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El espacio rural en Espafia cuenta con im| tantes recursos naturales y socioculturales, frautilizados, que son una reserva de espacio de ocio en el contexto de la Comunidad Europea. Mas alla de los aspectos econémicos, este tu- rismo puede ofrecer una mayor calidad cultural, TURISMO EN ESP ACIO RURAL vy deberia constituir un reto de trabajo para mu- chos animadores socioculturales. Este libro es una aportaci6n al disefio de una estrategia artesanal para el desarrollo de los re- cursos turisticos en el espacio rural, caracteriza- do por la revitalizacién de zonas atrasadas, la me- jora de la calidad de vida, y el intercambio entre la poblacion urbana y rural. El turismo en espacio rural hara cosas dife- rentes y, sobre todo, de una manera diferente y mejor: con la participacién en el disefio y la ges- tidn de agentes locales y animadores culturales. Venancio Bote Gomez Rehabilitacién del patrimonio sociocultural y de la economia local TURISMO EN ESPACIO RURAL Pn AUTAAROUL vw i nL rn “ i "TURISMO EN ESPACIO RURAL Rehabilitacio del patrimonio sociocultural y dela economia local Sonoda En Colaboracién con la Direccién General de Cooperacién Cultural del Ministerio de Cultura 1.—Formacién de animadores y dingmicas de la animacién. Paloma Lépez de Ceballos - Marfa Salas Larrazsbal. 2.—Planificacién social y organizacién de la comunidad. ‘Marco Marchioni. 3.—Aulas de cultura en el medio rural. Angel de Castro, 4.—Gula de recursos comunitarios en el mundo rural CARITAS ESPANOLA. '5.—Un método para la investigaci6n-accién participativa, Paloma Lopez de Ceballos. 6.—Psicologia humantsica, animacién sociocultural y pro- bblemas sociales. Antonio Martin Gonzélez. 7.12 animacién sociocultural: una propuesta metodoligica. Fernando Cembranos, David H. Montesinos y Marfa Bustelo. 8.—Cultura y prisi6n, una experiencia y un proyecto de ac- cién sociocultural penitenciaria. Enrique Arnanz. 9.—La necesidad y el placer de leer. José Antonio Pérez Rioja 10.—Turismo en espacio rural, rehabilitacién del patrimonio sociocultural y de la economia local Venancio Bote Gémez. 11.—Animacin sociocultural, cultura y ierrtorio, Toni Puig. Venancio Bote Gémez TURISMO EN ESPACIO RURAL Rehabilitacién del patrimonio sociocultural y de fa economia local A mi padre, con gratitud y catifio AGRADECIMIENTOS Este libro ha contado con {a colaboracién de un importante ‘ntimero de instituciones y personas. Entre ellas debo destacar, en primer lugar, al Consejo Superior de Investigaciones Cientfl cas que, desde 1983 apoyé decididamente las actividades inves- tigadoras en la «Economia del Turismo» y particularmente sobre el turismo en espacio rural. A este apoyo del CSIC, se unié posteriormente el de la Di- reccién General de Turismo de la Junta de Extremadura, !a Di- reccién Regional de la Diputacién General de Arag6n y muy es- pecialmente la Direccién Regional de Turismo del Principado de Asturias, que estimaron de interés realizar investigaciones apli- ‘cadas sobre la conservacién y desarrollo de los recursos turisti- cos en espacio rural en sus respectivas Comunidades Auténo- mas. Es imprescindible agradecer la colaboracién prestada por to- das aquellas personas que han aportado informacién para la ela- boracién de estas investigaciones (Alcaldes, Concejales, Secre- tarios de Ayuntamientos, hoteleros, turisas, particulares, etc.) que han sido entrevistados en ia comarca de la Vera (Caceres), Concejo de Taramundi (Asturias) y municipios seleccionados en el Maestrazgo Turolense (Teruel) Por su contribucién cientifca y técnica debo subrayar mi agra- decimiento al equipo de colaboradores que han participado en estas investigaciones y muy particularmente a R. Alvarez Cuer- vo, J. L. Garcia Grinda y F. Leno Cerro, con quienes he com- Partido numerosas reuniones de trabajo y reflexionado conjun- famente. También deseo expresar mi agradecimiento a A. Huescar Martinez y R. Alvarez Cuervo por sus acertadas obser- vaciones a la primera version de este libro. 7 ‘Como en otras ocasiones, he contado con la colaboracién. de M, C. Pérez Azorin y, especialmente, de M. Machuca Her- néndez, que han mecanografiado estos trabajos de investigacion, y de C. Nifiez Martinez que ha dirigido los trabajos de campo yla mecanizaci6n y presentaci6n de los resultados estadisticos. ‘A la Direccién General de Cooperacin Cultural del Ministe- rio de Cultura deseo agradecer el interés por editar estas refle- xiones sobre el turismo rural y contribuir asf a su difusién. A todos los anteriormente mencionados y a otras personas que pueda, injustamente, haber olvidado, agradeico su colabo- racién, eximiéndoles l6gicamente de toda responsabilidad sobre “Tas ideas que se recogen en este libro. I. INTRODUCCION El fenémeno turistico en Espafia constituye una actividad eco- némica de considerable importancia, tanto por el papel que juega en la economia nacional como por las posibiidades que oftece o puede ofrecer en el futuro desarrollo econémico y 50- ciocultural. A pesar de ello, el desarrollo turstico espafiol ha ido acompafiado de prejuicios o recelos, debido al caracter funda- mentalmente de bien inmaterial o servicio y a la calificacién de actividad coyuntural o poco estable por su naturaleza de consu- mo de «lujo»', Sin embargo, en el caso espafiol no existen pruebas de sla falta de estabilidad> de la actividad turistica, no s6lo durante los afios sesenta y principios de los setenta sino incluso a partir de la crisis econémica, pues tanto la demanda interna como exter- na siguen siendo crecientes, pudiéndose afirmar que es una de las actividades que mejor ha soportado los efectos negatives de la crisis econémica, no ha necesitado un proceso de reconver- sién para superar los excedentes de empleo como el sector in- dustrial y, simulténeamente, ha sabido adaptarse a las nuevas exigencias de la demanda y esta iniroduciendo nuevas iecnolo- sofas. La actividad turstica-ha sido escasamente incluida en la teo- rfa del desarrollo econémico y sociocultural, debido a las limita- clones estadisticas y de los instrumentos de anlisis econémico y ha sido considerada como una actividad especffica de pafses yzonas en desarrollo y se ha olvidado que es una actividad im- portante y que esté més estructurada precisamente en los pafses més desarrollados. No obstante, los prejuicios y recelos existentes a partir de los afios sesenta, el modelo de desarrollo turfstico espafiol significa 9 ‘una tuptura respecto a la estrategia de desarrollo tradicional, pues el proceso de industrializacién ha obtenido las divisas para su fi- nanciacién fundamentalmente del «sector» turfstico y no de los sectores primarios como hist6ricamente habfa sucedido en los paf- ses més desarrollados y generalmente se aconseja a los paises en desarrollo. Dado de que la crisis econémica actual es fundamentalmen- te una crisis industrial, los prejuicios sobre los servicios en gene- ral y el turismo en particular han remitido en los afios ochenta, se ha revitalizado su papel en la estrategia de desarrollo y en las relaciones internacionales y, actualmente, tos organismos inter- nacionales prestan a su estudio un interés creciente, El desarollo turistico espajiol presenta, sin embargo, benefi- clos, costes y riesgos que es importante tener en cuenta para ob- tener una evaluacién integral. La politica turistica espafiola se ca- racteriza fundamentalmente por la maximizaci6n, a corto plazo, de las variables econémicas cuantitativas (ntimero de turistas ¢ ‘ingresos en divisas, fundamentalmente) y una menor sensibili dad por los costes y riesgos a largo plazo, de més dificil cuantif- caci6n, tales como el deterioro de recursos limitados, de alta ca- lidad ecolégica, del litoral y del espacio interior, especialmente préximo a los grandes ntcleos urbanos. Es importante subrayar que carecen de sentido las criticas ge- néricas al turismo pues los beneficios, costes y riesgos de la acti- vidad turistica se explican por las diferentes estrategias de desa- rrollo turistico elegidas. Ast, por ejemplo, existe un modelo de desarrollo turistico, producto de la civilizacién urbana e indus- trial, de gran escala y concentrado desde ef’ punto de vista de la oferta y masificado desde el punto de vista de la demanda, que puede generar efectos negativos en el visitante o turista (vi- sin incompleta e incluso falsa del pafs o zona visitada, esparci- miento no creativo cuya motivacién es, en muchas ocasiones, una el y frustrantes condiciones de trabajo, etc.), en los habitantes y comunidades receptoras (crea- ci6n de una imagen esterotipada y falsa del turista y de diferen- tes tipos de dependencia, estimulo de actividades consumistas, especialmente en los jévenes, percepcién de reducidos benefi- ios directos e indirectos, etc.) y en los recursos naturales y so- cioculturales (deterioro del paisaje y medio ambiente en gene- ral, pérdida de autenticidad, comercializaci6n y uniformizacién de'la cultura local, ete.) Sin embargo, esta estrategia de desarrollo turistico no es la Gmica posible. Existen otras estrategias, de carécter artesanal, més 10 ‘especificas de las sociedades postindustriales en las que el turis- ‘mo, por el contrario, puede generar efectos positivos en el turis- ta (desarrollo de la personalidad, recuperacién de las energias fisicas y psiquicas, fomento de la cooperacién y amistad con la po- blacién residente, percepcién auténtica de ta cultura local, etc.), en los habitantes y comunidades receptoras (toma de conciencia de la cultura propia, estimulo al desarrollo de zonas desfavoreci das, factor de cambio social, etc.) y en los recursos naturales y socioculturales (instrumento de conservacién de la arquitectura culta y popular, proteccién de! medio natural, estimulo de la in- vestigacién y recuperacién del patrimonio sociocultural, etc.) * Los beneficios, costes y riesgos del turismo dependen, pues, de la estrategia elegida en cada pais e incluso dentro de un mo pais pueden coexistir diferentes estrategias de desarrollo tu- tistico Desde esta nueva perspectiva parece légico desmitficar el ob- jetivo de maximizar el nimero de turistas, pues lo importante es conocer los beneficios y costes econémicos y socioculturales que cada tipo de turismo 0 cada estrategia de desarrollo turistico im- plica. En un contexto de incertidumbre de la economia mundial es probable que la actividad turfstica presente en