cuestin de experien= fa Ta pretensiéa de la historia cuenta con ama mets inmanente sobrepass los limites de un estudio acienriicos del hombre y de Ix kociedad, Bibliogtafla ......... 5 Indice 195 PREFACIO Este libro ha sido fruto de un interés personal por la teoria de la accion, resultante 2 su vez de mi interés por normas y valores. Me sentia en un principio atraido por los aspectos Iégico- formales de los conceptos relatives a la accién. Era este un campo poco cultivado anteriormente, pero cuya elucidacién parecia impo- nnerse sila Wégica deéntici» habia de contar con una base firme*. Mi interés se desplazé de la logica de la accién a la explicacion dela accidn. El libro de Charles Taylor, The Explanation of Bebaviour, habfa llegado a producirme una honda impresiGn intelectual. Me hizo advertir cuan profuncamente calan los problemas de la explica- cién en la problemitica tradicional no solo de Ia filosofia de la ciencia, sino de la filosofia en general. De modo que, finalmente, Jo que comenzara siendo un estudio de la accién leg6 a convertirse en una contribucidn a la venerable cuestién de cémo se relacionan Jas ciencias de la naturaleza con el estudio del hombre. * En el niimero 28 de los Cuadernos Teorema (G-H. vou Wright: Légro debuica, Velencia, 1979), se encventea informacién més detallada de este itinerario intelectual y ung noticia bibliogrifica de sus comibuciones en tal sentido, proporcionadas por el propio Von Wright. Cfr. «Una introduccién critica, Le, pp. 7-21. (Nd T.) 4 Prefscto Los problemas aquf planteados son controvertibles, han sido muy debatides y revisten gran complejidad, Nunca habia sentido antes con tanta fuerza los peligros de un malentendido, incluso de orden terminolégico. La sustancia de una opinién de un autor no deja de verse comprometida con la fraseologia de las contadas tesis que proponga y defienda. Yo, por ejemplo, puedo confesar mi deseo de defender un punto de vista a tenor del cual las acciones humanas no pueden tener causas. Pero muchos autores, antes como ahora, mantienen que las acciones pueden ser causadas, eDiscrepo de ellos? No necesariamente. Pues quienes piensan que las acciones tienen causas emplean a menudo «causa» en un sentido mucho mas laxo que yo cuando niego tal cosa. O pueden entender por «accién» algo diferente. Bien puede ocurtir, entonces, que Jas «acciones» segiin su acepcién tengan «causas> en el sentido en que yo entiendo éstas, 0 que las «acciones» en mi terminologia tengan «causasy en la suya. No estoy empeiado en que mi uso sea el mejor o el mas natural de los disponibles en el Lenguaje ordinario. Peto al mismo tiempo representaria un craso exror el sugerir que la diferencia de opinion es simplemente ‘una cuestién verbal, si con ello quite darse a entender que una completa clarificacién de los términos en juego deberia permitir un acuerdo sustancial no menos completo. Fn la elucidacién de su significado habrian de interyenir nuevos conceptos tan controvertibles como Jos de causa y «accién>. ‘Tanto el que afirma como cl que niega que las acciones ticnen causas relacionarin probablemente ambas ideas de modo distinto con esos otros conceptos. Uno acentuard distingos que el otto se-inclinaré a atenuar 0 2 pasar por alto. Quins el partidario de Is causalidad asocie intenciones, motivos y razones 4 causas, acciones a acontecimientos. El partidario de la accién agrupa de otro modo estos conceptos: motives y razones con aeciones, acontecimientos con causas —sin dejar de ver una clara linea divisoria entre los dos grupos—. El primero puede no estar dispuesto a conferit 2 la experimentacin un papel decisive cn |a jormacién del concepto de causa. O, cuando menos, no admitira que, dado que Ia experimentacion es un modo de accién, la accién sea fundamental conceptualmente para la causacion. En otras pala- bras, el partidario de la causalidad y el partidario de la accién tejen de manera distinta las cramas conceptuales de que se sirven Prteco 5 para ver a su contraluz el mundo —y, por consiguiente, ven Fymundo de modo diferente, Situados en una perspectiva histéri- ca, sus respectives puntos de vista vienen a integrarse en las dos tradiciones de pensamiento que procuro desctibir y diferenciar en cl capitulo L. Los tres primeros capitulos fueron en origen ensayos indepen- dientes. Puede decirse que cada uno conserva esa autonomia. El cuarto, sin embargo, es en su mayor parte un bosquejo de como Jos patrones de