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La afectividad y la Eucaristía

por Fr. Timoythy Radcliffe OP

Conferencia dictada en las XXXIV Jornadas Nacionales de Pasto-


ral Juvenil de la Conferencia Española de Religiosos y Religiosas.

No estoy seguro del significado exacto de la pala- hablar de afectividad! Pero a menudo cuando la
bra ‘afectividad’ en español. En inglés ‘affectivity’ Iglesia habla de esto, la gente no queda convenci-
implica no sólo la capacidad de amar, sino tam- da. ¡No tenemos demasiada autoridad cuando
bién nuestra forma de amar como seres sexuales, hablamos de sexo! Quizás Dios se encarnó en Je-
dotados de emociones, cuerpo y pasiones. En el sucristo pero nosotros todavía estamos apren-
cristianismo hablamos mucho sobre el amor, diendo a encarnarnos en nuestros propios cuer-
pero tenemos que amar como las personas que pos. ¡Tenemos que bajar de las nubes!
somos, sexuales, llenos de deseos, de fuertes En una ocasión en que San Juan Crisóstomo
emociones y de la necesidad de tocar y estar cer- estaba predicando sobre sexo notó que algunos se
ca del otro. estaban ruborizando y se indignó: “¿Por qué os
Es extraño que no se nos dé bien hablar de es- avergonzáis? ¿Es que esto no es puro? Os estáis
to, porque el cristianismo es la más corporal de las comportando como herejes”.1 Pensar que el sexo
religiones. Creemos que Dios creó estos cuerpos y es repulsivo es un fracaso de la auténtica casti-
dijo que eran muy buenos. Dios se hizo corporal dad y, según nada menos que Santo Tomás de
en medio de nosotros, un ser humano como noso- Aquino, ¡un defecto moral! (ST II-II.142.1) Te-
tros. Jesús nos dio el sacramento de su cuerpo y nemos que aprender a amar como los seres se-
prometió la resurrección de nuestros cuerpos. Así xuales y apasionados –a veces un poco desorde-
pues deberíamos sentirnos en casa en nuestra nados- que somos, o no tendremos nada que decir
naturaleza corporal, apasionada… ¡y cómodos al sobre Dios, que es amor.

La Última Cena y la sexualidad

Quiero hablar de la Última Cena y la sexualidad. tos sexuales no son especialmente significativos.
Puede que suene un poco extraño, pero pensad Puedo hacer lo que me parezca con mis cosas en
en ello un momento. Las palabras centrales de la tanto en cuanto no haga daño a nadie. Puedo usar
Última Cena fueron “Este es mi cuerpo y os lo mi lavadora para mezclar pintura o hacer paste-
doy”. La eucaristía, como el sexo, se centra en el les. Es mía. Y según esto ¿por qué no puedo hacer
don del cuerpo. ¿Os habéis dado cuenta de que la lo que yo quiera con mi cuerpo? Esta es nuestra
primera carta de San Pablo a los corintios se forma natural de pensar porque a partir del siglo
mueve entre dos temas: la sexualidad y la euca- XVII hemos absolutizado bastante los derechos de
ristía? Y es así porque Pablo sabe que necesita- los propietarios. Ser humano es poseer.
mos entender la una a la luz de la otra. Com- Pero la Última Cena apunta hacia una tradi-
prendemos la eucaristía a la luz de la sexuali- ción más antigua y más sabia. El cuerpo no es
dad, y la sexualidad a la luz de la eucaristía. simplemente una cosa que poseo, soy yo, es mi
Para nuestra sociedad es muy difícil entender ser como don recibido de mis padres, y de sus
esto porque tendemos a ver nuestros cuerpos sim- padres antes de ellos, y en última instancia de
plemente como objetos que nos pertenecen. El otro Dios. Por eso cuando Jesús dice ‘Este es mi cuer-
día vi un libro sobre el cuerpo humano que se titu- po y yo os lo entrego’, no está disponiendo de algo
laba: “Hombre: todos los modelos, formas, tama- que le pertenece, está pasando a los demás el don
ños y colores. Manual de usuario Haynes para que El es. Su ser es un don del Padre que El está
propietarios”. (Haynes es la imprenta de una serie transmitiendo.
de manuales de todas las marcas de coches). Era La relación sexual está llamada a ser una
el tipo de manual del propietario que te dan con forma de vivir esa entrega de sí mismo. Aquí
un coche o una lavadora. Si piensas en tu cuerpo estoy, y me entrego a ti, con todo lo que soy, aho-
de esa manera, como algo más bien importante ra y por siempre. Entonces la eucaristía nos ayu-
que posees junto con otras cosas, entonces los ac- da a entender lo que significa para nosotros ser