el futuro un cre- cimiento més lento que las décadas anteriores pero més cons- ciente de los beneficios, costes y riesgos de la estrategia elegida, si $e tiene en cuenta los avances en las técnicas de la planifica~ cién y evaluacién de impactos econémicos, socioculturales y eco- némicos®. El problema consiste, pues, en definir qué modelo o estrate- gla de desarrollo turistico hay que elegir con el fin de evitar los costes y tiesgos de un desarrollo esponténeo y escasamente con- trolado y contribuir a potenciar intercambios econémicos y so- cioculturales m4s auténticos y profundos entre las poblaciones de las zonas emisoras y receptoras. Precisamenie, ia definicién de una estrategia artesanai de de- sarrollo turistico constituye una linea de investigacién fecunda con elfin de superar los prejuicios o recelos al turismo en el caso €s- pafol, fruto de una estrategia espectfica de desarrollo turfstico implantada en el litoral. Por otra parte, esta investigacién es cada ‘vez més urgente en Espafia que, junto a la fuerte concentracién de la oferta turistica en el itoral, cuenta paradéjicamente can im- Portantes recursos infrautlizados en el espacio rural o interior que corren el riesgo de deterioro, por la fragilidad de los recursos na- turales y socioculturales, la demanda creciente de utilizacién de ul este espacio de ocio en las sociedades postindustriales y las defi- ciencias en la politica turfstica espafiola en espacio rural. La actividad turistica se caracteriza por una menor concen- traci6n espacial que las actividades industriales y juega un papel importante ‘en el desarrollo regional de numerosos pafses desa- rrollados y en desarrollo. En los afios ochenta, desde el punto de vista espacial ha sido significativa su contribucién al desarro- llo local y se han ejecutado estrategias de desarrollo artesanales, caracterizadas por una preocupacién por la proteccién y conser- vacién de los recursos naturales y socioculturales, creacién de una oferta no concentrada y de pequefia escala, fomento de los intercambios socioculturales y gestién local de los recursos turis- ticos. En el caso espaiiol, la definicién y aplicacién de una estrate- gia artesanal de conservacién y desarrollo de los recursos turisti- cos en espacio rural, constituye una de las tareas més importan- tes de la poltica turistica espafiola en los pr6ximos afios, en la que estén fundamentalmente interesadas las entidades Locales y Comunidades Auténomas, especialmente a partir de la trans- ferencia de competencias en materia turistica por parte de la Ad- ministracién Central. Desde el punto de vista espacial, el modelo de desarrollo tu- tfstico espafiol se caracteriza por una fuerte concentracién de la planta turistica en el recurso playa (0 litoral) y un escaso interés por la-conservaci6n y desarrollo de los recursos naturales y so- cioculturales del interior del pafs. Sin embargo, la instrumenta- cién de una politica de turismo rural en Espafia es urgente por su importancia en la revitalizaci6n de comarcas atrasadas, en la mejora de la calidad de vida e intercambio entre la poblaci6n ur- bana y rural, como mecanismo de conservacién de los recursos naturales y rehal in del patrimonio sociocultural, de diver- sificacién de la oferta turistica espafiola y de comprensién entre fos habitantes de las distintas Comunidades Auténomas. A pesar de esta importancia econémica y sociocultural, sus perspectivas de crecimiento y el desarrollo alcanzado en otros paf- ses europeos, el turismo rural en Espafia es un fenémeno cientt- ficamente poco conocido, que necesita medidas urgentes con el fin de conseguir una utiizaci6n responsable del espacio rural. Pre- cisamente para contribuir a disefiar una politica a este respecto, el Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC) inicié, en 1983, un programa de investigacién sobre instrumentos de ordenacién, gestion y promocién del turismo rural en Espafia. Concretamente, un objetivo fundamental de esta obra es rea- 12 lizar una reflexién global sobre los principales aspectos (situaci6n actual, potencialidad, medidas a adoptar, etc.) en Espafia, en relacién con la conservacién y desarrollo de los recursos turfst- cos en espacio rural, a partir de las investigaciones realizadas en el CSIC desde 1983, dado el interés creciente por este tipo de turismo de las entidades locales, Comunidades Aut6nomas, pro- fesionales y estudiantes, EI andlisis posterior consta de tres partes interrelacionadas. En la primera (capftulos Il, IIl y IV) se expone la importancia y principales caracteristicas de la oferta y demanda turistica en es- pacio rural en Espafia, la potencialidad de un turismo de calidad nacional e internacional y los objetivos de la estrategia artesanal y del cambio de estructura que es necesario realizar para superar la fase de desarrollo esponténeo actual. En la segunda parte (capitulos V y VI) se analizan los ele- mentos de la oferta turfstica en espacio rural: los principales ti- pos de alojamientos y actividades recreativo-deportivas y de ani- macién sociocultural, especificas del espacio rural y més idéneas desde el punto de vista de una estrategia artesanal. En la tercera fase (capitulos VII y VIII) se analizan los obs- téculos e instrumentos del desarrollo y conservacién de los re- cursos turfsticos en espacio rural en Espafia (necesidad de un con- senso y adhesién de la poblaci6n rural, gestién y comercializacién integrada, concertacién entre la Administracién Central, Auto- némica y Local, ete.) asi como los efectos positives, negativos y riesgos de la implantacién de una estrategia artesanal de desa- rrollo turfstico en espacio rural. Con el fin de aportar una perspectiva integral de los princi- pales aspectos que la conversién y desarrollo de los recursos tu- risticos en espacio rural implican, se ha evitado conscientemente los aspectos metodolégicos (sobre estudios de mercado, evalua- cidén de recursos, definicién de objetivos y programas, etc.) que texigifan una obra més extensa y constituyen probablemente dls- ciplinas mAs especfficas de un curso de especializacién. La obra tiene como Smbito de reflexién el turismo rural en Espajia, aunque, especialmente en la segunda y tercera parte, se hace inevitable recurrir con frecuencia a experiencias de paf- ses europeos més avanzados con el fin de mostrar, m&s concre- tamente, las medidas a adoptar en nuestro pats. ‘Sin embargo, es importante subrayar que no se persigue con ello recomendar una mera copia de las experiencias de estos pal- ses, pues aunque parezca paradéjico, existen diferentes interpre- taciones de qué se entiende por espacio rural, incluso entre los 13 paises miembros de la CEE, debido a las diferenc en el contexto espacial y sociocultural. As, por ejemplo, Italia y Francia definen como espacio rural zonas con pequefios niicleos de poblacién. Sin embargo, mien- tras Francia opone espacio rural a la ciudad, litoral y montafia, Italia incluye la montafia en el espacio rural. En Gran Bretafia ¢ Irlanda la nocién de campo («country») se opone a la ciudad («town»), con la particularidad de que es «ciudad» toda aglome- raci6n, cualquiera que sea su tamajio. En Portugal y Grecia se. entiende como espacio rural aquél que tiene una vocacién agra- ria. Como en otros pafses, en Espafia existe una definicién esta- distica del espacio rural (poblaciones con menos de 15.000 ha- bitantes), que carece de sentido dada la heterogeneidad existen- te segtin’ Comunidades Auténomas, y desde el punto de vista de la Administraci6n turistica prevalece la concepcién del turis- mo rural como actividad turfstica del «interior». A sta ambigtiedad en el concepto de espacio rural hay que ajiadir la variedad de términos utilizados para su denominacién: turismo rural, agri-turismo, turismo verde, turismo alternative... por lo que el informe elaborado por la CEE* recomienda a los Estados miembros precisar su concepto que evidentemente res- ponde a condiciones naturales y socioculturales espectfcas. Con el fin de faciitar la comprensi6n de los capitulos de esta obra es imprescindible realizar algunas precisiones previas en re- lacién, al menos, a dos conceptos més frecuentemente utiliza- dos: turismo rural y agriturismo. La Comisién de las Comunidades Europeas utiiza el concepto. més amplio de turismo rural, que engloba no solamente el turis- mo en finca o explotacién agraria (agriturismo) «sino también cual- quier actividad turistica en espacio rural». En este sentido, el agri- turismo es Gnicamente una de las actividades turisticas que se quer existentes res 0 campesinos. Entre las definiciones més completas de agriturismo merece destacarse la realizada por el Presidente del Agriturismo italia- no que entiende por agriturismo «la hospitalidad de los agricul- tores en alojamientos restaurados a partir cle antiguos edi rurales y en espacios al aire libre para el camping, los servicios de alimentaci6n o comidas a base de productos de la explota- cién y las actividades culturales y de ocio realizadas por los turis- tas en las explotaciones agrarias». Aunque en los capftulos que siquen se utiizan los dos térmi- 14 ‘nos, turismo rural o en espacio rural y agriturismo, es necesario subrayar que en Espafia se pueden, a su vez, establecer varios subtipos segtin la forma y espacio rural utiizado (en pueblos del interior y de la sierra, 4reas naturales, itinerante, etc.). Este libro se dedica fundamentalmente al «turisno en pueblos» que, como pone de manifiesto la encuesta realizada por el CSIC, es hoy el ms importante, presenta mayores perspectivas de crecimiento y contribuye més eficientemente a la rehabiltacién de los recur- sos naturales y socioculturales y a la revitalizacién de la econo- fa local. ‘La importancia que en Espafia tienen los recursos de sol y playa, tanto para el turismo internacional como interno, ha he- cho que el turismo en espacio rural haya sido en gran medida olvidado. Sin embargo, el espacio rural cuenta con importantes y variados recursos naturales y socioculturales infrautilizados (amplios espacios de tranqullidad y reposo, paisaje atractivo, importante patrimonio arquitect6nico, fiestas populares, recursos artesana- les y gastronémicos, etc.) que lo convierten en una reserva de espacio de ocio en el contexto de la CEE y con capacidad para captar un turismo de calidad de 4mbito nacional e internacional que, aunque de pequefia escala, se caracteriza por un nivel eco- némico y especialmente cultural més elevado que el turismo de gran escala en que se ha especializado el litoral mediterréneo. ‘Sin embargo, el turismo rural no es Gnicamente un compo- nente de la calidad de vida de la poblacién urbana, sino también un instrumento de rehabilitacién del patrimonio sociocultural y de revitalizaci6n de la economia local y, en definitiva, un nuevo di&logo entre el hombre y su entorno natural y sociocultural que persigue un mayor entendimiento y solidaridad entre el medio tural y urbano en orden a superar la crisis de valores de la socie- dad urbana e industrial 1 Bore Gomez, V.: Planificacién econémica del turismo: de una estat ica masiva a una estrategia artesanal. Editorial Trllas. México. *"Organizacién Mundial del Turismo. Declaracién de Manila sobre el Tu: rismo Mundial. Manila, 1980. 