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Denis Merklen aii AWS POBReS CluDaDanos Las clases populares en la efa democratica (Argentina, 1983-2003) 2* edicién PUREE UEOOT NY Prefacio de Silvia Sigal iN ( | inDIviDUOs yY ciuDaDanos. noTas PaRa un enFoque OBJeTIVISTa De La SUBJETIVIDAD POPULAR En 1937, Jorge Amado publicaba Cepitase da Aroia En esa célebre novela, el ‘autor reconstruye le vida de un grupo de “mnds de cuarenta muchachos” que viven ‘en es playas de Bahia en ol interior da un depSsito abandonado, Todas las mafaras, ‘cada uno de esos muchechos ve ala ciudad en busea de.una osasién, de encontrar lun "plan", algo que rober, un trabejto én un carrusel, una limesna que exgi, une Caridad que inspirar, un alma cispuesta a venir en su ayuda, una mujer en busta de amor, la voluntad de un cure que Intenta “eervertim™ 2 estes "ladronzvelos ‘abanconades” en “horabres trabajadores”. “argabain al depésita las abjetos que Los autores comparen entonces tes tipes de mirads frecuentemente dirgidas les ‘primidos, e menudo considerados por el soeisiego como “héroes", "pobres tipos” «© “bribonas”. Con Claude Grignon y Jean-Ciaude Passeron podriames cecir cue este etiguetado procede simplemante dé las ambighededes y tensiones con ias que se ntti ante la cutura popuisy, y que al meres las dos primeres de ‘estas categoria (el oe y el pobre tipc) corresponaien 2 las pasiciones det “misera- y 72 et de Gates nas sve un er ms de otra. En sociedad tl “a catne des hombre iu au figura driceranis abe! Rent del eat y exe ce cas ee Terrurea ac fol sxerfelo dau gee private” (op ct 52) aca dh esi sede, eicetamene, fp es bars poplara 6 selec cntepernas, ye ana en sade Sl “Nara” ol “Sar ‘kok, Mie, L3 fren cos quar: De ib aaingcars #Yengagaren poltgu, Paes Rage, vs, 2008; epee, ate, Gaur ce Canlse. Coda, ese lenges Oui eah Pate 2957 ria, Sept, Velian, Cary Wlzman, Leno “Le hee pace oe eee cored, ls seetiatins des oporinte en Espicesdszeeés W903, Pin 1984 9p 87.110, POBRES CIUDADANOS 201 bilismc"y de! “populism” tan comunes en el tratamiento de las clases popuires.® Sin embargo a fuerza del ericule de Warner, Wellman y Weitzman prosede del punto Ge viste estructural adoptade por los autores {e nesar dele iliac interaccionis- 2 que reivindicen): es la situacion de cominacion fa que obiiga lee incividucs 2 comportarse come “bribanes",e, incluso cuando a heeen coms “néroes" 0 “pebres *ipes", las oprimides no estén sino mevilizendo estretégicament sus personas afin Ge tender una trempa al cominacor (tramp en la cual cae también, obviamente, el sociéloge). €! comportamiento bribén es a la vez posibie y nécesario gracias @ una ‘tiple concteién: el oprimido necesita estrategias para sobrevvir dada su falta de sutonomfa, toda situacién de deminecién posee una estructura cacional que cece lin margen a la regaciacién (no olvidemos que casi ninguna opresin es total), y 'a cooperacién entre los oprimidos les permite disponer siemare de una trstiende: donde prearar sus etratagies, Cuando nos desplazemos hacia a tereno de jas clases populares, sé por ex ‘epci6n encontremes el peso dei mundo tradicional. En cualquier cesa, la tredicign ‘occupa en este medio un lugar més importante que el que puede tener en el mundo de otras clases sociales que la sccioioglacaltica sin probleme como perfectamente compuestas de individuas.