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seres sexuales y nuestra sexualidad nos ayuda a En ese momento tuve que aceptar la elección
comprender la eucaristía. Generalmente se ve la que había hecho en mi profesión solemne, o me-
ética sexual cristiana como restrictiva compara- jor, tenía que aceptar la elección que Dios había
da con las costumbres contemporáneas. ¡La Igle- hecho por mí, que ésta era la vida a la que Dios
sia te dice exactamente lo que no te está permi- me llamaba. Fue un momento doloroso, pero
tido hacer! En realidad la base de la ética sexual también un tiempo de felicidad. Era muy feliz
cristiana es el aprendizaje de cómo vivir relacio- porque amaba a esta persona, y todavía somos
nes de entrega mutua. muy buenos amigos. Era un momento de felici-
La Última Cena fue un momento de crisis dad porque estaba siendo liberado de la fantasía
inevitable en el amor de Jesús por sus discípulos. que yo había mantenido viva en la profesión so-
Este fue el momento por el que tuvo que pasar en lemne. Poco a poco estaba bajando de las nubes.
su camino del nacimiento a la resurrección, el Mi corazón y mi mente estaban teniendo que
momento en el que todo explotó. Fue vendido por encarnarse en la persona que soy, con la vida que
uno de sus amigos; la roca, Pedro, estaba a punto Dios ha elegido para mí, en carne y hueso. La
de negarle, y la mayoría de sus discípulos sal- crisis me hizo poner los pies en la tierra.
drían corriendo. ¡Como de costumbre fueron las Para la mayoría de nosotros esto no ocurre so-
mujeres las que se mantuvieron tranquilas y lamente una vez. Podemos atravesar varias cri-
permanecieron con él hasta el final! Jesús en la sis de afectividad a lo largo de nuestra vida. Yo
Última Cena no salió huyendo de la crisis sino ciertamente las he pasado y quién sabe lo que
que cogió el toro por los cuernos. Tomó la trai- puede haber a la vuelta de la esquina. Pero te-
ción, el fracaso del amor y lo transformó en un nemos que afrontarlas, como hizo Jesús en la
momento de donación: ‘Me entrego a vosotros. Última Cena, con coraje y confianza. Entonces, si
Vosotros me entregaréis a los romanos para que lo hacemos, poco a poco entraremos en nuestro
me maten. Me entregaréis a la muerte, pero yo mundo real de carne y hueso.
hago de este momento un momento de don, aho- Un benedictino irlandés llamado Mark Pa-
ra y por siempre.’ trick Hederman escribió, ‘El amor es el único
Llegar a ser gente madura que ama significa ímpetu que es suficientemente desbordante como
que nos encontraremos con estas crisis inevita- para forzarnos a abandonar el confortable refu-
bles, en las que parece que el mundo se hace añi- gio de nuestra bien armada individualidad, des-
cos. Esto ocurre con mucho dramatismo cuando pojarnos de la impenetrable concha de autosufi-
somos adolescentes, y puede ocurrir toda nuestra ciencia, y salir gateando desnudos a la zona de
vida, tanto si nos casamos como si nos hacemos peligro que está más allá, el crisol donde la in-
religiosos o sacerdotes. Con frecuencia la gente dividualidad es purificada para hacerse perso-
tiene este tipo de crisis cinco o seis años después na’. 2 Y si no creéis a un benedictino irlandés,
de hacer su compromiso, en el matrimonio o la seguro que creeréis a santo Tomás de Aquino:
ordenación sacerdotal. Tenemos que afrontarlas. ‘La persona que ama debe por tanto aflojar ese
Jesús podría haberse escapado saliendo por cerco que le mantenía dentro de sus propios
la puerta de atrás y haber huido. Podría haber límites. Por esa razón se dice del amor que de-
rechazado a los discípulos y no haber tenido rrite el corazón: el que está derretido ya no está
nada más que ver con ellos. Pero no, El afrontó contenido dentro de sus propios límites, muy al
el momento en fe. Y solamente seremos capaces contrario de lo que ocurre en ese estado que
de ayudar a la gente joven a hacer esto si noso- corresponde a la ‘dureza de corazón.’ 3 Solamen-
tros mismos hemos pasado por momentos así y te el amor rompe nuestra dureza de corazón y
los hemos afrontado. ¡Yo ciertamente lo he he- nos da corazones de carne.
cho! Recuerdo que unos años después de la or- Abrirse al amor es muy peligroso. Uno pro-
denación me enamoré fuertemente de alguien. bablemente se haga daño. La Última Cena es la
Por primera vez aquí estaba alguien con quien historia del riesgo del amor. Es por esto es por
me casaría encantado y que estaría encantada lo que Jesús murió, porque amó. Uno desperta-
de casarse conmigo. Aquí estaba el momento de rá deseos y pasiones profundos y desconcertan-
la elección. Yo había hecho profesión solemne tes, puede correr peligro de arruinar la propia
con alegría, amaba a mis hermanos y hermanas vocación o de vivir una doble vida. Necesitará
dominicos, amaba la misión de la Orden. Pero de la gracia si quiere sortear los peligros, pero
cuando hice la profesión tenía una pequeña no abrirse al amor es aún más peligroso, es
burbuja de fantasía en la cabeza: ‘Me pregunto mortal. Escuchad a C.S. Lewis: ‘Amar en cual-
cómo sería estar casado’. quier caso es ser vulnerable. Ama algo y tu co-