3 Organizacién Mundial del Turismo, Estudio Econémico del Turismo ‘Mundial: el turismo en un contexto de crisis y predominio de la economia de log servicios. Madrid, 1987. GROLLEAU, H.’ Le tourisme rural dans les 12 Etats membres de Ia CEE. Commission des Communautés Euopeennes. Service de Tourisme. 1987, © VELLUTI Zant, §.: Tourisme et loisrs en milieu rural. Consejo de Euro. pa, 1988 15 Il. IMPORTANCIA Y PRINCIPALES CARACTERISTICAS DE LA DEMANDA TURISTICA EN ESPACIO RURAL La demanda turistica en espacio rural constituye un flujo im- portante, esponténeo y heterogéneo. Las investigaciones reali- zadas permiten identificar los siguientes tipos fundamentales de turistas en espacio rural (véase Gréfico II-1.) — Demanda interna (o turismo realizado por los residentes en Espafia), formada por una variedad de subtipos con comportamientos diferentes, segtin utilicen alojamiento comercial (hoteles, hostales, fondas, campings, etc.) 0 alo- jamientos privados (casas de familiares y amigos, residen- cia secundaria, etc.). — Demanda internacional (0 turismo realizado por los no residentes en Espafia) constituido por dos subtipos fun- damentales: los extranjeros que utilizan alojamiento co- ‘mercial y los espafioles residentes en el extranjero que ge- neralmente utilizan alojamientos privados. Las principales caracterfsticas cuantitativas y cualitativas de la demanda turfstica actual en Espafia, que se analizan a conti nuacién, se fundamentan en un conjunto de investigaciones rea- lizadas en el Consejo Superior de Investigaciones Cientificas a partir de 1983 y que se recogen en las sugerencias bibliogréfi- cas. 1. Flujo turfstico importante y no concentrado Segiin el informe realizado por la Comunidad Econémica Europea (CEE), Espafia y R. F. de Alemania son los Gnicos pat- 17 Grético PRINCIPALES TIPOS DE TURISTAS IDENTIFICADOS EN EL ESPACIO RURAL 18 ge sg z 38 42// #3 Eg 8 = a2 ds 22] #2 as 28 as & es 3S 2 z i, ge ed SS 2 zs g as <3 & es = 23 is ae 2% ee 4 3 3 g A a3 ge 38 eg = 8 i é ses miembros que han realizado una investigaci6n especifica so- bre la demanda turfstica en espacio rural de 4mbito nacional A partir de la investigacién espafiola realizada? en 1983, se es- tima que del total de hogares que salieron de vacaciones en ese afio en poblaciones mayores de 100.000 habitantes, un 43,8 por 100 pasé sus vacaciones en el espacio rural, lo que representa un flujo de més de un mill6n (exactamente 1.035.000 familias) y aproximadamente 3,6 millones de personas. Esta demanda debe ser considerada minima ya que no incluye por razones me- todol6gicas los siguientes flujos tursticos: — El turismo al espacio rural en otros perfodos vacaciona- les (Semana Santa, Navidades y puentes) y especialmente fines de semana. — El turismo emitido por las poblaciones menores de 100.000 habitantes. . — La poblacién juvenil que pasa sus vacaciones en el espa- cio rural independiente de la fa — Elturismo de los no residentes en Espafa (emigrantes y extranjeros) {esultados semejantes se obtienen en la investigacién reali- fa por la CEE sobre las vacaciones en 1985 de los doce pafses miembros. Segiin esta investigacién, el 27 por 100 de la pobla- ci6n espaiola que salié de vacaciones en ese afio? utiliz6 el es- pacio rural, lo que representa un flujo aproximadamente de 3,3 millones de personas mayores de 15 afios*, La demanda turistica en espacio rural no se concentra espa- cialmente a diferencia del turismo del litoral. Todas las provin- cias y Comunidades Auténomas son receptoras, en mayor o me- nor grado, pudiendo establecerse segiin la importancia del flujo turfstico tres grupos de Comunidades Aut6nomas (véase cuadro M1) — Un primer grupo, constituido por las Comunidades Aut6- nomas de Castilla y Leén, Castilla-La Mancha, Andalu- cia y Catalufia, que reciben, cada una de elias, entre 100.000 y 180.000 familias y que en conjunto represen- taban el 56,4 por 100 de la demanda total encuestada. — Un segundo grupo constituido por Arag6n, Extremadu- ra, Valencia, Madrid y Galicia, que reciben entre 50.000 1y 75,000 farnilias, cada una, y que representaban el 30,6 por 100 de la demanda total, y 19 Cuadro Il.1 ORIGEN Y DESTINO DE LA DEMANDA TURISTICA EN ESPACIO RURAL SEGUN CC.AA. EN 1983 20 (Miles de familias) C. Leén samt ge Vasco | C. La Mancha| Pais AS AROMA Ae HY a Valencia Murcia woe narggras 108» & | Tequgeaagpan, 3304 Catalufa | Madrid RAHI 87x & sie Beye ey rp 1rseaists mari 1g8 253 Begl-ia@es isms ing <2 3 7 ge RTO pees | 25 | wy |Ssezza aggean gs 35 a as i alga 3 g goed sue s€fasizietes§ise syeaisgesdaeehhsksb — Un tercer grupo, constituido por el resto de las Comunt- dades Aut6nomas, que reciben flujos turisticos de menor cuantia, El gasto medio en 1983 fue de 65.000 ptas. por familia, gas- to relativamente reducido que se explica porque la mayoria de las familias que pasan sus vacaciones en el espacio rural no utili za alojamiento comercial. Sin embargo, la demanda turistica en ‘espacio rural genera un flujo monetario de considerable impor- tancia (del orden de 67.000 millones de pesetas en 1983) que se distribuye por todas las Comunidades Auténomas. 2. Car&cter urbano de la demanda La demanda presenta un marcado carécter urbano, siendo los principales nGcleos emisofes las éreas metropolitanas espa ffolas. Como pone de manifiesto el cuadro II.1 los nticleos urba- nos de tres Comunidades AutGnomas (Madrid, Catalufa y Pais Vasco) emiten mAs del 67 por 100 de la demanda tatal encues- tada. En cuanto a la procedencia existe una gran heterogeneidad. pudiéndose establecer, al menos, tres tipos de Comunidades Auténomas receptoras de turismo rural: — Comunidades Auténomas, donde un porcentaje muy ele- vado de familias que pasan sus vacaciones en un espacio tural, procede de nticleos urbanos de la propia Comuni- dad Aut6noma. Tal es el caso de fa Comunidad Auténo- ma de Madrid, que recibe el 91 por 100 de! flujo turistico de la propia Comunidad Auténoma, de Cataluria que re- cibe el 92 por 100 y del Pafs Vasco que recibe el 79 por — Comunidades Auténomas, donde, por el contratio, un porcentaje elevado de las familias que pasan las vacacio- nes en su espacio tural, procede de nticleos urbanos de otras Comunidades Auténomas. Tal es el caso, por ejem- plo, de Castilia-Leén, Extremadura y Castilla-La Mancha (que reciben de la Comunidad Auténoma de Madrid el 52, 58 y 73 por 100 respectivamente), de Aragén (que recibe el 43 por 100 de Catalufia) o de Rioja (que recibe ‘un 84 por 100 del Pais Vasco) — Comunidades Aut6nomas donde et porcentaje que tec 21 ben de las éreas urbanas de la propia Comunidad y de otras Comunidades Auténomas esté relativamente equi: librado. Tal es el caso, por ejemplo, de Andalucia y As- turias. La importancia emisora de los niicleos urbanos de tres Co- munidades Auténomas, Madrid, Catalufia y Pafs Vasco, en un elevado nimero de Comunidades Auténomas se explica por la emigraci6n que tuvo lugar en los afios 60 y 70 desde las zonas rurales. El flujo turfstico actual constituye una vuelta temporal «a los origenes» para visitar a los familiares y amigos adem&s de pa- sar las vacaciones. También en el espacio rural pasan sus vacaciones un reduci- do pero significative niimero de extranjeros, @ pesar de las defi- clencias existentes en la oferta de alojamiento, a que se hace re- ferencia en el capitulo Ill insuficiente politica de promocién y comercializacién del turismo en espacio rural 3. Importancia cuantitativa de los visitantes con vinculos familiares en el espacio rural En el importante flujo de turistas que utilizan el espacio rural en la actualidad, existe una variedad de tipos con comportamien- tos diferentes, pudiéndose establecer dos grupos de visitantes cla- ramente diferenciados: — Los que tienen vinculos familiares en el espacio rural y que utilizan alojamientos privados (viviendas de residen- tes y residencias secundarias) y — Los que no tienen vinculos familiares en el espacio rural, han elegido més iibremente este destino para sus vaca- ciones y utiizan los alojamientos turisticos comerciales (ho- teles, hostales, campings, etc.) A su vez dentro de estos dos grandes grupos, existen dife rencias en el comportamiento (gasto, estadfa y otras variables tu- risticas fundamentales) , segtin la procedencia (extranjeros y tu. ristas nacionales), nivel socioeconémico y especialmente el tipo de alojamiento utilzado. La complejidad y heterogeneidad de la demanda turistica en ‘espacio rural hace dificil cualquier generalizaci6n y exige un tra- 22 tamiento especffico, para cada tipo, en la estrategia de planif cién y promocién. El grupo ms importante cuantitativamente de la demanda actual (en toro al 85 por 100) son personas, con vinculos fami- liares en ef espacio rural en que pasan sus vacaciones y, por con- siguiente, se alojan en casas de familiares o amigos y en «vivien- das propias» (0 residencias secundarias), su motivacién fundamental es la visita de familiares y amigos ademés de pasar las vacaciones, son fieles a la zona pues repiten la visita todos los afios y presentan una estadia elevada y un gasto por persona y dia reducido. El grupo mas reducido (en torno al 15 por 100) son perso- nas que no tienen vinculos familiares en el espacio rural donde pasan sus vacaciones y, en consecuencia, utilizan alojamiento co- mercial (hoteles, hostales, campings, etc.), su motivacién no es la vista de familiares sino los recursos (tranquilidad y reposo, con- tacto con la naturaleza, etc.) del espacio rural, un porcentaje sig nificativo repite la visita todos los afios, aunque no son tan fieles como el primer grupo, y presentan estadias generalmente mas educidas y gasto por persona y dia més elevados. a 4. Carécter familiar y esponténeo de las vacaciones Cualquiera que sea el tipo de turistas, el carécter familiar de las vacaciones es evidente, pues, précticamente la totalidad sale de vacaciones con miembros de su familia y utiliza, como medio, de transporte, el automévil propio o de familiares y amigos. En la actuatidad, el turismo rural es un fenmeno fundamen- talmente esponténeo. Asf, por ejemplo es reducida la incidencia de la informacion en la elecci6n de la zona como lugar de vaca- ciones, ya que la mayoria de las familias la conocen de afios an- teriores y précticamente la totalidad organiza sus vacaciones por su cuenta, sin recurrir a agencias de viajes o algtin tipo de aso- ciaci6n o institucién. 