Aquí van una serie de consejos para hacer tu propio análisis DAFO:
Pregúntate cuáles son los puntos fuertes de tu producto o servicio.
Responde a estas cuestiones como si fueras tu propio cliente. ¿Qué ventajas ofrece tu empresa? ¿Por qué deberían elegir tu producto o servicio? ¿Qué te hace diferente? Ahora es el turno de analizar los puntos más débiles de tu empresa. Piensa como lo harían tus posibles clientes, tus propios competidores y como lo ves desde tu punto de vista. ¿Son tus competidores mejores que tú en general? ¿Por qué? ¿Qué crees que hace mal tu empresa? ¿Cómo podrías mejorarlo? ¿Se conoce lo suficiente tu marca en el mercado? Llega el momento de saber qué oportunidades te ofrece tu sector, y cómo puedes aprovecharte de ellas. ¿Está todo hecho en tu nicho de mercado? ¿Cuáles son las principales tendencias a nivel local, nacional e internacional? ¿Estás aprovechándote de alguna de ellas? ¿Puedes adelantarte al mercado e innovar? Llegados a este punto, vamos a ver cuáles son las posibles amenazas con las que podemos encontrarnos en el mercado. Estas amenazas son siempre externas, no es algo que nosotros podamos controlar, pero sí debemos saber y tenerlas en cuenta para que no nos pillen por sorpresa y nos dejen en desventaja ante nuestros competidores. ¿Qué obstáculos te pone el mercado en general y tu sector en particular? ¿Los constantes cambios tecnológicos pueden afectar a tu negocio y a tu producto o servicio?