explicaci6n tratados en abstracto en los capitulos II y II] pueden prestat servicios explicativos en Ja historiografia y fen las ciencias sociales. Se presentaron versiones preliminares de los capitulos II y THI a distintos auditorios académicos a partir de 1965. Agra- dezco cl reto y el estimulo que las reacciones criticas de mis foyentes supusieron para un ulterior desarrollo de mis ideas. La primera exposicion sindptica del material contenido en este libro fueron mis conferencias Tarner en Cambridge, en otofio de 1969. Quiero agradecer al Consejo del Trinity College de Cambridge su invitaci6n al respecto. Sin este incentivo externo, los resultados de mi investigacin en este campo no habrian madurado hasta alcanzar entidad de libro. Se presentaron extractos de una versién revisada del manuscrito en conferencias publicas en Cornell, en primavera de 1970. Estoy profundamente reconocido al decano del programa Andrew D. White de profesores visitantes y editor general de la serie Contemporary Philosophy, profesor Max Black, por la oportunidad decisiva que me brindé para Ia terminacién y publicacién de esta obra. GrorG Henrik Von Waicnr Capitulo 1 DOS TRADICIONES 1. Puede decirse que Ia iavestigacién cientifica, contemplada en una perspectiva muy amplia, presenta dos importantes aspectos. El escrutinio_y descubrimiento de hechos es uno de ellos, el; oo e contagion dens cos Espen ae de la actividad cientifica han sido calificados a veces de ciencia escribiina y ciencia féri “ La construccién tedrica sirve a dos fines principales. Uno es ir la ocurrencia de acontecimientos o de resultados experimen- tales y prever asi nuevos hechos. El otro consiste en explicar © hacer intcligibles hechos ya registrados. Estas distinciones son stiles con vistas a una primera aproxima- cién, pero no deben tomarse con excesiva rigidez. El descubrimien® to y la descripcién de hechos no siempre pueden aislarse conceptual: mente de In correspondiente teoria acerca de ellos y representan con frecuencia un paso importante hacia la comprension de su naturalezal. La prediccidn y la explicacién, por su parte, no han 2 Casi todas las , de In otra, Esta ambivalencia, sea dicho de paso, propicia interpreraciones radicalmente diferentes de su mensaje flosstico, En este aspecto Mars puede ser comparado, sin que ello deje de tener interés, con Freud, en cuya obra, tuna explicita bdsqueda ciemtfico-narural de explicaciones causales frusta ® menu- do el desarrollo de una teadencia de pensamiemto, implieita hermen¢utica. y 26 Georg Henrik vos. Weight cf acento. sobre-las_leyes, Ia validez universal y la neecsidad2# En esto se asemejan, por lo menos superficialmente, a la tendencia positivista de orientacién cientifico-natural. Pero la idea de ley presente en los escritos de Hegel y de Marx cuando se plantean, por ejemplo, el proceso histérico, difiere lo suyo del concepto de ley que subyace a las explicaciones causales («galileanas»). De modo similar, el esquema dialéctico de desarrollo a través de tesis,antitesis y sintesis no es un patrdn cancal (ista) de pensamien- to, La concepcién: hegeliana y marxiana de ley y desarrollo se halla mds proxima 2 lo que nosotros llamariamos patrones de conexién conceptual ologica%. En este sentido, se parecen a las ideas: metodolégicas de marchamo intencional y teleoldgico expuestas por filsofos antipositivistas como Croce 0 Collingwo- od, que por otra parte fueron ajenos a la influencia hege- liana, Hegel se considers a s{ mismo seguidor de Aristételes#l, $i bien, a diferencia del Filésofo Maestro, Hegel apenas comprendi la ciencia natural. Ein este punto, su talante intelectual es extrano al de positivismo y presenta una intima afinidad con el de las Geisteswissenschajten, Pero a pesar de este acento «humanista y anti- naturalistan, me parece justo decir que Hegel fue el gran renovador —después de la Edad Media y por lo tanto necesariamente en oposieidn al espiritu platonizante del Renacimiento y de la ciencia tclcoldgica: Con uno y orto autor se tiene la impresisn de qué su pensamiento se vio hasta cierto punto lastrado y pervertido por el xgalileanismon dominance cn la ciencia y en la flosofla de la ciencia (positivismo) de su tiempo. 2° Sobre necesidad y ley en Hegel véase Hegel 1812)1816, 1 I sec. i, ©. 