5. Motivaciones especificas del medio rural Tener vivienda en el espacio rural (casas de familiares o re dencias secundarias) constituye la raz6n que més influye en la 23 eleccién del lugar de vacaciones pot los que utilizan alojamien- tos privados. Otras razones que influyen en la elecciGn son la tran- quilidad y reposo, la visita de los familiares y amigos, los precios baratos y el atractivo del lugar. Los que no tienen vivienda en cl espacio rural y utlizan alojamiento comercial (hoteles, hosta- les y campings, etc.) sefialan més frecuentemente que el primer gTupo, la siguientes razones de elecci6n del lugar de vacaciones: franquilidad y reposo, precios baratos y atractivos del lugar. En opini6n de fas farnilias entrevistadas, el principal atractivo del medio rural, donde pasaron sus vacaciones, es la tranquil dad y el reposo, el aire puro y no contaminado y el contacto con la naturaleza, lo que indica que la poblaci6n urbana, que pasa sus vacaciones en el medio rural, valora en sus vacaciones aque- llos aspectos de la calidad de vida en que el medio rural aventaja al medio urbano. Sin embargo, los atractivos socio-culturales (folkl6ricos, mo- numentales, gastronémicos, etc.) y deportivos son escasamente sefialados por la demanda turfstica actual. 6. Predominio de las vacaciones en «pueblos» La encuesta de 4mbito nacional realizada por el Consejo Su- perior de Investigaciones Cientificas permite identificar los tipos de espacio utiizados por los hogares que pasaron sus vacacio- nes en el medio rural. La mayoria (el 57 por 100) de los hogares pasaron sus vacaciones en un «pueblo» del interior, un porcen- taje importante (el 32 por 100) en un «pueblo» de la sierra y por- centajes m4s reducido pasaron sus vacaciones en éreas natura- les que no eran «pueblos» (el 6 por 100) o realizaron un viaje itinerante por el medio rural (4 por 100). Son, pues, las vacacio- nes en «pueblos» las més frecuentes en el caso espafiol. 7. Estacionalidad elevada La mayor parte del flujo turistico, cualquiera que sen su tipa, se concentra en un corto periodo de la época estival, Semana Santa y Navidades y algunos fines de semana a lo largo del afi. La concentracién temporal de la demanda implica cierto grado de saturaci6n, en los periodos punta {julio y agosto}, en deter- minados municipios y en utlizaci6n de algunos recursos y esta- 24 blecimientos turisticos. Sin embargo, en el resto del afio el grado de acupacion de los establecimientos comerciales es notablemente més bajo, lo que exige una clara pofftica de mejor distribucién de la demanda en el tiempo. 8. Importancia del alojamiente privado La heterogeneidad de la demanda implica un alto grado de diversidad en la oferta de alojamiento, identificdndose los siguien- tes tipos fundamentales: — Hoteles y otros establecimientos asimilados (hostales, pen- siones, etc.). Campings. Alojamientos privados (residencias secundarias y casas de residentes). Alojamientos privados de carécter comercial (alquiler de habitaciones, apartamentos, etc.) Y ottos tipos de alojamientos turisticos (de empresas, or- ganizaciones socioculturales, etc.). La gran mayoria de las familias que’ pasan sus vacaciones en el espacio rural (e! 81 por 100) utiliza alojamientos privados de cardcter no comercial: viviendas de familiares y amigos (45 por $00) y residencias secundarias en urbanizacién o «pueblo» (36 por 100) A este respecto existen diferencias segtin nivel socioecon6- mico, pues mientras en las clases medi alta y alta la mayoria (e157 por 100) utiliza segunda residencia (en urbanizaci6n o «pue- blo»), en fas clases media baja y baja la mayoria utiliza preferen- temente (el 51 por 100) vivienda de familiares y amigos. Es de interés sefialar que un porcentale importante (el 39 por 100), de las familias que salieron de vacaciones en 1983, po- seian segunda residencia en el medio rural. Evidentemente, el porcentaje de familias que poseen segunda residencia o pascela en el medio rural es més elevado en las clases alta y media alta (87 por 100) que en las clases baja y media baja (37 por 100) Los alojamientas turisticos comerciales no son pues los més utilizados en espacio rural. Este tipo de alojamiento es utlizado finicamente por un 6 por 100 de las familias, correspondiendo alos establecimientos hoteleros (hoteles, hostales, pensiones, etc.) {in por 100 y a los extrahoteleros (0 campings) un 2 por 100. 25 Un porcentaje también reducido de familias que pasan sus. vacaciones en espacio rural (el 7 por 100) utiizan alojamientos rivados de carécter comercial (alquiler de casas y habitaciones). En el espacio rural existen ademés otros tipos de alojamien- tos cualitativamente significativos. Algunas familias (un 2 por 100 de las encuestadas) utilizan por ejemplo alojamientos (residen- cias, albergues, etc.) de empresas, Comunidades Auténomas y otras instituciones. Sin embargo su reducida importancia es un indicador de que el séctor piblico y la «sociedad civil» no han desarrollado, a semejanza de otros pafses, una oferta de aloja- miento de carécter social en espacio rural. ‘Ademés existen en el espacio rural otras formas de alojamiento «ilegales» o escasamente reglamentadas, tales como la «acam- pada libre» que es utilizada por un significative 3 por 100 de la demanda turistica. Es importante sefialar a este respecto que la Gnica oferta de alojamiento especifica en espacio rural, las denominadas «casas de labranza», no tienen una respuesta significativa en la encues- ta, debido a las deficiencias analizadas en el capitulo VII y a que la gran mayor'a (el 74 por 100) de los entrevistados descono- cfan la guia que se publicaba sobre este tipo de alojamiento. La reducida importancia de hoteles y asimailados, la insufciente reglamentaci6n y control de algunas {6rmulas de alojamiento (al- uiler de viviendas y habitaciones y «acampada libre») y la ambi- qua oferta especifca («casas de labranza») ponen de manifesto las lagunas de la politica turfstica en espacio rural en Espaiia y el carécter fundamentalmente esponténeo de este tipo de turis- mo en la actualidad : 9. Predominio de turistas de clases media y modesta Aunque en el espacio rural pasan las vacaciones todas las cla- ses sociales, en la actualidad predominan los niveles socioeco- némicos medios y modestos, tanto en el caso de los visitantes con vinculos familiares como los que utiizan alojamiento comer- cial. La demanda turistica actual en espacio rural no es un flujo de clase baja, como tépicamente se admite, pues dado el nivel socioeconémico del pais esta clase socioeconémica, en gran me- dida, no sale de vacaciones’, lo que explica que su participa- 26 ci6n en el turismo en espacio rural sea muy reducida (en torno al 3 por 100) ‘Segtin la encuesta nacional realizada, el flujo de clase media y media baja que pasaba sus vacaciones en el Pato fepresenfaba el 88 por 100-dea demands toal-con une meanest i Tambitnpedominan os eles de ns ado.s+ mario, entre Tas familias que pasaron sus vacaciones en el medio tentan estudios primarios, el rae ‘por 100 estudios medios y el 11 por 106 En cualquier caso, lo que es importante destacar es que en el espacio rural espafiol, en la actualidad, pasan sus vacaciones tun reducido flujo turistico, de clase media-alta y alta, estadia va- cacional y alojamiento comercial, tanto nacional como interna- cional, dado que no existe una oferta de alojamiento espectfica (véase capftulo Il). 10. Alto grado de satisfaccién y fidelidad y cardcter pasivo de las vacaciones La mayorfa de los turistas que utilizan alojamientos privados consideran que sus vacaciones son satisfactorias y suelen pasar ‘sus vacaciones todos los afios en la misma zona. En el caso de os turistas que utilizan alojamiento comercial tarrbign la mayo- rfa sefiala que sus vacaciones son satisfactorias y un significativo porcentaje, aunque minoritario (en torno al 23 por 100 de los que se alojan en hoteles, fondas y hostales y un 20 por 100 de los que se alojan en campings) suelen pasar las vacaciones en el mismo lugar. Las razones sefialadas, por los turistas que utilizan alojamientos privados y repiten la visita todos los afios al mismo lugar, son Jas siguientes: «tener vivienda», eles gusta el lugar», «les cuesta menos» y «son del pueblo alguno de los cényuges». La raz6n mas frecuentemente sefialada, por los turistas que utiizan alojamiento comercial y no repiten las vacaciones al mis- mo lugar, es porque «les gusta conocer sitios nuevos» (91 por 100 en el caso de hoteles, hostales y fondas y 84 por 100 es el caso de! camping). 27 Cuadto Hh.2 ESTRUCTURA DE LA DEMANDA TURISTICA SEGON TIPOS DE ALOJAMIENTOS UTILIZADOS EN ESPACIO RURAL 8 EN 1983: % DEMANDA TOTAL Un gran mayoria, pues, de las familias consideran que sus, Heer i et Dol ane ne encuenian yun sFeentaje elevado (el 54 por 100) - fen ee ones: ee ee entrevistados sefialan deficiencias en 1a infraestructure (accesos, Tas actividades realizadas en las vacaciones por el cabeza de : descansar (70 por 100), ces (44 por 100). Por el contrario, Tos hijos utilzan el tiempo libre de forma més activa, siendo las actividades més frecuentemente sefiala- das hacer deporte (32 por 100) y excursiones (24 por 100). 1 Commission del Communautés Europeennes. Le tourisme rural dans les 2 Consejo Superior de Investigaciones Cientficas. La demanda turfsica en > Comisién de las Comunidades Europeas. Direccién General de Trans- 'y especfica al espacio rural, Ge ta nvestigacién espatiola son superiores a las de la CEE debido a diferen- clas metodologicas: la encuesta espaftola utiliza corno universa Gnicamente las ‘poblaciones mayores de 100.000 habitantes, y la CEE la totalidad dela pobla- Gién espafiola mayor de 15 aftos y las tasas de saida de vacaciones general yal medio rural, aumentan con el tamafo de los nGcleos urbanos, que son {bs principales emisores del flujo tusico general y especffico al espacio rural. 