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razón ciertamente estará partido y posiblemen- oscura, inmóvil, sin aire- cambiará. No se rom-
te roto. Si quieres asegurarte de mantenerlo perá; se volverá irrompible, impenetrable, irre-
intacto, no debes entregarle tu corazón a nadie, dimible. La alternativa a la tragedia, o al menos
ni siquiera a un animal. Envuélvelo cuidadosa- al riesgo de tragedia, es la condenación. El úni-
mente en hobbies y pequeños lujos; evita todo co sitio aparte del cielo donde puedes estar per-
enredo amoroso; enciérralo seguro en la urna o fectamente a salvo de todos los peligros y per-
el ataúd de tu egoísmo. Pero en la urna –segura, turbaciones del amor es el infierno’. 4

La celebración real del amor

Cuando celebramos la eucaristía recordamos que ‘Me alegro (de que te hayas enamorado) por-
la sangre de Cristo es derramada ‘por ti y por que creo que tu tentación ha sido siempre hacia
todos’. El misterio del amor en lo más profundo el puritanismo, una estrechez, una cierta falta de
es a la vez particular y universal. Si nuestro humanidad. Tu tendencia era casi hacia la nega-
amor es sólo particular, entonces corre el riego ción de la santificación de la materia. Estabas
de volverse introvertido y sofocante. Si es sola- enamorado del Señor pero no auténticamente
mente un vago amor universal por toda la hu- enamorado de la encarnación. Estabas realmente
manidad, entonces corre el riego de volverse va- asustado. Pensaste (aquí me tienes achacándote
cío y sin sentido. La tentación para una pareja toda clase de maldades sin permiso) que si en
debe de ser tenerse un amor que es intenso pero algún momento te relajabas saltarías por los
encerrado y exclusivo. A menudo se salva de ser aires. Estabas lleno de inhibiciones. Casi te ma-
destructivo gracias a la llegada de una tercera taron. Casi mataron tu humanidad. Te daba
persona, el niño que expande su amor. La tenta- miedo la vida porque querías ser santo y sabías
ción de los célibes podría ser tender hacia un que eras un artista. El artista que hay en ti veía
amor que es solamente universal, un vago y cáli- belleza por todas partes; el hombre que quería
do amor por toda la humanidad. Dickens nos ser santo en ti decía “Caramba, pero eso es terri-
habla en Bleak House de Mrs. Jellyby que tenía blemente peligroso”, el novicio dentro de ti decía,
una ‘filantropía telescópica’, porque no podía ver “Mantén los ojos bien cerrados”, el Claud (su
nada que estuviera más acá de Africa. Amaba a nombre de pila) casi saltó por los aires. Si P no
los africanos en general, pero ni siquiera se per- hubiera entrado en tu vida, podrías haber explo-
cató de la existencia de sus propios hijos. tado. Creo que P salvará tu vida. Diré una misa
No podemos refugiarnos en esa filantropía te- en acción de gracias por lo que P ha sido, y he-
lescópica. Acercarse al misterio del amor signifi- cho, por ti. Hace mucho tiempo que necesitabas
cará también que amaremos personas concretas, de P. Tus parientes no podrían sustituirla. Tam-
algunas con amistad, otras con profundo afecto. poco los viejos y corpulentos provinciales’.5
Tenemos que aprender a integrar esos amores en ¡No estoy sugiriendo que deberíamos salir to-
nuestra identidad como religiosos, como casados o dos corriendo de aquí a intentar buscar alguien a
solteros. Me dicen que en el pasado se solía adver- quien amar! Dios nos envía los amores y las
tir a los religiosos contra las ‘amistades particula- amistades que son parte de nuestro camino hacia
res’. Nuestro venerable Gervase Matthew siempre El, que es la plenitud del amor. Esperamos a
decía que ¡le daban más miedo las ‘enemistades quienes Dios nos envía y cuándo y cómo El los
particulares’! envía. Pero cuando llegan, entonces debemos
Bede Jarret OP fue provincial de la provincia afrontar el momento, como hizo Jesús en la Úl-
de Inglaterra de los dominicos en los años 30. tima Cena.
En una ocasión escribió una carta preciosa a un Cuando amemos a alguien profundamente,
joven benedictino llamado Hubert van Zeller, entonces tendremos que aprender a ser castos.
que llegó a ser un famoso autor espiritual des- Cada uno, soltero, casado o religioso está llama-
pués de la guerra. Este joven monje se había do a la castidad. Esta no es una palabra popular
enamorado de alguien a quien sólo conocemos en estos días, suena mojigata, fría, distante, me-
como P. Fue una experiencia espantosa. Temía dio muerta, nada atractiva. Herbert McCabe OP
que fuera el final de su vocación religiosa. Bede escribió que ‘la castidad que no es una manifes-
vió que era el principio. Permitidme que os lea tación de amor es meramente el cadáver de la
una larga cita. Es impresionante pensar que verdadera castidad’.6
está escrita hace setenta años. La castidad no es en primer lugar la supre-
sión del deseo, al menos según la tradición de

