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BRUCELLA

Brucella. Es un género de bacterias Gram negativas conocido principalmente por ser productor de
la enfermedad brucelosis, que es una zoonosis. Está formada por bacterias parásitas intracelulares
facultativas, que producen el aborto epizootico en muchas especies domésticas de animales y una
enfermedad febril septicémica o infecciones focalizadas en el hombre.

Historia de la Brucella

La Brucelosis es una enfermedad muy antigua conocida como fiebre de Malta. Fue descrita
inicialmente en forma clínica por Marston en 1859 y Sir David Bruce aisló su agente causal en
1887. La brucelosis es una zoonosis de distribución cosmopolita que ha llegado a ser un serio
problema económico y de salud pública en ciertos países. Los miembros del género Brucella son
patógenos intracelulares facultativos que infectan una gran variedad de mamíferos.

La bacteria se trasmite por ingestión o contacto con materiales contaminados provenientes de


animales enfermos. A pesar de que algunos factores de virulencia han sido relacionados con
Brucella, todavía no se conocen sus verdaderos factores de virulencia. Brucella no demuestra
poseer factores de virulencia agresivos como exotoxinas, cápsula, plásmidos, fimbrias, flagelos o
variación antigénica. Sin embargo, es muy virulenta y patogénica en sus huéspedes. Esta paradoja
o controversia ha sido discutida por grupos de investigación que no aceptan la ausencia de
verdaderos factores de virulencia y otros grupos que piensan que su baja actividad biológica in
vitro e in vivo es per se un factor evolutivo de adaptación a la vida intracelular y como tal debe
considerarse un factor de virulencia. Esta capacidad de adaptación esta probablemente
relacionada con la composición de la membrana externa.

El hombre adquiere la infección a través de la ingestión de leche no pasteurizada o sus derivados,


o mediante la manipulación de tejidos de animales infectados. Brucella es parásito obligado de los
animales y el hombre, y su localización es intracelular característica. Son relativamente inactivas
desde el punto de vista metabólico. En el hombre, la brucelosis se caracteriza por su fase
bacteriémica aguda, seguida por una etapa crónica que puede extenderse por varios años y
afectar muchos tejidos.

Morfología e identificación

Microorganismos típicos. Su aspecto en cultivos jóvenes varía desde cocos hasta bacilos de 0,5 x
0,3-0,9 µm de largo, con predominio de formas cocobacilares cortas. Son gramnegativos, pero a
menudo se tiñen de forma irregular y son aerobios, inmóviles y no esporulados. En tejidos son
usualmente intracelulares. Cultivo. Las colonias de B. canis son rugosas, aunque todas las
especies pueden mostrar ambas formas. No producen hemólisis. El suero de los animales
sensibles contiene una globulina y una lipoproteína que suprime el crecimiento de los tipos
avirulentos (no lisos) y favorece el desarrollo de los virulentos. Las especies animales resistentes
carecen de estos factores, de modo que puede ocurrir en ellos una mutación rápida hacia la
virulencia. La D-alanina tiene un efecto similar in vitro.

Patogenia y patología

Aunque cada una de las especies tiene sus huéspedes preferidos, todas son patógenas en un
amplio rango para los mamíferos en infecciones experimentales (curieles, conejos, ratones, monos)
y para el hombre. Las vías comunes de infección en el hombre son el aparato digestivo, las
mucosas y la piel. Los microorganismos avanzan desde la puerta de entrada por los vasos
linfáticos y ganglios linfáticos regionales, y llegan al conducto torácico y la sangre, que los
distribuye a los órganos parenquimatosos. En tejido linfático, hígado, bazo, médula ósea y otras
partes del sistema reticuloendotelial, aparecen nódulos granulomatosos que pueden evolucionar
hasta convertirse en abscesos. En estas lesiones Brucella es básicamente intracelular. Puede
producir, en ocasiones, osteomielitis, meningitis y colecistitis. La lesión histológica fundamental es
la proliferación de células mononucleares, exudación de fibrina, necrosis con coagulación y
fibrosis, así como granulomas, consistentes en células epitelioides y células gigantes, con necrosis
central y fibrosis periférica.

Las cuatro especies que infectan al hombre tienen diferencias en su patogenicidad:

B.abortus puede producir enfermedad leve sin complicaciones supurativas, con granulomas no
caseosos del sistema reticuloendotelial.

B. canis produce también enfermedad leve.

La infección por B. suis tiende a ser crónica, con lesiones supurativas y granulomas caseosos.