5°EI porcentaje de la poblacién espafola que todavia no sale de vacacio- ‘nes es del 56 por 100, segin \a investigacién realizada por la CEE para 1985. ara los doce miembros de la CEE, este porcentaje es también elevado {44 fblsas ggg 28 38, 388 oa g 3 gglsce 358 2), aoe Sig commun ; as ee) 'g deportives, etc.) y de animacion sociocultural 4 OAR MNM DH Hom AX 8°45 see os) S85 AS] familia son fundamentalmente pasiv sz = pasear (47 por 100) y reunirse con an Z [gan eee aR men aga 4 (S88 gag S8 Ten S3g £ love en=z 2m mmm cod g |g3S 25g 3) S89 sag 8 ygees #gg $2 G88 39g <5: ne 12 Etats membres de la CEE, pg. 21. 1987. Bes S23 23g 9, Fe sag) ‘espacio rural en 1983. Madrid 1984. a portes. Encuesta sobre las vacaciones en 1985. gle. ane ms ane oe * Las tasas de salida de vacaciones, general Hi/2.2 g88 5, BSS sag 3s oe g 2g aileem Aaa st mao anal z [888 deg SS G85 55g FE ag 2 $2 GRY ial ea 2 she S53 3 Bs g &3 i gs bank 942 83. 81 £48 83 385 £23 Espn Hi bik, gna Stas basa” Bas 38 aasgkadgass 83s 2a Pint lee: = - IIL _IMPORTANCIA Y PRINCIPALES CARACTERISTICAS DE LA OFERTA DE ALOJAMIENTO EN ESPACIO RURAL En la actualidad existe un. ajuste esponténeo entre oferta y demanda turistica. Asf los alojamientos privados (residencias se- cundarias y viviendas de residentes) son cuantitativamente més importantes que el alojamiento comercial (hoteles, hostales, cam- ping, etc.), que son cualitativamente significativos y orientados fundamentalmente a las clases media y media baja. 1. Alojamiento comercial reducido y de baja calidad En correspondencia con las caracteristicas de la demanda, la oferta comercial se caracteriza por la excesiva especializacién en alojamientos orientados a las clases media y media-baja. En el cuadro Ill.1. se recoge la estructura del alojamiento uti- lizado en la comarca de la Vera y el Maestrazgo Turolense en 1984 y 1987 respectivamente. Excepto el caso del Parador, que como se sefiaia posteriormenie, no constituye un alojamiento es- pectlicamente rural, aunque sf de calidad, todos los establecimien- {os existentes son de categoria modesta y precios reducidos (Ho- teles de 1 y 2 estrellas, fondas, hostales y campings) Entre las caracteristicas de este tipo de alojamiento comer- cial hay que destacar las siguientes: — Se trata generalmente de establecimientos de nueva cons- truccién que no incorporan elementos de la arquitectura rural especifica de las zonas. Cuadro t.1 TIPOS DE ALOJAMIENTO UTILIZADOS EN LA COMARCA DE LA VERA Y MAESTRAZGO TUROLENSE: N.° DE PLAZAS Tipos de alojamiento La Vera! | Macstrazgo? 1. Alojamiento comercial 2.260 m4 Parador 82 = Hoteles de 1 y 2 estrellas = 122 Hostales y Fondas 378 152 ‘Campings 1.800 - 2. Abojamientos privados 32.600 | 5.650 Casas de familares y amigos 19.600 | 1.150 Residencias secundarias 13.000 | 4.500 3. Otros Alguiler de viviendas y habitaciones 1.600 185 OTROS 36.460 6.049 1 1984 2 1967 (bafio, duchas, teléfonos, calefacci6n en las habitaciones, etc.) para un turismo de calidad. — Su grado de ocupacién es reducido a lo largo del ao, ‘excepto en un corto perfodo de la época estival (julio y agosto), algunos fines de semana, «puentes» y Semana Santa, debido a la estacionalidad de la demanda y ala insuficiente o reducida promocién a nivel individual y co- lectivo por falta de asociacionismo y cooperaci6n entre los establecimientos de una misma zona — Insuficiente desarrollo de la cocina regional e incluso con- vencional. La gastronomfa ofrecida es poco elaborada, monétona y en ocasiones pesada con respecto a un tu- tista poco habituado y a la época de verano que es la de mayor afluencia, — Los precios (en régimen de pensi6n completa, media pen- sién 0 s6lo habitacién) son baratos tanto en baja como alta temporada, si se compara con los relativos al mismo tipo de establecimientos en éreas de playa y que consti- tuye, como se ha sefialado en el capitulo I, uno de los atractivos sefialados por parte de la demanda. 32 La gesti6n de esta oferta de alojamiento es fundamentalmente familiar, caracterizada por la propiedad de las instalaciones, em- pleo importante de miembros de la familia y reducido némero de asalariados, generalmente eventual y en temporada alta. El egerente», que no ha asistido generalmente a cursos es- pecializados de formacién profesional, es el propietario y su mu- jer la cocinera y el resto de la familia presta los distintos servi- ios, que tienden a ser lo més amplios posibles (habitaciones, restaurantes, bar 0 cafeteria, terraza, salones de bodas y banquetes y discoteca} con el fin de obtener mayor seguridad a través de distintas fuentes de ingresns. Sin embargo, la iniciativa privada que gestiona estos estable- cimientos comerciales, orientados a la clase media y modesta, tiene un mérito indiscutible si se tiene en cuenta el riesgo asumi- do, pues ha realizado un volumen de inversiones importantes, generalmente sin apoyo del crédito oficial, asistencia técnica y cursos de formacién y ha posibllitado la existencia de una oferta (de hoteles, fondas, etc.) que esté cumpliendo una funcién bési- ca en el espacio rural. Los camping proporcionan un alojamiento singular, general- mente en lugares de gran belleza, dirigido a un turista amante de esta forma de hacer turismo al aire libre y en contacto con la naturaleza. Sin embargo como alojamientos de gran tamafio xy concentrados, no responden a las pecullaridades del alojamiento especificamente rural (véase capitulo V) 2. Insuficiente oferta de alojamiento de calidad especfficamente rural ‘Aunque existen algunas experiencias piloto, a las que se hace referencia en el capftulo VII, en Espafia no existe generalmente alojamiento turfstico de calidad especificamente rural. ‘Aunque algunos Paradores estén ubicados en el espacio ru- ral, no son establecimientos propiamente rurales. Se trata de es- tablecimientos de lujo, propiedad del Estado, que han rehabili- tado generalmente edifcios hist6rico-artisticos. En espacio rural existe un dualismo, entre la oferta actual de alojamiento antes analizada (hoteles, fondas y campings) y la de Paradores. Asi mientras el turista que utiliza los hoteles de 1 y 2esteellas, que son los establecimientos generalmente de mayor categoria, gasta entre 2.000 y 2.500 ptas. por persona y dia, en 33 7.900 3.200 Plas. Gasto famila/dia 37 37 ‘Presupuesto La Vera*[Maesrango?|La Vera] Macszango?|La Ver'[Maestango? ‘urfstica bajo mismo Tamafio medio familia Cuadto ll.2 GASTO TURISTICO SEGUN TIPOS DE ALOJAMIENTO EN LA COMARCA DE LA VERA Y MAESTRAZGO TUROLENSE persona dia Gastos medios Alquiler habitaciones Casas de familiares Residencia secundaria Parador Hoteles Hostales Fondas Camping 2, Alojamientos privados + 1984. 2 1987 1. Alojamiento comercial los Paradores la media supera las 8.000 ptas., existiendo una carencia de establecimientos especificamente rurales entre estos dos niveles. Aunque pueden existir algunos casos aislados de alojamien- to especificamente rural, este tipo de oferta es insuficiente y se carece de informacién. De tal forma que algunos especialistas ca- lifican de econfidencials la oferta de alojamiento actual de cali- dad en el espacio rural. En Espafia no existen, como seftala el ihforme realizado por la CEE, cadena hotelera 0 agrupaci6n voluntaria de hoteles es- pecificamente ruraies, ni se ha creado una marca a este respecto ‘como existe en otros pafses europeos y se analiza en el capitulo V. 3. Importantes diferencias en el gasto y estadfa segin tipos de alojamiento utilizado Existen diferencias importantes en el gasto turssico segéin ti- pos de alojamiento utlizado. Como pone de manifieste el cua- dro III.2, el gasto por persona y dfa*, en las zonas investigadas, se sitdia en los siguientes intervalos: — Hoteles con 1 y 2 estrellas, entre 2.000 y 2.500 ptas. — Hostales y fondas, entre 1.500 y 2.000 ptas. — Casas de familiares y residencias secundarias entre 500 y 700 pias. Puede apreciarse que el turista que utiliza alojamiento hote- lero, genera gastos por persona y dia dos o més veces superio- res al que utiliza campings y alojamientos privados, debido no lo al pago o no de alojamiento sino or alimentacion y otros gastos, que son superiores en los turistas que utlizan hoteles y fondas. El gasto total por las vacaciones de la familia también es dife- rente seatin tipos de alojamiento, aunque las diferencias son me- nores que en el gasto por persona y dia, debido a que la estadia en los establecimientos comerciales es inferior a la estadia en los alojamientos privados. Asf, mientras el gasto familiar por vaca- ciones en hoteles de 1 y 2 estrellas se sitGa en torno a 110.000 pias., en casas de residentes y residencias secundarias se sittia entre 50.000 y 70.000 ptas. (véase cuadro Ill.3). 35 Cuadro l.3 ESTADIA Y GASTOS FAMILIARES EN VACACIONES SEGON TIPOS DE ALOJAMIENTOS EN LA COMARCA DE LA VERA Y MAESTRAZGO TUROLENSE, iz Gasiostotales vacacio- Estadia media nes famines (000 pas.) La Vera *|Maestrazgo [La Vera *|Maestraogo®| 1. Alojamiento comercial Parador 5 ~ 540 = Hoteles — | m2 | ~ | me Hostales 21 > 107,1 Se Fondas = 15.0 - 103,5 Campings 15 = 5] = 2. Alojamientos prvados Alquiler de casas 29 31,7 16,0 101,4 Casas de famiiares | 26 | 263 | 520| 710 Residencia secundaria | 31 | 298 | 68.2 | 50,7 7 1984. 