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Santo Tomás de Aquino. El deseo y las pasiones bes, viendo las cosas como son. Para los religio-
contienen verdades profundas sobre quiénes so- sos, o a veces para los solteros, puede darse la
mos y qué necesitamos. El simplemente supri- tentación de refugiarse en la fantasía perniciosa
mirlas nos hará seres muertos espiritualmente o de que somos etéreas figuras angelicales, que no
hará que algún día nos disparemos. Tenemos que tienen nada que ver con el sexo. Eso puede pare-
educar nuestros deseos, abrir sus ojos a lo que cer castidad, pero es una perversión de la misma.
realmente quieren, liberarlos de los pequeños Esto me recuerda a uno de mis hermanos que fue
placeres. Necesitamos desear más profundamen- a decir misa a un convento. La hermana que le
te y con mayor claridad. abrió la puerta le miró y dijo: ‘Ah, es usted, Pa-
Santo Tomás escribió algo que es fácilmente dre. Estaba esperando a un hombre”.
mal entendido. Decía que la castidad es vivir Es difícil imaginar una celebración del amor
conforme al orden de la razón (II,II,151.1). Esto más realista que la Última Cena. No tiene nada
suena muy frío y cerebral, como si ser casto fuera de romántica. Jesús les dice a sus discípulos sen-
una cuestión de poder mental. Pero para Tomás cilla y llanamente que esto es el final, que uno de
‘ratio’ significa vivir en el mundo real, ‘de con- ellos le ha traicionado, que Pedro le negará, que
formidad con la verdad de las cosas reales’.7 Es los demás huirán. No es una escena de amorcitos
decir, vivir en la realidad de quién soy y quiénes a la luz de las velas en un restaurante, esto es
son realmente las personas a las que amo. La realismo llevado al extremo. Un amor eucarístico
pasión y el deseo pueden llevarnos a vivir en la nos enfrenta de lleno con la complejidad del
fantasía. La castidad nos hace bajar de las nu- amor, con sus fracasos y su victoria final.

