La educación sexual es una enseñanza de alta calidad y el aprendizaje de una amplia

variedad de temas relacionados con el sexo y la sexualidad; explorar valores y creencias

sobre estos temas y sumar herramientas necesarias para manejar relaciones y nuestra
propia salud sexual. La educación sexual ocurre en las escuelas, en lugares comunitarios, o
en línea.

Una educación sexual integral se refiere a programas K-12 que cubren una amplia gama
de temas relacionados con:

1. Desarrollo Humano (incluye reproducción, pubertad, orientación sexual, e

identidad de género)
2. Relaciones (incluye familias, amistades, relaciones amorosas y noviazgo)
3. Herramientas Personales (incluye comunicación, negociación y toma de
decisiones)
4. Comportamiento Sexual (incluye abstinencia y sexualidad a lo largo de toda la vida)
5. Salud Sexual (incluye enfermedades de transmisión sexual, anticonceptivos y
embarazo)
6. Sociedad y Cultura (incluye roles de género, diversidad, y sexualidad en los medios)

Beneficios de la educación sexual

1. Una buena educación sexual provoca que se mantengan relaciones sexuales

responsables.
2. Aprendes a conocer mejor tu cuerpo y acabas con prejuicios.
3. Elimina roles de género preconcebidos en niños y niña, para que tengan derecho a
decidir sobre su sexualidad.
4. Tener una buena educación implica una solución contra la violencia por razones de
género.
5. Te da seguridad en ti mismo, terminando con el miedo a un embarazo no deseado
o al contagio de enfermedades de transmisión sexual...

Dentro de la educación sexual es necesario contemplar estos aspectos, así como conocer
sobre los métodos anticonceptivos que existen; y sobre las enfermedades de transmisión
sexual. También se debe abordar un marco más amplio, positivo y complejo de la
sexualidad y las relaciones sexo-afectivas.

Es importante que la legislación en cada estado, incorpore a sus normativas lo recogido

en el marco de los derechos sexuales y reproductivos, que establecen que la educación
sexual es un derecho humano básico. Corresponde a las autoridades garantizar el acceso
a este derecho, así como la existencia de una materia o asignatura de educación afectivo-
sexual que se imparta de manera obligatoria en los centros educativos.