2 1967 4. Importante contribuci6n del alojamiento privado en el volumen de turistas e ingresos En el espacio rural espajiol los alojamientos privados (vivien- das de familiares y amigos y residencias secundarias) superan en néimero de plazas a la oferta turistica comercial (hoteles, hosta- les, camping, etc.). En el caso de la comarca de la Vera y él Maes- trazgo T como recoge el 1IL.1, Ia oferta comer- cial representaba Gnicamente un 6,2 por 100 y un 4,5 por 100 respectivamente de la oferta total de camas utilizada por el turis- ‘mo en estas zonas. Estos alojamientos privados (casas de familiares y amigos y residencias secundarias) permiten a los municipios rurales aumen- tar considerablemente (duplicar o triplicar, en ocasiones), durante la etapa estival, la poblacién residente. En la comarca de la Vera con un poblacién residente en torno a 32.000 habitantes, conta- tba en 1984 con 32.600 plazas de alojamientos privados utiliza- dos por ef turismo y el Maestrazgo Turolense, con una pobla- 36 ) con el fin de garantizar la calidad de la marca «Logis at Auberge de France». La Federacién Nacional se encarga ademés de la promocién del conjunto de los establecimientos, mediante la edici6n anual de una Gufa con 260.000 ejemplares en 1987, de los que 190,000 se distribuyeron gratuitamente, en el extranjero y 70.000 se vendieron en Francia. A esta tirada hay que afiadir una edi- cién especial para América del Norte de 10.000 ejemplares. La Gufa se presenta a la prensa especializada, simulténeamente, en casi todas las capitales europeas, Estados Unidos, Canadé y en Francia, tanto en Paris como en el resto del pais, por las Asocia-” ciones departamentales. Las Asociaciones departamentales amplfan este esfuerzo de promocién mediante la edici6n y difusi6n de folletos regionales ¥ departamentales, La Federacién de «Logis et Aub za, ademés, promocién de la cok una inponante| labor de promocién y asistencia técnica a sus miembros. La potencialidad en Espafta de la demanda turistica de cali- dad tanto nacional como internacional, analizada en el capitulo 1V,, exige mejorar la calidad de los servicios prestados por la hos- telerfa actual (hoteles, fondas, etc.) y crear una hotelerfa rural de calidad, a partir de la rehabilitacién de eilficios de interés, desde el punto de vista de la arquitectura popular, generalmente infrau- tilizados ‘Como se ha sefialado en el capitulo Ill existe un dualismo 53 entre la hotelerfa actual, de calidad media y modesta y precios teducidos y la oferta ocasional de Paradores de alta calidad y pre- clos muy superiores y la necesidad y oportunidad de crear una hoteleria rural de calidad y precios intermedios, orientada a nuevos segmentos de demanda de carécter vacacional y nivel econémi- co y especialmente cultural elevado, que son Jos que presentan ademés mayores perspectivas de crecimiento. ; ‘La creacién en Espafia de una hotelerfa rural de calidad res- ponde a los objetivos de la estrategia artesanal analizada enel capftulo IV y concretamente persigue los siguientes objetivos es: pecificos: — Crear establecimientos de pequefio tamajio, gestionados localmente, que faciliten el contacto entre visitantes y po- blacién residente y garanticen un servicio personalizado a precios razonables. — Rehabiltar edificaciones de interés desde el punto de vis- ta de la arquitectura popular y contribuir a la recupera- ién del pattimonio inmobiliario infrautlizado en la actua: lidad. — Crear una imagen de marca de calidad, con cocina re- gional, diversificando as la oferta de alojamiento existente en el espacio rural. — Dotar de hoteles rurales a municipios con clara vocaci6n turstica. — Generar un efecto demostracién en la calidad de los ser- vicios prestados por los establecimientos hoteleros actua- les en espacio rural | — Fomentar la recuperaci6n de la artesania local, especial- mente de la construccién, aumentando los efectos del tu- rismo en ia economia focal — Estimular la recuperacién de la gastronomifa y cocina tra- dicional, basada en productos jocaies y naturales. Los hoteles rurales de calidad, aunque son establecimientos de pequefo tamafio (entre 15 y 25 habitaciones), son los que exigen mayor volumen de inversiones dentro de los componen- tes de la nueva oferta turistica (alojamiento, actividades recreativo- deportivas y de animacién sociocultural, etc.) a crear en el me~ dio rural, por fo que su nmero en una zona (comarca, valle, rea de montafa, etc.) ha de ser reducido. “Teniendo en cuenta los objetivos sociales anteriormente es- bozados, en la fase inicial de despegue como la actual, se justfi- 54 a la patticipacién de la iniciativa piblica (Comunidades Auté- namas, Diputaciones, Empresas Pablicas de carécter regional, etc.) en su financiacién con el fin ademés de crear un efecto de- mostraci6n en la iniciativa privada. Sin embargo, la gesti6n no debe ser directa, existiendo al menos las siguientes alternativas: — Cesién de su explotacién a una familia, especializada en gestién hotelera o previamente capacitada (en régimen de arrendamiento, cooparticipacién en los beneficios, etc.) — Cesi6n de su explotaci6n a una cadena especializada en hoteles rurales, que proporcione la asistencia técnica para realizar una gestidn eficiente y de calidad asf como otros servicios (promocién, comercializacién, etc.) ~ Privatizar la inversi6n, bajo ciertas condiciones, con el fin de recuperar fos recursos financieros utlizados y promo ver nuevos hoteles rurales en otras zonas. Aunque la inversi6n es relativamente importante en el con: texto del urismo en espacio rural, aunque pequefia desde el punto de vista de proyectos industriales, el obstaculo fundamental en Espaiia para su creacion no es la financiaci6n de las inversiones sino fundamentalmente su gestién, pues no es fécil encontrar en el espacio rural grupos familiares capacitados para ofrecer un pro- ducto de calidad. Hay que tener en cuenta que la gestién de un hotel rural de calidad es, en ocasiones, ms dificil que la hotelerfa de gran es- cala que cuenta con especialistas por Departamentos (recepcién, habitaciones, cocina, etc.}, que han recibido formacién profesional y‘dispone de més medios técnicos. Hay que subrayar a este res- ecto, que especialmente en las zonas rurales de patses m&s de- sarrollados, existen hoteles de pequefio y mediano tamafio, de estructura familiar o cuasi familiar, con gestion eficiente, que pres- tan servicios de calidad y més personalizados que la mayoria de los hoteles de lujo y semilujo de mayor tamagio, pues el proble- ma fundamental no es tanto el tamafio como la profesionalidad y capacitacién del personal empleado. Evidentemente, la situacién es diferente ent fos patses y 20- nas menos desarroiladas, donde la pequefia escala de los esta blecimientos va unida a la baja calidad de los servicios por falta de formacién y capacitaci6n de los recursos humanos, la inexis- tencia de una poltica de modemizacién (crediticia, asistencia téc- nica, ete.) y de la dificultad intrinseca de la gestién de este tipo 55 de establecimientos, que exige una formacién polivalente de los propietarios o gerentes y que no es fécil de obtener, pues no exis- ten cursos de gestién especticos. Aunque todavia no se ha creado una cadena de hoteles ru- rales de calidad en Espatie, algunas Comunidades Aut6nomas han iniciado su promocién (véase capftulo VII) y en 1988 se ha constituido en Madrid, por iniciativa de un grupo de profesiona- les, la sociedad Hosterias del Pais, S. A., cuyo objetivo es crear una cadena de «hosterfas» mediante conirato de franquicia, con gestién familiar, gastronomia local y ubicadas en zonas no fre- cuentadas por él movimiento turistico masivo. En esta iniciativa participan Bussines Consultants, CYSTUR e International Fran- chising S. A. El objetivo de Hoster‘as del Pais? es crear una Red de Hos terfas con tres canales o fuentes de aportaci6n: — Hoteles ya existentes que por su pequefia dimensién y gestion aislada fengan dificultades de promocién y asis- tencia técnica. — Rehabiltaci6n de edificios singulares con valor hist6rico y/o arquitect6nico susceptible de convertirse en hoteles. — Construccién de Hosterias de nueva planta En cuanto a la hosteleria (hoteles, hostales, etc.) de catego- rfa inferior, actualmente disponible en espacio rural, con el fin de adaptarse a las nuevas perspectivas de la demanda, se reco- miendan las siguientes medidas de actuacién: — Promover pequefias y medianas inversiones para la mo- dernizaci6n y mejora de este tipo de alojamientos. Con- cretamente se trata de realizar mejoras de interior (dota- cién de cuartos de bafio, calefaccién y teléfono én habitaciones, mejoras en amueblamiento, decora etc.) y mejoras de exterior (limpieza o pintura de facha- das, accesos, jardinerfa, etc.) y ampliacién de instalacio- nes existentes (ntimero de habitaciones, plazas de restau- rante, etc.) — Aumentar el grado de ocupacién actual de estos estable- cimientos mediante una politica de promocién y comer- cializacién conjunta, potenciando el asociacionismo 0 coo- peracién como ha sucedido en otros paises europeos. — Promover el acceso a la propiedad de aquellos estableci mientos en que la actual administracién se realiza en for- ma de arrendamiento, como un medio de estimulo de la inversi6n y mejora de la gestién familiar. 56 La revitalizacién de la hoteleria de pequefio y mediano te- mafio es importante, no sélo porque constituye la columna ver- tebral de la planta turistica de un importante ndimero de paises y zonas rurales sino también porque sus motivaciones no son ex- clusivamente econémicas (autonomfa, contactos humanos, etc.), crea m&s empleo por unidad invertida que los establecimientos de mayor tamafio y esté mds al alcance de la iniciativa local de zonas rurales. ‘Sus posibles inconvenientes (individualismo, limitados recursos para promocién y comercializacién, etc.) pueden ser superados, ‘como se ha sefialado en el caso de Irlanda y Francia, mediante la asociaci6n 0 cooperaci6n para realizar ciertas actividades (pro- mocién y comercializacién, formaci6n y capacitaci6n, etc.) o la especializaci6n y colaboracién con actividades recreativo- deportivas y de animacién sociocultural. E] proceso de integracién hotelera, iniciado en los afios se- senta, ha cobrado en los afios ochenta un mayor ritmo, debido en parte a la necesidad de mejorar los sistemas de promocién, comercializacién y gestién en estrecha relaci6n con la introduc” ci6n de nuevas tecnologfas y también como fruto de la segmen- taci6n del mercado, que exige la creacién de grupos hoteleros especializados, como la hoteleria rural de calidad ‘Ademés de la coexistencia de las pequefias y medianas em- presas y las de mayor tamafio, la hoteter’e de los afios ochenta se internacionaliza cada vez més, de tal forma que su futuro y funcionamiento ha de plantearse desde una éptica europea y mundial, como es el caso de los ejemplos anteriormente sefiala- dos de Francia e Irlanda. 2. Alquiler de casas rureles tehabilitadas El alquiler de casas y apartamentos es un medio tradicional de alojamiento en espacio rural aunque de reducida importan- cia en la actualidad, como se ha sefialado en el capitulo Il. En la fase actual del desarrollo esponténeo del turismo rural, no son establecimientos turisticos en sentido estricto sino alojamientos, propiedad de partculares, insuficientemente reglamentados y con- trolados, que sin embargo no plantean generaimente problema dada su reducida importancia, en comparacién con la costa donde el insuficiente control genera una competencia desleal a la oferta de alojamiento turistico comercial (hoteles, campings, etc.). 