3 («Der Grand) y Hegel 1830, sec. 147-159. Las ideas de causalidad, necesidad y ex- plicscdn se hallan quizis mejor estudiadss en el temprario manuserito conocio Por la Jewnier Logie, pp.40-76. Sobre los conceptos de ley y de necesidad 0 Ia filosofia marxisia véase Rapp 1968, Mary habla en no pocas oeasiones sie ls leyes sociales como si tuvieran una «férrea nccesidads o funcionaran eon sla inexorabilidad de las leyes de la naturales», Cfe, Marcuse 1941, pp. 317 ¥ ., y Kor 1964, vol, I, p. 290. Véase también el capitulo relativo a la cous Ya la necesidad naturales de Lenin 1908. 2% Este exquema, asceiado con frecuencia a Hegel, es invencidn de Fiehte Hegel no lo utiliza'de forma expliita, aun cuando sex razonable decir que 42 aplica x un buen mimeo de «procesos de pensamiento» tipieamente hegelianos, 3! Cfe. Litt 1953, pp. 220 y sx: («Evolution und Dialektiko.) Cle. Hartmann 1923 y Marcuse 1941, pp. 40 ys. yp. 122. ” plicncioa y comprension Bartoca— de una tradicién aristotélica en la filosofia del mécodo._ Para Hegel, como para Arist6teles, la idea de ley es primordialmente la de una conexi6n intrinseea que ha de ser aprchendida por prensién teflexiva, no la de una generalizacién inductive esta- blecida por observacion y iets Para ambos filésofos, ia explicacidn consiste en prOCUrar que Tos fenémenos sean inteligi- bles telcologicamente, mis bien que en determinar su predeeibilidad Fopartic del conoeimiento de sus causas eficientes®®, A la luz de su afinidad y parentesco con Hegel, la metodologia antipositivis- ta del siglo x1x en su conjunto puede remitirse a una venerable tradicién aristotélica, desplazada durante los tres ltimos siglos por un auevo espiritu en filosofia de la cieneia cuyo paladin mis caracterizado fue Galileo%. com Pog itivi wax sucedié 5. Al apogeo del positivismo a mediados del siglo x1x_s uaa reaccion antipositivista hacia fines del siglo xx y a comicnzes del_siglo xx. Pero en Tas ‘décadas que mediaron entre las dos {guerras mundiales resurgid el positivismo con mds vigor que nunca, El quevo movimiento fue llamado|neopositivismo 0 positivismo FEE cia eae nase Nenaneioco prema ee El atributo «égico» fue afiadido para indicar el apoyo que el redivivo positivismo obtuvo de los nuevos desarrollos en logica formal, is El resurgimiento de la légica, después de medio milenio de decadencia y estancamiento —aproximadamente desde 1350 hasta 4 ard It teleologia hegellna ‘vate Hegel 1812/1816, 1 Tl See fi, 2 Lacan ements no ox fai na comprerion le de os Fei noe de la anturaleza, a expleciia sdlo es comple cuando se sitia en una perpectva tclelogien, El case tleolgico y earstotlco» de las idem de Hegely de Mars sobre ley y necsdad se eneoenta aceotuado y bien documenta do en Wileniss 1967. Me hallo én deuds con él por su avada en mie propios esfuerzos poe compreniter el penariento hegeliano y maxis Sobre la telolo iit implicit en ef marsismo véaee también Ch, Toor 1966 37 EI punto dela telaciba de Dilthey, y de los filGsofos de la merodologta Bermenetin eo gener son Hesse compo. a scion dhe ‘inte onsiuyé al mismo tempo una. progress oreniacion been Hegel Ys teadicion hola (Ch nota 23) Sobre ete wneulaions vse Macc 1952, en especial pp. 963 6. y Gadatner 1960, en expec P.M, se. 2, Dithey 1008 coneibuyé de manera deciiva la recuperation de Hegel cn este siglo ee 8 Georg Heatik von Weight 1850, descontando las brillantes pero aisladas contribuciones de Leibniz en el siglo xvt1—, ha sido un evento de la mayor importan- cia en si mismo para la metodologia y Ia filosofia de la ciencia, No obstante, dificilmente cabria decir que la logica formal se halla comprometida intrinsecamente con el positivismo 0 con una filosofia positivista de la ciencia. La alianza entre légica y positivis- | mo durante el presente siglo es, por consiguiente, un accidente histérico mas que una necesidad filosdfica El positivisino Iégico de los aos 1920 y 1930 fue el principal, aun sino el nico, afluente del que se nutrié la mis amplia cortiente de pensamiento filoséfico hoy cominmente conocida como filosofia_analitica Seria totalmente erréneo considerar que la filosofia analitica en su conjunto representa una rama del positi- vismo, Pero es acertado reconocer que las contribuciones de ia filosofia analitica a la metodologia y a la filosofia de la ciencia se han mantenido hasta hace bien poco predominantemente fieles al espfritu positivista, si por «pos ¢ entiende una filosofia partidaria del monismo metodolégica, de ideales mateméticos de perfeccin y deuna perspectiva tedrico-

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