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FACULTAD DE ARQUITECTURA

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE ARQUITECTURA

ARTÍCULO DE OPINIÓN

“causas, consecuencias y daños que ocasionan los fenómenos naturales


(fenómeno del niño en la ciudad de Trujillo)”

Autor(es):

 CRUZ BACILIO, Jerry Abraham

 GALLO ZAVALETA, Heidy

 LENGUA AVILA, Yris

 RODRIGUEZ RODRIGUEZ, Antonio

Asesor:

Prof. ORBEGOSO DAVILA, Santos Oswaldo

(Trujillo) -Perú

(2018)
I. INTRODUCCION

Hace aproximadamente 20 años y había ocurrido el fenómeno del niño costero en


el Perú, si bien en aquel tiempo se debió de haber tomado medidas de precaución
para evitar mayores daños, pero aun así el fenómeno dejó estragos en la costa
peruana. Ya pasado el fenómeno las autoridades hicieron casi nada, no planificaron
a futuro o le dieron alguna solución; y quizá si no era la idea de ir contra la
naturaleza, pudieron haber estudiado los caudales de los huaicos e implementarlo
con alguna estructuración para que así no afecte a otros equipamientos en la ciudad.
En estos últimos años la naturaleza ha cambiado drásticamente debido a las
elevadas temperaturas que se generan en la costa peruana, además a la humedad
que provienen de la sierra y selva del Perú y que se juntan en la costa peruana la
cual genera más lluvia en meses de febrero y marzo, debido a los grandes daños a
que ha dejado este fenómeno, nosotros como estudiantes de arquitectura no hemos
visto en la obligación de indagar cuales son las causas y las consecuencias que dejan
estos desastres naturales y cuál es la intensidad de daños que ha dejado en este
último desastre, ocurrido en marzo del 2017, lo cual afectado la mayor parte de la
costa como, Piura, Trujillo, Lima, para tomar conciencia de los daños que causa la
naturaleza debido a muchos factores. Como mala planificación, construcciones en
quebradas, construcciones en zonas de riesgo, etc. y como se podría solucionar o
tratar de prevenir para próximos desastres que puedan ocurrir.
Ahora bien, un punto muy importante es la ciudadanía, ciudadanía que toma poca
conciencia de los actos imprudentes a los que se someten y con esto nos referimos
al hecho de la construcción de sus viviendas, viviendas que son construidas en los
caudales de las quebradas, quebradas que sí y sólo si le pertenecen a la naturaleza
y que está de más decir que le pertenecen a la naturaleza, además de lo mencionado
las municipalidades tienen que tomar conciencia de lo que sucedió, y por ende es
necesario que las autoridades mencionadas concienticen a la ciudadanía y los
capaciten para que dejen de construir en los caudales, que recalcando no es el lugar
adecuado para que la gente pueda construir y habitar.
II. OPINIÓN

Son innegables las consecuencias que ha traído consigo a la población este fenómeno del
niño y que las autoridades no ejecuten algún plan para evitar la destrucción de los sectores,
que reiteradas veces, a causas de este fenómeno son afectados. Ante esto, puedo decir que
como ciudadana percibo bastante abuso de poder que tienen las autoridades, en no tomar
acciones ante la mejoría de su población y que solo se enfoquen en sus propios beneficios.
El fenómeno del niño para un trujillano no es una nueva experiencia, ya que años atrás nos
hemos visto afectados y hasta el día de hoy no hemos visto una solución. Esperemos que las
autoridades tomen cartas en el asunto, si no, seguiremos lamentándonos ante este hecho.
Como mala planificación, construcciones en quebradas, construcciones en zonas de riesgo,
etc. y como se podría solucionar o tratar de prevenir para próximos desastres que puedan
ocurrir.
Ahora bien, un punto muy importante es la ciudadanía, ciudadanía que toma poca conciencia
de los actos imprudentes a los que se someten, y con esto nos referimos al hecho de la
construcción de sus viviendas, aquellas que son construidas en las orillas de las quebradas y
que tan solo le pertenecen a la naturaleza. Dicho esto, podemos comprender que son las
municipalidades quienes tienen que tomar acciones ante lo sucedido y por ende es necesario
que concienticen a la ciudadanía y los capaciten para que dejen de construir en las orillas ya
mencionados.
De esta manera, trataremos de evitar las construcciones formales como informales q hasta
ahora se han visto construidas en los caudales, que recalcando, no es el lugar adecuado para
que la gente pueda construir y habitar.
A criterio personal en referente al fenómeno del niño que afronta nuestra población costera
cada año especialmente en los meses de enero, febrero y marzo; deban empezar a conocer
las zonas más vulnerables existen en nuestros distritos, para empezar con programas de
precaución qué empiecen desde los hogares escuelas y comunidad contando con el apoyo de
nuestras autoridades locales, mediante campañas de concientización sobre la contaminación
ambiental y acerca de construcciones de viviendas en zonas de riesgo que cada año sufren
los embates de la naturaleza mediante las constantes lluvias que se presentan en las
quebradas originando el discurrir de agua por lo que antes era el cauce del rio. Ahora
invadidos por viviendas construidas de manera irresponsable por pobladores ávidos por tener
una vivienda. Si se trabajara a conciencia y se despertara el interés por cuidar nuestro planeta
la naturaleza no nos castigaría así.