Liberar al deseo de sus fantasías

¿Cuáles son las fantasías en las que nos puede queremos dejar. Divinizamos a la persona ama-
atrapar el deseo? Yo sugeriría dos. Una es la da, y la ponemos en el lugar de Dios. Por supues-
tentación de pensar que la otra persona lo es to lo que estamos adorando es nuestra propia
todo, todo lo que buscamos, la solución a todos creación, es una proyección. Quizás casi todo
nuestros anhelos. Esto es un capricho pasajero. amor verdadero pasa por esta fase obsesiva. La
La otra es no ver como es debido la humanidad única cura para esto es vivir día a día con la per-
de la otra persona, para hacerla simplemente sona amada y ver que no es Dios, sino solamente
carne de consumo. Esto es la lujuria. Estas dos su hijo o hija. El amor empieza cuando somos
ilusiones no son tan diferentes como podrían curados de esta ilusión y estamos cara a cara con
parecer a primera vista, la una es el reflejo una persona real y no con una proyección de
exacto de la otra. nuestros deseos. Como dice Octavio Paz ‘el amor
Supongo que todos nosotros hemos conocido descubre la realidad al deseo’.8
momentos de total encaprichamiento, cuando ¿Qué buscamos en todo esto? ¿Qué nos mueve
alguien se convierte en el objeto de todos nues- a encapricharnos? Yo sólo puedo hablar perso-
tros deseos, y en símbolo de todo lo que hemos nalmente. Yo diría que lo que ha habido siempre
anhelado, en la respuesta a todas nuestras nece- detrás de mis turbulencias emocionales ha sido
sidades. Si no llegamos a ser uno con esa perso- el deseo de intimidad. Es el anhelo de ser total-
na, entonces nuestra vida no tiene sentido, está mente uno, de disolver los límites entre uno
vacía. La persona amada llega a ser para noso- mismo y otra persona, para perderse en otra per-
tros la respuesta a ese pozo de necesidad grande sona, para buscar la comunión pura y total. Más
y profundo que descubrimos dentro de nosotros. que pasión sexual, creo que es la intimidad lo
Pensamos en esa persona todo el día. Como Sha- que buscan la mayoría de los seres humanos. Si
kespeare escribió tan bien: vamos a vivir pasando por crisis de afectividad,
creo que entonces tenemos que que aceptar nues-
De día mis miembros y de noche mi mente tra necesidad de intimidad.
no encuentran paz ni para ti ni para mí. Nuestra sociedad está construida alrededor
del mito de la unión sexual como culminación de
O, para ser un poco más actual, la cara del toda intimidad. Este momento de ternura y de la
amado es como el salvapantallas del ordenador. unión física total es el que nos lleva a la intimi-
En el momento que uno se para a pensar en al- dad total y la comunión absoluta. Mucha gente
guna otra cosa, ahí lo tienes. Es como una pri- no tiene esta intimidad porque no están casados,
sión, una esclavitud, pero una esclavitud que no o porque sus matrimonios no son felices, o por-

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que son religiosos o sacerdotes. Y podemos sen- mi amor no debería ser devorador o posesivo, es
tirnos excluidos injustamente de aquello que es por lo que puedo acercarme muchísimo al fondo
nuestra necesidad más profunda. ¡Esto no parece de la vida de la gente.
que sea justo! ¿Cómo puede excluirme Dios de La trampa opuesta al encaprichamiento no es
este deseo profundo? hacer de la otra persona Dios, sino hacerles un
Yo creo que cada ser humano, casado o solte- simple objeto, algo con lo que satisfacer mis ne-
ro, religioso o laico, tiene que aceptar las limita- cesidades sexuales. La lujuria nos cierra los ojos
ciones de la intimidad que podemos conocer aho- a la persona del otro, a su fragilidad y su bondad.
ra. El sueño de comunión plena es un mito, que Santo Tomás dice, escribiendo sobre la castidad,
lleva a algunos religiosos a desear estar casados, que el león ve al venado como presa, y la lujuria
y a muchos casados a desear estarlo con otra nos hace cazadores, depredadores que ven algo
persona diferente. La intimidad verdadera y feliz que devorar. Queremos simplemente un poco de
