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El tercer Viaje misionero de Pablo

Texto de Memoria: Hechos 20:24


“No basta ser Adventista del Séptimo día, debemos ser un evangelista como pablo”
. Proposición: ¡Todos debemos estar dispuestos a hacer sacrificios por la causa de Dios!
. Interrogación a la proposición: ¿Cómo podemos estar dispuestos a hacer sacrificios por la
causa de Dios?
Palabra clave: lecciones
Frase transicional: hoy aprenderemos algunas lecciones para saber si estamos dispuestos a
hacer sacrificios por la causa de Dios.
1era Lección: No acumulando tesoros en la tierra, sino en el cielo (Hechos 19:23-29)
¿Cuál era la verdadera intención de Demetrio al armar todo este alboroto? ¿?
Ilustración: La perla de valor
Aplicación: ¿Sera que me ha pasado lo mismo que ha Demetrio? ¿Qué es más importante
para mí? ¿Mi vida, mi trabajo o Dios?
2da Lección: Estar dispuesto a ser fiel a Dios en su día santo (Hechos 20:7-12)
¿Por qué pablo se reunió un Domingo?
. Ilustración: El pedazo que faltaba
. Aplicación: ¿Cuan fieles estamos siendo al día del Señor?
Cuándo hay que ser fieles, ¿ahora o después?
3era lección: Estar dispuesto a dar nuestra vida por la causa de Dios (Hechos 20:17-25:
21: 8-14)
¿Qué fue lo que dijo pablo en su despedida y porque les dijo que ya no los vería más?
¿Pablo estima más su vida que el predicar el evangelio?
Ilustración: Fiel a su llamado “Juan Hus”
Aplicación: ¿Estoy dispuesto a sufrir por predicar el evangelio? ¿Si Dios me dijere que de
aquí en breve moriré, estoy dispuesto a aceptar su voluntad?
Conclusión
Hoy hemos aprendido las 3 lecciones, repasemos:
1era Lección: No acumulando tesoros en la tierra, sino en el cielo (Hechos 19:23-29)
2da Lección: Estar dispuesto a ser fiel a Dios en su día santo (Hechos 20:7-12)
3era lección: Estar dispuesto a dar nuestra vida por la causa de Dios (Hechos 20:17-25:
21: 8-14)

Llamado
“El corazón de Pablo estaba lleno de un hondo y constante sentimiento de su
responsabilidad; y él trabajaba en íntima comunión con Aquel que es la fuente de
justicia, misericordia y verdad. Se aferraba a la cruz de Cristo como su única garantía
de éxito. El amor del Salvador era el constante motivo que lo sostenía en sus conflictos
con el yo y en su lucha contra el mal, a medida que en el servicio de Cristo avanzaba
frente a la frialdad del mundo y a la oposición de sus enemigos” E.G.W. (Obreros
evangélicos, pg. 62)

¡¡Dios te bendiga!!

Atentamente: Juan Camargo Escobar

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