El fenómeno del niño no es algo nuevo, se da desde tiempos remotos. Lo nuevo es el daño
que se causa debido a que irresponsablemente se invadió el curso de su cauce que antes se
respetaba y se aprovechaba para usos agrícolas en forma de canales de regadío.

Los fenómenos naturales traen consigo problemas económicos, contaminación,


inundaciones, ruptura de tubos de agua potable, afecta sembríos en las zonas agrícolas, etc.
Los cuales por la escasez afecta también al consumidor y a la población, los precios se elevan
debido a la poca producción de productos agrícolas.

III. ARGUMENTACION

Los eventos de El Niño desencadenan en la región problemas en la disponibilidad


de agua para diferentes propósitos (abastecimiento a la población, agricultura), lo
cual afecta a la población por limitaciones en el suministro de agua y de productos
agrícolas. Esto último ha llevado al incremento temporal de precios al consumidor.
Bajo el efecto climático del fenómeno El Niño, se incrementa la frecuencia de los
incendios de la cobertura vegetal, lo que afecta de manera especial los ecosistemas
de la región.
(Pabón, Torres, 2007, pág. 90)

Lluvias intensas, desbordamiento de ríos, inundaciones, avalanchas, derrumbes,


aludes, deslizamientos, masiva caída de árboles , granizadas, lluvia ácida , eléctricas
y arena; ráfagas, tornados, días opacos por espesa neblina, neblina tóxica, Tifones,
fríos intensos, olas de calor, mareas fuertes, olas hasta de 10 metros de altura,
vientos huracanados con velocidades superiores 300 kilómetros, mortalidad de
personas y animales, destrucción de viviendas, cultivos, carreteras, puentes, todos
estos y otros fenómenos de carácter apocalíptico se deben indudablemente a las
aceleradas alteraciones originadas por el cambio climático y el calentamiento
global.
(Rivera García, 2014, pág. 2)
El Niño, como tal, es conocido desde que civilizaciones preincas como los Moche,
los Lima y los Nazca se asentaron en las costas del Perú antiguo. La geomorfología,
los estudios de sedimentos y la paleontología señalan que el Fenómeno El Niño
ocurre por lo menos desde hace 40,000 años. Además, estas investigaciones
arqueológicas demuestran que cambios drásticos del clima afectaron la costa central
del Perú (Cultura Lima, aproximadamente 400 d.C.). La situación resultó ser
especialmente dramática para la nación Moche en la costa norte del Perú (200 – 700
d.C.). Todo indica que durante las primeras décadas del siglo VII de nuestra era,
esta próspera civilización sufrió los estragos de un prolongado e implacable
episodio El Niño.
(1986, 1987; IMARPE, 1999; INDECI, 2002).

El fenómeno El Niño (FEN) es un evento climático que, en condiciones


extraordinarias, ocasiona desastres en muchas partes del mundo,
especialmente en los países del litoral del océano Pacífico. Los últimos FEN
que tuvieron lugar en países como el Perú fueron de alta relevancia como
objetos de estudio, debido a la gran cantidad de pérdidas económicas que se
contabilizaron. La experiencia y la información son fundamentales para la
preparación de proyectos a futuro que permitan disminuir riesgos y prevenir
desastres cuando se presente un evento del Niño de condición similar a los
ocurridos en los años 1982-83 y 1997-98. Sin embargo, la respuesta del
Estado peruano a las posibilidades de un FEN de magnitud importante
continúa sin ser debidamente planificada. Por ello, en este artículo, se
presentan las decisiones tomadas en el pasado para reflexionar acerca de los
planes que se deberían promover a fin de mitigar los daños que podría
ocasionar un Niño de características extraordinarias.
(Valderrama Espinoza, 2015)
IV. CONCLUSIONES

 Analizando los argumentos citados en el presente artículo de opinión, podemos


concluir que frente a los desastres naturales es importante que las autoridades
tomen las medidas de seguridad necesaria y de prevención.

 Frente a todos estos desastres naturales debemos necesariamente exigir de


manera contundente a las autoridades, políticas de emergencia correctas y
adecuadas.

 Desarrollo de buenos planes de evacuación, que existan carpas de evacuación


con todas las cualidades óptimas para el desguardo de la vida de las víctimas.

 Entrenamiento exhaustivo del personal de emergencia para una buena atención


de las víctimas.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Pabón, J., & Torres, G. (2007). Impacto socioeconómico de los fenómenos El Niño y La
Niña en la Sabana de Bogotá durante el siglo XX. Cuadernos de Geografía - Revista
Colombiana de Geografía, (16), 81-94.

 Rivera García, Oscar, GOBIERNOS, INUNDACIONES, DENGUE. Los fenómenos


naturales no respetan improvisaciones oficiales, ni privadas. REDVET. Revista
Electrónica de Veterinaria [en linea] 2014, 15 (Marzo-Sin mes) : [Fecha de consulta: 9 de
julio de 2018] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=63632381002> ISSN

 Quinn W., Neal V., y Antúnez de Mayolo S. (1986, 1987; IMARPE, 1999; INDECI,
2002)

 Andrés Mauricio Valderrama Espinoza, El niño, antecedentes y planes de


prevención a futuro, Revista CIVILIZATE Nº 7, 2015.

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