sólo es posible si aceptamos sus limitaciones. carne, algo que poder devorar. Una vez más la
Podemos proyectar en las parejas de casados una castidad es vivir en el mundo real. La castidad
intimidad total y maravillosa que es imposible nos abre los ojos para ver que lo que tenemos
pero que es la proyección de nuestros sueños. El delante es efectivamente un cuerpo hermoso,
poeta Rilke entendió que no podría haber verda- pero ese cuerpo es alguien. Ese cuerpo no es un
dera intimidad entre una pareja hasta que uno objeto sino un sujeto. Nuevamente cito a Heder-
no cae en la cuenta de que cada cual en cierta man, ‘El voto de castidad evita que el instinto
forma permanece solo. Cada ser humano conser- natural del cazador ponga trampas y salte sobre
va soledad, un espacio a su alrededor, que no otros como un depredador’.12 Lo que ha sido tan
puede ser eliminado. ‘Un buen matrimonio es estremecedor en estas historias de abusos sexua-
aquel en el que cada cual nombra al otro guar- les frecuentemente es el hecho de que a menudo
dián de su soledad, y le muestra su confianza, lo haya sido cuidadosamente planeado.
más grande que puede entregarle… Una vez que Puede dar la impresión de que la lujuria es
se acepta que incluso entre los seres humanos pasión sexual fuera de control, deseo sexual
más cercanos sigue existiendo una distancia in- salvaje. Pero San Agustín, que entendió el sexo
finita, puede crecer una forma maravillosa de muy bien, creía que la lujuría tenía que ver con
vivir uno al lado del otro, si logran amar la dis- el deseo de dominar a otras personas más que
tancia que existe entre ellos que le permite a con el placer sexual. La lujuria es parte de la
cada cual ver en su totalidad el perfil del otro libido dominandi, el impulso de hacernos con el
recortado contra un amplio cielo’.9 control y convertirnos en Dios. La lujuria tiene
Ciertamente ninguna persona puede ofre- más que ver con el poder que con el sexo. Como
cernos esa plenitud de realización que desea- escribió Sebastian Moore, ‘La lujuria, pues, no
mos. Eso solamente se encuentra en Dios. Ro- es pasión sexual fuera del control de la volun-
wan Williams, Arzobispo de Canterbury y hom- tad, sino pasión sexual como tapadera de la vo-
bre casado, escribió, ‘El yo se vuelve adulto y luntad de ser Dios… La tarea que tenemos de-
veraz al enfrentarse con el carácter incurable de lante no es someter la pasión sexual a la volun-
su deseo: el mundo es tal que ninguna cosa tad, sino devolverla al deseo, cuyo origen y fin
otorgará al yo una identidad colmada y comple- es Dios, cuya liberación es la gracia de Dios
ta’.10 O, para citar a Jean Vainier, ‘La soledad manifestada en la vida, las enseñanzas, la cru-
es parte del ser humano, porque no existe nada cifixión y resurrección de Jesucristo’.13
que pueda llenar completamente las necesida- El primer paso para superar la lujuria no es
des del corazón humano’.11 suprimir el deseo, sino restaurarlo, liberarlo,
Para los que están casados es posible una ma- descubrir que el deseo es por una persona y no
ravillosa intimidad una vez que, como dice Rilke, por un objeto. Muchos de los tristes escándalos
se acepta que somos guardianes de la soledad de de abuso sexual de menores han venido de sa-
la otra persona. Y los que somos solteros o céli- cerdotes o religiosos que eran incapaces de en-
bes, podemos descubrir también una intimidad frentarse a relaciones adultas con iguales. Sola-
con los otros profundamente hermosa. Intimidad mente podían buscar relaciones en las que ellos
viene del latín intimare, que significa estar en tenían el poder y el control. Ellos tenían que
contacto con lo que está más al interior de otra permanecer invulnerables. En la Última Cena
persona. Como religioso, mi voto de castidad me Jesús toma el pan y lo da a los discípulos dicien-
posibilita el ser increíblemente íntimo con otras do ‘Este es mi cuerpo que se entrega por voso-
personas. Porque no tengo intenciones ocultas, y tros’. El se entrega a sí mismo. En lugar de to-