57 A semejanza de la hoteler‘a, en el espacio rural espafiol no se ha desarrollado una oferta de alquiler de casas rurales como en otros pafses europeos, entre los que merece destacar Francia que cuenta con una cadena voluntaria denominada «Gites de France». Las «gites» son alojamientos independientes (casas, aparta~ mentos, chalets, etc.) sittados en una explotaci6n aislada o en un nGcleo rural, que se alquilan generalmente por semanas o fi- nes de semana. El espacio destinado al alquiler debe estar pro- visto de cocina con agua caliente y nevera, sala de estar, una ‘0 més habitaciones, cuarto de bafio, y con todos los tiles nece- sarios (excepto ropa de cama) para que una familia pueda pasar las vacaciones en un alojamiento confortable y tranquilo. La agites es una formula atractiva de alojamiento eh espacio rural por la calidad, en muchas ocasiones, del edifcio (tradicio- nal o tipico) y por la acogida y contacto que permite entre los turistas y el propietario y su familia yla poblaci6n rural en general. Cualquier persona (agricultores, incluidos los jubilados, obre- ros, artesanos y comerciantes, etc.) puede crear una egite», siem- pre que posea un edificio y resida en espacio rural. También pue- den crear « se han convertido en amigos de sus propietarios. La Federacién Nacional de Gites de Francia fue creada en 1955 y esté representada en cada Departamento por un enlace cuyas funciones son fundamentalmente las siguientes *: — Controlar la hospitalidad de los turistas en el marco de las condiciones estipuladas en el contrato de arrendamien- to. — Contribuir al incremento del némero de «gites» (privadas ‘© municipales), asesorando sobre la rehabiiitacién de edi- ficios infrautilieados o de nueva planta — Clasificar los egites» y controlar la aplicacién de la marca de calidad «Gites de Frances. — Asumir cualquier tipo de representacién con los poderes piiblicos, organizaciones turisticas, y organizaciones socio- profesionales, en todo lo que se refiere a la promocién de «gites» La Federacién Nacional asume por su parte las relaciones y representaci6n con varios Ministerios (esencialmente los encar- gados del turismo y la agricultura). La Federacién asume ade- més la defensa y promocién de la marca «Gite de France» de la que es propietaria, que implica unos criterios de equipamien- to, entomo y hospitalidad. Las «gites» estén clasificadas en 1, 2 y 3 espigas, segin el grado de confort, en relaci6n con su situacién y entorno exterior (tranquilidad, vistas, espacios verdes, mesas y bancos, flores, etc.), su estado y estructura (disposicién de las habitaciones, calidad del alumbrado, limpieza, etc.) y su mobiliario y equipamiento (ca- mas, muebles, decoracién, cortinas, etc.) La Federaci6n cuenta con 33.000 «gites» (aproximadamen- te 200.000 plazas) de las que un 40 por 100 pertenecen a a cultores (agriturismo) y el resto a personas residentes en el espa- cio rural y que no son agricultores. Ei objetivo de la Federacién es contar con 100.000 gites en los proximos diez aos. Para los propietarios de una «gite», adherirse a la Federacién Nacional supone pertenecer a la primera cadena europea de alo- jamientos rurales de estas caracteristicas y da acceso a diferentes servicios técnicos y a la promocién nacional e internacional de lamarca «Gites de France»: la edicién de 95 Gufas departamen- tales y una Guia nacional, de la que se distribuyen 100.000 ejem- plares, la participacién en ferias, salones, etc. internacionales sobre la agricultura, turismo y vacaciones y la publicacién de més de 45,000 articulos en la prensa regional, nacional y extranjera. 59 La Federaci6n realiza una promocién especial en el extran- jero, que ha permitido en 1985, alojar a 8.000 familias (del Rei- no Unido, R. F. de Alemania, Dinamarca y Pafses Bajos, funda- mentalmente) La comercializacién de egites» puede ser directa (entre el pro- pietario y el turista) o mediante una central de reservas, que tie- ne evidentes ventajas para el propietario (no dedicar tiempo a la correspondencia, teléfono, seguros, etc.) y para el turista (di- rigise a un interlocutor Gnico, evitar gastos de tramitaci6n, etc.). Con el fin de favorecer el aumento de este tipo de alojamiento, la Administraci6n Central y Regional en Francia concede sub- vvenciones de diferente cuantia segtin los Departamentos y el Ban- co de Crédito Agricola préstamos a largo plazo. En Espafia, existe la oportunidad de rehabilitar casas 0 vi- Viendas singulares, actualmente infrautilzadas, para ofertar un tipo de alojamiento de calidad, de caracterisicas semejantes a las «gites» por lo que algunas Comunidades Auténomas (véase capftulo Vil) estén experimentando formulas de gesti6n, a este respecto, Se trata de crear una oferta de alquiler de casas rurales en base a la recuperaci6n de edificios de interés desde el punto de vista de la arquitectura popular, distribuidas entre los municipios de una comarca rural, comercializadas en conjunto y orientadas a la nueva demanda con nivel econémico y fundamentalmente cultural elevado. De esta forma, el turismo puede ser un instrumento de reha- bilitacién de la arquitectura rural como la creacién de Paradores ¢s un ejemplo representativo de la rehabiltacién y mantenimiento del patrimonio hist6rico-artistico. Precisamente, la creacién de una oferta de casas rurales per- mite la utilizacién del turismo como instrumento de reconstruc- ci6n de la importante y variada arquitectura popular disponible en Espajia, lo que constituye una novedad no sélo en cuanto alla reconstrucci6n de este tipo de edificaciones sino también en cuanto a su férmula de gestién conjunta. La vivienda es la expresion construida y edificada de la for- ma de pensar y de la identidad cutural del medio rural. Su reha- bilitacién representa, para la poblacién rural, una forma de pre- servar sucultura y de afirmarla y, simulténeamente, un atractivo para el iudadano (o turista). Se trata de sustitur la idea tradicio- nal de reconstruccién de monumentos por la de reconstrucci6n de la vida cotidiana y de utilizar el turismo como instrumento de 60 mantenimiento y rehabilitacién de la arquitectura popular, sin que pierda su sentido ni el mensaje cultural que implica. Esta rehabilitaci6n del patrimonio inmobilario de carécter po- pular, es ademés oportuna por la necesidad de crear una oferta de alojamiento de cardcter vacacional de calidad y la existencia de casas infrautilizadas, de evidente interés arquitect6nico. Frente ala construcci6n nueva, tipo urbanizacién, esta alterativa de re- cuperacién del patrimonio inmobiliario economiza espacio y costes en infraestructura y servicios b&sicos, en raz6n de su localizacién generalmente dentro de los nticleos rurales. «La arquitectura popular como producto preindustrial, basa- do en la autoconstruccién, el empleo de materiales autéctonos, técnicas tradicionales y sometidas a la lenta evoluci6n interna de sus modelos, es un producto cultural en trance de desaparicién. Sus siltimos ejemplares han dejado de construirse en Espafia ha- cia los afios sesenta, al interrumpirse el proceso productivo tra- dicional, por la aparici6n de nuevos materiales de procedencia industrial, la industrializacién agraria y los consiguientes cambios arquitect6nicos que ha generado y la desaparicién de artesanos tradicionales de la construccién*, En la actualidad, las edificaciones infrautilizadas en el espa- cio rural terminan por caerse. Sin embargo rehabilltadas para uso turfstico puede ser una forma de conservar algunos ejemplos re- presentativos de una especie, empleando términos ecolégicos, en vias de extincién. La creacién de esta oferta de alquiler de casas rurales me- diante la recuperacin de edificios infrautilizados persigue en Es- afia los siguientes objetivos especificos: — Recuperar algunos ejemplos representatives de la arqui- tectura popular disponible en las distintas Comunidades ‘Auténomas espafiolas. c jamiento, que no se conseguirfa con una oferta conven- ional. — Greer una oferta de alojamiento de carécter fundamen- talmente familiar de alta calidad, sin pensién alimenticia, ¥y por consiguiente diferente al hotel rural. — Generar un efecto demostraci6n de respeto y revaloriza- ci6n de la arquitectura popular e indirectamente desalentar las residencias secundarias y las urbanizaciones conven- cionales. — Permitir una distribucién de la oferta turfstica més equita- 61 tiva entre los municipios, facilitando asf la integraci6n y comunicacién entre ellos y entre turistas y poblacién lo- cal. — Estimular la recuperacién de la artesanfa local (especial- mente de la construccién), optimizando los efectos del tu- rismo en la economia local. Este tipo de alojamiento turfstico responde, pues, a los obje- tivos (contribuir a la reconstruccién del patrimonio, creacién de una planta turfstica de pequefia escala y no concentrada, etc.) de la estrategia turistica artesanal analizada en el capitulo IV Espafia cuenta con una variada y rica arquitectura popular ¥y existe la posibilidad de crear una red de alquiler de casas unifa- miliares en pueblos o aisladas (mastas, cortijos, etc.), con capa- cidad entre 4 y 8 personas (una o dos familias 0 grupos de ami- {g0s) y una inversién por plaza o habitaci6n muy inferior a la de los hoteles rurales. La inversién necesaria para rehabilitar una casa rural de es- tas caracteristicas, depende del estado de conservacién y tipo de arquitectura popular. Sin embargo, constituye una inversion re- lativamente pequefia de posible financiacién y gestién por la po- blacién rural, pues se trata tinicamente de alquiler de alojamien- to con servicio 0 no de limpieza. ‘Con un nivel de precios entre 1.500 y 2.000 ptas. por per- sona y dia en temporada alta e inferiores en temporada baja, un grado de ocupacién anual de! 40 por 100 y un perfodo de amor- tizacién entre 12 y 15 afios, este tipo de inversiones pueden ser rentables para una persona o municipio rural, siempre que se creen los instrumentos de ordenacién, promocién y gestién ade- cuados (ver capitulo VID). En cuanto a su gesti6n y financiacién conjunta (sociedades, cooperativas, etc.) que se analizan también en el capitulo VII, existen dos férmuias fundamentaies: — Compra y explotacién de la vivienda rehabilitada por la sociedad promotora de la inversién. — Cesién de uso por el propietario a la sociedad durante un periodo (12 a 15 afios) con el fin de recuperar los costes de rehabilitaci6n con los ingresos obtenidos por turismo. Estas dos formulas de gestién se han utilizado, por primera vez, en el Concejo de Taramundi (Asturias) para la rehabilita- cién del patrimonio inmobiliario infrautilizado. 