La infección por B. melitensis es mucho más aguda y grave.

Se señala que la sensibilidad a la endotoxina puede desempeñar una función en la patogenia, ya


que las personas con brucelosis activa reaccionan de manera más notable a la endotoxina que las
normales. En las infecciones con aborto en bovinos, los microorganismos se encuentran,
fundamentalmente, en la porción fetal de la placenta, las membranas fetales y el líquido amniótico.
Este marcado viscerotropismo depende de la presencia de eritritol, un polihidroalcohol (HOCH2-
CHOH-CHOH-CH2OH) que estimula el crecimiento de B. abortus y se halla en cantidades
apreciables sólo en la placenta de animales propensos al aborto séptico (vacas, carneros, cerdos,
cabras y perros) y no en la placenta humana; el aborto no es parte de la infección en el hombre.
Tampoco existe eritritol en los macrófagos ni en el sistema reticuloendotelial, lo que hace suponer
que no es determinante para la infección por Brucella. No se han descrito exotoxinas ni cápsulas
antifagocíticas entre las especies de Brucella. La evolución de la infección depende, en gran
medida, de la capacidad de penetrar y multiplicarse dentro de las células de mamíferos. Los
polimorfonucleares ingieren fácilmente estos microorganismos.Las cepas lisas son más resistentes
a la muerte intrafagocítica que las rugosas. La estimulación habitual del metabolismo oxidativo que
acompaña a la fagocitosis no ocurre en la infección por B. abortus. Parece haber una inhibición de
la degranulación de los neutrófilos (fusión fagosoma-lisosoma), con liberación dentro del fagosoma
de estas enzimas, incluyendo la mieloperoxidasa. Como consecuencia, se suprime la actividad
antibacteriana de los polimorfonucleares. El daño hepático es frecuente en la brucelosis humana,
en forma de hepatitis difusa con necrosis focal o en forma de pequeños granulomas crónicos no
caseosos. B. suis puede causar abscesos crónicos supurativos con calcificación después de varios
años en hígado y bazo.

Datos clínicos

El período de incubación en humanos es largo, a menudo varias semanas o incluso meses. El


comienzo es usualmente insidioso, con malestar, escalofríos, sudaciones, debilidad, mialgia,
cefalea. La fiebre puede ser remitente, particularmente en B. melitensis (fiebre ondulante; son
comunes los síntomas gastrointestinales y del sistema nervioso. La enfermedad aguda se asocia
con adenopatía notable, esplenomegalia, hepatomegalia y espondilitis vertebral localizada.En más
del 20 % de los casos se presenta bacteriemia y a veces, también, meningoencefalitis,
osteomielitis, endocarditis, nefritis intersticial con lesiones focales en el glomérulo. Puede ocurrir
orquiepididimitis en infecciones con B. melitensis. El diagnóstico en los estadios crónicos es
sumamente difícil. No es posible aislar Brucella a partir de muestras del paciente en esta etapa,
pero el título de aglutininas suele ser elevado.

Diagnóstico de laboratorio

Muestras. La mayoría de los aislamientos de Brucella proceden de la sangre, de manera que


siempre que se sospeche la enfermedad, deben tomarse estas muestras. También son útiles las
muestras de médula ósea, ganglios, hueso, hígado, bazo o líquido cefalorraquídeo para cultivo, y
suero para las pruebas serológicas. Debido a que un alto porcentaje de casos son infecciones
adquiridas en el laboratorio, deberán tomarse precauciones para evitar aerosoles y contacto con la
piel o mucosas. Características del crecimiento. Las cuatro especies que infectan al hombre
elaboran catalasa y oxidasa, algunas producen sulfuro de hidrógeno, reducen los nitratos a nitritos
e hidrolizan la urea. Identificación bioquímica. El género Brucella se caracteriza como
microorganismos gramnegativos, inmóviles, usualmente oxidasa positiva, catalasa positiva, que
oxidan la glucosa o no la utilizan, no tienen cápsula ni forman esporas.

Tratamiento

La dificultad para erradicar estos microorganismos se debe a su localización intracelular, que la


protege tanto de las drogas antimicrobianas como de los anticuerpos. Se recomienda una terapia
combinada de doxiciclina y rifampicina durante 6 semanas. Otras combinaciones incluyen
tetraciclinas y un aminoglucósido o rifampicina con trimetoprim en niños menores de 7 años.

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