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mar el control sobre ellos, se entrega a los discí- caso uno se hace a sí mismo totalmente falto de
pulos para que hagan con él lo que quieran. Y poder, y en el segundo uno se arroga poder abso-
nosotros sabemos lo que harán. Es la inmensa luto. Rowan William escribió que el amor ‘se
vulnerabilidad del amor verdadero. mueve entre el egoísmo y la abnegación’. 14 Te da
La lujuria y el capricho pasajero puede pare- un intenso sentido de ti mismo, y al mismo tiem-
cer dos cosas muy diferentes y sin embargo son po te hace desaparecer del mapa. Quizás la luju-
reflejo la una de la otra. En el encaprichamiento ria se da si prevalece el egoísmo, y el capricho
uno convierte a la otra persona en Dios, y en la pasajero si la abnegación es tan total que uno
lujuria uno mismo se hace Dios. En el primer pierde toda identidad.

Aprender a amar a pensonas reales

Así pues castidad es vivir en el mundo real, pan y lo partió y lo entregó a los discípulos di-
viendo al otro como él o ella es y a mí mismo co- ciendo, ‘Este es mi cuerpo, entregado por voso-
mo soy. No somos ni divinos ni simplemente un tros’. Cada eucaristía nos sumerge en ese ahora
trozo de carne. Los dos somos hijos de Dios. Te- eterno. Es en este momento cuando podemos
nemos nuestra historia. Hemos hecho votos y hacernos presentes a la otra persona, callados y
promesas. El otro tiene compromisos, quizás con quietos en su presencia. Ahora es el momento en
una pareja o esposo. Nosotros como sacerdotes o el que puedo abrir los ojos y mirarla. Porque es-
religiosos nos hemos entregado a nuestras Orde- toy tan ocupado, corriendo por todas partes, pen-
nes o diócesis. Es tal como estamos, comprometi- sando en lo que pasará después, que puede ocu-
dos y ligados a otros compromisos, como podemos rrir que no vea la cara que tengo frente a mí, su
aprender a amar con corazones y ojos abiertos. belleza y sus heridas, sus alegrías y sus penas.
Esto es duro porque vivimos en el mundo de ¡En fin, la castidad implica abrir los ojos!
internet y la World Wide Web. Es el mundo de la En segundo lugar, puedo aprender el arte de
realidad virtual, donde podemos vivir en mundos estar solo. No puedo estar a gusto con la gente a
de fantasía como si fueran reales. Vivimos en menos que sea capaz de sentirme a gusto solo
una cultura a la que le resulta difícil distinguir algunas veces. Si me da miedo la soledad, enton-
entre fantasía y realidad. Todo es posible en el ces tomaré a otra gente no porque me deleite en
mundo cibernético. Por eso la castidad es difícil. ellos, sino como solución a mi problema. Veré a
Es el dolor de descubrir la realidad. ¿Cómo po- la gente simplemente como una forma de llenar
demos bajar a tierra? mi vacío, mi espantosa soledad. Por tanto no seré
Yo sugeriría tres pasos. Tenemos que apren- capaz de alegrarme en ellos por su propio bien.
der a abrir los ojos y ver los rostros de quienes Así que cuando uno esté presente con otra perso-
están delante de nosotros. ¿Con qué frecuencia na, que esté verdaderamente presente, y cuando
abrimos realmente los ojos para mirar a la cara está solo que aprenda a amar la soledad. De no
de la gente y verles como son? Brian Pierce OP, ser así cuando uno está con otra persona, ¡se pe-
un dominico de Estados Unidos, va a publicar gará a ella y la sofocará!
pronto un libro que compara el pensamiento de Finalmente, cada sociedad vive de sus histo-
Meister Eckhart, el místico dominico del siglo rias. Nuestra sociedad tiene sus historias típicas.
XIV, y Thich Nhat Hanh, un budista del siglo A menudo son historias románticas. El chico co-
XX. Para ambos el comienzo de la vida contem- noce a la chica (o a veces el chico conoce al chico),
plativa es estar en el momento presente, lo que se enamoran y viven felices para siempre. Es
el budista llama ‘consciencia’. Sólo es real el una buena historia que se da con frecuencia. Pe-
momento presente. Estoy vivo en este momento, ro si pensamos que es la única historia posible
y por tanto es en este momento en el que puedo viviremos con posibilidades demasiado reduci-
encontrarme con Dios. Tengo que aprender la das. Nuestra imaginación necesita ser alimenta-
serenidad de dejar de inquietarme por el pasado da con otras historias que nos hablen de formas
y por el futuro. Ahora, el momento presente, es de vivir y amar. Necesitamos abrir a los jóvenes
cuando comienza la eternidad. Eckhart pregun- la enorme diversidad de formas en las que pode-
ta, ‘¿Qué es hoy?’. Y él contesta, ‘Eternidad” mos encontrar sentido y amor. Por eso eran tan
En la Última Cena Jesús se aferró ese mo- importantes las vidas de los santos. Nos mostra-
mento presente. En lugar de inquietarse por lo ban que había diferentes formas de amar heroi-
que Judas había hecho, o porque los soldados se camente, como personas casadas o solteras, como
estaban acercando, el vivió el ahora, y tomó el religiosos o laicos. Yo me sentí muy conmovido