62 En el caso de cesién de uso, a su vez, exisien dos formas fundamentales de negociacién con el propietario: — Rehabilitaci6n, explotaci6n y gestién (cobros, pagos, hi- potecas, etc.) por cuenta de la sociedad de promocién. — Rehabilitacién por cuenta del propietario y explotacin y gestién por la sociedad promotora (contrato de gestién). En el caso de cesién de uso, al final del perfodo (entre 12 a 15 aiios) el propietario puede recuperar la vivienda o mante- nerla en explotacién turistica por la sociedad obteniendo una renta como contrapartida. A pesar del importante deterioro sufrido por el patrimonio y arquitectura popular (a causa del abandono debido al proceso de emigracién, nuevas construcciones, etc.) se cuenta en Espa: fia con una arquitectura rural todavia importante y variada, dada la heterogeneidad de los sistemas agrarios existentes. Aunque no todas las comarcas tienen las mismas posibilidades turisticas, sise elabora una politica turistica a este respecto, en el préximo decenio se podria contar con la recuperaci6n de algunos ejem- plos representativos de la arquitectura popular de los més im- portantes tipos de sociedades y culturas campesinas existentes en Espana 3. Alquiler de habitaciones El alquiler de habitaciones es otra forma de alojamiento pri- vado, que utiliza en la actualidad un porcentaje reducido de la demanda turistica en espacio rural (véase capftulo Il). ‘Tampoco en este caso se ha desarrollado en Espafia una oferta te rural y de calidad como en al fses eu- topeos (Reino Unido, Irlanda, Portugal, etc.). El pais pionero en este tipo de alojamiento ha sido el Reino Unido cuya férmula «bed and breakfast» (alojamiento y desayu- no}, mundialmente conocida, ha servido como referencia para el desarrollo del alquiler de habitaciones en otros pafses. Sin em- bargo, el «bed and breakfasts en el Reino Unido no es una f6r- mula tipicamente rural, pues su desarrollo es cuantitativamente més importante en las aglomeraciones urbanas. Menos conocidas, pero especificamente rurales, son las «farm housess existentes también en el Reino Unido que ofrecen alo- 63 jamiento y desayuno en explotaciones agrarias y, por consiguien- te, son una forma de agrturismo En Irlanda existe una especial preocupacién por la calidad de los servicios prestados por las «farm-houses», que son anti- guas casas tfpicas o edificios modernos en las que se presta un servicio de alojamiento y desayuno e incluso de cena. Estos alojamientos necesitan ta aprobcién de la Bord Failte Eiream que exige entre tres y seis habitaciones y que inspeccio- nna (aprueba o suspende) cada afo con el fin de garantizar una alta calidad. En 1987 existfan 491 explotaciones aprobadas con tuna capacidad de 2.200 habitaciones. ‘La casi totalidad de las explotaciones aprobadas forman par- te de la Irish Farm Holidays Association que publica una guia anual, que se distribuye en el extranjero, especialmente en EE.UU. y paises europeos. De interés por su proximidad es el denominado «Turismo de habitacién», promovido en 1979 por iniciativa de la Secretarfa de Estado de Turismo de Portugal con el fin de diversificar la oferta de alojamiento y salvaguardar el rico patrimonio arquitecténico disponible del abandono y degradacién en ciertas zonas del pais. «El Turismo de habitaci6n» hace referencia al alojamiento en casas antiguas, palacetes o viviendas de reconocido valor arqui- tecténico, con mabiliario y decoracién de calidad. Excepto ca- 508 especiales no pueden dedicar al hospedaje de turistes més de 6 habitaciones en cada casa®, El «Turismo de habitaci6n> es una forma de alojamiento en casa de residentes en el que, en ocasiones, se complemertta (so- bre todo en temporada alta) con el servicio de alimentacién (Ta- ble d'hote, segtin la terminologfa francesa). La legislaci6n portuguesa distingue ademas del «Turismo de habitacién», otras dos {Srmulas de alojamiento en espacio rural: ‘el «turismo rural» que hace referencia al hospedaje en casas rds- ticas situadas en un nGicleo rural o fuera del mismo y el agrituris- mo que es el alojamiento de turistas en casas o viviendas en el marco de una explotaci6n agraria El desarrollo del «Turismo de habitaci6n» en Portugal ha sido fundamentalmente en el Norte, donde existe una mayor densi dad de poblacién, las explotaciones agrarias son més pequefias ¥y se cuenta con bellas casas en proceso de degradacién. La reglamentacién existente obliga al propietario a residir per- manentemente en la vivienda y a prestar el servicio de desayu- no, lo que constituye otra diferencia més con el alojamiento tipo «gite» analizado en el epigrafe anterior de este capitulo. cc Existen dos Asociaciones de «Turismo de habitactén» en Por- tugal. La més importante agrupa casonas del Norte, con sede en Ponte de Lima, aunque la que tiene sede en Lisboa est4 en tun proceso répido de crecimiento, Elndmero de casas acogidas a la marca «Turismo de habita- cién> era en 1985 de 121 con una capacidad total de 939 pla- zs, El desarrollo del turismo rural en Portugal se explica funda- mentalmente por una decidida voluntad poitica de la Adminis- traci6n Central (Secretarfa de Estado de Turismo) a través del Fondo de turismo, institucién de financiacion de inversiones que proporciona créditos con tipo de interés subvencionados y a lar- go plazo y que existe desde hace treinta afios. Para obtener estas ayadas es necesario un expediente de de- claracién de interés turisico, que puede ser concedido a un es- tablecimiento o a toda una zona En el «Turismo de habitaci6n> en Portugal, a semejanza de Irlanda, existe una preocupacién especial por la calidad median- te un doble control de la Administracién del Estado: un control econémico para proteger a los consumidores, dado que las pre- Cios son libres, y otro técnico sobre la calidad de los servicios pres- tados, efectuado por los inspectores de turismo, que fia la clasi- ficacién del alojamiento. La declaraci6n de interés turistico puede ser retirada si no se reiinen las condiciones adecuadas. En Espana en tos afios sesenta se puso en marcha un Pro- grama de «casas de labranza» por parte de la Administracion Cen- tral que respondfa generalmente a esta férmula de alquiler de habitaciones en un niicleo rural. Con la transferencia de compe- tencias turfsticas a las Comunidades Auténomas, este Programa hha sido abandonado (véase capitulo Vil), aunque algunas Co- munidades Auténomas lo estén revitalizando \Gmidamente bajo otras denominaciones. En la fase actual de desarrollo turfstico existe el ak habitaciones espont4neo en todas las zonas con vocacién turisti- ca, con insuficiente reglamentaci6n y control debido a su reduci- da importancia cuantitativa. Algunas Comunidades Auténomas estén revitalizando en al- unas 2onas el alquiler de habitaciones en espacio rural y en otras existe resistencia por parte de la poblacién rural para acoger {u- ristas en su propio domicilio. Un ejemplo de revitalizacion de alquiler de habitaciones y alo- jamientos independientes tipo egite» es el desarrollado por Ca- talufia bajo la denominacién «residencias-casas de payése que 65 iler de son «viviendas rurales que destinan parte de sus estancias y ha- bitaciones al alojamiento turistico. La capacidad de cada residencia-casa de payés es limitada (15 personas com méximo) Aunque existe una Ginica categoria, se pueden ofrecer dos tipos de servicios: pensién completa o media pensién (en la que los propietarios de las casas cocinan para los huéspedes) 0 con de- recho a cocina (en la que los huéspedes preparan la comida en la cocina puesta a su disposicién por los propietarios de la casa.» El alquiler de habitaciones, como los alojamientos analizados en los epfgrafes anteriores, reponde a la estrategia artesanal es- bozada en el capitulo IV, pues se trata de un alojamiento de pe- quena escala, no concentrado, que facilta el contacto entre tu- rista y poblacién rural y es fécilmente gestionado por la poblacién rural. Por otra parte, exige una inversion telativamente peque- fa, con un coste por plaza muy inferior al de fa hoteleria y reha- bilitacién de casas independientes. 4. Camping rural Elcamping turistico permite un conjunto de actividades al aire libre, basadas en la utilizacién de un alojamiento ligero y mévil que el turista desplaza generalmente con él (tienda, caravana, étc.). Ha experimentado un fuerte crecimiento no sélo por razo- nes econémicas sino porque su eleccién implica una cierta con: cepcién de las vacaciones. En Espafia, el camping turistico esté reglamentado y clasif cado en cuatro categorias (lujo, 1.°, 2.* y 3.*) y cuenta con ins- talaciones fijas, y diferentes equipamientos (piscina, restauran- te, bar, supermercado, etc.) segtin confort, ademés de servicios sanitarios (duchas, W.C.., etc.) e infraestructura (luz, agua, etc.). i i te tipo de alojamiento, ademés de los menotes precios en comparacién con el hotel y alquiler de vi- viendas independientes, es una cierta concepcién de las vaca- ciones: gusto por la vida al aire libre, convivencia con otros cam- pistas, ruptura con el confort y costumbre de la vida moderna .0 urbana y proximidad al lugar donde pueden realizarse cierto tipo de actividades, entre otras motivaciones. “Aunque el camping turistico convencional presenta ciertos as- pectos positivos (contacto con la naturaleza, equipamientos e in- versiones ligeras y precio reducido en comparacién con el aloja- miento hotelero, etc.), constituye un alojamiento concentrado y de gran tamafio, que ocupa nuevo espacio, generalmente de alta 66 calidad paisajistica y por consiguiente, que no responde a la es- trategia artesanal analizada en el capitulo IV. Por ello, algunos pafses europeos han creado férmulas es- pecfficamente rurales entre las que hay que destacar-el «camping en fincas o explotaci6n agraria y las reas naturales de camping

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