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Universidad del Cauca.

Presentado por: Santiago Narvaez Medina.


Presentado a: Gilma Ríos Peñaloza.
Historia de Colombia siglo XX I
20 de septiembre de 2017.

La intransigencia católica en Colombia

La relación entre política y religión en las luchas por el poder en Colombia ha sido de gran
importancia a la hora de pensar en las referencias ideológicas que se encuentran en los grupos
protagónicos de los conflictos, la preeminencia de la religión católica en el país representó
gran importancia para que el partido conservador se mantuviera en el poder durante el
periodo conocido como la Regeneración (1886-1930). La alianza entre el clero y la élite
conservadora sitúa en el poder estableciendo un régimen político en donde el Estado regula
el poder conforme a algunas disposiciones de que la Iglesia requiere para mantener el orden
social.

Desde el siglo XIX el partido liberal había buscado establecer un gobierno en donde la
influencia de la Iglesia se apartara del gobierno, entrado el siglo XX, y ya proclamada la
constitución de 1886, la Iglesia se encargaba de regular la educación, la población, el estado
civil, entre otras cuestiones que buscaban ante todo promover la moral católica en la sociedad
y que entre sus más importantes intenciones fue la de alejar al liberalismo, que a su vez
promovía la organización de un Estado laico, por lo que fue atacado por el clero como un
partido que buscaba el error, la maldad, la iniquidad o una sociedad pestilente. Fue la
intransigencia de algunos jerarcas religiosos lo que condenó moralmente la práctica liberal o
cualquier tipo de relación con este partido, que era relacionado con prácticas modernas que
alejarían al ser humano de la tradición que lo había mantenido.

La intransigencia entonces fue una actitud de la Iglesia católica para combatir las ideologías
que se enfrentaran, o que de algún modo, su acción interviniera en la práctica moralizante
que la Iglesia emprendió con la contribución especial de los gobiernos conservadores, Helwar
Figueroa la define como "una actitud de los apologistas del catolicismo para defender el
dogma católico, señalando a los enemigos de fe: liberales, masones, protestantes, ateos,
socialistas, comunistas, anarquistas, naturalistas... Su base teológica era la defensa de la
verdad, entendida como la fe católica que no permite discusiones" (Figueroa).

La Constitución de 1886 y la firma del Concordato Vaticano en 1887, plantean la fe como


la única verdad sobre la vida posible, dejando encargada a la Iglesia en diferentes funciones
que se relacionan por su carácter moral, Fernán González menciona que fue "la religión
Católica es para la República de Colombia un elemento esencial del orden social" por lo que
se encargó de la "educación acorde a los dogmas y moral católica", los matrimonios, las
partidas de bautizo que funcionaban como registro civil y la Iglesia quedaría libre de
impuestos y autónoma en el ejercicio de la autoridad al interior de la jurisdicción eclesiástica.
Esta actitud responde a los requerimientos de un movimiento internacional que se
desarrollaba desde el Vaticano, José David Cortés, identifica en él la influenza de la
romanización-ultramontanismo, el cual alude a un orden tradicional jerárquicamente
establecido en la Roma católica, que sería el centro más próximo a la divinidad. y que
rechazaba, en el contexto de Europa en el siglo XIX, toda doctrina que se alejara del
catolicismo por la influencia moderna. Estaba mal vista la revolución burguesa ya que de ahí
habían despegado las ideas liberales y sus vertientes socialistas, comunistas y anarquistas.
En Colombia, con la firma del Concordato Vaticano el Estado permitió que la Iglesia
adquiriera funciones especiales sobre la sociedad y se instaurara el Régimen de Cristiandad,
en el cual, la institución religiosa se relacionaba con la sociedad civil por medio del Estado,
ya que delegado de funciones como la educación se permitía difundir la doctrina católica.
"En educación, los binarios opuestos y la visión de dos mundos, de bondad y maldad, fueron
fuertes" (Cortés).

Cortés afirma que estos dos procesos (Romanización y Regeneración), confluyeron en


Colombia y contribuyeron para dar paso a un régimen de intransigencia e intolerancia con el
error que era el liberalismo: "ambos procesos tuvieron características similares: vieron un
enemigo que debían combatir; lucharon por reconquistar los privilegios perdidos; impulsaron
métodos para reafirmarse socialmente" (Cortés Casas). Sin embargo, Cortés explica cómo
el liberalismo fue tomado en Colombia por algunas medidas que implementaron los
integrantes del partido liberal durante sus gobiernos en el siglo XIX, no obstante, era un
liberalismo diferente al de Europa, ya que en Colombia el partido liberal se mantuvo ligado
a la fe católica. "el término liberalismo, se reunía todo lo que la Iglesia Católica Romana
condenaba." (cortés)

En este contexto se puede ver cómo algunos clérigos colombianos optaron por seguir las
afirmaciones del sacerdote español Feliz Sardá y Salvani, quien en un opúsculo en 1876
declaró "El liberalismo es pecado". "Con el Syllabus y la Encíclica Quanta Cura (1864), bajo
el pontificado de Pío IX y la Rerum Novarum (1891) de León XIII (1878-1869), los sectores
más conservadores asumieron una posición de condenación del liberalismo y de la
modernidad. En el Syllabus aparecían los pecados del liberalismo."(Figueroa). Nicolás Casas
y Ezequiel Moreno fueron algunos de los personajes con esta actitud intransigente. Como
ejemplos se pueden tomar las palabras de Nicolás Casas a quien Cortés examina
detenidamente, pues se concentró en la cero tolerancia: "La tolerancia del liberalismo
consiste en dar amplia libertad al error y á las licencias de perdición para que se propaguen
sin tropiezo é inficionen la sociedad con su pestilencia" La construcción del enemigo también
es importante "Para la Institución eclesiástica, son los liberales los que hicieron la guerra a
Dios y a ella misma, como servidores de Lucifer.” o la importancia de la relación Iglesia-
Estado en el poder:

"Es imprescindible, dice, que el hombre todo se mantenga verdadera y perfectamente bajo el dominio de Dios:
por tanto, no puede concebirse la libertad del hombre si no está sujeta ni sumisa á Dios y á su voluntad. Negar
a Dios este dominio, ó no querer sufrirlo, no es propio del hombre libre, sino del que abusa en la libertad para
rebelarse: en esta disposición del ánimo es donde propiamente se fragua y completa el vicio capital del
liberalismo"

En este orden de ideas se puede ver cómo el contexto nacional e internacional fue dando pie
a que se desarrollara la intransigencia en Colombia, intentando descalificar a su enemigo por
medio de las afirmaciones que se hacían sobre el liberalismo en Europa en la Edad Media,
para así, mantener un orden social que se dirigiera a la preservación de la religión católica
como la única verdad posible sobre la vida. Lo que al inicio del siglo XX da pie al debate
enunciado por Rafael Uribe Uribe donde defiende la tesis de que el Liberalismo colombiano
no es pecado puesto que este reclama unos derechos constitutivos para la república, como la
democracia y la liberad, sin dejar de lado su catolicismo.

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