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por la biografía de Nelson Mandela, The Long nosotros. San Agustín llama amigo del novio,
Road to Freedom. Es un hombre que dio toda su amicus sponsi, al obispo. En inglés decimos ‘the
vida por la causa de la justicia y el derrocamien- best man’ en la boda. El ‘best man’ no trata de
to del apartheid, y eso significó que no tuvo la que la novia se enamore de él, ¡ni siquiera las
clase de vida matrimonial que anhelaba, puesto damas de honor!, él está señalando hacia otro.
que pasó años en la cárcel. En una ocasión un dominico francés comparó
Así pues el primer paso de la castidad es ba- a Dios con un caballero inglés, que es tan inmen-
jar de las nubes. Muy rápidamente mencionaré samente discreto que no quiere imponerse de
otros dos pasos. El segundo paso, muy breve- ninguna forma sobre aquellos a los que ama.
mente, es abrirnos al amor, para que no queden Abrirá la puerta y se asomará para asegurarse
pequeños mundos a los que me repliego. El de que están a gusto con su presente inamorato y
amor de Jesús se nos muestra cuando toma el después, por más que desearía quedarse, desapa-
pan y lo parte para que pueda ser compartido. recerá para no molestarles. Como dijo C.S. Le-
Cuando descubrimos el amor no debemos con- wis, ‘Es un privilegio divino ser siempre no tanto
servarlo en un pequeño armario privado para el amado como el amante’.15 Dios es siempre el
nuestro deleite personal, como una secreta bote- que ama más de lo que es amado. Esa puede que
lla de whisky, guardada a escondidas para sea nuestra vocación muy a menudo. Como dijo
nuestro disfrute personal. Tenemos que com- Auden: ‘Si el amor no puede ser igual que sea yo
partir nuestros amores con nuestros amigos y el más amante.16
con aquellos que amamos. De esta forma el Esto implica negarse a dejar que la gente se
amor particular se hace expansivo y sale al en- vuelva demasiado dependiente de uno y no ocu-
cuentro de la universalidad. par el centro de sus vidas. Uno debe estar siem-
Sobre todo uno puede ensanchar el espacio pre buscando otras formas de apoyo para la gen-
para que Dios habite en cada amor. En cada his- te, otros pilares, para que nosotros podamos de-
toria concreta de amor puede vivir el misterio jar de ser tan importantes. Así la pregunta que
total del amor, que es Dios. Cuando amamos uno debe hacerse siempre es: ¿Está haciendo mi
profundamente a alguien, Dios está ya ahí. Más amor más fuerte a esta persona, más indepen-
que ver nuestros amores en competencia con diente, o la está haciendo más débil, y depen-
Dios, éstos nos ofrecen lugares en los que pode- diente de mí?
mos montar su tienda. Como Bede Jarret decía a ¡Basta ya! Tengo que parar ahora, tras una
Hubert van Séller, ‘Si pensaras que lo único que última reflexión. Aprender a amar es un asunto
puedes hacer es retirarte a tu concha, nunca ve- difícil. No sabemos a dónde nos llevará. Nos en-
rías cuán amoroso es Dios.. Debes amar a P. y contraremos nuestra vida vuelta del revés. Segu-
buscar a Dios en P… Disfruta su amistad, paga ramente a veces nos haremos daño. Sería más
el precio del dolor que trae consigo, recuérdalo en fácil tener corazones de piedra que corazones de
tu Misa y deja que El sea la tercera persona en carne, ¡pero entonces estaríamos muertos! Si
ese amor.’ La apertura de la Amistad Espiritual estamos muertos, no podríamos hablar del Dios
[de Aelred of Rivaulx]: “Aquí estamos, tú y yo, y de la vida. ¿Pero cómo atrevernos a vivir pasando
espero que entre nosotros Cristo sea un tercero”. por esta muerte y resurrección?
Es precioso, ¿verdad? Si te alejas del amor nunca En cada eucaristía recordamos que Jesús de-
conocerás cuan amoroso es Dios. Pero a menos rramó su sangre por el perdón de los pecados.
que dejes entrar a Dios en ese amor, y le honres Esto no significa que tenía que aplacar a un Dios
ahí, nunca verás el misterio de ese amor. Si se- furioso. Ni siquiera significa solamente que si nos
paramos nuestro amor a Dios y nuestro amor a equivocamos podemos ir a confesar nuestros pe-
las personas concretas, ambos se volverán agrios cados y ser perdonados. Significa mucho más.
y enfermizos. Eso es lo que significa tener una Significa que, en todas nuestras luchas por ser
doble vida. personas que aman y están vivas, Dios está con
El tercer paso, quizás el más difícil, es que nosotros. La gracia de Dios está con nosotros en
nuestro amor ha de liberar a las personas. Todo los momentos de fracaso y de lío, para ponernos
amor, ya sea entre personas casadas o solteras, nuevamente en pie. De la misma forma que el
tiene que liberar. El amor entre marido y mujer domingo de pascua Dios convirtió el viernes santo
debe abrir grandes espacios de libertad. Y esto es en un día de bendición, podemos estar seguros de
aún más cierto para los que somos sacerdotes o que todos nuestros intentos por amar darán fruto
religiosos. Tenemos que amar para que los de- ¡Y por eso no tenemos que temer! Podemos aden-
más sean libres para amar a otros más que a trarnos en esta aventura, con confianza y coraje.

7
Notas

1 12th Homily on the Eph to the Colossians.


2 Manikon Eros: Mad Crazy Love Dublin 2000 p.66
3 Comm on Sentences III, 25, 1,1, 4m
4 The Four Loves London 1960 p.111
5 ed. by Bede Bailey, Aidan Bellenger and Simon Tugwell, Letters of Bede Jarrett Downside and Blackfriars

1989 p.180
6 Law, love and language p.22
7 Josef Pieper The Four Cardinal Virtues Notre Dame 1966 p. 156
8 Quoted Herdman op.cit p.87
9 John Mood Rilke on Love and Other Difficulties, translations and Considerations of Rainer Maria Rilke, New

York 1993 27ff. quoted by Hederman op.cit. p. 81


10 Lost Icons p.153.
11 Becoming Human p.7
12 op. cit. 96
13 op.cit 105
14 Lost Icons p.156
15 op.cit. 184
16 Collected Shorter Poems 1927 – 1957 London 1966 p. 282

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