® Las estructuras ralacionales que encontrames en el ‘undo popular contemporénea funcionan mas como un punto de apcya para la zc ign que come una materis densa y opaca en le que se ahogerfen los individuos. Yolvarios shore a nuestra elemplo: Zcusl as la experiencia ce lun individu in- seritoteriterialmente pero al que ios soportesinstitucienalizedes le falan en mayor ‘omenor medida? Aut el barrio constituye @ menudo una muralla detensiva frente ® Ja pobreza y 2 le inestabilidad en Ia que esté inmersa la exoeriencie soz, Los comportamientes d los indviduas son une expresién de a “cistancia institucional” Que caracteriza su vivencia. A través de una estretegie de inseriocién territorial el barrio se torna un medio de integracién social. No obstante, est esirategia de ine ‘tegyacién opera a través de una inscrigcion en Ia cludad que en sino puede colmar os cefiets de integracién engendrados por otros registios de lo social. Se pocrfa decir ave no de acceso més que a una Insercién de tipo marginal, En ese marco, los habitentes se uelven eazadores al salir dlarlamente aia ciudad y volver al barrio on sus presas, cosa que-e veces hacen en grupo y a veces ce menera individual, v une, cance Paseo, Jean-Claude, spc {St en pasar elt uetraeetnen ome elas chaz cure aupan en a soil slen lat tats dominates, Pai ver Pingan. Michel y Pingan-Caril Mongo, Guns atone oe 202 DENIS WERKLEN Evidentemente, lo que flame la “Iégica del cazador” no aspire a plasmar la ‘talidad de la experiencia de estos bartos situaces al margen de la ciudad. Mi insencién no es tampace definir una “cultura ce ia marginalided”. La caza es quizé ‘2 actividad mas espectacular de los cazadores, pero una parte importante de sus recurses previene @ menudo ¢e otras formas de activdae, principelmente el trax bajo las potcas sociales (segdn ei contexto). La necién de "légiea de! cazador” ‘Buece ser entonces entenida come identitizandh la ogica del partieizante en una Culture de los mérgenes; sin eribargo, lo qua define la situacién de margineliced ‘a cistencia institucional entre la “sociedad” (reglase instituciones)y el mundo “social” en esos barrios? En primer lugar, a imagen de! cazador nos permite captar una figura de ind Vice, Noes un ingividuo “negativo", al que se detiniras6lo po sufalta de soportes, Por su estado de aislamiento, No es tempoco un individue que dispone por entero Ge su futuro, que es capaz ¢e prever su aorveniry de hacer proyectos para él o su Drogenie. Esta falta de control sabre el ponvenir es lo que separe redicelmente al cazador del agricuitor: “cuando hablaba con los guayaki de las plantas oultivades (que nunca dejaron de consumir puesto que por siglessiguieron robendo mandioca ychoslo eles guarantes, y después'a los paraguayos), parecia que el vero “plantar” faltabs en cu vocsbuiarie™, El individuo dal que hablames goza de ciertas formas de afliacin y antes que ‘nada de uns inscripciénteriterial. En ese sentido, la insripcién al bari le permite Conjure e! nomadismo ier, y permite a as familias partleipar de un sistema de Inercambies y de solidarided. Es este Inscripeign urbana la que permite controler tun teriterio y constrie un sistema de solideridades lecales con la familia sitvada en el centro, Acto seguido cabe recordar algo que ya observamos: les habitantes no ‘se encuentran completamente exciuides de la vide institucional ri dela actvided sonémisa, Gn su mayorfa hay une partcjpacién en la sociedac mediante estructuras inestables que, al manteneros pernanentemente en una situacién de entrada y v Ouro hve def dota ene 1 soci” care “vida pia” espe y la “ales cone ‘eae mia maa cvin”cendenade ens inet, esto cos ansle cela eaclen 'ssnchiues carn initia. C,Durtbeim, Eile even de seccopl PL rate ISSO Tea 1947; ha iin en ests Lnsine co enor, Ze de as cstares J 00 reba, poeee seis sure nna, sina y Soren wads Feces nee ene, Wee, intakes “Estos uoinnanes, cis par fara Sidews), Vaal 00S, Sere ey ty Goulet este sroamaizacén clsntiioes en un eonteiaeacooroerines or Doug, May, Gorman pesen es nto, a Desens Par, 1989 ed. hols esd Chats, op et, p. 196 POBRES ClUDADANOS 203,

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