Está en la página 1de 2

Universidad tecnológica de Pereira

Facultad de bellas artes y humanidades


Escuela de filosofía
Seminario Kant
Luisa Fernanda Garcés diez

En la filosofía de Kant ya se nos había mostrado un juicio para la razón pura, sin embargo
en la metafísica de las costumbres nos muestra una ley moral que se da por el hecho de ser
racional, Kant nos va a decir que existe no solo una naturaleza física, sino también una
naturaleza racional.

Se ilustra a una razón práctica, en el campo moral, una razón moral. En el hombre existe la
buena voluntad, sin embargo esta buena voluntad se manifiesta en el sujeto por estar afectado
por su naturaleza racional, el recorrido bajo el concepto de la buena voluntad, comienza por
identificar precisamente que la buena voluntad legitima y adecua los fines de los dones, es la
buena voluntad el medio más adecuado para alcanzar a la felicidad, la felicidad que es el fin
más deseable para los hombres. Parece curioso el hecho de que en Kant, la buena voluntad
no se ve referida primordialmente en las acciones, una buena voluntad puede llevar este
nombre aun cuando no se haga realizable, “la utilidad o la inutilidad no puede añadir ni restar
nada a este valor” (Kant, pág. 67), la utilidad solo marca interés para aquellos que no son
conocedores de tal valor.

Por lo tanto, entra en juego el instinto y la razón bajo el concepto de la buena voluntad,
como ya se dijo anteriormente la buena voluntad es la base para la felicidad, pero una buena
voluntad solo bajo la razón, produce al sujeto un cierto odio a esta “ se desarrolla un cierto
grado de misología, esto es, de odio a la razón” ( Kant, pág. 69), el instinto juega en rasgo
esencial bajo este valor de la buena voluntad, sin embargo no es el instinto lo más
fundamental pues no parece ideal el pensar que es solo el instinto el motor primordial para la
buena voluntad, el bien no solo se hace bajo parámetros de razón o instinto, Kant nos va a
mostrar que esta idea de bien se hace también bajo el concepto del deber, el impulsar al sujeto
bajo el deber para promover un estado de felicidad.
Es el deber un estado constante en el cual se encuentra el hombre, pues es deber asegurar la
propia felicidad, el bien se muestra como un conducta practica y no patológica en el sujeto,
la buena voluntad no reside en los sentimientos innatos del hombre, pero este deber está
ligado a una ley, una ley que determina la voluntad, “ no queda para la voluntad nada que
pueda determinar más que, objetivamente, la ley y, subjetivamente, el respeto puro hacia esta
ley practica” ( Kant, pág. 77), el respeto que nace de esta ley, es considera como un efecto
de esta, no como la causa de la ley, esta ley es natural en el hombre e impulsa al entendimiento
del sujeto sobre cómo se debe actuar.

Las acciones del sujeto son impulsadas por esta ley “la necesidad de mis acciones por puro
respeto hacia la ley practica es aquello que constituye el deber” (Kant, pág. 82), esta ley que
sirve principalmente a la voluntad como principio, así pues la razón moral no se ve impulsa
por ninguna especulación, la razón práctica que cultiva la formación de un sujeto moral.

Bibliografía

Kant Immanuel, cimentación para la metafísica de las costumbres, (1961)

También podría gustarte